Cazarabet conversa con... Beltrán Roca y
Eva Bermúdez Figueroa, editores de “Historias silenciadas. Las mujeres en el
movimiento sindical desde 1960” (La Catarata)
La Catarata edita un libro que “habla”
y “reflexiona” sobre el papel de las mujeres en el movimiento sindical desde
1960.
Los encargados de la edición de este
libro son Beltrán Roca y Eva Bermúdez Figueroa.
La sinopsis del libro, aquello que nos
dice el libro:
Este libro estudia el papel de las
mujeres en el movimiento sindical en España desde la década de 1960 hasta la
actualidad. A partir de historias de vida de sindicalistas del Marco de Jerez,
se pretende analizar en qué medida han contribuido las mujeres a la
construcción del movimiento sindical y a qué obstáculos han tenido que
enfrentarse para participar en la lucha por sus derechos laborales. Conocer las
experiencias, percepciones y saberes de estas mujeres resulta fundamental para
corregir el sesgo androcéntrico de la historia social, y también para afrontar
la necesaria renovación de las organizaciones sindicales. Se trata, en definitiva,
de un ejercicio de visibilización de historias que
han sido silenciadas en los relatos hegemónicos sobre la Transición, la
participación y las relaciones laborales.
Los encargados de la edición y de la
codirección del proyecto Mujeres Silenciadas. Las mujeres en el movimiento
sindical desde 1960:
Beltrán Roca: Profesor ayudante doctor
de Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la
Universidad de Cádiz. Es miembro del Instituto de Desarrollo Social Sostenible
de la UCA y del grupo de investigación GEISA (SEJ-149 del PAIDI). Sus líneas de
investigación son el sindicalismo, los trabajadores migrantes y la acción
colectiva. Su último libro (coeditado con Emma Martín Díaz e Iban Díaz Parra) esChallenging Austerity. Radical Left and Social Movements in the South of Europe (Routledge, 2017).
Eva Bermúdez Figueroa: Es profesora de
Sociología en el Departamento General de la Universidad de Cádiz. Licenciada en
Sociología por la Universidad de Salamanca, tiene un posgrado en género,
identidad y ciudadanía por la Universidad de Cádiz. Doctoranda en Ciencias
Sociales por la Universidad Pablo de Olavide, es
miembro del Grupo Universitario de Investigación Social y del Instituto para el
Desarrollo Social Sostenible. El interés fundamental de su tesis es la
participación de las mujeres en la
acción social y las organizaciones sindicales.
Nos acercamos a los autores,
coordinadores y encargados de la edición:
Beltrán Roca:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=1475376
Cazarabet conversa con Beltrán Roca y Eva
Bermúdez Figueroa:
-Amigos,
¿qué os ha llevado a escribir este libro?, ¿qué propósito de propósitos hay
detrás del mismo?
-El libro es resultado de una
investigación que propusimos al concurso “Tejiendo Ideas” de la agrupación de
electores Ganemos Jerez. Queríamos estudiar la participación de las mujeres en
el movimiento sindical y lo centramos en el Marco de Jerez (Jerez, Sanlúcar y
El Puerto de Santa María, principalmente). Habíamos estudiado el movimiento
sindical en la provincia de Cádiz desde hace muchos años, especialmente en la
industria de la construcción naval y en el sector bodeguero, y habíamos
detectado que las mujeres habían jugado un papel central en la acción
colectiva, pero no se había escrito nada sobre ello. Luego nos pusimos a ver
los trabajos existentes sobre movimiento obrero en la zona, pero también en
otros puntos de España, y nos sorprendió el enorme vacío historiográfico sobre
la implicación de las mujeres en la lucha obrera.
-Las mujeres han estado siempre más objeto de
“ser silenciadas”; ¿por qué?
-Ser silenciado es una de las
manifestaciones más evidentes de la opresión patriarcal. Los relatos
predominantes en la sociedad suelen ser elaborados por hombres y tienen un sesgo
androcéntrico. La historia social no es una excepción, como demostramos en el
libro. Sin embargo, que hayan sido silenciadas no quiere decir que las mujeres
no hayan hablado, que no hayan elaborado sus propios relatos. Ahí es donde
reivindicamos la influencia teórica de Antonio Gramsci,
pues permite compaginar una perspectiva marxista con el análisis de las
representaciones (en las que el relato femenino aparece con frecuencia).
-Más allá de dar voz desde los Sindicatos, la
voz de las mujeres, en general, también necesita que la cremallera se abra,
dándole un altavoz, ¿qué nos puedes comentar?
-El libro se centra en hacer visible y
reivindicar el papel de las mujeres en los sindicatos, pero se publica en un
momento muy interesante. El feminismo es posiblemente el movimiento social con
mayor capacidad en estos momentos, es la punta de lanza del desafío actual a
las estructuras de poder capitalista-patriarcal. La fecha del 8M y la acción
huelguística en esa fecha representan esa pujanza social. El discurso misógino
de la ultraderecha también refleja que hay una parte de la sociedad que se
resiste al cambio cultural promovido por el feminismo.
-A las mujeres hacernos oír siempre nos ha
costado más que a los hombres, pero con empeño se logra. ¿lo
ves y “lo sientes” así?; ¿por qué?
-A las mujeres siempre les ha costado
más hacerse oír, pero también ha sabido desarrollar estrategias para superar
esos obstáculos, recurriendo a lo que James Scott denominó “discurso oculto” o
“formas cotidianas de resistencia”, por ejemplo, creando espacios autónomos de
socialización, sororidad y expresión (lavaderos, espacios de costura, mercados,
grupos culturales…). En determinados momentos esos espacios llegan a
politizarse. Y cuando las mujeres se implican de manera masiva en la lucha
política y social, los cambios que producen son irreversibles. Por eso pensamos
que las mujeres tienen aportaciones fundamentales para el movimiento sindical y
la movilización social. No es casualidad que la revolución más interesante en el
actual contexto de hegemonía liberal, en el Kurdistán, sea protagonizada por
mujeres.
-Pero desde el silencio impuesto por
la sociedad, también se puede y se debe trabajar para que, luego, la
reivindicación de reivindicaciones puedan llegar a más y como tocar más
puertas, ventanas…dejarse oír más.
-En efecto, de eso tratan las
historias que narramos en el libro. Y de eso tratan las biografías de cientos
de miles de mujeres que luchan por la igualdad en todas las partes del planeta.
La mujer, ¿de dónde sacó fuerzas y las va
sacando para “hacerse oír?
-Los relatos biográficos del libro
cubren un amplio espectro de situaciones, pues el ámbito temporal es grande
(desde 1960 hasta hoy). Las mujeres en la década de 1960 vieron en la lucha sindical
y antifranquista una oportunidad para hacer visible su papel. Posteriormente se
incorporaron al mercado de trabajo, y su implicación sindical se debió a una
combinación de necesidad de defenderse ante el empleador como mujeres de clase
obrera y expresión de ideologías igualitaristas (como el feminismo y el
socialismo).
-Se ha ganado en muchas facetas y
circunstancias, pero a la vez hay cosas que deberían caer por su peso pero que
“no se superan”; os pondré solamente un ejemplo las mujeres por el mismo
trabajo, las mismas horas y en la misma empresa siguen cobrando menos que los
hombres…
-A pesar del esfuerzo y la
movilización del movimiento obrero y el movimiento feminista, no vivimos en una
sociedad igualitaria. La organización y movilización, desarrollada en gran
parte en el ámbito de las ideas y la cultura, ha dado lugar a importantes
avances, pero aún estamos lejos de ser una sociedad igualitaria. El libro se
centra en el ámbito del empleo, pero también
se señalan otros ámbitos, como el político, el institucional o el
familiar.
-¿Dirías que hay más impedimentos con la mujer
para que tome el pulso en el “campo común de “lo social” “?
-Es obvio. En el libro describimos que
las organizaciones obreras, que deben luchar por la igualdad, están fuertemente
masculinizadas. Los sindicatos, que deben ser ejemplares en la lucha por la
igualdad, no son entidades igualitarias. Las mujeres se enfrentan a dicha
realidad, la han ido modificando, pero aún queda un trabajo pendiente. Pero
creo que el cambio en esa dirección es tan necesario como irremediable. A
medida que las organizaciones sindicales y movimientos sociales se feminicen,
serán más capaces de cosechar éxitos.
-¿Qué mujeres destacarías por encima de otras
en el movimiento social, obrero y de reivindicación…así como en el sindical… de
esas que, además, de dejar sello han dejado, también, “como inspiración”?
-Todas las mujeres que hemos
entrevistado realizan y han realizado una labor imprescindible en defensa de
los derechos sociales y laborales. Los derechos de los que disfrutamos son el
resultado de una suma de pequeñas acciones, que suponen grandes sacrificios
(incluir un punto en un convenio renunciando a pasa tiempo con los hijos;
repartir panfletos en contexto de dictadura; encerrarse en una iglesia). El
libro narra muchas de esas acciones de la mano de las protagonistas. Si tuviera
que destacar algunas experiencias, destacaría las de aquellas mujeres que
lucharon contra la dictadura franquista, como Ana Perea
España o Pepa Conde Barragán. Esas mujeres se jugaron incluso la vida en
algunos momentos. Era una lucha distinta a la de generaciones posteriores.
-Y de esos
compromisos, sociales y sindicales, a
dar el paso hacia lo político,¿ qué trecho hay?
-El trecho no es tan grande. Las
narraciones biográficas de las mujeres entrevistadas lo manifestaban como algo
natural. El compromiso en el centro de trabajo era vivido sólo como una
expresión de un compromiso mayor con la sociedad y con la igualdad. En
determinados momentos algunas mujeres vieron necesario dar el salto a la arena
política. E hicieron también un trabajo imprescindible en dicho espacio.
-Estas mujeres;¿qué
puntos de convergencia tienen y retiene?
-Todas son mujeres de clase obrera,
que han vivido una doble opresión (de clase y de género). Ello les ha llevado a
adquirir una visión muy aguda sobre los mecanismos de poder que sufren las
mujeres y sobre estrategias para subvertir ese poder. Es cierto que la mayor
diferencia puede ser ideológica (pues hemos cubierto la diversidad de opciones
sindicales) y generacional, pero pesa a esas diferencias hay experiencias y
puntos de vista comunes.
-Mujeres que han sufrido la represión por ser
eso: contestatarias, rompedoras..¿Qué nos puedes comentar?
-La represión ha dependido del momento
histórico, pero no sólo ha venido de la policía, del gobierno o de la patronal,
en ocasiones han sido los varones de los sindicatos, los compañeros de trabajo
o las propias familias las que han actuado de freno a la actividad
reivindicativa femenina. Incluso a veces otras mujeres, que no veían con buenos
ojos que sus maridos compartieran militancia con mujeres.
-Habladnos un poco del proceso de
documentación, estudio e investigación que habéis tenido que realizar para
poder escribir este libro…¿cómo ha sido?, trabajoso,
pero apasionante, ¿no?
-El proceso de investigación ha sido
muy gratificante. Hemos utilizado la técnica de la bolsa de nieve para
identificar y contactar con estas mujeres. A algunas ya las conocíamos, a otras
no. Lo mejor de todo es que cuando utilizas fuentes orales dejas a la persona
narrar su historia en primera persona, y te enriqueces de tu sabiduría y
experiencia. Para nosotros cada testimonio ha sido un regalo inmenso y estamos
enormemente agradecidas. Este libro es para nosotras una manera de devolver la
deuda que hemos contraído con ellas.
-Me da que se aprende mucho con esta clase de
investigaciones volcadas en libro, ¿verdad?
-Es un auténtico privilegio disponer
de una o dos horas para escuchar lo que la gente tiene que contar. Hay
demasiado conocimiento acumulado que no sabemos aprovechar en la vida
cotidiana. La mujer que está al lado tuya haciendo
cola en la frutería puede tener historias fascinantes de lucha contra la
opresión, la libertad y la dignidad. Los métodos narrativos en general, y la
historia de vida en particular, permiten adentrarnos en episodios históricos o
dinámicas socio-culturales de gran calado, más allá de las técnicas
cuantitativas. Hay un campo inmenso para trabajar ahí.
-¿Cómo os la habéis
apañado con la metodología de trabajo, teniendo en cuenta que agrupáis ,
también, además de vuestras plumas o otras…vosotros sois autores, pero más que
nada coordinadores y cuidadores de este libro, Mujeres silenciadas. Las mujeres
en el movimiento sindical desde 1960.
-Ha sido sencillo trabajar en equipo.
Hemos trabajado con otras investigadoras de la Universidad de Cádiz: Pilar
Pinto Buzón, Irene López García, María Ángeles Minguela
Recover, Vanessa Gómez Bernal, y Francisco Estepa
Maestre. Hemos actuado como directores del proyecto y editores del libro, pero
sin el buen trabajo y la profesionalidad del equipo esta empresa no había
llegado a buen puerto. Ha sido una suerte contar con ellos en este trabajo y
seguimos colaborando en nuevos proyectos.
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