La
Librería de El Sueño Igualitario
Pasqual
Moreno Torregrosa publica en la Editorial L'Eixam y dentro de su colección Tábano
un libro que es la historia y de la lucha política y reivindicativa de un hombre en los últimos años de la
dictadura de Franco y en los primeros de la transición, los más transcendentes.
Se trata de cómo una especie de “memorias políticas como concentradas” y que
son como un testimonio de primera mano que podemos vivir , casi en directo
porque, además están escritas desde su pluma de manera directa: desde las
luchas activas como estudiante hasta como promotor de Nova Germania en el País Valencià y hasta su militancia en el Partido Comunista de
corte marxista –leninista y miembro del Frente Revolucionario Antifascista y
Patriota y sus días de exilio en Francia donde convivió con no pocas gentes y
personajes….Torregrosa tiene mucho que decirle a la transición de la cual es
crítico….
Lo que nos dice L´Eixam:
Los últimos años de la Dictadura vieron
agudizarse la represión sobre los demócratas y antifascistas en general, pero
ensañándose sobre quienes proclamaban la necesidad de una ruptura con el
Régimen, sobre quienes se oponían a pactos con sectores franquistas que lo que
pretendían era continuar dominando la situación aún en ausencia del dictador.
El exilio fue una alternativa a quienes huyeron
de los tribunales especiales, de la tortura o de la cárcel. Y muchos recalaron
en Francia, donde siguieron luchando para conseguir una auténtica libertad y
democracia, enlazando con los viejos republicanos exilados que soñaban con
regresar a la España republicana que no pudieron recuperar.
Este período de la historia de España ha visto
como se marginaba y silenciaba a quienes discrepaban del discurso oficial, y
que en cierta medida, hasta nuestros días, han sufrido un nuevo “exilio
interior”. La nueva realidad política, a pesar de los años transcurridos, hacen
válidas sus críticas, y reavivan, de manera general, sus propuestas.
El autor:
Pasqual Moreno i Torregrosa es doctor Ingeniero Agrónomo y doctor en Ciencias
Económicas. Ha trabajado en diversos sectores, y en la última etapa como profesor
universitario y consultor internacional en temas agrarios. Actualmente es
coordinador de la Cátedra Tierra Ciudadana-FPH de la Universidad Politécnica de
Valencia y miembro del Comité promotor de la Universidad Internacional Tierra Cudadana (UITC).
Se comprometió en la oposición a la Dictadura
desde su entrada en la Universidad a finales de los años 60 del siglo XX,
participando activamente en las luchas estudiantiles de aquellos años. Fue uno
de los promotores de Nova Germania en el País Valencià.
Su militancia en esta organización, en el Partido Comunista de España
(marxista-leninista) y en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota
(FRAP) provocó que tuviera que exilarse durante varios años en Francia. Ha
mostrado, desde sus inicios, su discrepancia con la Transición y sus
resultados.
Cazarabet
conversa con Pasqual Moreno Torregrosa:
-Pasqual, en el libro pones muchas dudas sobre el periodo de
la transición…..hoy en día ya son algunas las voces que se levantan y que
cuestionan muchas cosas de este período…algunos dirán que “te unes a la ola”…
déjales o déjanos claro de qué te empezaste a “quejar” ya en tu día, del por
qué y desde qué momento estas harto de mucho de lo que tocó tragar…
- Quiero aclarar que no me he unido recientemente a la ola de críticas a
la Transición. Los orígenes de mi militancia política eran “rupturistas”. Y
siempre tuve claro que era imposible construir un régimen auténticamente
democrático si no se depuraba el franquismo encubierto que quería continuarse a
la muerte del dictador. Estuve en Francia hasta 1978 y allí en contacto con
viejos republicanos, con una gran visión de futuro, y con una ética política incuestionable, consolidé mis convicciones de que la
Transición iba a ser un fraude. Nunca olvidaré lo que uno de ellos dijo en un
mitin celebrado en París a la muerte de Franco: “Si a una gallina clueca le
pones una piedra redonda en forma de huevo, por mucho que la incube nunca
saldrá un pollito. Esa será la democracia en España: una incubación en falso”. Todas estas conversaciones, todas las
opiniones recibidas, las asimilé sólidamente y nunca apoyé la Transición. Me
refugié en un exilio esta vez interno: lecturas, mi profesión, mi familia,
observación crítica de la realidad política, compromiso social en cuestiones
agrarias, etc.
-¿Por qué
me da la impresión que siempre toca tragar a los mismos?
- Tragan los mismos por errores que cometen las organizaciones de
izquierda y porque no hay que olvidar que los sectores conservadores, la
derecha, en definitiva el capitalismo, sabe reciclarse. Se puede pensar que no
tienen capacidad de análisis, que son muy torpes, pero no es así. Dominan las
finanzas, dominan los medios de comunicación, pueden llegar a comprar
voluntades e inteligencias, y defienden con uñas y dientes lo que tienen, su
dinero y el poder, el dominio sobre toda la sociedad.
-Viviste
la dictadura y te opusiste a ella desde aquí, directamente y, después, desde el
exilio, pero ¿cómo se ve, verdaderamente, desde el exilio?
- El exilio se asemeja a esos espejos que lo mismo te reducen la figura
que te la agrandan. Analizando la
situación en España, las luchas contra la dictadura, pasabas de momentos de
euforia a momentos de depresión. Mi realidad cotidiana era Francia, no podía
abstraerme de la problemática social y política del país de acogida.
Lógicamente siempre tenías la mirada en España, y buscabas ansiosamente
noticias sobre lo que allí ocurría. Pero las informaciones que recibías
procedían de muchas fuentes y era difícil tener una idea exacta de la situación
española. Por ello, cuando un compañero llegaba de España, lo interrogabas
exhaustivamente para saber qué opinaba y
cuál era su visión de los acontecimientos y de la evolución del Régimen y de la
oposición.
-Ahora, en
perspectiva, ¿cómo definirías el papel del PC en la transición?
- Nefasto. El papel del PC ha sido muy negativo. Pero hay que aclarar
que el PC tuvo un largo proceso hasta llegar a representar esa fuerza pactista
que dejó desencantados/as y desilusionados/as a miles de españoles/as. Se ha escrito
mucho sobre cómo fue la evolución del PC. La falta de consistencia ideológica
de sus cuadros en general, su supeditación y seguidismo de la URSS , el acomodo
y burocratización del sector exterior, el autoritarismo en sus métodos de
funcionamiento , el papel esencial en su trayectoria que tuvo Santiago
Carrillo, quizás uno de los hombres de ese periodo y de los posteriores más
camaleónico y oportunista, llevó a que en momentos decisivos fuera la fuerza política que con más ansias y
esfuerzos estuviera por los pactos de la Transición. Luego lo pagó. Empezó a
perder miles de militantes, muchos de sus dirigentes se pasaron a la
socialdemocracia, jugaron a caballo ganador, se hundió el prestigio que había
acumulado en los años de lucha contra la dictadura, y ha quedado como una
fuerza residual anclada como una familia más en Izquierda Unida.
-Santiago Carrillo ¿no crees que jugó un
poco(o un bastante) a asegurarse su
propio protagonismo, escaño y demás para “vender” ciertos valores de la
República, republicanos o hasta de la ideología marxista-leninista?
- El historiador Paul Preston ha escrito un libro “El zorro rojo” que
tiene un matiz en ocasiones superficial de novela rosa, de prensa del corazón,
pero en el que se cuentan situaciones y anécdotas que definen perfectamente
quien era Santiago Carrillo. Es una personalidad para ser estudiada
psicológicamente. Es indudable que siempre tenía una carta en la manga, y la
principal era su yo, su ego, sus intereses personales. Cuando en los últimos
años, antes de su muerte acudía muchas tardes a la SER a comentar la actualidad
política junto a Herrero de Miñón te preguntabas: ¿pero cómo es posible que
este personaje aún resista, como es posible que tenga audiencia, que se le
tenga en consideración? Lo vendió todo,
claro está. Pero con plena conciencia.
-¿Te
supuso como hombre de izquierdas un desengaño las políticas que cada vez se
fueron acercando más al neoliberalismo de Felipe González?
- Yo viví en Francia cómo se había reconstituido el PSOE en Suresnes. Era escéptico sobre lo que podía hacer en España
la socialdemocracia. Conocía la trayectoria de la SFIO, del PSF, y escuchaba las críticas que realizaban
a François Mitterrand los militantes del
PSU escindidos del socialismo oficial francés. A pesar del éxito arrollador en
el 82 del PSOE no confiaba en que hiciera grandes cambios en el sistema. Poco a
poco comenzó a aplicar políticas que nos descubrieron quién era Felipe González
y el PSOE, sobre todo a partir de la entrada en la OTAN, en la CEE y su política
de privatizaciones de empresas públicas. Felipe González ha sido teledirigido
desde Alemania en gran parte de su etapa política. Las consignas le venían de
fuera. Les costó a los “socialistas” españoles asumir por sus propios medios lo
que significaba el neoliberalismo, pero al final lo asumieron
perfectamente.
-Pero
volvamos un poco atrás: ¿qué te parecieron los inicios de la transición, me
refiero a los inmediatamente sucesivos a la muerte de un dictador?
- Los inicios de la Transición estuvieron marcados curiosamente por una
etapa de luchas populares muy intensas que ilusionaban a la gente y le hacían concebir esperanzas, a la vez que alertaban a las fuerzas
conservadoras y a los “pactistas” que había que poner control a la situación,
pues se podía frustrar la maniobra. Parecía que todo era posible, pero poco a
poco las cosas se fueron encauzando… para mal.
- Un poco
triste, ¿no? que una dictadura de cuarenta años tenga que morir en la
cama…(aunque perdona, no quiero ser prepotente)
- Sí que es triste que el dictador muriera en la cama. Y es triste que
40 años después no se le haya condenado a él y a los suyos, y que sus víctimas
no tengan el reconocimiento y homenaje que se merecen.
-¿Cómo fue
Pasqual tu tiempo de lucha aquí en vivo y en directo?
- Cuando me comprometí con la lucha antifranquista tenía 20 años. Me lo
cogí muy seriamente, me sentía un revolucionario profesional en el estilo
definido por Lenin. Creía firmemente en que íbamos a hacer la revolución, que
acabaríamos con la dictadura, conseguiríamos un régimen democrático e
implantaríamos un sistema social más justo y humano, que para mí era el
comunismo. Leía mucho y discutía temas con mis camaradas de militancia. Y era
de un activismo total. Reuniones, viajes, panfletadas, aparatos de propaganda,
acciones de guerrilla urbana, etc. Y todo en la clandestinidad. Ni mi novia
sabía qué es lo que realmente hacía ni adónde iba los sábados o domingos que
desaparecía. Como dice un amigo mío fuimos una generación, la comprometida en
la lucha contra el franquismo en aquellos años, que no tuvimos ocasión de
saborear el rock and roll. Y la represión era muy dura. Los cinco años de
militancia en España antes de exilarme a Francia se me antojan siglos por la
intensidad en que los viví. Y no sé cómo pude durar tanto sin que me
descubrieran. Generalmente te “quemabas” pronto.
-¿Y tu paso por el FRAP?
-A mí personalmente el FRAP me marcó. No tanto por ciertos aspectos como
el tema de la violencia revolucionaria, sino esencialmente por qué comprendí lo
necesaria que era la unidad popular. Esta cuestión de la unidad popular para
derrocar a los poderes conservadores la tengo incluso hoy muy presente. Creo
que continúa siendo válida.
-
Diferentes miembros, de cierto peso, del PC me han declarado que en aquellos
tiempos tuvieron que claudicar ante lo que se les decía desde Madrid: lo
primero con el Rey….¿Qué nos puedes comentar?
- La claudicación va con las ideas y convicciones de cada cual.
Comprendo que el dirigismo, el autoritarismo, y la disciplina que se aplicaba
en el PCE hicieron que muchos militantes tragasen sapos como el Pacto por la
libertad y cuestiones que iban ligadas a esta política. Pero la renuncia a la
lucha por la República, a la Reconciliación Nacional, etc., etc…
hicieron que muchos miembros del PCE abandonasen. Otros no abandonaban pues el
Partido había sido toda su vida y les costaba mucho dejar la militancia, les
avergonzaba no continuar con sus compañeros de célula o de comité. Se iban a
sentir como huérfanos.
-Claudicar
y perder la personalidad para después, como hizo Carrillo dinamitar el PC y
irse al PSOE…tenía todo el derecho, pero….bueno, ¿cómo lo ves?
- Ya he explicado la opinión que me merece Carrillo. Creo que es el
personaje que más daño ha hecho a la izquierda española desde la guerra civil.
Y no solo al PCE sino también, por su influencia, a otros grupos políticos.
-Ahora que
te tengo entre manos (risas) te pregunto: ¿qué te parece la situación política
actual? ¿Y la de la izquierda en particular?
-Estamos ante un fin de reino. Y no solo me refiero a la monarquía. El
PP está en las últimas. Con una gran cantidad de escándalos, de corruptelas, en
un proceso de descomposición interno a cuyo final asistiremos cuando pierda las
próximas elecciones. Imagino que de sus ramas escindidas saldrán uno o varios
partidos de extrema derecha. El PP como tal va a desaparecer La cohesión que malamente muestran en el
momento actual terminará con su derrota electoral. Y el PSOE,… pues lo mismo.
Cuando no tengan posibilidades de gobernar,
de ser el principal partido de la oposición, explotará. Lo hemos visto
en el Pasok griego y el PS italiano. Hay un proceso
muy interesante de unidad popular a través de los Guanyem/Ganemos,
hay unas iniciativas que muestran que la gente está pasando de la indignación a
la participación, al compromiso político.
Es un proceso incipiente pero que se puede acelerar en los próximos
meses pues la gente ya no aguanta más. Y ese proceso puede significar una auténtica regeneración de la ética
política en España, una revolución democrática. Van a surgir nuevos líderes y
van a pasar a “mejor vida” los políticos que han configurado esta fracasada
Transición.
-¿Qué te
parece el fenómeno social 15M…desde mi punto de vista ha aportado y está aportando
una nueva manera de “hacer política”, de “hacer participación ciudadana” y
demás…?
- El 15-M es
parte de este movimiento incipiente de participación ciudadana que exige otra
forma de hacer política y que terminará posiblemente en el proceso citado de
una amplia unidad popular (movimientos ciudadanos y partidos políticos de
izquierda). Ha sido muy importante por lo que ha significado de despertar de la
conciencia cívica y política.
¿ Qué te
parece este fenómeno es el que, al final, creo yo, todo ello ha derivado en que
un grupo de ciudadanos muy preparados y vinculados a ellos se constituyera en
partido político y se presentase a las últimas elecciones como Podemos?
- Podemos
efectivamente es un fruto del 15-M. Su victoria en las elecciones europeas ha
descolocado a los partidos tradicionales (PP y PSOE) y ha hecho reflexionar a
sectores políticos verdaderamente de izquierda pero con deficiencias y errores
en sus planteamientos o en sus formas de funcionar. Con todas mis simpatías
hacia Podemos el movimiento aún se tiene que estructurar, curtir cuadros y
realizar un programa si quiere ser verdaderamente una alternativa. Sería una lástima que no
cuajaran los planteamientos de sus dirigentes pues han despertado la esperanza
de amplias capas de la población.
-¿Qué
futuro crees que nos espera..?
- Soy optimista. Vamos a ver en los próximos tiempos en España algo que
parecía muy lejano, la auténtica democratización del país y la derrota de
planteamientos neoliberales que tanto daño han hecho a la población. Pero sobre
todo la entrada en un proceso político que no se ha dado desde febrero del 36:
la consecución de la unidad popular como alternativa a gobiernos reaccionarios
de la derecha. Y con fórmulas nuevas de participación ciudadana. El país lo
necesita, pero también Europa que pueda quedar sorprendida de lo que aquí
ocurra, y cuyas consecuencias sobre Grecia, Portugal, Italia, etc… serán muy positivas.
17370
"D'un temps...". Crónica de
un tiempo de lucha. 1971-1978. Pasqual Moreno Torregrosa
192 páginas 13 x 20 cms.
15,00 euros
L'Eixam
Los últimos años de la
Dictadura vieron agudizarse la represión sobre los demócratas y antifascistas
en general, pero ensañándose sobre quienes proclamaban la necesidad de una
ruptura con el Régimen, sobre quienes se oponían a pactos con sectores
franquistas que lo que pretendían era continuar dominando la situación aún en
ausencia del dictador.
El exilio fue una alternativa a quienes huyeron de los tribunales especiales,
de la tortura o de la cárcel. Y muchos recalaron en Francia, donde siguieron
luchando para conseguir una auténtica libertad y democracia, enlazando con los
viejos republicanos exilados que soñaban con regresar a la España republicana
que no pudieron recuperar.
Este período de la historia de España ha visto como se marginaba y silenciaba a
quienes discrepaban del discurso oficial, y que en cierta medida, hasta
nuestros días, han sufrido un nuevo “exilio interior”. La nueva realidad
política, a pesar de los años transcurridos, hacen válidas sus críticas, y
reavivan, de manera general, sus propuestas.
Pasqual Moreno i Torregrosa es doctor
Ingeniero Agrónomo y doctor en Ciencias Económicas. Ha trabajado en diversos
sectores, y en la última etapa como profesor universitario y consultor
internacional en temas agrarios. Actualmente es coordinador de la Cátedra
Tierra Ciudadana-FPH de la Universidad Politécnica de Valencia y miembro del
Comité promotor de la Universidad Internacional Tierra Cudadana
(UITC).
Se comprometió en la oposición a la Dictadura desde su entrada en la
Universidad a finales de los años 60 del siglo XX, participando activamente en
las luchas estudiantiles de aquellos años. Fue uno de los promotores de Nova
Germania en el País Valencià. Su militancia en esta
organización, en el Partido Comunista de España (marxista-leninista) y en el
Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) provocaron que tuviera que
exilarse durante varios años en Francia. Ha mostrado, desde sus inicios, su
discrepancia con la Transición y sus resultados.
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