Cazarabet conversa con... Alfonso
Domingo, autor de “Historia
de los españoles en la II Guerra Mundial” (Almuzara)
Alfonso Domingo narra, con un estilo
ameno y muy agradable de leer, las vivencias, pericias y avatares de los
españoles en la II Guerra Mundial.
Los españoles estuvieron presentes
desde las playas del desembarco del Día D hasta en los fríos del cerco de la
Alemania nazi contra URSS pasando por
escenarios tan históricos como la liberación de París, la entrada en el nido
del Águila de Hitler, las pericias importantísimas de la resistencia francesa…o
el tristísimo paso de miles de españoles por los campos nazis
La sinopsis del libro:
Se dice que la guerra civil española
fue la antesala de la II Guerra Mundial. España y los españoles no quedaron
ajenos a ese momento crucial, se involucraron en un combate cuyo resultado
marcó, durante muchos años, el rumbo de la humanidad. Cuando el 1 de septiembre
de 1939 Alemania invade Polonia, cientos de miles de personas que habían estado
vinculadas a la causa republicana, aún deambulaban por el sur de Francia, el
norte de África o habían llegado a la Unión Soviética.
En la II Guerra Mundial, el mayor conflicto que el ser humano había conocido
hasta el momento, lucharon miles de españoles lucharan a pesar de que España no
participó oficialmente. Por un lado, en el frente del Este, en la División
Azul, y su prolongación en la Legión Azul o en fuerzas especiales de las SS. En
el mismo frente, pero en lado contrario, en las filas del ejército soviético,
lo hicieron unos ochocientos españoles, muy estimados por su experiencia en la
guerra de España. También hubo españoles luchando con la resistencia francesa,
donde los republicanos españoles eran leñadores de día y guerrilleros de noche,
y tendrían un papel decisivo en la batalla por la liberación de Francia. El
capítulo más trágico de la guerra lo constituyeron los campos de exterminio
alemanes: murieron siete de los nueve mil españoles que pasaron por ellos. Un
buen número de españoles se integraron en los ejércitos aliados en diversos
frentes –todavía hoy impresiona su actuación en Bir-EI
Hakeim, cerca de Tobruk-.
La famosa columna “Nueve” del general Leclerc, la primera en entrar victoriosa
en la liberación de París, y que acabó, como si fuera un guiño final, tomando el
Nido de águila, el refugio fortaleza de Hitler en los Alpes, estaba constituida
por un grupo de soldados republicanos españoles y todos sus blindados tenían
nombres españoles, como Guadalajara, Belchite, Don Quijote o España Cañí...
Elaborado durante más de una decena de años, en este libro se abarcan los
frentes más importantes, todas las trincheras y todas las banderas bajo las
que, hace setenta años, muchos españoles lucharon en la II Guerra Mundial. Cada
vez es más difícil poder tener un testimonio directo, dado la elevada edad de
los supervivientes. Aquí se repasan las peripecias de casi medio centenar de
españoles que no quisieron quedarse al margen de la lucha que asolaba al mundo
y en la que estaban en juego muy distintas maneras de pensar.
¿Nos acercamos a Alfonso Domingo?
Alfonso Domingo (Turégano, Segovia,
1955) es periodista, escritor y cineasta. Ha trabajado en prensa escrita, radio
y televisión. La selva y el desierto son dos de sus grandes pasiones. Entre sus
trabajos, figuran la serie documental La memoria recobrada (2006); la codirección de Almas sin
Fronteras (2006); Sahel, nuestra
ribera (2009); Bajo todas las banderas (2009), Dormíamos,
despertamos (2012); la codirección de Héroes invisibles, afroamericanos
en la guerra de España (2015) y Melchor Rodríguez, el ángel rojo (2016). Ha escrito y
dirigido el documental La serpiente líquida: cuadernos amazónicos
(Producciones Nueva Argonauta, 2018) basado en el libro que aquí se presenta.
Es autor de varios ensayos sobre la historia reciente de España como El canto del
búho (2003), Retaguardia (2004), Historia de los españoles en la Segunda Guerra Mundial
(2009), así como la novela biográfica El ángel rojo (2009). Su primera novela, La madre de
la voz en el oído, ambientada en la selva amazónica, ganó el Premio
Feria del Libro de Madrid de 1991. La estrella solitaria (2003), que cuenta la creación
de un estado independiente en Acre (Brasil) por el español Luis Gálvez, obtuvo
el VII Premio de Novela Ciudad de Salamanca. Con El espejo negro obtuvo el
Premio Ateneo de Sevilla en 2011 y con El enigma de Tina logró el Premio Ateneo
Ciudad de Valladolid de Novela en 2012. En 2014, publicó La balada de
Billy el Niño.
La prensa nos ha ayudado:
https://www.mve2gm.es/paises/bando-del-eje/luftwaffe/
Cazarabet conversa con Alfonso Domingo:
-Alfonso,
¿qué te llevó a acercarte al colectivo de españoles que participaron en la II
Guerra Mundial?
-Conocí a algunos veteranos de la
resistencia, a otros que habían estado en Mauthausen, y había hecho un
documental sobre la división azul para Documentos TV, de TVE (El último
soldado). Siempre me fascinó la Nueve e incluso pensé en escribir una novela
sobre el mítico Miguel Campos, que empecé. Pensé que había que actualizar y
completar los libros que existían sobre algunos aspectos de esa participación,
y hacerlo desde el testimonio, que es lo que me gusta.
-Además este proyecto te llevó muchos años de
confeccionar y de llevar a cabo. La verdad es que, de entrada el trabajo de
documentación, recopilación de testimonios, entrevistas y demás ya es un
trabajo casi para no terminar nunca…sin fin…Ya no te digo si hay que determinar
un “hasta aquí hemos llegado y ya tengo suficiente” y añadir el poner orden a
todo y en trabajar lo que has recopilado ¿Cómo te lo hiciste?
-Entre unas cosas y otras, hubo años
de documentación o más propiamente, de acumulación de materiales. Cuando fui
pensando el libro, completándolo, se aprobó un proyecto documental con TVE en
ese sentido, y ya no tenía excusa. Dirigí “Bajo todas las banderas”, una serie
de dos capítulos para TV, y escribí el libro “Españoles en la II GM”. Completé
los testimonios y añadí además historias de los españoles que habían luchado
con el ejército soviético. Todas son historias que hoy parecen increíbles.
-Se han escrito algunos libros por separado,
desde otras perspectivas, pero que se van plantando ante los españoles en la
Segunda Guerra Mundial, ¿qué crees que aporta tu investigación a la
historiografía, a la memoria de todos ellos y ellas…?
-Sobre todo el testimonio directo. He
entrevistado a todos los que salen, desde Manuel Fernández, de los españoles
que lucharon con Leclerc, a aviadores como Luis Lavin,
guerrilleros del ejército soviético como Gros y Ranchal,
veteranos de los campos de concentración como Alcubierre,
Santiesteban, Moyano, de la resistencia francesa como
Eduardo Pons Prades, el comandante Robert del maquis,
que liberó varias ciudades y departamentos del sur de Francia. En fin, desde
los veteranos de la División azul y ex SS hasta los que lucharon en África
contra Rommel. Y todo eso lo enmarco en un estudio más general, que explica por
qué estaban aquí y allá esos españoles, último fruto de las consecuencias de la
guerra civil.
-Es de pensar que trabajas como con un guion
previo que vas cumplimentando, ¿no? y que tienes muy, muy claro qué es lo que
quieres contar sí o sí, ¿no?; aunque si surge algo muy atractivo, así como “de
sorpresa” siempre se acoge, ¿no?; aunque hay un momento en el que hay que
cerrar el proyecto..
-Bueno, mi formación de periodista me
ayuda. Tuve largas conversaciones con los veteranos, extracté lo mejor –todos
tienen historias para hacer una película con lo que vivieron-. A veces surgían
cosas sorprendentes, como por ejemplo la operación de los soviéticos contra la
división azul, la operación “Guadalajara”, que me contó Sebastián Piera, uno de sus jefes, que da para un auténtico thriller.
Y también la necesidad de dar un cierre, porque siempre, en el periódico o la
revista, había que tenerlo a una hora determinada. Muchas veces me han dicho el
mejor reportaje es el que llega antes del cierre. Pues eso, en un momento dado
tienes que terminar.
-Lo tratas
como un amplísimo reportaje, como una gran crónica desde un punto de vista muy
periodístico, ¿es así?
-Como he contado muchas veces, me
motiva o me conmueven las historias e intento reflejar la aventura humana, en
estos casos de unos españoles que vivieron momentos extraordinarios de la
historia. Ayuda el encararlo como un trabajo periodístico, me fijo en detalles
cotidianos, en lo que les pasaba por dentro. Es una crónica externa, pero
también interna.
-¿Por qué en “ese colectivo de españoles”
acoges a una horquilla tan amplia? Tan amplia como que te fijas en los que
lucharon tanto con los aliados, como con los que lo hicieron al lado del
nazismo…¿nos puedes explicar?
-Porque, como decía, esos españoles en
la IIGM siguieron luchando al igual que lo hacían en la guerra civil. La guerra
mundial es una continuación de la misma lucha, democracia contra fascismo,
comunismo contra fascismo, y ahí se integran todos, unos por accidente, porque
les ha cogido en Francia o en la URSS, otros porque se van voluntarios a luchar
a Rusia.
-A parte de “ser españoles” ¿qué otros puntos
común retenía este amplio colectivo?.
-El haber vivido una guerra civil.
Unos por rabia contra el fascismo, otros por rabia contra el comunismo,
siguieron peleando. Tenían el mismo folklore y luego muchas cosas distintas,
claro.
-Seguramente pocos “puntos en común” eran los
que enlazaban a integrantes en la División Azul y los que integraban a los que,
de una forma u otra, lo hacían por la causa aliada, aunque…seguramente hay
matices, ¿no?
-Bueno, siempre me sorprendió
comprobar cómo los miembros de la División azul no eran racistas, y cómo los
rusos les preferían a los alemanes. Además, muchas veces los “guripas” salvaron
a rusos de ser fusilados por los alemanes. No se llevaban bien en general los
alemanes y los españoles de la división azul, hubo muchos roces. En realidad
los españoles allí eran carne de cañón de alta calidad.
-Punto y aparte lo merecen todos y cada uno de
los españoles que participaron en la II Guerra Mundial, pero nos queremos parar
en todas aquellas mujeres, niños, niñas y hombres que vivieron el exilio y los
campos de concentración. ¿La memoria les está recordando con justicia?
-Más
o menos. Tanto los niños que fueron a Rusia, como las mujeres y niños que
acabaron en los campos de concentración nazis han sido homenajeados, se ha
divulgado su testimonio. La justicia total, la total reparación, es imposible.
-Es bien triste que haya que luchar por
reivindicar la justa memoria de hombres y mujeres que ,
a su manera, --algunas veces casi sin querer o casi muy a su pesar—pusieron o
sembraron de los pasajes más importantes en el paso de la historia, ¿no?
-Es el signo de los tiempos que
corren. La velocidad de la vida actual no ayuda a la memoria, todo pasa al
olvido muy rápido. Para eso estamos los historiadores, los cineastas, los
escritores. Quizá nosotros somos la punta de lanza de la sociedad civil, que no
olvidemos, tiene muchísimos estímulos a todos los niveles para que ésta sea una
historia más, sin que le dé más importancia. Para eso, como digo, estamos
nosotros, los creadores.
-Que “La
Nueve” fuese la primera unidad aliada que liberase París del dominio nazi, bajo
el mando del general Leclerc, no era gratuito ni casual, ¿no?—el mismo general
francés determinó que fuesen ellos y no otros--¿qué nos podéis contar?-Pero aún
después de liberar París a estos les quedaba mucho por vivir…
-Bueno, quizás es uno de los ejemplos
de justicia poética que tiene la historia. Que París fuera “liberado” (ya
estaba siendo liberada por la resistencia) por republicanos españoles cuyos
orugas llevaran nombres de las batallas de la guerra civil española, es toda
una metáfora. Fue así porque De Gaulle quería que fueran franceses, de la
división Leclerc, los que entraran, pero al final, el capitán Dronne, el jefe de la nueve, fue el que estaba en mejor
posición para entrar y a él se le encargó. Y claro, era una compañía formada
por españoles, de todos los rincones de España. En el desfile que hace De
Gaulle por parís el día de la liberación, los que le escoltan son los half-track de la nueve. Luego, en el camino a Alemania, la
nueve quedó muy mermada y pocos españoles llegaron hasta “el nido del águila”,
de Hitler, pero unos cuantos hubo todavía.
-Aunque hubo españoles que lucharon en otros
frentes, bajo otros mandos. Los que vestían uniformes del Ejército Inglés en
África, en el propio desembarco de Normandía…
-Sí. Hubo en todos los frentes y bajo
todas las banderas. Si miramos a los aliados, entre los españoles que lucharon
en África su más famosa intervención es en la batalla de Bir
Hakeim, en Tobruck. Luego
algunos en Normandía, otros en los desembarcos en Italia…. Siguieron la lucha
contra el nazismo allí donde pudieron combatir, integrándose en las unidades
aliadas, británicas, francesas libres o norteamericanas.
-Algunos de ellos trabajaban para los
franceses en las construcciones para hacer frente a la invasión nazi, aunque
esta les barrió, teniendo que huir por ejemplo por “el paso de Dunquerque” ; siendo hechos prisioneros, abatidos…
-Sí, es la parte de las compañías de
marcha o de los españoles que se integraron en el ejército francés, algunos
consiguieron huir por Dunquerque, pero otros fueron capturados porque los
británicos dieron preferencia a sus soldados frente a otros países, eso no se
dice mucho.
-También españoles en el ejército
norteamericano, ¿no?; --es bien sabida, ahora rescatada del silencio, la
historia de Manuel Otero el español que desembarcó con los yanquis en las
playas de Normandía y que murió allí--- https://www.abc.es/archivo/20140606/abci-historia-desconocida-espanol-desembarco-normandial-201406061804.html
-¿Cómo eran y vivieron la guerra aquellos
españoles que combatieron bajo bandera, por decirlo de otra manera, de la
URSS?, muchos de ellos en el Ejército del Aire combatiendo con aviones como el
muy recordado Mosca, cuéntanos por favor…
-Eran fuerzas de élite los aviadores.
En algunos casos, como el de Bravo, llegaron a escoltar a Stalin. Lavín
participó en la ofensiva a Alemania, pero en líneas generales estuvieron de
guardia de aeropuertos e instalaciones vitales. Otros españoles se integraron
en fuerzas guerrilleras, como Gros o Grandal.
-Después
está la muy nombrada, quizás menos conocida, División Azul que fue enviada a
luchar en el frente del Este. ¿Cómo se saldó esta incursión de colaboración con
el ejército alemán? ; ¿cómo les fue en combate?
-Era una pequeña parte de aquel
inmenso frente, entre Leningrado y Novgorod, ciento y
pico kilómetros. Desde el punto de vista bélico su participación más
importante, más que en las pequeñas conquistas de pueblo alrededor del río, fue
en la batalla de Krasni-Bor donde tuvieron más de dos
mil bajas en dos horas. Resistieron bien, tuvieron bastantes bajas, hasta casi
un 50 % por congelación, heridas, etc., y fueron repatriados cuando ya la
guerra iba mal para Alemania. En total fueron cerca de 40.000 en varios
relevos. Se quedó una pequeña unidad, la legión azul, con labores de lucha antipartisana, y unos 200 acabaron en la SS. Tuvieron
consideración por parte de los alemanes por su bravura, pero desde el punto de
vista militar, aunque fue la participación española más importante, por el
número, en la IIGM, no fue nada decisiva.
-Pero lo que yo desconocía era que también
hubo pilotos que pilotaron aviones de la Lufwafe,
¿no?-- https://www.mve2gm.es/paises/bando-del-eje/luftwaffe/
--
-La escuadrilla azul. Fueron los que
lucharon más cerca de Moscú. Hubo varios relevos, y a los últimos ya les tocó
batirse en retirada. La lucha en el aire era otra cosa, y las relaciones de los
aviadores españoles eran directamente a través de la escuadra Molders, con los alemanes, muchos de los que habían estado
en la guerra de España con la Legión Cóndor.
-Muchos fueron también los que perecieron
entre la Resistencia, ¿es así? y los que exhibieron sus dotes de espionaje,
¿los hubo de estos últimos en ambos bandos?, porque se conocen más los que
espiaron por los aliados, pero de espías para nos nazis también había, ¿es
así?; ¿qué nos puedes comentar?
-Bueno hay algunos casos, como el de
Ángel Alcázar de Velasco, al que conocí y entrevisté, pero era una especie de
“pepe Gotera y Otilio” de los espías. Espió desde la embajada de España en
Londres para los alemanes, decía que tenía también la red “To”
para espiar para Japón, pero era una falsedad. Pronto fue detectado y
manipulado por los británicos. Era un poco fantasma y los propios aliados
calificaron su red de “opereta de los hermanos Marx”.
-¿Ha habido nombres propios que te han calado
como periodista y como ser humano de manera especial?; ¿nos puedes hablar de
alguno de ellos?-¿Qué aprendiste durante y en la escritura de este libro?
-Todos y cada uno de los que he
citado, y muchos más, cuyas historias están en el libro y también en el
documental, eran gente extraordinaria y aprendí de sus historias, de sus vidas.
Aprendí también con los veteranos de la División azul que un héroe podía ser un
cobarde al día siguiente, dependía de muchas circunstancias. Y también aprendí
con los españoles que sufrieron los campos de exterminio (por donde deberían
pasar los europeos al menos una vez en la vida) que la capacidad de resistencia
es infinita si tienes algo por lo que vivir y luchar. De los de la nueve y los
maquis franceses, que cuando había un enemigo común los españoles republicanos
olvidaban todas las diferencias. Que se puede morir dignamente haciendo lo que
crees que debes hacer. Conocer a estos veteranos, como a los guerrilleros
antifranquistas fue lo mejor, y algo que guardaré para siempre en mi corazón.
Quise hacerles justicia con un libro y con una serie documental, y ahí ha
quedado eso para la historia. Para que aprendamos. Cómo gente normal, del
pueblo, fue capaz de hacer cosas extraordinarias en un tiempo tan difícil y
violento. ¡Chapeau! por todos ellos.
_____________________________________________________________________
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069