Cazarabet conversa con...   José Luis Rodríguez García, autor de “La residencia y otros relatos” (Prensas de la Universidad de Zaragoza)

José Luis Rodríguez, profesor de filosofía de la Universidad de Zaragoza, presenta este relato, La residencia y aprovecha para arroparlo desde otros relatos que se remontan a otras épocas escritoras de este filósofo y profesor…

Prensas Universitarias de Zaragoza nos vuelve a acercar a una pluma que te atrapará y que tiene mucho a contar y, lógicamente a compartir…

Lo que nos cuenta Prensas Universitarias, la sinopsis de este libro de relatos:

Es difícil encontrar un hilo conductor en un libro que resulta ser una recopilación de las aventuras que se han ideado durante décadas. Digamos que los sueños que ha tenido el autor han navegado siempre intentando descifrar los misterios aventurados de la sinrazón y esa moneda que hay que pagar y a la que llamamos desastre. Lo ha hecho desde horizontes muy diferentes. Textos realistas y fotográficos, textos imaginativos y textos que relatan las historias desde una perspectiva que podríamos denominar de misterio. Acaso se perciba un intento unitario: relatar el asombro que produce un mundo que parece tener la obsesión de su extinción. La antología se abre con un relato inédito: La residencia se titula.

El autor, José Luis Rodríguez: es profesor de Filosofía en la Universidad de Zaragoza y escritor…

Sus otros libros, también en Prensas Universitarias:

http://puz.unizar.es/libros/autores-libros/264-+Rodr%EDguez+Garc%EDa%2C+Jose+Luis.html

Cazarabet conversa con José Luis Rodríguez:

-José Luis, amigo, ¿qué te llevó a escribir La Residencia?, ¿hay algo que te conmueve por dentro para hacerlo?

-La verdad es que el argumento salió, como casi todos, por pura casualidad. Llevaba tiempo en le cabeza dándole vuelta a la posibilidad de escribir una serie sobre un inspector de policía, que es el protagonista de esta especie de “nouvelle”… Tenía cuatro historias escritas y fue entonces cuando una pequeña editorial me pidió un libro de ficción que no superase… no recuerdo cuantos folios… El caso es que La residencia no llegaba a las páginas exigidas, pero, si se añadía, se sobrepasaban… De modo que quedó perdida, para el desahucio, este relato que a mí me gustaba bastante. Y de nuevo otra casualidad. PUZ me pide una antología de cuentos y la preparo durante el verano, que recoge relatos de casi todos los libros de género publicados en los últimos 40 años. Van ordenados en orden inverso a su publicación…

-¿Lo podríamos definir como un relato largo dentro del género del relato negro y policial?

-Sí, efectivamente… Yo veo el relato situado dentro del género negro y policial con ilustraciones de corte existencial. Es algo, por otra parte, que he hecho en otras publicaciones, especialmente en algunas novelas. Recuerdo, por ejemplo, Manos negras, la novela que publiqué en Alfaguara, o la mucho más reciente Parque de atracciones, que publiqué en Akal… Es un género que me atrae especialmente porque es idóneo para conjugar entretenimiento y reflexión…

-Pero tiene muchos ingredientes de novela o relato negro...el inspector de decaída vital, esa especie de hastío, de sinrazón desde él a todos los personajes...

-Es absolutamente cierto. Pero siempre mis trabajos de ficción han sido catalogados como pesimistas, la verdad es que están invadidos de gentes desorientadas, o, como decís, hastiadas… Lo curioso es que no se trata de algo premeditado.

-Y el tema de los robos a los ancianos de la residencia...robar, estafar, engañar a personas que están en una especie de debilidad....

-Podría haber buscado otro escenario, sí. No sé realmente por qué surgió el horizonte de la residencia. Quizá porque ahí habitan las gentes más solitarias del mundo.

-Eres muy, muy realista...no sé, me da que te fijas mucho en las personas que conoces, que observas; también en las situaciones...la realidad siempre supera a la ficción...

-En las personas que conozco no… Pero sí en las personas que descubres en los bares, a las que oyes perorar en una terraza… Ahora es fácil. Puedes enterarte de los secretos de cualquiera, de sus afinidades, en un minuto. Todo el mundo va por ahí pregonando su vida…

-¿Qué te cuesta más retratar a los personajes o describir a las situaciones?

-Bueno, a veces una situación ofrece un retrato cabal de un personaje. Creo que me resulta más fácil retratar a un personaje…

-Pero en todos tus personajes hay como otros personajes dentro de los mismos y lo mismo hay en la relación entre las situaciones y los escenarios, eso se nota mucho en el primer relato, el de La Residencia... ¿Qué nos puedes comentar?

-En fin, todos somos complicados y complejos… Y no hay una situación similar a otra… Siempre he entendido que los humanos somos una especie de rollo que, según se extiende, va descubriendo nuevo aspecto de nuestra personalidad…

-Pero después de La Residencia en el libro añades más relatos cada uno con una "personalidad" muy, muy definida...

-Claro, pertenecen a etapas diferenciadas. Me parece normal hasta cierto punto que las vivencias de los veinte años sean muy diferentes de las que se afrontan con sesenta… Y pasan muchas cosas, muchos imprevistos… Por ejemplo, desde hace bastantes años estoy obsesionado por el devenir de Europa y con las nuevas formas de explotación y miserabilización… En tres o cuatro colecciones de relatos lo he descrito y denunciado… No sirve de mucho, pero hay que hacerlo.

-¿Están todos tus "yo" dentro de este conjunto de relatos?

-Yo creo que sí, o, quién sabe, alguno faltará…

-El misterio y la imaginación también se nota en tu escritura creativa...¿qué te resulta como más fácil viajar con la escritura hacia sumergir al lector o lectora en el misterio o manejar y tirar de la imaginación?; ¿hay que ponerle freno a la imaginación para , no sé cómo decirlo, dominar el realismo y el equilibrio de los relatos?

-Sí, sí, hay que frenar la imaginación… Me apasiona la sugerencia que permite al lector o lectora cerrar el relato, imaginarse lo que podría estar sucediendo… Las dos novelas que he citado anteriormente… Ninguna tiene estrictamente un final, quien lee puede sospechar de éste o aquel personaje…

-Amigo, ¿cómo te has documentado para escribir estos relatos?

-Algunos de ellos surgen de lecturas de prensa, de noticias que llegan a tus oídos… Pero no hay documentación en sentido estricto. Acaso la única novela en que tuve que investigar fue El último concierto, la biografía novelada de Chopin que publiqué hace pocos años… Ésta sí me exigió un esfuerzo considerable porque, además, no estaba pasando una temporada vital muy agradable. En fin, tema para otra historia.

-Eres filósofo, amigo, ¿cómo influye esto en tus escritos, relatos.....?

-Creo que en muy poco. O quisiera… Por norma general, no escribo ficción cuando estoy trabajando un texto filosófico, y viceversa.

-¿Cómo es, al final, ver en un libro tus relatos...?

-Hace muchos años me emocionaba extraordinariamente. La verdad es que ahora me resulta como ver un muñeco en un escaparate. Envidio a quienes todavía se emocionan al publicar. Pero no es mi caso. Todo eso ya pasó. Vivo aislado en cierta medida. Leo escucho música, mis clases, hablo con mi hijo…

-Amigos, ¿nos puedes dar alguna pista sobre lo que andas escribiendo o trabajando...?

-Ahora mismo no tengo proyecto alguno… Espero que este verano comience alguna cosa… Pero no sé, amigos…

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