La
Librería de Cazarabet
La
novela también se encuentra encuadrada en la colección La Orilla Negra de
Ediciones del Serbal.
La sinopsis de
este libro:
Un grupo de parados se reúnen todos los días en el parque
frente a la oficina del paro en la que se han conocido. Uno de ellos siempre
invita a tabaco pero una mañana no aparece y descubren que ha sido asesinado.
Susano es sospechoso de su muerte: había comido el día antes con él. Sin
embargo, ese no es el único (quizá tampoco el menor) de sus problemas: también
está a punto de ser desahuciado por no pagar la hipoteca, se ha enamorado de la
sobrina de su exmujer, y aloja a una pareja de
policías amantes en su casa. El resto de parados del parque también tienen sus
propios problemas y, todos juntos, componen un conjunto de historias que Susano
le va contando a su amigo, enfermo con un cáncer terminal, mientras le hace
compañía. Esas historias que no le importará olvidar cuando muera.
El autor, Pablo de Aguilar González:
Pablo de Aguilar González nació en Albacete en 1963 y reside
en Molina de Segura (Murcia) desde el año 2000. Es analista-programador de
software, labor que combina con la escritura. Ha publicado las novelas Los
pelícanos ven el norte (ganadora del Tercer premio Qué Leer Volkswagen, 200 e
Intersecciones (finalista del Segundo premio Qué Leer, 2009) así como varios
relatos breves por los que también ha recibido premios. Entre otros, Marcelina
(Tercer premio Certamen de Narrativa Breve Canal Literatura, 2009); Regreso
(Segundo premio relato corto "Concurso literario de poesía y relato corto
Emilia Pardo Bazán, 2007"); y Angustia (Tercer premio en el IX Concurso de
Narraciones Breves del Ideal de Granada, 2005). Pablo de Aguilar es, además,
miembro de la Orden de Meteorito de Molina de Segura.
Cazarabet conversa con
Pablo de Aguilar González:
-Pablo, ¿por qué te atrae la novela negra?
-En realidad, me gustan todos los géneros siempre que cuenten una buena
historia de un modo que me atrape. En cuanto a la novela negra, me atrae sobre
todo esa manera de contar la sociedad de la época en la que está ambientada
desde el lado oscuro, incluso desde lo peor que todos podemos llevar dentro.
Sí, lo reconozco, me atrae lo sórdido, qué le vamos a hacer.
-Dinos, ¿por qué, además, es una novela con muchos personajes, coral…?
-Cuéntame cosas que no me importe olvidar tiene muchos personajes porque
quise mostrar la historia (o más bien una historia) de esta crisis que se está
alargando tanto (algunos dicen que ya hemos salido, pero yo creo que no) desde
distintos puntos de vista. Es cierto que solo la narro desde los perdedores,
pero también ahí hay distintos modos de afrontarla. No es una historia
optimista, no podía serlo, aunque creo que puede dejar un hilo de esperanza.
-Pero gustas, también, de adentrarte en otros géneros literarios. ¿En cuál
te sientes más cómodo?
-Yo, en realidad, no me siento a escribir una novela pensando en el género.
Solo en la historia y, sobre todo, en los personajes. Siempre digo que las mías
son novelas de personajes más que de género. Me siento cómodo con unos
personajes que llegan a convertirse en gente de verdad para mí, en seres reales
y que me dejan participar de su historia.
-En la cotidianidad hay muchos rasgos que rozan o se sumergen en lo
que podría ser una trama de novela negra…
-Y tanto. ¿Quién no ha escuchado una conversación ajena y se ha montado una
trama a partir de unas pocas frases? Esto por no hablar de todo lo que está ocurriendo
con la corrupción, que es muy, muy negro. Solo hay que abrir el periódico para
encontrar más tramas de novela negra de las que se podría escribir.
-Pero esta
novela tiene muchos rasgos que se miran en una actualidad social amarga,
descosida, rasgada que nos vuelve a todos como más inhumanos, no?
-Eso es lo que quería mostrar. El desgarro, sobre todo. El mundo siempre ha
sido bastante inhumano, vivimos en esta burbuja que llaman primer mundo y que
con la crisis ha mostrado grietas. Y con la pretensión de protegerla, la
cerramos a cal y canto. Hablo de la vergüenza de los refugiados sirios, del guetto de Gaza.. ¡De tantas cosas!
Pero también de esa "amenaza" interna que son los que no
"cuadran" en el sistema. Hace poco el gobierno inglés se planteó no
dar sanidad gratuita a los gordos. Por suerte rectificaron. Pero esa semilla
está ahí, alguien llegó a pensar que eso sería un avance. Mis personajes son
otros desheredados de la sociedad, los que ya no sirven bien sea por edad o porque
sus habilidades han quedado obsoletas. ¿Qué hacemos con ellos?
-Aunque la realidad, de sobras, siempre supera la ficción, ¿no?
-Por más que lo intentemos los escritores, la realidad siempre, siempre nos
superará. De hecho, me preocupaba de "Cuéntame cosas que no me importe
olvidar" el comportamiento de un personaje por su verosimilitud. Decidí
dejarlo así. Unos meses después, leí una noticia en La Vanguardia con un
comportamiento prácticamente idéntico. Sonreí y pensé: a ver ahora quién se cree
que eso me lo inventé yo.
-¿Qué piensas sobre este resurgimiento, desde hace unos años, de la novela
negra?
-Soy un recién llegado a esto de la novela negra. No a leerla, sino a este
mundo que se forma alrededor de ella de encuentros con lectores, otros escritores,
festivales... Y debo decir que estoy encantado. La literatura es un acto
solitario, tanto leer como escribir; y este es un modo de relacionarte
divertido e interesante.
La novela negra es atractiva para todo tipo de público. Hay tanto donde elegir
que es fácil encontrar el escritor cuyo estilo o forma de tramar te gusta.
Además, en la novela negra siempre está de algún modo el mal y, reconozcámoslo,
el mal nos atrae.
-¿Y en concreto de esta colección La Orilla Negra de Ediciones del Serbal?
-Suelo huir de las modas y la de los autores nórdicos me repelió un tanto.
Lo que más me gustó de La Orilla Negra fue el concepto de buena literatura
(negra) escrita en castellano. Y, por supuesto, de las dos orillas del
Atlántico.
-¿Qué haces, amigo Pablo, para documentarte y poder escribir tus novelas y
en concreto esta -Cuéntame cosas que no me importe olvidar?
-Depende de la novela. Si es una novela que se ambienta en otra época o
basada en algún hecho histórico el trabajo de documentación ha de ser más
minucioso. En concreto, para Cuéntame cosas que no me importe olvidar solo
había que ser observador, saber escuchar historias que otros me contaban y
meterlo todo en la batidora de la imaginación.
-¿Nos puedes dar una idea de lo que andas trabajando ahora?
-Acabo de terminar un manuscrito y estoy en proceso de empezar uno nuevo
que, sí, si llega a buen puerto, tiene pinta de que va a ser negra. Se trata de
alguien que mata por un erróneo concepto de compasión.
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Cuéntame cosas que no
me importe olvidar.
Pablo de Aguilar González
214 páginas 15 x 22,5 cms.
19.95 euros
Ediciones del Serbal
Un grupo de parados se reúne
todos los días en el parque frente a la oficina del paro en la que se han
conocido. Uno de ellos siempre invita a tabaco pero una mañana no aparece y
descubren que ha sido asesinado. Susano es sospechoso de su muerte: había
comido el día antes con él. Sin embargo, ese no es el único (quizá tampoco el
menor) de sus problemas: también está a punto de ser desahuciado por no pagar
la hipoteca, se ha enamorado de la sobrina de su exmujer,
y aloja a una pareja de policías amantes en su casa. El resto de parados del
parque también tienen sus propios problemas y, todos juntos, componen un
conjunto de historias que Susano le va contando a su amigo, enfermo con un
cáncer terminal, mientras le hace compañía. Esas historias que no le importará
olvidar cuando muera.
Pablo de Aguilar González nació en Albacete en 1963 y reside en Molina
de Segura (Murcia) desde el año 2000. Es analista-programador de software,
labor que combina con la escritura. Ha publicado las novelas Los pelícanos ven
el norte (ganadora del Tercer premio Qué Leer Volkswagen, 200 e Intersecciones
(finalista del Segundo premio Qué Leer, 2009) así como varios relatos breves
por los que también ha recibido premios. Entre otros, Marcelina (Tercer premio
Certamen de Narrativa Breve Canal Literatura, 2009); Regreso (Segundo premio
relato corto "Concurso literario de poesía y relato corto Emilia Pardo
Bazán, 2007"); y Angustia (Tercer premio en el IX Concurso de Narraciones
Breves del Ideal de Granada, 2005). Pablo de Aguilar es, además, miembro de la
Orden de Meteorito de Molina de Segura.
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