Cazarabet conversa con...   David Sánchez, autor de “Meditación. El camino a casa” (NPQ)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sargantana edita este libro que nos adentra en el mundo, necesario, de la meditación, pero sin estridencias ni ambages …con sencilla y sinceras maneras narrativas David   nos enseña qué es y cómo meternos en este mundo.

Algo más que un libro de los que podrían calificarse de “autoayuda”.

La sinopsis del libro. ¿Qué nos encontraremos en este libro?

Es un libro que fue es­crito en esa época de parón global frente a la pandemia y el autor, tal y como él mismo indica, lo creó «como una introducción recopilatoria de herramientas y conceptos útiles que ayudan a entender ideas que posi­blemente hemos intuido durante nuestra vida, pero nunca hemos sido capaces de manifestar conscientemente».

En este aspecto, Sánchez va sugiriendo diferentes preguntas que, de algún modo, va suscitando el propio libro a raíz de lo experimentado: «¿Cómo vivir con más serenidad y con más armonía con nosotros mismos y nues­tro entorno? ¿Cómo podemos tomar decisiones correctas más a menudo y adoptar hábitos que nos reporten felicidad verdadera y prolongada? ¿Cómo podemos influir en nuestro entorno para transmitir esta armo­nía?. Y sobre todo, ¿cómo restaurar y mejorar la relación personal más importante de nuestras vidas, la relación con nosotros mismos?». A partir de ahí, y de manera sencilla, el autor interconecta aconteci­mientos traumáticos, aventuras y vivencias propias transformadas en reflexiones que han arrojado luz y valor a su vida. Por todo ello, Meditación. El camino a casa es una aproximación a algunas de estas herramientas que David aprendió durante la última década, explorando diversas enseñanzas espirituales, y que ha practicado de la mano de maestros de diferentes cul­turas y filosofías del continente asiático. Un libro inspirado en alumbrar el camino a quien necesite iniciar un cambio positivo y real en su vida. El camino hacia la paz interior. Convida a pasarlo bien mientras se entrelazan aventuras entretenidas que invitan a una reflexión —universal y rabiosa­mente actual— sobre identidad, libertad e independencia. Uno de los aspectos clave de este libro, y que hacen que se diferencie del resto de los de temática similar, es que, tal y como indica el autor, ofrece de manera amena información que suele presentarse de un modo más denso e, incluso, aburrido. Así, el autor va expresando de esa manera cercana y accesible un tema difícil, conectado con historias personales que hacen más sencillo su entendimiento y puesta en práctica. El autor, finalmente, anima a adentrarse en las páginas de su obra «a todo aquel que sienta que la vida tiene un mayor significado que trabajar, pagar facturas, y disfrutar de los placeres de la vida. Aquellos que sientan que la vida es más de lo que nos han programado a creer que es».

 

 

 

Cazarabet conversa con David Sánchez:

-Amigo, ¿qué es lo que os llevó a escribir sobre el mundo de la meditación, supongo que la práctica…? ¿por qué, crees, que es para todas y todos tan necesario como preciso meditar…? ¿Hay o hubo algún incentivo qué te ha hecho investigar sobre esto?

Hola! Si, el motivo que me inició en la meditación fue un accidente de tráfico en moto que estuvo a punto de costarme la vida. Tras una reanimación, transfusión y una cirugía en la que se me implantaron 10 placas de titanio en la cara, tuve un llamado despertar de conciencia. O despertar espiritual. Estos eventos suceden cuando las personas experimentan un evento tan traumático en su vida que somos obligadas a replantear la vida con una perspectiva nueva. Estos eventos pueden ser accidentes, perdidas de un ser querido, divorcios, bancarrotas o un revés “desafortunado” de la vida. Lo pongo entre comillas porque generalmente en la vida, los eventos más difíciles, son los más enriquecedores. 

Si, lo que me llevo a escribir este libro fue la motivación de compartir con más gente que la de mí alrededor a adquirir este hábito que es no solo transformador, sino realmente medicinal para la mente.

Creo que meditar no es necesario, creo que cualquier persona que sienta que la vida es más que comer, dormir, divertirse, trabajar, socializar, y experimentar lo que el mundo físico ofrece. La meditación nos da acceso a una realidad, una dimensión o un estado de ser mucho más profundo y enriquecedor que a lo que hemos vivido acostumbrados y enseñados por la sociedad. 

Meditar es realmente tomar la pastilla roja. 

-¿Es como un libro en forma de hoja de ruta para iniciarnos o seguir con la meditación?

Es un libro en el que cuento brevemente mi historia personal, para que el lector entienda quien soy y de dónde vengo, que no soy nadie especial por meditar ni escribir sobre ello. Como y porque me inicié en las practicas espirituales, y explico algunos elementos muy importantes, bajo mi criterio, a tener en cuenta para quien sienta interés, necesidad o atracción a explorar algo nuevo para mejorar su calidad de vida.
-Porque, amigo David, ¿qué es la meditación?, ¿hay distintos tipos y/o maneras de meditar?

-Sí, hay infinidad de técnicas. Meditar es una práctica. La meditación es el estado al que nos induce esta práctica. ¿Cuál es este estado? Uno el que la mente y el cuerpo están en el mismo sitio. La mayor parte de tiempo nuestros cuerpos (mental y físico) están desconectados. El cuerpo aquí, y la mente en el trabajo, en las preocupaciones, en el entretenimiento, etc. Esto es poco saludable, pero es como hemos aprendido a vivir. Conectar ambos cuerpos, a través de ese hilo conductor que nos da vida y que realizamos de manera inconsciente cada segundo, la respiración, nos ayuda a conectarnos con quienes somos, y nos ayuda a estructurar y empoderarnos del proceso mental que tantos problemas nos genera a los seres humanos, por la falta de educación que recibimos sobre este tema en la sociedad moderna. Sociedades antiguas dieron muchísima importancia a esto. Nosotros por la razón que sea, somos una sociedad que valora solo lo exterior. Lo superficial.
-¿Meditar es apartarse de momento, pero estando aquí de manera diferente y diferencial…?

-No. Meditar es integrarse, no apartarse. Uno se sienta a conectarse con el entorno, con uno mismo y al ser una práctica que nos saca de la mente y nos acerca al corazón, también genera cualidades que nos permiten conectarnos con los demás. El silencio es un tema al que dedico un capítulo del libro. Algo desvalorizado en nuestra sociedad. Estar en silencio, quieto, observante puede interpretarse como apartarse. En realidad, es todo lo contrario. De hecho, es el estado natural de la naturaleza, de los seres humanos antes de nacer, vivimos en un mundo muy ruidoso y el ruido es equivalente de dificultad de escucha y de entendimiento. La meditación nos ayuda a sentirnos parte del todo, no a apartarnos. 
-¿Está pensada para que la podamos llevarla cabo todas y todos?

-Absolutamente. Quien dice yo no valgo para meditar, es como quien dice yo no valgo para comer saludable, hacer ejercicio o tratar a otros bien. Como todo, es una práctica que no se adquiere maestría en un día. Es un proceso como todo lo demás en la vida. Y estamos tan programados para lo opuesto, que es el movimiento, el ruido, hablar, y estimularnos, q al principio es un reto. Pero todo el mundo puede practicarlo. Sin duda.
-¿Independientemente de nuestro carácter, de cómo seamos…de cómo vivamos la vida?

-La meditación precisamente al ayudarnos a conectar con nosotros mismos, aprendemos a escuchar que es mejor y peor para nosotros. De esta manera, automáticamente, tras un periodo de práctica constante, uno empieza a modificar su estilo de vida hacia uno más pausado, más saludable, más honesto y compasivo. Más enfocado en lo que sirve y menos en lo que no. Básicamente lo que hace es eliminar el ruido de nuestra vida y capacitarnos para ver todo con más claridad. Nos ayuda a salir del ego. De la historia que llevamos creando sobre nosotros mismos toda la vida. De la falta de objetividad en general.
-A mí, por ejemplo me cuesta  mucho ,mucho estar quieta, me relajo con el movimiento, aunque sea suave, a modo de movimientos acompasados, estiramientos, pero sentado con la típica estampa de meditación , sentada o acostada boca arriba—me lo aconsejaron para empezar---…pues no lo consigo…..lo siento, sentada tengo que estar corrigiendo la postura todo el rato para que la espalda no me duela y acostada, tiendo a dormirme, aunque es vedad que es cuando más cerca he estado de hacerlo…

-Sí, como digo es un proceso. La elegancia de la postura es algo que se va adquiriendo y consiguiendo con la misma práctica. Esfuerzos pequeños y constantes nos ayudan a mejorar. Constancia y disciplina son claves para evolucionar en cualquier aspecto de la vida. Puedes empezar meditando en una silla. Yo empecé así.
-Además, no consigo “parar la mente”…

-El objetivo de la meditación no es parar la mente. La función de la mente es pensar. Igual que la del corazón bombear sangre. Cuando meditamos lo que hacemos es observar que está sucediendo dentro de nuestra cabeza. Sin juzgar. Sin querer eliminar. Sin preferencias, esto sí y esto no. Simplemente observamos. Callados. Con el tiempo, esta técnica, junto a la observación de la respiración, lo que nos ayuda es a no seguir siendo dominados por el proceso mental. Es decir, de un pensamiento, saltar a otro, y de ahí a otro y no sabemos pararlo. Cuando observamos, con calma y sin juicio, automáticamente desarrollamos lo que yo llamo un súper poder, y es que la mente sigue trabajando, lanzándonos pensamientos e ideas que se convierten en emociones, pero acostumbrados a observar, es como cuando la gente enciende la tele pero no la ve, está a otra cosa. Hay un ruido de fondo que, si uno se concentra en otra cosa, ni lo oye, ni recuerda siquiera que han dicho. 

Este es el súper poder de la meditación. Uno es capaz de utilizar la mente para un uso en particular, solo cuando hace falta. La mente es una maravilla de herramienta, pero es tan potente que sin trabajarse nos domina. La meditación es una práctica de control y re empoderamiento sobre la mente.

Una vez un alumno zen le dijo a su maestro: “Estoy desesperado. No soy capaz de parar la mente. A lo que el maestro respondió. Abre la puerta trasera y delantera de tu mente. Deja que los pensamientos salgan y entren. Solo no les sirvas té”.
-Pero, en este mundo de las ocupaciones y de las prisas, quizás también de lo que más me cueste es encontrar tiempo, ¿verdad?

-Si hacemos un cálculo real del tiempo que invertimos en actividades que no solo nos benefician, sino que además son perjudiciales, claramente vemos que todo el mundo tiene 10-15-30 minutos al día para dedicarle a algo, además beneficioso. Es una cuestión de prioridades, de querer mejorar, y de salir de la pereza. Hay quien dice es que no tengo tiempo de hacer ejercicio, o de leer, o de meditar. Pero si de perder el tiempo en el móvil, de ver la tele, de salir a beber con los amigos, o dormir más de la cuenta. El que quiere, puede.  Alguien dijo una vez. Si tienes tiempo y puedes, medita 20 minutos al día. Si estás demasiado ocupado medita una hora.

Lo que nos ayuda a navegar nuestra vida la meditación es magia. Cuanto más meditamos, más fácil se vuelve todo a nuestro alrededor y paradójicamente más tiempo tenemos.
-Hay que, creo, ser constante y no ponernos las metas demasiado altas, ¿verdad?;¿cómo empezar, David… sin desilusionarse a “la primera de cambio”?

-Exactamente. La meditación se practica sin expectativas. Sin querer llegar a ningún sitio. Es como bailar, o tocar música, o crear arte. Uno no baila para llegar de A a B, uno baila porque le sienta bien y porque lo disfruta. La meditación al principio puede ser dura, pero llega el momento en el que, sin la práctica diaria, sabiendo la increíble mejora que aporta al día, es peor que no ducharse o no lavarse los dientes. 

Además, una sola respiración consciente en cualquier momento es meditación. Naturalmente no nos sale porque no lo hemos mecanizado. Cuando practicamos es precisamente para poder llevar ese estado a los momentos más difíciles de la vida donde perdemos la consciencia. Una discusión, un momento de estrés, ansiedad, tristeza. Una sola respiración consciente. Es decir, una inhalación y exhalación profundas y concentradas solo en este momento presente es magia. 5 minutos al día para empezar es suficiente. En el libro doy pistas para esto.
-¿Tenemos demasiados prejuicios sobre la meditación?

Si, cada vez menos pero sí. Se asocia mucho a la religión. Somos una sociedad muy avanzada tecnológicamente y muy primitiva y desconectada del ser y del entendimiento profundo y real de la vida. Somos como una sociedad de niños queriendo esto, lo otro, dejando la responsabilidad de nuestras vidas a mama y papa estado, a la educación. Pero está cambiando y rápido.

-¿En qué nos ayuda este libro tuyo?, porque yo de la misma manera que te he enumerado todos mis “peros” para yo sumergirme en la meditación te diré que estoy convencida de sus remedios…

Espero que mi libro inspire a quien lo lea a empezar a meditar. Le dé pautas y una guía que le sirvan para entender mejor el proceso. Hay gente que quiere, pero tira la toalla por sentirlo tedioso y algo que, aunque todo el mundo sabe que es beneficioso, es tan opuesto al ritmo de la sociedad actual que cuesta mucho. Mi intención fue hacerlo fácil y cercano. Entretenido y útil.
-Te lo digo porque esos escasos minutos que sí consigo “ese algo”—iniciático—que me enseñaron, pues sí logro tranquilizar todos mis puntos deshilachados: mis nervios y sus consecuencias sobre mi salud física y psíquica, mis contracturas, mi salud para con los demás, una manera de serenar todos…

-Así es. La meditación no es solo para nuestra propia mejora y sanación. La consecuencia de la sanación individual, es la sanación colectiva. Y alguien sereno y en paz, es capaz de transmitir y contagiar ese estado a la gente de su alrededor. Meditamos por nosotros y por los demás.
-Pero meditar no es solamente serenarnos—creo que esa es una de las metas, fruto de la meditación, ¿no?, también es profundizar en nosotros mismos: en quiénes somos, en realidad…en nuestras respuestas…en cómo somos cuando no estamos solos, en cómo reaccionamos, en cómo nos comportamos….   En pensar en cada minuto del día a día para hacer un mañana un poco mejor…

-Exactamente. Serenarnos es el primer paso necesario para poder adquirir claridad. Si agitamos un contenedor con agua de un lago, no se ve nada más que los sedimentos y la suciedad. Si lo dejamos quieto un ratito, el sedimento se va posando en el fondo hasta quedar el agua clara. Sobre ese agua es sobre el que podemos ver nuestro reflejo claramente. Igual que el estado en el que nos deja la meditación. Nos agudiza la percepción, la intuición, la compasión y calma la actividad mental.

-Y si sumásemos muchos “mañanas mejores”, de “todas y todos”, nos iría mejor, ¿verdad?

-Realmente el esperar que el mañana sea mejor, si filosofamos un poco, es una formula trampa de la mente. Es una expectativa. La necesidad de estar bien y mejor. Y en la vida estar bien y feliz todo el tiempo es imposible pues nos enfrentamos a estreses, enfermedades, problemas, obstáculos, incluso al propio envejecimiento. La meditación lo que nos garantiza es, que a pesar de que mañana sea peor, podamos seguir afrontándolo desde la paz y la ecuanimidad. Felices.
-En realidad creo que lo mejor no es ser o lograr acariciar la felicidad, pero sí caminar hacia ella, ¿verdad? 

-La felicidad es un estado intermitente. Su opuesto es la tristeza. Lo que realmente anhelamos es paz. Es un estado de contestación y bien estar que está por encima de las emociones. La paz interior es el regalo y fruto de la meditación.
-¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además tiene mucho a ver con el proceso de documentación?

-No ha sido ardua en absoluto je, je. Gracias a aquella experiencia cercana a la muerte, despertó en mí un hambre voraz por descubrir y aprender sobre no solo meditación sino filosofías antiguas, practicas diversas que he estudiado y también practicado durante años. Este ha sido el propósito de mi vida durante la última década. Por eso escribir este libro fue sencillo, inesperado y absolutamente espontaneo. Lo explico en el libro. Es mi pasión. Mirar atrás y ver la persona que fui, el sufrimiento que cargaba. Inconsciente claro. Y todo lo que esta práctica me ha aportado, y sobre todo lo que creo que está aportando a mi gente, mi familia, amigos, mi círculo cercano. Es una maravilla. Es pura magia.
-La investigación sobre la meditación, la recopilación de documentación sobre esta práctica, el contrastar todo ello…el aproximarse a testimonios más o menos directos que realizan meditación es una tarea que requiere de trabajo, minuciosidad, pero también de mucha gratificación… ¿qué nos puedes decir?

-Que la meditación es una investigación empírica. Que la intelectualización de conceptos no sirve para nada, más que para parecer interesante al hablar de un tema que cada día tiene más presencia. Es mucho trabajo, son casi 10 años de práctica diaria, miles o millones de minutos, de inversión de tiempo y energía en aprender y practicar todo tipo de cosas. Al final no es trabajo, es placer. Es llegar a la realización de que hemos sido engañados. Que el éxito no está fuera, que da igual cuanto hagas en la vida o cuanto trabajes o cuanto ganes, o cualquier cosa que este fuera. Cuando nos trabajamos a nosotros mismos, todo eso llega solo. No hay que hacer nada más que aprender a vivir conscientes. La vida se vuelve fácil y mucho más disfrutable cuando cambiamos la atención de fuera a dentro.
-¿Y qué metodología de trabajo has seguido para llevarlo a cabo?;    -¿Has Trabajado sobre un guión de cuestiones y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?

-Igual que según voy leyendo estas preguntas y respondiéndolas sin pensar. Escribir surgió de la misma manera. No son conceptos memorizados, ni mentalmente aprendidos. Todo de lo que hablo es pura experiencia personal, acompañada por supuesto de enseñanzas de todos mis maestros que hablan a través de mí. Hablar o escribir de esta manera para mí ha sido muy sencillo.
-Este es un libro que igual vale para persona que se inician en la meditación y para personas que ya están más que iniciadas, ¿verdad?

-Sí, yo diría que vale para todos. Es unisex je,je. Si eres nuevo y tienes interés y necesidad de cambio vas a aprender un montón de conceptos nuevos y explicados muy sencillamente para poder aplicarse y recordarse fácilmente. Si eres experimentado, seguro que habrá conceptos también nuevos y útiles. 
-David, ¿cómo ha sido trabajar con el sello editorial NPQ del grupo editorial Sargantana? ¿Y cómo ha estado la aventura de volcar tu experiencia de experiencias, tu pasión a la escritura?;¿por cierto, ,¿nos puedes dar alguna pista sobre lo que estás trabajando ahora?

-Trabajar con NPQ ha sido una experiencia muy gratificante. Me han ayudado mucho ya que no soy escritor profesional. Es un hobby para mí, y todo el proceso ha sido sencillo gracias a su asistencia. 

Ahora estoy abriendo mi nuevo centro de bienestar en Bali. “Yama.Balian” un resort en medio de la selva del oeste de Bali en el que llevamos trabajando 2 años. Abrimos el 1 de marzo y será un resort donde poder educar, inspirar y trabajar con gente interesada en lo que llamamos “Right Living” un concepto inspirado en la filosofía yogi. Básicamente lo que buscamos es poder ofrecer a personas, las mismas experiencias maravillosas que han cambiado mi vida en todos los retiros, formaciones y eventos a los que he asistido durante estos años y que me han ayudado a crecer y ser quien soy.  Con mucha ilusión, esperamos que la gente venga a vernos y compartir momentos inolvidables con nosotros. También estoy escribiendo mi segundo libro :) pero esto es un secreto.

 

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