978841352232.JPGCazarabet conversa con...   Alejandro Caamaño, autor de “Manifiesto municipalista” (La Catarata)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un análisis histórico-crítico de experiencias contemporáneas de gobernanza local.

Una analítica en forma de ensayo desde la pluma de Alejandro Caamaño que se encuentra en la colección Investigación y Debate.

La sinopsis de este libro:

En la última década los movimientos democráticos y las reformas producidas como contestación a procesos de privatización fruto de las medidas neoliberales han proliferado por todo el planeta. Al mismo tiempo, se ha extendido una descentralización democrática que ha resultado en la transferencia de poderes políticos, fiscales y administrativos a niveles locales de gobierno. En el caso de España, la crisis económica de 2008 y, más recientemente, la crisis política y social desatada por el conflicto territorial con Cataluña han dado lugar a nuevas iniciativas políticas de carácter municipalista, cuyo origen se sitúa en movilizaciones sociales como las del 15M o el Procés. Estos movimientos han sido determinantes para la creación de nuevos gobiernos locales, con el objetivo de generar democracias de alta intensidad. El presente libro trata de realizar una interpretación crítica de las prácticas, experiencias y lecciones aprendidas en los gobiernos municipalistas de larga trayectoria en Cataluña que permitan desarrollar diversas estructuras de oportunidad política para la gobernanza.

El autor, Alejandro Caamaño:

Activista y militante de L’Hospitalet de Llobregat. Doctorando en Sociología, máster en Sociología, experto en Estudios Urbanos por la Universidad de Barcelona junto con la Cooperativa Hydra, licenciado en Ciencias Políticas y Administración por la Universidad de Barcelona, especializado en Políticas Públicas y capacitado en numerosos cursos de gestión y resolución de conflictos, toma de decisiones, negociación y comunicación.

Lo que encontraremos en el libro:

Contenidos

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO. DESPOSESIÓN Y REAPROPIACIÓN DE LO LOCAL, por Jordi Mundó

A MODO DE PRESENTACIÓN. FEDERACIÓN Y ANTICENTRALISMO: DE PI I MARGALL AL CONFEDERALISMO KURDO, por Xavier Calafat

La tradición federal en la cultura política de las clases subalternas

Federación, anticentralismo y cuestión nacional

INTRODUCCIÓN

Municipalismo y radicalización democrática del territorio

Crisis económica y crisis constituyente del modelo territorial

Una redefinición de la idea misma de soberanía

El surgimiento de nuevos actores sociales y políticos

CAPÍTULO 1. OBJETIVOS DEL MANIFIESTO

CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA

CAPÍTULO 3. ¿QUÉ QUEREMOS CONSEGUIR?

CAPÍTULO 4. DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA

Un ejemplo teórico: el caso de Murray Bookchin

Un ejemplo histórico: el caso del Kurdistán occidental

La continuidad de los análisis y las experiencias en el caso catalán: una década de experiencias municipalistas

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA 

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Alejandro Caamaño:

 

manifiesto.png-Amigo Alejandro, ¿Qué es lo que te llevó a investigar sobre el municipalismo y profundizar sobre él para llegar a escribir, Manifiesto Municipalista?. Preguntado de otra manera, ¿Por qué escribiste Manifiesto Municipalista? ¿Viste, “alguna brecha” sobre lo ya contado o quieres ahondar en ciertas cosas?; ¿Qué te “dice” hay que escribir Manifiesto Municipalista? ¿Desde tu tesis hay o hubo algún incentivo qué te ha hecho investigar sobre esto?

-El motivo principal se encuentra en un momento histórico único donde se conjugan los estragos generados con la quiebra de Lehman Brothers en 2008 junto a la actual crisis del COVID-19, capitalizada tras la apariencia de emergencia sanitaria como una restructuración propia de los procesos cíclicos de crisis del capitalismo, donde las pequeñas y medianas empresas han pagado el precio de la centralización y concentración de capitales. Una gran victoria de Jeff Bezos, el actual “hombre más rico del mundo” con un récord de 117.000 millones de dólares según la revista Forbes, así como de la conocida Johnson & Johnson, con un aumento de beneficios del 400%.

Esto ha generado un súmmum de discordancias entre la racionalidad histórico política dominante, vinculada subjetivamente a la percepción de un sistema de oligarquía económico política hegemónica; y un conjunto de valores que radican en la asignación de preceptos positivos en torno a la política participativa como expresión política con la que poder asociarse colectivamente, incidiendo así sobre las decisiones políticas. Es un momento, como diría Gramsci, de crisis orgánica en el que un conjunto de crisis a nivel internacional, como la crisis económica, social, política y ecológica; se han prolongado en el tiempo debilitando todo el régimen político con una clara una pérdida de autoridad y consenso en la población.

Esto nos obliga a entender un proceso de cambio donde “lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer” forzándonos a generar y dibujar nuevos horizontes que definan que tipo de sociedad queremos. Una sociedad plural, democrática, inclusiva o un viraje autoritario de los Estados que a veces aparenta ser la síntesis perfecta entre 1984 y Un mundo feliz.

-¿Dirías que es un libro que viaja entre la filosofía y lo que luego vemos que se va poniendo en práctica desde el plano político desde la praxis?

-En origen era concebido como mi Trabajo Final de Máster, en un momento histórico en el que se palpa la disociación entre el mundo académico y sus intereses frente a las necesidades reales de la clase trabajadora. Por eso; intento retomar los principios de la Economía Política Crítica que van desde Marx, Gramsci a Politzer, haciendo un inciso muy especial sobre la necesidad de conjugar la filosofía y la praxis, el análisis con las necesidades de la sociedad y el cómo poder llevarlas a cabo.

-Este libro es “como un puente” de la sociedad y digamos “los estudiosos”…

-No queriéndome contradecir con lo anterior, nos encontramos ante un texto de breves dimensiones, fácil comprensión y económicamente asequible [12€ concretamente]. El objetivo es conjugar todas aquellas propuestas de la izquierda transformadora, que en un momento como el actual reforzado incluso por la Carta de Autonomía Local de la Unión Europea de 1985, apuntan a la organización y gestión local como entes jurídicos con patrimonio público y jurisdicción propia. Así se refuerza la generación de democracias de alta intensidad, que ayudan a materializar un mayor conocimiento de las necesidades del territorio y permeabilizan el acceso popular a las instituciones y la participación en las mismas.

Por eso concibo el Manifiesto Municipalista, como un texto que conecta a activistas y militantes con una larga formación política, con un intelectual orgánico. Con esa persona “terciarizada” de clase trabajadora, que tiene la capacidad de acceder al contenido y simpatizar con la apuesta política que ello supone. Una masa social, independiente e indiferente a la torre de marfil académica, que desde la cotidianidad ejerce funciones organizativas en un amplio sentido.

Lejos de la tendencia fraccionaria de la izquierda transformadora, se sumerge en el mínimo común denominador que posibilita respecto a la militancia, un trabajo conjunto, popular y de masas. Dejando atrás debates antagónicos y anacrónicos, respecto el papel del Estado y su forma, poniendo el centro la necesidad de apropiarnos de la soberanía para decidir libremente sobre nuestras vidas.

-Los problemas están y mientras van calando y enquistando… ¿Qué soluciones se les ofrecen o se les han ofrecido desde la crisis financiera del 2008 que desembocó en un neoliberalismo voraz, salvaje que nos ha conducido, como no podía ser de otra manera, a una adoración del capitalismo que es el que creó las burbujas y el que nos menoscabó nuestros derechos sociales básicos…?

-Por desgracia, las soluciones no están escritas en un manual de ciencia política o en un libro de Karl Marx. Solo desde una perspectiva materialista que tenga en cuenta la práctica popular y la innovación social, podemos encontrar soluciones que mejoren la vida de la gente.

A la crisis del 2008 se respondió en 2011 con el 15-M, lo que llevo a toda una serie de innovaciones y experimentos políticos muy importantes. Estos, no solo han reforzado el pensamiento republicano clásico enfocado en una relación democrática directa de la población desde las plazas, osea sé, desde los municipios, que tiene una trayectoria histórica en el Estado Español muy amplia desde el Movimiento Comunero de 1520 o la Esquerra Independentista, sino que han puesto sobre la mesa debates sobre la necesidad de una Renta Básica Universal a reducciones laborales de 4 horas diarias e incluso horizontes donde la tecnología y su avance nos libere del trabajo redistribuyendo el capital; los Presupuestos Participativos, la propuesta de una Auditoria Ciudadana de la Deuda hasta las dimensiones ecologistas, feministas o psiquiátricas.

Ahí me parece ver una innovación muy en la línea de lo que ha venido a ser llamado la “nueva izquierda”. ¿Es suficiente? Evidentemente no y hace falta ver cada caso concreto.

-¿Esto, en el plano político hizo que surgieran con fuerza otras opciones políticas desde lo social…ahora es muy fácil hablar y reflexionar---porque a toro pasado---pero se veía ya venir “cierto oportunismo versus discursos populistas”?

-Con el populismo ha sucedido lo mismo que narraba Foucault con el micropoder. Si el poder es todo, el poder no es nada. Lo mismo con el populismo, si todo es populismo el populismo no es nada.

Ciertamente en la traducción y paso institucional de los movimientos populares, se asumió una dimensión discursiva populista y quizá fue muy necesaria en ese momento. Conceptos de un marcado carácter anticapitalista o elitista como los abajo y los arriba o el ser el 99%. Había sedimentado discursivamente una idea como si de sentido común se tratara, que permitía una expresión institucional diferente a las formulas clásicas de los espacios pos-comunistas como Izquierda Unida.

No obstante, y una vez agotado el llamado “momento populista”, los ejes izquierda-derecha volvieron a configurar el tablero político. Posteriormente el PSOE recuperaría mucha de su hegemonía. En ese instante ya no tenía ningún sentido mantener un discurso populista.

Hacía falta, y aún la hace, reconectar con tradiciones políticas propias. En el municipalismo esto se ha visto mucho, Ángel Calle Collado, a quien le gustaba diferenciar entre municipalismos tradicionales y transformadores. Esto permite señalar que si bien “las candidaturas ciudadanas” tuvieron potencia en un momento, luego presenciamos, por ejemplo, elementos conservadores en el carmenismo.

En cambio, otros elementos más claramente transformadores sí que han revalidado alcaldías, como Viladamat y Berga en el caso de la CUP, o como Kichi en Cádiz, con Adelante Andalucía.

Ahora también hay un cambio de fase. El eje nacional ha vuelto con fuerza y la confrontación política parece dibujarse en españolismo reaccionario contra una visión confederalista e independentista de izquierda.

-Lo que no quita, digo, ¿que muchos pusieran el dedo o dedos en las muchas llagas…y lo sigan haciendo?

-Claro, quizá lo más positivo ha sido esta voluntad de poder, este rol central en querer ocupar todos los espacios de poder. Porque sin el poder no se es nada. Esta perspectiva ya fue teorizada por Poulantzas, el viejo eurocomunista de izquierda que entendía la conquista del poder estatal como una relación social. Es decir, no hay “estados burgueses” sino una serie de dispositivos de poder que están en pugna entre los grupos sociales y que pueden decantarse por la transformación social si son ocupados por las clases populares.

Esta estrategia de “ocupar espacios de poder” aunque no les fueran propios, ni tuvieran mucha capacidad de decantarlos hacía la transformación social, han ayudado mucho a desarrollar políticas que dejaran atrás la austeridad y recortaran los privilegios de las clases poderosas.  

Al mismo tiempo esté estado-centrismo ha lastrado sus capacidades transformadoras y los ha asimilado bastante al sistema que pretendían cambiar, por eso decía que dialécticamente, si bien ha tenido aspectos positivos, los negativos también sobresalen. Cooptación, vaciamiento de las calles, abandono de los movimientos sociales y subordinación al rol central que ocupa el PSOE, los ha llevado a ser cada día menos transformadores y en palabras del ex secretario general de Podemos, “a comerse muchos sapos”.

Esta es una contradicción irresuelta, el ex vicepresidente de Bolivia con Evo Morales tenía claro que el poder institucional obliga a una serie de actitudes de baja intensidad, de perdida de voluntad activista y que para continuar el proceso de cambio, hacían falta movimientos sociales fuertes con capacidad de presionar a lo largo de los mandatos. Movimientos que son transformadores y revolucionarios, que presionan para acelerar los cambios, con herramientas como las huelgas generales. Estas “tensiones creativas”, como las llama Linera, permiten mayor profundidad en las transformaciones.

Pero el Estado Español, es un Estado europeo no latinoamericano y aquí hay una capilaridad muy fuerte. Por suerte o desgracia el estado, las instituciones funcionan bien y cuando llega la ola desmovilizadora, golpea mucho más fuerte. Los municipios y el municipalismo, como digo, pueden ser un contrapunto, pero aún es pronto para aventurar hojas de ruta.

-¿La solución a paliar muchas carencias que sufrimos la población está en acercarse a la ciudadanía con políticas lo más localizadas y municipalistas como se pueda?-

-La propia Carta de Autonomía Local de la Unión Europea de 1985, apunta a los municipios como la organización y gestión local como entes jurídicos con patrimonio público y jurisdicción propia. Cosa que refuerza la generación de democracias de alta intensidad, que ayudan a materializar un mayor conocimiento de las necesidades del territorio y permeabilizan el acceso popular a las instituciones y la participación en las mismas.

Además las culturas políticas transformadoras y revolucionarias en el Estado Español siempre han encontrado en lo local y el municipio un engarce óptimo para planteare programas de transformación social. El municipalismo ha sido y es fundamental en todos los procesos democratizadores, ya fuera en 1873 con la I República, en 1931 con la II República o en 1979 tras la ebullición movilizadora del antifranquismo.

ZiI6ImpwZyJ9.jpg-Estamos pasando por una crisis, esta del Covid-19, que, sin ir más lejos, empezó a re centralizar la lucha contra el virus desde el Gobierno Central y luego fue soltando responsabilidades a las autonomías…de eso se ha hablado mucho…y se ha discutido. ¿A tu parecer para hacer frente a este tipo de crisis cómo debemos actuar mejor?

-Es una situación compleja de la que necesitaremos tiempo para comprender.

Sin debates estériles sobre el deber de vacunarse, no debemos perder una mirada al horizonte que nos demuestra como se ha instrumentalizado, incluso con medidas que atentan contra la constitución y por ello han sido declaradas anticonstitucionales por el Tribunal Constitucional e incluso el Tribunal Supremo de la Unión Europea. Se ha fragmentado en un momento de crisis similar e incluso peor vivido al 2008 todo tipo de tejidos sociales y asociativos, con una sobresaturación cultural y una situación de pánico constante, que como explicaba Naomi Klein en la Doctrina del Shock, despersonaliza a las personas cambiando sus rutinas sociales (Debido a la soledad, la depresión es la primera causa de invalidez en el primer mundo según la OMS y el suicidio es la primera causa ya, duplicando los accidentes de tráfico, de muerte no natural entre jóvenes).

Se nos ha cimentado un sistema neoliberal más fuerte donde la atención sanitaria no relacionada con el COVID escasea y la salud mental brilla por su ausencia. Se han modificado las leyes de pensiones y así muchos ejemplos.

Esto solo se puede explicar con toques de queda que no impidieran ir a trabajar, pero si la reunión política, social y asociativa.

¿Cómo ha repercutido? Como toda crisis capitalista; la pequeña empresa y el comercio local se han resentido centralizando el capital en grandes capitales como Amazon (Siendo ya el hombre más rico del mundo y la historia con 200.000 millones de dólares); incrementando en un 400% el ingreso de la conocida compañía Johnson&Johnson; o Soluciones de Gestión y Apoyo, que obtuvo por asignación a dedo en 2020 un beneficio neto de 3’9 millones, frente a las pérdidas de un millón registradas en 2019 y 2018 por decisión de José Luís Ábalos siendo un total de 56 millones de euros.

Esto es algo que nos recuerda a la estrategia clásica de rescate a las financieras y multinacionales que se dio en 2008 en beneficio de Bankia, pero a lo grande.

Implementando políticas de austeridad, subiendo los precios de la luz, así como de determinados bienes de primera necesidad; continuando los desahucios; implementando ERTES; y en resumen, entre toda esta marabunta, utilizando un momento de confusión y pánico social para implementar una Doctrina de Shock que ha incrementado la dependencia de las multinacionales y el capitalismo de plataformas.
Por desgracia, no tengo el conocimiento para poder comprender la solución más efectiva a la situación.

-¿El Federalismo Centralizado absorbe muchas energías y deja muchas frustraciones?

-La Centralización constituye en todo momento una concentración de herramientas y poder decisional en un centro; el Estado.

El término «Estado» suele emplearse para referirse a un fenómeno político que surgió en Europa a partir del hundimiento del feudalismo con las características fundamentales de territorialidad, centralización, soberanía, diferenciación e institucionalización.

Es ineludible, como explica Marx en los capítulos XXIV y XXV del primer tomo de Das Kapital, el Estado como la figura que erradica la relación entre la tierra y el trabajador directo para privatizar las tierras y generar “la explotación del trabajo formalmente libre de otros, es decir, el trabajo asalariado”.

Hay que entender la existencia en el feudalismo de un gran porcentaje de terrenos y recursos ligados estrechamente al concepto jurídico actual de dominio público cuyo control y uso eran gestionados por la comunidad de ese territorio de manera no vinculada a aranceles u otro tipo de obligación pecuniaria. Algo que ha dado lugar a numerosos municipios como Vilafranca del Panadés; Vila Franca de Xira en Portugal o Villa Franca como municipio perteneciente a Nafarroa.

En este sentido; el Estado supuso en su primera instancia un pilar fundamental para la expropiación sangrienta y violenta de los bienes comunes en pro de la creación de la propiedad privada y el trabajo asalariado.

Así ha sido siguiendo en el tiempo ya no solo por la construcción ferroviaria o de carreteras cuya primera instancia era la facilitación del comercio; sino también en la destrucción de cajas de ahorros como Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja para la creación de Bankia en 2010 como reestructuración del sistema financiero español en aras de salvaguardar el capital frente a la crisis financiera de 2008.

Esto nos da a entender la necesidad del modelo liberal de una estructura estatal capacitada para salvaguardar el capital privado en los constantes procesos cíclicos de crisis que origina el capitalismo y la inherente necesidad de su existencia; casi como hijo bastardo del propio modelo productivo capitalista.

De manera sucesiva; condenados a repetir la historia; encontramos el mismo proceso ante la situación generada por el COVID-19.

-¿Qué ganamos desde las políticas de descentralización?

-Hay que distinguir entre la lógica “bottom-up” y “top-down”. En la descentralización suele entenderse un conjunto de políticas que descentralizan el poder de arriba abajo. Una especie de reparto de competencias desde el núcleo central.

El Estado Autonómico debe superarse por un Estado confederal. En este caso la descentralización es una lógica de soberanía abajo-arriba. Soberanía para decidir desde los territorios y elaborar las políticas públicas que la voluntad popular decida. Esto bajo este dominio centralista del Estado por parte de Madrid no es posible hoy en día, no solo en Cataluña donde se pretende tumbar la regulación de alquileres, se bloquean las legislaciones sociales y como decía Alfonso Guerra, se cepillaron el Estatuto de Autonomía.

Sino también en otros territorios, el centralismo está detrás de los males de la España Vaciada, ha bloqueado el reconocimiento del derecho civil valenciano e impugnado leyes de residuos de las Islas Baleares. Afecta a Andalucía empobreciéndola y a los propios madrileños condenándolos a la precariedad.

Si bien debemos admitir ciertos avances y que la lógica de descentralización actual ha funcionado en algunas cosas. En general, los sistemas políticos más descentralizados suelen funcionar mejor.

-En el “anticentralismo” encontramos aquí un referente Pi i Margall, siempre tan actual ¿desde qué ideas y pensamientos deberíamos tenerlo, más que nunca, en cuenta?; ¿cómo y de qué manera?

-Un poco por lo que decíamos antes. La concepción de Pi está el centro de las culturas políticas republicanas de los pueblos que habitan este Estado. Quizá en el caso vasco menos, y para esto no puedo dejar de recomendar el libro de Xavier Domènech, Un haz de naciones. El Estado y la plurinacionalidad en España (1830-2017). Pero por lo demás, el federalismo de Pi i Margall influyó decisivamente en el catalanismo, en el galeguismo o en el andalucismo. Sobresalen figuras como Almirall, Castelao o Blas Infante que tuvieron claros vínculos o fueron ellos mismos federalistas declarados y seguidores de Pi i Margall.

Además siguiendo al historiador Pere Gabriel Sirvent, esta cultura política republicana-federal pasó a los movimientos obreros. Es indudable la existencia de puentes bastante más de fondo que unas simples coincidencias de estrategia política del día a día entre el anarcosindicalismo de la CNT, algunos socialismos marxistas como el de Joaquín Maurín y el POUM, con el republicanismo de Pi i Margall. Por tanto, en un momento de crisis plurinacional donde hay un total del 43 diputados adscritos a fuerzas no-estatales, retomar el pensamiento pimargalliano es más que útil, una necesidad imperiosa.

Después del fracaso de la unilateralidad catalana y las pocas perspectivas de independencia en Euskal Herria o Galiza, deberíamos plantearnos algún tipo de Frente Amplio entre confederalistas de izquierda e independentista. En la base del programa: el fin de la monarquía y el reconocimiento del derecho de autodeterminación. Edificar una república confederal de abajo a arriba. Esto sigue siendo muy difícil, pero cada vez hay más voces incluso de dirigentes políticos que reconocen que o la cosa va por aquí o la extrema-derecha podría gobernar.

Cito para acabar a un politólogo al que respeto mucho, Ignacio Sánchez Cuenca advertía hace un tiempo que mientras “allí donde más débil es la identidad nacional española, menor es el voto a Vox” por el contrario, donde más fuerte es, más voto hay a Vox. Aprovechemos el empuje republicano que late en los diferentes pueblos del Estado para cambiar esta España. Pero todos juntos. Algo parecido venía a decir Amadeu Mezquida en otro artículo que recomiendo mucho.

-Para llevar esto a cabo, ¿tiene que haber una regeneración política?, pero primero hay que primero como “volver a inventar a la democracia” porque lo que hay ahora no lo entiendo como tal…hay que imprimir otro ritmo…

-Si queremos ser precisos para entender la realidad.

Científicamente sería un error denominar democracia a un sistema liberal representativo donde los propios padres fundadores en Francia y Estados Unidos abiertamente definían la democracia como una utopía anarquista. Un caos donde todo el mundo tenía la palabra.

Vivimos en un régimen de carácter neopluralista; lo que considera que, dentro de la arena parlamentaria, hay un conjunto de políticas públicas vinculadas a lo ético y lo moral, como la eutanasia o el matrimonio homosexual; que si son sometidos a un consenso popular. Mientras que las decisiones económicas se rigen por el dictamen de un conjunto de grandes transnacionales que convierten la economía en una plutarquía; el gobierno de un pequeño compendio de grandes multinacionales.

Todo esto nos obliga a entender que el concepto democracia requiere ser disputado por la clase trabajadora y darle una connotación más radical.

-Tus experiencias en el ámbito municipal en esos tres localidades qué te han aportado porque son sujetos que te han enseñado, supongo… ¿Qué y cómo?

Bueno, gobiernos municipalistas de una década, dan mucho que pensar sobre la potencialidad de sus prácticas participativas en localidades más grandes, lo cual supone mayor cantidad de competencia. Esto es dado a que el principal problema detectado en ellos es las competencias y limitación del estado en materias de luz, agua y gas o vivienda.

-¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además tiene mucho a ver con el proceso de documentación?

-He de decir que la recogida de información en incluso el contacto directo con las alcaldesas ha sido una cuestión muy sencilla. Estas localidades destacaban por su accesibilidad y transparencia.

La cuestión teórica que se utiliza como nexo cognitivo que le da un sentido al trabajo en su conjunto, es verdad que si ha requerido de años de lectura, recopilación de información, reflexión al respecto. Esto es porque al fin y al cabo, el conocimiento es una cuestión colectiva e histórica, y raramente se inventará un nuevo concepto. La aspiración es reconceptualizar históricamente los conceptos, sumarlos y que entre sí, puedan sostener un discurso y una teoría coherente que se acerque a explicar la realidad.

-La investigación, la recopilación de documentación, el contrastar todo ello…el aproximarse a testimonios más o menos directos sobre vuestro trabajo…es un trabajo que requiere de trabajo, minuciosidad, pero también de mucha gratificación… ¿Qué nos puedes decir?

-Desde luego.

Se genera una gratitud mutua, entre quien se entrevista, por el hecho de darle voz y eco, así como la del investigador al encontrarse las puertas abiertas. Eso genera una confianza mutua que permite una comunicación más cercada, distendida y por lo tanto rigurosa, que se agradece mucho.

Por desgracia nos encontramos en una tesitura complicada debido al COVID 19, pero tengo pendiente la invitación de la Alcaldesa de Navas; la señora Pons; a las fiestas populares.

-¿Y qué metodología de trabajo sueles seguir, teniendo en cuenta que empieza siendo un trabajo de tesis y que, con el tiempo, lo redondeas para sacarlo en forma de libro?  

A fin de dar calado y cabida a teorías como la escuela neoclásica económica, en la que se fundamente el modelo productivo capitalista y los sucesos históricos que hemos vivido, la Ciencia Social ha adquirido un carácter fragmentario que ha tendido a separar diversas disciplinas de la Ciencia Social, diluyendo la responsabilidad de tener una coherencia sociológica, histórica, politológica o incluso psicológica de dichas teorías. Utilizando la interdisciplinariedad como una forma de reafirmar que economía, sociedad, historia y política son conceptos que se puede mezclar, pero son distintos de origen.

La apuesta teórica cuestiona a la mayor esta fragmentación, apostando por reconfigurar la Economía Política Crítica de grandes autores como Marx a Weber; que nos permite tener una perspectiva holística de los sucesos sociales y comprender como interactúan entre sí.

-¿Trabajaste sobre un guión de cuestiones y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?

-Evidentemente, más allá del análisis teórico de un gran conjunto de Izquierdas Transformadoras; el análisis empírico de la gestión de tres municipios regidos por principios municipalistas, requiere de configurar y especificar ítems como 1)la evaluación de impacto y resultados sobre la mejora de la capacidad de autonomía local; 2)el papel de las organizaciones comunitarias y participación ciudadana; 3)la eficiencia y equidad en la prestación de servicios; 5) evidenciar innovaciones en la gobernanza, o la 6)disposición de elementos para el análisis de buenas prácticas.

Estos ítems, a fin de garantizar un correcto análisis material y empírico, requieren de la capacidad de poder ajustarse a tres municipios de tres densidades poblacionales distintas, que se corresponden a su vez a un número mayor o menor de competencias; con tal se sustraer un resultado coherente y unívoco dentro de la diversidad que suponen.

-Amigo, Alejandro, ¿en qué estás trabajando en la actualidad?

-Soy doctorando en Sociología sin ningún tipo de prestación o servicio por ello; conformando parte del 40% de jóvenes precarizados en paro sin ningún tipo de prestación de desempleo.

 

 

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