Cazarabet conversa con... Juanarete y David Tapia, autores de “Frontera de Ordesa
(Red de evasión Ponzán)” (GP)
Juanarete y David Tapia nos cuentan en este
cómic cómo fue la Red de evasión Ponzán…
El cómic es editado por GP ediciones.
Se rescata del casi olvidado esta historia de
convicción en el ideario…
La sinopsis aquello que nos cuenta GP
Ediciones:
Un capítulo casi olvidado, de la II Guerra
Mundial, es el de las redes de evasión de perseguidos por los nazis. Desde el
Sur de Francia, combatientes españoles cruzan los Pirineos hasta Barcelona, San
Sebastián, Madrid, Lisboa o Gibraltar, para ayudar a personas de toda condición
y nacionalidad; aviadores aliados abatidos, militares huidos, o mujeres y
hombres perseguidos por la Gestapo o las Milicias de Vichy.
La red de evasión de Francisco Ponzán Vidal
(héroe condecorado, a título póstumo, por los gobiernos de Francia, Reino Unido
y EE.UU.) sirve como inspiración del cómic. Recurriendo a un episodio de su
peripecia vital, muestra los lances de los “pasadores” que guían hasta España,
a través de los Pirineos, a fugitivos de la Alemania Nazi y así contar la gran
historia de las evasiones, desde una pequeña historieta.
Cazarabet
conversa con Juanarete y David Tapia:
-Amigos, ¿por qué os fijáis en la “red
Ponzán” para habeos “aventurado” en este cómic editado por GP?
-Juanarete. En primer lugar, para difundir la
memoria de la red y de Ponzán, llevándola al terreno popular del tebeo. En
segundo lugar, porque su peripecia encajaba perfectamente en el tipo de
historias que suelo guionizar; Memoria, territorio y
aventura.
-¿A Francisco
Ponzán hay o ha habido que rescatarlo del olvido?. ¿Es
este cómic editado por GP otra muestra que “hace memoria”?
-J. La historia de la guerra siempre la escribe
el vencedor, por eso, Ponzán no ha sido reivindicado como merece. Pese a ser
reconocido por sus méritos en la II Guerra Mundial, por los gobiernos aliados,
ni en España, ni en Aragón, ni en Huesca, ha tenido el menor homenaje.
-Las montañas de
Ordesa son lugares de paso desde siempre… con la Brecha de
Rolando, la Ruta de Cotatuero … lugares
que, por recónditos, casi camuflados son los escogidos por
Francisco Ponzán para pasar y evacuar de Francia a los que estaban en seria
amenaza por la invasión nazi y por la colaboración de la Francia de Vichy, ¿qué
nos podéis comentar de este paso?; ¿y qué nos podéis decir de la elección de
ese paso por Ponzán?, ¿por qué elige ese lugar de paso y no otro?
-J. Tengo que decir, que la red de evasión
“Ponzán” solía cruzar la muga, por Pica d’Estats, por
el Col de Sem, por Puigcerdà, por Banyoles,
o por Andorra. Situar la acción en Ordesa ha sido suposición, una cuestión de
lógica. Narramos el último paso de la red a España, cuando, por la traición y
la vigilancia de la Gestapo estaba muy comprometida. Sus agentes conocían el
peligro, por lo que es de suponer, que variarían la ruta. Por eso los
protagonistas pasan la frontera por el Pirineo aragonés. De hecho, los guías y
el propio Ponzán, en más de una ocasión utilizaron la vía central de la
cordillera, la conocían bien. Realmente, aunque desconozco por donde fueron, en
esa última misión participaron; Ocho aviadores británicos, un sacerdote belga,
un activista francés perseguido, Nancy Wake y Renée Nouveau. Lamentablemente, hasta el cómic tiene sus
limitaciones, y de todos los pasados, solamente las dos mujeres aparecen en
nuestro relato.
-¿Qué le llevó a
Ponzán a montar esta red de evasión?
-J. Citaré al propio Ponzán primero, y luego a
Albert Guérisse, alias (Pat O’Leary)
“En primer lugar, que los compañeros trabajen
para Inglaterra o Francia, y servirse de los dos países. Destinar una pequeña
partida de dinero para los fines españoles. No olvidar nunca la acción, base
del triunfo”
“Trabajando para los aliados tendré la posibilidad
de trabajar para nosotros (los
españoles), y luchar contra el franquismo”
“Ponzán no tenía ninguna simpatía particular
por los ingleses. Los consideraba, lo mismo que a los franceses o a los
alemanes, como peones en un tablero de ajedrez. El tablero era España, tras los
montes. España, bajo la dominación de Franco. Rebelde contra el destino,
impaciente de actuar, siempre a cuestas con sus ensoñaciones de anarquista”
-¿Cuál
era el perfil de la gente que Ponzán evacuaba desde Francia?
-J. Personas de toda condición y nacionalidad
perseguidas por el nazismo y por el gobierno títere de Vichy. Desde aviadores
aliados, cuyas naves habían sido abatidas, a soldados fugados. Y en general,
gentes perseguidas por su raza, religión, o ideología.
-¿Se puede decir
que cada vez que iniciaban un viaje de evacuación se la jugaban a la ruleta
rusa, me refiero tanto a los ciudadanos que pretendían pasar como a los
pasadores?
-J. En cada paso debían sortear muchas
dificultades, no solo en la montaña. El destino de los huidos acababa en
Lisboa, Gibraltar, Donostia, Barcelona o Madrid. Y tras cruzar la frontera,
debían atravesar un territorio peligroso en un país amigo de Alemania, donde
los guías estaban en busca y captura. Pondré el ejemplo de Agustín Remiro
Manero, un agricultor anarquista de Épila, Zaragoza. Luchador antifascista en
la Guerra de España, resistente en Francia y pasador de la red. Después de
llevar a un grupo hasta Portugal, fue detenido en Lisboa, en 1941. Trasladado a
la cárcel de Porlier, en Madrid, y condenado a
muerte, saltó desde la ventana de un cuarto piso, estrellándose contra el suelo
y muriendo, tras una desesperada fuga.
-Amigos, ¿nos
podéis acercar un poco a la figura de Ponzán?
-J. El personaje de Ponzán es fascinante, a lo
largo de su biografía sufre un desarrollo vital, que va desde ejercer la
pedagogía, a participar como consejero en el primer órgano de gestión real
anarquista sobre un territorio, el Consejo de Aragón. Y más tarde, de
convertirse en un guerrillero que se infiltraba en terreno enemigo, a dirigir
una red de evasión de huidos de los nazis. En su particular camino del héroe,
empieza siendo un humanista maestro de escuela, y pasa a ser un cualificado
luchador antifascista. Es la guerra quien lo convierte en guerrero. Para mí,
esa es la conclusión deslumbrante del actor. Sin olvidar que fue alumno y amigo
de Ramón Acín Aquilué, y
que junto a Evaristo Viñuales, conformaron un trio
formidable de amigos libertarios oscenses.
-¿Cómo era la
“red de evasión”?
-J. El embrión de la red de evasión “Ponzán”
empieza a gestarse en la Guerra de España. Cuando en la 127 Brigada Mixta,
antigua columna Roja y Negra. Unos cuantos soldados crean el grupo “Libertador”
ocupándose de acciones de infiltración, liberación de perseguidos y sabotaje en
territorio enemigo. Una de sus actividades era liberar fugitivos de Zaragoza,
según Diego Abad de Santillán eran conocidos por “Los Hijos de la Noche”. Más
tarde, la milicia republicana, incluye al “Libertador” en el Servicio de
Inteligencia Especial Periférico, SIEP. Los integrantes eligen a Paco, como
delegado del que ya será conocido como grupo “Ponzán”. Sus actividades le
llevan a conocer en profundidad el territorio aragonés y catalán. Al acabar la guerra y pasar a Francia, tras
varios avatares, el grupo se vuelve a activar. Y desde Toulouse y la población
de Varilhes, comienza, con la colaboración del
servicio secreto británico primero y el francés, después, a rescatar a huidos
del franquismo. Una vez empezada la contienda mundial, el paso de huidos es
bidireccional, huidos de los nazis a España y españoles republicanos a Francia.
Pero no trabajaban solo veteranos de la Guerra Civil, el entramado implicaba a
otras muchas personas de diversas procedencias, fundamentalmente resistentes
franceses.
-¿Con qué
dificultades se solía encontrar esta “red de evasión”?
-J. Las dificultades eran muchas, solo el
tesón y la esperanza de subvertir el orden en España animaba a seguir adelante,
pese a los impedimentos. Los principales peligros serían tres: Vivir en la
clandestinidad, los agentes de la red, tanto españoles como franceses, tenían
sobre si, el peso de tener que vivir escondidos y el miedo a ser detenidos por
la policía francesa. La precariedad económica, provocada por la falta de
estabilidad y por la ingente cantidad de ayuda que prestaban a los refugiados
españoles en Francia. La infiltración de espías enemigos en la trama, y el
peligro de delación, siempre presente.
-¿Por
qué cae la “red de evacuación de Ponzán”?
-J. Cuando Alemania completa la invasión de
Francia, en noviembre de 1942, se une a los esfuerzos de las
policías francesa y española de detener a los resistentes y a las redes
de evasión que operan en el sur del país. La mayoría de los guías de la red
comienzan a caer, por la infiltración de espías y por el riesgo de exposición
en los pasos y en las rutas. La red siempre había estado vigilada, aunque la
pericia de sus integrantes conseguía esquivar la presión policial. Pero poco a
poco, la intimidación a la que está sometida, va minando su estabilidad y al
final, la hace caer.
En Barcelona, el comisario Quíntela Bóveda,
conocido con el sobrenombre de “El terror de la FAI”, en enero de 1942, tenía
en su poder una completa semblanza de Ponzán. Redactada quizá por un infiltrado
en la red, donde se especificaba tanto un análisis psicológico y biográfico del
personaje, como los lugares por donde transitaba y vivía en Toulouse. Lo que
quiere decir que Paco Ponzán y la red, estaban estrechamente vigilados. Con los
medios que contaba el enemigo, era cuestión de tiempo que el entramado cayera.
-Amigos, ¿cómo habéis colaborado y trabajado juntos para conseguir
este resultado, Frontera de
Ordesa. La Red Ponzán?. ¿Cómo ha sido la
metodología de trabajo conjunta?
-J. Pues la verdad, ha sido un placer trabajar
con David. El método de colaboración era sencillo, yo le enviaba el guion y el
primero lo planificaba en el storyboard, y después lo dibujaba. A medida que
recibía sus dibujos iba modificando textos, recortando y añadiendo, en función
de su narración gráfica. Era tal la precisión y la adaptación de sus viñetas al
guion, que hube de corregir, para evitar que redundaran mis textos en el
dibujo.
-D. Ha sido un proceso muy natural y armónico.
Juan me facilitó una documentación gráfica junto al guión que me ayudó a
plantear muchos detalles. Además y como complementación, hemos contado con la
ayuda de un historiador especialista en la época, que resolvía cualquier duda
de vestuario y armamento que pudiera surgir. Uno de los pilares fundamentales
del proyecto a nivel técnico ha sido la verosimilitud en cuanto a la
ambientación; queríamos que rezumara realismo y autenticidad. Trabajar con Juan
ha sido muy cómodo, siempre se ha mostrado flexible y abierto a nuevos planteamientos.
-¿Cómo
se documenta el narrador y el ilustrador para llevar a cabo este cómic?
-J. Leyendo todo lo que ha caído en mis manos,
al final del cómic hacemos referencia a todas las fuentes que no han inspirado
y que han servido para documentarnos.
-D. Principalmente en libros y a través de
internet. Gracias a la Fototeca de la Diputación de Huesca he podido acceder a
un archivo enorme de imágenes pirenaicas de la época. El costumbrismo tiene
especial relevancia en el cómic. Gracias a la Biblioteca pública de Boltaña,
que me facilitó también mucha documentación.
-Antes hablábamos
de la metodología conjunta, la que es necesaria cuando hay que comentar el
libro y componerlo entre los dos, pero ¿nos podéis contar cómo es la
metodología de trabajo a nivel individual?
-J. Mi método es sencillo, primero trabajo en
la documentación, que es lo más divertido, después preparo un argumentario de lo que va a ser guion. Más tarde preparo y
describo el rol de personajes y finalmente escribo el guion. Siempre dispuesto
a cambiarlo, en función del trabajo del dibujante, en este caso de David.
-D. Primero realizaba un storyboard de cada
uno de los capítulos con la planificación ya prácticamente definitiva. En el
proceso de dibujo sucedía que el planteamiento cambiaba en alguna viñeta,
buscando el mejor resultado narrativo. El proceso de dibujo ha sido artesanal
de principio a fin. Una vez estaban dibujadas todas las páginas del capítulo,
procedía a su entintado, con plumilla, pincel y tinta china, como en los cómics
clásicos. Una vez realizado el entintado, se digitalizaba para su posterior
proceso de color, esta vez sí en ordenador.
-Amigos, creo que
la colaboración ha dado unos frutos inmejorables, ¿cómo lo veis para colaborar
en un futuro?
-J. Me gustaría volver a trabajar con David,
su dibujo es inmejorable y demuestra un compromiso excepcional con los
proyectos.
-D. Coincido con Juan. Seguro que se presenta
un proyecto en el que podamos colaborar.
-En la
actualidad, ahora, ¿en qué estáis trabajando cada uno de vosotros; nos podéis
dar alguna pista?
-J. Lo más inmediato es un proyecto con Juanfer Briones, una historia bélica sobre las Brigadas
Internacionales.
-D. Estoy trabajando en un cómic con guión de Daniel
Viñuales sobre el hundimiento del submarino C4 en aguas de Mallorca, también
para la editorial GP, y que verá la luz el año que viene.
-Cómo ha sido
trabajar con Ediciones GP?
-J. Un placer. La complicidad con la editorial
aragonesa es total.
-D. Nos lo han puesto muy fácil, ha sido un
gusto trabajar con ellos.
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