Cartel_Libro-Prames.2-02.pngCazarabet conversa con...   Javier Hernández Ruiz, coordinador de la “Guía turística de la Celtiberia. Un país imaginado” (Prames)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La colección de Guías turísticas de Prames se adentra en un apasionante viaje en el corazón de la España Interior.

Javier Hernández Ruiz nos lleva de la mano a un país imaginado.

Sobre la Asociación Amigos de la Celtiberia:

http://aaceltiberia.blogspot.com/

https://www.celtiberia.net/es/biblioteca/?id=157&cadena=

 

Lo que nos dice Prames del Libro: La Celtiberia de las fuentes romanas (celtiberi: celtas de Iberia) se pierde luego en las brumas del mito. Sobre la koiné -lengua común celtibérica cabalga un territorio sobre la cordillera Ibérica, mordiendo al oeste la Central. Ese histórico mundo interior, identitario, lo comparten Aragón, las dos Castillas y La Rioja en ocho provincias. En esas sierras, alcarrias, páramos, valles, depresiones y gargantas hay restos del poblamiento celtibérico que, en su esplendor, superó el Ebro y los lindes de la (Celt) Ibérica, extendiéndose a etnias vecinas ("celtiberización").La romanización acabará con ello, mas quedará su condición de frontera: entre lo céltico, vascón e ibérico, Hispania Citerior y Ulterior, al-Ándalus y las "extremaduras" cristianas, entre comunidades autónomas y provincias pobladas y despobladas.

El autor:

Javier Hernández Ruiz (Hernán Ruiz)

Se asomó al mundo por vez primera en el balcón elevado y fragoso donde nace el Duero, quizá por eso prefiere la compañía de montañas y bosques. Como ha vivido en Soria, Aragón, La Rioja y Madrid, y no sabe ya de dónde diablos es, se ha inventado una nacionalidad celtibérica que solo se adscribe al espíritu. La Guía turística de la Celtiberia. Un país imaginado (2021) es consecuencia de ese compromiso con su tierra vaciada que también canaliza a través de la Asociación de Amigos de la Celtiberia.  Desde la adolescencia le fascinaban los fenómenos estéticos, por eso quiso escudriñar el arte en la universidad; luego le atrajo especialmente el séptimo, empeñando buena parte de su carrera en su análisis, contumaz tarea que ha deparado una quincena de monografías y una larga docencia universitaria. Como no solo el pan teórico sacia el hambre, quiso ponerse a cocinar guiones e incluso probó de chef detrás de la cámara (Quercus, 2005)… Luego se abonó de manera pionera a la narrativa transmedia, con Plot 28 (2013) y su libro de relatos “aumentados” Bitácora a la deriva. Para una rebelión (2015) y Plot 28. Novela transmedia (2019). Ese ecosistema digital y transmediado ha sido diseccionado sin piedad en el libro de relatos Desvaríos en el laberinto digital (2021).

 

 

 

Cazarabet conversa con Javier Hernández Ruiz:

Destacado_javi-hernandez-2-.jpg-Javier, estamos ante un libro que es como una guía por el territorio de la Celtiberia… un territorio que, a muchos, todavía les queda como un poco difuso, difícil de definir, de delimitar… ¿por qué no empezamos por esto? ¿nos presentas a la Celtiberia?

-La Celtiberia tiene ante todo una unidad geográfica: la cordillera ibérica. Fue identificada por la Roma invasora del siglo II a.C. como un etnónimo, celtiberi: los celtas de Iberia. Curiosamente son los auténticos celtas documentados en la península, por ser los únicos que escribían su lengua celta; de hecho, este patrimonio escrito es el más importante del mundo en la Antigüedad. Durante la romanización pervivió la civilización celtibérica, como demuestran las refinadas cerámicas numantinas, pero fue perdiendo gas hasta diluirse. Los visigodos también llamaron a parte del antiguo territorio sobre la ibérica Celtiberia y los musulmanes a la zona sur (comarca de Albarracín-Cuenca) “Santabariya”. Con la irrupción de los reinos cristianos se convirtió en un interland de frontera entre las dos civilizaciones y en teatro de operaciones de esa guerra medieval. Por eso, aquí nacieron en la reconquista cristiana, los llamados “fueros de Extremadura”, así como pioneras estructuras democráticas en torno a concejos. El impulso democrático de los celtíberos (sus necrópolis documentan que no había esclavitud y predominaba cierto igualitarismo) vuelve a reproducirse ahora también en torno a los concejos. Celtiberia es tierra de frontera; hoy entre cuatro comunidades autónomas y entre la España más poblada y la más vaciada: las cuatro ciudades más populosas del país orbitan en torno a este agujero demográfico.

-¿Por qué lo llamas “un país imaginado”?

-Todos los países y naciones son imaginarios, pero queríamos dejar claro que no nos adscribimos a reivindicaciones identitarias. Celtiberia es una marca, un sueño, una palanca para el desarrollo turístico de la España más vaciada que coincide con su territorio histórico.

-En este territorio se encuentra todo un mundo paisajístico, ¿no?

-Es la encrucijada entre la Iberia Atlántica y la Mediterránea y su gradiente montañoso (una media superior a los 800 metros irrepetible en el continente europeo) le da unas peculiaridades climáticas y ecológicas muy singulares. Tenemos singularidades botánicas muy destacadas, como los mejores y más extensos sabinares albares del mundo, las mejores acebedas peninsulares, magníficos hayedos en los macizos norteños, grandes extensiones de robledales y encinares, la silvicultura de los pinares silvestres de Soria-Burgos y Montes Universales, la vegetación resultante de años de pastos de merinas en Soria y Cameros, el paisaje antrópico, etc.

https _f.elconfidencial.com_original_9ac_904_af4_9ac904af45ba55e738441e96d27daeb9.jpg-Y ya no digo en “lo etnológico”…territorio Celtiberia es todo un abanico de posibilidades en donde aprender, pero, también, de alguna manera, de reencontrarnos con nuestras raíces, ¿es así?

-El haber perdido los trenes de la modernidad ha preservado el patrimonio ecocultural y también el etnológico; tenemos, quizá en su conjunto, el legado más completo de España en arquitectura popular, muy interesante y variada en función de los contextos naturales, además de restos valiosos de peirones, rollos de justicia, lavaderos, molinos, chozones sabineros y pétreos, majadas, etc. Existen, además, algunas de las más llamativas celebraciones y tradiciones: el “Paso del fuego” y las Móndidas en Tierras Altas de Soria, las propias fiestas de San Juan sorianas en torno al toro y al solsticio (las únicas patronales totalmente paganas de España), los carnavales de Luzón, Almiruete, Borobia…, la Contradanza de Cetina, la máscara de Ateca, el cipotegato de Tarazona, las concordias y múltiples ermitas con advocaciones vegetales que conectan con la espiritualidad céltica de culto a la naturaleza.

-Javier, amigo, ¿cómo te planteaste la estructura del libro, teniendo en cuenta que el libro no lo firmas solamente tú… va más allá con n muchas firmas?

-Este es un libro que he soñado y he pensado durante años. No obstante, he sido el coordinador de contenidos, secundado por la sabiduría editorial de Rafael Yuste (que también es coautor conmigo del capítulo de arte) y la infraestructura de Prames que ha resuelto magníficamente la edición y las cuantiosas fotos e ilustraciones. No hubiera sido posible tal flujo de contenidos especializados de no contar con un magnífico equipo de expertos en cada campo: José Luis Corral y Susana Lozano (Historia), Vicente Chueca (etnografía), Chabier de Jaime (naturaleza), Ángel Muñoz (Geografía), Alberto Gonzalo (arqueología), Carmelo Romero (personajes), Manuel Martínez-Forega y yo (Literatura) y Rafael Yuste y yo en arte.

-¿Cómo os habéis coordinado para llevar a cabo este trabajo?

-No ha sido fácil porque había que marcar unas directrices en las que se conjugara el rigor científico con la divulgación y ahí hemos tenido que emplearnos en el tutelaje Rafael Yuste (que tenía muy claro lo que debía ser una guía) y yo mismo, que también asumía ese reto. Hemos pretendido que el lector viajero siga con fluidez los textos, que le sean útiles a la vez que aportamos una más amplia información que en otras guías. No tiene sentido proponer algo así como las rutas que figuran en Internet, el lector instruido que es nuestro target quiere algo más, una suerte de “lectura lenta” más reflexiva.

-¿Qué papel ha jugado la Asociación de Amigos de la Celtiberia en la elaboración de Guía turística de la Celtiberia?

-Casi todos los autores son miembros de la Asociación, incluido Rafael Yuste. Este es, como he adelantado aplicándolo a mi persona, un sueño acariciado por la AAC, un instrumento para, en primer lugar, condensar todo el ecopatrimonio de Celtiberia y también para que pueda ser palanca para su desarrollo turístico. Ese es el principal objetivo de la asociación.

-Este territorio lo pueden visitar desde apasionados a la geología hasta amantes del arte por no hablar de observadores de aves, cielos y estrellas…

-Por supuesto, es un espacio geográfico, histórico y simbólico que da mucho de sí, en un sentido holístico. La guía es un instrumento para que el viajero sensible -nuestro target-, tenga la oportunidad de planificarse sus propios itinerarios, bien monográficos, bien mezclando distintos recursos patrimoniales, rutas mixtas.

javier-hernandez-02.jpeg-Territorio Celtiberia puede presumir más de las huellas que ha dejado el pasado que de cómo sabemos apreciarlo todo en su conjunto ahora en el presente…por ejemplo, es una auténtica joya en cuanto a la geología, la paleontología…--por nombrar dos disciplinas que están, como estuvieron, en constante ósmosis—

-Ya lo he adelantado anteriormente. Este territorio colapsó con la llegada del, para nosotros, terrible siglo XIX, pero, en contra de lo que cabría pensar mirando su actual desolación, fue un espacio territorial muy rico desde los tiempos prerromanos: tenía minas, salinas, ganado, agricultura, artesanía, empresas pioneras como los carreteros de Pinares y Yanguas, etc. Ese colapso ha preservado todo ese patrimonio mejor que otras regiones naturales de Europa, y esta es una ventaja que tenemos que aprovechar en la era de la digitalización y del turismo generalizado.

-¿Qué papel debería de jugar aquí o juega, pero podría hacerlo mejor, la educación?

-Es fundamental, en primer lugar para conocer los contenidos históricos rigurosos. Sorprende que, siendo los celtas más documentados (nuestros textos de la Antigüedad lo avalan) no aparezcamos reconocidos en la Europa Céltica, por ejemplo. Es importante que este espacio natural se vincule entre sí, más allá de su actual troceo en las actuales comunidades autónomas. Es importante que los alumnos conozcan esta identidad que, por ejemplo, en Aragón complementa la identidad del Viejo reino o la cultura catalanoparlante. Todo es integrador y enriquecedor, nuestro concepto de Celtiberia apuesta por lo mestizo y por la síntesis: las cuatro culturas.

-Lo digo porque, por ejemplo, en mi época nos encaminaban a visitar lugares que no digo que no fuesen interesantes, pero la verdad tiene mucho más atractivo un territorio como Celtiberia

-En el concepto del turismo contemporáneo es necesario ofrecer un storyteling, un paraguas conceptual, una marca. Por eso funcionan espacios como el Camino de Santiago, la Ruta de la Plata, la Ruta del Califato, Pirineos. La gente quiere visitar películas llenas de historias, no fotogramas aislados. Celtiberia está en esa línea de branding.

-Territorio con una guía que nos puede encaminar hacia actividades a disfrutar por y para todas las edades…

-Es una guía para adultos, pero las rutas van dirigidas a todas las edades. Algunas son especialmente atractivas para los niños y están adaptadas para ellos; por ejemplo, el “Parque jurásico de la Celtiberia”, que es el mejor de Europa, con toda la riqueza de las icnitas de Rioja, Soria o Dinópolis de Teruel.

-¿La naturaleza en Celtiberia es uno de los activos que debemos de cuidar más?

En el contexto de emergencia climática debemos cuidarla en todos los sitios, pero sí, en la cordillera (Celt)Ibérica muy especialmente, porque, como ya he comentado, se han conservado los espacios especialmente bien.

-Arqueológicamente hablando ¿qué nos encontramos en Celtiberia?.-

-Con el legado céltico más importante de España y uno de los más destacados de Europa. Ya he adelantado que los tres bronces de Botorrita (conservados en el Museo de Zaragoza pero sin ser resaltados suficientemente) son el legado escrito más extenso en lengua céltica de la Antigüedad. Si esto estuviera en manos de otro país, de Calaluña o Euskadi no os cuento cómo se resaltaría…. Hay ciudades celtibéricas bien conservadas, como Segeda (Mara) y muchas celtíbero-romanas de ecos históricos: Numancia, Tiermes, Ercávica, Valeria, Segóbriga, Contrebia Belaisca, Contrebia Leukade, Bílbilis, Clunia, Osma, etc. Y muchos restos arqueológicos diseminados por el Museo Arqueológico Nacional y museos provinciales de Guadalajara, Cuenca, Teruel, Zaragoza y, especialmente, el Museo Numantino de Soria, que tiene una de las colecciones célticas más importantes del mundo.

c5bc6aff-1a0d-4bf6-9819-6884a2413c09_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg-¿Qué civilización ha influenciado más o crees que ha dejado más huella en Celtiberia?

-En principio los celtíberos, los celtas documentados de Iberia, que son la base y se expanden -más o menos- por los límites que hemos definido en nuestro mapa. Pero es muy importante la impronta de las civilizaciones subsiguientes, la romano-cristiana, la islámica y la hebrea. Del mestizaje entre ellas han surgido las joyas artísticas más singulares de Celtiberia: la arquitectura y artes plásticas mozárabes (San Baudelio de Berlanga, los beatos), el románico de ecos musulmanes en Soria o las tierras de Atienza, el mejor mudéjar del mundo en las comarcas de la Celtiberia aragonesa o el imaginario literario que se manifiesta en los mejores ejemplos de la literatura medieval que surgieron en tierras de Celtiberia -Berceo, Poema del Mío Cid el Arcipreste de Hita, Don Juan Manuel, el Marqués de Santillana-, Gracián, Bécquer (que retomó leyendas célticas), Machado, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Julio Llamazares (un gran enamorado de este territorio que considera el corazón de la península), etc.

-Históricamente hablando, ¿quedan huellas que nos influyen socialmente hablando y que se dejan ver entre la ciudadanía?

-Estamos asistiendo a un movimiento paulatino e imparable de empoderamiento identitario. En un sentido cultural e integrador, que no tiene nada de nacionalismo barato. La gente se va sintiendo orgullosa de sus orígenes y las asociaciones locales van asumiendo este reto. Se están recuperando fiestas autóctonas, viejas tradiciones célticas. La Asociación de Amigos de la Celtiberia ha promovido, por ejemplo, la recuperación de las celebraciones célticas principales, Samhain (1 de noviembre) y Beltaine (1 de mayo) y, por ejemplo, en Numancia llevan años celebrando Samhain en lugar de su sucedáneo de mercadotecnia yanqui (Halloween) que, además, inspiraron los emigrantes de origen céltico en Estados Unidos en el pasado.

-¿Qué lenguas surgen o se dieron cita en la Celtiberia?

-Ya he hablado del celtibérico, emparentado con la familia más antigua de las lenguas célticas europeas. Tenemos documentados los primeros antropónimos en lo que sería el protovasco en Tierras Altas de Soria y Alto Cidacos (s. I), en San Millán de la Cogolla se han documentado en las célebres Glosas Emilianenses (c. 1000) una de las primeras manifestaciones escritas en romance y vasco y en Calatayud se encontró una estela en hebreo de las más antiguas de la península (c. s. X). De aquí procede y aquí se ha encontrado la mayor parte de la literatura aljamiada (romance en caracteres arábigos) y el texto más antiguo (Libro de Yusuf, s. XIV).

-¿Qué nombres nos ha ido dejando este territorio?

-Innumerables nombres que, como se deja constancia en el capítulo de Personajes que ha coordinado el profesor soriano de UNIZAR Carmelo Romero (os invitamos a leerlo) han marcado la historia en las artes, las letras y la política. Solo comentar que figuras tan relevantes como Goya, Gracián, Marcial, Quintiliano, el Papa Luna, San Millán de la Cogolla, Santo Domingo de Silos, San Felices, San Frutos, Santo Domingo de Guzmán, San Saturio, Sor María de Jesús de Ágreda, el teólogo Diego Laínez, el comunero Juan Bravo, María Moliner, el rey Alfonso VIII de Castilla, el Marqués de la Ensenada, Raquel Méller, Paco Martínez Soria, Antón García Abril nacieron en la Celtiberia, y otros están vinculados a ella, como El Cid, Almanzor, la Varona de Castilla, Don Alvaro de Luna, el arzobispo Jiménez de Rada, el Empecinado, Ruiz Zorrilla, Sagasta, Sanz del Río, Luisa Medrano, El Batallador o los escritores medievales ya citados. Hay rutas en las que proponemos seguir este rastro histórico. Pero los verdaderos protagonistas de Celtiberia son sus mujeres y hombres anónimos, que han dejado una de las tradiciones comunales más importantes de Europa, precisamente porque en esta tierra de clima y geografía duros, de recursos limitados “nadie es más que nadie”.

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