La Librería de El Sueño Igualitario

CA00329601-(1).jpgCazarabet conversa con...   Angélica Velasco Sesma, autor de “La ética animal. ¿Una cuestión feminista?” (Cátedra)

 

 

 

 

 

Angélica Velasco Sesma escribe un apasionante libro, de ensayo, reflexión sobre “el viaje” de la ética animal y lo que significa globalmente, aunque bajo la mirada de cómo le ha influido a esa cuestión, la animalista,  la mirada feminista. El libro  se edita desde Cátedra Ediciones—Grupo Planeta--y el departamento de Publicaciones de la Universidad de Valencia.

 

La sinopsis de este libro:

En la actualidad, el trato que damos a los animales es objeto de una importante teorización desde la Ética y ha dado lugar a un potente movimiento internacional de defensa de los no humanos en el que participan activamente innumerables mujeres. En relación a ello, este libro se plantea una serie de interrogantes ineludibles: ¿Debe esta Ética Animal tener en cuenta los componentes de género que subyacen a la dominación de los animales? ¿Se hallan suficientemente reconocidas las aportaciones de las mujeres en este terreno? ¿Son necesarios los valores del cuidado para la Ética Animal o basta con los principios universales de justicia? ¿Es posible alcanzar un pensamiento crítico e igualitario sin atender a la interconexión que existe entre las distintas formas de dominación? ¿Feminismo y Ética Animal deben necesariamente complementarse?

 

Sobre la autora Angélica Velasco Sesma: Es  Doctora en Filosofía por la Universidad de Valladolid, Máster en Estudios Avanzados de Filosofía por la Universidad de Valladolid y la Universidad de Salamanca y Máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad de la Universidad de Valladolid. Es miembro del Consejo de la Cátedra de Estudios de Género de esta última Universidad en la que actualmente es profesora de Ética y Filosofía Política. Ha participado en el proyecto de investigación La igualdad de género en la cultura de la sostenibilidad: valores y buenas prácticas para el desarrollo solidario, dirigido por Alicia H. Puleo y financiado por CICYT (2011-2013), en el que ha trabajado la temática del papel de las mujeres en la Ética ambiental y la praxis del cuidado para la sostenibilidad.  Actualmente participa en el proyecto I+D Prismas filosófico-morales de las crisis (Hacia una nueva pedagogía sociopolítica) (FF12013-42935-P), dirigido por Concha Roldán Panadero y Roberto R. Aramayo,  financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y coordinado por el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y las demás entidades participantes son UNED, UCM, UAM, UCLM, USAL, Pablo Olavide-Sevilla, ULL, UVA, CNRS, Canadá, TU-Berlín, TU-Dresden, Hamburg, Padua, Halle, Buenos Aires, UNAM, Chile, Colombia. Su aportación investigadora específica gira en torno a la Ética frente a la crisis ecológica.

Para saber más sobre sus artículos y publicaciones: https://sites.google.com/site/sostenibilidadygenero/home/equipo-investigador/anglica-velasco-sesma

Enlaces que quizás te gusten y te vayan bien:

http://www.capitalanimal.es/

http://www.eldiario.es/cultura/arte/Nace-Madrid-Capital-Animal-animalismo_0_477703187.html

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http://www.lacasaencendida.es/sala-prensa/capital-animal-5205

http://www.lacasaencendida.es/encuentros/i-encuentro-pensamiento-accion-animalista-capital-animal-5585

 

 

 

Cazarabet conversa con Angélica Velasco Sesma:

Angélica_Velasco_-_La_ética.jpg-Amiga Angélica este libro que reflexiona sobre la ética animal y el feminismo aporta una fuerte dosis de "sensación de vergüenza" por lo que los humanos les hacemos a nuestros compañeros de viaje, por este camino de la vida que son los animales, pero, a la vez, ¿era éste uno de tus objetivos: esclafarnos la verdad y que veamos lo que de verdad pasa…hurgarnos en la conciencia? Es, a la vez, un libro que va más allá de la reflexión, es un libro que nos pone los pies en la tierra. ¿Qué nos podéis reflexionar?

-Efectivamente. Considero que no podemos seguir eludiendo nuestra responsabilidad ética cuando se trata de actos de dominación y explotación. Precisamente es en este punto donde encuentro un paralelismo con el tema de la prostitución. Los puteros tienen que responsabilizarse de las consecuencias de sus decisiones. Del mismo modo, todas aquellas personas que contribuyen de un modo y otro al mantenimiento de la explotación de los animales tienen que ser conscientes de que sus decisiones y su modo de vida acarrea sufrimientos ilimitados e inconcebibles. Si aspiramos a lograr un mundo justo, tendremos que tomar conciencia de lo que suponen nuestras pequeñas elecciones, como la comida o la ropa. Sin lugar a dudas, un mundo justo no puede estar basado en la violencia. Un mundo en el que se hubieran conseguido erradicar las injusticias entre los seres humanos pero en el que se mantuviera la explotación de los animales, sería un mundo en el que la justicia seria incompleta. Es más, al estar fundado en la violencia más extrema para con los Otros no humanos, fácilmente esos actos violentos acabarían afectando a los Otros humanos considerados más cercanos a la animalidad, como ha sucedido históricamente en el caso de las mujeres.

-¿Entiende la ética animal de sexismo?;

-Los teóricos más conocidos de la Ética Animal han comparado el sexismo con el especismo para intentar mostrar que es necesario luchar contra ambas formas de dominación. Sin embargo, como analizo en el libro, su rechazo de los vínculos emocionales, del contexto particular y de la empatía mantiene la estructura jerárquica del pensamiento que rechaza las emociones como algo considerado típicamente femenino y, por tanto, inferior. De igual manera, dentro del activismo por la defensa de los animales creo que, en muchos casos, se sigue privilegiando el distanciamiento emocional. Por poner un ejemplo: hace años, en el contexto de un congreso de Filosofía, estuve conversando con activistas por los derechos de los animales. Uno de ellos estuvo hablando de forma muy despectiva de una chica que había participado en la grabación de las condiciones en las que se encuentran las gallinas enjauladas y que no había dejado de llorar durante todo el tiempo en el que estuvieron grabando. El chico en cuestión afirmaba que no se trata de una cuestión de pena, sino de entender que es algo injusto. Obviamente, los razonamientos sobre la injusticia de esta explotación son imprescindibles, pero si los separamos de las emociones, se queda en argumentos vacíos. Acabaremos siendo robots. Entender que sentir pena y emocionarte ante una injusticia es algo negativo, mantiene la jerarquía entre razón y emoción, jerarquía que tiene una enorme carga de género. Es cierto que el movimiento animalista se está abriendo cada vez más al feminismo. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, pues, estadísticamente, las mujeres siguen siendo el grueso del activismo de calle y los hombres acaparan los puestos clave de poder, tanto en la reflexión como en las organizaciones.

- Creo que aquí lo que falla, de primeras, es nuestro concepto e idea de convivencia y respeto; además en este caso con nuestros compañeros los animales, con el concepto de igualdad. No sé, porque la especie humana se siente por encima (personalmente, creo que estamos muy por debajo) de muchos de nuestros compañeros los animales. La gran mayoría de animales no experimentan jamás esa indignidad con la que nosotros viajamos y nos topamos  todos los días, me refiero a  la traición a otro animal, sólo por el hecho de traicionarlo… ¿Qué nos puedes decir?

-Estamos acostumbradas a pensar en la naturaleza como una lucha por la supervivencia, como un estado constante de competencia. Sin embargo, como ya mostró Piotr Kropotkin en su obra El apoyo mutuo, en la naturaleza no sólo hay competencia, sino que también hay cooperación. La idea de la supervivencia del más fuerte se adapta a la perfección a los presupuestos del capitalismo neoliberal. Nos educan para que compitamos entre nosotros y especialmente entre nosotras. Lo ideal es que nos veamos como rivales y no como compañeras y compañeros. Tenemos que recuperar la cooperación y el respeto por todos los seres vivos, sean humanos o no humanos. Por otro lado, creo que no se trata de mantener que los animales están por encima de nosotros. Hay que aceptar que los humanos tenemos ciertas cualidades que nos capacitan más para algunas acciones y los animales tienes características que les hacen ser más efectivos en otro tipo de actos. Precisamente se trataría de eliminar esa idea de superioridad/inferioridad. Somos diversos. Hay que respetar la diversidad desde la humildad y el cuidado.

C7s_g9UXUAEks5_.jpg-Quizás deberíamos aprender a observar e intentar aprender más de nuestros amigos los animales, quizás deberíamos empezar por aprender de los que más conviven con nosotros; creo que sería una buena manera de empezar, ¿qué te parece?, seguro que aprenderíamos y mucho…

-Efectivamente. Como acabo de comentar, son muchos los ejemplos de cooperación entre animales de la misma especie e incluso de distintas especies. No voy a negar la competencia. Pero hay que poner de relieve que también la cooperación es imprescindible para la supervivencia. Con respecto a los valores que nos transmiten los animales que viven con nosotros, considero que cualquier persona que haya tenido el privilegio de compartir su vida con algún animal habrá visto enriquecidos sus valores de muchas maneras. Tampoco se trata de idealizar a los animales pues también encontramos en ellos ciertas actitudes egoístas. Sin embargo, el cariño incondicional, la lealtad, la búsqueda de la seguridad, etc., es algo que nos aporta cualquier individuo de cualquier especie, no sólo los mamíferos. Las aves también son unos seres increíbles que buscan la seguridad y los cuidados, como cualquier otro individuo.

Por otro lado, convivir con animales puede hacernos entender que todos los animales merecen el mismo respeto, no sólo los perros y los gatos. Cuando entiendes que el cerdo que te estás comiendo no se diferencia en nada relevante de las perras con las que vives, se abre una puerta que ya nunca podrás cerrar: la puerta del respeto.

-¿Por qué se ha mirado, amiga Angélica, a los animales siguiendo la línea correspondiente con la utilidad que podamos sacar de ellos?

-Supongo que el egoísmo en muchos casos es más fuerte que la compasión. El sabor del cuerpo de los animales ciega nuestra conciencia. A pesar de todo, yo mantengo la esperanza de que los humanos seamos capaces de ver más allá de nuestros intereses superficiales y apreciemos la singularidad del Otro no humano. Está claro que cuesta mucho anteponer el respeto cuando esto va a suponer una pérdida de nuestros placeres inmediatos. Buscar productos que no provengan de la explotación animal supone cierto esfuerzo. Y, por desgracia, demasiada gente no está dispuesta a esforzarse para conseguir un mundo mejor. La educación tiene que jugar un papel fundamental en este sentido.

-Pero los animales, por encima de todo, son seres con derechos;  igual que nosotros, ni más ni menos

-Precisamente en la cuestión de los derechos encontramos muchas dificultades a nivel de fundamentación filosófica. Por este motivo, numerosos pensadores y pensadoras renuncian a hablar en estos términos y prefieren mantener que no se trata de que los animales tengan derechos, sino de que los humanos tenemos deberes para con ellos. En cualquier caso, si tenemos el deber de no dañarles, eso exige que dejemos de explotarles, sea de la forma que sea. Si aceptamos que tenemos ese deber para con ellos, es muy hipócrita no cambiar radicalmente nuestra forma de vida.

-Igualdad, derechos en toda la extensión y en todo  su abanico es algo que la humanidad lleva obviando muchos años;  tanto con la mujer como con los animales. Posiblemente es este denominador común, la respuesta a entender que solo la mujer sabe de la discriminación más que el hombre, de la desigualdad,  y que, por tanto, de alguna manera sabe empatizar, como más  y mejor, con lo que les pasa a los animales, ¿no?

-Ya en el siglo XIX, numerosas sufragistas fueron capaces de apreciar las similitudes en el trato que se daba a los animales en la vivisección con la forma en que se trataba a la población femenina en la ginecología. Muchas mujeres trasladan su vivencia de la discriminación a la forma injusta con la que se trata a los animales. Sin embargo, me atrevería a decir que la gran mayoría de las feministas rechazan abordar este problema porque consideran que es un peligro para el feminismo o porque, simplemente, no lo consideran relevante. Con este libro intento que las feministas entiendan que tenemos que retomar la lucha de aquellas sufragistas que se oponían al maltrato hacia los animales. La justicia y la igualdad por la que trabajamos las feministas tienen que abarcar también a los animales no humanos. En caso contrario, el propio feminismo mantendrá la estructura jerárquica del pensamiento que tanto daño hace a la población femenina.

-Puede que “comulgue” mejor el ecologismo, el animalismo con el feminismo, pero ¿qué papel juega aquí el concepto de “cuidado” y de dispensar cuidados?

-Una de las aportaciones del feminismo es precisamente la Ética del cuidado, que reivindica la no-violencia, la empatía, la atención al contexto, el cuidado de los demás, etc., como conceptos fundamentales de la moralidad. No se trata sólo de desarrollar razonamientos abstractos que nos permitan comprender por qué es injusto contaminar un río o acabar con una especie, sino que también es imprescindible comprender que es nuestra responsabilidad cuidar de aquello que nos rodea. Ésta es una de las ideas fundamentales del ecofeminismo.

-La mujer vivió en sus propias carnes la dominación y de manera encarnizada, ¿es por eso que ha sabido ver, reconocer y afrontar tanto ese padecimiento propio como el que rodean a nuestros compañeros los animales?; y lógicamente por eso mismo sabe deshacerse, más y mejor, de esa dominación…

-Como ya he señalado, muchas mujeres han sido capaces de ver los paralelismos entre la dominación sexista y la dominación especista. Sin embargo, las mujeres feministas tienen que ser conscientes también de su papel de opresoras de los Otros no humanos y trabajar por un mundo coherente con los valores de igualdad, justicia y respeto.

-Volviendo sobre la educación: es que  creo que solo podemos crecer educando y realizando como un “examen de lo que nosotros hacemos en el día  a día”. ¿Cómo lo ves?, pero cuando hablo de educación quiero hablar, reflexionando,  también de educar informando…

-Estoy totalmente de acuerdo. El papel de la educación es fundamental. Si se educara desde la infancia en el respeto y el cuidado del más débil o del diferente, creo que no tendríamos tantos problemas de odio. Pero tenemos que tener en cuenta el papel que juegan los medios de comunicación de masas en este sentido. De la misma manera que el sexismo se reproduce a través de los mass media, también la indiferencia por el sufrimiento de los animales se transmite de una forma muy marcada, por ejemplo, en la publicidad. ¿Qué van a aprender los niños y las niñas cuando vean que las vacas de las que viene la leche que desayunan están felices en enormes prados? Obviamente, aprenderán que no hay ningún problema en consumir esos productos. Algo muy distinto pasaría si se dejara de mentir al respecto y se enseñara la realidad que sufren los animales que son explotados en granjas. La vida y la muerte de estos animales distan mucho de ser algo feliz.

presentacion-libro-la-etica-animal-una-cuestion-feminista-8104.jpg-La sociedad tiene muchas cuchillas contra los animales. Aquí y ahora cuáles deben atajarse, ya, por ley y cómo hacerlo porque, de entrada sobra cualquier cosa que degrade o no ponga como un igual a un animal. A mí, no se me ocurriría ponerle cuernos ardiendo a un compañero humano, torearlo calvándole banderillas, lancear a animales, matarlos por el monte, amenazando la seguridad del resto de seres vivos o criándoles bajo el precepto de la explotación capitalista en una granja

-Creo que todo se reduce a la Regla de Oro de la Moral: no hagas al otro lo que no quieras que te hagan a ti. Si fuéramos capaces de ponernos en el lugar del Otro, si realmente viéramos el sufrimiento que hay detrás del filete que nos comemos o de la chaqueta de cuero que vestimos, todo sería diferente. Lograríamos un mundo menos violento.

-Algunas veces me pregunto, ¿cómo sería una “revolución animal” y ahí incluyo, como no, a las plantas, árboles, vamos al reino vegetal?

-El consumo de cadáveres de animales supone un consumo excesivo de plantas y agua. La liberación animal traería un aumento del alimento vegetal que actualmente se emplea para alimentar a los individuos que posteriormente van a convertirse en carne. La revolución animal tiene que ser una revolución global, que beneficie al Norte y al Sur, que elimine las desigualdades entre ricos y pobres. El capitalismo tiene que caer si pretendemos que triunfe la justicia.

-Pregunto esto porque enfocas, me da la impresión tu libro, análisis y reflexión desde un punto de vista “integral” desde una filosofía “holística”, ¿no?; porque solamente, desde ese punto de vista, que lo pretende entender todo con todos los factores que afectan a la ecuación se puede llegar a una especie de solución que, a la vez, sea integradora y vertebradora en todo y con todo. ¿Qué nos puedes reflexionar?

-Es una reflexión holística en el sentido de que es imprescindible tener en cuenta que todo se relaciona con todo: que para que en el Primer Mundo podamos comer toda la carne que deseemos, se explotan los recursos naturales de los países empobrecidos; que mientras sigamos manteniendo la estructura jerárquica del pensamiento y la lógica de la dominación, la luchas feminista, antirracistas, etc. no serán exitosas; que si seguimos reproduciendo la mentalidad belicista y militarista jamás podremos garantizar los Derechos Humanos; y así sucesivamente. Quiero decir que todas las problemáticas a las que se enfrenta la humanidad están relacionadas. El ecofeminismo hace hincapié en esta cuestión. No obstante, no mantengo una perspectiva holística en el sentido de que dé más importancia a las totalidades como las especies o los ecosistemas. Mi posicionamiento es atomista pues aunque defienda la necesidad de las totalidades, mi preocupación se dirige a los individuos concretos.

-¿Estamos protegiendo bien, dándoles a nuestros compañeros animales los derechos que merecen para convivir con dignidad con ellos porque si los miramos , utilizamos y ponemos nuestros intereses por encima de los de ellos, no somos dignos, no los tratamos como iguales. Entonces algo falla, ¿qué?.-¿En qué puede ayudar al común de la ciudadanía?

-Cada persona tiene que llevar a cabo una transformación personal, tomar conciencia, ponerse en el lugar del otro y rechazar todo aquellos que causa sufrimiento a quienes no desean sufrir.

-Te pondré un ejemplo cualquier protectora tiene más hembras huérfanas que machos; porque el macho, tan solo a priori,  es más económico de esterilizar, así como “problemilla de primer orden”, como uno de los primeros problemas con la que un/a adoptante se encuentra. ¿Qué nos puedes reflexionar?

-Parece ser que la biología de las hembras animales, al igual que la de las hembras humanas, sirve de base para la discriminación. Como subrayan las teóricas ecofeministas, no somos exclusivamente seres racionales, sino que también somos seres corporales. Tenemos que tener en cuenta esta cuestión. Tanto los animales humanos como los no humanos somos seres vulnerables precisamente porque somos corporales. Hay que atender a esta problemática que pone en contacto la lucha feminista con la animalista.

 

 

 

CA00329601-(1).jpg25285
La ética animal. ¿Una cuestión feminista?. Angélica Velasco Sesma   
328 páginas
18.00 euros
Cátedra



En la actualidad, el trato que damos a los animales es objeto de una importante teorización desde la Ética y ha dado lugar a un potente movimiento internacional de defensa de los no humanos en el que participan activamente innumerables mujeres. En relación a ello, este libro se plantea una serie de interrogantes ineludibles: ¿Debe esta Ética Animal tener en cuenta los componentes de género que subyacen a la dominación de los animales? ¿Se hallan suficientemente reconocidas las aportaciones de las mujeres en este terreno? ¿Son necesarios los valores del cuidado para la Ética Animal o basta con los principios universales de justicia? ¿Es posible alcanzar un pensamiento crítico e igualitario sin atender a la interconexión que existe entre las distintas formas de dominación? ¿Feminismo y Ética Animal deben necesariamente complementarse?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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