Cazarabet conversa con... José Miguel Viñas, autor de “El tiempo.
Todo lo que te gustaría
saber sobre los fenómenos meteorológicos”
(Shackleton Books)
Un libro de Shackleton
Books que nos explica por qué los fenómenos
meteorológicos son los que son, hoy y ahora
Curiosidades y evidencias se nos describen en
este libro con un lenguaje sencillo, ameno y atractivo…
José Miguel Viñas es un divulgador científico…
físico y meteorólogo que nos hará fácil lo que nos es muy atractivo, lo que nos
levanta de las curiosidades, pero lo que no es muy fácil, a veces, de
entender…no os preocupéis después de leer y leyendo este libro el apartado de
El tiempo de cualquier canal televisivo, de cualquier emisora radiofónica o de
la prensa …se os hará más sencillo de entender y hasta os atreveréis a realizar predicciones
meteorológicas…
La sinopsis del libro: No es de extrañar que
la Meteorología haya interesado desde siempre al ser humano, habida cuenta de
su utilidad: de ella dependen las cosechas, la seguridad aérea o la posibilidad
de rellenar incómodos silencios en el ascensor. Pero ¿cuánto sabemos en
realidad sobre los caprichos del tiempo y el clima? ¿A qué se deben los
anticiclones, las tormentas o los vendavales que nos anuncian, en ocasiones,
los hombres del tiempo? ¿En qué basan sus predicciones? Teniendo en cuenta que
hablamos del tiempo a todas horas, es paradójico lo poco y mal conocida que es
la meteorología por parte del profano en la materia.
En este libro lo conoceremos todo acerca del
tiempo. Recorreremos brevemente su historia y los principales actores de la
escena meteorológica: desde la propia naturaleza del aire y de la máquina
atmosférica hasta cada una de las variables meteorológicas que permiten a los
meteorólogos y climatólogos hacer su trabajo. Para finalizar, el apasionante
mundo de la predicción meteorológica y los cambios que la climatología ha
sufrido a lo largo de la historia nos darán una visión completa sobre esta
fascinante ciencia.
El autor, José Miguel Viñas: José Miguel Viñas
es físico, trabaja como meteorólogo en Meteored y
también es consultor de la Organización Meteorológica Mundial. Tiene un amplio
bagaje como divulgador de las ciencias atmosféricas, tanto en medios de
comunicación, como a través de sus publicaciones, conferencias y su página web
(www.divulgameteo.es).
Tras sus comienzos en el área de Meteorología
de Antena 3 Televisión, destaca su etapa de 15 años en No es un día cualquiera
de RNE, junto a Pepa Fernández. También dirigió y presentó el programa de radio
Los cuatro elementos en CMMedia. Es colaborador de La
aventura del saber, Órbita Laika (La 2) y es el
actual hombre del tiempo de Agropopular (COPE), junto
a César Lumbreras. Es uno de los socios fundadores de ACOMET (la Asociación de
Comunicadores de Meteorología) y autor de varios libros sobre el tiempo y el
clima. Su perfil en redes sociales es @Divulgameteo.
Cazarabet conversa con José Miguel Viñas:
-
José Miguel, ¿qué te ha llevado a escribir este minucioso libro, El tiempo, editado por Shackleton Books, y que, digamos,
toca todos los palos que tienen a ver con el tiempo? ¿Es tu afán por la
difusión? ¿Nos hace falta a los lectores un poco más de lecturas que, directa o
indirectamente, nos aproximen a la ciencia?
-Los libros de divulgación científica como El tiempo tienen como objetivo acercar
la ciencia al público. Esa es la principal motivación que me mueve al abordar
mi labor divulgadora. Con este libro en particular he querido resumir todo lo importante
de la Meteorología y contarlo de forma entendible, a pesar de la complejidad de
las ciencias atmosféricas. Es importante aportar por la cultura científica
desde el mundo editorial, y este libro y la oportunidad que me ha brindado Shackleton Books son un buen
ejemplo.
- Pero, ¿cómo
acercar y de la mejor manera para que no sea muy pesado y que sea fácil de
asumir y entender la ciencia a los lectores y lectoras…sabiendo qué hay en el
día a día de nuestras cosas, con mucho trasfondo científico, de las que
sentimos curiosidad…hay que saber identificar esas curiosidades?
-Voy camino de los 25 años trabajando como
divulgador científico, y en todo este tiempo he ido aprendiendo el oficio y
encontrando fórmulas adecuadas para despertar la curiosidad y el interés de los
lectores. Mi estrategia –si puede llamarse así– consiste en buscar un buen
equilibro entre el rigor científico y las licencias que uno puede y debe
permitirse. Para mí es importante situar en el lugar adecuado el límite de las
rebajas que necesariamente hay que hacer para explicar ciencia al gran público.
- Después, por
nuestra parte, hay que saber acercarse a la ciencia, en este caso a toda la ciencia
que rodea el tiempo y…ahí está cuando nos encontramos contigo en este libro en
el que nos acercas al tiempo y a sus explicaciones científicas que lo hacen
muy, muy atractivo…
-Celebro que ese acercamiento a la ciencia del
tiempo os resulte atrayente. Si es así, ¡objetivo cumplido!
- Porque el
tiempo siempre ha sido, por parte de mucha gente, aquello que sí veían con
especial “devoción” de los noticiarios…-Todavía me acuerdo cuando estaban en la
parte de atrás de los telediarios, como la coletilla final… aun así, la gente,
se quedaba pegada al televisor, aunque fuese para ver si el presentador se
jugaba alguna otra parte de su cuerpo si llovía, al día siguiente como predecía
o si dejaba de llover…
-El tiempo siempre ha interesado a los seres
humanos. Desde que empezamos a cultivar la tierra, hemos querido anticipar los
cambios, pues, en gran medida, nuestra supervivencia dependía de ello. Hoy en
día, el principal motivo por el que nos interesa conocer la predicción del
tiempo es para planificar nuestro ocio; saber si nuestros planes al aire libre
del fin de semana o vacacionales pueden o no peligrar por causa meteorológica.
Esto es lo que explica el interés que siguen suscitando los espacios del tiempo
en televisión.
- En lo
concerniente a la divulgación científica, el cuidado y la utilización del
lenguaje es muy, muy importante, ¿verdad?, para empezar y cómo remarcas, no es
lo mismo clima que tiempo…debemos de saber qué son las presiones altas, las
presiones bajas……que no siempre tener encima un anticiclón es sinónimo de
calor, que hay muchos tipos de borrascas y de depresiones que no todo son danas y que hay gotas frías,, ciclones, huracanes,
tornados….olas de calor, heladas de escarcha, heladas negras…del porqué de
ciertas olas de calor o de días y días de lluvias imperecederas o de nieblas
persistentes…
-Todos esos fenómenos y conceptos que
comentáis son muy conocidos; todo el mundo habla de ellos y los identifica; sin
embargo, si pedimos a una persona ajena al mundo de la Meteorología que defina
alguno de ellos, en su explicación aflorarán carencias y errores de bulto que,
en un libro como El tiempo, trato de
aclarar, para lo cual cuido mucho el lenguaje utilizado. Existen muchos tópicos
e ideas preconcebidas respecto a los fenómenos meteorológicos que hay que
intentar desterrar.
- Es este un
libro que podemos leer de un tirón desde la introducción al último capítulo,
pero que también se puede leer “de manera más libre”, aunque yo aconsejo lo
primero, ¿no? porque así hay como un antes y un después… ¿Qué nos puedes decir?
-En el libro no faltan los antecedentes
históricos y una cierta línea cronológica en la exposición de parte de los
contenidos, lo que ayuda a entender mejor cómo se ha llegado al nivel de
conocimiento actual en materia meteorológica. Mi consejo para los lectores es
que avancen en la lectura de principio a fin, mejor que leerlo de forma
salteada.
-
Los niveles de predicción han dado un salto cualitativo y de acierto muy bueno,
¿es por los avances tecnológicos? ¿Cómo y de qué manera la tecnología ayuda a
la meteorología?, pero las predicciones qué tiempo pueden avanzar y/o
advertirnos de una borrasca como Filomena, la del enero del año pasado (2021) y
por qué lo tuvo un poco más difícil con Gloria –la borrasca, creo recordar más
tipo Dana–? ¿Es porque eran fenómenos diferentes, aunque los dos se dieron con
unos quince días de diferencia, por qué?
-La predicción meteorológica ha avanzado en
paralelo a como lo ha hecho la potencia de cálculo de los superordenadores,
capaces de integrar cada vez una cantidad mayor de datos. Respecto a la
información disponible, hubo un salto cualitativo a principios del presente
siglo, gracias a la cobertura global que empezaron a proporcionar los satélites
meteorológicos y de observación terrestre. La integración de los millones de
datos que registran a diario en los modelos de circulación global de la
atmósfera, y la ejecución de esos modelos –cada vez más sofisticados– por parte
de los citados superordenadores, es lo que hizo posible a principios de 2021
predecir con días de antelación y alto nivel de confianza la gran nevada que
dejó la borrasca Filomena a su paso. Cada situación meteorológica tiene una
predictibilidad distinta, ya que en cada caso varías los factores y
circunstancias particulares. En el caso de Gloria – que discurrió entre los
días 19 y 21 de enero de 2020, su principal seña de identidad fue el
fortalecimiento que sufrió al situarse en el Mediterráneo Occidental, lo que
los modelos subestimaron en parte. La modelización a una escala no muy grande (mesoescalar) en la región mediterránea sigue teniendo
limitaciones a día de hoy, que a buen seguro se irán reduciendo en los próximos
años.
- Amigo, ¿Por qué
crees que nos agrada tanto saber del tiempo? ¿Por qué nos llama la atención
hacer seguimiento de una tormenta, depresión, del paso de un huracán, del paso
y formación, como espontanea, de una “cadena de tornados”, como la que afectó a
los estados del medio oeste de USA en diciembre?
-El seguimiento se situaciones meteorológicas
ciertamente engancha, y la tecnología nos pone hoy en día las cosas muy
fáciles, ya que podemos seguir en tiempo real cualquier fenómeno de tiempo
adverso, que ocurra en cualquier lugar del mundo, desde nuestro teléfono móvil
u ordenador personal. Cuando, por ejemplo, un huracán se acerca a las costas de
Florida, aparte de tener acceso a mapas de la trayectoria prevista, imágenes de
satélite y un sinfín de datos, podemos ver en directo imágenes de webcams o
emisiones de televisiones con meteorólogos al pie de la noticia ¡Un espectáculo
en toda regla, al que es difícil resistirse! Con la reciente erupción del
volcán de Cumbre Vieja en La Palma, pudimos comprobar cómo se despertó ese
interés en muchas personas, gracias a la retransmisión de directo del proceso
eruptivo, las fotos y los espectaculares videos que se fueron compartiendo en
redes sociales.
- El clima no es
lo mismo que el tiempo, ¿no?, queda claro, pero el tiempo del día a día sí que
afecta al clima y al cambio climático, ¿verdad?
-Tiempo y clima suelen confundirse, pero son
conceptos distintos, aunque interrelacionados. Las condiciones meteorológicas
en un momento dado (el tiempo) no tienen, necesariamente, que ser
representativas del clima de un lugar, pero lo que estamos empezando a observar
determinados comportamientos en el tiempo del día a día, achacables al cambio
climático; particularmente los extremos de temperatura y precipitación.
- Tú te acercas a
la meteorología desde muchas perspectivas. Desde la histórica –haces un poco de
historia– sientas las bases científicas y luego te vas acercando a factores que
para nada domina, normalmente, un mortal televisivo, pero que enseguida
entiende leyendo tu libro…
-En mi opinión es importante tener esa
perspectiva histórica para entender el desarrollo que ha tenido la Meteorología
y los cimientos teóricos en los que se sustenta. Dicha base teórica es técnica,
construida con matemáticas y principios básicos de física, y mi labor consiste
en hacerla entender a personas sin formación científica, despertando su interés
y curiosidad.
- Me quedo
maravillada y siento vergüenza de mí misma al comprobar que infieren,
interfieren y es la confluencia de muchos factores los que hacen que hoy nos
hayamos levantado con 4 grados bajo cero y que después al día le haya costado
desperezarse tanto que a las diez pasadas tan solo estábamos dos sobre cero y
haya viento frío, pero al menos viento en la depresión del Ebro…a diferencia de
los días inamovibles de este enero del 2022 sumergido en un anticiclón…
-Incluso con la monotonía anticiclónica con el
que hemos comenzado 2022, cada estado atmosférico es único y diferente a
cualquier otro, ya que el comportamiento del aire es cambiante por naturaleza,
de ahí que, comparando dos días con un tiempo aparentemente igual, existen
multitud de matices que los terminan diferenciando. En una zona como el valle
del Ebro, el citado aire tiene una tendencia natural a canalizarse, lo que
marca su clima.
- ¿Qué variables
y/o factores solemos “pasar por alto”, pero están ahí e interfieren en el día a
día del tiempo que hace?
-Así a vuela pluma, me vienen varios a la
cabeza, como el contenido de humedad del aire, los aerosoles que contiene o el
factor nubosidad. A veces, la presencia de unas tenues nubes altas, apenas
imperceptibles desde la superficie terrestre, determinan, en parte, el
comportamiento observado en la temperatura; por ejemplo, provocando un menor
enfriamiento nocturno.
-
Como meteorólogo, ¿cómo notas todos los días y desde cuando te das más cuenta
de que hay un cambio climático bestial que va haciendo de las suyas? ¿Qué nos
espera?
-Lo que más debería de preocuparnos del cambio
climático actual es su rapidez y la magnitud que empieza a alcanzar, ya que eso
dificulta nuestra adaptación y la del resto de los seres vivos que hay en la
Tierra, de ahí la importancia (vital) que tiene intentar frenar el
calentamiento global descarbonizando el mundo de manera urgente.
- Solo hay que
mirar, por ejemplo, que el enero pasado (2021) casi nos sepulta, a mí
literalmente –dos días sacando de terrazas y calle nieve y otros dos, después,
rompiéndola porque se heló– una borrasca, y este año hemos vivido uno de los
eneros con más frío –los últimos diecinueve días ha helado mucho y todas las
mañanas–, pero sin lluvia…esto tampoco es que sea muy normal…
-Históricamente, han ocurrido hechos tan
extraordinarios como estos con anterioridad, pero la principal diferencia y
singularidad de los que estamos viviendo ahora respecto a los que vivieron
nuestros antepasados, es la cadencia con la que se repiten. Por poner un
ejemplo muy gráfico, el año pasado (2021) en la ciudad de Toledo se registró la
temperatura máxima absoluta de su larga (centenaria) serie climatológica, la
mínima absoluta, el récord, también absoluto, de precipitación acumulada en 24
horas y la mayor nevada registrada en la ciudad.
- Amigo José
Miguel, ¿cómo fue que pensaste en Vicente Aupí para
el prólogo de este libro?
-Conozco a Vicente desde hace bastantes años,
somos buenos amigos y profeso una gran admiración por su trabajo. Sus
publicaciones llevan siempre su sello personal de calidad. Su labor
periodística se ha fundido de manera magistral con sus dos grandes aficiones:
la astronomía y la meteorología/climatología, convirtiéndose en un referente de
la divulgación de ambas materias. Me hacía mucha ilusión que Vicente prologara El tiempo y cuando le hice la propuesta,
no tardó ni un minuto en darme el sí, a pesar de que coincidió que andaba esos
días bastante atareado.
- ¿Qué perfil
soléis tener los “hombres del tiempo”? ¿La mayoría sois físicos o qué?
-Hay 3 perfiles dominantes: los físicos, los
geógrafos especializados en climatología y los periodistas. Cada uno presenta
sus puntos fuertes y débiles, pensando en hombres y mujeres del tiempo en
televisión, aunque al final cada presentador desarrolla unos rasgos y
capacidades que lo hacen único, distinto a los demás. En mi caso, como
divulgador meteorológico de amplio espectro, haber estudiado Física me ha sido
de gran ayuda para llevar a cabo mi labor, ya que me ha permitido situar mi
zona de confort en un punto a mitad de camino entre lo técnico y lo
periodístico, donde me encuentro muy cómodo y, además, compruebo que goza de
aceptación.
- ¿Cuánto les
debéis a “esos pequeños, pero grandes e incansables recopiladores de datos” que
se encargan de las muchas estaciones meteorológicas dispersas por el territorio
y que incluso tienen la suya propia, y que, persistentes y atentos, todos los
días recogen, apuntan todos los datos y hasta levantan la vista y algunos toman
fotos, toman nota del color del cielo y notas de lo que “perciben”? ¿Hasta qué
punto son importantes?
-Vicente Aupí, al que
antes me referí, es una de esas personas. Hay grandísimos aficionados a la
Meteorología en nuestro país, que focalizan su afición de diferentes formas: la
recopilación de datos, la fotografía de cielos… Con el paso de los años, su
importante labor se ha ido reconociendo cada vez más. Pensando en los
colaboradores de AEMET, sus datos se integran en el Banco Nacional de Datos
Climatológicos, lo que permite avanzar en el conocimiento de nuestro clima,
gracias al uso que se da de ellos tanto para la confección de mapas, como para
su tratamiento estadístico, usado en estudios e investigaciones. Los fotógrafos
enriquecen, desde hace ya bastantes años, los espacios del tiempo en
televisión, dándolos una gran vistosidad y haciéndolos muy atractivos para el
telespectador. Mi segundo libro (“200 estampas de la temperie”, equipo Sirius,
2007) lo confeccioné gracias a las maravillosas fotografías de 10 “cazadores de
nubes” excepcionales.
-
José Miguel, ¿cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además,
tiene mucho a ver con el proceso de documentación del libro?
-Desde hacía tiempo, me apetecía resumir en un
libro las cosas más importantes de la Meteorología, dando
al lector una visión general de esta ciencia. Me surgió la oportunidad en 2015,
cuando me encargaron un libro que se ajustaba a eso, para sacarlo a la venta
con El País, dentro de la colección “Descubrir la ciencia”. Lo titulé El universo meteorológico, y fue el
germen de El tiempo, donde hice una
revisión y ampliación de los contenidos, con el resultado que veis. La
preparación de mis libros parte de la abundante documentación, propia y de
otros autores, que he ido recopilando a lo largo de mi carrera como
meteorólogo. Dispongo de una completa biblioteca temática, siempre en crecimiento,
aparte de estar al tanto de la actualidad de la ciencia meteorológica y de las
novedades editoriales. Gracias a eso, preparo mis intervenciones en los medios
de comunicación, artículos y, como en este caso, libros.
- La
investigación, la recopilación de documentación, el contrastar todo ello, el
aproximarse a testimonios, más o menos directos, sobre vuestro trabajo…es una
tarea que requiere de mucho tiempo, minuciosidad, pero también, seguro, de
mucha gratificación al final, al ver el resultado final, ¿qué nos puedes decir?
-Mi trabajo me brinda grandes satisfacciones.
Una de las mayores es conocer la opinión de las personas que leen mis libros y
artículos, me escuchan en la radio o me ven en televisión. Es un gran regalo
ser divulgador científico, aparte de una fuerte apuesta personal, ya que el
esfuerzo realizado no está todo lo bien pagado que debería, aunque no estoy en
disposición de quejarme, ya que, afortunadamente, puedo vivir de este
maravilloso trabajo.
- ¿Y qué
metodología de trabajo sueles seguir? ¿Trabajas sobre un guion de cuestiones
y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?
-Soy un poco anárquico con esto. Cada proyecto
editorial lo abordo de una forma distinta. Normalmente, en una primera fase
reúno una gran cantidad de información (mucha más de la que al final quedará
plasmada en el libro), para, a continuación, ir esbozando una serie de ideas a
desarrollar, a partir de las cuáles voy dando forma al relato.
- Amigo, ¿en qué
estás trabajando en estos momentos? ¿Nos puedes adelantar algo?
-Estoy ya en una fase avanzada de un nuevo
libro. Os puedo adelantar que será sobre el cambio climático y que, si no
surgen contratiempos, se publicaré el próximo otoño. Hay también otro proyecto
editorial que me hace mucha ilusión, pero este de momento es top secret J
- Por cierto, ya
la última, ¿cómo es la relación con los muchos y muy buenos divulgadores
científicos que nos explican el tiempo y la meteorología desde los diferentes
medios de comunicación? Me parece que en Sallent de Gállego os reunís si no
todos, todos los años, ¿verdad? Para compartir los últimos avances, estudios y
demás que os ayudan en el día a día, ¿verdad?
-Desde hace más de diez años se celebran todos
los inviernos (menos los 2 últimos, debido a la situación pandémica) las Jornadas
de Meteorología y Prensa, organizadas por Aramón y
que cuentan con la colaboración de Aragón Televisión. Durante un par de días
nos reunimos en la estación invernal de Formigal un
nutrido grupo de comunicadores meteorológicos, principalmente hombres y mujeres
del tiempo de distintes televisiones, tanto nacionales como autonómicas. Yo ha
asistido –si la memoria no me falla– a seis ediciones. Con los responsables de
la estación se han ido estableciendo unos fuertes lazos de amistad, aparte de
lo bien avenidos que somos el colectivo de los comunicadores. El resultado son
unas jornadas estupendas, en las que hay tiempo para todo: aprendizaje y ocio.
¡Ojalá se retomen en 2023!
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