9788417547226_portada.jpgCazarabet conversa con...   Álvaro Luna, autor de “La era del plástico. Una nueva amenaza para la conservación de la naturaleza” (Guadalmazán)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un libro comprometido y que nos enseña y señala la dependencia, la nuestra, sobre el plástico.

El libro lo edita el sello Guadalmazán del grupo editorial Almuzara.

Lo que nos explica el libro:

¿Sabes quién es el erizo McFlurry? ¿O que el mal uso del plástico no solo es un problema de basura aunque a cada ser humano le correspondan unos 40 kilos? ¿Conoces los «tecnofósiles»? ¿Sabías que cada año fabricamos 500 millones de botellas de plástico? ¿Y que los microplásticos del subsuelo podrían llegar a afectar a los cultivos? ¿O que llegan a lugares tan remotos que incluso alcanzan a la fauna del Amazonas? El biólogo Álvaro Luna, autor de Un leopardo en el jardín, nos adentra en un viaje por nuestro plastificado planeta, un mundo que nos rodea y que apenas conocemos.

La contaminación por plástico se ha convertido en un problema ambiental de dimensiones globales. Daña ecosistemas de todo el mundo, e incluso puede afectar a diferentes aspectos de nuestra vida diaria. Este libro es el primero en explicar científicamente qué hay detrás de tan controvertido tema.

El plástico es un símbolo de nuestra civilización. Es moldeable, ligero, elástico, barato, y tiene propiedades que lo hacen muy útil como aislante térmico y eléctrico; además, su aplicación en el ámbito sanitario ha salvado un número inconmensurable de vidas. No obstante, su uso indiscriminado ha generado un impacto en la naturaleza que solo ahora comenzamos a atisbar. Actualmente, toneladas de plástico —desde piezas milimétricas a otras de decenas de metros— se distribuyen a lo largo y ancho del mundo. El mar, los ríos y lagos, la tierra que pisamos, el subsuelo… el plástico parece llegar a cada rincón del planeta, dañando a multitud de especies, y en cierto modo a nosotros mismos. ¿Hasta dónde llega su alcance según la ciencia? ¿Podemos hacer algo para revertir este problema?

El autor, Álvaro Luna (Huelva, 1987) es Doctor en Biología por la Universidad de Sevilla. Actualmente coordina proyectos científicos y conservacionistas centrados en la relación del ser humano y la naturaleza. Como divulgador ha publicado Un leopardo en el jardín, finalista de los Premios Prismas de divulgación científica en 2018. Además, colabora en revistas de divulgación de ciencia y naturaleza, y en programas de radio de la misma temática.

¿Nos acercamos a Un leopardo en el jardín? Que le editaba Tundra.- ¿Es posible que haya cotorras viviendo en libertad en Sevilla, Madrid y Barcelona? ¿Qué está matando a las palmeras de media España? ¿Puede la ciudad ser un hábitat con fauna amenazada? ¿Es buena idea alimentar a las aves en nuestro jardín?. Estas y otras muchas cuestiones son explicadas en esta obra, un intento ameno de acercar la naturaleza de las ciudades a sus principales habitantes, nosotros, que debido al ajetreo de nuestras vidas diarias rara vez nos paramos a pensar en lo que nos rodea. Las ciudades son el último ecosistema en aparecer en la Tierra, con el aliciente de que lo ha creado el ser humano a priori para sí mismo. No obstante, frente a la ventana de casa están sucediendo historias apasionantes que los biólogos empiezan a desentrañar ahora: evolución en vivo, especies que actúan de indicadoras e informan sobre qué estamos haciendo mal, otras que tienen más éxito en la ciudad que en la naturaleza…Prepárese para un estimulante viaje que hará que no vuelva a mirar con los mismos ojos su propia casa, su barrio o el parque más cercano.

 

 

 

Cazarabet conversa con Álvaro Luna:

Sin-título-1.jpg-Álvaro, ¿qué es lo que te ha llevado a escribir este ensayo?;¿se podría decir que es un ensayo ecologista y “de denuncia” acerca de un mundo y una vida invadida por el plástico?

-Fue un proceso. Cada vez veía más plástico en todo tipo de ecosistemas, y en un viaje a Egipto quedé tan sorprendido por la cantidad de basura presente en todos lados que al momento me puse manos a la obra con el libro. También me había dado cuenta de que en español no había nada publicado que explicase científicamente todo lo que está ocurriendo con el plástico, así que me decidí  a cubrir ese hueco. No soy mucho de hablar, soy más de hacer, así que tal y como me lo propuse lo hice.

Entiendo que obviamente tiene lecturas ecologistas y de denuncia, pero mi labor fue más detallar en base a literatura científica todo lo que sabe y lo que empezamos a atisbar sobre todas las ramificaciones del problema del plástico en la naturaleza. 

-Utilizas un lenguaje y una metodología explicativa muy didáctica, a la vez que divulgativa…..¿es cómo te sientes más cómodo para explicar el cómo nos afecta el plástico, verdad?

-En efecto, si quisiera podría ser mucho más técnico y hacer una divulgación más centrada en un público con formación científica alta, pero cuando divulgo trato de elegir un tono más cercano, que capte la atención de todo tipo de personas. Es un difícil equilibrio en el que hay que aportar conocimiento a la vez que entretenimiento para un público no especializado, pero en principio es la línea que me llena más.

-Aunque “de entrada”, si no nos hubiésemos pasado el plástico no era mal invento….

-Como otros tantos inventos y avances de nuestra sociedad actual, si se emplea con responsabilidad  es obvio que el plástico tiene  aplicaciones en áreas donde ha supuesto un gran avance. Lástima que al final nos está desbordando tanto su uso como especialmente la mala gestión de residuos, que directamente en algunos lugares del mundo es inexistente.

-¿Cuándo y por qué “se nos fue de las manos”?

-Ha sido un proceso paulatino, en el que cada año se ha ido fabricando más y más, especialmente en las últimas décadas, y eso que desde los años ochenta del pasado siglo ya se alertaba de que estaba empezando a verse plástico en mares y océanos. Hoy en día, pese al problema global de contaminación por plástico del que somos conscientes, siguen llegando toneladas al medio natural, pero no se pone freno. Es solo una cara más de un problema mucho más amplio.

-En todo lo bueno hay algo de malo, ¿se podría decir esto del plástico que lo ha invadido todo?

-Actualmente se ha hallado plástico en las zonas más remotas del planeta,  ya sean los polos, las profundidades marinas o los glaciares más inaccesibles. El plástico se transporta por el viento y por corrientes marinas, por ejemplo, y llega a sitios insospechados. Casi cada día salen artículos científicos nuevos en los que se muestra la relación del plástico con alguna especie nueva (peces, invertebrados, etc.) o que se ha encontrado en sitios donde no se sospechaba que pudiera haberlo.

-¿Por qué hay tanto plástico en cualquier cosa que compras o que pretendas comprar o que utilicemos?

-Supongo que desde el punto de vista del que lo emplea en la fabricación de sus productos es una opción fantástica y justificada desde diferentes puntos de vista, y por eso se está usando tanto. Lo que no se ha tenido en cuenta es todo lo que venía detrás de este uso.

-¿Verdaderamente constituye, ya, una amenaza para la conservación de la naturaleza?

-Todo lo que tiene que ver con contaminación por plástico es preocupante, y es un problema que tiene alcance global. Cada nuevo hallazgo preocupa, y da la sensación de que mucho de lo que queda por saber va a ser impactante. Es una nueva amenaza, que se suma a la larga lista de amenazas que todos conocemos. El problema es que actualmente el deteriorado estado de conservación de la naturaleza no permite nuevas amenazas, ya con lo que teníamos es bastante y supone un reto gigante para esta generación y las siguientes.

-¿Cómo nos podemos “librar” de la influencia del plástico?

-Es realmente complicado, por no decir imposible a nivel global, comprendiendo la realidad del día a día de buena parte de la población de muchos países. No obstante, si en sitios como Europa el consumidor opta por otras opciones, o manifiesta que está concienciado con el problema y pide un giro a los políticos, es de esperar que poco a poco tomemos otro camino, con una presencia más responsable del plástico.

-¿Estamos a merced del plástico o podemos, de alguna manera revertir su dominio?, ¿cómo debería ir esa reversión?

-Ojalá tuviéramos soluciones para poder extraer el plástico presente en el medio natural, pero está en tal cantidad de lugares, y en tal proporción, que no existe una manera de extraerlo. Por desgracia, no tengo una solución, pero se hace evidente que a diferentes niveles estamos emprendiendo un camino en todo el planeta que tiene que ser más sostenible.

ZuOz8tJP.jpg-¿O el plástico mueve demasiados intereses…?-Está tanto el plástico entre nosotros y nosotras que llegamos hasta a orinar partículas de plástico, es demencial…qué nos puedes comentar…

-Se va sabiendo más, y es preocupante, pero también circulan por Internet ideas  que no tienen aún respaldo científico. Lo que sabemos sobre el efecto del plástico en diferentes especies debe alertarnos también. En los próximos años crecerá considerablemente el conocimiento de los efectos del plástico y sus derivados para los seres humanos, y tendremos una visión de conjunto mucho más certera. 

-Y qué hay que decir de los micro plásticos?

-Hay microplásticos en todos lados, se encuentran igualmente en los lugares más remotos, a cientos de kilómetros de ciudades y personas. Pueden ser simplemente fibras textiles que se desprenden en cada lavado, y que luego se encuentran en los lugares más insospechados, como el sistema digestivo de peces que viven en la costa.

-¿Son los mares, océanos, ríos, lagos los principales damnificados de esta “era del plástico”?

-Desde luego son lugares donde el problema tiene su cara más visible, y donde se reporta su impacto en más especies. Queda mucho por saber, sobre todo en ecosistemas terrestres, pero lo que sabe para mares, ríos y lagos es realmente alarmante.

-¿La naturaleza es “la pagana” de todos los males avariciosos y ociosos de la era del antropoceno que vive paralelamente a era del plástico? ¿Por qué dedicas este libro a los jóvenes investigadores a ese futuro de la ciencia?; ¿cuál es el lado negativo de la ciencia?

-Conozco cientos de casos de jóvenes que sufren acoso laboral durante la tesis o incluso antes, a los que les quitan las ganas de seguir entre unos y otros. Pensé que si alguno estaba en esa situación y leía el libro igual podía sentirse animado con mis palabras, ya que en el fondo yo he sido un joven investigador que poco a poco va logrando sus sueños con esfuerzo.

Pensar que el problema de la ciencia es solo la financiación es quedarse corto, cada vez salen más datos de problemas mentales en investigadores por el ambiente tan ambicioso, lleno de egos y zancadillas que hay que aguantar. Sinceramente, he conocido ambientes laborales más sanos que el de la ciencia y las universidades.

-Explicas que este libro te sacó de cierta “zozobra” que te generó tu tesis, ¿quieres hablar de ello?, por qué algo que debería ser tan reconfortante puede llegar a generar como “ansiedad de ansiedades”? ¿Hay más esperanza para un futuro que cuente, de veras, por y con la ciencia o por un mundo con menos plásticos, revertiendo la actual situación?

-Yo creo en una sociedad basada en el conocimiento y en la cultura, con una ciencia bien financiada y en la que las personas que se dedican a este ámbito pueden trabajar en unas condiciones lógicas y dignas. Apostar por la ciencia en todas sus diferentes ramas sería un acierto, y ya que estamos, hacer caso a lo que digan los expertos en cada tema, también. En cuanto al plástico, sin duda que poner freno a lo que se está viendo sería genial, ojalá se logre revertir la situación, aunque a día de hoy lo veo técnicamente difícil por lo que ya hay en circulación fuera de control.

-¿Cómo ha sido, amigo, editar con Guadalmazán del Grupo Almuzara?

-Ha sido una experiencia muy positiva, me he sentido rodeado de muy buenos profesionales en todo el proceso.

 

 

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