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18_gabarda_represion.jpgCazarabet conversa con...   Vicent Gabarda Cebellán, autor de “La represión en la retaguardia republicana. País Valenciano 1936-1939” (Institució Alfons el Magnànim)

 

 

 

 

 

 

 

 

Vicent Gabarda Cebellán analiza cómo tuvo lugar esa represión republicana en el País Valenciano desde 1936 a1938.

El libro se encuentra dentro de la colección Arxius i Documents en la materia de Historia de España y Europa.

Este ensayo, de investigación, estudio y mucha documentación, está escrito en lengua castellana, recordemos que la Institució publica tanto en castellà como en valencià.

La colección muy sutil: Arxius i Documents:

https://archivero.es/isbn/coleccion/Arxius-i-documents.2927/

El libro se adentra en las tripas más sofocadas de la represión en la retaguardia republicana en el País Valencià en los tres años que duró la guerra.

Este libro se editó en el año 1996.

En una primera parte del libro, El contexto de la sublevación, se encarga de ponernos sobre el camino del camino de la sublevación y la desmembración del poder central. También se indaga en esta primera parte sobre el llamado “terror rojo” con “las sacas, los paseos y las checas”, así como una vez reforzado el poder central saber cómo fue ese terror.

En la segunda parte Vicent Gabarda se centra más en poner la lupa de esta represión en la retaguardia comarca a comarca y en cada comarca realiza las correspondientes paradas.

Es un libro en el que el proceso de documentación (teniendo en cuenta las fuentes, valiosísimas) y la metodología de trabajo son más que importantes.

El autor también se acerca a realizar un estudio más pormenorizado de los diferentes individuos represaliados; realiza una especie de perfil de cada uno de ellos: edad, ocupación laboral, el origen comarcal de las víctimas…así como otros datos que se tomaron por parecer importantes.

También se presta debida atención a otras víctimas, de esta represión de la retaguardia republicana,  que o bien tenían domicilio desconocido o bien eran de fuera del País.

La cronología de la represión en la retaguardia es importante y Vicent Gabarda, también lo analiza desde esta perspectiva.

En los anexos, además de lo que íbamos tratando también “se mira” o se tienen en cuenta a los :muertos de forma violenta fuera del País Valenciano, otras muertes, violentas o no, atribuidas a la represión y a los muertos que perecieron en los centros penitenciarios del País Valencià.

Interesantísima es el acercamiento a la bibliografía y a las fuentes que siguió Gabarda para abordar esta cuestión y escribir este libro y que nos puede ayudar a nosotros si estamos interesados en ello.

Nosotros  mantuvimos un Conversa  colectivo acerca del libro CONVERSES SOBRE EL LLEGAT CULTURAL DE LA REPÚBLICA, editado  por LA SOCIETAT CULTURAL EL MICALET. Aquí se la dejamos: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/converses.htm

Aquí encontraréis más Conversas con, siguiendo, por orden alfabético, a la Institució Alfons el Magnànim: http://www.cazarabet.com/conversacon/editoriales.htm

 

 

Cazarabet conversa con Vicent Gabarda:

23032815_1457719024282270_3.jpg-Vicent, estoy ante un libro emblemático tuyo, que ya tiene eso sí, sus años, pero que es excelente y “muy actualizado” hoy en día. Se trata de LA REPRESIÓN EN LA RETAGUARDIA REPUBLICANA. PAÍS VALENCIANO, 1936-1939. ¿Por qué te dedicaste a investigar, estudiar sobre este “fenómeno”?; ¿qué fue lo que te llevó a ello?

-Unos años atrás, no muchos, me metí de lleno en el estudio de las víctimas mortales de lo que se conoce como represión franquista, en los límites geográficos del País Valencià, y en los cronológicos de 1938 (año en que parte de la provincia de Castellón pasó a ser ocupada por las tropas del general Franco) y 1956 (año en que se realizó la última ejecución de sentencia de pena de muerte, en Paterna (Valencia), lugar por excelencia para el estudio de ambas represiones). Las elevadas cifras de víctimas que iban surgiendo tras el análisis de las fuentes utilizadas, hizo que me cuestionase qué justificación podría respaldar a los jueces que firmaban las sentencias de pena de muerte, o de reclusión durante años y años, para que tantos miles de españoles fuesen a parar a unas fosas comunes extendidas por toda la geografía, o a unos centros de reclusión (penales, cárceles, destacamentos penales…), una vez finalizada la guerra, una guerra que ya había costado muchos, demasiados muertos por ambos bandos.

Y aunque teníamos a nuestro alcance las fachadas de las iglesias, las cifras oficiales de víctimas del terror rojo facilitadas por historiadores como Ricardo de la Cierva o militares como Salas Larrazábal, etc. etc. necesitaba confirmar que esas cifras barajadas eran ciertas; necesitaba conocer el nombre de las víctimas, como había hecho con las de la represión de la posguerra y necesitaba, porqué no, comparar ambas represiones, numéricamente hablando.

-El proceso de documentación, encontrar las fuentes, contrastar tus investigaciones y estudio debió de ser una parte más que importante de esta investigación, ¿no?¿Nos puedes explicar algo?

-El estudio de las víctimas de la represión ejercida sobre los considerados como “enemigos de la República”, sobre los “supuestamente” partidarios de los sublevados, sobre los supuestamente organizados para, a su vez, sublevarse ese 18 de julio, es decir, sobre lo que se viene conociendo como las “víctimas del terror rojo”, es algo que se vino realizando ya desde antes del fin de la guerra, con la información que iban obteniendo las tropas del Servicio de Recuperación de Documentos en cada una de las localidades que iban quedando en manos de los sublevados con el avance de la guerra, y que serán, junto con las denuncias, los resultados de los interrogatorios, etc. una de las bases en que se sustentarán las acusaciones sobre los derrotados en el conflicto. Esta documentación, estas listas de “caídos” elaboradas por los ayuntamientos y publicadas hasta la saciedad en prensa; los martirilogios elaborados por las órdenes religiosas y obispados, o los trabajos de autores como Salas Larrazábal o Ricardo de la Cierva, por nombrar sólo un par de ellos, son una base sobre la que trabajar. Porque trabajos previos no faltaban, pero era necesario comprobar la información que en ellos aparecía, falta de rigor en el momento de ser elaborada, y buscando claramente otros objetivos.

-¿En qué consistió tu metodología de trabajo; cómo la llevaste a cabo? Después de ir recopilando los datos, la documentación hay que “poner orden” y esto debe ser una tarea tan exigente como inmensa…

-Básicamente la fuente fundamental es la Causa General, en concreto los listados que al principio de cada uno de los ayuntamientos trabajados aparece bajo el Epígrafe de “Vecinos muertos” y “Cadáveres recogidos”. He de indicar que si hoy en día es un archivo accesible desde cualquier terminal conectada a internet, cuando realicé el trabajo hube de trasladarme a Madrid, al Archivo Histórico Nacional, tras obtener el permiso del Fiscal General del Estado para poder consultar dicha fuente, lo cual implicaba una larga permanencia en Madrid, y horas y horas de lectura, copia a mano de la información que se consideraba de interés, etc. etc.

Introduciendo en una base de datos todos y cada uno de los nombres que aparecen en las mismas en los casi 550 ayuntamientos que componen la Comunidad Valencia, procedí a la eliminación de repeticiones (muy numerosas por cierto en los casos de sacerdotes, maestros, abogados, etc. al ser considerados como “vecinos” en cada uno de los pueblos donde ejercían o habían ejercido su profesión, además por supuesto de la localidad donde nacieron, supongo que por el afán de contar entre sus vecinos con un mayor número de “caídos”).

El manejo de otras fuentes como el Registro Civil, tan útil en el anterior trabajo sobre la represión franquista, no fue de tanta utilidad en este caso, ya que el momento de su muerte, por las características de la misma en la mayor parte de los casos (paseos, sacas, cuerpos abandonados, etc.) fueron recogidos en los libros del Registro como “Hombre (o mujer) desconocido”, aunque posteriormente, tras el fin de la guerra, serían inscritos con todos los datos personales.   

En aquellos años, un ordenador personal era algo tan arcaico como raro; cuando comencé mi investigación los soportes existentes, aquellos diskettes de 5 y ¼ o posteriormente de 3 y ½, daban tan poca seguridad y tan poca capacidad de maniobra que era más práctico fabricar en papel tu propia base de datos y hacerla más manejable y adecuada a tus necesidades, que eran básicamente ir añadiendo información personalizada a las más de 6.000 fichas previamente fabricadas. No se si os podéis imaginar… cajas de zapatos llenas de fichas de papel, la mesa de trabajo, la cama, llena de fichas de papel en proceso de organización…

1959245_10154213045405387_6.jpg-Y no sé debe aparecer como esa ansiedad a no dejarte nada atrás, ¿no?

-Nunca estás plenamente satisfecho del trabajo realizado; siempre piensas que hay otra fuente documental, otro aspecto de la represión sobre el que se debería profundizar más, o la duda de si ese tipo de muertes, unas en concreto, deben o no ser incluidas en el listado que estás elaborando en ese momento

-A 22 años de tu trabajo, ¿cómo lo ves, ahora, en perspectiva?

-Sin duda necesitado de reformas, como una casa vieja. Este trabajo, al igual que el realizado sobre la represión franquista, eran, son, un punto de partida para que, el interesado en este tema de investigación, pudiese profundizar en el estudio de la represión, pero centrándose bien en un aspecto de la represión, bien en una zona geográfica más reducida. Es imposible conocer a todas las víctimas de algo tan amplio como el País Valencià.

-¿Has seguido estudiando sobre el tema?

-Lo cierto es que, prácticamente, no he hecho otra cosa. El haber sido el primer trabajo de investigación que desarrollé, y el versar sobre un tema tan llamativo, tan desconocido, y por eso mismo tan susceptible de ser utilizado erróneamente o como unos fines que no deberían tener nada que ver con el cuerpo de la investigación, con las víctimas de la represión, hace que continuamente me plantee la necesidad de seguir trabajando sobre el tema, procurando dejar constancia de la verdad sobre el mismo, aunque pueda molestar a  algunos por desmontar sus proyectos.

Ahora tengo en manos un trabajo sobre la represión como fenómeno de la retaguardia, es decir desde 1936 hasta 1956, con el fin de ver cómo afectó a cada pueblo las muertes por ambos bandos, en una comunidad que, salvo algunas localidades de la provincia de Castellón, estuvieron lejanas del frente de guerra durante todo el conflicto, pese a que de una forma u otra se viera afectada por el mismo, como es obvio.

-¿Fue más dura la represión en el País Valencià que en otros lugares o qué nos puedes comentar al respecto?

-No creo que fuese especialmente dura en comparación con otros lugares; es cierto que la represión durante la guerra civil no es el tema que ha centrado mis investigaciones en estos años, pero por la información que he ido acumulando sobre ésta y otras comunidades autónomas, me atrevo a pensar que fue menor que en Catalunya por ejemplo, donde el predominio de la CNT acrecentó la represión, o que en Madrid, por el volumen de habitantes; en otras provincias, al caer rápidamente en manos de los franquistas, sería menor numéricamente. En el caso de la Comunidad Valenciana, podemos decir que sí fue muy intensa, y concentrada en los primeros meses del conflicto, pudiendo afirmar que la llegada del gobierno central a la ciudad de Valencia, en noviembre de 1936 coincidió con los últimos estertores de la misma, siguiendo la tónica general.

Pero la diversidad de situaciones históricas hace difícil una comparación de este tipo.

 

 

 

27100
La represión en la retaguardia republicana. País Valenciano 1936-1939. Vicent Gabarda Cebellán
374 páginas
22,00 euros
Institució Alfons el Magnànim

 

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