La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... José Giménez
Corbatón, autor de “Encrucijada de
miradas. El libro de mi padre” (Prames)
Un libro
para la colección Las Tres Sorores de Prames Editorial.
Este
autor ya es un habitual en Prames y en nuestra casa,
aquí ya tuvimos un Conversa con su libro
“Avalancha”:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/avalancha.htm
José Giménez Corbatón es profesor y escritor. Licenciado en
Filología Francesa por la Universidad de Zaragoza, reside en Tarragona, donde
trabaja como profesor, desde 1981. En 1982 su relato Ave de presa obtuvo
un áccesit en el Concurso Ciudad de
Zaragoza.
Es autor de la novela La fábrica de huesos (Prames,
1999), crónica social de la Zaragoza de los años cincuenta, en que los
protagonistas, emigrados del campo a la ciudad, buscan la dignidad desde la
fábrica de huesos en la que trabajan. El autor dibuja un mundo desolado de
ambientes sórdidos y explotación sin escrúpulos, en el que se abre un resquicio
para el amor y la compasión. En los volúmenes de relatos El fragor del agua
(Anaya y Mario Muchnick, 1993) y Tampoco esta
vez dirían nada (1997), las narraciones entrecruzadas configuran un universo
mítico, Crespol, un mundo de éxodo y abandono,
el territorio de los olvidados.
Giménez Corbatón ha participado en los libros colectivos Nuevas
aventuras de Simbad el Marino (1996),
Homenaje a Casanova (1998) y Los hijos del Cierzo: Escritores aragoneses de hoy
(1998). ha publicado cuentos en las revistas La
expedición, Rolde y Turia. Es colaborador en la revista Quimera y ha traducido
literatura francesa del siglo XIX.
Más sobre la colección Las Tres Sonores de Prames:
http://www.prames.com/libreria.asp?materia=9
Te puede interesar:
https://www.facebook.com/prames.publicaciones/posts/546837942083919
El autor:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Gim%C3%A9nez_Corbat%C3%B3n
José
Giménez Corbatón, ya estuvo con nosotros en:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/avalancha.htm
Encrucijada de miradas. El libro de mi
padre.
Un
libro, de puño y letra de José Giménez Corbatón que se alimenta con la mirada,
fotograma a fotograma, de Pedro Pérez Esteban.
Lo
que nos dice la editorial Prames de este exquisito
libro donde confluyen miradas, pero también textos:
Mi
padre nació el 20 de noviembre de 1922 en Saint Étienne-Estréchoux,
un pueblecito cercano a Graissessac, en el
Departamento francés de l’Hérault. Murió en España,
en Zaragoza, en 1990. Mi padre lo guardaba todo. Cualquier papel, cartas,
cuadernos, fotos, revistas que por algún motivo le habían interesado, viejos
discos. No muchas cosas, pues disponía de escasos medios. Era un obrero sin
cualificación, a no ser la de chófer, oficio que ejerció a menudo. Sabía un
poco de todo. Lo mismo arreglaba un grifo que levantaba una pared o un tejado,
o pintaba la casa o el piso donde vivíamos.
José
Giménez Corbatón:
El autor:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Gim%C3%A9nez_Corbat%C3%B3n
Cambriles , un libro desde Mas de
las Matas y el Grupo de Estudios Masinos:
http://paisdecazarabet.blogspot.com.es/2012/06/entrevista-con-jose-gimenez-corbaton.html
Otros libros de Giménez Corbatón:
http://www.cazarabet.com/lalibreria/fichas25/huesos.htm
Las preguntas, a modo de guión que nos hacemos sobre este
libro de Corbatón:
-Amigo
Giménez Corbatón, la verdad es que los padres, nuestros progenitores, suelen
inspirar bastantes cosas…
-Quizás
porque las relaciones con ellos no son lineales: o son complicadas, o son de
complicidad mutua, buenas, malas o de tira y afloja; pero con los padres,
quizás más que nada con la figura del padre, la relación nunca es lineal…Y eso,
directa o indirectamente, siempre nos influye, ¿no es así?
-Si
me lo permites, ¿cómo ha influido la figura de tu padre en ti como escritor, a
la hora de contarnos historias?(me refiero tanto a esta cmo
a otras..)
-¿Y
en particular en este libro “tan cercano” a la figura del padre?
-¿Cómo
ha sido la colaboración con Pedro Gómez Esteban?, hay que tener en cuenta que
no es la primera vez que colaboráis…
-Un
libro, una narración de recuerdos contenidos, pero guardados y cuidados…de los que,
de vez en cuando, casi gozamos o tenemos la necesidad de ir en su busca de ahí
las cajas con retales, objetos, los álbumes de fotos…
LAS
REFLEXIONES SOBRE ENCRUCIJADA DE MIRADAS.
EL LIBRO DE MI PADRE
I.
Creo que en lo esencial el individuo se hace a sí
mismo. Es innegable la influencia de los padres en la formación de la
personalidad, pero la historia está llena de cerebros eminentes que han vivido
una infancia marcada por la orfandad. Isaac Bashevis
Singer, en su novela La casa de Jampol, recogió una afirmación talmúdica que reza así:
“Cuando un hombre llega a la edad en que murieron sus padres, debe comenzar a
prepararse para la muerte”. Y prepararse para la muerte es repensarse, hacer
balance, conocerse de modo definitivo, aunque ya sea una labor que apenas nos
haya de servir en el futuro. Aspiramos a ser por fin nosotros mismos el tiempo
que nos resta, sin falsas ilusiones ni artificios consoladores. Y para ello,
insisto, es preciso conocerse. ¿Y el huérfano, pues? Sin él saberlo, quizá esté
más preparado para el trance final que quienes han convivido, durante la
infancia y parte de su primera juventud, cuando menos, con sus progenitores. A
mí, esa frase del Talmud me recordó algo que había pensado a menudo: nos
esforzamos en conocer a nuestros padres a partir del momento en que han
fallecido. Antes, nos hemos dejado arrastrar por la protección que nos han
brindado, la generosidad de su afecto –que hemos considerado “normal”-, y
apenas hemos tratado de entender lo que pasaba de verdad por sus cabezas… El
ser humano encierra grandes dosis de egoísmo que sin duda son necesarias para
crecer en libertad, para madurar de un modo propio, adoptando decisiones
libres, personales, que nacen de la intimidad y de un estar en el mundo que
tenemos que aprender a asumir solos.
II.
Encrucijada de miradas. El libro de mi
padre es un “libro de autor”, si he de ponerle alguna etiqueta. El recuerdo
de mi padre, su presencia más viva que nunca tras su muerte, me ha servido en
alguna ocasión para crear aspectos de la personalidad de algunos personajes de
mis novelas. Hace unos años descubrí y leí un Diario que escribió durante unos
breves años de su juventud, y un borrador de Memorias que, tarde lo entendí, me
estaba destinado. Vivió una vida de obrero cargada de vicisitudes: hijo de
emigrantes económicos españoles en Francia, la instauración vergonzosa del
Régimen de Vichy le impulsará a dejar su país, que siempre añorará, huyendo de
la posible movilización militar, o como trabajador al servicio de los nazis,
para venir a la España de Franco en 1942. La vida que le esperaba aquí no tenía
nada de Jauja. Es un representante más de las miserias sociales y políticas del
siglo XX, y me pareció que entresacar y glosar parte de su escritura era
ofrecer a la luz un testimonio –como muchos otros, por supuesto- de tanta
ignominia y dolor. Hubo gente aún más desgraciada que él, mucho más, que ni
siquiera sobrevivieron. Mi padre fue un hombre común, pero su sensibilidad le
hizo legar a su hijo la crónica de una vida vulgar en la que siempre se esforzó
por mantener la dignidad: nunca destruyó aquel Diario juvenil, y añadió, ya en
su madurez, poco antes de su muerte, los apuntes memorialísticos.
Tenía yo que hacer justicia con la voluntad que ese tesón me hizo suponer.
¿Cómo me influyó en vida? Siempre me dejó ser yo mismo. Confiaba en mí, incluso
cuando dudaba del acierto de mis decisiones. Era, sobre todo, un ser bondadoso.
III.
Éste es el sexto libro que escribo en colaboración con el aporte fotográfico de
Pedro Pérez Esteban, aparte de algunas otras intervenciones conjuntas en
ediciones colectivas. En el caso de Encrucijada
de miradas… la tarea, lo reconozco, ha sido para él más complicada de lo
habitual, pues el texto, por primera vez, estaba enteramente redactado de
antemano. Y creo que ha hecho un trabajo admirable, fotografiando tantos
lugares a los que se alude o que se describen en él, y actuando a su modo sobre
viejas fotos de mi álbum familiar. El título lo explica todo: la doble mirada
de mi padre, la mía propia, y la del artista fotógrafo. Creo que el secreto de
que siempre llevemos a buen puerto los proyectos en los que nos embarcamos es
que trabajamos sin prisa, meditando mucho, cada uno por su lado, y a menudo
juntos. Imágenes que crean palabras, palabras que sugieren y generan imágenes.
Aunque, insisto, en este caso el proceso ha sido diferente, Pedro no ha dejado
de transmitirme sus ideas visuales, o de invitarme a opinar cuando consideraba
varias opciones.
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Encrucijada de
miradas. El libro de mi padre. José Giménez Corbatón. Fotografías de Pedro Pérez
Esteban
144 páginas 17 x 24 cms.
16.00 euros
Prames
La obra novela la peripecia
vital del padre de José Giménez Corbatón, a través de un diario que escribió
entre 1942 y 1945 y de unas memorias escritas a mediados de los años ochenta.
Nacido en Francia en una familia de inmigrantes españoles, José y su familia
(los abuelos de Giménez Corbatón) regresaron a España en 1942 espoleados por el
impulso de no colaborar con la Francia de Vichy. En España sin embargo se ven
obligados a vivir miserablemente y el propio José trabaja en las minas de
azufre que existieron en Libros, marcha a Melilla a hacer el servicio militar y
se instala en Zaragoza, a su regreso, junto a sus padres. "Cuando mi
familia salió de la Francia de Vichy y llegó a España fueron de Guatemala a
Guatepeor, y de hecho mi padre, aunque nunca regresó a Francia excepto en dos
ocasiones, siempre conservó la nostalgia por ese país en el que nació y donde
vivió hasta los 19 años", explica el propio Giménez Corbatón. "De
hecho mi casa siempre fue un trocito de Francia en Zaragoza, y en el libro hago
numerosas referencias a la música y el cine francés de la época con los que yo
crecí". Es una novela que, a través de su padre, permite conocer bien al
propio Giménez Corbatón. "En todas mis obras hay muchas referencias a mi vida,
pero en esta es imposible de disimular, y de hecho tiene mucho de autoconfesión, de cómo mis raíces y mis antecedentes
sociales, políticos y económicos me han servido para ser el escritor que
soy", explica. Hasta ahora la figura paterna de Giménez Corbatón se
adivinaba en el protagonista de La fábrica de huesos o en alguno de los relatos
de Voces al alba, pero en esta ocasión es todo un homenaje a través de "la
historia y avatares de un obrero humilde que vivió en medio de unas peculiares
circunstancias a caballo entre la Francia ocupada y la España de
postguerra". Pedro Pérez, fotógrafo que ha trabajado en numerosas
ocasiones con Giménez, redondea la obra con imágenes fotográficas y montajes
extraídos de las memorias y también de los lugares por los que transitó José,
incluida la Masía La Angelina, que todavía existe en Torre Alta (El Rincón de Ademuz), donde vivieron sus padres y sus abuelos.
"Mi padre nació el 20 de noviembre
de 1922 en Saint Étienne-Estréchoux, un pueblecito
cercano a Graissessac, en el Departamento francés de l’Hérault. Murió en España, en Zaragoza, en 1990. Mi padre
lo guardaba todo. Cualquier papel, cartas, cuadernos, fotos, revistas que por
algún motivo le habían interesado, viejos discos. No muchas cosas, pues
disponía de escasos medios. Era un obrero sin cualificación, a no ser la de
chófer, oficio que ejerció a menudo. Sabía un poco de todo. Lo mismo arreglaba
un grifo que levantaba una pared o un tejado, o pintaba la casa o el piso donde
vivíamos."
Hojear:
https://issuu.com/publicacionesprames/docs/encrucijada_de_mirada_issu
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