Cazarabet conversa con... María Gómez y
Patiño, autora de “Diez entrevistas imposibles en torno a Miguel Hernández” (Comuniter)
Editorial Comuniter publica esta
interesantísima aproximación a la figura de Miguel Hernández, el poeta del
pueblo, desde la mirada de María Gómez y Patiño.
La colección Es un decir de Comuniter nos
ofrece un libro que es todo un descubrimiento y desde muchas perspectivas.
Lo que nos cuenta la editorial de este libro:
Estas entrevistas que la autora denomina
imposibles pues la mayoría de los protagonistas han fallecido, las hizo María
Gómez y Patiño hace unos veinticinco años y forman parte de su tesis doctoral
sobre Miguel Hernández .Consciente de la importancia de esos testimonios decide
presentarlos al público en este libro y regalarnos las opiniones de dos mujeres
y ocho hombres quienes, además de conocer al poeta, tienen interés por sí
mismos. Ellas son: Rosario Sánchez ”Dinamitera”, a la que Miguel Hernández
dedicó un poema y Concha Zardoya, exiliada y profesora de literatura española
en Estados Unidos, con dos visiones del momento histórico absolutamente
distintas, aunque no contradictorias. Los hombres son Luis Rodríguez Isern, compañero de prisión y de fatigas carcelarias de
Miguel Hernández; Enrique Líster Forján,
dirigente del Partido comunista de España, que durante la guerra llegó a mandar
el V Cuerpo del Ejército republicano; Santiago Álvarez, dirigente del mismo
partido hasta su muerte y comisario político durante la guerra; Bonifacio
Méndez, maestro de vocación, cuya profesión seguía ejerciendo en las mismas
trincheras; Pedro Mateo Merino, un universitario serio y responsable,
absolutamente comprometido con la causa; Fernando Fernández Revuelta,
periodista, editor y traductor que, tras haber escrito pata El socialista, ya
no pudo escribir en prensa durante el franquismo en España; Antonio Buero
Vallejo, uno de los más grandes dramaturgos que dio el siglo XX, y autor del
dibujo más reproducido de Miguel Hernández y Leopoldo(Urrutia) de Luis, Premio
Nacional de las Letras Españolas en 2003.Todos los entrevistados tenían una
característica común: habían coincidido con Miguel Hernández en distintos
momentos del periodo bélico o posbélico.
La autora, María Gómez y Patiño:
Es Doctora por la Universidad Complutense de
Madrid. Licenciada en Periodismo y en Ciencias de la Información en la
Universidad del País Vasco. En la actualidad es la coordinadora del Grado de
Periodismo en la UNIVERSIDAD DE Zaragoza. En 1996 defendió su tesis doctoral:
Propaganda poética en Miguel Hernández. Un análisis de su discurso periodístico
y político 1936-1939 para cuya elaboración entrevistó a los diez personajes que
hoy constituyen el núcleo de este libro que el lector tiene entre sus manos.
Gracias a su investigación sobre el trabajo
periodístico realizado por Miguel Hernández a lo largo de la Guerra Civil
Española, a este poeta-periodista-dramaturgo se le concedió el carnet de
periodista a título póstumo por parte de la Federación de Asociaciones de la
Prensa Española (FAPE).De forma intermitente, la autora ha ido investigando y
publicando distintos aspectos de la obra hernandiana.
Además, ha escrito decenas de artículos
académicos y libros: Calderón una lectura
desde el siglo XXI; Paz: Femenino
singular por el que recibió el Premio Cátedra Leonor de Guzmán; Las huellas de la violencia invisible;
Escapistas de la realidad. Los
intangibles del turismo… también ha traducido el libro de Irving Crespi: El proceso de Opinión Pública y Sola en Oriente
medio.
Cazarabet
conversa con María Gómez y Patiño:
-María, ¿qué te ha llamado la atención de Miguel Hernández para
acercarte a él, como poeta, como ser humano, pero muy concretamente y
centrándote en su faceta de periodista? Sabemos que el libro parte de la tesis,
pero ¿cómo escogiste el tema a tratar en tu tesis?
-Es bastante fácil. La
admiración por el poeta ha estado presente siempre en mí, pero siendo
periodista, y teniendo que realizar una tesis en la Facultad de Ciencias de la
Información en la Universidad Complutense de Madrid, parecía lógico investigar
en su trabajo como periodista, escribiendo en los periódicos del frente
republicano, durante la contienda, razón que le generó su pena de muerte.
-María, amiga, y posteriormente, con los años, ¿qué es lo que te
ha hecho reunir estas diez entrevistas en las que existen el denominador común
de la persona y del poeta Miguel Hernández en un libro editado por Comuniter?
-A Miguel Hernández no
le gustaba nada, y así lo dijo en diferentes ocasiones, que la obra literaria o
intelectual fuese patrimonio exclusivo de los estudiosos especializados. Él es
el poeta del pueblo. Por eso parecía importante que estas entrevistas fueran
patrimonio de todos y que no murieran encerradas en una tesis doctoral. Por
otra parte, Comuniter tiene una línea de investigación dedicada a la Memoria
Histórica, con lo que se unían las dos cosas más importantes para hacer
públicas estas entrevistas, pero, además, da la coincidencia que Comuniter es
una editorial con sede en Zaragoza, que siendo la capital de Aragón, es
precisamente este Frente, y más concretamente la Batalla del Ebro, a la que
estas entrevistas se refieren. Por tanto, se cumplían varios objetivos, y era
traer a Miguel Hernández al territorio aragonés, del que hablan una buena parte
de estas entrevistas.
-Entrevistas imposibles, seguro que te gustará aclarar el porqué
de denominarlas así...
-Sí, son imposibles casi
desde el mismo momento en que las realice, pues en el caso de Líster, por ejemplo, moría unos días después. Fue
posiblemente la última entrevista que le hicieron, de ahí la imposibilidad de
hacer algo similar. De hecho, me ha escrito el hijo de Leopoldo de Luis (Jorge
Urrutia) para saber si eran entrevistas reales o de ficción. Son reales e
imposibles.
-Además de Miguel Hernández, ¿tienen algo más en común estos
diez entrevistados y entrevistadas?
-Claro, todo ellos son
republicanos y defendían la Republica y todos sus valores, por lo que todos
creían en que debían defender el Gobierno que había sido elegido en las urnas.
-¿Qué hizo que te acercases a la figura de Miguel Hernández como
periodista—tratemos de aislar su faceta humana y la de poeta—desde esa
dimensión como de "propaganda poética"?
-Él defendía y
“propagaba” sus ideas, en las que creía y por las que luchaba, pero como el poeta
universal que hoy sabemos que es, lo hacía de una forma poetizada, no
panfletaria, que es muy diferente.
-Conviene ser conscientes todo el rato de que se trata de un
poeta, pero sobre todo, me pregunto ¿es cierto también poder afirmar que era un
poeta que vivía en constante ósmosis, muy permeable, con su parte humana?
-Sí, claro. Hay que
pensar que para él su tarea como cronista en la guerra civil no era su trabajo,
era parte de su vida, todo lo que hacía, desde el punto de vista literario,
creativo o periodístico, estaba interrelacionado. De hecho, en mi tesis
doctoral puse de manifiesto la intertextualidad existente en su producción. Hay
temas y puntos de vista que están presentes tanto en su poesía, en su teatro,
su prosa periodística e incluso su correspondencia.
-¿Qué destacarías del Hernández poeta y del Hernández ser
humano?, porque al haber entrevistado a tantas personas podrás tener como una
opinión muy amplia o como diferente-Aunque luego está el Hernández idealista.
¿Cómo era este Hernández afiliado en el 36 al partido comunista y que luego
ejerció de Comisario Político-Militar desde el 37, el que hizo de sus poemas,
propaganda?
-Como he sugerido antes,
la palabra “propaganda” en mi caso, o tal como yo la uso, no tiene un sentido
negativo, más bien al contrario, porque se trataba de propagar su propia
ideología, absolutamente comprometido con la República, que era un hombre del
pueblo, por el que luchaba junto a él, bajando a las trincheras, uniéndose al dolor
y a la pobreza, que la España del momento estaba viviendo. Otros poetas optaron
por exiliarse y desde luego no pisaron jamás ni el campo de batalla ni la
cárcel. Eso es ser un “hombre íntegro y coherente” desde el principio hasta el
final, sin fisura de ningún tipo.
-Volvamos un poco más a aquello que nos cuenta esta recopilación
de entrevistas en torno a Miguel Hernández, ¿qué esperabas de estas entrevistas
y cómo fue evolucionando todo hasta la compilación que tiene como resultado
este libro?. ¿Cómo ha sido trabajar con Comuniter?
-Volver a transcribir
las entrevistas ha sido muy emocionante y muy triste a la vez, pues he revivido
no solo el contenido de las entrevistas, sino que he vuelto a recordar las
impresiones y las huellas que todos los entrevistados me dejaron. Comuniter lo
ha hecho todo muy fácil, pues es una editorial muy especial y personal, donde
las relaciones personales son muy agradables, además de profesionales.
-¿Por qué elegiste a quien elegiste para las entrevistas? ;¿Qué buscabas tener una amplia variedad para poder tomar
como más consciencia del poeta, del idealista, del ser humano?
-Todas las personas
entrevistadas estuvieron en el bando republicano, y todas ellas conocieron a
Miguel Hernández, bien en el frente o en la cárcel, o en ambos sitios, como es
el caso de Buero Vallejo, quien le hico su famoso retrato a lápiz en la cárcel,
pero luego son absolutamente diversos. Hay una amplia diversidad: periodistas,
maestros, dramaturgos, literatos, profesores de universidad, militares o archiveros.
Y por tanto también ofrecen una mirada diversa y poliédrica. Todos ellos
construyen la figura de Miguel Hernández, que puede diferir mucho de la idea
que se tiene de él. De hecho, me han sugerido hacer un guión cinematográfico,
por el interés que tiene la reconstrucción de su figura, como hombre
combatiente, periodista y preso en la cárcel.
-Desde que empezaste con este trabajo, yo lo veo muy minucioso, ¿qué es lo que te costaba más averiguar en torno a la figura
del poeta de Orihuela
-Nada fue costoso, más
bien al contrario. Los entrevistados estaban encantados de poder recordar
aquellos días, a pesar de que siempre había una huella de dolor y de melancolía
en sus miradas. En algunos casos, las personas entrevistadas tenían la
suficiente importancia como para ser entrevistados por sí mismos, pero
aceptaban muy gustosos pararse a recordar su convivencia con Miguel Hernández.
Hay que pensar que entrevistar a Antonio Buero Vallejo, o a Leopoldo de Luis,
entre otros era importante por ellos mismos, pero siendo el centro de la
entrevista Miguel Hernández, cambiaba la perspectiva y el foco. No son
entrevistas egocéntricas, sino heterocéntricas
si es que se puede decir así. Todos hablaban de la huella que les había
dejado el hombre y el compañero en la guerra en la cárcel. Y obviamente, desde
miradas distintas, la reconstrucción de su figura tiene mucho
ángulos.
-Cuando les decías que querías hablar sobre el poeta de
Orihuela, ¿qué primera reacción atisbabas...quizás, no sé, una sonrisa.. o quizás...?
-A ninguno de ellos le
molestó. Al contrario, todos se mostraron muy honrados y felices de poder
hablar del gran poeta con el que habían compartido una parte de su vida, porque
cuando lo hicieron, no eran muy conscientes de la importancia de aquel hombre,
que años después iba a ser el gran poeta del pueblo
-¿En qué coincidían o qué destacaban de Miguel Hernández?
-Jajaja, para eso
hay que leer las entrevistas…, el editor me ha prohibido desvelar el contenido…
-Todos habían coincidido en el período bélico y posbélico...tiempos
muy duros para conocer a la gente, entablar amistades, crecer con ellas. ¿Cómo
crees que afectó la guerra a Miguel Hernández?
-Su itinerario vital
demuestra sus consecuencias: la guerra le llevó a la cárcel, y después a la
muerte.
-En las entrevistas, ¿te encontraste, viste o sentiste que ellos
y ellas captaron los sufrimientos de Hernández?
-No solo los captaron,
sino que los compartieron, en muchos sentidos.
-A todas y a todos le
realizabas un "mismo guión" de preguntas, ¿por qué?
-Metodológicamente debía
preguntar a todos los entrevistados lo mismo, es la única manera de poder
comparar las respuestas, que posteriormente fueron analizadas. De no haberlo
hecho así, cada entrevistado podría haber hablado de lo que hubiera querido.
Las entrevistas fueron semi-directivas para que los
entrevistados no se desviaran del foco o del núcleo de la entrevista.
-Teniendo en cuenta que estas personas con las que hablaste
también sufrieron la guerra y estuvieron marcadas por ella, ¿verdad? y que
quizás sus percepciones, de todo, también lo estaban...pero se sentaron y
hablaron de ello y de Miguel Hernández... ¿nos puedes comentar?
-Jajaja,
eso vuelve a ser otra vez, parte de las entrevistas, que es necesario leer para
comprender y opinar…
-Miguel Hernández vivió y transmitió la guerra no solamente
transmitiendo sus trabajos periodísticos...su poesía, lo refleja... ¿escribía,
pensaba y era lo que vivía?
-Absolutamente. Su
integridad y su coherencia son patentes.
-Pero háblanos un poco más de esa faceta que, se conoce menos,
la del Miguel Hernández periodista...puede que esté un poco como en un segundo
plano, pero en él fue muy, muy importante, ¿verdad?. ¿Qué
nos puedes comentar?
-Lo más importante que
un ser humano tiene es la vida, es obvio que él fue condenado a muerte por ser
periodista en el frente republicano. Es decir, perdió la vida por ser
periodista. ¿Puede algo ser más importante que la vida?
-¿Y hasta qué punto fue importante?; ¿qué aportó en esa faceta
Miguel Hernández que de no haber sido desempeñada por Hernández no se hubiese
dado?-Quizás esa sensibilidad, no exenta de valentía...
-Es posible que esta
pregunta contenga la respuesta en mi próximo libro.
-Amiga, ¿cómo recuerdas el proceso de documentación para
realizar tu tesis que es hoy un libro?
-Como uno de los
momentos más importantes de mi vida, por tener el privilegio de entrevistar a
estas personas, para conocer a una persona “única e irrepetible”.
-Y después, ¿cómo lo vas "armando" todo?, ¿cómo es tu
metodología de trabajo?
-Cualquier metodología implica una
sistematización, pero en este caso, cargada de emoción.
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