La
Librería de El Sueño Igualitario
Editorial Milenio nos acerca con la pluma de
Jordi Cantavella al recorrido por la vida de un
brigadista internacional de color
presente en el batallón Abraham Lincoln.
Un libro que habla, también de los largos
silencios mantenidos y casi sostenidos en los tiempos y en la historia de los
mismos…
Se trata de una novela que atrapa al lector,
pero mucho más allá de la razón y de la curiosidad lectora, lo hace también
desde las tripas y tocándonos, como un escritor que se viste de duende, el
corazón.
Lo que nos dice Milenio Editorial sobre este
libro:
En los años 80 del pasado siglo en Raimond, un veterano negro norteamericano de las Brigadas
Internacionales, comienza a recordar sus experiencias en España durante la
Guerra Civil y confiesa a la familia, que se enamoró en Cataluña de una joven
llamada Anna. Los recuerdos comienzan cuando el abuelo veterano conoce a Juan,
un joven catalán que sale con su limpia Sarah.
"Sé una
brigadista de tu vida y lucha por tus ganas de vivir, lucha a golpes de fusil
contra el fascismo del fracaso y la infelicidad" De la mano de un
brigadista estadounidense que luchó en la Guerra Civil española, nos adentramos
en una historia emotiva que quiere ser un merecido homenaje a los miles de
hombres y mujeres, héroes venidos de todo el mundo, que lucharon y dieron su
vida en nuestro defendiendo la libertad de todos.
El autor; es guionista y escritor. Tiene en su
haber más de quince libros entre novelas juveniles, ficción y literatura para
adultos .También ha trabajado como traductor y es autor de varios guiones
escritos tanto para la televisión como para el cine. Tiene el gusto, además de ser
el propietario del Bar Astrolabi de Barcelona, un
lugar de encuentro donde se ofrecen, casi a diario actuaciones musicales y
literarias a diario.
Cazarabet
conversa con Jordi Cantavella:
-Jordi, qué te ha llevado a
escribir esta historia de un brigadista en la Guerra de España que había
mantenido tantos años de silencio en torno a su condición de brigadista…
-La gran mayoría de mi producción literaria son libros de humor, es
algo que me sale natural. Además me gusta que la gente ría, es algo necesario. Sin
embargo siempre he querido escribir una novela sobre la Guerra Civil… pero no
me atrevía. Mi familia estuvo muy implicada con el bando republicano. Mis
abuelos y tíos abuelos se metieron de lleno… curiosamente ninguno de ellos
quiso hablar jamás de sus experiencias de la guerra, teníamos que extraerles la
información en cuentagotas.
Pero hubo una excepción, a mi abuelo paterno, en una celebración, le
servimos más cava de lo habitual y ese día habló sin freno y lo que nos contó
fue desgarrador. Buena parte del material bélico de la novela son experiencias
reales de mi abuelo, que fue carabinero y sirvió en el frente con una
ametralladora. Ese silencio de mi familia y que alguien se soltara, me inspiró
el silencio del protagonista de la novela.
-Pero me da que pretendes como
rendir homenaje a todos los brigadistas.¿Qué
nos puedes decir?
-El caso de las Brigadas Internacionales es único. Eran gente sin
preparación militar que abandonaron la seguridad de
sus hogares para defender la libertad en un país que para muchos les era
desconocido. La mayoría de ellos ni siquiera entendían nuestra lengua. Fue un
acto de generosidad ejemplar. Hay que pensar, por ejemplo, que un
afroamericano, durante los años treinta no era nada en su tierra, era
despreciado por sus compatriotas blancos. Pues que más 80 norteamericanos
negros vinieran a luchar por la libertad de personas blancas les convierte en
seres humanos dignos del mayor de los elogios. Claro que he querido homenajear
a esos 75.000 hombres y mujeres que vinieron a ayudarnos.
-¿Qué lugar ocupa aquí el
silencio?,
-El silencio es una respuesta al trauma de la derrota, al miedo a la
persecución que sufrieron los brigadistas del Batallón Abraham Lincoln, al
querer olvidar los horrores que tuvieron que vivir. El silencio en esta novela
es la calma que reina justo antes de una tormenta, la tormenta en forma de
relatos que contará Raimond, el protagonista, a su
nieta y sus amigos.
-Para el protagonista, el
brigadista, arrastrando su silencio debe ocupar un lugar, pero para los que le
conocieron y no supieron de su pasado como brigadista, el silencio, debería
ocupar un lugar muy diferente, casi como el del desengaño por no contar con la
confianza del protagonista.
-Sí, eso crea un choque moral a su hijo, que se da cuenta que ha
vivido toda su vida con un desconocido. Para su nieta es un feliz
descubrimiento y nace una profunda admiración… hasta que estalla una verdad que
les explota en el rostro. Los familiares no entienden por qué cruzó el
Atlántico para jugarse la vida.
-Y ahí
está Joan, el chaval, que es el catalizador de
esa rotura con el silencio y el pasado, también es como un “cambio de marcha”
de todo
-Siempre digo que una canción, un poema, o una comida pueden
desenterrar recuerdos que permanecían arrinconados en algún rincón olvidado de
nuestro secreto. Joan, un chaval barcelonés que vive en san Diego, en casa de
su amiga prepara un alioli… al abuelo se le escapa que ya lo había probado… a
partir de allí da rienda suelta a sus recuerdos.
Me apetece contaros algo. Esta entrevista también me ha despertado
recuerdos. Mi bisabuelo fue todo un personaje, anarquista hasta la médula, tuvo
que huir a Francia cuando la caída de Catalunya y estuvo en el campo de
concentración de Argelés, con buena parte de mi
familia. Su nombre era Pascual Membrado Ejarque y
nació en… El Mas de las Matas. Parte de mis raíces las comparto con vosotros.
-Y claro, luego está el
protagonista, el brigadista Raimond que ve, puede que
encuentre el momento ideal para abrir su particular caja de Pandora, ¿no?
-Se le escapa cierta información al hablar sin pensar y ha despertado
la curiosidad de los presentes, no le queda otro remedio que hablar, y una vez
que ha empezado, ya se suelta. No le queda otra que revelar secretos que
mantuvo callados durante toda su vida y que pensaba llevarse a la tumba.
-De todas maneras, desde fuera se
siente “como justificado ese silencio” dado que los brigadistas que volvieron
de la Guerra en España fueron mal mirados, apartados y más si eran de color…
-Los veteranos del Batallón Abraham Lincoln fueron los primeros
excombatientes norteamericanos que fueron mal recibidos en su propia tierra. Al
ser la mayoría comunistas fueron considerados ciudadanos sospechosos y
sufrieron persecución el resto de sus vidas. El caso de la Caza de Brujas del
senador McArthy se cebó especialmente con ellos. Es
uno de los episodios más vergonzosos de la historia de los Estados Unidos.
El olvido también es un maltrato. Los norteamericanos aman su
historia, aman a sus héroes. En el cine rinden homenaje incluso a gángsters. Pero, cada vez que pregunto a un norteamericano
si sabe quien fue Oliver Law, no conocen la
respuesta. Oliver Law fue el primer oficial negro norteamericano
que mandó tropas blancas estadounidenses en toda la historia de los EEUU. ¡Y
nadie lo conoce!
-Y Raimond
desata una historia de compromiso, valor y también amor, ante toda una familia
que compadece, ante la historia, atónita…
-Raimond es afroamericano, al abandonar los
EEUU deja de ser tratado como un negro, un limpiabotas. En España se le trata
como a un “camarada”, él descubre el amor propio, la dignidad y la libertad en
nuestro país. ¡Claro que se deja la piel por la República! Sí, también conoce
el amor durante la guerra, Anna, una enfermera de Girona.
-De los años ochenta, en los que se
conocen Sarah y Joan y se abre una historia de amor y se desarma el silencio de
Raimond pasamos al año 1996 en que se
retoma la historia en Barcelona pasan unos años en que Sarah, la nieta de Raimond y Joan estuvieron enamorados, pero, luego,
separados, pero se vuelven a reencontrar…Pones , como
si se tratase de Matriuskas a historias dentro de la
gran historia, ¿qué desafío supone esto como autor?
-Eso fue relativamente sencillo, entremezclar diferentes historias no
es complicado. Aproveché también el homenaje que se les hizo en España en 1996.
Yo estuve presente en los actos organizados en Barcelona y los disfruté en
primera persona. Incluí las dos historias de amor para que el libro no fuera
cien por cien bélico. Para que el lector o lectora puedan sentirse
identificados con los personajes, es importante saber que, además de valientes,
pueden ser dulces con quienes aman.
Lo que ha sido de verdad arduo es el hecho de utilizar personajes
auténticos. Fue una responsabilidad enorme porque tienen hijos y nietos vivos que pueden acaso
leer la novela. Al final decidí hacerlos míos y que fluyera la historia. Eso
sí, los traté con sumo respeto.
-Y la Guerra Civil y el pasado de
brigadista de Raimond sigue latiendo y tú
lo vas desgranando…
-Sí, al haber una ruptura en el tiempo y el reencuentro, Raimond continúa narrando su historia a partir de donde se
cortó.
-Con Raimond
y su compromiso con los valores que representaba la Segunda República y que le
hicieron realizar muchísimos kilómetros para cambiarle la vida completamente,
porque a todos los que vinieron, en mayor o menor medida, les cambió la vida…
-Lógico, todo lo que le sucedió a Raimond
condicionó el resto de su vida. Una guerra es lo peor que le puede pasar a una
sociedad. Alguien que ha estado en el frente cambia, jamás volverá a ser el que
era antes de vivir en el infierno y la sinrazón. Las cicatrices no están
únicamente en el cuerpo, su alma quedará también dañada.
-Me da que es una historia de
historias pero, también, de personajes. Tienen mucha fuerza, todos ellos,
¿verdad?
-Todos tienen fuerza porque les toca vivir situaciones límite en las
que hay que echar toda la carne en el asador. Los brigadistas soportan la
espantosa experiencia del combate, ver morir a sus amigos y tener que matar
enemigos. Quiero destacar que los personajes femeninos tienen una fuerza
especial, un carácter extraordinario porque, además de enfrentarse a los
peligros de la guerra, se enfrentan al machismo de la época. Demuestran un
coraje mayor que el de los soldados.
-Te debió de apasionar sumergirte
en el proceso de documentación para la composición de este libro, ¿fue así?,
¿qué fue lo más difícil?
-La Guerra Civil siempre me ha interesado. No me considero un experto,
pero sí que no era un tema desconocido, me he documentado exhaustivamente para
no caer en los errores imperdonables que encontramos en demasiadas novelas
históricas. Claro que ha sido apasionante investigar el tema, hablar con
superviviente, pisar escenarios reales…
-¿Cómo anduvo el proceso de
escribir la historia y la metodología de trabajo?
-El proceso creativo es muy duro en un autor literario, te conviertes
en una persona ausente, asocial con los que te rodean. A veces estás en una
conversación y tu mente está en la novela y sin darte cuenta dejas de escuchar.
Lo más duro es crear el esqueleto de la narración. Una vez la tienes y ya has
dejado de borrar páginas de material que no funcionaba, empiezas a embellecer
el texto, añadir más personajes y tramas secundarias… es entonces cuando
disfrutas creando.
Mi metodología es bastante anárquica, no soy nada organizado, no
utilizo escaletas ni fichas de personajes. Creo un rompecabezas y luego voy
llenando los espacios que quedan vacíos. Para volverse loco. Hasta que llega un
momento en que te das cuenta de que la historia funciona sola y que los
personajes tienen vida propia.
Escribir es arduo, a veces desagradecido, pero cuando has creado una
historia que causa reacciones en la sensibilidad de las personas, provocas su
risa o las lágrimas, es precioso. Me encanta escribir, paso más hambre que un
maestro de escuela, pero no solo de pan vive el hombre.
25793
El brigadista. Jordi Cantavella
320 páginas 15 x 24 cms.
19,00 euros
Milenio
Joan es un adolescente barcelonés que durante los años ochenta vive en San
Diego (California). Está enamorado de una compañera suya de clase, Sarah. La
chica le invita a su casa para celebrar su cumpleaños. Allí Joan conoce a Raimond, el abuelo de Sarah, que muestra vivo interés por
el joven español. El viejo afroamericano habla más de lo que hubiera deseado y
acaba confesando que durante la Guerra Civil Española formó parte del
contingente norteamericano del batallón Abraham Lincoln. Los primeros
sorprendidos son los familiares de Raimond, que
ignoraban que este era un veterano de guerra. El brigadista cuenta cómo
combatió en la batalla del Jarama, en Brunete y en el
Ebro. Recuerda cómo conoció a Anna, una enfermera catalana que se transformó en
el amor de su vida. Paralelamente tiene lugar una historia de amor entre los
jóvenes Joan y Sarah. Su relación se ve truncada por un sórdido episodio, pero
vuelve a ser retomada en Barcelona, en 1996.
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