La Librería de El Sueño Igualitario

02._inspiracion.jpgCazarabet conversa con...   Luis Gil Fernández, autor de “De la inspiración poética y la idea de la belleza” (Institució Alfons el Magnànim)

 

 

 

 

 

 

 

 

Un libro que se intenta Sobre el particular mundo de la inspiración y la sutileza de le belleza... así como a su conjugación.

Es una reedición que ahora llega y edita, de nuevo, la Institución Alfonso el Magnánimo y que se encuentra dentro de la colección Estudios Clásicos.

Este libro, que ahora se reedita, aclara y ilumina puntos relativos a la inspiración y la creación poéticas, tema debatido desde sus orígenes yy cuestionados y disputados, aún, hoy. Aumentado ahora con cuatro nuevos estudios sobre los poemas homéricos, la poesía arcaica, la sofística, el Sócrates jenofòntic y Platón, sigue un orden cronológico preciso y, en su modélica y ordenada exposición, considera la teoría helenística y romana, los procedimientos seguidos por la épica y convertidos ya en tópicos -como la invocación a las Muses- y hace ver como la idea de la inspiración es sustituida por la pedagogía dictada por la divinidad. Se detiene en Lucrecio, los elegíacos latinos y la reacción escéptica de Ovidio, la convivencia en Séneca de ideas contrapuestas y la interpretación Cristiana posterior; presta atención al onirocrítica y el estudio científico del sueño y de la ensoñación, la ficción horaciana y los símbolos y ritos de transmisión del don de la palabra; y analiza la noción de belleza en la Antigüedad.

El autor, Luis Gil Fernández:

Luis Gil Fernández, nacido en Madrid en 1927. Profesor emérito de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid. Traductor, editor y comentarista de Aristófanes, Platón, Lisias, Herodas, Sófocles y Luciano. Es autor de Números de insectos en griego antiguo (1959), Censura en el mundo antiguo (1961 y 2007), therapeia. La medicina popular en el mundo clásico (1969 y 2004), Transmisión mítica (1975), Aristófanes (1996), Oneirata: esbozo de Oniro-tipología cultural grecorromana (2002) y Sobre la democracia ateniense (2009)

 

 

Cazarabet conversa con Luis Gil Fernández:

058D3CA-CUL-P1_1.jpg-Luis, ¿qué es lo que te llevó, en su día, a esta escritura reflexiva versus pensamiento sobre el mundo de la poética y la belleza?

-Me llevó a preguntarme cómo concibieron los antiguos el acto poético la comparación  de los primeros versos de la "Teogonía" con los primeros de los "Milagros de Nuestra Señora". Si en Hesíodo se percibe el hálito de lo genuinamente religioso, en Gonzalo de Berceo nos encontramos con el rudimentario recurso al tópico literario del 'lugar ameno' para justificar su dedicación al "fermoso mester de clerecía".

-Ahora la Institución Alfons el Magnànim ha reeditado aquel libro. Todo un placer para los lectores, pero también para  en tiempos en que la poética sigue siendo la hermana pequeña, ¿no?

-La poesía no es la hermana pequeña de la literatura actual, sino la hermana mayor. ¿Cuándo hubo editoriales dedicadas exclusivamente a la publicación textos poéticos? Las prisas del mundo moderno impiden la lectura reposada de las largos  relatos y mueven a disfrutar de las más breves composiciones poéticas que con pocas palabras  evocan tantas cosas

-¿Qué te "inspira" a ti?

-Para responder con brevedad a eso debería tener la capacidad de síntesis del rey Abdula de Jordania, que preguntado: "¿qué cosas preocupan actualmente a Su Majestad?", respondió: "los perfumes, las mujeres y la oración". Días después murió asesinado.

-Porque cierto rasgo de inspiración sí existe, ¿verdad? Con todas las disciplinas creativas, claro, luego está el trabajo si no se está por el trabajo no puede diferenciar muy bien la inspiración...-Inspiración, por lo que es creativo, hay en todas partes y de todos modos, pero a lo que te metes a trabajar debes saber y ejercer la elección  .Te das cuenta de que, por suerte o desgracia, no toda la inspiración es suficientemente buena para qué un texto, una poesía—por ejemplo-- ver la luz, ¿verdad?

-Evidentemente. Al torrente verbal que en los momentos de inspiración creadora le brota al poeta, le tiene que suceder después la pausada crítica  de lo escrito, para discernir lo verdaderamente valioso y eliminar lo redundante y la verborrea sin sentido. 

-Creo que con la poesía la inspiración tiene algo de especial, ¿verdad?

-Evidentemente, la poesía tiene 'algo de especial'. Como la ciencia es un intento de interpretar lo que nos rodea y lo que ocurre dentro de nosotros mismos. El poeta descubre conexiones en las cosas que pasan inadvertidas al resto de la gente y tiene también la virtud de enfrentarse al mundo empírico con la pura ingenuidad del niño que va descubriendo con asombro poco a poco lo que le rodea.

001.jpg-Y la belleza, también, ¿es puede ser una de las artes de escritura, como más sometida a la interpretación los tiempos y los gustos de las épocas, etc...?

-Captar la belleza de las cosas, de los seres vivos, de los fenómenos de la naturaleza etc. es algo que está al alcance de todo el mundo. Muy diferente es explicar qué les hace ser bellos, definir la belleza en cuanto tal. En mi estudio "De la percepción a la idea de la belleza" creo haber demostrado cómo fracasaron los griegos en su intento de definirla por las ataduras de su propia lengua en la que el bien y la belleza se expresaban con los mismos términos.

-En esta casa gusta leer poesía y también componer .Pero sé, por la sinceridad de algún amigo lector, que no acaba, hoy, encajar... no es que no guste. Todos ven algo, pero nadie lo edita, no pasa nada. Quizás hubiesen gustado en otro tiempo pasado o futuro... -Yo creo que cada uno debe ir a  hacer agujero con buscar un equilibrio entre inspiración, trabajo y belleza o intentar que lo que se escribe sea motivo de esta característica... y que hay que hará entrega del peso i_ / o obsesión de ser o no editado... sólo así sacamos el más sincero nuestro. ¿Qué piensas?

-Aunque los gustos cambian con el tiempo y difieran social y personalmente (ya dice el refrán que sobre gustos no hay nada  escrito), lo que se entiende por 'gran público' es en principio un juez infalible de los valores poéticos y percibe de inmediato la impostura que  pretende ser poesía. Aparte del arrullo de las bellas palabras, del ritmo del lenguaje, de la musicalidad de la rima, de las  metáforas sorprendentes, las genuinas composiciones poéticas han de transmitir un mensaje que todos puedan entender. Ya dijo Aristóteles que la poesía era un género más filosófico que la historia, pues ésta se ocupa de lo singular y contingente y la poesía de lo universal y necesario.

-La inspiración nos llega cuando somos más libres, ¿no?

-Es cierto, como con otras palabras ya se ha dicho arriba, que hay que buscar un equilibrio entre el chispazo genial de la inspiración y el trabajo, es decir, la labor de lima, en  los productos de aquella.

A mi ver, no existe una correlación entre inspiración y libertad. A veces la falta de libertad espolea el ingenio, 'inspira', las maneras de romper las trabas de sujeción. Durante el franquismo los chistes de carácter político menudeaban, hoy prácticamente han desaparecido.

-¿Qué peso tiene en ti y en tus reflexiones el estudio de las Artes y el Pensamiento Clásico y Antiguo?. En concreto, el de la Crecia Clásica…

-Responderé a esa pregunta diciendo que la literatura y el pensamiento antiguos no sólo han sido para mí el acicate de mis reflexiones, sino el objeto sobre el que éstas han versado como filólogo clásico que soy.

 

 

 

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De la inspiración poética y la idea de la belleza. Luis Gil Fernández
184 páginas
17,00 euros
Institució Alfons el Magnànim



Este libro, que ahora se reedita, aclara e ilumina puntos relativos a la inspiración y la creación poéticas, tema debatido desde sus orígenes y quaestio disputata todavía hoy. Aumentado ahora con cuatro nuevos estudios sobre los poemas homéricos, la poesía arcaica, la sofística, el Sócrates jenofonteo y Platón, sigue un orden cronológico preciso y, en su modélica y ordenada exposición, considera la teoría helenística y romana, los procedimientos seguidos por la épica y convertidos ya en tópicos -como la invocación a las Musas- y hace ver como la idea de la inspiración es sustituida por la pedagogía dictada por la divinidad. Se detiene en Lucrecio, los elegíacos latinos y la reacción escéptica de Ovidio, la convivencia en Séneca de ideas contrapuestas y la interpretratio Christiana posterior; presta atención a la onirocrítica y el estudio científico del sueño y del ensueño, la ficción horaciana y los símbolos y ritos de transmisión del don de la palabra; y analiza la noción de belleza en la Antigüedad.

Luis Gil Fernández, nacido en Madrid en 1927. Profesor emérito de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid. Traductor, editor y comentarista de Aristófanes, Platón, Lisias, Herodas, Sófocles y Luciano. Es autor de Nombres de insectos en griego antiguo (1959), Censura en el mundo antiguo (1961 y 2007), Therapeia. La medicina popular en el mundo clásico (1969 y 2004), Transmisión mítica (1975), Aristófanes (1996), Oneirata: Esbozo de Oniro-tipología cultural grecorromana (2002) y Sobre la democracia ateniense (2009).

 

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