Cazarabet conversa con... Basilio Trilles, autor de “Ilustrísimo canalla”
(Sargantana)
Basilio Trilles escribe una novela
thriller—con no pocos rasgos que rozan la novela negra-- muy, muy descarada y
esclarecedora, casi a modo de crónica, de lo mucho que se ha ido filtrando y
posando en la sociedad…dado por sentado que la realidad casi siempre supera a
la ficción.
Lo narra en primera persona y es que Trilles
lleva el periodismo en la sangre.
El autor, Basilio Trilles, tirando de la
protagonista hace que nos reconciliemos, durante la lectura, con ciertos
ideales….
Lo que nos cuenta la sinopsis: La periodista
Carmina Ferré levanta las alfombras de una mafia de intereses orquestada por el
cacique político Jaime Gallardo, que siembra de corrupción el territorio en el
que opera. Carmina desenmascara al sátrapa, aupado por las urnas, siguiendo la
máxima de buscar la verdad y contarla, aun a riesgo de su propia vida. Gallardo
ha logrado amasar una ingente fortuna sirviéndose de la política. Amoral,
temerario como buen ludópata, mafioso, despiadado con sus adversarios, sin
límite en la ambición. Pero también dotado de un don de gentes fuera de lo
común que le hace cercano entre gran parte de la ciudadanía. Un líder populista
arrollador que ha logrado convertir la provincia, en la que ejerce el poder
absoluto, en un auténtico feudo del que es dueño y señor. Hasta que Carmina
regresa a la ciudad en la que nació para dirigir un nuevo diario con la
irrenunciable voluntad de ejercer un periodismo independiente. La basura que irá
encontrando la situará en un callejón sin salida del que intentará escapar con
la incondicional ayuda de Santiago Sierra, antiguo amor y capitán de la Guardia
Civil. Una historia sorprendente en la que la realidad supera a la ficción.
El autor, Basilio Trilles:
(Castellón, 1960).Es periodista y escritor.
Cursó estudios superiores de Periodismo y Ciencias de la Información en la
Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia. Presidente fundador de la
Asociación de Periodistas de Castellón (APCS). Autor de las novelas El español
de la foto de París (Inédita, 2009), Tiempo de valientes (Planeta, 2012) y La
espía de Franco (Almuzara, 2018). Ha sido director de los periódicos Castellón
Diario (1987-1991) y Heraldo de Castellón (2003-2005). Jefe de prensa del Ayuntamiento
de Castellón (1983-1985), director del Gabinete de la Alcaldía del citado
consistorio (1991-2003). Desde 2005 es director de Altavista Comunicación. Ha
escrito varios libros divulgativos sobre el mundo de la mar. Entre los premios
y galardones obtenidos cabe destacar el I Premio Día del Mar del Ministerio de
Cultura y el I Premio Fuerzas Armadas de la III Región Militar. Ponente en los
cursos de verano de la Universidad Jaume I. En distintos periodos
profesionales, colaboró con Radio Nacional de España, Cope y la Cadena SER. En
la actualidad escribe en las páginas de opinión del diario Levante-EMV, es
tertuliano de Mediterráneo TV y colaborador habitual de los ciclos literarios
de Ámbito Cultural de El Corte Inglés.
Cazarabet
conversa con Basilio Trilles:
-Amigo Basilio, ¿qué te ha llevado a
escribir esta obra narrativa que es todo un thriller y con muchos rasgos y
características de ser una novela negra o tener ingredientes para serlo?
-Esta novela era como una asignatura
pendiente, producto de casi cuarenta años de experiencias en el ejercicio
profesional del periodismo. Me he salido de la línea literaria en la que suelo
trabajar: El español de la foto de París (Inédita 2009), Tiempo de valientes
(Planeta 2012) y La espía de Franco (Almuzara 2018), todas ellas desarrolladas
en escenarios históricos como la I Guerra Mundial, Guerra Civil Española
y posguerra, II Guerra Mundial, y trufadas de personajes reales (Blasco Ibáñez,
Amado Granell, Franco, etc.). Con Ilustrísimo canalla (Sargantana 2020) he
narrado una historia de pura ficción, aunque inspirada en experiencias vividas
como periodista. Experiencias que, por otra parte, dan para más de una novela.
La realidad siempre supera la ficción.
-Basilio,
¿qué es para ti la narración?, ¿qué sientes cuando te pones el disfraz de
narrador o contador de historias? ; ¿qué pretendías al sumergirnos en este
ejercicio narrativo…?
-En este caso sobra el disfraz,
narrar contando historias desde la óptica literaria es una prolongación
natural de la actividad del periodista profesional. No puede entenderse la
literatura en mayúsculas sin grandes periodistas como Dos Passos, García
Márquez, Delibes, Hemingway, Camus, Pérez Reverte y una larga nómina.
Con Ilustrísimo canalla he pretendido
mostrar una radiografía descarnada, por desgracia bastante real, de unos
tiempos y unos personajes que tuvimos que sufrir. Mientras asistíamos a la
perversión de la democracia y el estado de derecho.
-¿Qué
te inspiró esta historia, por otra parte, como muy suspendida en el aire....como
una verdad callada entre nosotros?—sobre todo si somos valencian@s o sabemos
mucho de su realidad sociopolítica e incluso política--. ¿Qué te lleva a
acercarte a ese lado oscuro detrás de los “grandes focos”?
-Cuatro décadas de periodismo dan para
mucho. He vivido en directo todo el proceso político, económico y social que se
ha producido en nuestro país desde la Transición. La Comunidad Valenciana,
fruto del endiosamiento que propicia la carencia de moralidad, ha sufrido
desgraciados episodios de corrupción política. Situaciones indeseables que
también se han producido en otros territorios: Caso Pujol, ERTs de Andalucía,
Caso Bárcenas, etc. Hasta el momento se habían escrito algunas cosas sobre
corrupción, siempre desde el punto de vista del empresario en el papel de
inductor, caso de la monumental obra de Rafael Chirbes Crematorio. Así que
Ilustrísimo canalla denuncia la organización de una trama mafiosa desde el
despacho del cacique político que controla un territorio, haciendo pasar por el
aro a los empresarios. En esta ocasión el corruptor y diseñador de la
estructura delictiva es el político, pasando de ser el corrompido al papel
estelar de corruptor. Faltaba destapar esa vertiente.
-Tu
manera de concebir el ejercicio periodístico...lo que sientes por el oficio del
periodismo ¿es lo que te lleva a escribir de manera tan suelta y a
presentarnos, todavía, esas almas, casi errantes y casi anónimas—pero que las
hay---que todavía creen en la esencia del periodismo?
-Aquello que nos enseñaron en la facultad
de “buscar la verdad y contarla” siempre ha sido una meta complicada, pero con
el paso de los años se ha vuelto casi imposible. El periodista es un
profesional que intenta cada día dar lo mejor, así lo creo salvo excepciones
que las hay en todos los gremios. Otra cosa son los intereses de las empresas
de comunicación para las que trabajan los periodistas. El profesional de la
información, en la mayoría de los casos, es un asalariado que depende de quien
le paga, y cada vez hay menos posibilidades de cambiar de trabajo.
-Esencia
del periodismo que intentaré describir un poco. Un trabajo, un oficio que
cuenta o debería intentar hacerlo, contar lo que pasa ; poner cuestiones
constantemente encina de la mesa; realizar preguntas incisivas y por qué no incómodas---como
un ejercicio tomado como de total naturalidad--... intentar ser lo más
independiente posible y luego mirar a la verdad e intentar plasmarla, ¿qué nos
puedes decir?
-Vivimos momentos complicados para la
profesión. Vuelvo a incidir, no hay que perder de vista que el periodista es un
trabajador más y cada vez es menos libre a la hora de realizar su trabajo. Los
editores son quienes tienen la sartén por el mango. Hay magníficos periodistas
que sacrifican la brillantez y la verdadera deontología para no salirse de las
normas que les marcan las empresas, con el fin de poder subsistir. Es muy
triste, pero el periodista es un ser humano normal que necesita pagar el
alquiler, la hipoteca, comer, etc. Está muy bien aquello que decía Mario
Benedetti al referirse a la censura y a los condicionantes que marcan los intereses
de las empresas en el trabajo de los periodistas: “Siempre nos quedarán las
paredes y nuestra propia sangre para poder escribir”. Benedetti, al que respeto
inmensamente, hace una metáfora muy alejada de la realidad. De todas formas, lo
que él dice ya lo hacían los primeros cristianos en la catacumbas, cuando eran
perseguidos por los romanos. Y, claro, no estamos en aquella tesitura. Hay que
ser realistas, la gran mayoría de periodistas hacen lo que pueden, que no es
poco.
-¿Por
qué eliges a una periodista frente al cacique al que much@s lector@s casi te
diría que reconocen en no pocas personas relevantes de aquella tierra, de aquel
escenario de escenarios...?
-Carmina Ferré, la protagonista
representa a un reducido grupo de periodistas que, pese a tantos intereses
bastardos, peligrando la propia integridad física, se enfrentaron, en la medida
de lo posible, a la satrapía política que anidó en la Comunidad Valenciana y en
otros territorios de España. Quién nos iba a decir que Jordi Pujol, tantos años
venerado y considerado el President en mayúsculas, acabara siendo el capo de
una organización familiar que actuaba de forma mafiosa. Lamentablemente hay
tantos ejemplos de corrupción... Me pareció justo que una mujer periodista
simbolizara el ejemplar papel que desempeñaron tantos compañeros y compañeras,
solos ante el peligro. Muchos de ellos estigmatizados y abandonados a su
suerte.
-La
verdad es que en la región que habitas—recordemos que eres de Castelló—ha
habido, para nuestra desgracia, un buen abanico del que escoger de corrrupt@s
que se han aprovechado de la confianza en el voto para, simplemente,
enriquecerse y lanzarse al vicio de vicios, no me digas que no te has inspirado
un poco en ello o que no te has sentido influido...
-En una novela de ficción uno se
inspira en personajes y hechos que conoce. Desde luego que en mi tierra hemos
tenido un abanico de sinvergüenzas borrachos de poder, llegados al paroxismo de
creerse intocables. En la Comunidad Valenciana los casos han sido llamativos
pero, repito, la corrupción política ha minado todo el territorio nacional,
contaminando a prácticamente el conjunto de las siglas políticas, en menor o
mayor medida. Esa es una enfermedad social brutal, que gangrena los pilares del
Estado de derecho y sacude los principios de la democracia.
-Y
explícame,¿ cómo es escribir un thriller de canallas
en una tierra que fue hasta gobernada y salpicada por verdaderos canallas que
han dejado como esa sombra...?
-Varias décadas de ejercicio
profesional en lo que yo denomino la dos orillas, los medios y las instituciones,
dan para bastante. Conoces personajes de todo tipo y situaciones en las que la
realidad supera la ficción.
-Además,
con los años que llevas trabajando y entre los escenarios de la actualidad,
viviendo en directo con todo lo que se ha vivido en aquellos lares
donde las dudas estaban en todo y en todas partes....seamos claros, entre la
corrupción ¿qué conclusiones has podido ir volcando aquí?
-El mal es inherente al ser humano.
‘Ilustrísimo canalla’ es una radiografía del mal, como cara real de las
personas. Siempre digo que el más simpático, embaucador, atractivo, es el
demonio. Todo ser humano tiene su parte de demonio, que se ve potenciada con el
poder político. Por desgracia hemos tenido una serie de políticos que
obnubilados por el poder desarrollaron lo peor de ellos mismos. Incluso, estoy
seguro, alguno de los más indeseables estaba convencido, por enajenado, que
daba más a la sociedad de lo que recibía. Resulta flipante, pero todavía no he
visto a ni ningún corrupto pedir perdon, pero sí sentirse víctima.
-Amigo
Basilio,¿ la realidad destroza a la ficción?-Pero lo
bueno que tiene la ficción es que ante la corrupción puedes ir construyendo
otro escenario de escenarios, ¿es así?... para no “castigarnos “ tanto a los
lectores y para que tú como escritor no vayas tan “cargado”...
-Por desgracia, la corrupción viene
siendo el pan nuestro de cada día, difícil es encontrar un territorio en el
mapa de España que no esté salpicado por la mala praxis, el abuso, el
latrocinio y el engaño de la clase política. Es triste la realidad.
‘Ilustrísimo canalla’ es una novela cuya trama puede situarse en cualquier
lugar y seguro que los lectores seguirán encontrando paralelismos. Desde luego,
la Comunidad Valenciana da para mucho a la hora de inspirarse y escribir sobre
corrupción.
-De
otra manera, te hubieses encargado a escribir ensayos, ¿no es así?, ¿qué nos
puedes decir?
-Un ensayo sobre la corrupción es más
tarea de sociólogos, antropólogos o políticos arrepentidos. Una novela es
algo muy diferente auqne, en ocasiones, no menos aleccionador que un ensayo.
-Pero
detrás de la corrupción y entre la corrupción, aunque fuesen pocos...también
había y hay atisbos de gente honrada, ¿qué nos puedes decir y cómo lo lleva
sesto a la ficción_?
-Sin duda alguna, por suerte hay más
gente honrada que corrupta, dentro y fuera de la política. Existen infinidad de
personas auténticas que creen en unos ideales y en un modelo de sociedad que
defienden con absoluta entrega, de forma honesta, sin llenarse los bolsillos y
en ocasiones a riesgo de su propia integridad física.
-Hasta
para el título has sido sutilmente un poco, o un mucho, cínico, ¿no?... ¿por
qué eliges ese título?
-No veo cinismo, ilustrísimo es un
adjetivo que define a un alto cargo responsable de una institución pública. Si
le sumamos canalla, da como resultado un título bastante gráfico, contundente,
que indica muy bien de qué va la novela.
-En
tus creaciones ¿qué papel quieres darles a los personajes…?, ¿prioritario
frente a la trama y al escenario?, aunque me da que en una novela tan descarada
como la presente, una que nos ofrece y nos muestra un panorama “como tan
descarnado”, nada es gratuito....
-Los personajes son muy vivos y
directos. En cuanto a que la novela sea descarada, bueno, esa es una
apreciación que corresponde a los lectores. Hasta este momento nadie me había
hecho semejante comentario.
-Porque
parece que el papel de la trama siempre es el eje sobre el que gira todo lo
demás---hasta la paciencia, satisfacciones e insatisfacciones del escritor o
escritora--, pero a veces la ósmosis entre personajes y trama es tan fuerte que
interaccionan de una manera…
-Creo que al escritor no le
corresponde analizar tanto. Cuando escribes siempre hay un fin, que es que
llegue tu mensaje. Si al final lo consigues y el lector además pasa unas horas
entretenido para después reflexionar sobre lo que le has contado, es magnífico.
-¿Cuál
y cómo es el papel que le otorgas al escenario en el que se pasean los
personajes y se desarrolla la trama?
-Para mí los escenarios nunca son
secundarios, me gusta describirlos bien. En esta novela, que se sale de mis
cánones, también era muy importante situar bien los escenarios, que dicen mucho
de cuanto narro.
-Se
nota, al menos yo lo veo así....que te lo has pasado muy bien escribiendo,
creando e imaginando esta historia, ¿no? ;pero me da
que eres tan incisivo que algunos se pueden dar por aludidos y no sé si con
esto uno va “por la terreta” tan tranquilo...
-Cuarenta años de periodismo en los
que he dirigidos dos periódicos, primero en los años del plomo de la banda
asesina ETA y después teniendo que sufrir a peligrosos corruptos de la
política, hacen que uno, al final de los años, esté curtido en estas cosas. Voy
la mar de tranquilo por mi “terreta” y duermo a pierna suelta.
-¿Los
personajes que muestras y haces desfilar en tu historia han ido cambiando tal
como los pensaste en un inicio bajo el influjo de la trama?,¿ O es más bien
algunos rasgos de la trama los que cambian bajo el influjo, influencia o
enamoramiento al que te someten, como escritor, algunos de los
personajes?
-En esta ocasión los personajes
estaban perfectamente definidos desde el principio, cosa que no siempre me ha
ocurrido en otras novelas. Y sí, los rasgos de la trama se van adaptando a los
personajes.
-Amigo,
¿nos puedes hablar del proceso de documentación, búsqueda de fuentes, lectura
de otros libros y demás que hay detrás de este libro?, porque el libro
tiene también, lejos de la ficcón, esa “buena carga” de tarea en la
documentación....-Este período, en el trabajo del escritor, es apasionante,
pero muy afanoso y trabajoso... tanto que, a veces, incluso nos puede sumergir
en cierta ansiedad... ¿cómo lo has llevado?
-Cada autor tiene sus técnicas de
trabajo en el compromiso de crear una obra, en la que debe intentar aunar todos
los ingredientes para no defraudar a los lectores. En mi caso le doy una gran
importancia al trabajo de investigación y documentación, en eso procuro ser
riguroso en extremo. En ‘Ilustrísimo canalla’, teniendo claro desde el
principio el perfil de los personajes y los ejemplos reales en los que me he
inspirado, la labor de documentación ha sido menos ardua que en otros proyectos
como ‘El español de la foto de París’ (Inédita, 2009), ‘Tiempos de valiente’
(Planeta, 2012) y ‘La espía de Franco’ (Almuzara, 2018).
-Y,
¿cómo ha sido el día a día de trabajo, tu metodología de trabajo para construir
esta novela?
-Soy bastante anárquico, no trabajo
con un único patrón. Cada una de mis novelas está elaborada de una forma
distinta, en función de la situación personal y profesional del momento.
-Este
trabajo, ¿te ha abierto la mente y la curiosidad a indagar más sobre algunos de
los aspectos tratados en el mismo?; ¿nos puedes hablar de trabajos en los que
estás sumergido ahora?
-Un autor nunca puede decir que no
volverá a repetir en algo, de momento voy a seguir con la novela histórica
sobre temas del siglo pasado. Ahora estoy escribiendo la segunda parte de ‘La
espía de Franco’, pero el lector que desconoce la primera no tendrá ningún
problema para adentrarse en la sorprendente historia que transcurre en
Portugal, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Suiza y España, entre 1947 y 1948.
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