La Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Elifio Feliz
de Vargas, autor de “El viaje del anarquista” (Rasmia)
Editorial Rasmia edita un libro escrito por Elifio
Feliz de Vargas en su colección Surco.
La sinopsis del libro que nos acerca
la editorial Rasmia:
En una España sumida en el
analfabetismo, consideraba una obligación, más que una obra de caridad, poner
sus conocimientos al servicio de aquellos que no tuvieron acceso a la enseñanza
por culpa de una sucesión de gobernantes corruptos, preocupados en mantener sus
privilegios aunque fuese a costa de negar servicios básicos al pueblo.
Francesc Casals,
joven anarquista colaborador de la Escuela Moderna de Barcelona se declara
prófugo al ser movilizado por el ejército para intervenir en la Guerra
del Rif.
En su huida llegará a Villarluengo, un
pueblo del Maestrazgo, escenario de las últimas guerras carlistas, donde se
establecerá como mozo de botica. Allí descubrirá una España campesina, inculta,
beata y tan sumisa como violenta. La Chica Natividad, nieta de su casera,
supone un destello de normalidad y coherencia entre personajes extremos y
grotescos. Su inusitada curiosidad intelectual despertará el interés del
pedagogo, llegando a plantearse la posibilidad de abrir una escuela
racionalista.
Por desgracia, la fatalidad persigue
al protagonista y tratando de esquivar a la muerte en la guerra, se topará con
ella en un punto inesperado, configurando una nueva versión del cuento «La
muerte en Samarra».
Rasmia es una editorial a la que vale
la pena ir acercándose: http://rasmiaediciones.com/rasmia-ediciones/
Esta colección Surco “apuesta” por una
literatura y una narrativa muy firme, sin demoras ni retenciones….como en La
noche de las cien cabezas de Ramón J Sender; Ultraligero y La vida Salvaje, los
dos de Iván Rojo y El “modorro” y otros
cuentos libertarios un libro desde la composión literaria
y la creación de varios autores.
El autor, “se presenta” a sí mismo:
El nombre de Elifio
me otorgó un toque anacrónico o exótico, por lo que a nadie sorprendió mi
temprana y frecuente inclinación a la fantasía. El apellido Feliz-de-Vargas
puede conducir a engaño, pues a pesar de remitir a un pasado de hidalguía y
distinción, en la mesa de mi familia eran más frecuentes las lentejas que
el lenguado Meunière.
Aunque me gano el sustento como
veterinario siempre he querido vivir del cuento y empeñado en tal empresa me he
plantado en 54 primaveras, aunque un otoño menos, sin haberlo conseguido. El viaje del anarquista es un nuevo ladrillo (qué mal suena
esto hablando de libros) en el muro que trato de trepar para alcanzar la cima
del Parnaso.
Sus otras “aportaciones literarias”:
Otros «ladrillos»:
Un pie que hablaba inglés (Edebé, 1997)
Días de cierzo (Comarca del Maestrazgo, 2006)
Jericho souvenir (Sepha, 2013)
Cuando juntos caminábamos (Última línea, 2015)
Algo de argamasa:
Premio Teruel
de Relatos, 1991
Premio
Certamen Literario Miguel Artigas, 2001
Premio Novela
Corta de la Comarca del
Maestrazgo,
2006
Finalista
Premio Azorín de Novela, 2010
Cazarabet conversa con Elifio
Feliz de Vargas:
-Hace años, una sucesión de lecturas
me llevaron a interesarme por los inicios del anarquismo en España y, en
concreto, por dos personajes que intervinieron activamente en la difusión de su
ideario: Mateo Morral y Francisco Ferrer y Guardia. El primero de ellos ha sido
tratado abundantemente en la literatura, desde el poema “Rosa de llamas” que le
dedicó Valle-Inclán tras su muerte, a la novela “Pólvora negra” de Montero Glez, en la que se recrea la preparación del atentado a
Alfonso XIII en la calle Mayor de Madrid el día de su boda y la posterior
persecución policial hasta dar muerte a Morral cerca de Torrejón de Ardoz. Sin embargo,
sobre Ferrer y Guardia -al que se llegó a señalar como ideólogo del regicidio
frustrado- y sobre su proyecto educativo conocido como Escuela Moderna, abundan
las biografías y ensayos, pero apenas ha recibido un tratamiento literario.
Interesado como estaba en la controvertida personalidad del acaudalado pedagogo
masón y libertario (un diletante de la revolución, será la definición que hará
de él uno de los personajes de la novela), quiso la casualidad que llegase a
mis manos un recorte de la hemeroteca del Heraldo de Aragón en el que se
mencionaba la llegada a Alcañiz de la compañera, los hermanos y algunos amigos
próximos a Ferrer, deportados de Barcelona mientras tenía lugar el proceso que
terminaría con su condena a muerte, acusado de haber instigado las protestas
populares que dieron lugar a
-Eso de empezar su narración como por …no sé, anunciando cómo termina el protagonista, tiene
algo de “Crónica de una muerte anunciada”—García Márquez--, aunque con el
estilo y las formas que recuerdan muchísimos más a “Réquiem por un campesino
español”-Ramón J Sender—
-En la actualidad el público está más
familiarizado con las fórmulas narrativas audiovisuales que con el lenguaje
escrito. El lector, sobre todo el lector joven, peca de impaciencia y busca
acción, intriga, o alguna otra sensación que le atraiga desde el primer
momento, por lo que las primeras páginas de una novela son fundamentales para
captar su atención. Anticipar el final es un recurso muy cinematográfico, no en
vano varias personas han comparado el inicio de la novela con la primera escena
de “El crepúsculo de los dioses” de
Billy Wilder, en la que el protagonista, ahogado en
una piscina, comienza a relatar su historia. Para incrementar el interés del
lector, el cadáver que aparece en el primer capítulo de “El viaje del anarquista” no es un muerto reciente, sino un espectro
que se resiste a desaparecer del lugar del crimen; si a esto añadimos que la
escena está descrita con el peculiar lenguaje descuidado y brusco de un
personaje primario y amoral, como es el Raidera, creo
que el arranque cuenta con suficientes atractivos para atrapar al lector. En
cuanto a las dos referencias literarias que señalas, creo que la vinculación se
encuentra más en la existencia de una diversidad de formas narrativas que en el
hecho de anticipar el desenlace. Los diversos puntos de vista de los personajes
frente a un mismo acontecimiento que aparecen en “Crónica de una muerte anunciada”, o las reflexiones y la auto justificación de las decisiones tomadas por el protagonista
de “Réquiem por un campesino español”
no son elementos ajenos a mi novela. Además, con ésta última, comparte un
lenguaje en el que el laconismo y la sugerencia, por encima de la descripción
detallada, demandan la participación del lector para completar la historia.
-Un relato
largo o casi mejor diría una novela en la que el escenario, en este caso el
Maestrazgo turolense con Villarluengo en el centro de la trama tiene una
particular importancia, ¿verdad? ¿Qué fue lo que te llevó allí?
-A
pesar de su brevedad y concisión la novela aborda o deja entrever una gran
diversidad de cuestiones, entre ellos la revolución industrial, la emigración
rural a los núcleos urbanos, los conflictos obreros o el papel de la mujer a principios del siglo XX, todo ello
en un inestable escenario político, ejemplificado en el hecho de dar el
apelativo de “gobierno largo” a la continuidad
de Antonio Maura como Presidente por un periodo de dos años
consecutivos. El Maestrazgo, que tras decenios de guerras carlistas vivía un
periodo de aparente paz y en concreto Villarluengo, el próspero municipio que
mantenía a su población gracias a una activa industria textil, suponen un
contraste frente a la efervescencia de una Barcelona plural y revolucionaria,
empeñada en acelerar los cambios sociales y políticos a los que
-Bien, la sociedad actual será menos
analfabeta, pero sigue dentro de una crisálida de impostura, hipocresía…
-Evidentemente
no podemos decir que la sociedad actual sea analfabeta en el sentido estricto
de la palabra, pero sí que me atrevería a describirla como indocumentada. La falta de conocimientos se ha sustituido
por un exceso de información no siempre veraz ni cotejada, por eso hablo de
indocumentación, faltan conocimientos que avalen ciertas informaciones y se
ponen al mismo nivel los resultados de una investigación científica y el
testimonio de un charlatán, siempre y cuando éste último tenga algún
reconocimiento social o acompañe su versión de un atractivo envoltorio, algo
relativamente fácil gracias a la tecnología actual. Las TICs
(Tecnologías de
-Fruto,
quizás, de haber “crecido” en una sociedad condicionada por el miedo y el
escarmiento. ¿Cómo lo ves?
-Dudo que se trate de un problema
exclusivo de nuestro país y de los años de dictadura, de hecho buena parte de
los actuales líderes políticos y de los personajes mediáticos (artistas,
escritores, cantantes, deportistas…), que son los que con sus testimonios y
ejemplo más fácilmente pueden influir en la sociedad, nacieron después de la
restauración de la democracia en España, fueron educados en la igualdad y en la
tolerancia y sin embargo la violencia de género, la xenofobia, la corrupción y
otros tantos males que aquejan a la sociedad actual no distinguen entre
generaciones. Desde mi punto de vista hay un déficit moral generalizado, una
falta de formación efectiva en valores. El currículo de educación primaria
incluye una asignatura de formación en valores sociales y cívicos que se queda
en pura teoría cuando el ejemplo que transmite la sociedad en general y
los medios de comunicación en particular,
con la telebasura a la cabeza, propugnan todo lo contrario. Sobre el papel se
habla de la igualdad entre hombres y mujeres, pero el mensaje de las letras de reggaeton
actuales no difiere esencialmente del que transmitían los anuncios de
detergente de los años 60. Y este género
musical que uso como ejemplo no solo triunfa en
nuestro país, por eso digo que la falta de coherencia no es exclusiva del
carácter español, como tampoco lo son el temor al extranjero, la autoprotección
de nuestras fronteras, la corrupción política o la intransigencia y la falta de
diálogo. Basta con mirar los actuales gobiernos de algunos países europeos –no
hablemos ya de la administración norteamericana- para sospechar que hay una
involución de ciertos valores.
-A ese “miedo y escarmiento” obedecen la implicación
de una enseñanza ensortijada, de la influencia enlutada de
-En la época en que se desarrolla “El
viaje del anarquista” muchas escuelas y colegios pertenecían a órdenes
religiosas, sin embargo, desde 1900 era el Ministerio
de Instrucción Pública y Bellas Artes el responsable de organizar el ámbito
educativo en nuestro país. Desde ese Ministerio se decidían las asignaturas que
debían impartirse, los horarios escolares, la separación de sexos y, en cierto
modo, la metodología educativa, aunque cada maestro lo adaptase a su
conveniencia, de ahí la frase “cada maestrillo tiene su librillo”.
Desgraciadamente en el “librillo” destacaban más los capítulos dedicados a la
disciplina, la memorización y el castigo corporal, que los que trataban la
espontaneidad, el razonamiento y la paciencia. Es decir, que la vara de
avellano y las orejas de burro eran elementos habituales de la mayoría de las
escuelas, fueran o no religiosas, si bien a éstas últimas hay que sumar dos
particularidades. Por una parte el hecho de que en aquel momento
-Y todo esto
cobraba especial cuerpo en el medio rural donde por eso de “conocernos todos”
se incumplen muchas vinculaciones que deberían de retenerse en torno a la
tolerancia, la libertad y los derechos…
-La labor del maestro rural debía ser
descorazonadora en aquellos años. El absentismo escolar era frecuente, ya que
los niños y las niñas colaboraban en las labores del campo y solo asistían al
colegio cuando no tenían otras obligaciones prioritarias; además, más de la
mitad de la población adulta era analfabeta y no valoraba importancia del
conocimiento y la cultura. Por si todo esto no fuese suficiente, el maestro era
el funcionario peor retribuido económicamente entre las conocidas como “fuerzas
vivas” del municipio. Supongo que esa incomprensión y falta de reconocimiento
terminaría haciendo mella en los educadores y se traduciría en un intento de
hacer valer su autoridad por métodos más que cuestionables.
-Demasiado silencio, demasiada “callada por
respuesta”, seguramente a las pocas preguntas….
-La sabiduría nos hace conscientes de
nuestra ignorancia. El ansia de saber es insaciable y las respuestas generan
nuevas preguntas. El desconocimiento se encierra en un círculo, mientras que el
conocimiento se abre en espiral. El bloqueo de ese movimiento expansivo puede
provenir del desinterés del individuo -sería el caso de sociedades acomodadas y
adormecidas como la actual-, o del interés de aquellos que quieren negar el
acceso al saber como forma de proteger sus privilegios, que sería la situación
de principios del siglo XX. De un modo u otro el resultado es el silencio.
-Lo que convierte a estos ingredientes en
aliados de la represión, del miedo, el escarmiento…
-En aliados, en origen, en
consecuencia… Todo depende de lo que haya motivado las situaciones de
analfabetismo.
-Si nos centramos en tu personaje, el joven
anarquista Francesc, sale del fuego o huye del mismo, pero sin saberlo o sin
querer cae en una especie de avispero…
-Francesc Casals
huye de una gran ciudad en la que, hasta el estallido de la semana trágica, ha
podido frecuentar ambientes afines al anarquismo e incluso expresar sus ideas
con relativa libertad. Sus argumentos y reflexiones cuentan con cierto respaldo
social entre obreros e intelectuales y es consciente de en qué ámbitos y hasta
qué punto puede expresar su ideario. El paso a una sociedad rural, donde predominan
las ideas conservadoras, con unos estamentos muy marcados y una aparente
aceptación fatalista de las desigualdades y el papel que a cada uno le ha
tocado desempeñar en esta vida, suponen un gran contraste para el recién
llegado y necesitará un periodo de adaptación para familiarizarse con ese nuevo
escenario. Se trata además de una sociedad acostumbrada a la miseria y a la
crueldad de la guerra, con personajes desconfiados que rumian en silencio sus
desdichas y sus envidias. Creo que es muy acertada la figura del avispero, con
su zumbido sordo, su actividad incesante y la predisposición a clavar su
aguijón en cualquier momento.
-Es de suponer como ahora que el Maestrazgo
aparentaba “esa tranquilidad idílica”, pero detrás de la misma…detrás de eso
que nos paceré una calma “chicha” hay una confabulación que puede acabar en la
“tormenta perfecta”
-La
belleza de los paisajes del Maestrazgo, con sus montes escarpados, los valles
estrechos y profundos y el horizonte inabarcable, junto a la majestuosidad de
sus pueblos de callejuelas empedradas, que respiran historia y un pasado
esplendoroso, predisponen al visitante a la calma, a la meditación. Es
necesario ponerse en el lugar de sus pobladores para saber que esa belleza
puede convertirse en una prisión dorada cuando faltan servicios básicos, cuando
las comunicaciones se hacen difíciles y las expectativas de trabajo se
fundamentan en la capacidad emprendedora de cada uno. Las duras condiciones de
vida a principios del siglo XX, como la sangría de la despoblación en la
actualidad, pueden generar una situación incómoda, una carcoma que va socavando
la capacidad de resistencia hasta desembocar en tormenta. En la actualidad veo
difícil que esa tempestad se traduzca en un estallido
social, es más frecuente una repercusión a título individual que se manifieste
en forma de aislamiento, depresión, incluso el suicidio en casos extremos.
-Aunque el pensamiento libertario o las
personas que se acercaban a ese pensamiento lo tenía muy mal en cualquier
encuadre social, aunque quizás en el entorno rural lo pasasen peor, ¿no?
-El caciquismo era una práctica
generalizada en toda la península durante
-Amigo, ¿por
qué centras la trama en el Maestrazgo? El conocer la zona, seguramente es un
“punto” muy, muy a favor…
-Conocer la zona me facilita mucho la
ambientación y la descripción de los lugares frecuentados y recorridos por el
protagonista, pero no fue esa la razón fundamental para la elección del
escenario de la novela, sino el hecho de que fuera uno de los últimos bastiones
carlistas, donde durante 40 años se libraron cruentas batallas y donde
arraigaron de forma voluntaria o impuesta las ideas conservadoras, aquellas que
pretendía eliminar el ideario anarquista. Buscaba el contraste con
-Pero hay personas que llevan inscritas, como
tatuadas, las palabras compromiso”…-
-Pese a las necesarias reservas como
prófugo del ejército, Francesc Casals no puede
renunciar al compromiso ideológico adquirido. Procura mantenerse informado de
la evolución de los sucesos en Barcelona y al mismo tiempo tiene que intervenir
ante las injusticias que ve a su alrededor. La aparición de
-Pero esa España profunda, de caspa y luto es
como una niebla constante en tu propuesta narrativa…
-Pretendía crear esa atmósfera pero
sin llegar a convertirla en algo asfixiante, por ese motivo doña Purificación
tiene un punto cómico en sus reflexiones y en su forma de expresarse. Incluso
el Raidera, en su crueldad animal y su singular
amoralidad roza la caricatura en algunos momentos, como fórmula para desviar la
atención del lector mientras se detalla la desmesura de sus crímenes.
-Amigo, ¿cómo a sido trabajar con Rasmia? ¿Nos puedes dar alguna
pista sobre lo que andas trabajando en la actualidad?
-Tras más de veinte años como escritor
en media docena de editoriales, puedo decir con toda seguridad que Rasmia es la
editorial con la que más a gusto he trabajado. Frente a aquellos editores que
te envían el contrato para su firma y una liquidación de derechos de autor
con más o menos regularidad, según los
casos, en Rasmia me he sentido involucrado en el proyecto en todo momento, los
editores (Pedro Moreno y Javier Puerta) me han acompañado a presentaciones y
firmas de libros, hemos consensuado cada acto de promoción y todavía seguimos
en ello. Un auténtico placer. En cuanto a mis futuros proyectos, en la
actualidad estoy escribiendo un relato para el próximo número de la revista
Turia y, en cuanto disponga de tiempo, empezaré a trabajar en una novela
emparentada con las dos últimas. En “Cuando juntos caminábamos” hablaba de
_____________________________________________________________________
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069