Cazarabet conversa con... Manuel Álvarez, autor de “La revolución
de los menos” (Avant)
Manuel Álvarez edita
un libro que reivindica el valor que siempre queda, aún después de la derrota…
La sinopsis del
libro: Lluís lucha contra el franquismo siguiendo los pasos de su padre que
lidera movimientos obreros en el Vallés desde 1947. Cuando la tragedia golpea a
la familia: Jordi el hermano pequeño, con apenas nueve años muere en una
manifestación que parte de los colegios reclamando escuela pública de calidad.
La familia, para
proteger a Lluís, decide enviarle con su abuela a Francia. Pero éste no cejará
en su empeño de implicarse en la destrucción de la dictadura y acabará
entrevistando a luchadores antifranquistas del Vallés que aún siguen vivos.
Y estos
testimonios, que va recopilando con la idea de publicar un libro en el país
vecino, se convertirán en una aventura tan peligrosa como apasionante.
El autor, Manuel
Álvarez: Este escritor nace en Lanjarón, aunque desde los quince años reside en
Rubí, provincia de Barcelona. Hasta que se jubiló, trabajó en electrónica
industrial y doméstica. Para poder leer y escribir optó por el aislamiento en
su tiempo libre. En 1974 publicó su primer libro, Poesía del pueblo.
Regularmente ha seguido publicando. También ha publicado en revistas, y varios
libros con otros autores. Con editorial Avant ha publicado Han vuelto y La Revolución
de los menos. Su próximo libro, El clan de la procesionaria, ya está terminado.
Cazarabet
conversa con Manuel Álvarez:
-Manuel,
¿qué te llevó a escribir La Revolución de los menos? -¿Por qué “de los menos”…?
mira que yo pensaba, siempre, que no eran precisamente “los menos”…
-Toda revolución empieza con unos pocos.
Pero en este caso, en los años cuarenta- cincuenta
cuando empieza el libro, había un patrón común en las masas ¡Miedo, mucho
miedo! El tirano se dedicaba a distribuirlo en forma de represión y muerte.
Solo unos pocos desafiaron al tirano, con un objetivo, instaurar la República democrática,
que traería un régimen de libertades,
Estos menos no fueron vencidos, de hecho, Lluís hace
las entrevistas en 1974+-, y los luchadores antifascistas están vivos, con
ganas de meterse con la monarquía.
-¿Tu obra narrativa es evolutiva?,
me refiero a que “se dice” que un escritor siempre va escribiendo
una misma historia o una misma serie de historias, ---dentro de una especie de
cuadro-- pero desde diferentes perspectivas… ¿qué me puedes decir?
-De los 9 libros que tengo publicados solo hay un
marco común, la izquierda, pero la temática es muy diversa, en el anterior
libro -Han Vuelto- va sobre los comienzos de la protección de los animales,
tanto salvajes como de granja, o domésticos, digamos que son los comienzos de
la protección de la naturaleza en general…
-Además, en este libro has
conseguido que la portada este más que nunca ligada con el interior, con lo que
nos quieres contar…Háblanos de ello porque no es nunca fácil logar ese buen
equilibrio. Además, , en parte, se lee un poco, a veces, o al menos te acercas
a leer la sinopsis---a no ser que conozcas al autor—por la portada…y aquí la
portada, amigo, te ha ayudado…
-Son luchadores de izquierdas que se enfrentan con
astucia y prudencia al fascismo reinante en España, ojo los falangistas eran
los que manejaban los sindicatos y las entidades culturales junto con la
iglesia. Era el enemigo a batir, echar a los falangistas de los centros
productivos y eliminar de alguna manera a los chivatos de las empresas y de cualquier
sitio que pudieran hacer daño.
-Tus personajes son, otra vez, “tus
viejos conocidos”, ¿no? ¿Te ha sido difícil volver a retratarlos?
-Yo soy militante de izquierdas, toda mi vida he
sido militante activo de alguna manera.
Ahora mi actividad ha decaído por la edad, tengo 71
años, ya es hora de dedicarme a mis libros. Pero en esta novela no he puesto
ningún personaje conocido de los muchos que conozco que se merecen estar en la
historia a través del libro.
-Pero la tragedia aquí --que bien
se cuenta un poco en la sinopsis --desborda toda perspectiva…un niño muere en
una manifestación que reivindicaba una escuela pública… ¿por qué dibujas tan
bien el dolor más que los destellos, pocos, de alegría…?-¿Quizás porque en la
vida todas y todos conocemos mucho mejor la tragedia y tú tienes la facultad de
volcar bien esas sensaciones en el negro sobre blanco?
-Las tragedias en aquellos días para los personajes
retratados en el libro era lo cotidiano. Pero en el libro también hay lugar
para el amor, ten en cuenta que Lluís es un muchacho, Ivanna se cruzó en su
camino para volverlo loco, locura de amor.
También estos luchadores en su mayoría no son
hambrientos o cazurros, todos tiene buenos trabajos y oficios, su cultura no es
muy vasta, pero está por encima de la media, luchan por convicción e ideología,
y otros también vengativamente.
-Amigo, me da que en cierta medida
te sientes identificado dentro de la tragedia…desde el hermano mayor hasta el
ambiente que reivindicaba una educación pública digna y que desencadena la
tragedia… ¿cómo lo ves?
-Yo a pesar de haber estado 40 años como trabajador
autónomo, jamás dejé de identificarme con el resto de los trabajadores por
cuenta ajena, seguía en CC.OO. La escuela pública era una reivindicación de
todos, la sanidad, y los derechos laborales, nos aglutinaba en torno a la
izquierda, también la República estaba en nuestros corazones, y está.
-En tu infancia sentiste, desde el pupitre,
¿que no todos éramos ni tratados ni considerados iguales…Es por eso por lo que
pones el interruptor que desencadena todo en esa reivindicación que viajando
por una manifestación termina en la muerte de un chaval de nueve años?;
¿querías con esto dar como un puñetazo encima de la mesa?
-Mi infancia la pasé como un bicho raro, lo de bicho
raro me ha acompañado siempre.
Mis juguetes eran los libros y tengo poesías escritas con trece años, no pasé hambre
nunca, por lo tanto, no era consciente de las desigualdades, todo el barrio
vivía con uniformidad tanto en bienes como servicios, o calidad de vida.
La muerte de Jordi abre el camino en la novela para
la venganza, ya que las autoridades no mueven un dedo contra los asesinos
uniformados. Muere por una causa noble, defender a su madre que la estaban
golpeando.
-Historias éstas las que nos cuentas
que viajan, contando vidas, por la historia reciente de un país que se
avergüenza de la palabra país, porque aquí todos y todas tenemos la
piel muy fina y sensible…y encima demasiados trapos con los que taparse—me
refiero a las banderas---, coméntanos por favor…porque en ese exilio de Lluís
recogió historias que reflexionaban sobre la lucha social, pero también sobre
“otros conceptos” que, a menudo, estorban más que no ayudan…
-Los padres quieren apartar a Lluís de la lucha, ya
que Lluís ve la lucha bucólica y sentimental, como una poesía pastoril.
Los padres quieren darle un baño de realidad para
que se aparte de la lucha, o sea más prudente. Por eso le encargan que
entreviste a los luchadores que quedan con vida, ya que son los últimos
coletazos del franquismo, es la hora de que el mundo sepa las luchas
clandestinas que se habían desarrollado en el mundo obrero y sindical contadas
por protagonistas. Los luchadores antifascistas son humanos, Nerón abandona a
su familia por la lucha, y tiene que ponerle remedio, cuando se da cuenta de lo
que ha hecho, se lleva a su hermana y a la hija de esta para sacarla de la
miseria y el abandono, viven como un matrimonio.
-Enlazo con la pregunta anterior.
Esta aportación tuya me llegó un par o tres días antes de morir Almudena
Grandes, una narradora increíble con una capacidad de llegar a nosotros con
historias corales, trágicas que deshilachan la historia de un país que tiene ya
no heridas de guerras, sino auténticas llagas que supuran… ¿sientes que con tu literatura
contribuyes o al menos lo intentas a poner luz donde no lo había?,
porque a mi parecer, en parte, es lo que hacía, hace y hará la
literatura de Almudena…
-Todo lo que escribo intenta dar luz a rincones
olvidados, pero también estoy dentro de esos rincones, yo escribo desde la
trinchera, o en campo abierto.
Lógicamente
hay un marco común, luchar por los más desfavorecidos, pero ojo, que estos
también luchen…
-Me venía al pensamiento porque
Grandes escribía historias dentro de un mismo marco como hizo Galdós—por
cierto, muy admirado por Almudena Grandes--- y como te decía me da que tú vas
ofreciendo tus historias, también enmarcándolas dentro de un mismo cuadro…
¿cómo lo ves?
-Solo en un marco de izquierda antirreligioso. Por
eso mis personajes son de izquierdas y poco ortodoxos con la religión y con lo
convencional.
Aunque cada historia es diferente. Mi libro -El
Último lobo de Cierra Nevada los protagonistas no tiene vinculaciones
políticas, aunque Andalucía no queda bien parada del todo.
-Te sientes, como escritor y quizás
también como persona, obsesionado por dejar las cosas que te corroen por dentro
como “aclaradas”, como “gritadas al viento”…no sé, que por ti no quede esa
lucha…que no se gana nunca porque nunca puedes, ni por momento, bajar la
guardia…
-Como escritor y como persona todo me sensibiliza y
me preocupa… Tengo que dejar de mirar la
tele o leer casos y cosas en internet, también tengo que dejar de leer libros
de distinta temática a lo que estoy escribiendo, porque todo me acongoja
desviando mi atención por otros derroteros.
-Porque tu lucha, amigo, es la de
esos pocos que buscan, simplemente, justicia social con la igualdad, la
fraternidad, la libertad…
-Es una cuestión de ideología, seguramente soy de
los pocos que se ha leído el Capital, los tres tomos y, casi o he entendido,
también he leído todos los grandes pesadores y poetas izquierdosos, El
Manifiesto Comunista, Trotsky, Lenin…
Hernández, Alberti… Anna…
-Aunque en los últimos tiempos los
que más han hecho por coartar la libertad de la mayoría para ellos y ellas
vivir mejor y más anchos…son los que ahora, manipulando todas las definiciones
del vocabulario, son los que en nombre de la libertad son capaces del todo hoy
y de la nada, mañana ¿cómo lo ves?; ¿qué sientes, además de una más que
presunta impotencia…?
-El lenguaje de los políticos en democracia y su
contenido no es garantía de nada, hay mucho en juego, pero los que superan en
falsedad a todo el espectro político, son las derechas, está en sus genes
enriquecerse a costa de lo que sea explotando en régimen de esclavitud, les da
igual robar mentir en lo que sea, con tal de acumular riqueza…
Yo no me siento impotente, el ser humano es
complejo, si siempre que algo nos resulta frustrante nos amargáramos, la vida
sería inviable…
Yo siempre he estado con la izquierda que siempre
pierde… pero la lucha continua mientras que el cuerpo haga sombra.
-¿Coges la pluma como hubieses podido coger,
quizás en otros tiempos, una reivindicación más contundente, más a pie de
calle…entrando en espirales que para algunos no tuvieron retorno…? -¿Es esta
una decisión que tuviste que dar o siempre, como persona, has sido así…?
-Siempre estuve en la calle manifestándome y
reivindicando… Quizás el ser trabajador autónomo me frenaba un poco, pero aun
así siempre estaba en la lucha, yo viví los últimos años del franquismo
recitando poesías antifascistas por todo Cataluña. Nací en el 1950 en 1970 con
20 años tenía que estudiar y trabajar. El tiempo libre era para la lucha
antifascista.
-Porque el pacifismo se cultiva, se
trabaja en un día a día muy, muy duro…
-Yo no soy pacifista, soy prudente, es la excusa de
los cobardes, yo no debía de ser muy valiente entonces, ni ahora, por eso tuve
retorno siempre que me metía en fregados.
-Vuelvo más con la historia y con
la importancia que tiene en ella que el padre y los dos hijos estén tan bien
dibujados, como calcados…esta ficción tiene muchos rasgos de no ficción…es muy
valiente exponer todo esto por tu parte, pero, a la vez, te hace o te puede
hacer vulnerable…es por eso por lo que buscas el sosiego de aislarte, de pasar
como desapercibido, sin hacer ruido…
-Esta novela es de ficción, pero lo que pasó en esos
lugares tiene visos de veracidad, muchos lugares son reales. Retratar una época
tan sórdida es muy difícil si quieres ser realista.
Se tiene que buscar la fantasía, valentía, y la
lógica fuera del contexto histórico.
Siempre me gusto aislarme, pasar desapercibido,
supongo que es por mi carácter más bien tímido, pero llega un momento que la
soledad es habito de vida.
-Esta es una historia que palpita y
a ratos “nos hiere” como lectoras/es---lo que no es para nada malo---pero es
contundente en las formas y directa y encima le das y le proporcionas tiempo…no
corres ni tienes prisa como escritor…hasta te recreas, ¿verdad?
-Las prisas son malas consejeras para un escritor,
de hecho, si dejas reposar la escritura un tiempo, cuando la relees te das
cuenta de que le falta sabor o le sobra, y modificas para volver a dejarla
reposar… mientras estructuras otras partes del relato…
-Cuando
Lluís va recopilando relatos, historias de perdedores---que a mi parecer no lo
son tanto---escoge una manera de luchar sin armas…de apresar al enemigo sin
rejas, desnudando sus vergüenzas y crímenes…despojándolo de toda dignidad… ¿lo
ves así?
-No luchan con armas porque en su mayoría tienen
disciplina de partido, y tanto los partidos de izquierda moderada como los más
radicalizados dejaron la lucha armada, incluidos los anarquistas. Siempre hubo
por deseos de venganza, o porque no aceptaron las consignas de los partidos los
que siguieron utilizando la lucha armada para conseguir las libertades y la
República, o vengarse de los mercenarios asesinos.
En el libro están retratados los comandos autónomos
que utilizaron la fuerza que podían contra un enemigo común, el fascismo
franquista.
-Aquí nos damos cuenta de lo
imprescindible que es el testimonio oral, el saber escuchar…el saber ir sacando
el corcho del silencio impuesto y la tapia de la sepultura del miedo y del
escarmiento, ¿verdad? Es tan imprescindible como necesario recuperar la
historia que nos hará libres primero de nuestro rencor, odio y después libres
de las ataduras con la derrota de nuestros valores, ¿no?
-La lucha será larga por no decir interminable,
porque siempre habrá tiranos que subyuguen al pueblo.
Pero con la dictadura fascista de franco, el pueblo
en masa debería de haberlo combatido, y la verdad es que solo unos pocos lo
hicieron, gloria y honor para ellos.
-En cambio, hay que saber que todavía
los hay que ni querer hablar de volver la mirada atrás para ver nada que les
incomode en su atalaya, ni el oído a escuchar una palabra más alta que la otra
o a levantar una piedra y ver qué hay de veras abajo…
-Si todos fuéramos como los protagonistas de mi
novela no había gobierno que perdurara, es mejor un pueblo complaciente con los
poderosos y cobarde con la ley, aunque sea injusta, porque creen que es mejor
una jerarquía absolutista para sentirse más protegidos, el pueblo tiene miedo
al pueblo, por eso necesita dictadores que pongan orden.
-¿Cómo se te ocurre esto de hacer
de Lluís como un buscador obsesionado de testimonios que pongan en jaque---o en
presunto jaque--- a la dictadura, aunque lo imagino, y no poner a Lluís
encuadrado en algún grupo armado de lucha antifranquista?
-Saben que no podrán derrotar al franquismo, aunque
ya esté agónico, pero lo que sí podrán es dejar en la memoria del tiempo que el
franquismo no fue tan feliz como muchos creen. Los partidos no estaban por la
lucha armada, pero comandos autónomos sí que había, hasta el punto de que los
falangistas uniformados o chulescos desaparecieron, y los mercenarios
uniformados del estado, debían de tener mucho cuidado por donde andaban. Varias
veces los fascistas habilitaron el estado de excepción, debido a las
manifestaciones y acciones de los comandos.
-¿Es más difícil como lo
fue escribir, desde el pacifismo, contra el monstruo de una dictadura
que si podía te apresaba, te torturaba…o te mataba….que atibórrate de dolor y
de rabia y coger un arma o pegarle fuego a algo o dar pedradas---por mucho que
te lo pida el cuerpo---?
-Buenos pedradas ya tiraban, y cocteles Molotov
también, pacifistas no eran, eran luchadores que usaban el sentido común para
sobrevivir en el vientre de la fiera.
-Porque de igual manera, en otra
mente escritora, hubiesen salido varios relatos más o menos cortos…más o menos
alargados, pero tu escoges el narrar sin tapujos que es como te he conocido
como más libre, como escritor, y eso cada uno lo lleva dentro, casi te diría
que no lo escoges…escoges escribir, pero no cómo lo vas a hacer…
-De hecho, son varios relatos, pero todos están
conectados. Normalmente hago un pequeño guion, pero como no sale como lo he
planeado, es cuando se modifica muchas veces hasta dar con un formato que me
guste. De esta novela se han hecho cinco manuscritos iguales, pero con
modificaciones importantes, sobre todo con los nombres y los lugares, porque no
hay que imaginarlo o recorrerlo como está ahora, hay que recorrerlo como era
hace 70 años.
-Amigo, háblanos, ya, de esta
edición, de cómo fue el trabajo editor, lo más difícil ,supongo, junto con las
correcciones y en qué estás trabajando ahora porque ,creo recordar, me decías
que ya tienes otro libro terminado y que sigues y sigues…
-Este libro lo mandé a tres editoriales, y los tres
me dijeron que sí, de acuerdo que no eran editoriales de primera línea, pero es
lo que yo quería.
Para mandar el manuscrito a una editorial de
prestigio, debes tener agente editorial, hacer correcciones de estilo, tener
una página web… y esperar que admitan manuscritos para según qué colección.
Como no tengo ningún interés en ser un servidor de nadie, prefiero que los
libros simplemente estén publicados.
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