Cazarabet conversa con... Manuel López,
autor de “La ética y los periodistas que hacen publicidad” (Carena)
Manuel
López con ediciones Carena pone el dedo en una de las principales “yagas” de la
profesión y el oficio del periodismo.
Se trata de
un libro de investigación sobre el oficio de informar, el del periodismo frente
al mundo publicitario…
Quizás no
lo sepamos, pero la ósmosis entre un mundo y otro; entre una profesión y otra
no son tan lejanas….la permeabilidad es excesiva.A
veces, quizás vergonzosa y que hace o pervierte el oficio de informar hasta
llagar a herirlo y a partir de ahí la degradación es como la caída de una pieza
de dominó puesta delante de otra….
La sinopsis
del libro:
Partiendo
del derecho a la información veraz y sin condicionantes, La ética y los periodistas que hacen
publicidad es un libro comprometido con el periodismo auténtico, con
ese periodismo que lleva a muchas personas a jugarse el pellejo en lugares
conflictivos o a destapar temas que el poder, siempre el poder, intenta tapar.
Es una obligación
de los periodistas honrar su profesión sin inmiscuirse en intereses comerciales
o políticos. Pero el hecho es que, en España y en otros países del bloque
occidental, algunos periodistas han aceptado poner su voz e imagen en anuncios
comerciales, contraviniendo todos los códigos éticos de la profesión.
Como dice
el profesor Bernardo Díaz Nosty sobre los periodistas
que hacen publicidad: «incurren en la degradación más absoluta que puede
alcanzar la profesión periodística».
El autor:
Esta
editorial, Carena, le dedica al
periodismo no pocas reflexiones. Los encuentras en este enlace: https://edicionescarena.com/carena-periodismo/
Cazarabet conversa con Manuel López:
-Manuel, ¿qué nos encontramos detrás o dentro de este
libro, La ética y los periodistas que hacen publicidad?
-Una advertencia a la sociedad. Una advertencia para señalarle que
detrás de cada líder del periodismo español nos podemos encontrar algo falso, a
alguien que desprestigia a la profesión.
-¿Se
trata éste, amigo Manuel, , de un ejercicio de
investigación ante la injerencia del mundo publicitario en el periodismo?
-Sin duda, hemos estado dos años investigando, hilvanando complicidades
entre diferentes sectores, como son los de la publicidad y el periodismo. Al
mismo tiempo hemos intentado sentar las bases de lo que ha de ser la ética
profesional.
-¿Qué
es lo que te hizo escribir esta reflexión/análisis en torno a la profesión
periodística?
-Bien, yo soy periodista desde 1972 y a lo largo de mi extensa vida
profesional y profesoral -soy profesor
emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona- he tenido que afrontar el mito
de lo que se consideraba como "mejores periodistas de España" para
desmontar la imagen que nos daban. Eso ha sido a través de la reflexión y el
análisis, pero también a través de la provocación, que me llevó, hace años, a
denunciar diferentes casos ante el Consejo de la Información de Catalunya
-órgano vigilante del periodismo catalán- sin que sirviera para nada.
-¿Cómo
empieza esa injerencia?; ¿es “don Dinero” el causante de toda esta mezcla que
degrada, a tu parecer, el oficio y el trabajo de informar?
-Imaginaos que os dan 200.000 euros por trabajar una mañana, sólo una
mañana. Eso es lo que pueden ganar nuestros periodistas de élite, esos que
presentan los principales informativos de España.
No hay otra razón, a no ser que descubramos que alguno de estos
periodistas tiene interés en favorecer algún banco o empresa de alimentación a
través de sus informativos.
-Porque,
amigo, para ti el trabajo de informar, el periodismo, ¿en qué debe consistir?
-Lo principal es ser buena persona, lo dijo Ryszard
Kapuscinski. Una mala persona no puede intentar
servir a la sociedad... en todo caso lo que pretende es servirse de ella.
-¿Dirías
que, de entrada, es
mala cosa mezclar periodismo con publicidad?
-De entrada... y de salida. Está prohibido por los diferentes códigos y
si se hiciera una encuesta entre el público sin duda alguna todo el mundo
estaría en contra, porque no Es lógico mezclar información con propaganda. Un
médico, por poner un ejemplo, no puede recetar una medicina a un paciente de
cuyos laboratorios está cobrando una comisión.
-Pero
en cuanto muchos espacios de contenido periodísticos llevan “patrocinio” de
“ciertos anunciantes”, de entrada ya parecen “trufados” por “cierta
influencia”, ¿cómo lo ves?
-Eso es una realidad que parece tener tendencia a consolidarse, para
preocupación de todo el sector de la comunicación. Hay empresas de periódicos,
o emisoras de TV, que emiten contenidos patrocinados: ¿quién se va a creer lo
que dicen?
-Pero no estamos hablando tan solo de periodistas que
“anuncian” o ponen cara a productos publicitarios digamos “de siempre”: seguros,
productos alimentarios…también se pone cara a la propaganda desde las
instituciones, ¿no?
-Sí, y eso ya no es publicidad, es propaganda. Cuando una presentadora
sale diciendo que los Bonos del Estado generarán muchos beneficios, ¿cómo lo
sabe ella?, ¿es una fina analista en economía o tan sólo lee lo que le ponen
delante y al final del día pasa por caja?
-Pero
la injerencia puede venir, digamos “bajo mano” o si ser tan explícita…desde el
patrocinio de programas deportivos o partes dentro de un magazine, de un
programa informativo o del pie de página o “banner”… ¿Podríamos decir a parte
de los nombres y casos explícitos que analizas que hay también mucha publicidad
encubierta y como subliminal?
-Subliminal es cuando un entrevistador hace preguntas a un deportista, o
a un político, y detrás aparece un anuncio. O cuando un periodista aparece con
unas zapatillas deportivas de determinada marca... o cuando un cámara enfoca
más la parte derecha de un deportista que es donde lleva los slogans
publicitarios.
La encubierta también va por ahí: por ejemplo, cuando en la mesa de unos
tertulianos aparecen botellas de agua mineral de determinada marca.
-La
ética, porque quiere presuponer que los periodistas y periodistas que han hecho
y hacen publicidad no son unos perturbadores de la misma---yo no soy quién para
juzgar a nadie, sí para dudar…---bien, a lo que iba, amigo, ¿la ética se puede
educar?
-Desde las Universidades intentamos que los estudiantes salgan bien
preparados técnicamente, que sepan redactar, componer, editar, etc... Pero también les indicamos cuales son las vías para
realizar su labor: la Transparencia, la Ética, la Honestidad.
Luego serán ellos los que decidan, pero para eso están las asociaciones
de la prensa y los colegios y sindicatos profesionales para delimitar
responsabilidades, y echar de la profesión a aquel que ha atentado contra ella.
-¿Qué
relación hay entre la ética y el código deontológico que se estudia en las
aulas de comunicación audiovisual o periodismo con esa incompatibilidad que, de
entrada, muchas veces se ve y se nota como “consumidor/a de medios”?
-La relación es estrecha, pero contradictoria. Pero hay un hecho: los
periodistas que hacen publicidad no son los que están en el paro, son los
periodistas que ganan entre 500.000 y 3 millones de euros al año.
Los medios de comunicación, es cierto, son productos de consumo: lees un
periódico y a las pocas horas ya no tiene valor. Ves un noticiario de TV y al
poco rato ya ni te acuerdas... hay esa constante de que se trata de elementos o
productos de consumo. Pero tienen un valor, el de informar, generar opinión,
consolidar la democracia.
-¿Crees
que ellos y ellas son conscientes del daño que se hace al oficio del
periodismo?; ¿puede haber “vuelta atrás”?
-No, no son conscientes. En la segunda parte de mi investigación vamos a
dirigirnos a esos periodistas de élite que
no respetan los códigos para hacerles esa misma pregunta. ¨
La vuelta atrás consistirá en que las asociaciones de la prensa los
puedan echar de sus filas.
-Ya
para finalizar, libertad para vivir, amigo…pero la lectura me lleva a pensar
más que nunca: o se hace publicidad o periodismo, pero no se debe estar en misa
y replicando porque al final ni se hace bien ni una cosa ni otra…aunque,
cuidado, primero siempre está el derecho, sagrado, a la información y a
preguntar más allá, planteando interrogantes;¿qué nos
puedes reflexionar?
-El periodismo es básico para la sociedad. Los mayores recordamos la
época en que los diarios no tenían libertad... y ahora sí la tenemos, pero
debemos cultivarla y defenderla día a día, hora a hora.
Separar periodismo de publicidad, y separar periodismo de propaganda es
una exigencia social aunque a la audiencia le caiga bien Matías Prats o Pedro
Piqueras. Estos dos periodistas no pueden estar por encima del código ético
profesional.
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