La
Librería de El Sueño Igualitario
Morata ediciones
edita un libro, escrito a tres plumas desde
Julia Varela, Pilar Parra y Alejandra Val Cubero.
Lo que nos dice la editorial
sobre el libro:
Este libro recoge
las voces de Cristina Alberdi, Jimena Alonso, María del Carmen Costa, Desideria
Contreras, Juana López, Lourdes Ortiz, Ramona Parra, Rosa Pereda, Empar Pineda, Concha Selgás y
Aurora (pseudónimo). Son 11 mujeres de la generación del 68 cuyas palabras
constituyen un testimonio de las movilizaciones visibles así como de las luchas
cotidianas, calladas, de tantas mujeres muchas veces ignoradas, son preciosos
materiales para la reflexión y la acción. Estos relatos de vida ponen bien de
manifiesto que la emancipación de las mujeres no es ajena a la lucha contra las
dictaduras, y contra los fundamentalismos de todo tipo, incluido el neoliberal.
Son aportaciones lúcidas para poder enfrentarnos con mayor conocimiento de causa
a escenarios nuevos en los que habrá que renovarse e inventar nuevas formas de
resistencia.
Nos acercamos un
poco a Julia Varela: Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad
Complutense y en Sociología por la Universidad de París VIII-Vincennes. En la
actualidad es Catedrática de Sociología en el Departamento de Sociología VI de
la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de
Madrid. Ha impartido cursos y conferencias en numerosas universidades españolas
y extranjeras. Y es autora de varios libros entre los cuales están los
siguientes:
Modos de educación
en la España de la Contrarreforma (1984), El aprendiz de maestro (1984)
(en colaboración con Félix Ortega), Las redes de la psicología (1986), Sujetos
frágiles (1989), Arqueología de la escuela (1991) y La galaxia sociológica.
Colegios invisibles y relaciones de poder en el proceso de institucionalización
de la sociología en España (2000) (en colaboración con Fernando Álvarez-Uría),
Nacimiento de la mujer burguesa (1997) (traducida al francés en L´Harmattan, París, 2000), Sociología e información (2002),
A Ulfe. Socioloxía de unha comunidade rural
galega (2004), Y Materiales de sociología del arte (2008) (en
colaboración con Fernando Álvarez-Uría).
Nos acercamos un
poco, también a este libro editado por Morata, Mujeres con voz propia que está
coordinado por Julia Varela; Carmen Baroja, Zenobia Camprubí
y María Teresa León Goyri forma parte, desde la
editorial Morata, de la colección Raíces de la Memoria cuando la pluma ágil y
diligente de Julia Varela se acerca a
estas mujeres que desde diferentes caminos
dejaron y pusieron muchos puntos en común.
La sinopsis del
libro:
Carmen Baroja,
Zenobia Camprubí y María Teresa León, al igual que
las mujeres del grupo de Bloomsbury, y de otras
mujeres de la burguesía liberal española de la primera mitad del siglo XX,
lucharon denodadamente por alcanzar una autonomía personal y profesional. A
partir del análisis socio histórico de sus trayectorias se percibe el peso que
ejercieron en sus vidas la familia, la educación, las redes sociales, las
asociaciones de mujeres, en fin, la vida cultural y política. Este libro
pretende rendir un homenaje a todas aquellas mujeres que intentaron desasirse
de los lazos de sujeción, atados y bien atados, por las principales
instituciones de socialización de unas sociedades capitalistas en las que
reinaba la dominación masculina.
Enlaces que te
pueden ir bien:
https://es.wikipedia.org/wiki/Carmen_Baroja
https://es.wikipedia.org/wiki/Zenobia_Camprub%C3%AD_Aymar
https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Teresa_Le%C3%B3n
Cazarabet conversa con Julia Varela:
-Julia, tú escribiste Mujeres con voz propia y ahora acabáis de publicar Memorias para hacer camino, también
sobre la vida de las mujeres. ¿Qué relaciones tienen entre sí estos libros y
por qué te interesaste por estas cuestiones?
-Para responder
tendríamos que empezar por mi primer libro sobre “la cuestión femenina” que se
titula Nacimiento de la mujer burguesa,
pues este libro, en cierto modo está en el origen de los dos libros más recientes
que citas.
-¿De
qué trata ese libro?
-En Nacimiento
de la mujer burguesa me preguntaba sobre cómo, cuándo y por qué empezó a
formarse el ideal de mujer que tiene por funciones principales ser buena madre,
buena esposa y cuidar bien del hogar. Fue este un ideal, esta especie de
arquetipo, lo que llevó a las mujeres a verse recluidas en la casa, convertida
esta para ellas, como decía Luis Vives en su libro, Institución de la mujer cristiana, en su verdadera república. Las mujeres se vieron forzadas a abandonar
el espacio social y político.
-¿Cuándo
y por qué empezó a formarse este ideal?
-Este ideal empezó
a formarse a finales de la Edad Media en relación con toda una serie de
procesos que fueron paralelos en el tiempo, y que se reforzaron unos a otros.
Entre esos procesos hay que destacar el papel tan importante que jugó la
Iglesia, tanto en la imposición del matrimonio monogámico
indisoluble, como en la formación de las Universidades cristiano-escolásticas
que expulsaron a las mujeres de su seno. Pero también fueron importantes las
transformaciones que sufrieron las leyes de la herencia y las nuevas formas de
organización del trabajo, que cobraron cada vez más fuerza con el auge de las
ciudades, y que contribuyeron a impedir
a las mujeres ser herederas, si tenían hermanos varones, y ocupar puestos de
responsabilidad en los gremios. En fin, tanto los poderes eclesiásticos, como
los de los nacientes estados administrativos modernos, se unieron para definir
una nueva racionalidad masculina opuesta a la débil naturaleza femenina que
debía ser protegida, custodiada, y alejada de las esferas del poder. Estos
procesos fueron penetrando poco a poco en la sociedad moderna en relación con
la formación de nuevos grupos sociales, pero ese ideal de mujer burguesa no
llegó a ser dominante hasta el siglo XIX, hasta el momento en el que la
burguesía desplazó a la nobleza en el ámbito del control político.
-¿Desde
finales de la Edad Media hasta el siglo XIX qué pasaba con las mujeres?
-Para responder no
solo es necesario tener en cuenta los momentos históricos, sino también los
estamentos y las clases sociales. También hay diferencias entre los países
católicos y los protestantes, a partir del siglo XVI. Si nos limitamos a los
países católicos se puede decir que tanto las mujeres de las clases altas como
las de las clases populares más pobres, siguieron manteniendo su presencia en
el mundo del trabajo y en el mundo social, aunque en ocasiones fueron
perseguidas por mantener una cierta autonomía. Norbert
Elias, un sociólogo alemán muy sensible a los
desequilibrios de poder entre los sexos, puso bien de relieve, en su libros
sobre La sociedad cortesana, cómo las mujeres de la nobleza
francesa, en los siglos XVI y XVII, sobre todo las que vivían en la corte,
ejercieron un influjo importante sobre la vida política y social de la época.
-¿Qué
relación tiene Mujeres con voz propia con
este primer libro, Nacimiento de la mujer
burguesa?
-En Mujeres con voz propia intentaba responder
a la cuestión de cómo las mujeres empezaron a romper con ese ideal de mujer
burguesa que empezó a gestarse a finales de la Edad Media. Para ello, y a
partir sobre todo de materiales biográficos y autobiográficos, me interesé por
la vida de tres mujeres: Carmen Baroja y Nessi, María
Teresa León Goyri y Zenobia Camprubí
Aymar. Sus vidas me parecieron representativas de
todo un conjunto de mujeres de la llamada “edad de plata” de la cultura
española.
-¿Cómo
rompieron con ese ideal que obligaba a las mujeres a permanecer con la pata quebrada y en casa?
-En el periodo de
entreguerras todo un grupo de mujeres provenientes de familias liberales
cultas, tanto en España como en otros países, e incluso desde finales del siglo XIX, lucharon contra esa
especie de domesticación de las mujeres. Shirley Mangini,
en su libro, Las modernas de Madrid,
habla de ese grupo de mujeres -entre las que están incluidas las tres de las
que yo trato en el libro- que iban desde pintoras como Maruja Mallo, o filósofas como María Zambrano, hasta escritoras
como Rosa Chacel, y mujeres que fueron importantes en
la esfera política, como Clara Campoamor, Federica Montseny,
y otras. Mangini pone bien de manifiesto las luchas
en las que se implicaron. Fueron ese grupo de mujeres las que empezaron a
asociarse, a interesarse por la cultura y el estudio, y a ejercer una
profesión. Como decía con gracia Zenobia Camprubí
trataban de “llevar una doble vida”: la del hogar y una vida social más
autónoma. Fueron ellas quienes lograron romper en parte el enclaustramiento que
les venía impuesto socialmente.
-¿Y
por qué elegiste a estas tres mujeres?
-Las elegí porque
en primer lugar había leído sus escritos autobiográficos, y en segundo lugar
porque me parecieron inteligentes, valerosas, e infatigables luchadoras por la
autonomía de las mujeres. Y también porque todas ellas se vieron
inmerecidamente eclipsadas por varones famosos que las rodaban: Pio y Ricardo
Baroja, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez…
-Y
ahora acabas de publicar en la Editorial Morata, un nuevo libro en el que se recogen los relatos de 11
mujeres de la generación del 68.
-Sí, agradezco la
amistosa acogida de este libro por parte de Paulo Cosín,
al frente de la Editorial Morata, editorial que también publicó Mujeres con voz propia. En este último
libro las voces que resuenan son las de mujeres de la burguesía y de las clases
populares de mi propia generación. Me interesaba reavivar su memoria con el fin de que a las nuevas
generaciones no les pase como a la nuestra, que conocimos antes los movimientos
de mujeres de otros países que las de nuestro país.
-¿Qué
más pretendías con este libro?
-Pretendíamos,
puesto que es un libro colectivo por partida doble ya que también son autoras
del mismo Pilar Parra y Sandra Val Cubero profesoras de universidad, facilitar
una nueva lectura de la historia, de los cambios que han acontecido en la
sociedad española en las últimas décadas. En general son varones quienes
escriben la historia, y también quienes la protagonizan. Pero en el libro creo
que queda suficientemente probado que tanto las mujeres de las clases populares
como las de las clases medias fueron, desde finales de los años sesenta,
importantes agentes del cambio social. De hecho, sus trabajos y movilizaciones
han contribuido a que este país se haya convertido en un país más democrático y
justo, a pesar de todas sus deficiencias. Reivindicaron importantes cambios no
solo en la vida política y social, sino también en la vida cotidiana, cambios
que nos permiten vivir mejor, y en los que es preciso seguir profundizando.
-En
todos tus libros sueles dar importantica a la educación. ¿Por qué? ¿Piensas que
es un factor que contribuye a la emancipación de las mujeres?
-Mis primeros
trabajos de sociología han estado centrados en la sociología de la educación.
Tanto mi madre como mi abuelo materno eran maestros y también yo fui maestra en
mis años jóvenes. En Memorias para hacer
camino, un libro que yo creo que es fácil de leer, hemos intentado mostrar
que el papel de la socialización escolar tiene mucho peso en las trayectorias
personales, en las trayectorias de vida de las mujeres. Las oportunidades de acceder a los estudios
medios y superiores varían en función de las clases sociales, y también en
función de los lugares en donde se vive. Es distinto haber nacido en una aldea
gallega de pescadores o en una familia del barrio de Salamanca que cuenta con
una muy buena biblioteca. Un país es
tanto más democrático cuanto más abre oportunidades culturales y vitales a
clases y grupos sociales, y especialmente a las mujeres de esos grupos, que
durante siglos se han visto socialmente relegados.
25138
Memorias para hacer
camino. Relatos de vida de once mujeres españolas de la generación del 68. Julia Varela Fernández, Pilar Parra
Contreras, Alejandra Val Cubero
265 páginas 17 x 24 cms.
21.80 euros
Morata
Este libro recoge las voces de Cristina
Alberdi, Jimena Alonso, María del Carmen Costa, Desideria Contreras, Juana
López, Lourdes Ortiz, Ramona Parra, Rosa Pereda, Empar
Pineda, Concha Selgás y Aurora (pseudónimo). Son 11
mujeres de la generación del 68 cuyas palabras constituyen un testimonio de las
movilizaciones visibles así como de las luchas cotidianas, calladas, de tantas
mujeres muchas veces ignoradas, son preciosos materiales para la reflexión y la
acción. Estos relatos de vida ponen bien de manifiesto que la emancipación de
las mujeres no es ajena a la lucha contra las dictaduras, y contra los
fundamentalismos de todo tipo, incluido el neoliberal. Son aportaciones lúcidas
para poder enfrentarnos con mayor conocimiento de causa a escenarios nuevos en
los que habrá que renovarse e inventar nuevas formas de resistencia.
Leer
fragmento: http://www.edmorata.es/libros/memorias-para-hacer-camino#issuu_inline
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