La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Jaume Muñoz Jofre, autor de “La
España corrupta. Breve historia de la corrupción de la Restauración a nuestros
días (1875-2016)” (Comares)
Editorial
Comares nos presenta un libro, breve, de la historia
de la corrupción en España desde La Restauración de 1875 a nuestros días presentes, 2016.
La
sinopsis del libro:
La
España corrupta. Breve historia de la corrupción (de la Restauración a nuestros
días, 1875-2016) intenta sintetizar la historia reciente de uno de los temas
que más ha preocupado a la sociedad española cada vez que ha atravesado un
periodo de crisis: la corrupción de sus esferas gobernantes. El libro pretende
comprender los procesos y la evolución de las malas prácticas realizadas desde
los puestos de responsabilidad y representación públicos en España, evitando
limitarse a enumerar sus casos más destacados durante el último siglo y medio.
Se busca, pues, entender cómo se han producido, en qué han consistido y cómo
han afectado a la vida y a la imagen que el país tiene de sí mismo las
corrupciones electoral, económica, política, etc., ofreciendo una imagen de
conjunto que empiece a llenar el vacío historiográfico existente en el
tratamiento de esta temática desde una perspectiva de largo alcance
cronológico.
Caciquismo, estraperlo, tupinadas, tarjetas black, Gürtel son sólo algunas de
las múltiples caras de un problema que no es genuinamente español pero que sí
que ha marcado la vida de los españoles a lo largo de la historia. La
corrupción ha recibido intentos de respuesta muy diversos, generando
movimientos políticos de protesta -desde el Regeneracionismo al 15-M- y si ha
sido perseguida ha sido desde instituciones de gobierno democráticas. Su persistencia
se debe a muchos factores, siendo uno de los más importantes su uso como método
de afianzamiento en el poder -sobre todo durante los periodos dictatoriales. En
un momento en que los casos de corrupción colapsan la esfera pública española,
un estudio como este no busca normalizarlos, sino arrojar luz sobre los males
de la impunidad en el poder.
Jaume
Muñoz Jofre (Barcelona, 1990) se licenció en Historia
por la Universidad de Barcelona (UB) y cursó el máster interuniversitario en
Historia Contemporánea en la Autónoma
de Barcelona (UAB) y Complutense de Madrid (UCM). Actualmente realiza el
doctorado en la UAB sobre la corrupción en la Barcelona de la Restauración
(1875-1923). También investiga otras áreas temáticas como el socialismo catalán
y español durante la Dictadura franquista y la Transición.
La
investigación que acabó siendo La España corrupta se inició durante el año y
medio en que colaboró con el Cañada Blanch Centre y el Catalan
Observatory de la London School
of Economics -ambos centros de investigación
dirigidos por el profesor Príncipe de Asturias Paul Preston. Paralelamente,
Muñoz Jofre ha publicado en revistas de historia como
L´Avenç e intenta conciliar su
disciplina académica con el gusto por la literatura mediante el impulso e impartición
de talleres de lectura que mezclan ambas categorías. El presente libro es su
debut editorial.
Cazarabet conversa
con Jaume Muñoz Jofre:
-Jaume, ¿por qué un libro, por qué esta reflexión sobre
la corrupción en España?; ¿por qué realizas la horquilla desde el tiempo de la
restauración 1875 a nuestros días?
Este libro nació por accidente, por así decirlo. Como
muchos otros compañeros que querían realizar el doctorado al acabar sus
estudios en el máster, yo me encontré sin acceso a ningún tipo de ayuda pública
para realizarlo. Me busqué la vida en el extranjero y tuve la inmensa suerte
que en Londres Paul Preston me acogió en su centro de estudios, el Cañada
Blanch Observatory de la London School
of Economics. Él, por aquel entonces, estaba
interesado en saber más sobre la importancia de la corrupción en la historia de
España, y me animó a que realizara yo mismo una investigación sobre el tema. Yo
no tenía ninguna idea propia sobre la cuestión, había escrito la tesina sobre
las relaciones e importancia de los partidos socialistas catalanes y españoles
durante el franquismo y la transición y mi idea era seguir realizando estudios
en este campo. Pero la idea de estudiar la historia de la corrupción en España
me sedujo por su actualidad y porque, una vez me involucré, la encontré
apasionante. Es una lacra omnipresente, que va tomando diversas formas con el
paso del tiempo y los regímenes, y ver esta evolución a mí me fascinó.
La horquilla temporal la escogimos porque la entrada
al régimen de la Restauración inaugura una nueva fase histórica en España. Se
considera que es cuando el concepto de “opinión pública” toma cuerpo y, por lo
tanto, a partir de entonces podemos hablar de una sociedad cambiante, sí, pero
con parámetros suficientemente similares para tejer un estudio comparativo de
largo alcance cronológico.
-¿Entiendo que la corrupción es algo muy intrínseco al sistema, a la gente,
a muchas maneras de hacer, pensar y tirar adelante con lo que casi se lleva en
los genes de la gestión?
No, yo no llegaría a tal conclusión. Es cierto que una
vez, hablando del tema de la corrupción con un familiar mío que trabaja en la
administración pública, me señalaba a Ulises como ejemplo paradigmático de la
larga tradición en las culturas mediterráneas de valorar positivamente a un
mentiroso, argumentando que aquí si alguien recurre a la picaresca para zafarse
de lo inoportuno es señalado por todos como un héroe. Un poco de razón no le
falta, pero yo no me escudaría en la “inevitabilidad” de nada porque es así
como se perpetúan este tipo de malos comportamientos. Si una sociedad vigila a
sus gobernantes, la corrupción es mucho menor que si no lo hace, y en los
países en que la gente corriente participa en política hay mucha menos
corrupción que en los que no. Esta es una conclusión a la que podemos llegar si
observamos las diferencias en los índices de corrupción entre países actuales,
pero también si analizamos la historia de España: la 2ª República y el período
de la recuperación democrática son períodos con niveles muy menores de
corrupción institucionalizada comparándolos con la
Restauración y el Franquismo porque tienen una ciudadanía activa, movilizada.
-Pero hay cosas que el ser humano no debería de perder: uno sabe o debería
saber qué se debe o no se debe hacer; qué es lo correcto o que va más allá de
ser correcto: que es legal o ilegal… Estamos hablando, querido amigo, de
dignidad y de ser rigurosos.
Sí, tenemos que ser exigentes con nuestros gobernantes
y con nosotros mismos. Una forma de evitar que los dirigentes corruptos dejen
de tener sensación de impunidad al delinquir es no aceptar la corrupción a
pequeña escala de la gente que nos rodea (dejar de pagar todos los impuestos
que tocan, etc.). No debemos permitir que la frase “todo el mundo lo hace…”,
que no es cierta, siga sin respuesta.
-Lo que más me sorprendió al ver el libro fue el que era tan
conciso, tan tajante que en tan poco espacio digas tanto. Es un libro muy
condensado lo que, a menudo, cuesta mucho, ¿qué nos puedes comentar?
(y en este caso, el de la corrupción)
La intención del libro es ofrecer por primera vez una
síntesis histórica de un problema concreto (y relevante) en un período
cronológico amplio. Quería ser conciso porque tenía miedo de la sobreabundancia
de ejemplos llevara al lector a perderse. Y es que hay tantos casos concretos
que he podido escoger los que me parecieron más significativos para ilustrar
las líneas de comportamiento generalizadas que he podido estudiar y detectar.
Hice la investigación sobre una base bibliográfica sólida, de hecho es gracias
al trabajo minucioso de investigación de todos estos autores que he podido
desarrollar mi propia investigación. Intenté redactar el libro de forma
entendedora, justamente para que no quedara demasiado condensado. No es fácil
porque en 120 páginas resumo 140 años de historia, pero he intentado oxigenar
el texto tanto como he podido.
-Va, por decirlo de alguna manera, por etapas políticas: Restauración, dictadura
de Primo de Rivera, Segunda República, Franquismo y Democracia: ¿explícanos qué
factores o patrones comunes en la corrupción se dan en todas estas etapas, qué
es común en todas ellas?
Bueno, pensemos que son etapas muy distintas entre
ellas a nivel social, de marco legal, etc. No hay ninguna línea intacta de
corrupción. Sí que es verdad que la jefatura de Estado nunca deja de aprovechar
su posición privilegiada y no se mantiene al margen de la manera en que sería
recomendable de las actividades económicas turbias, por decirlo de una manera.
También es verdad que los corruptores, cuando estalle algún escándalo de
corrupción, nunca serán perseguidos como debería hacerse, porque están
induciendo a un crimen. Otra constante es que la corrupción administrativa
tiene una dimensión escasa durante la mayoría del tiempo: el cuerpo
funcionarial civil no aprovecha su puesto de trabajo para lucrarse de forma
generalizada en ninguno de los regímenes que estudio.
El vínculo principal entre todas estas etapas es que
como mayor sea la sensación de impunidad de sus gobernantes, mayor dimensión
adquirirá la corrupción.
-¿Y qué no es común…que rasgos diferenciales en cuanto
a la corrupción presentaron ciertos períodos respecto a otros?
La diferencia más notable entre el período de la
Restauración y el resto es la relevancia de la corrupción electoral. El sistema
canovista sustentaba el amiguismo de los cargos públicos (entre ellos y respecto sus
fieles), y todo ello nacía de la alteración de los resultados electorales, que
se adecuaban a una distribución de los llamados encasillados. La Segunda República se distingue de los otros por
ser el período en el que hay una lucha más seria desde las esferas
gubernamentales contra la corrupción, mientras la dictadura franquista da campo
ancho a este mal comportamiento porque así Franco puede tener contentos y
controlar mejor a sus allegados (les permitía robar, pero lo podía usar en su
contra si era necesario). Nuestro régimen actual innova en el hecho de que los
partidos políticos pasan a ser agentes corruptos (y corruptores) por primera
vez: solamente Lerroux había organizado antes un
sistema de financiación ilegal de un partido político.
-Por ejemplo, La Segunda República, de Niceto Alcalá Zamora hasta
Azaña, con diferentes gobiernos: unos de izquierdas, el bienio negro y el
último, del Frente Popular, hasta el Golpe de Estado…
La Segunda República es un período extraordinariamente
convulso. Tenemos un poco de todo, efectivamente, y con líneas de acción y
pensamiento muy contrapuestas entre cada gobierno. El proyecto fundacional de
la 2ª República es el de hacer una enmienda en toda regla (pero de forma
ordenada) al orden social e institucional que la precede. Todo el corpus legal
transformador que se intenta impulsar quiere acabar con la dominación de muchos
por parte de unos pocos, lo que incluye acabar con la corrupción. Hasta se
detiene a un corruptor tan poderoso como Joan March
para dar ejemplo, aunque la incapacidad del nuevo régimen de encausarlo también
es buen síntoma de la dificultad de la tarea que se habían propuesto.
La llegada del Bienio Negro supone un paso atrás en la
lucha contra la corrupción. Llega a la presidencia del gobierno un personaje
que había sido descartado anteriormente para tal puesto justamente por su
carácter corrupto como Lerroux, que tendrá que
abandonar el cargo al verse involucrado en escándalos tan pintorescos como el
del estraperlo. Una vez gane el Frente Popular, se producirá un golpe de
Estado, el de julio de 1936, inspirado, financiado y apoyado por toda esta
clase dominante que ha visto su poder social amenazado por el nuevo proyecto de
España que protagonizaban Azaña y compañía. La mayoría de ellos, a pesar de que
fracasen en el intento insurreccional, acabarán ganando la guerra y poder hacer
y deshacer a sus anchas durante la dictadura de Franco.
-La dictadura de Franco rehízo, a su manera, y edificó su
propio sistema en el cual hasta el Dictador se hizo de
oro junto con muchas familias que empezaron a amasar fortunas con las
concesiones de obras públicas y demás…
Para responder esta pregunta nos bastaría con las
definiciones de dos de mis maestros. Borja de Riquer
califica al franquismo, directamente, de régimen corrupto, y Paul Preston dice
que es un régimen basado en el terror y el robo. Franco permitió la corrupción
para ganarse adeptos y la usó como medida de control social desde mucho antes
que las arcas del Estado pudieran permitir el impulso de obras públicas de
relevancia. Con el mercado negro de la posguerra ya se hacen fortunas
fabulosas, siempre con la necesaria aprobación gubernamental. Después, con la
liberalización a la que obligó el fracaso de la autarquía, llegarían los
chanchullos en las licencias de importación de motos a su yerno, etc. La
dictadura franquista supuso una gran involución en muchos aspectos, también en
el de la consolidación de una oligarquía sin escrúpulos.
-De eso bebió mucho la democracia y “tapó” mucho más, cómplice de las
corrupciones de una dictadura de 40 años, una dictadura represiva, pero que
creció económicamente a merced de trabajo esclavo, de contratas a dedo, de los
estancos adjudicados por obra y gracia de…
Efectivamente, que desde las instituciones de gobierno
del régimen democrático no se haya impulsado hasta 2007 –y recordemos la
polémica que ello generó y genera todavía ahora– un proceso de reflexión
conjunta sobre la naturaleza del franquismo (en parte, para tapar las
vergüenzas de muchos) ha generado un desconocimiento profundo de todo el mal
que esta dictadura hizo. Pensemos que ni el PP ni Ciudadanos han querido
condenar al régimen todavía...
-Los lobbies y los intereses de las grandes empresas han existido siempre y
de una manera descarada…casi lo veíamos o lo entendíamos como “normal y
natural” (evidentemente no lo es), pero son los verdaderos cimientos de una
corrupción….
Totalmente de acuerdo. No habría corrupción sin
corruptores, y estos muy raramente aparecen en la prensa o en los juicios. El
juego de intereses que crean estos grandes agentes corruptores impide que se
les ponga en evidencia casi siempre. No tiene nada de natural ni de normal,
pero tristemente es algo cotidiano y reiterativo.
-¿Hay como un triángulo de complicidad entre el poder político de ciertos
partidos y su financiación (diría más del “stablishment”,
aunque esto del “stablishment” es una delgada línea
roja), las empresas y que “algo quede” para el que mueve el entramado a una
mano u otra…?
Sí, en estos casos todo el que participa del juego se
lucra y a coste cero. Es así de triste.
-Amigo, Jaume, ¿cómo ha sido el proceso de documentación para llevar a cabo
este libro? Y ¿cómo te has apañado con la metodología de trabajo?
Yo comencé la investigación en Londres, por lo que
sólo podía documentarme mediante la bibliografía. Por suerte mía, trabajaba en
un centro con una biblioteca buenísima, que contaba con algunos (pocos) libros
especializados en el tema y con muchísimos volúmenes en los que podían
encontrarse pequeñas joyas. No sé cuántos libros llegué a consultar, pero
estuve un año y medio trabajando en ello en Inglaterra y después medio año más
en Barcelona, donde pude consultar fuentes que me ayudaron mucho a enriquecer
mi trabajo. A mí Andreu Mayayo me enseñó la
importancia de, como decimos en catalán, “separar el gra
de la palla”, es decir: saber distinguir la importancia de cada cosa. Tiene que
tenerse en cuenta que ninguna fuente de información es inocente y que, a veces,
las acusaciones de corrupción son infundadas, por lo que intenté aplicar tan
bien como pude los conocimientos generales sobre el período que he ido
adquiriendo para comprender el significado e importancia de cada uno de los
casos con los que me iba encontrando. La cantidad de información de la que
disponía era abrumadora, pero espero haberme salido con la mía.
-Estudiar la historia en España es tener que hacerlo, de
manera imperativa, también respecto a la historia de la corrupción,
de sus prácticas, tecnicismos… ¿Cómo lo ves?
La
corrupción es un factor determinante de la historia de este país, pero no sólo
de él. Efectivamente, hay que impulsar estudios comparativos de la corrupción
en otros estados y afinar qué definición se le da a la problemática: no existe
unanimidad al respecto. Mi intención, con este libro, era facilitar el estudio
del caso español, pero ya advierto en la introducción que es un campo en el que
queda mucho por descubrir, tanto a nivel estatal como internacional.
24670
La España corrupta.
Breve historia de la corrupción de la Restauración a nuestros días (1875-2016). Jaume Muñoz Jofre.
Prólogo de Paul Preston
144 páginas 17 x 24
cms.
19.00 euros
Comares
La España corrupta. Breve
historia de la corrupción (de la Restauración a nuestros días, 1875-2016)
intenta sintetizar la historia reciente de uno de los temas que más ha
preocupado a la sociedad española cada vez que ha atravesado un periodo de
crisis: la corrupción de sus esferas gobernantes. El libro pretende comprender
los procesos y la evolución de las malas prácticas realizadas desde los puestos
de responsabilidad y representación públicos en España, evitando limitarse a
enumerar sus casos más destacados durante el último siglo y medio. Se busca,
pues, entender cómo se han producido, en qué han consistido y cómo han afectado
a la vida y a la imagen que el país tiene de sí mismo las corrupciones
electoral, económica, política, etc., ofreciendo una imagen de conjunto que
empiece a llenar el vacío historiográfico existente en el tratamiento de esta
temática desde una perspectiva de largo alcance cronológico.
Caciquismo, estraperlo, tupinadas, tarjetas "black", Gürtel son sólo
algunas de las múltiples caras de un problema que no es genuinamente español
pero que sí que ha marcado la vida de los españoles a lo largo de la historia.
La corrupción ha recibido intentos de respuesta muy diversos, generando
movimientos políticos de protesta -desde el Regeneracionismo al 15-M- y si ha
sido perseguida ha sido desde instituciones de gobierno democráticas. Su
persistencia se debe a muchos factores, siendo uno de los más importantes su
uso como método de afianzamiento en el poder -sobre todo durante los periodos
dictatoriales. En un momento en que los casos de corrupción colapsan la esfera
pública española, un estudio como este no busca normalizarlos, sino arrojar luz
sobre los males de la impunidad en el poder.
Jaume Muñoz Jofre (Barcelona, 1990) se licenció en
Historia por la Universidad de Barcelona (UB) y cursó el máster
interuniversitario en Historia Contemporánea en la Autònoma
de Barcelona (UAB) y Complutense de Madrid (UCM). Actualmente realiza el
doctorado en la UAB sobre la corrupción en la Barcelona de la Restauración
(1875-1923). También investiga otras áreas temáticas como el socialismo catalán
y español durante la Dictadura franquista y la Transición.
La investigación que acabó siendo La España corrupta se inició durante el año y
medio en que colaboró con el Cañada Blanch Centre y el Catalan
Observatory de la London School
of Economics -ambos centros de investigación
dirigidos por el profesor (Príncipe de Asturias) Paul Preston. Paralelamente,
Muñoz Jofre ha publicado en revistas de historia como
L'Avenç e intenta conciliar su disciplina académica
con el gusto por la literatura mediante el impulso e impartición de talleres de
lectura que mezclan ambas categorías. El presente libro es su debut editorial.
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
LA RESTAURACIÓN (1875-1923)
«Tupinadas», caciquismo y clientelismo, la esencia
del sistema
La corrupción electoral, base del engranaje
Corrupción administrativa
La importancia de la desinformación
Los protagonistas de la corrupción
Los partidos políticos
Los caciques
Caciques de nuevo y viejo cuño: los casos March y Romanones
Los privilegios del Ejército
¿Un sistema al servicio de los lobbies?
La influencia de la Patronal en la legislación
Los intentos de respuesta: el Regeneracionismo
La corrupción en la obra cultural de la época
Un sistema agotado
LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930)
Contradicciones al poder
Cosmética renovadora
La anulación de la Justicia
La Unión Patriótica y el Somatén, dos inventos reveladores
Los efectos autolesivos de la política
socio-económica del Régimen
El crepúsculo de una época
Final de línea
LA SEGUNDA REPÚBLICA
La difícil revisión del pasado
Limpieza y corrupción electoral: un reflejo del debate entre épocas
La CEDA, cobijo de los intereses de los grupos privilegiados
El ocaso del clientelismo partidista: el caso del Partido Radical
El abrupto final de un imperfecto proyecto de renovación
FRANQUISMO
Un régimen corrupto
El periodo autárquico: el imperio del mercado negro
Un nuevo empresariado
Los beneficios empresariales de la lealtad al régimen
Corrupción y urbanismo: el nuevo comienzo de un largo idilio
Las pantomimas electorales
Los negocios del Pardo
Estar en el lugar adecuado en el momento adecuado
DEMOCRACIA
Los escándalos del gobierno González (1982-1996)
Lucro individual a la sombra del PSOE
El retorno del tráfico de influencias y la financiación ilegal de los partidos
Los escándalos de financiación ilegal de los partidos políticos
La corrupción en las autonomías
El «cóctel molotov» del dinero fácil y boom inmobiliario
Los negocios de la familia real
¿Hacia Tangentópolis?
CONCLUSIONES
LISTADO DE ABREVIATURAS
BIBLIOGRAFÍA
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Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
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