La
Librería de Cazarabet Indignado
Un libro
que pone el dedo en muchas llagas, y en una a la vez, el capitalismo en
Europa…desde El Viejo Topo y Ediciones de Intervención Cultural.
El Viejo
Topo ha dado en el blanco con este estudioso.
En los
últimos meses se ha hablado mucho de Europa: de su unidad, de las relaciones
entre países, del dominio de unos países por encima de otros, del régimen al
que los países del sur estamos sometidos, de lo que han logrado….rompiendo la
igualdad y la fraternidad entre los
países y sus ciudadanos. Han jugado a
desmembrar la sociedad y desorientar a sus ciudadanos, desunirlos e
incluso enfrentarlos…han fragmentado las sociedades, sobre todo la de los
países más pobres …aunque no se dan cuenta a algunos estas medidas nos han dado
como alas y estamos más reivindicativos que nunca y hasta hartos ….así que
abrimos, mejor que nunca y más que nunca los ojos ante la zarpa del
neoliberalismo y del capitalismo asfixiante que casi no nos deja aire, pero sí
que nos deja un poco de aire y ante ése poco ….aquello que hacemos es
revolvernos, querer saber, preguntar…para reivindicar con fundamentos. Los
habrá que todavía, cerveza en mano, se romperán las cuerdas vocales en la barra
de un bar , argumentando “sin ton ni son”, pero cada vez son más los ciudadanos
los que , mediante las plataformas y los
grupos ciudadanos se unen y salen a la calle, de una u otra forma para
protestar con argumentos que les poden la cara roja a más de uno porque, en
realidad, no nos equivoquemos la media intelectual de nuestros dirigentes es
muy, muy deficitaria….lo único que tienen es carácter y la piel muy, muy dura
como para ir destripándonos sin desquebrajarse. Esto lo hacen y lo hacen muy
bien….ante la pasividad de una población enmascarada y engañada con “las drogas”
que ofrece en bandeja el capitalismo: los coches, los armarios que cambian cada
“X” temporada, el fútbol,” mucho asociacionismo de cortar y pegar”, en
consolas, nuevas tecnologías, entretenimientos que dan ganas de vomitar
nuestros principios más básicos.
Todo esto
lo ha hecho la “sacrosanta” Unión Europea, con su fusil de corto alcance, el
euro y bajo muchas amenazas y coacciones desde la Troika….y lo ha hecho, desde
nuestro punto de vista, bajo una dictadura, la del capitalismo. Después de leer
el libro de Diego Fusaro, me reafirmo, si cabe, aún
más en estas reflexiones y lo hago con la lección aprendida de una pluma que
piensa y mucho y que lo vuelca de una manera clara, didáctica y sublime…
La
editorial El Viejo Topo versus Intervención Cultural…
En las
páginas de El Viejo Topo, en sus libros y en su revista, tiene cabida todo
aquello que inquiete, que inquiera, que incite a la reflexión y, como
consecuencia, a la acción, en un mundo que no destaca precisamente por su
sentido de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad o de la defensa de
las libertades. De este modo, El Viejo Topo quiere aportar ideas nuevas y
frescas, y contribuir a renovar, desde una perspectiva crítica, un panorama que
comprende lo económico, lo social, la cultura y la contracultura, la ciencia,
el poder y su negación, la política y el pensamiento, dirigiéndose a
quienes no se conforman con lo que
las cosas parecen, y quieren saber lo
que las cosas son.
El libro, aquello que nos dice la editorial sobre
Europa y capitalismo.
Se suele
presentar a la Unión Europea como la realización perfecta de la idea de una
Europa de los pueblos y la libertad. ‘Europa y capitalismo’ desmonta este modo
de entender la realidad.
Un
análisis cuidadoso y sin condicionamientos ideológicos que revela que, en
Europa, se ha producido una «revolución pasiva» (Gramsci)
con la que las élites han estabilizado la relación de fuerza capitalista
eliminando la potencia que todavía, en parte, se les oponía: el estado nacional
soberano, con su preponderancia de la política sobre la economía y sus derechos
sociales garantizados. La creación de la Unión Europea, triunfo de un
capitalismo ya absoluto, se encargó de desautorizar la hegemonía de la
política, dando paso al irresistible ciclo de privatizaciones y recortes del
gasto público, de precarización forzosa del trabajo y reducción cada vez más
tajante de los derechos sociales, imponiendo la violencia económica en
perjuicio de los subalternos y los pueblos de economía más débil. Ejemplos como
Grecia ponen de manifiesto esta estrategia. Por eso, hay que recuperar el
futuro, en palabras de Fusaro, ya que el único
camino pasa ahora por una crítica radical
de la Europa del euro y las finanzas.
El autor, Diego Fusaro.
Licenciado
en Filosofía por la Facultad de Artes de la Universidad de Turín y profesor de
Historia de la Filosofía en la Universidad Vita--‐Salute de Milán, es el filósofo--‐político
joven más conocido en Italia. Poco amable con el
neoliberalismo, sus tesis se han centrado siempre en repensar y analizar el pensamiento
de Marx, Hegel, Fitche y similares, con especial
atención a la “historia de los pensamientos” alemana.
Fundador
de uno de los principales portales de filosofía italiana (www.filosofico.net), es
también co--‐director de la revista filosófica Petite Plaisance y participa
habitualmente en charlas sobre
La Europa
actual, la crisis de los mercados y el impacto que esta ha tenido en el
presente y futuro de los ciudadanos. En Italia
ha publicado, entre otros y siempre a
través de la editorial Bompiani,
Il futuro è
nostro. Filosofia
dell'azione, Minima mercatalia.
Filosofia ecapitalismo,
Essere senza
tempo. Accelerazione della storia
e della vita,
Forme di produzione
precapitalistiche o Bentornato Marx! Rinascita di un pensiero rivoluzionario.
Con un
discurso optimista e ideas nuevas, Fusaro aboga
por recuperar el futuro y tomar de
nuevo las riendas como sociedad, para así
reorganizar la riqueza de forma distinta a la actual y mejorar así el porvenir
de una sociedad que él califica ahora mismo de “pasiva”.
Te irá
bien, visitar:
http://www.filosofico.net/diegofusaro/foto.html
Cazarabet conversa con Diego Fusaro.
- ¿Crees que la falta de “formación” humana por parte
de nuestros dirigentes ha acabado con la sociedad europea?
-Sí, estoy convencido de que las humanidades son el mejor antídoto en contra
del denominado "cretinismo económico" (Gramsci)
que hoy se ha apoderado de Europa, muestra del triunfo absoluto del
capitalismo. La cultura humanística, de Platón a Cicerón, de Aristóteles a Lucrecio, debe formar el núcleo de nuestra civilización, y
no las leyes del mercado y las finanzas, que están centradas en el
beneficio y no el hombre. Las humanidades salvarán al mundo. Por lo tanto, el
poder ahora aspira a destruir la cultura y la escuela, por lo que creo que
sigue siendo plenamente actual la "noche del mundo" (Heidegger), y en
una oscuridad tan oscura que ni siquiera somos capaces de verla.
- En un término más filosófico… ¿Estamos gobernados, en general, por ineptos
en materia humana que, en cambio, sí hacen el juego a la maquinaria del
capitalismo?
- Exactamente, así es. El capital tiende a eliminar todos los obstáculos que
frenan el desarrollo, dice Marx en el "Grundrisse".
Y las humanidades son un obstáculo importante para la capital, ya que
muestran cómo el hombre tiene dignidad y no sólo que el precio y las ideas
están por encima del mero cálculo.
- Cuando hablas de “melancolía”, ¿Te refieres a que,
desde el capitalismo y el neoliberalismo, su doctrina, la de siempre, es la de
“ganar dinero”, amasar poder y atesorar “padrinos y apadrinamientos”…?
- Sí lo es. Freud decía que la melancolía es cuando se
siente la falta de un objeto que una vez fue y cuya sombra se proyecta sobre el
ego. Hoy en día el objeto que falta en el tiempo es la política
democrática neoliberal, como el arte de establecer límites al mercado, para
decidir soberanamente sobre las leyes económicas. El neoliberalismo ha
impuesto una economía sin nada de política: es necesario, con Marx, hacer hoy
una crítica de despolitización.
- Hablemos claro: este euro para todos y de la manera en que “fue impuesto”
¿fue el principio del fin de una Europa que ya se tambaleaba, pero que a partir
de la llegada de la moneda única ha empezado a romperse?
- El euro no es una moneda: es un método de gobierno.
Es el triunfo del gobierno neoliberal que se deshace del Estado y de la
democracia, con un banco central que tiene una moneda - el euro - privada
y transnacional. Si, como yo, quieres Europa, no puedes no estar contra la
Europa del euro, que es la negación de la Europa de los pueblos y los
derechos sociales.
- El neoliberalismo y el capitalismo ¿hasta
dónde crees tú que apretarán?
-Creo que hasta que no haya una reacción de un capital
social consciente, el capital y el neoliberalismo ganarán. Marx y Gramsci nos enseñan que el capital se retira cuando
encuentra una reacción por parte de la sociedad. Por eso necesitamos luchar por
una nueva subjetividad revolucionaria.
- ¿Cómo podremos recuperar nuestra dignidad como
ciudadanos si estamos frente a este monstruo de monstruos que es el consorcio:
neoliberalismo y capitalismo?
- Podemos hacerlo, primero, descolonizando nuestro
imaginario, para que la forma mercantil y las leyes del mercado no invadan
nuestra conciencia, y una vez hecho esto, empezar a crear formas de solidaridad
y conciencia social de oposición. La revolución, como dijo Gramsci,
debe ser sobretodo de la cultura.
- ¿Es necesario ponerse firme ante este capitalismo?
¿Cómo y de qué manera podemos y debemos hacerlo?
- Sí, el capitalismo es un cáncer que destruye el
organismo que lo hospeda (el mundo humano), y destruye la vida, dando lugar a
un clasismo cada vez más exasperante. Si no lo detenemos en el tiempo, el
mundo y la vida humana desaparecerán. Se debe hacer, como ya he comentado, a
partir de una conciencia de oposición.
- La cultura, el compartir opiniones, el diálogo, el estudio, la
investigación, el hurgar en los conocimientos y en la historia… Son nuestras
herramientas, pero cada día se ve más reducida. ¿Tendríamos que reinventar la
cultura?
- Debemos recuperar la gran cultura de los grandes
maestros: los griegos (Aristóteles, Platón, Sócrates), que nos enseñan la idea
‘justa medida’ (en contraposición al fanatismo de la economía y de su mito
absurdo del crecimiento infinito); y después de Marx y Gramsci,
de la gran tradición de la filosofía hegeliana-marxista que se opone a la
desmesura de la economía capitalista y el fanatismo ciego. La revolución debe
comenzar por la cultura.
- Nos quieren hacer creer que no hay otro camino que
no sea el actual (y con este capitalismo como eje). Pero hay otros caminos.
¿Cómo llegamos a estos otros caminos? En este sentido, ¿crees que hay
demasiados intereses para que estos caminos se despejen y no lleguen a ningún
sitio?
- Debemos "desfatalizar"
el mundo, volviendo a pensar en el presente como historia y como una
posibilidad. El poder gana hoy porque falla a convencernos, no de su
bondad, sino de su carácter y destinado fatal. Debemos volver a pensar
como práctica existente y como posibilidad: es necesario, por así decirlo, una
revolución que se enfrente al fundamento ontológico de la revolución
social y política.
19534
Europa y capitalismo. Para reabrir el
futuro. Diego Fusaro
168 páginas 15 x 21 cms.
18,50 euros
El Viejo Topo
Se suele presentar a la Unión Europea como la
realización perfecta de la idea de una Europa de los pueblos y la libertad. El
presente ensayo desmonta este modo común de entender la realidad. En efecto, un
análisis cuidadoso y sin condicionamientos ideológicos revela que en Europa se
ha producido una «revolución pasiva» (Gramsci) con la
que los dominantes, a partir de 1989, han estabilizado la relación de fuerza
capitalista, y lo han hecho eliminando la potencia que todavía, en parte, se
les oponía: el estado nacional soberano, con su preponderancia de la política
sobre la economía y sus derechos sociales garantizados. La creación de la Unión
Europea, triunfo de un capitalismo ya absoluto, se encargó de desautorizar la
hegemonía de la política, dando paso al irresistible ciclo de privatizaciones y
recortes del gasto público, de precarización forzosa del trabajo y reducción
cada vez más tajante de los derechos sociales, imponiendo la violencia
económica en perjuicio de los subalternos y los pueblos de economía más débil.
Por eso, el único camino para despejar el futuro, para defender a los pueblos y
el trabajo, para seguir en la brecha que fuera la de Marx y Gramsci,
tiene que pasar por una crítica radical de la Europa del euro y las finanzas.
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