unnamed.jpgCazarabet conversa con...   González de la Cuesta, autor de “Hotel Voramar” (Sargantana)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

González de la Cuesta escribe una historia muy acompasada teniendo como escenario ilustre el Hotel Voramar de Benicasim en Castellón..

Un thriller en el que los personajes, casi se podría hablar de narrativa coral, se distribuyen por la trama de forma tranquila para trasladar “cierto nerviosismo lector, pero del bueno”—el de querer comerse el libro y la lectura---, a la comunidad lectora.

Apuesta por esta historia de historias de posguerras la Editorial Sargantana.

La sinopsis de este libro:

Un hombre y una mujer en busca de saldar las cuentas con su pasado se conocen en el Hotel Voramar de Benicasim mediada ya la década de los cincuenta del siglo pasado. Él, miembro del PCE en desconexión militante; ella, ex esposa de un alto dirigente del Partido Nazi, tratando de olvidar y recomponer su vida. Ambos, damnificados por el fuego amigo de las dos grandes ideologías totalitarias del siglo XX, encuentran, en el amor que va surgiendo entre ellos, bajo el aroma estival del Mediterráneo, el consuelo necesario para volver a ser felices. Pero la felicidad siempre se bebe en pequeños sorbos.
Un abogado de Castellón es contratado por una hermosa mujer francesa para que indague sobre el pasado de su abuelo, a quien no conoció. Otra vez el Hotel Voramar, ahora en la actualidad, vuelve a ejercer su influjo amoroso sobre esos dos personajes, que tendrán que ir recomponiendo una parte de la historia familiar de ella mientras luchan contra sus sentimientos para descubrir que siempre hay un recodo en la vida de las personas cargado de sorpresas.

González de la Cuesta (Madrid 1958). Reside en Castellón desde 1991. Es licenciado en Geografía e Historia por la U.C. de Madrid. Autor de las novelas “Larga tormenta de otoño”, finalista del Premio Fernando Lara de Novela 2010, autopublicada en 2011 y “Nunca seremos los mismos” (Unaria Ediciones 2013). Autor de los ensayos “La Brecha” (Ediciones Algón 2015) y “Campos de Castilla. Machado y la Generación del 98” (Edición digital), y de los artículos: “Cuando la ciencia se hizo ficción (Revista Octubre. Universitat Jaume I. Num. 9 Octubre 2015); “Los vapores del vino en la literatura del Siglo de Oro” (Revista Jot Down. Mayo 2017); “La influencia del clima en los comportamientos culturales de la humanidad” (Revista Jot Down. Noviembre 2017). Colaborador del diario Levante de Castellón. Actualmente Presidente de la Asociación de Escritores de la Provincia de Castellón.

 

 

 

 

 

Cazarabet conversa con González de la Cuesta:

 

964396.jpg-Amigo, ¿qué es lo que te ha llevado a escribir esta novela …? Háblanos un poco de cómo se te ocurre esta historia de historias…

-A los escritores nos están circulando permanentemente ideas por la cabeza sobre posibles novelas, que normalmente duran unos días y desaparecen. Pero, siempre hay alguna que permanece y puede acabar siendo una novela. 

 En el caso de “Hotel Voramar”, el proceso fue largo y venía de lejos. Primero estuve alrededor de cuatro años dándole vueltas a una idea central: quería escribir una novela que tuviera como eje argumental el Hotel Voramar de Benicasim. A partir de ahí, fui imaginado posibles tramas que dieran cuerpo a la idea central.

Hay otro propósito que tenía en mente desde hacía varios años: escribir una novela en la que se reflejara los daños colaterales que las dos grandes ideologías totalitarias del siglo XX: fascismo y comunismo, habían provocado en sus propios seguidores.

A partir de ahí, solo tuve que juntar los dos planteamientos y darle cuerpo literario. En este sentido, he de decir que yo empiezo a escribir con tres o cuatro ideas argumentales, que luego casi nunca se cumplen. Es decir, sé cómo empiezo, pero no sé cómo voy a acabar. Dejo que la historia se vaya desarrollando conforme voy escribiendo, lo que me exige paradas para ordenar ideas y tener toda la novela en la cabeza a lo largo del proceso de escritura.

-¿Te gustan las narraciones corales? y cuando digo lo de corales voy más allá de que manejas, ya de entrada y como protagonistas a bastantes protagonistas…me refiero, también desde el contenido al continente …toda la novela en global..

-Desde el punto de vista que tú planteas, sí me gustan las narraciones corales. En realidad, son los personajes los que van dando cuerpo y contenido a la narración, aunque, si te fijas, todos ellos pivotan alrededor de uno o dos principales. En el caso de “Hotel Voramar”, todo gira en torno a la historia de Petra Müller y Marcos Sampedro, aunque en la segunda parte parezca que son otros los protagonistas. Además, hay un tercer personaje que está omnipresente toda la novela: el hotel.

-No en todas las novelas el escenario es un elemento tan presente y ya desde el título…¿por qué eliges el Hotel Voramar como denominador común de ese lugar en el que se dan cita todos los protagonistas?

-La razón es muy sencilla. El Hotel Voramar de Benicasim es toda una institución cultural en la provincia, sobre todo por lo que representa la historia que tiene detrás: hotel restaurante donde se reunía la alta burguesía de València en los años 30; hospital de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil, hasta 1938, y posteriormente, hospital de la Sangre del bando franquista hasta que acaba la guerra; sede de la Sección Femenina de la Falange durante los años 40; y referente turístico a partir de los años 50.

Es un hotel por donde pasaron personajes de la talla de John Dos Passos, Alejo Carpentier, André Malraux y Ernest Hemingway. Pero lo más cautivador es que está ubicado en un lugar hecho para veranear al borde del Mediterráneo.

-Particularmente, amigo González, ¿qué te evoca este Hotel frente al Mediterráneo…?

-La sensación de estar en un hermoso rincón del Mediterráneo, tranquilo y cargado de historia. Es una evocación literaria constante.

-¿Podemos decir que el Hotel Voramar es un escenario, un lugar lleno de historias, mítico?

-Por supuesto. No solo es un lugar lleno de historias reales e imaginadas, él mismo es una historia que no se puede desligar del siglo pasado. Todo ello lo hace un lugar mítico, sobre todo porque la literatura se ha encargado de darle ese calificativo. Son varias las novelas escritas con el hotel como inspiración.

964410.jpg-Amigo, ¿por qué planteas esta historia de historias---al menos hay dos historias como más centralizadas y que son eje—ubicadas en dos épocas, una la casi inmediata posguerra y la otra en la actualidad?, pero después cada lector o lectora de cada historia, de cada personaje, hasta de la ubicación le puede sugerir…

-La novela tiene dos partes diferenciadas en el tiempo, como bien dices. Pero hay un hilo conductor que las une como ya dije antes: Petra Müller y Marcos Sampedro, en la historia que viven en el hotel y su prolongación en el tiempo, hasta la actualidad. Ello me da pie para hablar de momentos históricos vividos por ambos personajes. Pero lo importante, en definitiva, es lo que le sugiera a cada lector o lectora. Ellos son los que tienen, siempre, la última palabra.

-¿Crees que esto de que nos entre ese “poder de imaginación” es porque quizás conozcamos la zona o porque quizás podamos conocer, directa o indirectamente, alguna historia real que tiene ciertas convergencias con lo que nos planteas en Hotel Voramar?…

-Puede ser, pero no puedo afirmarlo. A fin de cuentas cada uno hace una lectura de la novela que, indefectiblemente, está traspasada por sus vivencias. Es lo bueno de la literatura, que activa nuestra memoria sensitiva y los recuerdos que han ido construyendo las personas que somos. Por eso, una novela se convierte en muchas novelas, en tantas como lectores tenga.     

-Amigo hay novelas y novelas; ejercicios narrativos y ejercicios narrativos…pero hay novelas en las que es más que  evidente que sí que ha debido de hacer un ejercicio de documentación bastante exigente…¿cómo ha sido y cómo se te ha dado?

-Esta novela, como todas las que escribo, me ha requerido un importante esfuerzo de documentación. En este aspecto soy muy exigente, porque no me gusta hablar de momentos históricos a la ligera, quizá sea una deformación de mis estudios académicos en Historia. Pero por otro lado, actualmente internet nos facilita bastante a los escritores la documentación, aunque con la red hay que ser muy cuidadosos y si tengo dudas siempre acudo a la consulta bibliográfica.

También, el trabajo de documentación tiene que ver con la imposibilidad de dominar los asuntos históricos con la precisión que yo, por lo menos, me exijo.    

-¿Y cómo creas después o paralelamente; nos puedes hablar de esa metodología de trabajo?

-Como ya dije antes, el proceso de creación, en mi caso, tiene dos partes: el pensamiento de la novela y la escritura. Como no soy de hacer fichas de nada, toda la novela: personajes que van surgiendo, lugares, situaciones, etc., tiene que estar en mi cabeza, lo que me deja, cuando me pongo a escribir, mucha libertad en el proceso de escritura, pero, por el contrario, tengo que ser muy cuidadoso con las contradicciones o repeticiones.

Soy vago para escribir, no más de una página diaria y con recesos de días para descansar u ordenar ideas. Nunca tengo prisa por acabar una novela, proceso que viene a durar entre un año y dos.

La mayoría de los personajes van surgiendo al hilo de la narración. Unos perduran y otros son flor de un día.

En cuanto al proceso de documentación, en lo general suelo consultar antes de empezar cuando estoy pensando la novela, y en el detalle me documento sobre la marcha,  cuando la escritura lo exige.

A fin de cuentas, escribir una novela es una aventura en la que si el escritor no se divierte, va a ser difícil que consiga reclamar la atención del lector. 

 

 

_____________________________________________________________________

Cazarabet

c/ Santa Lucía, 53

44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Tlfs. 978849970 - 686110069

http://www.cazarabet.com

libreria@cazarabet.com