Cazarabet conversa con... Xavi
Ballester, autor de “Huir no significa nada” (Milenio)
Un libro, una
novela, en la que el autor te dice y te explica, muy a su manera, que es muy
posible “poner tierra de por medio”; “dejar atrás aquello que esa que nos inquierta…”, pero el autor lo que nos viene a contar es que
“escapar” o “huir” de nosotros mismos y de lo que somos es del todo imposible…
La sinopsis del
libro, aquello que nos cuenta Milenio:
¿Es posible huir de
uno mismo? Los personajes de estos relatos descubren que se trata de una huida
imposible, un viaje sin camino. Sin embargo, lejos de caer en la desesperación
y revestidos de una discreta valentía, deciden afrontar lo que son y no rehuir
las difíciles circunstancias que les ha tocado vivir. Un padre que sueña con
coches rojos, un hermano que vive en un barco en lo alto de una montaña, una
hija que regresa a la casa en la que creció, una madre que reclama el derecho a
volver a reír, un matrimonio sin casa por culpa del banco, dos parejas
atrapadas alrededor de una piscina, un músico al que no dejaron ser músico, la
amistad más generosa y cómplice que tan solo puede surgir entre dos mujeres al
límite. La acción de estas historias se expande como una detonación a cámara
lenta en unos paisajes muy concretos: el sur de Cataluña, el interior de
Galicia o las callejuelas de Lavapiés. Los relatos de Xavi Ballester están
trabajados a partir de una prosa económica que reivindica la contención y la
lentitud. Un trazo sereno que nos recuerda que la pausa y el silencio son un territorio
propicio para la empatía y el diálogo.
El autor, Xavier
Ballester: Nacido en Barcelona en 1974,
aunque hubiese preferido nacer en Winesburg y
llamarse George Willard. Licenciado en Filología
Hispánica por la UB, en 1999 obtuvo su primer premio literario con el
poema Ciudad de los huérfanos. Ganador del XV Premio de narrativa corta Tinet Ciudad de Tarragona 2012 con el relato Ous Ferrats, editado por Cossetània. Ganador del Premio 7lletres 2015 con el
conjunto de relatos Porexpan i polaroids, publicado
por Pagès Editors, y ese
mismo año ganador del Premio Cronoviatge de la
editorial Males Herbes. Ha dirigido el programa de
literatura Lletraferits en Radio Molins de Rei y fue uno de los
impulsores-editores de la revista literaria Rosita (revistarosita.com).
Si sigue empuñando el bolígrafo es porque todavía cree en la bondad de Andrés
Hurtado (el personaje de Baroja), porque no se cansará nunca de escuchar Purple Rain, porque sigue releyendo los versos de Valente y
desarmándose con la elegancia de Richard Ford. Si queréis verle en carne y
hueso, lo encontraréis en la librería Obaga de
Barcelona.
Cazarabet conversa con Xavi Ballester:
-Xavi ¿qué es lo que te
ha hecho escribir este conjunto de relatos que tienen como denominador común,
de alguna manera, la huída?
-El primer impulso es la
necesidad de explicar historias anónimas, cotidianas, pero que encierran una
fuerza vital extraordinaria por parte de sus protagonistas. Y la literatura me
permite realzarlas para que no pasen desapercibidas, éste es el poder de la
literatura que me gusta e intento crear: desvelarnos la belleza y las claves de
la condición humana a partir de situaciones muy comunes.
-Da la impresión que dibujas a través de las palabras
muchas cosas que has visto o vivido directa o indirectamente…¿Qué
nos puedes explicar?
-Más que vivirlas
directamente, cada relato nace a partir de algún hecho o situación que me han
explicado o he conocido a través de otras personas. Necesito que la historia
que escribo mantenga un amarre con algún elemento o persona real, aunque
evidentemente después la escritura me permite modificarla para intensificar su
potencial literario.
-Uno o una puede poner tierra de por medio entre
seres, entre la sociedad, entre lugares….y sentarle bien, normalmente se hace
por estoy, ya digo, la distancia en según qué cosas suele resultar bien para la
salud del que realiza la acción y para los que se quedan atrás….pero uno o una
no puede librarse de uno mismo, ¿verdad?....
-Esta es una de las
lecciones que aprenden los protagonistas de los relatos: han vivido o se han
tenido que afrontar a situaciones difíciles y la mejor manera de superarlas es
asumirlas, asumir que somos y siempre seremos todo aquello que hemos vivido.
Allí donde vayamos, llevamos nuestra propia y particular mochila.
-Leyendo tu biografía y cito:
“Nacido en Barcelona en 1974, aunque hubiese preferido nacer en Winesburg y llamarse George Willard”…ya
casi “noto” que tú mismo sufres de ese síndrome que, por lo demás, no es nada
raro…
-Se trata de una
broma/homenaje a Sherwood Anderson y su
extraordinario libro Winensburg, Ohio. La lectura es,
sin duda, una forma de huída, pero una huída que acaba siendo encuentro con
otros seres humanos y con uno mismo.
-¿Qué lugar ocupa aquí la
soledad, el anonimato, el pasar desapercibido o desapercibida…?
-Uno de las carencias
actuales es nuestra incapacidad para estar solos, saber estar con uno mismo,
sin la necesidad de la exposición permanente a la que nos obligan las redes
sociales. Lo mejor que nos pasa en la vida, nos pasa en nuestra intimidad.
-¿De tener un ”poder” de esos dignos de los cómics
querrías ser a gusto y disfrute un “escritor invisible”?
-¡No estaría nada mal! Me
permitiría observar, robar y tomar notas en mi libreta para mis historias
-Al final, claro, si somos nosotros los que lo
asumimos todo y lo fagocitamos todo….claro o lo tienes muy claro o el escenario
no es nada si vas con él cargando con todo…-¿No temes caer en cierto
“nihilismo” al reflexionar sobre el “ir y venir” del ser humano ante la vida y
sus escenarios?
-Todo lo contrario, creo que
mis relatos son precisamente un alegato contra cualquier nihilismo o cinismo.
-En cambio como escritor, aún hablando de huidas,
tiendes puentes y lugares de encuentro, ¿no?
-Claro, estamos condenados a
entendernos con los que nos rodean. La escritura es un ejercicio solitario, perto de clara vocación de diálogo. Al menos, así la
entiendo yo.
-Me da que es como en Obaga
es un punto de encuentro, casi Quijotesco, en que esto de tener Librería es bregar
con molinos y no precisamente de viento….son más bien buitres---con todo el
respeto a estos grandes voladores---, ya me entiendes. ¿Qué nos puedes
reflexionar?
-Abrir la librería Obaga en pleno Eixample de
Barcelona es ya de por sí una declaración de principios. Los vecinos nos han
recibido con los brazos abiertos, hartos de locales de inmobiliarias y
supermercados 24h. Somos michos los "quijotes" y, como diría Juan
Ramón Jiménez, somos una "inmensa minoría".
-Amigo, ¿en qué andas trabajando en la actualidad?
Estoy finalizando una novela, que me exige unos
mecanismos distintos del relato corto, ambientada en la Barcelona actual y con
unos protagonistas que luchan por poder ser ellos mismos.
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