La
Librería de El Sueño Igualitario
La última
novela, ambientada en la posguerra, de la escritora Lola Moreno Burgos ,
editada por Umbriel.
Aquello que
nos dice y nos cuenta la editorial:
"La fuente donde el agua llora" ambienta su
acción en 1939. La guerra civil ha terminado, pero tres años después nada es
igual que antes. España se divide ahora entre vencedores y vencidos: unos
reconstruyen lo que pueden, otros, como Antonio Moreno, tienen que huir para
evitar la cárcel o salvar la vida. En una época tormentosa y llena de cambios
en toda Europa, los protagonistas de la novela descubrirán que hay crueldad y
odio más allá del campo de batalla, pero también grandes ideales y fortaleza
incluso en la derrota. Y que la vida es capaz de jugar las cartas de forma
extraña, uniendo los destinos de unos y otros del modo más insospechado.
Sobre a autora, Lola Moreno Burgos:
Otro libro de esta escritora, retratando el drama de
los niños de la guerra:
En 1937, mientras España se desgarra en la trágica Guerra
Civil, el gobierno de la República organiza una expedición para mandar a México
a un grupo de niños, entre huérfanos de guerra e hijos de combatientes
republicanos, para salvarlos del horror que asola su propio país. Con la
anuencia del presidente mexicano Lázaro Cárdenas, en
junio de ese año llegan, desnutridos, andrajosos, más de cuatrocientos niños,
trayendo sólo sus pequeñas maletas y la esperanza de volver, algún día, a
reencontrarse con sus seres queridos. Desconocían que su destino sería muy
diferente, y que pasarían prácticamente toda su vida en aquel lejano país.
Entre ellos está Cosme, un pequeño oriundo de Almazán
(Soria) que, en 1936, con apenas nueve años de edad, se traslada a Madrid para
ayudar a su hermano Antonio y a su mujer embarazada. El estallido de la guerra
lo sorprende en la capital y Antonio, ante el feroz recrudecimiento de los
combates, lo inscribe en la expedición a México para salvarlo de una muerte
prácticamente segura. Además de haber vivido los horrores de la contienda,
Cosme se encontrará, junto a sus compañeros de viaje, sumido en la derrota, el
destierro y la separación de su familia. Las cosas en México tampoco serán
mucho mejores. Alojados en un internado de la ciudad de Morelia, Cosme pronto
descubrirá ...
Cazarabet conversa con Lola Moreno Burgos:
-Lola, da la impresión de que en todos los conflictos, más que nada en
las Guerras Civiles, en los que la gente se conoce….hay mucho de “venganzas”,
cuyo origen puede ser de cualquier tipo….¿no te parece?
-Efectivamente, pues ahí juega un papel importante
varios de los odios ancestrales del ser humano como son la envidia, el rencor,
los celos. Parece que en situaciones de caos, como es una guerra civil florecen
todas aquellas miserias que más envilecen al ser humano.
-Ese elemento la venganza, los celos, el odio más
intrínseco es empleado por ti para romper una historia de amor….
-No exactamente, en mi novela La Fuente donde el
Agua Llora” la cuestión es bastante más compleja. En el momento en que se
produce la venganza, esa supuesta historia de amor no existe. Tan solo por unos
gestos y aptitudes que dos personas realizan inocentemente como muestra de
amparo y afecto, es interpretado por la persona que lo observa como una
infidelidad y ese odio y esa soberbia que le provocan unos celos enfermizos,
fruto tan solo de su imaginación es lo que lleva al personaje de Angustias a
perpetrar dicha venganza con las consecuencias que se ven en la novela.
-Luego, también es verdad que las guerras y los conflictos suelen sacar
lo mejor y lo peor de todos nosotros, ¿no?
-Sí como te decía saca lo malo y lo bueno,
desgraciadamente más malo que bueno porque las pasiones se desatan de una forma
exagerada y desproporcionada. Pero es precisamente en esas situaciones límite
cuando las personas con principios, con una buena educación y unos valores
responden adecuadamente ante las injusticias y las barbaries, y esto no es
exclusivo de ninguna clase social en particular, ni de ninguna ideología,
simplemente es la nobleza del alma y la educación del hombre en su amor por la
humanidad.
-¿Cómo ha sido el proceso de documentación de este
libro?
-La búsqueda
de documentación ha sido lo más largo en la construcción de esta novela.
Yo soy historiadora de profesión y por tanto me gusta la rigurosidad a la hora
de plantear en la ficción escenarios y situaciones que han tenido lugar en
cualquier época determinada de la historia de nuestro país. Dicho lo anterior
el proceso de documentación ha sido bastante laborioso, he recurrido desde
libros impresos, documentación en Archivos especializados y sobre todo fuentes
orales. Las personas, los sobrevivientes de las situaciones y acontecimientos
vividos son los que nos proporcionan la mayor riqueza documental, porque no
solo nos transmiten sus experiencias sino también sus emociones y eso es muy
importante a la hora de crear los perfiles de los personajes en la ficción.
-¿Y la metodología de trabajo?
-En mis dos novelas publicadas “La Identidad Perdida” y “La Fuente donde el
agua Llora” he aplicado la misma metodología. En primer lugar tener claro el
tema sobre el que versará el argumento, a continuación hacerme un esquema
mental de cómo se va a desarrollar dicho argumento y todo ello junto con el
estudio pormenorizado de la etapa o etapas donde quiero situar la acción bien
documentadas, comenzar a escribir. Digamos que cuando comienzo a escribir ya
tengo todo resuelto desde el principio hasta el final, aunque reconozco que
siempre aparecen sorpresas y alguno de los personajes se me revela y tengo que
cambiar mi planteamiento original.
-El acercamiento, el retrato
(como me gusta llamarlo) a los diferentes personajes….¿es fruto de fijarte en personas
que directa o indirectamente han estado ahí o más bien responde a que son
fruto, muchos de ellos, de la más pura ficción?
-A mí me gusta jugar mucho con las dos cosas,
mezclo bastante el personaje de ficción puramente creado expresamente para una determinada
novela, pero también combino las personalidades de gentes que conozco o que han
vivido una historia parecida a la que yo quiero reflejar en mis novelas.
-La novela histórica, tanto la que es de ficción como la que corresponde
a no- ficción, la que se basa en reales, más puros, los que se novelan o la que
compagina, muy bien, los hechos reales con los de ficción…está, podríamos
decir, en muy buena forma porque es mucho
el público lector que hay detrás….¿Cómo ves la salud de este sector?
-Yo lo veo muy bien. Este género ha sacado a la luz
muchos hechos de nuestra historia que, o bien estaban durmiendo bajo el polvo
de las estanterías de archivos que nadie consultaba, o bien los que habían sido
publicados como aburridos tratados especialmente dedicados a estudiosos,
profesionales y eruditos. Con la novela histórica, siempre que sea rigurosa en
su documentación, el lector de una manera distendida y amena se acerca a esa
etapa de la historia que desconoce y a la vez que se entretiene, aprende y yo pienso
que es ahí precisamente donde radica el éxito de este género de novela
histórica en la combinación de los dos sistemas, es decir compaginar la ficción
con los hechos reales.
-La Guerra Civil Española y la posguerra se ha convertido en los últimos
años en el período temporal en el que muchos escritores desarrollan y
fundamentan sus relatos. Dos cuestiones: ¿puede que haya como “demasiada”
masificación de relatos en torno a estos períodos? o ¿es normal que así sea,
dado que este país sufrió muchos años de silencio impuesto por una dictadura?
-Realmente te puedo contestar a las dos preguntas
casi a la vez. Son muchos años de silencio impuesto por la dictadura, durante
los cuales además de la censura represora para la publicación de ciertos temas
relativos a la guerra civil y el franquismo, también los archivos tampoco daban
ninguna facilidad para su consulta, sólo para los acontecimientos del bando
ganador y por último un factor muy importante lo jugó el miedo; la represión
había sido tan violenta que eran muy pocos, casi siempre historiadores
hispanistas extranjeros como Hugh Thomas, Paul
Preston o Gerald Brenan los que pudieron publicar
estudios sobre esta etapa tan dolorosa de nuestra historia y en los tres casos,
nunca publicados en España, sino en editoriales pertenecientes a republicanos
en el exilio.
Un avance muy importante fue la Ley de la Memoria
histórica de Zapatero que además de subvencionar a los familiares de los
represaliados por el franquismo para encontrar a sus muertos y darles una digna
sepultura, también contemplaba fondos destinados al estudio de la misma etapa.
Estos hechos sin duda abrieron la espita para vencer el miedo y que los
historiadores de nuestro país pudieran bucear en esos empolvados archivos tanto
de las grandes ciudades como de los municipios más pequeños dando lugar a toda
esta serie de publicaciones. En este sentido la novela histórica dedicada a
este periodo es normal que se haya desarrollado durante estos últimos años,
gracias a esto hemos podido conocer de una manera fácil y amena acontecimientos
de los que no sabíamos absolutamente nada, es más te diré que todavía hay
asuntos que no han sido tratados y faltan muchas cosas de sacar a la luz que
nos quedaríamos asombrados por todo lo que dio de sí esta etapa tan onerosa de
nuestra historia.
-El crítico y ensayista Gregorio
Morán argumentaba en una entrevista a raíz de su libros: “El Cura y los
mandarines” que editaba Akal que “la gran novela de
la Guerra Civil Española estaba por escribir….quizás también la de la
posguerra”, aunque mencionaba a unas cuántas de las que se deshizo en halagos,
pero daba a entender que había mucho de escrito y de creado, pero poco de
“destacado”. Además, apuntaba que el XX había sido más de creadores de poesía y
de ensayo que de novela…que “notaba a faltar” esa “gran novela…”¿Qué nos puedes
decir?
-Bueno puedo contestar a Gregorio Morán no sin
cierta pretensión que él no había leído mi novela “La fuente donde al agua
Llora” aprovecho desde aquí para recomendársela ja, ja, ja. Bueno ironías a parte te
diré que precisamente cuando yo me concebí esta novela lo hice con ese
planteamiento, abarcar un periodo de tiempo largo que contemplara todos los
acontecimientos que se habían desarrollado durante el siglo XX desde el inicio
de todos nuestros males en 1921 con el desastre de Annual
hasta Enero de 1977 y así la realicé,
pero la mayor novedad y creo modestamente que lo he conseguido es que los
hechos se relataran y sucedieran de una manera totalmente imparcial, que esa
imparcialidad nos llevara por fin a cerrar esas heridas abiertas.
En cuanto a la segunda afirmación, siento disentir
pues el siglo XX nos facilitó una cantera de buenos poetas y ensayistas en el
primer cuarto de siglo, pero el resto del tiempo se han escrito una serie de
las mejores novelas de nuestra historia de la literatura, no voy a mencionar a
ningún autor porque la lista sería interminable.
-Para ti, en particular: ¿qué significa escribir sobre acontecimientos y
personajes que vivieron la guerra y la posguerra?
-Pues significa una contribución para dar a conocer
estos hechos tan dolorosos que marcaron a dos generaciones importantes de
nuestro país, la de nuestros abuelos y la de nuestros padres y con esto,
insisto de una manera imparcial, contribuir a cerrar heridas y a ayudar a los
jóvenes a comprender lo importante que es la tolerancia y la solidaridad para
que esta serie de hechos tan brutales nunca más vuelvan a producirse.
-Escribiste
hace ya unos años un libro que se acercaba al drama de los niños de la guerra.
Aquí vuelves a mirar, durante la trama, a estos niños y al “uso que se hacía de ellos…Fueron (me refiero a
los niños de la guerra) otro colectivo silenciado y atosigado por “la apisonadora”
de la guerra, la posguerra y la dictadura. Coméntanos un poco….
-Como venimos diciendo a lo largo de toda la
entrevista cualquier guerra supone un sufrimiento atroz para los que la
padecen, pero si esta guerra es entre compatriotas muchos más por aquello de lo
que te decía en la primera pregunta, ya que saca a relucir, odios ancestrales
como la envidia, la avaricia, los celos o la crueldad. Ante una situación
semejante los colectivos que más sufren son los más desprotegidos como los
ancianos y los niños, precisamente por su indefensión. Ambos colectivos
dependen de los demás para sobrevivir, y los niños son un blanco fácil por su
fragilidad para que gentes desalmadas y sin escrúpulos se aprovechen de la
vulnerabilidad de la infancia para cometer los más abyectos crímenes, porque
los que logren sobrevivir como yo destacaba tanto en “La Identidad Perdida” como en “La Fuente
donde el agua Llora” les dejarán secuelas insalvables para toda la vida.
19974
La fuente donde el
agua llora. Lola
Moreno
448 páginas 15 x 23 cms.
18,00 euros
Umbriel
1939. La guerra civil ha
terminado, pero tres años después nada es igual que antes. España se divide
ahora entre vencedores y vencidos: unos reconstruyen lo que pueden, otros, como
Antonio Moreno, tienen que huir para evitar la cárcel o salvar la vida. Miembro
del Partido Comunista, Antonio deja atrás a su esposa, a su hijo y a Teresa, la
mujer a la que más ha amado, y llega a Francia. En París, donde ya sobrevuela
la amenaza de otra guerra aún mayor contra Alemania, tendrá que seguir adelante
con la mirada fija en regresar algún día a casa. Mientras, en las calles de
Madrid, la joven Angustias trata de borrar su pasado e inventarse de cero a
costa de lo que haga falta, y el coronel de las tropas nacionales Ramón
Mairena, veterano de las guerras del Rif, arrastra las heridas más por dentro
que por fuera. Empeñado en educar a su hijo Fernando en el respeto y la
tolerancia, la infancia del chico será muy distinta a la de su amigo Pablo,
hijo de un republicano encarcelado, aunque ambos muchachos compartan más de lo
que ninguno de ellos cree de antemano. En una época tormentosa y llena de
cambios en toda Europa, Antonio y Ramón, Angustias, Fernando y Pablo,
descubrirán que hay crueldad y odio más allá del campo de batalla, pero también
grandes ideales y fortaleza incluso en la derrota. Y que la vida es capaz de
jugar las cartas de forma extraña, uniendo los destinos de unos y otros del
modo más insospechado.
Leer un fragmento:
http://urano.blob.core.windows.net/share/i_avance/600000313/avance.pdf
Lola Moreno nació en Almazán (Soria) en 1956 y
reside en Madrid. Licenciada en Geografía e Historia y diplomada en
Archivística y Documentación, desde 1983 se desempeña como Técnico de Museos en
el Museo del Ferrocarril de Madrid, donde realiza investigaciones sobre este
medio de transporte, su historia y su entorno. Sus artículos e investigaciones
sobre el ferrocarril han sido editados en distintos medios. La identidad
perdida, su primera novela, es fruto de un viaje a México, donde residió
durante casi tres años y donde conoció de primera mano a los "Niños de Morelia".
Esta obra es su homenaje a esos niños olvidados por casi todos.
El argumento de la novela La fuente donde el agua Llora se desarrolla en un amplio periodo de
tiempo, desde la guerra de Marruecos con el desastre de Annual
en 1921 hasta el inmediato posfranquismo, en los albures de 1977 con los
atentados del despacho de los abogados laboralistas de la calle Atocha, donde
perecieron cinco de los profesionales del sindicato CCOO.
Con el escenario como telón de fondo de este importante
periodo de nuestra historia, los personajes, los dos principales Antonio Moreno
y Ramón Mairena, que aunque perteneciendo a mundos distintos y también a
diferentes clases sociales coincidirán en un momento determinado de sus vidas,
donde tendrán la oportunidad de demostrar que por encima de las ideologías
están la vida y la sensatez. Ambos vivirán y padecerán en primera persona,
primero las guerra de Marruecos y posteriormente las graves consecuencias de la
guerra civil y la posguerra. Para Antonio Moreno, perteneciente al bando de los
perdedores el desarraigo del exilio en Francia dejando tras de sí lo que mas amaba, su hijo, su compañera Paloma y España. Este
peregrinar errante le llevará primero a los campos de Argelès
y Saint Cyprien y después en Paris, donde participará
en la resistencia francesa ayudando así a la victoria de los aliados en la
segunda Guerra mundial, siempre con la esperanza puesta en el retorno a España
y a su familia, pero como finalmente este hecho no se produce, Antonio tras
desistir en abordar un barco que le llevase al otro lado del Mundo, a México
decide que no luchará más y se quedará en París ganándose la vida con su
antiguo oficio de panadero y amparándose en el cariño que le brindará Nicole,
la hija de unos judíos asesinados en Auschwitz.
Aunque muy crítico con las autoridades de la República en el
exilio, nunca abandonará ni la lucha para volver a España, ni su militancia en
el partido comunista. Asistirá en la segunda década de los años cincuenta y de
los sesenta puntualmente a la estación de Paris-Austerlitz
a recibir a los emigrantes económicos que invaden en esos momentos los países
más desarrollados de Europa en busca de un trabajo que les lleve a mejorar las
condiciones de vida miserables que padecen en España tratando de crear una
mentalidad antifranquista. Estos emigrantes no serán personajes anónimos, sino
que cobrarán forma y vida en la novela y participarán en la vida de Antonio,
trayéndole amor, ilusión y alegría pero también graves decepciones. Con estos
nuevos compatriotas expatriados como Lauro o Teresa conoceremos la forma de
vida y las instituciones culturales que crearon en París como el Centro
Español, o la Misión Española.
Hasta que con la muerte de Franco y tras treinta y seis años
de exilio en 1977 Antonio decide por fin regresar a España para reencontrarse
con su pasado.
Por su parte Ramón Mairena
tras el fin de la contienda y aunque en el bando ganador, se verá
obligado a vivir en una sociedad que no le satisface y además deberá
enfrentarse a la pérdida de la razón de su esposa Isabel, a la traición de su
cuñado y mejor amigo Diego Montijo, al
chantaje de Angustias, amiga de Isabel durante la guerra, y a la
educación en solitario de su hijo Fernando, quien de alguna manera vivirá una
situación paralela a la de él con Antonio Moreno. Fernando conocerá en el
colegio a Pablo, hijo de un preso republicano, que aunque asiste al mismo
centro, pero debido a que pertenece a una clase social inferior como alumno no
tendrá las mismas condiciones que el hijo de Ramón Mairena, esta circunstancia
no impedirá que ambos muchachos se hagan grandes amigos y juntos asistan a la
Facultad de Derecho en la calle de San Bernardo para licenciarse como abogados,
donde conocerán a Pilar, una de las primeras mujeres estudiantes de derecho de
la posguerra con la que formarán un gran equipo de amistad y camaradería. En
estos años de estudiantes (1954-60) participarán en las primeras revueltas
estudiantiles protagonizadas por los muchachos de su edad que no han vivido la
guerra y quieren más libertad para organizarse y sobre todo más apertura
cultural. Este atrevimiento y provocación a las autoridades franquistas les
llevará a los tres a padecer los interrogatorios y compartir la sexta galería
de la prisión de Carabanchel, pero también conocerán la doble vida de Pablo,
del que creían su amigo, que redundará en traición, asesinatos y la venganza de
un muchacho victima de los malos tratos y los abusos de los cuidadores e
instructores de la institución auxilio social donde pasó toda su infancia y
juventud.
Finalmente a todos Antonio, Ramón, Fernando, Pablo y Pilar la
vida les demostrará que es capaz de jugar las cartas de forma extraña, uniendo
los destinos de unos y de otros del modo más insospechado.
¿Qué perspectiva de los años posteriores a la guerra civil se muestra en
esta novela?
En la novela se muestran dos escenarios paralelos. Por un
lado el de todo el conjunto de la sociedad española con una perspectiva de
todos los años que abarca el franquismo, desde el final de la guerra civil
hasta Enero de 1977 con el brutal asesinato de los abogado laboralistas de la
calle Atocha y unos pocos meses antes de la legalización del partido comunista
que coincide con el final de la novela. Durante estos años del franquismo del
interior, viviremos a través de los personajes todos los avatares y
acontecimientos de esta etapa de nuestra historia. Así a lo largo de las
páginas veremos cómo se desarrollaba la vida cotidiana y política de nuestro
país, desde los primeros años de la inmediata posguerra y la autarquía de los
años cuarenta y cincuenta llenos de penurias, escaseces, cartillas de
racionamiento y una férrea represión hacia los perdedores de la contienda,
hasta los primeros signos de apertura con las primeras revueltas estudiantiles
en la universidad (1956-1959), la implantación de las bases americanas y la
llegada del turismo en la segunda mitad de los años cincuenta y los años
sesenta y ya en la última década, en la de los setenta el fin del franquismo y
los primeros pasos hacia la transición a la democracia.
Por otro lado también se muestra la situación que fuera de
España, debido al exilio forzoso que se vieron obligados a vivir muchos de los
españoles vencidos en la Guerra civil, como Antonio Moreno, uno de los protagonistas,
junto con otros personajes que han tenido que luchar codo con codo con los
aliados contra el nazismo, soportar y ayudar ganar otra guerra para ser
reconocidos como verdaderos soldados españoles y no como delincuentes,
calificativo que la propaganda franquista se había encargado de transmitir a
las autoridades francesas, y así ganarse el prestigio para poder encontrar un
lugar en una sociedad hostil, alejados de sus familias y amigos, siempre con la
añoranza de que algún día pudieran regresar a su patria.
¿Cuál es la dinámica de la relación entre Pablo y Fernando, dos amigos
con familias de diferentes ideologías?
Pablo y Fernando por nacimiento pertenecen a una misma clase
e ideología social, y aunque debido a las circunstancias familiares de cada
uno, ambos van a parar al Auxilio Social,
institución benéfica del estado franquista, a cada uno de ellos el
destino les deparará una suerte diferente. Fernando será adoptado por una
familia de clase media acomodada y de ideología más conservadora, mientras que
Pablo permanecerá durante toda su infancia y juventud viviendo en dicha
institución sometido a los abusos, exigencias y disciplinas impuestas por los
cuidadores y delegados del partido único franquista, la Falange. En la edad
escolar ambos volverán a coincidir en el mismo colegio pero en situaciones muy
distintas, lo que no impedirá que se hagan amigos y encuentren el uno en el
otro las carencias y afinidades que hará que los dos chicos se hagan
inseparables.
¿Qué valores se transmiten en el relato?
La fidelidad, la gratitud, la
justicia, la solidaridad y sobre todo el perdón que será esencial para una
buena convivencia entre los hombres, aunque pertenezcan a escalas sociales
diferentes.
¿Qué aprenderán los personajes sobre la vida en este contexto de
incertidumbre que se encuentran?
Sobre todo que no hay verdades absolutas y que las ideologías
y los dogmas nunca estarán por encima de las personas, que en definitiva son lo
más importante. Que las palabras y la razón son la única fuerza que debe emplear
el hombre para convencer a otro hombre y nunca utilizar la fuerza bruta de las
armas, y que sólo en ese convencimiento se alcanzará una sociedad civilizada,
donde habrá cabida para todos y que donde todos podamos convivir en paz.
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