La Librería de El Sueño Igualitario

espanamaquis-510x652.jpgCazarabet conversa con...   José Antonio Vidal Castaño, autor de “La España del maquis (1936-1965)” (Punto de Vista)

 

 

 

 

José Antonio Vidal Castaño es un  historiador que se acerca a la memoria del Maquis en España desde el arranque de la guerra, en el 36 hasta muy avanzada la dictadura franquista, 1965.

Lo que nos dice la sinopsis del libro:

La bibliografía sobre la Guerra Civil española y la posguerra es abundante, sin embargo, la resistencia antifranquista, luchadores muchas veces anónimos, representa uno de los episodios menos documentados de la historia de España. Los trabajos existentes están dirigidos sobre todo a especialistas y faltaba una obra de referencia que manifestara cómo y quiénes eran estos guerrilleros y sus agrupaciones al tiempo que describiera la vida en la España de Franco, el impacto de la Segunda Guerra Mundial, el papel de las mujeres, el miedo, la violencia y muchas veces la desesperación en la que desarrollaron su lucha y su plasmación en el cine y la literatura.

El autor:

El autor, José Antonio Vidal Castaño, doctor en Historia Contemporánea de España, realiza una obra de síntesis dirigida al público no especializado. La España del maquis (1936-1965) pone en cuestión mitos y valoraciones anteriores, anteponiendo lo cualitativo a lo cuantitativo, apreciando los hechos y los datos en función de su contexto y de las pasiones e intereses que tejieron los escenarios de lucha donde una escasa y sacrificada minoría batalló a muerte durante más de dos décadas. Los maquis no fueron héroes ni demonios, sino hombres y algunas mujeres atrapados en la grieta de un compromiso político sin esperanzas de victoria contra una dictadura implacable que apenas dejaba resquicio a la supervivencia.

 

 

Cazarabet conversa con José Antonio Vidal Castaño:

Maquis1.jpg-¿Por qué crees que la trayectoria del maquis en España está menos estudiada, menos investigada o, por qué los estudios e investigaciones sobre el maquis ocupan como un lugar secundario respecto a las investigaciones, ensayos y libros que sí se han dado en torno a la II República, Guerra Civil y la dictadura franquista?

- La Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura son los tres grandes temas de la Historia Contemporánea de España. El estudio del maquis es una parte importante que concierne al menos a dos de los tres grandes temas citados. En la actualidad ha dejado de ser cierto que sea un tema poco estudiado o con escasas referencias bibliográficas e historiográficas. Los libros (ensayos históricos; memorias, novelas, relatos, etc.) que afectan al tema o, están en torno al mismo, cuentan ya con gran cantidad de títulos, aunque bien es cierto que de calidad muy desigual.

Por un lado, es un tema difícil de abordar para el historiador por la escasez de documentos escritos y la relativa abundancia de testimonios orales, a veces, poco contrastados e incluso contradictorios; testimonios que suelen estar cargados de subjetividad. Por otro lado, es un tema que se ha abordado de una manera parcializada, con visiones focalizadas en las zonas donde las agrupaciones guerrilleras tuvieron influencia. Actualmente solo disponemos de un par de síntesis globales sobre el tema. La España del maquis (1936-1965) es uno de ellos, y tal vez el primero escrito no solo con ambición y rigor históricos, sino también con fines didácticos y divulgativos.

-Lo mismo le pasa al maquis respeto a la literatura de ficción, ¿no? ¿Hay menos novelas del maquis que de la Guerra Civil, la represión, la dictadura o la II República?

- Sí, relativamente, si hablamos del maquis español de la posguerra mundial. Son numerosos los estudios y libros sobre el maquis en diversos países de Europa donde los movimientos de resistencia contribuyeron a  la victoria militar en la guerra contra el nazi-fascismo. Cito, como ejemplos, al francés Romain Gary en su novela El bosque del odio; al italiano Beppe Fenoglio en su Un día de fuego (antología de relatos) y en sus novelas Un asunto privado o El partisano Johnny, e incluso al estadounidense Ernest Hemingway (cuando todavía los republicanos españoles tenían fe en la victoria) en su novela sobre nuestra guerra civil, Por quién doblan las campanas, ambientada entre un peculiar grupo guerrillero.

Pese a que en España la guerrilla no consiguió derribar al franquismo y esto oscureció, en parte, su brillo literario, no son pocos los grandes escritores que la han incluido en algunas de sus novelas, como Antonio Muñoz Molina en Beltenebros o El jinete polaco; Eduardo Mendoza en El año del diluvio o Julio Llamazares en Luna de lobos. De manera indirecta son numerosos los cultivadores de narrativa con trasfondo histórico que se han fijado en algún motivo concreto (acción, situación comprometida o asunto amoroso, etc.) relacionado con el mundo de la resistencia o, si se quiere, del maquis. Yo mismo he escrito relatos basados en hechos reales o supuestos atribuidos al maquis, como puede leerse en Asalto al tren pagador, una antología, que contiene un relato con el mismo título y “El maqui que nunca existió”, recreaciones literarias, en ambos casos, de sucesos que afectaron a la guerrilla de Levante.

-¿Qué aporta este libro de especial, de innovador al fenómeno del maquis en España?

-Además de ofrecer una visión panorámica centrada en la reflexión, da pie al análisis de ciertas incógnitas por resolver en un mundo alejado de las certezas absolutas. Diría que sobre todo he procurado dotarlo de ritmo y  amenidad, introduciendo elementos culturales (referencias a novelas y películas, en particular), para evitar que el lector abandone el empeño de saber quiénes eran y qué hicieron los maquis, al primer intento. Puede que falten o sobren nombres o sucesos (según puntos de vista particulares), pero por ello, dejo el texto abierto y sin conclusiones definitivas. Me gusta que trabaje la imaginación del lector. En ocasiones, el libro puede resultar polémico, y es que no trato de ocultar ningún suceso controvertido, por aquello de lo políticamente correcto. “Para que el conocimiento progrese no debe toparse -escribía Tzvetan Todorov, que acaba de morir- con zonas prohibidas”. 

Un buen complemento de la lectura es la visión del corto documental de 20 minutos de duración que, con el mismo título, realicé para acompañar la edición impresa, visible en youtube o en puntodevistaeditores.com.

 -Lo que parece que queda claro que el maquis lo componían gentes no conformes con el resultado oficioso de la guerra. ¿Cree que eran personas que querían desde la lucha guerrillera desestabilizar la dictadura?

-Buena parte de los excombatientes republicanos españoles encontraron en el maquis y su lucha por la liberación de Francia del yugo nazi, razones para proseguir la lucha contra la dictadura en la España de mediados del siglo XX. Intentaron conectarse e incorporar en sus filas a los núcleos de “huidos” y resistentes que se habían concentrado en algunas regiones montañosas. El Partido Comunista de España (PCE) impulsó y controló, para bien y para mal, las agrupaciones guerrilleras, donde encontraron militantes socialistas e incluso republicanos dispuestos a luchar. Hubo también núcleos y guerrilleros anarquistas que, haciendo la guerra por su cuenta, se mantuvieron en Barcelona hasta bien entrados los años sesenta.

Debo añadir que pese a su importante despliegue por diversas regiones españolas y los encomiables esfuerzos realizados, siempre fueron una minoría que necesitó de un mayor apoyo popular, y que no gozó de la dirección política más adecuada para llevar adelante, con eficacia, su lucha contra la dictadura.

-Pero eran personas con todas sus virtudes y con todos sus defectos. Dentro del Maquis también se produjeron unas divergencias que marcaron y mucho al movimiento, ¿no?

- En efecto. Además de las directrices políticas y las pretensiones estratégicas de sus dirigentes, los guerrilleros eran personas de variado talante y cultura. La guerrilla fue, sobre todo, un fenómeno rural, lo que comportaba soportar una vida muy dura y un peligro constante. Hubo guerras internas; luchas de y por el poder; deserciones; ejecuciones de compañeros; atracos, venganzas, agresiones sexuales…, al tiempo que abundantes rasgos de generosidad, e incluso de heroísmo, por parte de muchos de sus componentes. El libro está bien documentado al respecto de todo ello con numerosos ejemplos, pero más que detenerme en algún caso concreto me permitiré recomendar su atenta lectura y la reflexión pertinente en cada uno de estos casos, con especial atención a los capítulos 5 y 7.

-Este libro rompe con mitos. Los mitos no suelen ser muy buenos acompañantes en nada, pero en las lecturas objetivas de cualquier fenómeno histórico son de lo peor, ¿no?

-La historia está salpicada de mitos. La labor del historiador es, en buena parte, aislarlos y analizarlos debidamente para su mejor compresión. La búsqueda de la verdad es un objetivo que se debe perseguir en cada investigación, lo que no supone que la tarea sea nada fácil y que pueda estar condicionada por la falta de fuentes fidedignas. A veces nos toca plantear nuevas preguntas. Separar el mito de la realidad en la historia parece más complicado que separar la mena de la ganga en las ciencias naturales. Los mitos, a su vez, y aunque parezca contradictorio, nos dan pistas sobre modos de comportamiento o doctrinas que subyacen en la explicación de los hechos históricos, y que, por ende, nos acercan a la verdad.

-Personalmente me gusta mucho mirar al guerrillero, al factor humano, acércanos un poco a él o a ella. Pero en el Maquis, el guerrillero del monte, no hubiese sido nada sin los enlaces. Háblanos un poco de éstos.

-Sin la existencia de los enlaces no hubiera sido posible el movimiento guerrillero. Hombres y mujeres (campesinos de toda condición, pastores, etc.) prestaron ayuda a “los hombres del monte” en numerosas ocasiones, y sobre todo en los primeros años de las penetraciones guerrilleras desde el extranjero. También dieron cobijo a los “huidos” de la guerra y otros resistentes que de una u otra forma se agruparon en los montes más o menos cercanos a aldeas y poblaciones rurales. Los llamados enlaces eran, a veces, familias enteras que conservaban una idea difusa de la reforma agraria por la que tanto lucharon en tiempos de la República. Para ellos los guerrilleros representaban la continuidad que haría posible –caso de triunfar– esa reforma.

Sin embargo, cuando la dictadura apretó con la represión a partir de leyes específicas y de una mayor exigencia política de los gobiernos de Franco por acabar con los maquis, la Guardia Civil y otras instancias represivas se cebaron en la persecución de los enlaces y sus familias para minar el necesario apoyo campesino y de las capas subalternas a la guerrilla. Y esa política dio excelentes resultados a la dictadura y, por contra, demostró las debilidades de la insurgencia guerrillera.

maquis.jpg-Supongo que lo mismo pasa con la guerrilla urbana. No es lo mismo, porque no es el mismo tipo de lucha, pero el propósito final, el objetivo final era el mismo, mermar a la dictadura, ¿no?

-No existió prácticamente la guerrilla urbana. En el libro se explican con detenimiento los titánicos esfuerzos por construirla, sobre todo en Madrid. Todo quedó en trágico intento que se cobró las vidas de resistentes como José Vitini y Cristino García reconocidos como héroes en Francia. A través de sus acciones, con planeamiento más político que militar se buscó al parecer el disponer de una cobertura que hoy llamaríamos mediática, es decir, de conseguir un cierto eco público. Consciente de ello, el régimen de Franco combatió duramente los incipientes brotes de la guerrilla urbana en Madrid y en Valencia, exterminando sin piedad a sus componentes que, acabaron directamente baleados en la calle o fusilados “legalmente” tras procesos sumarísimos sin garantía jurídica alguna ni defensa posible. El efecto mediático resultó, pues, desfavorable a los guerrilleros, tachados con toda desvergüenza de bandoleros y terroristas por una prensa sometida al poder. Solo algún caso particular como el de Cristino García despertó un cierto eco en  el extranjero  favorable a la causa del guerrilla y su lucha contra la dictadura en España.

-Y un papel aparte lo tienen las mujeres desde el sacrificio y el dolor al padecer sobre los que perdieron la vida en la guerra, los paredones o padecieron la represión más brutal : sus hermanos, hijos,  maridos o padres y que, aún así o quizás por eso decidieron lanzarse a la lucha. ¿Qué nos puedes reflexionar?

Y eso que, creo desde un primer momento, ellos y ellas, los guerrilleros y guerrilleras, desde los más activos a los más inactivos, desde los que luchaban más directamente a los que lo hacían más indirectamente debían saber que aquella lucha le suponía a la dictadura un golpeo, más o menos constante, pero más en su orgullo que en la integridad de la dictadura, ¿no? Lo que quiero decir que el maquis en España poco pudo herir a la dictadura represiva.

-En todos mis escritos sobre la resistencia armada he resaltado el sacrificio de las mujeres en su triple papel de enlaces o suministradoras de las guerrillas, de esposas, madres o hijas de combatientes y de mujeres trabajadoras. Mantener el hogar y ayudar en la lucha, o viceversa, cuando no eran ellas mismas quienes luchaban. Muchas mujeres sufrieron represión y torturas en grado similar, e incluso superior, al de algunos hombres. Desde las mujeres que se implicaron en la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) conocidas por todos los estudiosos de la guerrilla Remedios Montero “Celia” y Esperanza Martínez “Sole”, hasta muchas otras como Francisca Nieto “Paquina”, Miss Ponferrada 1933, que actuó como enlace por amor a un guerrillero antes y después de 1945 estando detenida y encarcelada varias veces… El continuo apoyo de muchas de ellas a esta causa ha despertado admiración y no pocas suspicacias entre quienes se encargaban de reprimir las organizaciones guerrilleras.

-Si tuvieses que hacer un retrato del guerrillero/a, ¿cómo sería?. Guerrilleros y guerrilleras que venían de lugares y orígenes bien variados y variopintos, ¿no?

-No existió nunca el guerrillero ideal como no ha existido nunca la mujer o el hombre ideales. Como digo en el libro: “los maquis no fueron [salvo excepciones] ni héroes ni demonios sino hombres y (…) mujeres atrapados en la grieta de un compromiso político sin esperanzas de victoria contra una dictadura implacable que apenas dejaba resquicio a la supervivencia”. En todo caso, sí puede hablarse de cierta tipología característica del guerrillero comunista, diferente a la tipología característica del guerrillero anarquista por su diversa manera de entender la disciplina, la vida comunitaria y el “modus operandi”, más allá de las divergencias en el plano ideológico.

-Toda la geografía del Estado Español tuvo, de una manera u otra, presente el fenómeno maquis, pero ¿qué agrupación, qué acciones versus territorios destacarías más, teniendo en cuenta que estas acciones irritasen más al establishment establecido por la dictadura?

Una dictadura que en los territorios donde más insertado estaba el maquis, significó un castigo sin compasión contra el entorno civil, contra un modo de vida particular, contra su idiosincrasia y sus libertades.

- (Resumo en una las dos preguntas anteriores en una respuesta. Sugiero prescindir de la palabra ‘establishment’ por razones obvias y de la segunda parte o pregunta por ser más una afirmación que una pregunta).

Destacaría, más que por su ámbito territorial por su importancia y significación para la resistencia, la creación del XIV Cuerpo de Guerrilleros por el gobierno republicano de Juan Negrín, por lo que significó como vivero de futuros dirigentes del maquis. Destacaría también el “gran momento” que supuso la llamada operación Reconquista de España, no por lo que consiguió sino por tratar de abrir la expectativa internacional, por la preocupación y malestar que ocasionó entre los franquistas.

De forma más concreta, todo el maquis antifranquista de posguerra, la persistente resistencia de todas las agrupaciones guerrilleras obligaron al régimen de la dictadura a emplear más recursos de los previstos para silenciar un movimiento subversivo que en un principio no molestaba más al dictador que un enjambre de abejas.

La AGLA, fue, sin duda la agrupación más numerosa y preparada, que no gozó, como demuestran los hechos y su dramático devenir, de todo el apoyo inteligente que necesitaban de sus propios dirigentes. Y sobre todo, destacaría la labor de los enlaces y de las mujeres entre ellos, de esas personas sencillas y muchas veces anónimas de las que ya hemos hablado sin cuya existencia no estaríamos hablando de la resistencia.

-Leo que el libro, en esta edición, se lo dedicas “in memoriam” a Pedro Peinado. ¿Cuánto le debe la historia, la memoria histórica respecto al maquis, a personas como Pedro Peinado, al colectivo que presidió La Gavilla Verde y al pueblo emblemático de Santa Cruz de Moya?

-Pedro Peinado, a quien conocí y con quién colaboré en la medida que se me solicitó, fue un esforzado “guerrillero” en defensa del rescate de la memoria de estos combatientes, casi anónimos, y de sus formas y modos de vida y costumbres. Por todo ello merece admiración y respeto. Su reciente fallecimiento, deja un hueco difícil de cubrir.

El pueblo de Santa Cruz de Moya, situado sobre la línea imaginaria que separa Valencia de Cuenca, no es solo un emblema de la resistencia de los maquis sino desde finales de los ochenta del pasado siglo, un punto de referencia para el estudio y tratamiento de la guerrilla, gracias a la organización de unas Jornadas sobre el maquis que el finado Pedro Peinado consiguió organizar y mantener desde los primeros momentos como apoyo teórico indispensable -en mi opinión- al Día del Guerrillero español que se celebra el primero de octubre de cada año. Todo ello a la vista del Monumento al Guerrillero que, allá por 1987, contribuí a hacer posible.

 

 

 

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La España del maquis (1936-1965). José Antonio Vidal Castaño   
323 páginas       14 x 21 cms.
21.90 euros
Punto de Vista

 

 

La bibliografía sobre la Guerra Civil española y la posguerra es abundante, sin embargo, la resistencia antifranquista, luchadores muchas veces anónimos, representa uno de los episodios menos documentados de la historia de España. Los trabajos existentes están dirigidos sobre todo a especialistas y faltaba una obra de referencia que manifestara cómo y quiénes eran estos guerrilleros y sus agrupaciones al tiempo que describiera la vida en la España de Franco, el impacto de la Segunda Guerra Mundial, el papel de las mujeres, el miedo, la violencia y muchas veces la desesperación en la que desarrollaron su lucha y su plasmación en el cine y la literatura.

El autor, José Antonio Vidal Castaño, doctor en Historia Contemporánea de España, realiza una obra de síntesis dirigida al público no especializado. La España del maquis (1936-1965) pone en cuestión mitos y valoraciones anteriores, anteponiendo lo cualitativo a lo cuantitativo, apreciando los hechos y los datos en función de su contexto y de las pasiones e intereses que tejieron los escenarios de lucha donde una escasa y sacrificada minoría batalló a muerte durante más de dos décadas. Los maquis no fueron héroes ni demonios, sino hombres y algunas mujeres atrapados en la grieta de un compromiso político sin esperanzas de victoria contra una dictadura implacable que apenas dejaba resquicio a la supervivencia.

 

José Antonio Vidal Castaño (1941) es doctor en Historia Contemporánea de España y licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Valencia. Funcionario de carrera con más de cuarenta años de servicio público, ha desempeñado diversos cargos educativos y administrativos. Sus líneas de investigación se centran fundamentalmente en los aspectos políticos, militares y culturales de la Guerra Civil española y sus consecuencias, el maquis y el exilio republicano en Francia. Autor, entre otros trabajos, de La memoria reprimida. Historias orales del maquis (PUV, 2004); El sargento Fabra. Historia y mito de un militar republicano (1904-1970) (Catarata, 2012) y Exiliados republicanos en Septfonds (1939) (Catarata, 2013). En el terreno de la ficción es premio de relatos Noche del Terror de Rentería y finalista del premio internacional de cuentos Max Aub. Su más reciente aportación es Asalto al tren pagador (Mandor, 2015).

 

Presentación
Prólogo

1 Guerrilleros en la Guerra Civil
Los «niños de la noche»
Huidos, topos y guerrilleros
El XIV Cuerpo de Guerrilleros
La escuela de Benimámet
Mujeres y dirigentes
Carácter y organización
Derrotados pero no vencidos

2 La España de Franco y el exilio republicano
Un angustioso final
El «exilio francés» y otros exilios
De sacrificios y silencios

3 El impacto de la Segunda Guerra Mundial
De los campos al trabajo esclavo
De la línea Maginot a las estepas rusas
De «La Nueve» a la muralla atlántica
Los «carboneros» y la lucha armada
Españoles y franceses en el maquis y la Résistance
Deportación y heroísmo guerrillero
Resistencia versus ocupación en la novela y el cine
Ocupación y liberación

4 La operación «Reconquista de España»
La Unión Nacional y las peripecias de una invasión fallida
La realidad y el deseo
Jesús Monzón o la forja de un líder
Una «extraña pareja» en apuros
Acuerdos y desavenencias
Un equipo compacto y eficaz
El hundimiento
El campo de las calaveras
Las invasiones y el maquis en España

5 El maquis antifranquista de posguerra
Fuentes orales y análisis histórico
El control político y militar
Recursos, datos, cifras y mitos
La España de los años cuarenta

6 Agrupaciones y otras formaciones guerrilleras
La Federación de Guerrillas de León-Galicia
Centro y Extremadura. Del control al caos
Dios y el diablo en Mesas de Ibor
Toledo, Ciudad Real y Gredos

7 Miedo, violencia y desesperación
Los cazadores de ciudad y su efímera existencia
Maquis entre el mar y la montaña
«Juanín», de nuevo
Maquis cántabros en la novela y el cine

8 La «guerra chica» de Andalucía
La Agrupación de Guerrillas Granada-Málaga
La «Agrupación del Roberto», un caso aparte
Limia Pérez, el exterminador
Un final inesperado
La persistencia de los huidos

9 Maquis en sierra Morena y Jaén
Córdoba y Badajoz en el huracán
La memoria del «Comandante Ríos»
«Mario de Rosa», persecución hasta Valencia
Las guerrillas «independientes» de Jaén
Maquis en la sierra de Andújar
La sierra Sur y los dominios de «El Cencerro»
Una muerte épica
Los enigmas de sierra Mágina

10 Maquis en Cataluña y en el Alto Aragón
Ángel Fuertes y Doroteo Ibáñez, dos líderes naturales
El maquis anarquista en Cataluña
Marcelino Massana, «Panxo», un caso particular
Los atentados contra Franco
Barcelona, años 50

11 La Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón
Delicado en el punto de mira
La AGL. La tragedia de «Andrés»
La leyenda de «El Manco de La Pesquera»
La eficacia de «Grande» y la seducción de Pepito «el Gafas»
El mito de «La Pastora»
«Celia», «Sole», «La Madre», mujeres
en un mundo de hombres
La AGL, ¿una agrupación bajo sospecha?
¿Qué fue de Peregrín Pérez?
Una lucha sin cuartel
Un final agónico

12 Historia, memoria y resistencia

Agradecimientos
Bibliografía
Índice de siglas
Índice onomástico

 

 

 

 

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