La
Librería de El Sueño Igualitario
La revista Desperta
Ferro analiza La Batalla de Teruel.
El nº 23 de la Revista analiza desde cómo fue
y se concibió la ofensiva de Hernández Saravia hasta el drama de la 84ª Brigada
Mixta, pasando por combatir contra el frío(el peor de
toda la guerra), la Batalla de Alfambra y la acción de Franco y la reacción en
Teruel.
En este número, Desperta Ferro también nos muestra un “extra”, con la
muerte del zar Nicolás II. Aunque la Revolución Rusa la tratará
, con mayor mimo, en su próximo número, el 24 del que , si os parece,
también hablaremos.
Desperta Ferro se ha convertido en un
referente que, además apuesta muy fuerte desde la propuesta que vemos en la
portada, lo que podríamos hablar al continente y lo que podríamos entender como
los contenidos donde lo visual: los mapas, esquemas, ilustraciones y demás
viajan muy bien de la mano de las mejores explicaciones desde los mejores
expertos sobre esta batalla enfrascada en la Guerra Civil Española: Hernán
Rodríguez Velasco, que nos hablan su artículo “Del norte a Teruel. Las
alternativas estratégicas” de cómo se pasó en pocos días de unos días sin
apenas bullicio bélico a que, cada una de las trincheras, pensara y repensara
su estrategia en torno a Teruel y a su capital; Carlos Mallench
Sanz y Blas Vicente Marco que son estudiosos de todo lo que aconteció en esta
guerra en esta zona, la de Teruel y el interior de Castelló…pues bien, aquí
ponen el bisturí en cómo se desarrolló la ofensiva republicana; ya hemos dicho
que esta batalla se caracterizó y mucho por el frío, por aquel invierno en el
que casi se congelaba hasta el aliento como muchos de sus supervivientes
relataban….pues aquí es Vicente Aupí quien nos habla
de “La épica de las guerras del General Invierno”. Pero cercar a la capital de
la provincia merecía un capítulo aparte y lo merece porque fue singular, ya que
Teruel al principio de la guerra fue abducido por los alzados y parte de esta
estrategia, al menos desde los que defendían la República, era ganar la capital
y lo hicieron, aunque pocos días después….bajo el invierno más cruel, con un
escenario dantesco de cascotes, polvo, hambre, alguna hogueras y olores que
mezclaban los aromas de la podredumbre, del hambre, de la muerte…los alzados la
volvieron a conquistar. Ayudan mucho a entender la situación los esquemas y las ilustraciones que nos
muestran, por ejemplo, a una ciudad con los principales puntos sensibles.. El nombre del artículo es “El cerco a Teruel” y lo firman
Carlos Mallench y Blas Vicente Marco.
Pedro Corral como periodista seguro que
siempre su punto de vista en el papel de los periodistas allá donde se dé o esté la noticia. En la Guerra Civil
Española se dieron cita reportero, periodistas y fotoperiodistas de gran
alzada; lo hace aquí con Senderos de gloria en ela
nieve de Teruel donde se para a recordar a todas estas personas que hicieron
que el conflicto no se quedara entre las trincheras, los calores, los fríos y
los horrores…encerrados en una tierra. Ellos y ellas le dieron permeabilidad y
visionado al conflicto y Corral nos lo recuerda y los va posicionando en este
artículo.
Cuando se pierde la capital de la provincia,
Teruel , el ejército de los alzados se reorganiza, se reagrupa y emprenden la
ofensiva o contraofensiva en lo que se conoce como la Batalla del Alfambra—l
nombre a la batalla se lo da el río Alfambra, más allá del pueblo cercano---.
Más allá del campo de batalla, también cobra
mucha importancia las acciones , casi podríamos decir,
“entre bambalinas” lo que se gestaba tras ellas o acercándose al propio campo
de batalla….hay muchas instantáneas de los mandos alzados y de los defensores
de la República en las trincheras, detrás de unos binoculares o atendiendo a
las explicaciones de los expertos militares. Es el caso de la visita de
Indalecio Prieto ,que ya tenía a Negrín detrás , y que
visitó las posiciones en torno al Cerro Gordo en esta batalla, acompañado de la
plana mayor militar de aquella batalla y atendiendo a sus explicaciones….pero
entre los defensores de la República ya había también ruido o ruidos por cómo
se estaban planteando las cosas y aquí los comunistas tienen mucho qué decir.
Nos lo explica esto en el artículo:”Negrín, Prieto y los comunistas” , el profesor y Doctor en Historia Contemporánea Roberto
Muñoz Bolaños, del Instituto Universitario Gutiérrez Mellado.
Cazarabet
conversa con Desperta Ferro y con Blas Vicente Marco
y Carlos Mallench Sanz:
-Amigos ¿por qué un número de la revista Desperta
Ferro dedicado a La batalla de Teruel?. Habladnos de la importancia de esta
batalla para el devenir de la contienda civil en la Guerra Civil
Española.
-Despertaferro es en la
actualidad un referente editorial en España y en Europa, en cuanto a historia
militar se refiere. Entre sus números se encuentran revistas dedicadas a la 1ª
y 2ª Guerra Mundial, pero también, cómo no, monográficos especiales dedicados a
las batallas más importantes de la Guerra de España. Y por supuesto...un número
sobre la trascendental Batalla de Teruel, era lógico que no tardase en salir y
que además, coincidiese con el 80 aniversario de aquellos combates.
La importancia de
la Batalla, en el contexto general de la Guerra, es para nosotros, crucial.
Desde nuestro punto de vista, cuando la República pierde esta pequeña capital
de provincia en Febrero de 1938, la Guerra la tiene perdida. Las sucesivas
batallas posteriores son una constante retirada.
- Qué característica destacaríais de las Revistas?
-Sin duda alguna, la
Revista Despertaferro profundiza en las contiendas
analizadas desde todos los puntos de vista. Estamos acostumbrados a leer
artículos dedicados a una parte de las batallas analizadas. En esta revista se
tocan todos los puntos de vista: social, político, militar. Sin duda, con esta
contextualización, podemos hablar de una intención eminentemente
"didáctica".
-¿Cómo cuenta con vuestra colaboración la Revista para el número dedicado a
la Batalla de Teruel?
-Desde hace algún
tiempo somos colaboradores de Despertaferro. Hace un
año publicamos con Dobleuve Comunicación, SL. el
libro "Liberad Teruel", (en él tratamos la Batalla desde la
perspectiva de una de las unidades franquistas que tuvieron protagonismo en la
reconquista de Teruel), y el Director de Despertaferro
Contemporánea, Javier Veramendi, nos invitó a
participar como especialistas en la misma. Blas Vicente, ya había introducido
el especial sobre Teruel con un artículo en el número anterior de la revista,
dedicado a la Batalla de Dunquerque. En dicho número, colaboró junto a Carlos
Lázaro con un artículo dedicado a la participación del Ju
87 "Stuka" en la Guerra Civil. Este avión
fue usado por primera vez en combate precisamente durante la Batalla de Teruel.
-¿Cómo se distribuyen los contenidos en torno, por ejemplo, a un tema
tan específico como La Batalla de Teruel?
-Veramendi
es un perfecto conocedor de las contiendas mundiales y de la española. Es un
gran lector y prepara concienzudamente todos los números de la revista en base
a bibliografía actual. Desde luego, sólo hace falta dar un vistazo a los
autores de los distintos artículos de este número especial para darse cuenta de
que son, sin duda, los autores que están trabajando sobre la Batalla de Teruel
en la actualidad (recordemos, por ejemplo los recientes trabajos de Vicente Aupí y de Pedro Corral).
-Estamos ante otra batalla, ésta la de Teruel, planteada para ganar tiempo
(respecto a la ofensiva para con Catalunya) o cómo jugada de distracción?
-La Batalla de Teruel
es consecuencia directa de un plan franquista por avanzar hacia Madrid. Dicho
plan debía "desbaratarse" para evitar que Madrid cayese. Lo de Teruel
fue lo lógico: era una capital de provincia poco guarnecida en cuyo entorno
podían llegar fuerzas republicanas en breve espacio de tiempo.
-A la vez planteaba un reto para el propio ejército de la República y para
“forzar” la maquinaria de los alzados, ¿cómo lo ves?
-Teruel, sin duda,
marca un punto de inflexión. Es una batalla en la que la República pasa a la
ofensiva (de las pocas durante toda la Guerra) y el bando sublevado debe
defenderse. Por un momento, se invierten todos los papeles. Cremos
que la República debió sacar más partido.
-¿Cuáles fueron los principales autores a un lado y otro del tablero? (me
refiero a los nombres/hombres propios)
-La Batalla de Teruel
destaca porque, en cuanto a protagonistas, allí estuvieron todos. Y no sólo nos
referimos con ello a los Generales, Coroneles, y políticos, sino a todos los
soldados. Hace años, cuando quedaban todavía muchos excombatientes, raro era el
que no había luchado en la batalla de Teruel. Este dato da idea de la magnitud
de la Batalla, quizás más que la presencia de oficiales de alto rango.
-Teruel fue la primera, además de la única, capital de provincia
reconquistada por el ejército de la República, esto debió de deparar más que
nada mucha moral a las tropas, aunque duró poco…pero qué aportó además de esto…
-La República quiso sacar
partido de esta conquista a nivel internacional. De hecho, fueron muchos los
periodistas que llegaron a Teruel y divulgaron sus fotos y crónicas por toda
Europa y por casi todo el mundo. Pero como suele decirse, fue "flor de un
día"...poco duró esta alegría. La ciudad se perdió y con ella, como se ha
comentado, la guerra.
-Casi estaba escrito que tal como se conquistaba se volvería a perder. No
sé por la misma deriva de la guerra y de sus autores porque “lo militar” lo tenían
ganado los alzados con ayuda de Alemania e Italia…a la República tan solo la
auxiliaba un cambio de escenario con los países que se negaron a ayudarla, pero
que si hubiesen querido…
-Quizás en una batalla
como la de Teruel, la ayuda extranjera pasa a un segundo plano ante lo cruento
de la climatología. Y esta climatología adversa lo es para todos.
-La batalla de Teruel, el frente de Teruel fue o pasó casi más a la memoria
por la climatología, fue creo recordar, sin lugar a dudas, el invierno más duro
de la guerra civil…
-En cuanto a este
tema, uno de los autores, Vicente Aupí, ha estudiado
en profundidad la incidencia de la climatología en el devenir de la Batalla en
su libro "El General Invierno y la Batalla de Teruel" de Dobleuve Comunicación, SL. Al parecer fue crucial.
-Está todo escrito sobre la Batalla de Teruel?; ¿sobre qué perspectiva o
qué sujetos se debería de poner más atención de la que se ha puesto?
-Se ha escrito mucho
sobre esta batalla, y últimamente también se han analizado aspectos humanos de
la misma, cosa que es de agradecer. Pero todavía quedan fuentes que analizar
(me refiero a la reciente apertura de los archivos rusos). Sea de una forma u
otra, la Batalla de Teruel tiene suficiente entidad como para seguir llenando
páginas, pues todavía quedan dudas que esclarecer. Un paso importante para una
mayor profundización en la misma sería la materialización del
"soñado" proyecto de Museo de la Batalla de Teruel en el que como
sabrán los lectores, se está trabajando. Esperemos que sea una realidad en
breve.
26292
La Batalla de Teruel. Desperta Ferro 23.
VVAA
65 páginas
7.00 euros
Desperta Ferro
La batalla de Teruel fue uno de
los momentos cruciales de la Guerra Civil española, pues si bien inicialmente
fue una contundente victoria de la República, pronto se convirtió en una
etapa importante hacia su derrota final. El 22 de diciembre de 1937 el
Ejército gubernamental aseguraba, por primera vez a lo largo de la guerra, una
capital de provincia, y además conseguía desviar la atención de los
franquistas, que estaban planificando una nueva ofensiva sobre Madrid. Sin
embargo, en apenas una semana estos iniciaron una serie de contraataques que
los llevaría a recuperar la ciudad en febrero de 1938, y, más importante
todavía, a dejar muy maltrechas a las tropas de sus oponentes, infligiéndoles
un desgaste que no fueron capaces de paliar.
Del Norte a Teruel. Las alternativas estratégicas por Hernán Rodríguez Velasco
Durante los cincuenta y cinco días transcurridos entre el 21 de octubre y el 15
de diciembre de 1937, la Guerra Civil española discurrió por un inédito periodo
de “tranquilidad” en el que los partes oficiales de uno y otro bando apenas
consignaban algunos tiroteos, cañoneos, intercambios de fuego de fusil y
ametralladora, escasas rectificaciones de líneas, algún que otro hostigamiento
sobre ciertas posiciones, limitados bombardeos aéreos y, en general, poca
actividad que se resumía en las fórmulas “sin novedades dignas de mención” o
“sin novedad de interés”. Sin embargo, en ambos bandos se estaba fraguando la
lucha por la iniciativa que les permitiera hacerse con la victoria en una
contienda que duraba ya alrededor de año y medio. Entre los diversos planes que
se manejaban, el Gobierno, aunque había barajado alguna vez un plan para cortar
el saliente de Teruel, prefería la opción de combatir en Extremadura; mientras
que los franquistas querían hacerlo o bien al norte del Ebro, o bien en Madrid.
La ofensiva republicana por Carlos Mallench Sanz y
Blas Vicente Marco
Siempre se ha hablado del factor sorpresa como elemento determinante en este
triunfo, pero lo cierto es que se tenía noticia con antelación de que la
República iba a desencadenar la batalla de Teruel, e incluso se conocían la
fecha exacta y los efectivos aproximados (afirmación que puede comprobarse en
los boletines de información de diversas unidades franquistas, como la 108.ª División). Aun así, los defensores no eran suficientes:
una brigada para todo el perímetro del frente y otra en formación cerca de la
ciudad; y no pudieron resistir la acometida de las cuatro divisiones
republicanas enviadas a cortar el saliente, más las que dieron su apoyo
presionando en diversos puntos e impidiendo que se ejecutaran las maniobras
necesarias para salvar a las tropas de ser rodeadas. Con Teruel cercada,
empezaba otra fase de la batalla.
La épica de las guerras del General Invierno por Vicente Aupí
Entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938, la nieve y el
hielo vistieron de blanco con tanta frecuencia los escenarios de la batalla de
Teruel que, para sobrevivir, el abrigo era más útil que el fusil. Las
fotografías de soldados de ambos bandos, ataviados con sus respectivas mantas
en bandolera, dieron la vuelta el mundo y forman parte de la iconografía de
este episodio de la contienda española, en el que las bajas debidas a las
temperaturas extremas desbordaron la capacidad de la sanidad militar. Hubo
miles de congelados entre los combatientes (con toda probabilidad más de 15
000), pero los temporales de frío y nieve fueron mucho más allá y tuvieron,
además, un impacto directo en los acontecimientos bélicos, hasta el punto de
que la batalla de Teruel constituye un caso inédito en la historia de España,
ya que la épica de las guerras del general invierno estuvo presente de la misma
forma que en algunas de las grandes epopeyas de la historia de Europa.
El cerco a Teruel por Carlos Mallench Sanz y Blas
Vicente Marco
El domingo 19 de diciembre de 1937, la guarnición franquista de Teruel,
compuesta en su mayor parte por unidades de la 52.ª
división y por falangistas, ante la pérdida de los puestos avanzados en el
puerto de Escandón, Venta Rosa, etc., recibió orden de retirarse a la ciudad y
resistir hasta el final. Las tropas republicanas tenían vía libre para alcanzar
el casco urbano de la población. A partir de ese momento, la batalla de Teruel
se tornó en un intenso cerco en dos frentes. Hacia el interior de la población,
los defensores, atrincherados en los reductos de la Comandancia y el seminario,
resistieron con más o menos determinación los albures de los asaltos de la 84.ª Brigada Mixta. Hacia el exterior, eran los republicanos
los que se defendían, de los furiosos contragolpes de dos cuerpos de ejército
de alrededor de cuatro divisiones, empeñados en llegar hasta la ciudad, no solo
para liberar a sus compañeros cercados, sino también para impedir su caída y
robar a la República los frutos de su esfuerzo.
Senderos de gloria en la nieve de Teruel por Pedro Corral
En el año 2007, después de una larga peripecia de cerca de setenta años, fueron
identificadas en Nueva York más de tres mil fotografías de la Guerra Civil
española captadas por los reporteros Robert Capa, Gerda
Taro y David “Chim” Seymour. Los ciento veintiséis
rollos fotográficos se habían conservado hasta entonces en México, en una
maleta que Capa debió abandonar en París en 1940 ante el avance de los alemanes
sobre Francia. Entre esas miles de fotografías se hallaron varias instantáneas
captadas por el propio Capa en los primeros días de enero de 1938 en la batalla
de Teruel. Algunos de los protagonistas que aportan el elemento humano de las
mismas son soldados de la 84.ª Brigada Mixta, los
conquistadores de la ciudad, ensalzados por la propaganda para levantar la
moral tanto del frente como de la retaguardia, pero que sin embargo pronto
acabarían por ser diezmados al negarse a volver al frente apenas unos días
después de haberlo abandonado.
La batalla del Alfambra y la recuperación de la ciudad por Francisco
Escribano Bernal
A mediados de enero de 1938, el mando franquista decidió eliminar la amenaza
que las posiciones republicanas de sierra Palomera suponían para las
comunicaciones entre Teruel y Zaragoza. La experiencia había demostrado que el
ataque frontal era muy costoso en hombres y escaso en resultados, por lo que se
planeó una maniobra de doble envolvimiento. Se pretendía alejar las fuerzas
republicanas hasta el río Alfambra para así conseguir una sólida posición desde
la cual, en una fase posterior, cerrar el cerco de la capital turolense y,
finalmente, recuperarla. Estas consideraciones dieron lugar a las dos batallas
que llevaron a la recuperación de la ciudad y quebrantaron seriamente al
Ejército republicano, no solo por la baja de moral que supuso perder el
objetivo cuya conquista había sido anunciada a los cuatro vientos, sino también
por el desgaste que la fracasada defensa supuso para lo más granado de la
fuerza gubernamental. La primera de estas batallas fue, además, ocasión para la
última gran carga de la caballería española.
Negrín, Prieto y los comunistas por Roberto Muñoz Bolaños
El 17 de mayo de 1937, como consecuencia de los conflictos existentes en la
retaguardia de la zona republicana –enfrentamiento entre el Partido Comunista
de España (PCE) con los comunistas antiestalinistas
del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), y de los anarquistas de la
Confederación Nacional de los Trabajadores (CNT) con el propio Gobierno– y de
los reveses militares –caída de Málaga–, el veterano dirigente del Partido
Socialista Obrero Español (PSOE) y presidente del Consejo de Ministros,
Francisco Largo Caballero, presentó su dimisión al presidente de la República,
Manuel Azaña. El elegido para sustituirle fue otro dirigente del mismo partido,
Juan Negrín López. En el plano interno, Negrín tomó dos importantes decisiones
que tampoco favorecían su estrategia de guerra. Desde el punto de vista
político, buscó el apoyo del PCE, imprescindible para continuar con el respaldo
de la Unión Soviética, la única potencia que apoyaba a la República. En el
orden militar, y con el acuerdo del coronel, más tarde general, Vicente Rojo Lluch, jefe del Estado mayor central de las fuerzas armadas
y del Ejército de tierra, optó por una estrategia ofensiva mediante una serie
de inesperados ataques de distracción en frentes secundarios
Introduciendo el n.º 24, La muerte de los Románov
por Victor Sebestyen
En torno a las cuatro de la tarde del 18 de julio de 1918, los miembros del
Consejo de Comisarios del Pueblo (Sovnarkom)
–el gabinete bolchevique formado tras la Revolución de octubre de 1917– se
hallaban reunidos de forma rutinaria en la tercera planta del gran palacio del
Kremlin de Moscú. El líder revolucionario Vladimir Ilich
Lenin lo presidía, pero antes de centrarse en el orden del día, los comisarios
del pueblo escucharon una declaración de Yákov Sverdlov, mano derecha de Lenin: “después de que los
guardias blancos intentaran raptar a la familia Románov,
el sóviet de Ekaterimburgo ordenó, la noche del 16 de julio, la ejecución de
Nicolás Románov –y añadió– el resto de la familia ha
sido evacuado a un lugar seguro”. Los treinta y tres funcionarios comunistas
reunidos en torno a la mesa apenas se inmutaron y Sverdlov
entonces conminó a sus camaradas a ratificar aquella decisión de los comunistas
locales. Se produjo un silencio.
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