La Librería de El Sueño Igualitario

978841661327.GIFCazarabet conversa con...   Secundino Serrano, autor de “Las heridas de la memoria. Republica, guerra, exilio, maquis, transición” (Eolas)

 

 

 

 

 

EDITORIAL EOLAS NOS ACERCA  A UN LIBRO DEL ISTORIADOR SECUNDINO SERRANO  QUE NARRA LA MEMORIA HISTÓRICA CON REALATOS SOBRE HECHOS ACERECIDOS EN TIEMPOS DE LA REPÚBLICA, GUERRA, EXILIO, MAQUIS Y TRANSICIÓN.

SERRANO REÚNE AQUÍ UNOS ESCRITOS QUE HACEN DEL LIBRO ALGO TAN EQUILIBRADO COMO POTENTE Y SE RODEA DE UNA MAGNÍFICA EDICIÓN Y DE UN PROLOGUISTA DE AUTÉNTIDO LUJO, JULIO LLAMAZARES

LA IMAGEN DE LA POARTADA DEL LIBRO ES MÁS QUE ELOCUENTE, LA DEL CEMENTERIO DE LOS CÁRMENES DE LEÓN…LA IMAGEN DE UN SILENCIO OTOÑAL Y, YA INCIPIENTEMENTE, FRÍO…

LO QUE NOS DICE LA EDITORIAL EOLAS SOBRE EL LIBRO:

La historia no sirve tanto para conocer el pasado cuanto para comprender el futuro?. Esta frase del historiador norteamericano nacionalizado inglés Moses Finley brilla como una perla preciosa entre las numerosas que trufan esta colección de artículos entre los que están los mejores publicados por Secundino Serrano o por lo menos los que éste ha considerado más representativos de su trayectoria como colaborador en prensa, tarea que ha simultaneado con la de profesor de Historia. Una perla que se podría engarzar con otra, ésta del propio Serrano, la que dice ?a propósito del holocausto judío, pero que sirve para cualquier otro pasaje trágico de nuestra historia, como la guerra civil o la dictadura franquista? que ?recuperar la memoria no representa un ajuste de cuentas con el pasado, sino la posibilidad de un cuaderno de bitácora del presente?, una idea más que oportuna en el actual momento de la vida española y europea y que planea sobre toda la producción periodística que aquí se recoge, que comparte con los libros del autor (Maquis: historia de la guerrilla antifranquista, La última gesta. Los republicanos que vencieron a Hitler, Españoles en el Gulag. Republicanos bajo el estalinismo) intereses y temas, así como estilo y la profundidad.
(Julio Llamazares, del prólogo).

El autor; un historiador que siempre “ha mirado mucho” el fenómeno de los maquis.

https://es.wikipedia.org/wiki/Secundino_Serrano

Artículos y colaboraciones de este historiador:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=630861

 

 

Cazarabet conversa con Secundino Serrano:

FotoCundi_400x400.jpg-Secundino, el día a día nos demuestra que la memoria, como quizás no se ha “gestionado” bien, tiene heridas y profundas muchas veces. ¿Por qué, a tu parecer?

—Resulta evidente la pervivencia de un problema relacionado con nuestro pasado reciente. La conflictividad de memorias no sólo subsiste en este país a medio hacer llamado España sino que se encona ante cualquier medida, por conservadora que sea, encaminada a modificar, siquiera levemente, el estado actual de la cuestión. Las reacciones de la derecha a la llamada Ley de Memoria Histórica demuestra hasta qué punto media España cree que el país le pertenece, incluida la memoria histórica.  Incluso en entornos que pudieran considerarse dialogantes, antiguos progresistas reciclados, se ha urdido con éxito la teoría del cincuenta por ciento: todos fueron culpables y en la misma medida, lo que es una perversión intelectual. El objetivo es impedir el ajuste de cuentas democrático con el pasado y continuar con una memoria de plastilina, a la medida de los vencedores de la guerra. Y eso que este año se conmemora ya el 80 aniversario del inicio de la guerra civil.

-Esas heridas a las que te refieres en este libro, ¿a cuándo se remontan?

—El ecosistema en que apareció el modelo de una memoria dominante de media España contra la otra media se retrotrae a comienzos del siglo diecinueve, con la invasión napoleónica, el intento de revolución liberal y el triunfo final del absolutismo más intransigente, de raíz frailuna. Todo ello implosiona en la dictadura de 40 años, en los cuales el discurso franquista fue único, conllevando una hegemonía narrativa de ese franquismo que todavía somos incapaces de sacudirnos. Fundamentalmente, porque Franco, a diferencia de Hitler y Mussolini, murió en la cama. De hecho, la historia del franquismo es el relato de una impunidad.

-Viajas por la Memoria Histórica de la República  a la transición, pasando por la guerra, exilio, maquis…un trabajo de recopilación, pero, también, de concreción, de consenso, de aglutinación. Explícanos.

—“Las heridas de la memoria” es sobre todo, y paradójicamente, un libro de historia. Entiendo la historia en el sentido de Paul Ricoeur, como un pacto que involucra a los historiadores en busca de la verdad, frente a la memoria histórica, que es subjetiva, emocional y plural. Pero también importante y necesaria. La línea que uniforma todos estos trabajos es la de dar visibilidad a los invisibles de la historia de España, los ciudadanos del común, tan importantes en las tentativas más nobles y positivas de hacer de este país un estado moderno, laico y tolerante. Es, en definitiva, una cartografía de los vencidos desde 1931 hasta la muerte del dictador. El otro aspecto que me interesa, y que ha pesado en la edición de este libro, es trasladar al público un aspecto no resuelto entre los historiadores españoles: la importancia del texto en los libros de historia, lo relevante de una escritura cuidada, exacta y asequible a todo tipo de lectores. La historia es análisis e investigación pero también relato, un aspecto descuidado por los profesionales de la historia y que ha beneficiado a géneros como el de la novela histórica, que, como he escrito en otras ocasiones, no pasa de ser, por lo general, literatura de supermercado que banaliza tanto la historia como la propia literatura.

maxresdefault.jpg-Por la estructura del libro, los contenidos y lo que vamos leyendo , nos da que es como un “resumen” de todos los frentes  a los que has ido “atacando”. ¿Es así?

—Obviamente, como historiador sólo me atrevo a divulgar aquello sobre lo que he trabajado durante años. Divulgar no es lo mismo que cortar y pegar, o hacer refritos de la lectura de dos o tres libros. Divulgar en el sentido estricto del término significa conocer en profundidad un tema y tener la capacidad para “destilarlo” para un número elevado de lectores. La mayor parte de los textos de este libro se refieren a la guerrilla antifranquista, los españoles que lucharon contra los nazis en Francia y los exiliados republicanos que, modestos en número, se enfrentaron a su manera al estalinismo en la Unión Soviética. Es decir, los temas de mis investigaciones desde hace más de treinta años. Con una genealogía común: republicanos que combatían por su libertad y la de los demás ciudadanos. También es un intento de superar tópicos. En los libros de texto, el maquis aparecía, y raramente, como un episodio marginal, cuando parece evidente que fue la oposición más importante a la dictadura franquista. En cuanto al exilio republicano, había una mitificación de los que marcharon a América, especialmente a México, en detrimento de quienes quedaron en Francia, que era básicamente el pueblo republicano. Y ahora sabemos que en el combate por la libertad, los “franceses” resultaron más decisivos que los “americanos”. Y además arriesgando su propia vida. El trabajo correspondiente a la transición española deviene novedoso en un aspecto: pienso que, por escrito, es uno de los primeros textos (fue publicado en 1999) crítico con esa transición que nos hicieron pasar por canónica, pacífica y modélica.

-Me imagino que una persona como vos que reúne durante años tantos artículos, trabajos, estudios sobre Memoria Histórica le habrá sido “doloroso” escoger o mirar más a unos temas que a otros…

—Cuando uno va cumpliendo años y tiene espíritu autocrítico, relativiza y mucho la importancia de lo que ha escrito. Sencillamente, traté de seleccionar desde un principio aquellos textos que representaban más fielmente mis investigaciones. Que además no se repitieran en exceso los mismos o parecidos argumentos.

arton60-632cd.jpg-Hablemos de tu tierra, León y de la trascendencia que ha tenido en el movimiento y reivindicación por la Memoria Histórica. ¿Por qué?; ¿Qué nos puedes explicar?

—León es una provincia no especialmente significativa en la historia contemporánea de España. No obstante, produce de cuando en cuando, imagino que al igual que otras provincias de perfil bajo, episodios y personajes relevantes. La primera organización de la resistencia armada antifranquista nació en el Bierzo, una comarca leonesa. Aquí cuajó un movimiento pionero en el ámbito del sindicalismo agrario durante el tardofranquismo, la Unión de Campesinos Leoneses. De otra parte, una de las familias fundamentales de la Institución Libre de Enseñanza fueron los Azcárate, que en la provincia se tradujo en la Fundación Sierra Pambley, que pudo haber transformado la historia local (y la de España). O tres de los anarquistas más importantes de la historia de este país fueron leoneses: Buenventura Durruti, Ángel Pestaña y Diego Abad de Santillán. Por lo que respecta a la memoria histórica es innegable el papel pionero de León, pero resulta circunstancial: se debe fundamentalmente a un grupo de personas, aglutinados en torno a Emilio Silva, que pasaron de las palabras a los hechos y trataron de reemplazar la galbana de unos gobiernos indignos ante el espectáculo de las fosas comunes y de paso concienciar a los españoles decentes.

-Heridas es un desgarro que no ha cicatrizado y las heridas en la historia son desgarros que no han cicatrizado:¿por qué crees que no hemos sido capaces de hacer que se cicatricen ciertas heridas?;¿Cuáles son las heridas más difíciles de cicatrizar?;¿por qué?

—Regreso al principio. El problema de España es que una minoría de españoles, con poder económico y también simbólico, piensa que este país es de su propiedad, su finca de recreo. Y además han convencido con su capacidad de penetración mediática a ciudadanos de a pie de que esa es la verdad. ¿Cómo podemos explicar que la Iglesia de este país se dedique a canonizar compulsivamente “mártires de la Cruzada” mientras que el intento de organizaciones filantrópicas de exhumar los cadáveres de las fosas comunes para darles un enterramiento digno se considere por ese mismo clero como “un intento de reabrir las heridas de la guerra civil”? Las heridas más difíciles de curar son aquellas que se niegan como tales heridas. Es lo que sucede en España.

1118700008_850215_0000000000_sumario_normal.jpg-Es que lo que da la impresión es que los vencedores pudieron, de alguna manera, durante muchos años cerrar las heridas con el respaldo del régimen, pero que lo hicieron, además, haciendo callar a los que perdieron la guerra, como arrinconándolos, como dándoles de lado… ¿Qué nos puedes decir?

—Durante cuarenta años, España fue un país de vencedores y vencidos. El régimen se encargó durante esos años de plomo de recordarlo cada día. No interesaba incorporar a los “malos españoles” al nuevo Estado. Hasta tal punto, que los vencidos no se atrevían a hablar y, cuando quisieron hacerlo, se encontraron con que nadie quería escucharlos. El problema sólo adquirió carta de naturaleza cuando los nietos de los vencidos, que vivieron desde niños la libertad, quisieron saber ya sin el miedo que atenazaba a sus abuelos y sin la posición acomodaticia de sus padres. La transición pudo haber representado un cambio, pero la cobardía de la izquierda permitió la legalización del saqueo material y simbólico de los vencedores, convertidos de la noche a la mañana en demócratas de toda la vida.

-Para cerrar las heridas todos deben de realizar un paso adelante: unos deben dejar el miedo atrás y los otros deben aprender que ellos ya tuvieron su dosis de “reconocimiento” y que hay que dar paso a la generosidad y a la justicia para los demás, aunque fuesen, los antepasados, rivales en diferentes trincheras. ¿Qué nos puedes comentar?

— Pienso que todavía pasarán muchos años antes de que este país fallido elabore una mínima memoria compartida, que acepte un proyecto común de país. Es una tarea para las próximas generaciones.

-Ya pones en el libro una cita de Walter Benjamin que es pura verdad:””La auténtica memoria de la vida es el recuerdo”. Y es que mientras nos acordemos de ellos, de los que las heridas de la memoria han engullido, estamos haciendo camino por que el recuerdo es como la principal arma. ¿Lo ves así, lo sientes así?

—Una persona no puede vivir sin memoria. Un país sin memoria no tiene futuro alguno.

 

 

 

23731
Las heridas de la memoria. Republica, guerra, exilio, maquis, transición. Secundino Serrano. Prólogo de Julio Llamazares   
340 páginas
22.00 euros
Eolas


“La historia no sirve tanto para conocer el pasado cuanto para comprender el futuro”. Esta frase del historiador norteamericano nacionalizado inglés Moses Finley brilla como una perla preciosa entre las numerosas que trufan esta colección de artículos entre los que están los mejores publicados por Secundino Serrano o por lo menos los que éste ha considerado más representativos de su trayectoria como colaborador en prensa, tarea que ha simultaneado con la de profesor de Historia. Una perla que se podría engarzar con otra, ésta del propio Serrano, la que dice —a propósito del holocausto judío, pero que sirve para cualquier otro pasaje trágico de nuestra historia, como la guerra civil o la dictadura franquista— que “recuperar la memoria no representa un ajuste de cuentas con el pasado, sino la posibilidad de un cuaderno de bitácora del presente”, una idea más que oportuna en el actual momento de la vida española y europea y que planea sobre toda la producción periodística que aquí se recoge, que comparte con los libros del autor (Maquis: historia de la guerrilla antifranquista, La última gesta. Los republicanos que vencieron a Hitler, Españoles en el Gulag. Republicanos bajo el estalinismo) intereses y temas, así como estilo y la profundidad.
(Julio Llamazares, del prólogo).

Leer fragmento:
http://eolasediciones.blogspot.com.es/2016/05/las-heridas-de-la-memoria.html

 

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