editando-ciencia-y-tecnica-durante-el-franquismo-una-historia-cultural-de-la-editorial-gustavo-gili-1939-1966.jpgCazarabet conversa con...   Fernando García Naharro, autor de “Una historia cultural de la editorial Gustavo Gili (1939-1966). Editando ciencia y técnica durante el franquismo” (Prensas de la Universidad de Zaragoza)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fernando García Naharro con el prólogo de Jesús Antonio Martínez Martín y el epílogo de Jean- François Botrel nos sumerge, desde una investigación minuciosa y un cuidado exquisito, en cómo se editó la ciencia y la técnica durante la dictadura franquista.

El período del estudio e investigación, editado por Prensas de la Universidad de Zaragoza  va de 1939 a 1966. El libro se encuentra en la colección Estudios desde la temática de Historia Moderna.

Aquello que nos cuenta la sinopsis o reseña de este libro editado por Prensas Universitarias de Zaragoza:

Este libro presenta una historia analítica y exhaustiva de la gran editorial Gustavo Gili, concretamente de las obras de ciencia y técnica de su catálogo publicadas durante el franquismo. No obstante, el lector encontrará en sus páginas una historia poco convencional, una historia cultural que analiza a la editorial a través de sus publicaciones y de cómo estas se fueron gestando a manos de los agentes implicados en su confección durante las diferentes fases de producción, promoción y venta. De todo ello da cuenta este trabajo que sitúa a la ciencia en el papel y se adentra en cuestiones sobre la recepción y la lectura del libro técnico en la España franquista.

Este libro presenta una historia cultural de la editorial Gustavo Gili. Una investigación rigurosa que se ha nutrido de los amplios fondos del archivo de la Biblioteca de Catalunya y con los que su autor ha conseguido conformar una historia distinta. El resultado es un relato redactado no como una historia al uso, sino construido a través de las obras de ciencia y técnica de la editorial, de cómo estas se fueron gestando y modificando en sus diferentes fases de producción, promoción y venta.

Se trata, en resumen, de una investigación novedosa y poco convencional que indaga en la forma en que los textos científicos fueron producidos desde la práctica editorial desplegada bajo un régimen dictatorial. Otros temas como la figura del científico como autor o la construcción de la autoridad científica en la España franquista serán, sin duda, elementos transversales que harán de esta obra un libro de interés para historiadores, científicos y profesionales del mundo editorial.

El autor, Fernando García Naharro:

https://www.ucm.es/udcontemporanea/fernando-garcia-naharro

¿Nos acercamos a Gustavo Gili?

https://es.wikipedia.org/wiki/Editorial_Gustavo_Gili

 

 

Cazarabet conversa con Fernando García Naharro:

garcia-naharro-fernando.jpg-Fernando, ¿qué te hizo escribir e investigar sobre esta editorial, centrándote en su faceta editora que publicaba libros  de ciencia y técnica?

-Todo empezó cuando Jesús A. Martínez Martín (Universidad Complutense de Madrid) me encomendó un capítulo sobre edición universitaria y libro técnico para la obra Historia de la edición en España (1939—1975) (Marcial Pons, 2015). Fue entonces cuando empecé a familiarizarme con la labor de la editorial Gustavo Gili, entrando en contacto con María Serrano, editora de la casa, quién me facilitó una copia en papel del libro que la editorial acababa de publicar –hablamos del año 2013— sobre los 110 años de historia de la casa Gustavo Gili. A partir de ahí, la figura de Gustavo Gili Roig y de la casa editorial de Barcelona me han acompañado en mi periplo por la historia de la edición científica y técnica durante el franquismo, temática de mi tesis doctoral, dónde traté de realizar un análisis del campo específico de la edición del texto científico y técnico en un contexto dictatorial.

Por mi formación y pensando en aportar algo medianamente novedoso a los trabajos que hasta entonces se venían realizando, decidí aproximarme al tema cediendo el protagonismo a los textos mismos y poniéndolos en relación con su contexto de producción y circulación, atendiendo tanto a las categorías propias de su campo como a los procedimientos de selección y construcción de su estatuto de conocimiento científico en el marco espacio-temporal de la España franquista. Algo en lo que, paralelamente, los editores (los sellos editoriales y los servicios de publicaciones) jugarán un papel relevante.

-Para Gustavo Gili qué le supuso editar sobre técnica y ciencia, de entrada, presupone mucha especialización, ¿no? ¿Por qué quisieron, en su día, acercarse “los Gustavo Gili” a la divulgación de los conocimientos técnicos, científicos…?

-Creo que le supuso una oportunidad que supo explotar. Una oportunidad de negocio abierta en el primer tercio del siglo XX español que Gustavo Gili Roig construyó sobre la base de las traducciones de libros científicos y manuales técnicos que no sólo le reportaron beneficios económicos, sino también una seña de identidad, como los breviarios y libros religiosos lo habían sido para su padre. Ars, fides y sciezia –palabras que figuraban en el exlibris editorial de los primeros tiempos de la casa Gustavo Gili— fueron los mimbres con los que echó a andar esta editorial hoy centenaria que, bajo la dictadura franquista y ya con Gustavo Gili Esteve al frente, impulsó las colecciones de arquitectura, decoración y arte –tan reconocibles aún hoy en su catálogo—, al tiempo que potenció la internacionalización previa de la empresa, abriendo sedes en Argentina, México, Colombia, Brasil y Chile. Por todo ello podríamos decir que, en su caso, la especialización le supuso una ventaja que supo aprovechar en un tiempo donde abundaban catálogos mucho más eclécticos.

-La edición tan especializada en torno a la ciencia y a la técnica también estaba a merced de las garras de una dictadura, en este caso la franquista?; ¿cómo y de qué manera se editaban estos libros bajo la dictadura franquista?

-La huella dejada por la represión política franquista a través de la censura, las incautaciones o la destrucción de fondos bibliográficos es bien conocida. Toda una política de control sobre la producción editorial que, sin embargo, a nivel historiográfico puede abordarse desde perspectivas diversas. Por ejemplo, su estudio a mí me ha permitido comprender cómo, en aquel tiempo, se articulan espacios diferenciados para los ámbitos oficiales y comerciales en el mundo editorial español. Y por ende, también en el ámbito de la edición científica donde, en gran medida, las Instituciones científicas oficiales del Régimen eran las encargadas de dar el visto bueno a las obras publicadas por las empresas editoriales privadas. Hoy sabemos que los editores de entonces se movían en un contexto donde los recursos y los medios técnicos estaban a disposición de un Régimen que fomentó la producción oficial en detrimento de las iniciativas editoriales privadas mediante muy diversas prácticas: desde promocionar, distribuir y difundir sus ediciones por los canales oficiales hasta priorizar el suministro de papel a las necesidades editoriales institucionales mientras el gremio de editores trataba de obtener derecho a cupo en tiempos de escasez y aislamiento internacional.

Sin embargo, como historiador y como investigador social he tratado siempre de no dejarme llevar por la ilusión de la eficacia absoluta de lo político, incluso en un marco socio-cultural tan controlado como el de la dictadura franquista. Así he intentado plasmarlo también en este libro que, nutrido de gran cantidad de fuentes primarias (cartas, contratos, expedientes, manuscritos), invita al lector a dejarse sorprender por las dinámicas propias de los acontecimientos, por las experiencias ordinarias y cotidianas de unos actores que tuvieron que lidiar con esos condicionantes para sacar adelante, con éxito, una empresa editorial. ¿De qué herramientas se valieron? La respuesta la encontrarán los lectores en las páginas del libro.  

-¿Por qué  centras este trabajo de investigación en ese período temporal, el que va de 1936 a 1966…?

 

-Realmente el periodo que abordo abarca de 1939 a 1966, algo más de los –llamados por el Régimen— “25 años de paz”. Un periodo complejo y cambiante que comienza con la posguerra y las cartillas de racionamiento y que nos lleva hasta los años del desarrollismo, concretamente hasta 1966, coincidiendo con la promulgación de la Ley de Prensa e Imprenta que ponía fin al sistema de censura previa al que, hasta entonces, estuvo sometida la cultura impresa española. A mi juicio, esta cronología me permitía abordar un periodo amplio en el que las condiciones de la producción editorial estuvieron atravesadas por la censura previa y culminarlo con el cierre de esta etapa que, desde el punto de vista normativo, se había abierto en los tiempos de la Guerra Civil.

Sin embargo, el lector comprobará que, en ocasiones, la cronología se amplia, sumergiéndome también en tiempos de la II República y la Guerra Civil. Con ello tan sólo he tratado de contextualizar y comprender mejor algunas de las pervivencias que impregnan al objeto de estudio. Un objeto de estudio que, en cualquier caso, no será la dictadura franquista; es decir, este libro no pretende estudiar a la dictadura de Franco, sino que es en ese periodo espacio-temporal donde se sitúa el objeto de estudio, que no es otro que el análisis de la producción y circulación de publicaciones científicas y técnicas de la casa Gustavo Gili.

Y es que, en realidad, las verdaderas protagonistas de este libro son sus obras científicas y técnicas, y será a partir de ellas como el lector vaya conociendo otras figuras como la del editor, los impresores, distribuidores, autores o traductores. Todos ellos actores que dejarán su impronta en el proceso cuidado, trabajoso y siempre colectivo de la edición de obras impresas.

131-2014-10-20-IMG-20140609-WA0001_opt (1).jpg-A mí me da que el rigor era una faceta que Gustavo Gili cubría muy, muy bien…el equipo humano debía de ser más que bueno y especializado….pero, tengo la impresión que también retenían aquello de “ser ante todo curioso y no cesar de hacerse preguntas” y eso le da una dimensión diferente y diferencial…

-Bueno, a pesar de que el libro no pretende ser una biografía de Gustavo Gili, el estudio del archivo de la casa editorial me ha permitido conocer un poco más a esta saga familiar de editores.  Sin duda, la figura de Gustavo Gili Roig tuvo mucho peso: fue un editor influyente que, cuando publicó su Bosquejo de una política del Libro (1944), contaba ya con toda una vida editorial a su espalda. Es cierto, siempre estuvo al tanto de todo lo que se publicaba en el extranjero, un conocimiento que creía imprescindible para elaborar un catálogo competitivo. No en vano, él fue uno de lo pioneros en publicar libros de ciencia y técnica en España, cuyo catálogo estaba conformado mayoritariamente de traducciones de obras extranjeras. A este respecto, uno de los aspectos más novedosos del libro puede ser la atención que se presta a la traducción en tiempos de dictadura y a las relaciones que se establecieron entre los traductores y el editor. Traductores a los que el lector del libro verá ejerciendo de adaptadores del texto extranjero al idioma castellano pero también de informadores de obras de posible interés para el catálogo de la editorial.

Y es que, como apuntabas, la casa Gustavo Gili contó siempre con un “cuarto de sabios” que estudiaban y valoraban la conveniencia o no de la publicación de las obras. Nombres de técnicos especialistas como los de Eduard Fontserè, Manuel Company o Pedro Reverté resuenan con fuerza a lo largo de las páginas del libro. También otros, como el de Joaquín de Oteyza, el infatigable vendedor de libros españoles en América, representante de la casa Gustavo Gili. Y es que, la pasión de Gustavo Gili por el oficio y su altura de miras le llevaron pronto a entender que el mercado del libro en español debía implicar, necesariamente, su expansión al mercado hispanoamericano. Una dimensión transnacional que está también presente en el libro, abordándose incluso el tema de la piratería editorial y las ediciones fraudulentas en Latinoamérica.

-Así acabamos por escribir una historia cultural de la propia editorial, pero a la vez, haciéndonos como una especie de retrato de lo que estaba pasando tanto en el “magma editorial en lengua castellana”, pero más allá podríamos hablar de realizar una especie de estudio de lo que acontecía a nivel social… ¿verdad?....

-Exactamente. Tal y como apunta Jesús Martínez en el prólogo del libro, me gustaría pensar que en este libro se realiza una “historia social culturalmente considerada”. Más que cuantificar las publicaciones o hacer un balance de los contenidos editados en aquellos años, el libro busca conocer los pormenores del proceso de creación, producción y distribución de libros de ciencia y técnica, atendiendo a las relaciones de lo impreso con editores, autores y lectores. Todo ello  en el marco espacio-temporal de la España franquista: un tiempo de silencio, de falta de papel y suministro eléctrico, de perturbaciones en el sistema de distribución de mercancías en un mundo en guerra. Un panorama inicial marcado por la escasez y la represión donde los transportes serán vitales (y no solo para las personas): trabas a la exportación, falta de divisas, retrasos y tramitaciones burocráticas comparten protagonismo en las páginas del libro con reseñas elogiosas y cometarios críticos de los lectores de las obras de la casa Gustavo Gili.

A ellos he tratado también de darles voz, recuperando sus cartas que son, al fin y al cabo, el vestigio último de ese circuito que va desde el autor hasta el editor, los impresores, distribuidores y libreros, culminando en los lectores. Ese estadio final del circuito, que nos habla del consumo, la comprensión y la apropiación de lo leído por parte del sujeto. Una experiencia personal de la que, en muchos casos, prácticamente no quedan restos más allá de la plasmación por escrito, con lo que eso supone ya de alteración en la vivencia misma. Relatos excepcionales de lecturas cuyo rastro he tratado de recuperar abriendo con ellos una diminuta ventana hacia la experiencia lectora del pasado.

-Los libros editados, desde la necesidad en torno a la técnica y a la ciencia,  en aquellos años ..¿Estaban más destinados a cierto público que los que se editan hoy que parece puedan abracar a más público…?... ¿entonces quien se acercaba a los libros de ciencia y técnica era porque se “dedicaban a la ciencia y a la técnica”?

-De este tipo de publicaciones –científicas y técnicas— otros investigadores han atendido a su retórica, su lenguaje o a la mera composición textual para revelar la intención de sus productores: sin duda, el empleo de tecnicismos, notas al pie, referencias bibliográficas, cuadros, diagramas, etc. presuponen a un público determinado; un lector modelo al que apuntan los textos que, sin embargo, no siempre coincide con el lector empírico o real de los mismos. Sin embargo, también hay otros condicionantes fuera del texto que contribuyen a seleccionar a los lectores de publicaciones científicas y técnicas: caso de los propios proyectos editoriales, el precio del producto, los soportes materiales impresos y los circuitos de distribución y venta que siguen los productos impresos. A estos último es a los que he dedicado más espacio en el libro, para apuntalar mi argumento en torno a la estructuración del campo, durante el franquismo, en torno a contenidos para expertos y legos.

En cualquier caso, los libros técnicos de la editorial Gustavo Gili –como de otras afines tales como Bosch, Montesó, Labor o Dossat— encontrarán acomodo en el espacio de las escuelas especiales, las escuelas de trabajo y las universidades laborales. También entre lectores de las ramas del sector tecnológico e industrial nacional y extranjero, generalmente consumidores dotados de ciertas competencias en la materia o que buscaban adquirir o implementar su nivel de instrucción. Sin embargo, en el libro trato de mostrar cómo estos productos impresos cumplían también otras funciones más allá de la lectura: libros como herramientas promocionales, como obsequios para fidelizar al cliente, como emplazamientos publicitarios, etc. ¡Hay todo un mundo de posibilidades!

-Hoy en día esta misma editorial Gustavo Gili -GG, es muy heredera de aquella especie de germen, ¿no?; nos va acercando, nos sigue acercando a la ciencia y a la técnica, pero qué cambios le ha ido imprimiendo a su manera de hacer…

-Bueno, el tiempo ha implicado cambios necesarios en la línea editorial. Se podría decir que ya desde 1970, bajo la dirección de Gustavo Gili Torra, la editorial se ha especializado en temas de cultura visual y ha alcanzado una posición prominente en el campo como la editorial de arquitectura de referencia en el mundo hispano. Hoy el diseño o la fotografía ocupan el lugar que antes tenían en el catálogo los contenidos de ciencia aplicada. Lo que sí que sigue siendo la editorial Gustavo Gili es una verdadera saga familiar: si no estoy equivocado, Mónica y Gabriel Gili deben ser la cuarta generación de la familia; todo un logro, sin duda.

-¿Qué papel tuvo y retuvo Gustavo Gili como editor que todavía prevalece hoy? ¿Qué crees pensaría “el primer Gustavo Gili” del libro electrónico?

-Es una buna pregunta. Creo que, a pesar de los tremendos cambios que ha sufrido el sector, el olfato, el arrojo y el conocimiento integral del oficio que tuvo Gustavo Gili Roig siguen siendo hoy necesarios para saber desenvolverse con éxito en un mundo globalizado como el actual. En cualquier caso, son preguntas para Gabriel y Mónica Gili que son quienes realmente se están enfrentando a los retos de dirigir una editorial centenaria en pleno siglo XXI. Entre ellos el de publicar libros digitales (¡y sacarles rendimiento!); sin duda, toda una aventura que, seguro, demandará en el futuro que alguien la cuente.

 

 

_____________________________________________________________________

Cazarabet

c/ Santa Lucía, 53

44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Tlfs. 978849970 - 686110069

http://www.cazarabet.com

libreria@cazarabet.com