La Librería de El Sueño Igualitario

9788493840792.jpgSin-título-1.jpgCazarabet conversa con...   Consuelo García del Cid Guerra, autora de “Ruega por nosotras” y “Las desterradas Hijas de Eva” (Algón  

 

 

 

La sinopsis de Ruega por nosotras:

La historia del Patronato de Protección a la Mujer, cuyas aquellas paredes escondieron, incluso bien entrada la democracia, prisiones encubiertas para mujeres consideradas rebeldes. Seres humanos cuyo único delito, su único pecado, fue pertenecer a familias desestructuradas, ser víctimas de violaciones, de abandono o de la miseria. Muchas de ellas encerradas en aquellos centros religiosos sólo por pensar diferente, por manifestarse contra la moral establecida, o simplemente por no comulgar con sus conservadoras familias. Ruega por nosotras da voz, al fin, a miles de mujeres que pasaron por la institución.

La sinopsis de las desterradas Hijas de Eva:

Para muchas españolas, la democracia llegó más tarde. Sus tiempos de libertad no coincidieron con el de los demás españoles, que veían cómo se liberaban de los restos de una cruel y trasnochada dictadura, mientras ellas eran sometidas a torturas, degradaciones inhumanas, venta de sus hijos por ordenes religiosas y a soportar las últimas inercias de una sociedad sin libertades. Han tenido que pasar muchos años, demasiados, para rescatar ahora del olvido la historia de aquellas mujeres que, a pesar de una flamante constitución democrática, tuvieron que tragarse humillaciones, miedos y una asfixiante represión que hoy resulta inconcebible.

Unos enlaces muy buenos:

http://consuelogdelcid.blogia.com/

http://www.tenemoslapalabra.com/

La autora, Consuelo García del Cid Guerra:

Esta barcelonesa, nació en la posguerra, ya en el 58. Es directora del periódico  digital www.tenemoslapalabra.com. Durante los años 70 y 80 colaboró como cronista con Ajoblanco, El Viejo Topo y Ozono. Cofundó la revista literaria Orto. Es la autora del libro de relatos: Por lo que hemos sido de Ediciones del Mar y formó parte, como poeta en la Antología Nueva Poesía Castellana y en la Antología Peliart. Premio de poesía Litedict y finalista del premio de Novela “Elyssée´” por su obra Una enjundia de nata. En 2008 publica Al ladrón en El Taller del Poeta y publicas las novelas No me olvides. Te la quitaré aunque esté muerto y Librada (Algón Editores). Autora del ensayo sobre los niños robados en la España franquista, Las desterradas hijas de Eva, Algón Ediciones.

 

 

Cazarabet conversa con Consuelo García del Cid Guerra:

conferencia1_6567.jpg-Consuelo leyendo, ya de primeras, estas páginas nos damos cuenta de cómo de difícil lo ha tenido la mujer en los tiempos, en todos los tiempos…somos las proletarias de entre el proletariado, no sé si me explico…

-Efectivamente. La mujer lo ha tenido muy complicado siempre, no se nos permitió ni pensar por nosotras mismas en épocas determinadas, he aquí la prueba, el Patronato de Protección a la Mujer funcionó impunemente hasta mediados de los ochenta, en democracia, y encerraba en reformatorios a adolescentes rebeldes que no cometieron otro delito que el de pensar.  Esto, que resulta increíble, sucedió sin que nadie hiciera absolutamente nada al respecto, se dejó hacer, se dejó pasar, se nos olvidó por completo.

-Y en los tiempos de la transición, ésta, salvo excepciones, no existió entre y para muchas  mujeres…para bien para ir hacia adelante ganando en derechos y en libertades….

-La transición fue un pos franquismo, siempre lo he dicho. Y España es un país bipolar por naturaleza. Mientras seguían miles de menores encerradas por nada, había mucha prisa por el porno, el destape, los casinos, los bingos...una locura absoluta para todas las que pasaron por aquellos reformatorios disfrazados de conventos.

-Mira yo que soy de la generación del 74, crecí en plena transición y en los primeros años de democracia….viví y me crié en una peluquería y oía cosas que, ahora, ya desde hace unos cuantos años en plenas facultades me horrorizan. Te pongo un ejemplo y no hace mucho que me lo decían:”…mira, hija, yo mientras mi marido me respete…” y lo decía como dando gracias de que nunca le hubiese pegado; te puedo poner otro ejemplo: ”….mi marido nunca me llama la atención ni me pregunta sobre si me compro o me dejo de comprar, no se pone en lo que hago…”; o :”…mi marido nunca me ha puesto la mano encima , cuando lo hacen por algo será…”. Cuando oigo, hoy, en pleno siglo XXI estos ejemplos se me ponen los pelos de punta…

-Soy del 58 y he visto cosas peores. Las mujeres estábamos completamente sometidas. Actualmente, en manos de los servicios sociales, como se siente una mujer con hijos a pedir ayuda, es cuestionada por su aspecto, la longitud de su melena, sus tatuajes si los lleva...muchas mujeres están obligadas a convivir con sus maltratadores, a ellas se les arrebatan los hijos de forma legal, que pasan a familias de acogida para más tarde ser adoptados. Asistimos a una masacre social legalizada en manos de funcionarios. La realidad permanece oculta, velada, y los derechos más elementales son pisoteados de forma flagrante. Yo crecí en pleno franquismo y siento una regresión que asusta, por otro lado, la mayoría no se cuestiona grandes cosas debido a la crisis que nos asola, son tiempos de una supervivencia extrema.

-Hay  mujeres hoy todavía, amiga Consuelo, que tienen como cierto “complejo de inferioridad”, ¿lo asocias más a la educación, a que las mujeres se sumergen a veces en roles que se retroalimentan sobre lo mismo….no sé que no se abren a otras mentalidades, a otras conversaciones que      les podrían liberar?

-Es cierto que eso existe. Complejos de inferioridad, gran capacidad de sometimiento... creo que sí tiene mucho que ver con la educación. Abrirse a otras mentalidades no es tan sencillo. Hay gente que no ha tenido oportunidad de pensar de otra forma, que se ha anquilosado y no sale de su propio agujero.

-Pero vamos más a otras cosas que relatas en el libro, en tus libros…El estado, la Iglesia, ciertas instituciones encajaban a mujeres que sí que tenían un rol asumido de mujer liberalizada de muchas cadenas de una determinada manera y eso fue una clara vulneración de derechos humanos, prácticas delictivas que se prolongaron  más allá. ¿Qué nos puedes decir?

-Esas mujeres eran castigadas por pensar, por rebelarse. Se quiso imponer un patrón femenino a toda costa, y cualquiera que se saliera de la norma, podía ser encerrada hasta los 25 años. Nadie había hablado de esto, es memoria reciente. A las mujeres no se nos permitía nada. O eras santa, o eras puta. Porque el calificativo de marras te lo aplicaban en un segundo. El Patronato de Protección a la Mujer dependía del Ministerio de Justicia, estaba todo muy bien organizado. Iglesia y Estado actuaban de la mano.

maxresdefault.jpg-La Iglesia, aquí, juega un papel tan triste como tenebroso… ¿qué nos puedes comentar?

-La Iglesia tenía un poder inmenso. Y como he dicho, actuaban de la mano junto con el Estado. Un cura era Dios, un médico era Dios, una monja no digamos. No se les discutía, era poder puro y duro. De todas formas, no se puede responsabilizar sólo a la Iglesia, porque sola, nunca podría haberlo hecho. Iglesia y Estado, insisto.

-¿Qué nos puedes contar, amiga, de la historia del Patronato de protección para la mujer?

-Era una verdadera Gestapo a la española. Una institución fascista que se dedicaba a "velar por las mujeres caídas o en riesgo de caer", y en ese saco entraba cualquier menor que se saliera de la norma. Todo lo he relatado y probado documentalmente en este libro "Ruega por nosotras". Las guardianas de la moral del Patronato se paseaban por cines, jardines, bailes, bares...y en el momento en que detectaban a una menor en lo que ellas entendían como "conducta sospechosa", llamaban a la policía, que las detenía para conducirlas al COC (Centro de Observación y Clasificación) donde pasaban una semana. Lo primero, un examen ginecológico, para estampar en su expediente "incompleta" si no era virgen, o "completa" si lo era, hecho determinante para ser destinada a un reformatorio u otro más o menos severo. Y esto era así, y ha sucedido con absoluta impunidad en democracia.

-Las mujeres con voz propia, con criterio, que se alzaban contra lo establecido y que tenían las cosas muy, muy claras podían verse envueltas en una espiral que las podía llevar de la cárcel a los psiquiátricos….así tal como suena…¿cómo podía ser esto?; ¿cómo podía consentirse?; ¿Cómo salían de esa espiral?

-De esa espiral no se salía. El Patronato te podía tener presa hasta los 25 años. Si te rebelabas en los reformatorios, el destino final era el manicomio. En el de Ciempozuelos, existió un pabellón llamado "las patronatas". Muchas murieron allí, nunca alcanzaron la libertad. Era un método nazi. Y podía ser porque así lo decidió Franco, y se hizo sin que pasara absolutamente nada. Es muy complicado resumir todo el entramado en unas pocas líneas.  No solo no se salía de esa espiral, sino que se las marcaron para siempre. Muchas arrastran un estigma de vergüenza que les impide avanzar. Hay que salir del armario, reconocerse y contarlo para que no se repita jamás.

-Algunas terminaron, incluso, con el suicidio…

-Sí. Y son muertes que ni siquiera constan como tales. Muchas no soportaron el encierro y se quitaron la vida. El argumento de las monjas fue "que estaban locas". El lavado de cerebro y la presión psicológica era brutal, además de la privación de libertad.

-Lo que pasó en conventos, manicomios, clínicas…fue algo sobre lo que debería abrirse causa jurídica…

-Todavía no me consta que nadie se haya unido a la querella argentina. No hay pruebas. Los expedientes dicen que han "desaparecido". Tiempo al tiempo. Por otro lado, las dos Españas siguen batiéndose en duelo al respecto, porque algunas afirman haber estado muy bien en esos lugares y justifican incluso la explotación laboral infantil en los conventos. Eso de que "es que entonces España era así", no es un argumento sostenible. Se quebrantó la frontera entre el bien y el mal, hecho que conduce a una verdadera esquizofrenia social. En nombre de un supuesto "bien", se hicieron atrocidades.

-Pero aquí, primero por la dictadura y después porque se ha suprimido la Ley de Justicia Universal parece que no podremos encontrar salida con la justicia…

-Para España, todo ha prescrito. Incluso denuncias más que evidentes de robo de bebés están siendo archivadas. Es una vergüenza. Sin embargo, la presión funciona. Yo creo que si nos manifestáramos realmente en masa, habría una reacción. Ocupar los juzgados, pero miles de personas. Plantarse ahí, a protestar, caiga quien caiga.

-Muchas de las mujeres vieron, incluso como se les robaban sus hijos recién nacidos…

-Por supuesto. Muchísimas. Y es una realidad que se niega. Por eso insisto en la lucha, pero de forma masiva. Una unión sólida. Cada caso es un mundo, y como tal debe ser contemplado. Robar un hijo es un acto criminal.

-¿Cómo nos ves, hoy, a las mujeres frente a la sociedad y a todo lo que converge en nosotras: maltrato, acoso laboral, todo lo que conlleva la crisis, la competitividad inhumana casi por cualquier cosa…?

-Hay mucho por hacer. La ONG Women´s Link se ha querellado contra el franquismo por todos sus crímenes contra las mujeres. Han presentado una querella ante la Justicia Argentina con intención de que se investiguen las atrocidades cometidas durante la dictadura.

-Pero no tenemos que mirar solo lo negativo que nos deja la sociedad…la mujer, aún con todo ha tomado el mando y se nota que hay como una “punta de lanza” que está en la calle, en las reivindicaciones, en las propuestas, en las “nuevas maneras de entender la política”, en la cultura con todas sus policromías, en el mundo de la solidaridad, en el de la empresa…?

-Insisto, hay mucho por hacer. Actualmente, las mujeres ganan un 17 por ciento menos que los hombres. Esto supone una media de 200 euros menos...por qué?

-Y estamos, además en aquello que podríamos reconocer como los “roles de siempre”, pero, creo, estamos como de otra manera más dinámicas, sabiendo lo que queremos y cómo lo queremos…

-Es una cuestión de educación. Existe una gran falta de criterio y análisis en general. Pero yo no soy docta en la materia, aunque es cierto que en ocasiones me quedo pasmada ante determinadas reacciones femeninas. Se trata de igualdad entre hombre y mujer en todos los ámbitos. Así de sencillo y de complicado al mismo tiempo.


 

 

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Ruega por nosotras. Consuelo García del Cid Guerra   
232 páginas       21,5 x 15 cms.
16.00 euros
Algón


11367
Las desterradas Hijas de Eva. Consuelo García del Cid Guerra   
141 páginas     15 x 21,5 cms.
12.80 euros
Algón




Ruega por nosotras
La historia del Patronato de Protección a la Mujer, cuyas aquellas paredes escondieron, incluso bien entrada la democracia, prisiones encubiertas para mujeres consideradas rebeldes. Seres humanos cuyo único delito, su único pecado, fue pertenecer a familias desestructuradas, ser víctimas de violaciones, de abandono o de la miseria. Muchas de ellas encerradas en aquellos centros religiosos sólo por pensar diferente, por manifestarse contra la moral establecida, o simplemente por no comulgar con sus conservadoras familias. Ruega por nosotras da voz, al fin, a miles de mujeres que pasaron por la institución.

Las desterradas Hijas de Eva
Para muchas españolas, la democracia llegó más tarde. Sus tiempos de libertad no coincidieron con el de los demás españoles, que veían cómo se liberaban de los restos de una cruel y trasnochada dictadura, mientras ellas eran sometidas a torturas, degradaciones inhumanas, venta de sus hijos por órdenes religiosas y a soportar las últimas inercias de una sociedad sin libertades. Han tenido que pasar muchos años, demasiados, para rescatar ahora del olvido la historia de aquellas mujeres que, a pesar de una flamante constitución democrática, tuvieron que tragarse humillaciones, miedos y una asfixiante represión que hoy resulta inconcebible.


Consuelo García del Cid Guerra (Barcelona, 1958) directora del periódico digital www.tenemoslapalabra.com. Autora del libro de relatos “Por lo que hemos sido” Ediciones del Mar, formó parte como poeta en la Antología “Nueva Poesía Castellana” y en la Antología “Peliart”. Premio de poesía Literaducto y finalista del premio de Novela “Elyssée” por su obra “Una enjundia de nada”. En 2008 publica “Al ladrón” en El Taller del Poeta y escribe “No me olvides”, “Te la quitaré aunque esté muerto”, “Las razones del recuerdo”, “Memorias de la Traición”, “Librada Pérez Sánchez”.

 

 

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