el-pan-y-la-sal-cub-510x652.jpgCazarabet conversa con...   Raúl Quirós Molina, autor de “El pan y la sal. Flores de España” (Punto de Vista)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dos  obras teatrales, pletóricas editadas por Punto de Vista Editores.

Lo que nos explica la editorial de estas obras teatrales: 

El pan y la sal es un texto sobre el olvido y la Memoria Histórica de los desaparecidos en la Guerra Civil y durante el franquismo. Tomando como partida las actas del juicio contra Baltasar Garzón en 2012 por tratar de investigar los crímenes de la dictadura franquista, el espectáculo muestra los testimonios de familiares de las víctimas que relatan la desaparición de sus padres y abuelos.

Flores de España incluye cuatro piezas relacionadas con la Memoria Histórica: Flores para los vivos, protagonizada por un joven campesino fusilado durante la Guerra Civil; Flores para los extraños, un diálogo entre una joven a punto de casarse y una mujer que busca a su hijo robado; Flores para Enrique Ruano, narra el asesinato encubierto de un joven estudiante por la Brigada Político Social; y Flores para la calle Atocha, basado en el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha a manos de la ultraderecha.

 

 

 

Cazarabet conversa con Raúl Quirós Molina:

DSC_0235.jpg-Amigo, qué es aquello que te ha hecho escribir estas dos obras teatrales, El pan y la sal y Flores de España?

-Durante años estuve trabajando en Londres con Teatro x La Memoria, un movimiento teatral para denunciar el robo de bebés por parte de la dictadura argentina. Pensé que sería posible construir algo similar en España, donde la memoria histórica es una asignatura "en suspenso" y quizá aportar algo de verdad al asunto, sin caer en la nostalgia o el homenaje sin más. Quería hablar de la memoria histórica desde el hoy, qué significa la memoria olvidada en el siglo XXI y qué consecuencias nos ha traído.

-El teatro es otra manera de contar historias…bien consumiendo teatro como siempre--yendo a las salas teatrales-- o bien  leyéndolo, ¿qué nos puedes decir?

-Quizá lo más significativo del teatro frente a otras formas de contar historias es la importancia de lo colectivo en la creación y en la transmisión: se trata de un grupo de personas trabajando en torno a una misma historia en la cual cada uno debe aportar su parte de la verdad (escénica o no). Al contrario que el libro, cuyo disfrute es unipersonal, o del cine, que es unidireccional, el teatro es una experiencia de la verdad común y por ello en permanente crisis.

-¿Cómo definirías a estas dos obras teatrales?

-Honestas y humildes.

-Estas dos obras hubiesen, de igual manera, podido ser contadas en géneros, como el relato y la novela, que tú también cultivas…¿por qué escoges el teatro?---teniendo en cuento y no es crítica, que este género es menos leído---

-Por lo que decía antes: un texto teatral, una obra, es una semilla de lo colectivo. El texto teatral es un manual de instrucciones para grupos y la lectura es siempre comunal. No sé si alguna vez ha estado en una lectura de una obra de teatro: es una experiencia muy aleccionadora, especialmente con actores y directores jóvenes. La autoría se diluye y lo que uno expresa es recogido y recompuesto en una miríada de impresiones. De eso se trata, de construir una verdad colectiva. El texto trata de aunar una indagación, de cristalizar unos códigos en los que la compañía pueda manejarse y que la obra no se
convierta en un conjunto de individualidades inconexas.

-¿Las escribes, me refiero a estas dos obras teatrales,  sabiendo que es como una especie de homenaje a la dignificación de la memoria histórica y de las víctimas de la represión franquista?.¿Te motiva el compromiso?

-No, la intención no es realizar un homenaje en ningún caso. El homenaje se hace a la historia, a los recuerdos y en definitiva a un pasado cerrado y concluso. El homenaje es siempre nostálgico y con la nostalgia no se puede hacer justicia. Uno homenajea cuando el cuento se ha acabado y no queda más por hacer y en España aún queda mucho por hacer. Hablamos de fosas comunes, de bebés robados, de represalia política, de infamia que se ha ido perpetuando a través de varias
generaciones. El compromiso es en todo caso con la verdad.

Captura-de-pantalla-2015-11-13-a-las-12.47.08.jpg-Recrear el juicio contra Baltasar Garzón es también un poco como hacer o construir una crónica periodística, llevándola al teatro, ¿no?

-Nunca he trabajado como periodista, ni sé cuáles son las dinámicas de una redacción, asumo que hay unas jerarquías (jefes de redacción, correctores, inversores) que hacen el encuentro con la libertad de expresión un asunto más mediado que en el teatro. El escritor de teatro no depende de la entrega de un artículo para comer en esencia porque salvo que sea parte de una selecta minoría, se gana la vida con otros menesteres. Trabaja a ciegas la mayor parte del tiempo, es precario y es libre. Lo único que puedo decir a este respecto es que los materiales que he utilizado para la construcción de las obras estaban ahí, en YouTube, en las bibliotecas o a un correo electrónico de distancia. Preguntar a gente cercana sobre la memoria histórica, sobre sus abuelos, sus tíos, sus bisabuelos le transporta a uno a una memoria silenciada durante décadas.

-Desde todos los puntos de vista enjuiciar a Baltasar Garzón fue poner en el banquillo a todas las víctimas, directas e indirectas del franquismo, ¿no?

-No sé cuáles eran las intenciones de enjuiciar a Garzón, supongo que una mezcla de odios personales y políticos. A quien desde luego sí se sentó en el banquillo fue a las asociaciones, historiadores y víctimas del franquismo y más allá de eso, a los propósitos de su misión. Se montó aquel juicio para defender la tesis de la equivalencia de crímenes y gran parte del tiempo de la acusación se emplea en equiparar a las víctimas del franquismo con las víctimas de Paracuellos. La defensa de Garzón desmonta muy cuidadosamente esa falacia, tan incrustada en el subconsciente colectivo español.

-Fue como ser derrotado y hacer leña, otra vez de ese sentimiento de derrota cuando esta empezaba a dignificarse y a sacudirse no pocos escarmientos para encontrar la justicia, la reparación…

-Garzón no fue derrotado en este juicio, se le acusaba de prevaricación y fue hallado no culpable. Fue condenado por
prevaricación en el caso de la Gurtel, que transcurría en paralelo a este.

-¿Cuántas puertas se cerraron con el juicio a Garzón?

-No sabría contestarte a eso. Las asociaciones de memoria histórica podrán contarte mejor qué repercusiones tuvo aquello para sus objetivos.

raulquirosmolina.png-¿Qué es el pan y qué es la sal en la Memoria Histórica?

-El pan y la sal son todos aquellos seres queridos que se llevaron, cuya dignidad fue sustraída, como dice Pino durante el juicio: padres, hermanos, amigos, madres... Porque no encajaban con la idea de España que algunos tenían.

-En Flores de España te acercas a cuatro historias… cada una yo casi la percibo como una especie de flor o de ramillete que luego componen un todo…las historias las lees, como teatro, separadas, pero a mí mente lectora le da por encajarlas; pero también las percibes como historias sueltas con la el común denominador de tratar sobre la Memoria Histórica…

-En efecto, las flores son un elemento conductor de las cuatro piezas porque son un símbolo de la primavera y del renacer pero también está la reapropiación del término 'España'. La España sin memoria es la España sin flores, sin posibilidad de primavera, de la experiencia de lo colectivo....

-Otra vez en cada una de las historias de Flores de España…narras, en teatro, acontecimientos que, realmente, pasaron… ¿tienes verdadera devoción por contar lo que pasó en realidad?, ¿más a modo de denuncia, a modo de crónica…a modo de reivindicar la dignidad de unos que seguramente pone en su lugar a otros…cómo lo ves?

-Las intenciones del autor, cuando las tiene, suelen ser nefastas. Lo que yo trato de hacer en las obras de teatro es hablar de la memoria histórica en el presente, que es algo que llevaban haciendo las asociaciones desde antes de la muerte del dictador y que no tuvieron voz prácticamente hasta el gobierno de Zapatero. Creo que en el concepto de ciudadanía está incluido el concepto de 'responsabilidad' y ante un olvido tan elaborado como ha sido el de los crímenes contra la humanidad cometidos en España, mi responsabilidad como ciudadano me obligaba a denunciarlos de la mejor manera posible, en este caso, a través de la escritura. No se trata de un ajuste de cuentas, no se trata de mandar un mensaje, se trata de dilucidar por qué se perpetúa una injusticia después de tantas décadas.

-¿Cuál de estas cuatro historias teatrales que componen, Flores de España, te ha costado un poco más desde la elaboración?

-Posiblemente la de Enrique Ruano. Porque se trata de un diálogo entre un criminal y su abogado defensor. Ponerse en la piel de un criminal no es sencillo.

-En el caso, muy conocido, de Enrique Ruano o de los abogados de Atocha, ¿has sentido, no sé, como más presión a la hora de escribirlo?

-Posiblemente la de Enrique Ruano. Porque se trata de un diálogo entre un criminal y su abogado defensor. Ponerse en la piel de un criminal no es sencillo.

Raul-Quiroz.jpg-¿Cómo te has documentado para la confección de estas cuatro historias?.Seguramente que has leído bastante material, pero también habrás tenido alguna entrevista oral o… ¿qué nos puedes contar?

-En todas ellas he tratado de ser lo más respetuoso que he podido. Las he enviado a quienes han querido leerlas y he razonado su composición para ser lo más fiel posible a la verdad.

-La primera historia nos golpea mucho se remonta al pasado…y se vive, en directo, el fusilamiento de un campesino…es agria y puede que allí dignifiques a tantos silencios quebrados por el peso de los años, ¿la concibes así?---escribiéndola te has acordado de Réquiem por un campesino español—

-Por supuesto, a este respecto lo que puedo decir es que todas las asociaciones con las que he hablado y todos los protagonistas a los que he entrevistado, han participado muy activamente en la creación y han sido muy amables y pacientes. Has de tener en cuenta que ninguna de estas obras de teatro se escribió como proyecto teatral. No hubo
compañías de teatro interesadas hasta que el texto estuvo terminado. Es decir, las asociaciones de víctimas, la jefa de prensa de Garzón todo el mundo me ayudó a ciegas, sin exigirme cuándo y cómo se iba a estrenar la obra. Y esto es lo que le hace a un autor sentirse muy humilde. La bibliografía acerca de los acontecimientos narrados es inmensa y las bibliotecas son las auténticas resistentes al olvido en este país.

-Amigo, Raúl, ¿cómo ha sido trabajar con Punto de Vista Ediciones y no sé, amigo, nos puedes explicar en qué estás trabajando en la actualidad?

-La historia se cuenta desde el presente, aunque el personaje recuerde su vida, su fusilamiento, su olvido. "Otro año más, otro año más trayendo yo aquí las flores, otra vez", lo que expresa es su exasperación por el olvido al que ha sido sometido: no habla de instituciones, no habla de políticos, habla de que sus propios nietos le han olvidado, y que su crimen fue asistir a una huelga, que ni siquiera sabía lo que era. El olvido, en este país, ha sido programado gubernamentalmente y, sorprendentemente, ha sido resucitado hoy por aquellos a quienes no les importaría volver a fusilar a unos cuantos huelguistas.

 

 

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