La Librería de El Sueño Igualitario

cubiertaViviendaprotegidawe.jpgCazarabet conversa con...   Noelia Cervero Sánchez, autora de “Las huellas de la vivienda protegida en Zaragoza. 1939-1959” (Rolde de Estudios Aragoneses)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El libro de la mano de la autora, nos lleva de la mano por el urbanismo de Zaragoza revisando el paréntesis temporal de 1939 a 1959.

Un libro, analítico y muy minucioso, desde la pluma estudiosa e investigadora de Noelia Cervero Sánchez.

El libro forma parte de la colección: Cuadernos de Cultura Aragonesa, 63

El libro está editado por Rolde de Estudios Aragoneses.

La sinopsis, aquello que nos cuenta y explica el libro:

Las huellas de los edificios, como las huellas del hombre, hablan del orden social, de las técnicas y del hábitat de las generaciones que nos han precedido, cuya aportación nos ha traído al momento presente, y a su vez determina nuevos caminos. Con esta perspectiva, se han elegido doce casos representativos de la variedad de estándares urbanísticos y edificatorios que el Estado favorece a lo largo de ese periodo en Zaragoza, y se ha realizado un acercamiento a ellos desde la escala urbana y desde las circunstancias actuales.

La amplitud de ámbitos a los que van dirigidos, da lugar a una diversidad de paisajes urbanos y de espacios domésticos que se muestran como realidades interconectadas. La aproximación a las huellas de estos conjuntos urbanos se realiza de forma gráfica, y en base a ella, se lleva a cabo un estudio histórico de su formación y evolución, teniendo en cuenta las razones que los generan, las políticas que los rigen, y los sistemas tipológicos y constructivos que aportan. El conocimiento de lo que estos conjuntos son y significan, es esencial para valorarlos y afrontar las situaciones derivadas de su evolución hasta el momento actual.

Las huellas de la vivienda protegida en Zaragoza, 1939,1959 ha sido editado por Rolde de Estudios Aragoneses en colaboración con el Observatorio Aragonés de Arte en la Esfera Pública de la Universidad de Zaragoza, con apoyo del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.

La autora, Noelia Cervero Sánchez:

Es profesora ayudante en la UP de Arquitectura de la Universidad de Zragoza.

Arquitecta por la ETSA, Universidad de Valladolid-2004-.Tiene un Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte y Doctora por la Universidad de Zaragoza. En la actualidad, su actividad profesional se vincula a  los estudios Sicialia y Asociados, Aqso y d2arq, con reconocimientos y difusión de obra en revistas como AV, Vía Construcción, Future Arquitecturas o Achitetti. En 2011 traslada el desarrollo de herramientas gráficas al ámbito de la docencia y la investigación. Su actividad investigadora se une a proyectos I+D+i adscritos al MNECO, al grupo de investigación CONSOLIDADO Observatorio Aragonés del Arte en la Esfera Pública, a la Universidad de la Sapienza y a la Real Academia de España en Roma. Su trabajo ha sido publicado en revistas científicas como Informes de la Construcción, Ciudad y Territorio, EGA, Urbano o ACE y ha formado parte de Seminarios, Congresos y Encuentros Internacionales.

 

 

Cazarabet conversa con Noelia Cervero Sánchez:

1264202_1.jpg-Noelia, coméntanos el porqué de este libro, ¿qué te llevó a llevar a cabo el estudio, la investigación y demás del urbanismo en Zaragoza en ese espacio temporal?

-El libro comenzó con una propuesta del profesor Jesús Pedro Lorente, desde el Observatorio Aragonés de Arte en la Esfera Pública. Empecé a darle forma a una idea en la que se condensaba el tema que ha centrado gran parte de mi investigación desde el año 2010, el de la vivienda protegida, que abordé en mi tesis doctoral desde la perspectiva de la regeneración urbana y el medio en el que me siento más cómoda, el dibujo, que para los arquitectos es nuestro medio natural de expresión y en el que tengo la suerte de trabajar desde la docencia en la titulación de Arquitectura de la Universidad de Zaragoza.

-Estamos hablando de la inmediata posguerra y de los primeros años en los que las ciudades se fueron como asentando, después de un conflicto que dejó destrucción, hambre, barriadas que vivían casi de cualquier manera. Seguramente todos esos factores y algunos más han influido en ese estudio.

-El objeto de estudio se centra en aquellos ámbitos de la ciudad de Zaragoza formados por vivienda construida con regímenes de ayuda del Estado, durante el periodo comprendido entre los años 1939 y 1959. La delimitación temporal del ámbito de estudio, atiende a un criterio histórico y político. Comienza en 1939, cuando el final de la Guerra Civil da paso a un periodo de racionalización administrativa, en el que la vivienda, intervenida por el Estado, se concibe de una manera unitaria desde la necesidad. Y termina en 1959, cuando el Plan Nacional de Estabilización abre una etapa de despegue económico y desarrollo industrial, en el que la vivienda pasa a convertirse en objeto de inversión y su concepción deja de ser unitaria. Como bien dices, se trata de un periodo complejo de recuperación en el que las ciudades además han de adaptarse a los cambios que conlleva el despegue de su industrialización. 

- ¿En aquel período la arquitectura primaba sobre el urbanismo o era más bien al contrario?

-Creo que ambos conceptos no pueden entenderse por separado, y menos en este momento. Su origen se enmarca en unas circunstancias sociales y económicas muy concretas. Aunque Zaragoza no sufre una destrucción significativa de su casco urbano, se enfrenta al reto de dar alojamiento a una buena parte de la población como consecuencia de un fuerte movimiento migratorio procedente del campo. La vivienda que durante este periodo se construye, como resultado de la política del nuevo régimen para paliar el problema, tiene un efecto doble. A escala urbanística, por su decisiva presencia en la expansión de la ciudad, actuando como colonizadores de espacios e, independientemente de su evolución posterior, manteniendo a lo largo del tiempo una identidad notoria. A escala edificatoria, en las condiciones de vida que ofrece debido a su vocación innovadora, tanto por los criterios que introduce desde la legislación, como por la exploración que aportan desde la propia arquitectura.

-Mira, ayer mismo estaba mirando un reportaje sobre una figura muy influyente más allá de estas fronteras del arquitecto Josep Lluís Sert y me llamó la atención la interrelación que este influyente arquitecto imprimió entre estas dos disciplinas, ¿no?

-Antes de conocer a Le Corbusier personalmente, Sert ya se había familiarizado con sus ideas gracias a Urbanisme y a otros dos libros comprados en París, y la obra que desarrolla a lo largo de su vida muestra una gran influencia por su arquitectura. Su etapa en Estados Unidos también influye fuertemente en su pensamiento, como se refleja de una forma muy gráfica en su libro Can our cities survive? En él advierte de los peligros que entraña la forma de crecimiento de la ciudad americana, cuya extrema movilidad hace que unos barrios se degraden a los pocos años de su construcción. La dispersión resultante produce como consecuencia la creciente movilidad del individuo y por lo tanto de la propia ciudad. Según sus palabras: “el crecimiento de la industria, la revolución de los sistemas de transporte y de comunicación, los nuevos medios de expresión y la nueva técnica de la construcción son factores que tienden a incrementar la movilidad de la urbe”. El efecto de este fenómeno en el individuo es su creciente aislamiento, ya analizado en la psicología del commuter de Faulkner. Su obra siempre ha sido muy valorada en nuestro país y también estas investigaciones sobre la ciudad americana, con el consecuente efecto a nivel teórico.

-Noelia, ¿cómo era la Zaragoza como ciudad que empezaste a estudiar?

-Tras la Guerra Civil, con las Ordenanzas Generales como único planeamiento, el crecimiento de la ciudad continúa una evolución similar a la de periodos anteriores. El criterio fundamental que guía el proceso de sub-urbanización es la dilatación de la red de transportes, que al permitir el desplazamiento de la población, conlleva la correspondiente expansión del mercado del suelo. La falta de control sobre este desarrollo favorece que, en torno a la ciudad, se forme un cinturón de parcelaciones particulares, trazadas con el interés de un aprovechamiento máximo, que llevan a un escenario de caos y miseria. Para incorporar estas áreas periféricas al planeamiento, las Ordenanzas se complementan con el Anteproyecto de Ordenación General de 1943, un primer intento de organización que determina las alineaciones. Su adaptación a la Ley del Suelo de 1956 da lugar al Plan General de Ordenación Urbana (PGOUZ) de 1957, que mantiene el mismo modelo radio concéntrico, con anillo de circunvalación y sistema radial de accesos.

-¿Cómo le influyó la guerra y la posguerra en su urbanismo y en su evolución? ¿Cómo empezó a asentarse la vivienda protegida en Zaragoza?

-Zaragoza se adapta rápidamente a la nueva situación política tras el comienzo de la guerra, sin verse afectada en gran medida por ella. Urbanísticamente sin embargo, arrastra desde principios de siglo una situación crítica, que se agudiza ante la expulsión de las clases populares del casco urbano, como consecuencia de operaciones de reforma interior. Con ellas, el Ayuntamiento favorece a la población económicamente más potente, que pasa a ocupar estos espacios, pero evita actuar en los barrios autoconstruidos de la periferia, escudándose así en evitar su legalización. La situación de pobreza que se extiende en esta área perimetral, unida a la gran necesidad de alojamiento, llevan a la Corporación Municipal a tomar la iniciativa de emprender, de manera urgente, actuaciones enfocadas a la construcción de nuevas barriadas. Para tener una visión amplia de la variedad de vivienda que se impulsa en esta etapa, se contemplan todos los tipos de promoción favorecidos por la legislación: Ayuntamiento, empresas, entidades benéficas, cajas de ahorro, sindicatos, e iniciativa privada.

-¿Cómo era la vivienda protegida en Zaragoza? ¿Tenía características diferenciadas con otras ciudades que también, de alguna manera, vivían un proceso de transformación urbanística?

-Las características de estas actuaciones podrían generalizarse a las de la época en otras ciudades españolas, de hecho la normativa que las rige es única y las actuaciones promovidas desde entidades estatales se realizan de forma unitaria para todo el país.

Su ubicación inicial, en posiciones cercanas al ensanche o colonizando el medio natural, condiciona su futura relación con la distribución socioeconómica de la ciudad, aunque manteniendo siempre una fuerte identidad. Su funcionamiento parte de una forma de entender la habitabilidad que excede la vivienda, con dotaciones o servicios comunitarios propios y siguiendo los dictámenes de la arquitectura moderna, habitualmente mermados por limitaciones económicas, que provocan una tendencia a la unificación y la homogeneidad.

En cuanto a los tipos edificatorios, se detecta una gran variedad de formas de agrupación. Los conjuntos de vivienda colectiva permiten entender cómo se produce la transición desde los primeros tipos en manzana cerrada como Ágreda Automóvil, a ordenaciones semiabiertas, como las de los grupos Francisco Caballero o Agustín Gericó, llegando a la manzana abierta, con mayor o menor densidad y libertad de ordenación, como ocurre en Andrea Casamayor, Alférez Rojas o el grupo Salduba. Existen también conjuntos de vivienda unifamiliar en hilera destinada a  favorecer la adaptación a la ciudad de la población procedente del campo, como el Grupo Venecia. Finalmente, también se encuentran casos de vivienda unifamiliar con edificación aislada, como el grupo Torres de San Lamberto, para los militares americanos, que aporta tipologías, materiales e ideas muy diferentes a los casos anteriores. La gran variedad de características tipológicas y constructivas dependen del tipo de promotor, y de usuario al que van dirigidas, así como del momento en el que son construidas.

-Se podría realizar un recorrido específico sobre la cuestión, ¿verdad?

-Por ejemplo el recorrido que realiza el libro, un recorrido cronológico y dibujado por doce de estos conjuntos de Zaragoza. En él se parte de las huellas que han ido dejando en la ciudad, es decir, de las plantas analizadas con el espíritu del arquitecto argentino Eduardo Sacriste cuando dice que «el plano es la huella que dejan las épocas pasadas». Las huellas de los edificios, como las huellas del hombre, hablan del orden social, de las técnicas y del hábitat de las generaciones que nos han precedido, cuya aportación nos ha traído al momento presente.

Se realiza un acercamiento progresivo desde distintos umbrales físicos con un mismo método de representación que muestra las plantas bajo una misma escala. Estos umbrales sirven como soporte para tratar cada uno de los aspectos que condicionan el comportamiento de los conjuntos. Se toma como punto de partida una escala que excede sus límites, para conocer su situación relativa respecto a su entorno y la configuración de la ciudad. A continuación, se trata el propio ámbito del conjunto entendido como unidad de planificación, prestando atención a los espacios libres, que estructuran las circulaciones y condicionan la vida urbana, y a la edificación, en función de las tipologías y calidad espacial.

-Hoy y ahora: ¿qué de imprescindible en cuanto a la arquitectura y urbanismo no debemos de olvidar de aquella época?

-Creo que es importante señalar que se trata de una época en la que la vivienda se convierte en instrumento al servicio de las necesidades de la sociedad. En el libro, el resultado construido, es decir estos conjuntos residenciales, son estudiados como vestigios de un momento que permiten conocer su papel en la evolución de la ciudad y en la introducción de nuevas ideas, fundamentales en la evolución de la arquitectura española hacia la modernidad.

-¿Hay mucho patrimonio arquitectónico y/o urbanístico que pasa desapercibido? ¿cómo hacer que no pase? Supongo que libros como el tuyo pretenden, de alguna manera, además de estudiar hacer que no olvidemos para nada.

-Sin ir más lejos, estos conjuntos de vivienda. Llevan años pasando desapercibidos, de ahí la intención que esconde este recorrido, su puesta en valor y su interpretación como un tipo de patrimonio muy diferente del monumental. Creo que esta labor de documentación tiene espacial interés en un momento en el que parte de ellos, principalmente aquellos con condiciones iniciales más ajustadas y menor mantenimiento, llegan a la actualidad con síntomas de obsolescencia y abandono y otros, ante la falta de protección patrimonial, han sido objeto de procesos irreversibles de transformación.

El conocimiento de lo que son y significan estos ámbitos residenciales es esencial para valorarlos y afrontar situaciones derivadas de su evolución hasta el momento actual. Entiendo mi trabajo por tanto, como una contribución a mantener la memoria de lo que son y representan para que puedan así redefinirse contribuyendo al desarrollo equilibrado del territorio.

 

 

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