cover.jpgCazarabet conversa con...   Gracia Dorel-Ferré, editora del libroLe patrimoine industriel dans tous ses États. Un hommage à Louis Bergeron” (APIC)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El libro Le patrimoine industriel dans tous ses états, es un homenaje a Louis Bergeron. Reúne las contribuciones de unos cincuenta especialistas en el patrimonio industrial de Francia, Europa Occidental, Rusia, América Latina, África del Sur. Celebra el 20o aniversario de la Asociación para el Patrimonio Industrial de Champagne-Ardenne (APIC), fundada a raíz de las enseñanzas de Louis Bergeron, uno de los padres fundadores del patrimonio industrial en Francia. Vincula con el desarrollo de la disciplina nacida en los años 70 del siglo XX y que el profesor Bergeron y Gracia Dorel-Ferré habían esbozado en 1996, en Le patrimoine industriel, un nouveau territoire, publicado por Ediciones Liris , ahora agotado, pero disponible en línea en www.patrimoineindusriel-apic.com. Sigue las orientaciones definidas por el gran historiador, repercutidas en las tres partes del libro: Epistemología del patrimonio industrial, Nuevos campos de estudio, Mediación y transmisión, que esbozan los contornos de una civilización de los siglos de la industria, a la que pertenecíamos aun hace poco. El libro pretende ser un manual, un estado de la cuestión y un incentivo para nuevas investigaciones.

Palabras clave: patrimonio industrial; patrimonio visible, patrimonio invisible, inventario monumental; archivos; energía; máquinas; memoria oral; internado para obreras; almacenes multi-proveedores ; movilidad; fabrica; manufactura, pueblo obrero, rehabilitación, reconversión, museo de sitio, mediación, educación al patrimonio, desindustrialización.

 

 

Cazarabet conversa con Gracia Dorel-Ferré:

GraciaDorel-Ferre.jpg-Amiga, ¿nos puedes explicar el por qué de esta reflexión que toma forma de libro? 

-En 2017 celebramos los veinte años de la asociación que había fundado en el 1997, la APIC (Asociación para el patrimonio industrial de Champagne-Ardenne). Me parecía interesante hacer un balance del trabajo realizado des de esta fecha, y de hecho hemos trabajado mucho. Organizamos, el 2017, un coloquio de tres días de conferencias, con el formato que había adoptado des de un principio para los encuentros que habíamos organizado: contribuciones locales, nacionales y extranjeras, con la idea que lo local es lo que nos aprende a trabajar, pero que necesitamos rápidamente comparar con realidades semejantes o diferentes, en los espacios vecinos pero también en espacios más lejanos. Al cabo de los tres días, durante los cuales hablaron los equipos con quienes he trabajado des de 20 años, en Francia, en España, en Rusia, en Méjico, etc. el material era tan enorme e interesante que valía la pena presentarlo en un libro. Fue también un trabajo bastante duro, más bien a solas, pero era mi ilusión hacer un libro hermoso, al nivel de la tarea que nos habíamos impuesto.

-Gracia, ¿nos puedes acercar a la figura de Louis Bergeron, a quien homenajeas en este libro?

-Louis Bergeron fue mi director de tesis, y uno de los introductores más activos del patrimonio industrial en Francia. Dirigía un seminario de doctorado de Patrimonio industrial en la École des Hautes Études en Sciences Sociales en Paris (EHESS) la prestigiosa alta escuela fundada por Fernand Braudel. Me apunté a su seminario, y fue para mí toda una felicidad. El pensamiento de Louis Bergeron era muy claro, parecía siempre evidente, pero en realidad su capacidad de sintetizar era algo asombroso. Yo, por mi parte, venia de la pedagogía, y había experimentado una metodología eficaz para abordar el patrimonio industrial, así que después de leer mi tesis, me animó en escribir un libro con él, sobre la epistemología del patrimonio industrial. Fue Le patrimoine industriel, un nouveau territoire, publicado en 1996, Ediciones Liris. Había, entonces,  muy poca reflexión teórica, y nuestro libro sirvió de manual a generaciones de estudiantes. También la época valoraba las monografías y por lo contrario, Bergeron estaba convencido que solo con un trabajo de campo, comparado con otros,  podíamos progresar. Comparar, sin cesar. Ha sido mi credo, a mí también.

-¿Qué dejó en  la memoria del Patrimonio Industrial de Francia Bergeron?

-Estamos olvidando hoy todo lo que le debemos: una visión de la industrialización global, que puso Europa en relación con el mundo, y que no empezó, como lo dicen, con el milagro inglés. Como gran conocedor de la historia de Italia, insistió sobre las situaciones industriales que caracterizaron Europa antes del siglo XVIII. Para él, la revolución industrial en Inglaterra no era ninguna fatalidad. Hoy día, grandes historiadores como Kenneth Pomeranz no dicen otra cosa, hablando de China. Pero además, como sucesor de Fernand Braudel, estaba convencido que solo un estudio de campo estrechamente ligado a los archivos de toda clase, podía dar su plena significación al patrimonio industrial. En esto se diferenciaba de los anglo-sajones que se limitaban en hacer estudios de sitios.

image002.jpg-Pero me da que, ante todo, era un humanista dedicado, por devoción y vocación, al Patrimonio Industrial…

-Efectivamente. Había empezado su trabajo de historiador interesándose con los manufactureros del Primer Imperio. Cuando se aboco al patrimonio industrial, era por la misma razón: ver muy de cerca a toda esta infinidad de seres humanos que consiguieron nuevos productos que iban a facilitar o a embellecer la vida de una gran parte de la gente. Para él, el patrimonio industrial, en palabras de su discípulo y amigo Denis Woronoff, era la mejor manera de entrar en “la sociedad fabricante”.

-Y es de pensar que esa pasión por el Patrimonio Industrial iba más allá de Francia…..su manera de hacer, ver y trasladar lo que le conmovía desde el Patrimonio Industrial, cruzó fronteras, ¿verdad?; ¿cómo lo podemos y lo debemos ver?

-El estudio de un edificio no podía satisfacer su curiosidad. Para él, un edificio no solamente tenis historia, si no que representaba también los constructores y los emprendedores que lo habían deseado y pensado, los técnicos, a veces venidos de muy lejos, que aportaban su saber a la producción, los obreros que cotidianamente trabajaban allá, los comerciantes que se encargaban de vender el producto, muchas veces acompañándolo en tierras extrañas, los clientes que lo usaban y pedían mejoras, los concurrentes que copiaban el producto y a veces inventaban soluciones etc. Esto valía a decir que un producto ne se entiende si no se entiende el espacio de difusión. Pronto entendimos que para entender la revolución industrial en Francia, teníamos que visitar países de Europa, de América, de Asia…y rápidamente, tuvimos la idea que nada se puede aislar de un conjunto que solo, explica lo que abarca.

-Con este libro, también se rinde memoria al veinteavo aniversario de la Asociación para el Patrimonio Industrial de Champagne-Ardenne…háblanos un poco de ella y de las actividades que hace, ahora, en el presente…

-Como dije más arriba, para Bergeron, necesitábamos estudios de campo, y me vino la idea de fundar una asociación para estudiar el patrimonio industrial de la región donde, después de veinte años como profesora en una escuela normal,  ejercía de inspectora de segundaria. No había nada por el estilo, aunque no pocos profesores trabajaban sin saberlo, en esta dirección. Empezamos a organizar encuentros temáticos, sobre agroindustria (fuimos los primeros en hacerlo en un momento en solo se consideraban los pesos pesantes de la industria, la minería y el textil…) sobre la hidráulica, sobre vivienda obrera etc…cubriendo todos los campos del patrimonio industrial y siempre de la misma manera: con aportaciones locales, pero también nacionales e internacionales. Los ejes de la metodología de Bergeron fueron siempre respectados. Todos estos encuentros fueron publicados en una colección Les Cahiers de l’APIC. Con esto, habíamos atraído el interés de algunos servicios de la región, y me propusieron el financiamiento de un Atlas del patrimonio industrial de Champagne-Ardenne, en 2005, que es todavía una referencia y no ha sido superado.

04-Titre-partie-1.jpg-En estos veinte años, ¿qué hay más…qué podemos destacar?, respecto a la Asociación…

-Somos orgullosos de haber contribuido al Inventario del patrimonio industrial de la región Champagne-Ardenne. Somos la segunda región a acabar el inventario, después de la región del Poitou-Charentes. Y no hay tercera….de momento.

-El libro es un triángulo, como explicas desde la introducción, un triángulo en perfecto equilibrio: un manual, la analítica en la cual se reflexiona sobre el estado de la cuestión del patrimonio industrial y claro una especie de “invitación” a más preguntas, reflexiones e investigaciones. Vamos, amiga Gracia, si te parece por parte:¿en qué estado está el Patrimonio Industrial en Francia?-¿Y en las otras zonas sobre las que “se miran” las reflexiones del libro?

-Tanto en Francia como en Europa, en los países de antigua cultura, el patrimonio industrial no ha sido adoptado fácilmente. Y es que el patrimonio legado des de tiempos remotos como la antigüedad, el románico medieval o el Barroco han ejercido una competencia muy dura. Basta solo con ver lo que se ha clasificado tanto en los países como en la lista del patrimonio mundial: hay comparativamente, muy poco patrimonio industrial. Una iglesia o un castillo en seguida se valoran y se defienden. Para el patrimonio industrial ha sido mucho más difícil. Lo han considerado feo, trivial…los primeros sitios que se han conservado han sido los que tenían algo de arquitectura interesante o especial….Pensemos que la gare d’Orsay, en Paris, hoy museo del siglo XIX, fue a punto de ser derribada para construir pisos de lujo! A pesar de todo, la sociedad ha evolucionado pero para muchos sitios, es una disposición que viene tarde. Otra dificultad han sido las rehabilitaciones que bajo el pretexto de dar una segunda vida al patrimonio industrial en desuso, han borrado completamente lo que era el edificio en tiempos de la industria. Quizás estamos a tiempo para intervenir, con realizar itinerarios comentados por programas interactivos que se descargan en el smartfone, pero esto no se sustituye a un edificio definitivamente modificado que tiene poco que ver con lo que fue en el pasado. No es que esté hostil a una reutilización del patrimonio industrial, pero este debe ser respetuoso del edificio y de su sentido propio. …

El  problema más importante es el de la responsabilidad del Estado al momento de poner en valor o rehabilitar un edificio. Si este ha sido clasificado, el Estado paga una importante parte (unos 80%) de lo que cuesta rehabilitarlo. Por eso, delante del inmenso patrimonio del siglo XX, el Ministerio de la Cultura en Francia solo da “labels” es decir una marca que reconoce el valor de este patrimonio pero que no le obliga a participar al presupuesto.

12-Sous-partie-2-4.jpg-Bueno es un manual porque mediante el libro, su lectura y demás podemos manejarnos en y desde ciertas perspectivas desde rutas a más investigaciones….y el libro está muy escrito y pensado como un acompañante, ¿qué nos puedes explicar?

-Mi objetivo era hacer un libro bonito, con unas fotos dialogando con el texto, de manera a que el patrimonio industrial parezca, justamente, agradable, curioso, espectacular, en fin, atractivo para quienes lo quisieran hojear. Pero también querría que el contenido fuera como la síntesis de esta joven disciplina. Pensad que no se enseña el patrimonio industrial como tal, en ninguna universidad, y no hablemos de la secundaria! Se habla del patrimonio industrial, y poco, en formaciones de futuros agentes culturales, dentro de muchas otras cosas. El libro, entonces da las bases imprescindibles. Hubiera podido editar las tres introducciones como un manual, pero siguiendo la ruta diseñada por Bergeron, los estudios de caso, detallados pueden ser vistos como ilustraciones o como perspectivas de lo que el lector puede contemplar en su entorno.

-¿Qué investigaciones crees que se abrirán gracias a poner negro sobre blanco desde este libro?

-Para mí, las investigaciones a venir tendrían que aclarar el concepto de civilización en los siglos de la industria, de la misma manera que se habla de la civilización romana o medieval. Esto supone tres líneas de trabajo que apenas existen hoy: activar las tecnologías de lo cotidiano como parte de los estudios científicos y no de manera pintoresca como hoy: la historia de la casa, y dentro de la casa, la del equipamiento de la cocina (para dar este ejemplo)  es un capitulo del patrimonio industrial, aun por escribir; la historia de la mujer y el trabajo también, considerándola no con estadísticas si no como relaciones factuales que nos permiten medir la condición obrera en todos sus aspectos. También nos hace falta un estudio global sobre la contra-cultura obrera que nace a los alrededores de los años 1870 y vive sus momentos más álgidos en los años 1930. No ha sido tomada en cuenta, a mi parecer, tanto como se debería. En fin, de una manera general, se necesitaría volver al terreno, a lo concreto porque muchas cosas han desaparecido detrás de un lenguaje matemático, estadístico, borrando lo vivido paso a paso, que solo nos hace entender cuál fue la sociedad industrial.

-Háblanos, por favor, del proceso de investigación tuyo respecto a la escritura de este libro…de esa tarea tan ardua, de búsqueda, mucha lectura, poner orden, contrastar….

-Desde mis propios estudios con Louis Bergeron, estaba atenta a las publicaciones en el tema, y sobre  todo a partir de 1997, he multiplicado los viajes por lugares del patrimonio industrial, por el planeta. Para convencer, tienes, primero, que saber. Pero en una segunda etapa, tienes que difundir tu saber. El libro es el resultado de años de enseñanza a nivel universitario, cuando en Reims, la profesora Marie-Claude Genêt-Delacroix me pidió impartir clases de patrimonio industrial a sus alumnos de historia de arte, y más tarde en Chambéry, cuando el presidente de la Universidad, Denis Varaschin, me pidió intervenir en la formación de los estudiantes que hacían un master de gestión de bienes culturales. El dialogo con los estudiantes me obligó a aclarar mis definiciones, a ilustrar mis nociones, a seleccionar rigurosamente mis ejemplos urbi et orbi.

17-Sous-partie-3-3.jpg-Trabajas teniendo en cuenta como un guión de cuestiones a ir contestando, a ir dando respuesta…

-Un libro o una conferencia se preparan de la misma manera: el guion es imprescindible, para exponer claramente lo que piensas y colocar tus argumentos a su puesto. A pesar de esto, muchas veces te ocurre que has olvidado algo importante y que debes añadir algo que no tenías pensado. En este sentido, el guion es como un va-y-ven y solo después de haberlo pensado mucho tu guion adquiere progresivamente la forma de un sumario.

-Una vez recopilado todo, ¿cómo es la metodología de trabajo que utilizas?; ¿cómo le pones orden a todo?

-Es como hacer un vestido: has hecho el patrón del vestido que quieres obtener, has cortado el tejido, has cosido según las marcas que has dejado, y después, ensayas, corriges, y finalmente lo coses definitivamente. No hubiera podido hacer el libro sin un sumario detallado, pero al concluir el libro, al volverlo a leer todo, hay cosas que añades o cosas que cambias, al último momento. También hay el hecho de que nunca he trabajado sola. Siempre he animado colegas y amigos en participar. Al momento de armar el libro, hay unos que han trabajado de manera fantástica, otros que necesitan ayuda y otros que no han producido nada; Si hay huecos, te toca a ti llenarlos…

-En este cambio de década que estamos viviendo en la que se está hablando, y mucho, de cómo el Cambio Climático, la sequía, los incendios, la salud ambiental…interaccionan y nos afectan, ¿cómo puede y debe la memoria y el presente del Patrimonio Industrial encajarse?

-En los siglos de la industria, nuestros antepasados pensaron que podían trasformar el mundo, y se lanzaron, sobre todo a partir del final del siglo XIX, en una especie de carrera escalofriante de productivismo en todo y por todo. El resultado es el que tenemos hoy, es decir una sociedad de desgastes y basuras. Nos cuesta, no hacer marcha atrás, esto es imposible, pero adoptar nuevos comportamientos. Pero tendremos que hacerlo, porque no hay más remedio. Me asombran los problemas causados por las intemperies en el este de la península ibérica, pero al mismo tiempo, el patrimonio industrial me recuerda que los que vivían en tierras hoy valencianas habían implementado un sistema muy elaborado para controlar la irrigación de la huerta, evitar avenidas desastrosas y proteger las culturas y las viviendas. Estoy hablando del complejo de Tibi, que se puede visitar paseando por las tierras de Alicante.

-Te pregunto eso porque siempre se ha dicho y/o reflexionado que es a partir de la revolución Industrial que se marca un antes y un después y que ya nada vuelve a ser igual para el planeta…la escalada contra él ,y nosotros, es imparable…

-Yo diría que lo que hemos vivido hasta el final del siglo veinte, es lo que nació hace 8000 anos en el Próximo Oriente y se  extendió entonces por todo el mundo. Es decir que la sedentarización llevó la humanidad a producir un sinfín de cosas útiles  y menos útiles a través de maquinas que los hombres (y las mujeres) movían. Ahora producimos maquinas a quien pedimos que trabajen según nuestros ordenes sin nuestra intervención. Me parece que el antes y el después se  encuentra aquí, con la sociedad electrónica que se desarrolla de cara al futuro. Toda la pregunta consiste en esto: sabrá esta nueva sociedad enfrentarse y hallar las soluciones adecuadas ante el cambio climático?  Si es verdad que las sociedades actuales impactan el entorno, también sabemos que la tierra pasa por fases de calor y de frio, y que hace 8000 anos, Groenlandia era una pradera, lo que indica su nombre…Las transformaciones climáticas son imparables pero el estado actual de la sociedad no nos da mucha ilusión de cara al futuro.

-¿A quién va destinado, amiga Gracia, este libro?.

-Al amante de la cultura, al curioso, al estudiante….He querido que el libro se atractivo para un amplio abanico de gente…No sé si lo he conseguido…

-Un libro más que atractivo, sugerente e inspirador….”lo industrial” puede aportar y seguro aporta mucho y desde muchas perspectivas. ¿Nos puedes avanzar o hablar de aquello en qué estás trabajando ahora?

-Estoy haciendo una pequeña pausa, por el momento, pero, des de que he vuelto últimamente, de Argentina donde fui a visitar los ingenios azucareros, se perfila un estudio sobre el oro blanco, entre Europa y América. Es un tema muy actual…Ya les iré informando…

 

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