La
Librería de El Sueño Igualitario
-Jorge eres diputado electo por Unidos Podemos- Ahora
en Común Alto Aragón, perteneciendo a Equo. Explícanos
un poco esta faceta tuya como político.
-En lo personal, mi
faceta política arranca en la Universidad con temas de cultura libre, patentes
y energía, que en 2007 aterrizan en el territorio al encontrar en la asamblea
de Los Verdes por primera vez un lugar para hablar de política municipal. A
partir de ahí voy leyendo y debatiendo ideas, compartiendo y conociendo
reivindicaciones, e implicándome. De 2008 a 2010 conseguimos con mucho trabajo
unir a la constelación de partidos verdes en Equo
como referente de la ecología política, que nace electoralmente con el
surgimiento del 15M, y mantenemos ese trabajo dual de movilización y reflexión
con el apoyo a las candidaturas municipalizas que a su vez son el origen de la
confluencia altoaragonesa en cuyas primarias resulté elegido. Considero el
logro de todo aquello un mérito colectivo, un aprendizaje en lo social de la
mano de grupos increíbles de grandes personas que agradezco tener como
compañeras.
-Porque tu vienes a la política del mundo de la reivindicación
medioambiental, integrante de Equo. Cuéntanos tu
anterior trayectoria por favor.
-Desde la ecología
política siempre se ha tratado de escapar del cliché esencialista. No es en sí
la defensa del medio ambiente como la búsqueda de sentido como individuos y
como sociedad, en cómo producimos y consumimos, pensamos y nos relacionamos. En
esa búsqueda hay una continuidad desde defender los ríos como activista, a
reivindicar el agua pública con acciones en ONGs,
pasando por tratar de aportar soluciones como técnico en el tejido productivo y
la investigación, hasta la implicación en la política institucional para la visibilización de todo aquello como político. No he dejado
de implicarme o estar al tanto en todas esas facetas con las que me inicié.
-Estás, además, muy implicado en causas como la que dice NO al
recrecimiento del Yesa. Explícanos
-Sobre el
recrecimiento de Yesa, es vital entender el proyecto y animo a ver el
documental “Los malos sueños de René Petit” o a
escuchar las intervenciones de hidrólogos e ingenieros de obras públicas, independientemente
de si se empaliza o no con el drama humano de los pueblos afectados y sus
gentes. Es un proyecto no sólo peligroso y sobredimensionado, sino
tremendamente ineficiente, porque parte de un paradigma en el que más embalses
significaban más agua, en el que las precipitaciones no escaseaban por el
Cambio Climático y no existía suficiente conocimiento en la modernización de
regadíos para hacer viable un consumo a demanda. Hoy, que conocemos mejor los
sistemas hídricos y podemos hacer mejores actuaciones, tiene más sentido que
nunca cuestionar el interés general de estas obras, con las que además de hacer
sostenibles y eficientes los sistemas de riego, podemos evitar la vulneración
de los derechos de las gentes de los pueblos afectados.
-Causas cuya implicación y defensa te ha llevado a un
banquillo frente a un juez. ¿Nos puedes decir algo al respecto?
-Puedo decir que es
terrible que por protestar, un ser humano pueda y decida reprimir y
criminalizar a quien ejerce su derecho. Que aunque el sistema lo permita, la
gente no se ha quedado en su casa y nos ha apoyado a los 8 de Yesa con su
protesta, que va mucho más allá de lo que reclamábamos en Artieda:
va de reclamar dignidad y libertad de expresión. Y que gracias a eso, a que no
consiguieron inyectar miedo sino indignación, hoy seguimos libres. Una vez
superado el hito de las penas, seguimos recurriendo la sentencia por
coherencia, lo haremos hasta la absolución, porque no podemos aceptar que esto
le pueda pasar a nadie más. Para mí, todo el proceso ha sido por una parte un
baño de realidad, de lo que ocurre cuando tropiezas con ciertos intereses de
cierto tipo de personas, pero sobre todo un motivo de esperanza y de confianza
en que una sociedad mejor es posible con la participación de todas.
-El agua debería ser uno de nuestros bienes más preciados, pero da
escalofríos cómo maltratamos nuestros acuíferos, ríos ¿Qué nos puedes
reflexionar?
-Creo que formamos
parte de una sociedad que parece empeñada en hacer lo posible por colapsar y
extinguir su especie y las demás, y que lejos de asumir la responsabilidad
hemos creado unas esferas conceptuales para aislar la conciencia de lo real:
producción, economía, desarrollo, éxito… dominación. Aquello de aprender antes
a dividir el átomo que a unir a la gente lo hemos aplicado a conciencia en
todos los aspectos de la vida mediante prejuicios, y así nos va. La solución
que a veces se nos ofrece es dar precio a lo que no habíamos dado valor, pero
es una relación que no funciona en ambos sentidos.
-Además se la maltrata haciéndola objeto de corrupción: caso Aquamed, la contaminación alrededor de Flix
infringida, auto infringida, negligente. Hay para
todos los colores…
El ciclo del agua es
quizás el más dado a este tipo de delitos de corrupción, y no sólo en terreno
abonado como España, es algo generalizado a nivel mundial. La corrupción
sistémica o localizada tiene como origen la falta de valor que a su vez origina
sensación de impunidad. Y está claro que haber conseguido, no con poco
esfuerzo, aumentar las multas de lo que pueden llamarse ‘ecocidios’
(atentados contra los ecosistemas) no acaban de resolver el problema. En la
línea punitiva comienza a aparecer jurisprudencia acorde con el perjuicio
causado gracias a un peritaje cada vez mejor formado, y son de destacar los
intentos por que este tipo de delitos puedan ser juzgados por La Haya como
crímenes contra la Humanidad (https://theconversation.com/why-the-international-criminal-court-is-right-to-focus-on-the-environment-65920?). Ese
reconocimiento legal ha de ser difundido junto con campañas para lograr formas
de convivir más conscientes, libres y felices. Estamos denunciando en el
Congreso ese tipo de casos (contaminación y corrupción) y queda un mundo por
hacer.
-Y ya no te digo nada cuando entran en “juego” el tema
de las depuradoras….
-A esto me acerqué
(más por lo técnico que por lo político) hace poco tiempo, y quien lleva el
peso en Aragón y en las propuestas en el Congreso es Pedro Arrojo, de la mano
como siempre de los movimientos sociales implicados. Es un entramado al que le
dedicamos bastante investigación y una de las prioridades del movimiento de
remunicipalización de las llamadas “ciudades del cambio”. Para ello hay
organizado los próximos 3 y 4 de noviembre un Encuentro de Ciudades por el Agua
Pública donde espero que se consoliden estrategias y se aumente la masa crítica
de conciencia sobre los usos del agua.
-Mas de las Matas es un pueblo del Bajo Aragón,
acogedor y que aporta lo suyo al territorio y retroalimentándose, pero fíjate
es un pueblo que paga, año tras año, una especie de multa por derramar, día a
día, sus aguas negras directamente al Guadalope, afluente del Ebro. No tenemos
depuradora. Estamos contaminando un río importante, sin más ¿Cómo puede
consentirse esto?. Pero es que, además, a su paso
por Mas de las Matas se puede ver como una granja de
cerdos con sus vertidos está en la misma orilla del Guadalope, aunque en el
otro margen. Aquí el Guadalope parte el término entre los municipios de
Aguaviva y Mas de las Matas y la granja, aunque
cerquísima de Mas de las Matas está en el término de Aguaviva, pero esto no
debería ser excusa para defender las aguas de un río. ¿Cómo lo ves?
-Volvemos a la falta
de valor del agua y sus ecosistemas, que a su vez ha implantado sistemas para
cuidarlos donde abunda el dar precio antes que valor. Ese precio asciende hoy a
370 millones del Canon de Saneamiento, más de 130 millones dados por el
Ministerio y recibidos de Europa (que también son nuestros), más las sanciones
de las depuradoras no ejecutadas y los sobrecostes de las que ejecutadas se
dimensionaron con criterios más del mercado inmediato que del mantenimiento que
pueda soportar un pequeño pueblo. Toda esta externalización
de costes es ficticia, repercuten directamente en beneficios para unos pocos y
perjuicios para la gran población y los ecosistemas. Creo que es evidente que
el sistema falla, y que la única forma de poner remedio es una sociedad más
consciente y participativa, no sólo que reclame una Nueva Ley del Agua como la
que estamos preparando en el Congreso con los movimientos sociales, sino que se
informe y lleve esos debates a su pueblo y su barrio.
-Tuviste acceso al TTIP y a poder leer sobre este Tratado de Libre
Comercio. Brevemente ¿qué es y qué puede significar el TTIP si entra en vigor?
-Representa la punta
del iceberg de un proceso de cambio de paradigma hacia las tesis más duras de
Wall Street, que define la economía mundial en dos
grandes bloques de capital. Con esta polarización perdemos no sólo el pequeño
comercio y productores locales, el tejido empresarial local y al final, por
mucho que no acabemos de creerlo, la población mediante el consumo; lo que está
en negociación es nuestra soberanía (como ya le ocurrió a Egipto cuando un
acuerdo similar impidió a su parlamento subir el salario mínimo) y nuestros
derechos, en prácticamente todos los aspectos que se nos puedan ocurrir, pero
principalmente en lo laboral, productivo y alimentario. Como punta de lanza del
TTIP tenemos el CETA con Canadá, gracias al cual podría suceder lo mismo,
incluso con las mismas empresas estadounidenses gracias a sus acuerdos con
Canadá.
-¿Qué lobbies crees que están detrás de este tratado y
qué artimañas han llegado a utilizar o están utilizando para darnos la estocada
final con el mismo?
-Principalmente fondos
de inversión que buscan aumentar el flujo comercial a costa de derechos hoy
protegidos. No son, como argumentan sus defensores, pequeñas empresas
nacionales que tratan de exportar; los principales aranceles son algo del
pasado y evidentemente nadie se opone a que exista transferencia tecnológica e
intercambio de patentes (siempre ponen como ejemplo los estándares de
cinturones de seguridad, por ejemplo), pero esto representa una parte mínima
tanto de los documentos del tratado como de los actores que lo impulsan. La
principal artimaña es camuflarlo como un “Tratado de Libre Comercio”, término
por el que se le conoce cuando la opinión pública desconoce que los TLC de
última generación no tienen que ver tanto con la reducción de los pocos
aranceles que quedan sino con la apertura de mercados en sectores protegidos
por las leyes que garantizan la calidad de nuestros servicios públicos. En
definitiva, una pérdida flagrante de soberanía.
-Gran Bretaña votó por referéndum salirse de la Unión Europea. ¿Hasta qué
punto crees que está o puede estar detrás de él el Tratado del Libre Comercio
que debió de utilizar desde el poder geopolítico hasta el poder de las
presiones versus lobbies para “convencer” a los ciudadanos de que era mejor
dejar la Unión Europea?. Porque, en realidad, quizás lo que le interese a
Gran Bretaña es arrimar el ascua a EEUU que lleva la batuta en esto del TTIP
(junto con otros países como Canadá) y así poder aprovecharse de las
“debilidades” de una Europa que, cada vez, está más alejada de la humanidad y
de los valores sociales. Coméntanos por favor.
-Es posible, aunque
hay que evitar caer en la simplificación de asociar la idea de un país a la de
los intereses especulativos de multinacionales con sede en él. Como he dicho,
la geopolítica (más controlada por fondos de capital que por países) está en el
fondo, y creo que el foco (el nuestro) debe estar en qué ha ocurrido para que
esos poderes hayan logrado convencer a un país. Falta proyecto europeo, y lo
triste es que estamos enterrando aquella supuesta Europa social en el
Mediterráneo bajo mareas de cadáveres. Quizás nunca la tuvimos, pero estoy seguro
que nunca la necesitamos tanto.
-Volvamos un poco más a tu actividad ¿cómo se pasa de llevar una vida
anónima, de activista, con tu profesión, a “vestirse de político”?
-Con humildad y mucho
sentido crítico. Tengo muy claro el tipo de político que no quiero ser, y trato
de rodearme de gente que me lo recuerde, sabiendo que es una etapa que acabará
y tendré que volver. Trato de tomar todas las precauciones posibles en un mundo
en el que he visto mucha mediocridad, porque estoy seguro que muchos políticos
quisieron cambiar un sistema que les atrapó. Y es ahora cuando agradezco haber
hecho en lo personal suficientes sacrificios por coherencia para que ahora
pueda mantener el pulso. Va a ser una etapa interesante.
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