Cazarabet conversa con...   Ángel Alcalde, autor de “Excombatientes y fascismo en la Europa de entreguerras” (Universitat de València)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un libro de Publicacions de la Universitat de València desde la pluma de Ángel Alcalde.

La sinopsis:

Hitler y Mussolini combatieron en la Primera Guerra Mundial, así como muchos otros nazis y fascistas, brutalizados por su experiencia de lucha en las trincheras. En la Europa de entreguerras, el ascenso del fascismo vino acompañado de los problemas de reintegración de millones de veteranos. Mutilados, condecorados, resentidos por la derrota o insatisfechos con los réditos de la victoria, se organizaron en potentes asociaciones y movimientos sociales. No obstante, una amplia mayoría de los excombatientes jamás apoyaron el fascismo y demostraron, en cambio, inclinaciones pacifistas y democráticas. Los historiadores se han topado muchas veces con esta paradoja: si bien muchos fascistas eran excombatientes, muy pocos excombatientes se convirtieron en fascistas. Para resolver este enigma, este libro es el primero en estudiar profundamente, con iluminadores detalles y una amplia narrativa, la relación entre los veteranos de guerra y el fascismo a nivel europeo a través de los casos de la Italia fascista, la Alemania nazi, la Francia de Vichy y la España de Franco. La violencia política; los estereotipos, mitos y discursos sobre los veteranos de guerra; las redes de contacto entre excombatientes y fascistas que se extendieron por todo el continente, y los avatares de la política internacional que condujeron a nuevos conflictos bélicos como la Segunda Guerra Mundial se desgranan como factores fundamentales para entender uno de los periodos más trágicos de la historia de Europa.

El autor: Ángel Alcalde (Zaragoza, 1981) es profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Melbourne (Australia) y doctor en Historia por el Instituto Universitario Europeo de Florencia. Ha sido investigador posdoctoral Humboldt en la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich. Especializado en la historia social y cultural de la guerra moderna y la historia transnacional del fascismo, es autor de numerosas publicaciones sobre la Guerra Civil Española y el régimen de Franco, incluyendo los libros Lazos de Sangre (2010) y Los excombatientes franquistas (2014). Sus artículos sobre aspectos como la masculinidad excombatiente, la violencia sexual en guerra y posguerra o el fascismo transnacional se han publicado en prestigiosas revistas académicas españolas e internacionales como 'Ayer', 'Historia y Política', 'European History Quarterly', 'Contemporary European History' y 'The Historical Journal'. También ha coeditado el volumen 'The Crucible of Francoism' (2021), que explora los orígenes ideológicos de la dictadura de Franco en la experiencia de guerra. 'Excombatientes y fascismo en la Europa de entreguerras' fue publicado originalmente en inglés por Cambridge University Press en 2017.

 

 

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Ángel Alcalde:

 

-Ángel, coméntanos, por favor, el porqué de este libro: ¿qué te hizo investigar sobre la relación de los veteranos de guerra, sobre todo de la Gran Guerra tal como se conoce a la primera guerra mundial y el fascismo? ¿qué te incentivó a investigar sobre esta relación o interrelación de excombatientes y fascismo?

 

Esta investigación surgió como continuación de mis estudios acerca de la guerra civil y el franquismo, y en particular sobre los excombatientes franquistas, tema sobre el cual publiqué un libro en 2014: ¡hay una entrevista con Cazarabet sobre el mismo!

 

Desde tiempo atrás tenía claro que existía una relación especial entre los movimientos de excombatientes y los fascismos, reconocida por los historiadores y evidente por hechos como que Hitler y Mussolini, y muchos de sus seguidores, habían sido soldados en la Primera Guerra Mundial. En el caso del franquismo, la guerra civil e incluso la guerra de Marruecos, de manera similar fueron experiencias importantes para una generación que parcialmente fue atraída por el fascismo.

 

Existía un intenso debate sobre el tema en la historiografía internacional y este libro es mi intervención en el mismo.

 

-¿Tus preguntas las que te haces ante un trabajo de investigación quedan saldadas o hay flecos de los que tirar, quizás, en otras investigaciones posteriores….?

 

Por un lado, creo haber resuelto las muchas contradicciones interpretativas sobre el tema y ofrecido una explicación que no deja flecos. Básicamente, mi análisis de la construcción de estereotipos y mitos políticos sobre los "excombatientes fascistas" en el periodo de entreguerras, así como su circulación transnacional por el continente, trasciende previas aporías de las interpretaciones habitualmente basadas en meros estudios caso de óptica nacional. Mi aproximación es suficientemente flexible como para poder entender cualquier peculiaridad nacional en el contexto amplio europeo e incluso más allá. Esa es la ventaja de realizar análisis transnacionales.

 

No obstante, mi trabajo tampoco cierra el tema, ya que mi investigación está centrada en un marco geográfico de cuatro países: Italia, Alemania, Francia y España, con alguna mención más allá de este espacio transnacional. Me hubiera gustado incluir los Estados Unidos, por ejemplo, pues después he descubierto que la interpretación también encaja perfectamente con el hecho de las inclinaciones autoritarias y reaccionarias de grupos excombatientes como la American Legion. Otros países europeos aún necesitan exploración desde las nuevas perspectivas que propongo, particularmente en el Este de Europa. Pero me consta que investigadores jóvenes como Blasco Sciarrino y Alex Makris han aplicado conceptos y perspectivas que propongo en mi libro para examinar la historia de los veteranos de guerra en países como Rumanía y Grecia. ¡Aún queda bastante por descubrir en ese sentido!

 

-A ver, te lo pregunto desde fuera sin tomar la lectura demasiado como referente, aunque la tengo en cuenta por lo que voy leyendo y aprendiendo…creo que de las trincheras y de la Gran Guerra salieron tantos “descreídos con la guerra”, como pacifistas---cuidado no es lo mismo o al menos no lo percibo así---, como otros que evolucionaron hacia el fascismo…

 

Buena apreciación, y de hecho aún iría más allá: de la experiencia de la Gran Guerra hubo muchas más personas que salieron horrorizadas con la matanza y con las derivas ultra-nacionalistas que las que luego evolucionaron hacia el fascismo. La experiencia bélica fue interpretada en una miríada de maneras por muy diversas personas. No necesariamente habían de surgir ultra-nacionalistas "brutalizados".

 

-Porque el fascismo es y era en aquellos años muy específico, ¿cómo nos lo explicarías para que lo entendamos hoy? —porque, aunque lo llamemos de la misma manera, el fascismo de hoy no tiene nada que ver con el de entonces utilizan como instrumentos y herramientas que son comunes al populismo más exacerbado, ¿verdad? - Saben dónde, cuándo pinchar y en qué momento hacerlo, ¿verdad?…

 

Sí, el fascismo surgió caracterizado por rasgos novedosos que lo diferenciaron de tradicionales movimientos de derecha. No obstante, el fascismo también pertenecía a una tradición ideológica más amplia de la extrema derecha. Y en cierto sentido, el fascismo no fue más que una fase, con rasgos propios del periodo, de la larga historia de la ultraderecha, que ha llegado hasta nuestros días conservando algunos legados del momento fascista. También hubo rasgos populistas en el periodo de entreguerras. No hay una clara línea divisiva entre la ultraderecha del pasado y del presente, sino una continuidad con transformaciones y capacidad de adaptación a nuevos contextos.

 

-¿Se puede decir que “ciertas frustraciones” llevan a tomar derivas, o a abrazar,  políticamente radicales? 

 

Se puede decir. Pero esto se ha convertido en un cliché. El radicalismo también se puede alimentar de otros factores y emociones.

 

-¿Quieren y querían “masas más bien incultas” para que no se hiciesen demasiadas preguntas y que fuesen manejables desde el fascismo?---aunque en Italia –como en Francia o Alemania--hubo mucho más sectores sociales, hay más abanico de gentes de diferente nivel cultural,  que abrazan al fascismo—-¿Esto lo diferencia del fascismo de masas español?

 

En España el fascismo tuvo un carácter sociológico menos popular que en la Alemania nazi, con las clases burguesas siendo más claramente hegemónicas. Gentes educadas que se unieron al fascismo en España eran bastante elitistas. Pero las diferencias y similitudes con otros casos varían con el tiempo y el contexto y son cuestión debatible.

 

-Estaban los excombatientes de la Gran Guerra entre estos colectivos o definiciones de los que se alimenta el fascismo…

 

Cultivar la noción del excombatiente, de hecho, fue una de las maneras con las que el fascismo, como movimiento que promovía políticas de derecha e incluso extremadamente conservadoras en lo social, pudo atraer a sectores más populares, de individuos que pertenecían a las clases trabajadoras, pero habían combatido en la guerra. Pero de nuevo aquí, mi libro demuestra que la cuestión es más compleja, porque los "excombatientes" como grupo social altamente diverso y fragmentado nunca se movieron al unísono.

 

-¿Por qué te fijas tanto en la experiencia italiana de la I Guerra Mundial?….-¿Es porque el fascismo en Italia cobra como un quiebro muy, muy especial…?—creo que hay que recalcar que los italianos en la Gran Guerra combatieron del lado aliado, pero…

 

Porque básicamente, el fascismo como movimiento e ideología específico, fue inventado y desarrollado en Italia, ante todo. De hecho, el Nazismo sólo se desarrolló como un fascismo al inspirarse directamente en el modelo italiano, lo que ocurre ya en fechas muy tempranas, hacia 1921, como he demostrado en algunos trabajos. Y después, el Tercer Reich en los años 30 fundamentalmente imitó, adaptó y adoptó innovaciones italianas del régimen de Mussolini en los años 20.

 

Y sí, Italia fue un país vencedor en la Primera Guerra Mundial. Otro de los clichés, parcialmente erróneos, sobre el fascismo es la creencia que surge como reacción a la "humillación" de la derrota. En realidad, el anti-Marxismo y la reacción contra la Revolución rusa, con mitos como el del Judeo-Bolchevismo, tuvieron un papel más relevante.

 

-¿Cómo nace el fascismo italiano y qué relación tiene esta génesis con los excombatientes italianos? ¿Por qué en Italia, digamos, que “cala” tanto el fascismo? ¿Es la estética, “el porte”, “el status” que otorgaba todo lo que rodeaba al fascismo lo que fascina a los excombatientes, en este caso me refiero más a los italianos…?.- O es más “el sentido de fracaso” que se arrastra desde la Gran Guerra lo que hace que los excombatientes se sientan frustrados y de ahí al fascismo hay una sensación de fracaso nacional…

 

En el libro explico que se trata de un proceso de manipulación y monopolización de la imagen y símbolo del "veterano de guerra" por parte del fascismo (y la derecha nacionalista y autoritaria). Los excombatientes "frustrados" o "humillados" eran solo unos pocos (ex-oficiales burgueses normalmente). Los fascistas utilizaron la violencia para imponer la idea de que los excombatientes son por naturaleza inclinados al fascismo. Pero la realidad era otra.

 

-Porque ese fascismo, el italiano, es sobre el que se miran y se inspiran otros fascismos como el español, sin ir más lejos… ¿qué nos puedes explicar?

 

Totalmente, es un proceso que explico en buena parte de mi libro. Muchos excombatientes en otros países percibieron lo que pasaba en Italia a través de medios controlados o sesgados y empezaron a creerse que el fascismo era un movimiento de excombatientes.

 

-¿En qué situación quedan los excombatientes italianos para que vean en el fascismo un lugar que les entiende…?-¿Cómo fue su relación con el Gobierno de Mussolini, me refiero, más que nada, a los excombatientes y veteranos…?-No sé, ¿uno no se cansa de tanto discurso grandilocuente, de proclamas agresivas, de ir llevándoselo todo por delante cuando se ha estado en el frente?

 

En realidad, solo una parte de los excombatientes italianos apoyaron a Mussolini. La gran mayoría luego se dieron cuenta de su error, ya que los fascistas destruyeron su autonomía e identidad particular. Las relaciones del gobierno de Mussolini con los veteranos fueron muy tensas, a veces marcadas por la violencia, y terminaron en ruptura y luego en la imposición totalitaria de control fascista. Claro, esta realidad no llegaba a los observadores fuera de Italia, y en Italia con los años la dictadura consiguió imponer su cultura de guerra.

 

-¿Cómo va evolucionando el fascismo desde Italia hacia otros países como Francia…?, este caso me llama un poco más la atención…

 

En el libro demuestro que, a través de contactos directos, visitas, estudios, redes informativas, etc. las ideas fascistas circularon, transformándose y adaptándose, en muchos países como Francia.

 

-El caso alemán merece capítulo aparte porque al principio parece que hay más interacción, pero después la idiosincrasia de la propia Alemania se lleva por delante casi todo y la propia Alemania crea o recrea su propio fascismo, lo que conoceremos como el nazismo… ¿lo ves así o qué nos puedes explicar? Aunque, el Tercer Reich siempre mantendrá una buena relación con el fascismo de Mussolini, ¿no?

 

Sí, de nuevo aquí se trata de un proceso de admiración, imitación, adaptación de ideas italianas a Alemania. Hitler siempre admiró a Mussolini. Peculiaridades y aspectos específicos por supuesto hubo, como la enorme importancia del antisemitismo entre los Nazis, que no es tanta en el fascismo italiano. Pero si miras a otros fascismos europeos, como el rumano, sí que encuentras semejante antisemitismo virulento, así que de nuevo el supuesto carácter único e irrepetible del nazismo no se sostiene.

 

-Hablas de la incursión de los excombatientes italianos, bajo su fascismo, en Etiopía, ¿por qué los utiliza allí para que ellos “preparen”, de alguna manera, a los combatientes más jóvenes?

 

Sí, esta guerra también se utilizó para crear nuevas generaciones de italianos con experiencia de combate. Pero el proyecto colonial no fue particularmente exitoso.

 

-En la guerra de España donde Italia vino a ayudar a Franco y al fascismo español, ¿hubo excombatientes en batallas como la de Guadalajara o en otras y qué papel crees llegaron a definir?

 

De nuevo, esta es otra guerra que vino a ser glorificada como otra "guerra fascista" (como la denomina el historiador Javier Rodrigo) y luego como una de las "tres victorias" (Primera Guerra Mundial, Etiopia, España) en la Italia fascista.

 

-Hemos hablado antes de la influencia del fascismo de Italia versus Francia, ¿cómo influye esto en la posición de excombatientes franceses como eran Petain y compañía…como le fue al Gobierno de Vichy que llegó a un acuerdo con la ocupación nazi de Hitler?

 

Una historia complicada que sólo puede entenderse observando como hago en mi libro la presencia y evolución de numerosos grupos fascistas y de extrema derecha en Francia desde los años 20. Era una sociedad muy dividida, como lo era la española durante los años 30. Por eso Vichy no tuvo demasiada legitimidad, como tampoco la hubiera tenido el franquismo de no ser por su supervivencia al final de la Segunda Guerra Mundial.

 

-¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además tiene mucho a ver con el proceso de documentación?-La investigación, la recopilación de documentación, el contrastar todo ello…el aproximarse a testimonios más o menos directos sobre vuestro trabajo…es una tarea que requiere de  mucha dedicación, minuciosidad, pero que  también obtiene, al final, e mucha gratificación al ver el resultado, ¿qué nos puedes decir? ¿Y qué metodología de trabajo sueles seguir?   -¿Trabajas sobre un guion de cuestiones y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?

 

Tuve el privilegio de realizar esta investigación plenamente apoyado por una beca de investigación en el Instituto Universitario Europeo de Florencia, que es un lugar increíble para realizar este tipo de trabajo intelectual. En mi caso, utilicé una inmensa cantidad de documentos primarios, décadas de prensa microfilmada en diferentes países. Requiere paciencia y concentración, pero también resulta adictivo. Con libertad, tiempo y apoyo para perseguir tus preguntas hasta donde te lleven, motivado por una infinita curiosidad y disposición a realizar una crítica rigurosa de toda realidad... se pueden obtener grandes resultados en la creación de conocimiento científico-histórico. Las preguntas y sus respuestas siempre llevan a nuevas fascinantes preguntas. Y esto es lo gratificante al fin y al cabo de la investigación histórica.

 

 

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