Cazarabet conversa con...   Editorial Comuniter, sobre el libro “Domingo Félez. Veterano de tres guerras (Víctima de los nazis, prisionero de EE.UU.)”, de Laura S. Leret

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comuniter reedita “Domingo Félez. Veterano de tres guerras”.

Lo presenta, más que nunca, como víctima de los nazis y prisionero de EE.UU.

Se aproxima a este alcorisano, Laura S. Leret, nieta de Virgilio Leret. Nosotros ya hablamos con Laura a propósito de la anterior edición.

Lo que cuenta el libro: Domingo fue un perdedor de la Guerra Civil Española que tuvo que exiliarse a Francia y allí vivió el horror de los campos nazis, en concreto el de Argelès-sur-Mer. Fue prisionero de los nazis una vez estos ocuparon Francia y acabaron por mancillar lo poco que a algunos les quedaba de dignidad y de valores republicanos….Estuvo en Mauthausen y, seguramente, solo una especie de suerte le salvó del ya campo a una muerte segura que era Gusen….El ejército estadounidense lo hizo prisionero y lo enjuiciaron en Dachau, capítulo que nos deja a todos los lectores como “patidifusos”….Marcha al exilio a Venezuela y, con los años, simpatiza con la Revolución cubana y con los movimientos guerrilleros en Venezuela.

Laura S. Leret, nieta de Virgilio Leret, oficial del ejército de la aviación fiel a la República asesinado y fusilado por los alzados el 18 de julio es la encargada de recoger el testimonio de este luchador alcorisano que todavía cuenta sus “andanzas” desde Venezuela.
La Fundación Leret O'Neill y la pluma de Laura nos ayudan a entender a un hombre y a su época.

Lo presenta, más que nunca, como víctima de los nazis y prisionero de EEUU.

Lo que nos dice la sinopsis del propio libro:
Domingo Félez Burriel, aragonés de Alcorisa (Teruel), vive en Venezuela desde 1947. A los 15 años combatió en la Guerra Civil española. A los 17 ya era sargento del ejército Republicano. Tras la Guerra Civil cruzó la frontera con Francia. Ingresó en los campos de refugiados de Argelès y Saint-Cyprien. Perteneció a las Compañías Militarizadas de Trabajadores Extranjeros que construyeron la Línea Maginot. Félez fue hecho prisionero por los nazis en 1940 y llevado al campo de exterminio de Mauthausen en Austria. Sobreviviente del Holocausto, en mayo de 1945, Domingo Félez fue detenido por el ejército de EE.UU., y acusado por una Corte Militar. Absuelto de los cargos, finalmente logró embarcarse a Venezuela. En los años 60, Félez simpatizó con la revolución cubana, y combatió con el movimiento guerrillero de la época. Este libro recoge sus vivencias hasta ahora inéditas.

La autora, Laura S. Leret: venezolana, nieta de españoles víctimas del franquismo. Estudió en Hurtwood House, Inglaterra, donde obtuvo el First Certificate of English. Egresada de San José State University (California) con un Bachelor of Arts, Sociology, y con un Master del Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA (Caracas). Ha publicado El Círculo (Poemas y Narraciones). Colaboradora de diversos periódicos y revistas en Venezuela y España. En el año 2007, la autora conoce a Domingo Félez Burriel, sobreviviente del campo de concentración nazi de Mauthausen. Uno de los cinco españoles que fueron acusados por una Corte Militar del ejército de EE.UU. La autora recoge en este libro los relatos de la vida de Domingo Félez. Al mismo tiempo revela las irregularidades que el ejército de EE.UU. cometió duran te los juicios; que condenaron a Indalecio González a la pena de muerte, a Laureano Nava a cadena perpetua, a Moisés Fernández a 20 años en prisión, a Joaquín Espinosa a 3 años y a Domingo Félez a 2 años (absuelto).

 

 

 

Cazarabet conversa con Editorial Comuniter:

-Amigos, ¿qué os dijo o os hizo pensar que este libro tenía que volver a editarse?, ¿por qué?

-Nos lo presentó el historiador José Ramón Villanueva, compañero en XIX Y VEINTE, amigo de la autora y conocedor privilegiado de la historia. Como la edición en Venezuela estaba agotada, y existían nuevas aportaciones a la investigación, nos pareció de interés para el pequeño número de lectores, dicho sea de paso, que tienen estos trabajos.

-¿Qué incorpora esta nueva reedición respecto a la anterior?

-Como he dicho, Laura Leret siguió investigando en archivos estadounidenses y en esta edición aparecen documentos de la revisión en EEUU del proceso de Alemania que condenó a Domingo y otros. En esa revisión se acreditan las irregularidades del proceso militar, la injusticia de que fueron objeto y se les absuelve. Es una aportación muy importante.

-Hay mucho más material de documentación…

-Que acredita lo manifestado por Domingo en las entrevistas con la autora.

-Y también fotografías…

-Sí, de la participación de Félez en la guerrilla, del levantamiento conocido como El Porteñazo, y otra de Domingo con un ejemplar de la primera edición del libro.

-¿Cómo ha sido este nuevo viaje por la vida de este alcorisano que vivió tres guerras..?

-Algunos de nosotros no conocíamos la primera edición. A mí me parece de mucho interés la actividad de algunas unidades del ejército de Estados Unidos, sus tribunales militares, en la represión de los nazis de los campos, que alcanza a supervivientes víctimas y los trata como a los verdugos, con penas más severas que las de algunos de los procesados en Núremberg. Los españoles supervivientes de los campos no tenían patria, en aquellos momentos, ni sitio al que volver, ni consulado que se interesase por ellos; solo sus familias, que se movieron para intentar salvarles. En el caso de Indalecio González, no lo consiguieron.

-Y ¿cómo ha sido trabajar con Laura S. Leret?

-En la distancia. Ella vive en Venezuela y no nos conocíamos. Creo que encajamos bien.

 

 

 

 

Cazarabet ya conversó en 2014 con Laura S. Leret sobre la edición anterior, aquí os la copiamos:

 

Cazarabet conversa con Laura S. Leret:

-Laura, amiga, en este libro que narra la vida de Domingo Félez… un alcorisano que conociste, durante su exilio, en Venezuela. Todo un personaje. Acércanos un poco a él…

-Es una persona con apariencia normal y corriente. Un hombre con una estatura promedio. Sus ojos son azules y su tez blanca. No fue un hombre fornido y sin embargo demostró tener una fortaleza interna que le permitió sortear múltiples situaciones extremas, donde otros perdieron la vida. Ha sido un hombre valiente. Estricto consigo mismo y con los demás. Exigente.

Me llama la atención su sentido del humor. Me refiero, por ejemplo, cuando Félez se encontraba en el banquillo de los acusados en la Corte Militar de Dachau, al preguntarle al testigo que lo reconociera entre los acusados, el testigo contestó: Domingo es “el que se está riendo, el número 22”. Supongo que se reía de la farsa que era aquel juicio.

Félez llegó a Venezuela en 1948, lo entrevisté por primera vez en el 2006. Su sobrino Jesús y el historiador aragonés José Ramón Villanueva, dieron a conocer algunas anécdotas de su vida en Internet. Así fue cómo supe de este personaje. Sabía que era el padre de una conocida periodista en la ciudad de La Victoria. Llamé varios periódicos hasta que conseguí hablar con ella.

-Tú misma eres nieta de otro personaje mítico, Virgilio Leret, que como Félez eran esas personas nacidas para y con los valores de la República. Háblanos de tu abuelo.

-Mi abuelo fue un idealista, un hombre de principios. Así es como lo he conocido a través de mi madre y de mi tía. A través de las anécdotas que cada una de ellas me han contado. Mi abuelo fue un hombre querido y respetado por sus soldados y suboficiales.

Como capitán era estricto, pero al mismo tiempo no era distante, se preocupó por el bienestar de su tropa. En una oportunidad, los hombres de la base de Hidroaviones en Melilla, donde mi abuelo era el jefe, se quejaban en el comedor de la comida que les servían. Mi abuelo y los otros oficiales que se encontraban comiendo muy cerca, escucharon las voces. Uno de los oficiales solicitó que le dijeran quiénes habían formado la algarabía, en cambio mi abuelo pidió que le sirvieran la misma comida. Cuando mi abuelo la probó exclamó: “esto es incomible”.

Mi abuelo tuvo una finca, cuando mi madre era niña, uno de los perros la mordió. El perro tenía rabia. Mi abuelo tuvo que sacrificarlo, él mismo sacó su arma de reglamento y le disparó en la cabeza. Mi abuelo acompañó a mi madre al médico, mi madre recibió varias sesiones de inyecciones de la vacuna contra la rabia. Ellos tomaban el autobús, a veces iban parados, porque no había asientos libres. A mi abuelo, por su cargo, le correspondía un vehículo y un chofer, pero eso significaba utilizar los medios del estado para uso personal y él no lo admitía. 

-¿Cómo eran, amiga Laura, los valores en los que creyeron y por los que lucharon personas como tu abuelo y Domingo Félez?

-Creyeron en el legítimo gobierno de la República española, apoyaron los ideales democráticos como son las elecciones a los cargos políticos, la libertad de agrupación, de expresión…soñaron con una sociedad más equitativa, donde no hubiera sectores o grupos que ostentara más recursos o poder. La España que ellos conocieron tenía una población analfabeta, salarios miserables, pésimas condiciones de vida que contrastaba con los privilegios de la monarquía, la aristocracia, los terratenientes y la iglesia.

-¿Piensas que están rodeados, siempre, de cierta incomprensión?

-Por supuesto. Mi abuelo fue un desconocido por décadas. Quizás porque es fusilado el primer día de la Guerra Civil. Muchos historiadores inclusive republicanos ni siquiera mencionaban su participación en la defensa de la base de Hidroaviones de Melilla y su posterior fusilamiento. Sí hoy en día es un personaje “mítico” ha sido gracias a la labor de difusión que sobre su vida y sobre su invento (el motor a propulsión patentado en 1935) ha hecho mi madre, Carlota Leret O’Neill desde el año 2000. Hoy en día se puede ver una maqueta del “mototurbocompresor de reacción continua” en el Museo del Aire en Cuatro Vientos. Además del documental que hizo la Fundación AENA y Euskal Telebista sobre la vida de mi abuelo y sobre su invento.

Félez fue otro desconocido, un hombre que fue un veterano de tres guerras: la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial y la guerrilla en Venezuela. Son pocos los que pueden enorgullecerse de una experiencia parecida. A pesar de que Félez fue absuelto de los cargos que le hizo la Corte Militar de Dachau. Todavía hay quién duda de su inocencia. Seguramente por la falta de información que hubo sobre el tema.

-¿Qué fue lo que te llamó tanto la atención de Domingo Félez para dedicar parte de tu tiempo a escribir sus vivencias?

-La historia de Félez me cautivó desde que lo conocí. Siento que descubrí un tesoro. Gracias a nuestro encuentro fuimos abordando un tema tabú. Un capítulo de la historia sobre la deportación al campo de Mauthausen que no había sido estudiado por ningún investigador español. El único que lo había analizado a fondo, fue el estadounidense Joseph Halow en su libro Innocent at Dachau, 1993.

Félez habló conmigo por primera vez sobre los juicios de Dachau en el 2007. A cualquier historiador o periodista español le hubiera interesado el tema, pero Félez no vivía en España sino en Venezuela. Supongo que a cualquier venezolano le hubiese llamado la atención, pero solo a una venezolana nieta de españoles republicanos podía apasionarle. 

Félez fue injustamente acusado por los militares de Estados Unidos. Después de dos años en prisión fue absuelto de los cargos. Otros cuatro españoles, sobrevivientes del campo de Mauthausen fueron condenados por la misma Corte Militar: a la pena de muerte, cadena perpetua, 25 y 3 años en prisión. Estos hombres fueron sometidos a unos juicios irregulares, con vicios. Reproduzco parte de los expedientes en el Anexo del libro. Los expedientes se encuentran en los Archivos Nacionales de EE.UU. en Maryland. Es muy posible que a raíz de mi investigación que comencé en el año 2007, otros investigadores en España se interesen en el tema. Además del libro, anteriormente publiqué varios artículos. A finales de 2009 contacté a Aragón TV para que incluyeran a Félez en el documental: “Adiós a la Vida. Aragoneses en el campo de exterminio de Mauthausen” Yo hice la entrevista para Aragón TV. Por cierto, ad honorem. Tengo entendido que ese documental ganó un premio en Aragón.

- La Guerra Civil Española, los campos de concentración franceses, el paso por Mauthausen, Gusen…donde estuvo tan cerca de la muerte y, después de la “liberación” resulta que pasa a ser prisionero del ejército de los EEUU…cualquiera que lo oiga… no deja de ponerse las manos en la cabeza…Coméntanos.

-Y te faltó mencionar su participación en la guerrilla venezolana. A la que Félez ingresó a sus 42 años en 1962. Félez fue soldado en la Guerra Civil a los 15, posteriormente internado en los campos de concentración franceses, hecho prisionero por los nazis a los 20, deportado al campo de Mauthausen. Sobrevivió al Holocausto y a sus 25 años es acusado por una Corte Militar de Estados Unidos. Cabe destacar que durante su cautiverio en Dachau no solamente fue acusado de colaborar con los nazis, también fue testigo de un fiscal militar en el juicio en contra de los comandantes del campo de Wiener-Neudorf y testigo de la defensa en el juicio del compatriota Joaquín Espinosa.

Me sorprendió que todavía tuviera fuerzas para unirse a la guerrilla venezolana. Lo hizo por convicción, aunque significó arriesgar su comodidad, alejarse de su familia, y poner, una vez más, en peligro su vida.

- Simpatizó con la Revolución Cubana. ¿Cuéntanos cómo fue su implicación con los movimientos guerrilleros de la época?

-Durante los primeros 60 años del siglo XX, Venezuela estuvo gobernada, excepto por breves períodos, por gobiernos presididos por militares como fue el caso del dictador Marcos Pérez Jiménez. Todos los partidos políticos incluyendo al comunista participaron en la lucha clandestina para derrocarlo. Finalmente, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, Venezuela a partir de 1958 consigue transitar el camino de la democracia. El Partido Comunista fue apartado de la coalición democrática. Más tarde sería ilegalizado.

El Partido Comunista decidió, conjuntamente con otras agrupaciones políticas, tomar las armas en contra de un gobierno electo por votación (Rómulo Betancourt). Según ellos, Betancourt no cumplía con las demandas sociales del pueblo venezolano. Los partidos de izquierda contaron con el apoyo de algunos militares sobre todo de la Marina.

Félez simpatizó con los ideales de la revolución rusa y cubana. Félez quiso aportar sus conocimientos a la lucha revolucionaria. Fue guerrillero durante 3 años, entre 1962 y 1965. Estuvo en dos frentes guerrilleros que operaban en las montañas selváticas. Participó en El Porteñazo, en la ciudad de Puerto Cabello. Esta última fue la rebelión militar y civil más importante en contra del gobierno de Rómulo Betancourt. Unas 400 personas mueren en este enfrentamiento. Sin embargo, fue una rebelión aislada. Las fuerzas armadas leales al gobierno, lograron aplacarla.

Félez consiguió escapar. Otro golpe de suerte, cuando muchos de sus compañeros son hechos prisioneros. Estuvo un tiempo escondido en Caracas. Lo convencieron para regresar a la guerrilla, y así lo hizo, hasta que, cansado y preocupado por su familia, decidió bajar de la montaña. No regresa a vivir con su familia hasta 1969 cuando el gobierno de Rafael Caldera propició una política de Amnistía.

-Un luchador del día a día e incansable… ¿qué dice o qué piensa del día de hoy?

-Hoy Domingo Félez quiere una vida tranquila, en familia. Ha perdido la vista y no puede ver la televisión ni leer. Para él su gran pasa tiempo es conversar. Contar sus vivencias y sus anécdotas. Mucha gente lo visita. Vecinos de La Victoria, gente que lo admiran y lo aprecian. Ahora más que antes porque le piden su autógrafo.

- Laura ¿para cuándo una historia sobre los tuyos... Virgilio Leret es como un mito...?

-Escribí un artículo sobre la esposa de Virgilio Leret, mi abuela, la escritora Carlota O´Neill, publicado en El Nacional de Venezuela en el 2005. Sobre todo, relaté algunas de sus vivencias durante su exilio en Venezuela y en México. Numerosos investigadores (as) han escrito sobre ella y sobre su esposo el capitán Virgilio Leret.

Si escribiera algo sobre mis abuelos, lo haría sobre desde el punto de vista de una nieta. Mi abuela no me habló sobre mi abuelo ni sobre la Guerra Civil. Me hizo saber que lo adoró y que nunca conoció a un hombre como él. Mi abuela publicó sus memorias en el libro: “Una mujer en la guerra de España” también conocido como “Una mexicana en la guerra de España” o en inglés “Trapped in Spain”.  Era muy doloroso para ella hablar de su pasado. Carlota O’Neill, de madre andaluza, nacida en Madrid, con ascendencia mexicana e irlandesa de Chihuahua, me enseñó a sentir orgullo por nuestra sangre indígena, por las antiguas culturas de América. Me llevó al teatro, a los museos, a las galerías de arte, al cine, a Tenochtitlán…mi abuela me decía que yo era su cuata.

 

 

 

Las preguntas anteriores se le realizaron a la autora hace ocho años aproximadamente… ahora le realizamos unas breves preguntas para que las fuese contestando poco a poco….

Cazarabet conversa con Laura S. Leret sobre esta nueva edición del libro con Comuniter:

-Laura, amiga, ¿cómo ha sido que has vuelto sobre “la vida y las guerras” que le tocó vivir a Domingo Félez?

-¿Por qué decidiste volver sobre la pista de Domingo Félez?

-¿Qué encontraste que te hiciese plantearte una “nueva reedición”?

-¿Cómo te has sentido trabajando con “la vida y las guerras de Domingo Félez”?

-Amiga, no te hicimos una entrevista sobre la figura de tu abuelo, Virgilio Leret—entono mi mea culpa –y aprovecho ahora porque como que veo la sombra de tu abuelo en tus investigaciones…

-Háblanos, un poco sobre tu abuelo y cómo te marcó….

 

En respuesta a estas preguntas nuestra amiga Laura S Leret nos contesta:

“…esta es la primera edición del libro publicada en España. La anterior edición fue publicada en Venezuela en el 2014. Si bien unos 30 libros de la edición venezolana se vendieron en Teruel a través de vuestra librería, una historia tan fascinante como la de Domingo Félez merecía ser conocida por el público español a través de una publicación que facilitara su distribución en España.

No fue fácil conseguir una editorial en España que publicara la vida de Domingo Félez. Agradezco a la editorial Comuniter su apoyo y reconocimiento a mi trabajo. He ampliado algunos de los capítulos y he agregado más fotografías a la edición española. También he resaltado el papel de Domingo Félez como testigo acusatorio en los juicios de Dachau. Durante los juicios, Domingo Félez fue a su vez acusado, testigo de la defensa y testigo del fiscal.

Así como el fotógrafo de Mauthausen, Francisco Boix fue testigo del fiscal en los juicios contra los criminales de guerra en Núremberg, de la misma manera, el barbero Domingo Félez fue testigo del fiscal en los juicios de Dachau en 1947, un mes antes de su propio juicio que se realizó en Dachau junto a otros cuatro españoles.

Domingo Félez aportó su testimonio para culpar de crímenes de guerra a los comandantes del campo anexo a Mauthausen, me refiero al campo de Wiener Neudorf en las afueras de Viena. Domingo Félez reconoció a los comandantes del campo: Schmutzler y Stier, explicó a la corte cómo castigaban a los prisioneros, encerrándolos en la celda de castigo y arrojándolos a la alambrada eléctrica.

En esta edición he querido resaltar como existió un doble estándar, unos criterios que no eran uniformes para todos los acusados. A los acusados alemanes se les trató con más respeto y consideración que a los acusados de otras nacionalidades. Así vemos como uno de los suboficiales nazis del campo de Wiener Neudorf fue absuelto de los cargos y liberado. No hubo una acusación directa en su contra. Se trata del sargento Dura, uno de los guardias de los edificios donde se alojaban los comandantes.

Me preguntan en esta entrevista, ¿cómo mi abuelo el capitán de aviación Virgilio Leret me marcó en mi vida? No tuve la oportunidad de conocer a mi abuelo. Las fuerzas de militares golpistas atacaron su base por sorpresa. Defendió la base de aviones en las afueras de Melilla con pocos hombres y escasas municiones. Arrestaron a mi abuelo y a dos de sus suboficiales y al día siguiente fueron fusilados por un pelotón conformado por sus propios hombres. Conozco mi abuelo a través de mi madre, Carlota Leret O’Neill, ella se exilió en Venezuela a finales de los años 40 con mi abuela, la escritora Carlota O´Neill y mi tía, la abogada María Gabriela Leret O’Neill. En Venezuela tuve la oportunidad de conocer a Domingo Félez también exiliado. Un hombre que luchó en la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y en las guerrillas venezolanas, inspiradas en la revolución del Che Guevara.

El 9 de junio se presenta mi libro: Domingo Félez, Veterano de Tres Guerras (Víctima de los nazis, prisionero de EE.UU.) a las 19 horas en el museo Pablo Serrano en Zaragoza.  Lamento no poder viajar desde Caracas y estar presente el día de la presentación. Un día significativo para mí, han transcurrido unos 15 años desde que comencé mi investigación. Sin embargo, intentaré comunicarme con la sala ese mismo día a través de internet”

 

 

 

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