La Librería de El Sueño Igualitario

image001.jpgCazarabet conversa con...   María Teresa Menguiano Romero y José Luis Lobo Moriche, autores de “La represión franquista en Cortegana” (Autoedición)

 

 

 

 

Un libro de  José Luis Lobo Moriche y María Teresa Menguiano Romero sobre cómo un pueblo, Cortegana,  sufrió la represión y en cómo, hoy y ahora, ellos han recuperado, casi arañando, la historia de la represión después de la Guerra Civil.

Según nos explicaba José Luis Lobo Moriche: “el libro se ha agotado en 15 días y ya se está preparando una segunda edición aumentada”; además añade:” el libro está teniendo mucho eco en autores especialistas en la Memoria Democrática y profesores de distintas Universidades: Francisco Espinosa, Dulce Simôes (Doctora de Antropología de la Universidad Nova de Lisboa), Universidad de Sevilla, Universidad de Huelva, Ángel del Río, Richard Barker, el eminente hispanista Paul Preston...”.

Sobre el mismo  Lobro Moriche, nos explica: “está teniendo mucho eco en autores especialistas en la Memoria Democrática y profesores de distintas Universidades: Francisco Espinosa, Dulce Simôes (Doctora de Antropología de la Universidad Nova de Lisboa), Universidad de Sevilla, Universidad de Huelva, Ángel del Río, Richard Barker, el eminente hispanista Paul Preston...”

Lo que nos dicen los autores del libro:

Texto de José Luis Lobo Moriche en la presentación del libro:
Hoy es un día muy importante para el municipio de Cortegana y, por supuesto, para mí. Haber trabajado con Teresa Menguiano durante varios años en un proyecto común de investigación sobre una de las épocas más oscuras de nuestra historia local supone un gran orgullo, porque Teresa fue alumna mía en su etapa escolar de EGB; y que, 25 años después, maestro y alumna emprendan una obra conjuntamente no es muy frecuente. Contento porque Cortegana cuenta actualmente con un grupo de jóvenes historiadores: Teresa Menguiano, José Francisco González, José María Sánchez, Pablo Borrallo, José Manuel Muñoz, Rocío Postigo... ilusionados con adentrarnos en las distintas épocas que vivieron nuestros antepasados, aunque esta jornada cultural de hoy se vea enturbiada por el poco ánimo que muestra nuestro Ayuntamiento por impulsar investigaciones importantes para nosotros como supone esta acción cultural que Teresa y yo hemos emprendido. El libro que presentamos, por sus características formales, nos ha supuesto un alto coste. Nos hubiese gustado que nuestras autoridades, tanto locales, provinciales y autonómicas, hubieran colaborado en acercar a nuestras gentes, de manera más económica, parte importante de la historia de nuestro municipio, porque creo que este libro es el primer intento serio de tratar que la vida en la villa de Cortegana está entrelazada con las de sus aldeas y barriadas mineras a las que muchas veces vemos equivocadamente como territorios distantes y sin formar parte de nuestro acervo histórico y económico. Sinceramente, creo que hemos perdido una gran oportunidad, ¡pero no hay más leña que la que arde!
Seréis vosotros quienes valoraréis o no nuestro libro, que arranca con una portada y contraportada dibujadas magníficamente por Rocío Menguiano Romero, hermana de Teresa, que refleja artísticamente instantáneas con mucha fuerza expresiva. 
No es corriente que uno de los historiadores más prestigiosos de España, Francisco Espinosa Maestre, prologue un libro. De verdad me siento, nos sentimos, protegidos por Espinosa cuando Teresa y yo nos hemos asomado al precipicio de esas quebradas que supusieron el levantamiento militar de julio de 1936 y la consiguiente Guerra Civil. Digo protegido, porque Espinosa ha allanado nuestro constante caminar en busca de las fuentes documentales y bibliográficas que consultamos; y haber tenido un guía tan versado, nos ha atenuado las dificultades de la empresa emprendida. Desde aquí el reconocimiento a un hombre que se vació en derramar buenos sentimientos humanos y excelentes apreciaciones frutos de su sabiduría.
Ni Teresa ni yo formamos parte de aquella generación de hombres y mujeres que fueron actores y espectadores de las graves vejaciones cometidas a muchos corteganeses. Nuestros padres o abuelos siempre guardaron un silencio reservado, debido a muchas causas o circunstancias derivadas del miedo o  haber participado en una parafernalia fascista que la mayoría no había buscado. En realidad, ellos fueron víctimas de vivir el momento histórico del nacimiento de marxismo y de las corrientes fascistas en Europa, y sufrir las consecuencias derivadas de que los diferentes líderes políticos, militares, sociales y religiosos de España no fueran capaces de entenderse en paz y democracia. Nosotros, por fortuna, no tenemos que interpretar nuestra historia personal bajo la voluntad de nadie, por lo que podemos conocer los terribles hechos ocurridos tal como sucedieron y con la carga emocional que nos transmitieron muchos de los testigos. Algunos pensarán que este intento de descorrer el telón de una parte de nuestra Historia es malo para la salud moral de España y de nuestra convivencia. No, son sus detractores quienes  ignoran la dimensión universal del conflicto; nosotros hemos intentado abrir las páginas de un gran libro que contiene muchas lecciones de vida, de política y de sociedad para nuestros hijos y nietos, con un mensaje final de que la rebelión militar de julio de 1936 fue un conflicto surgido por la intolerancia a comprender que caben diferentes visiones del mundo, que la violencia nunca puede ser elemento dinamizador de la sociedad y que la aniquilación de las ideas y la homogenización social  conducen irremediablemente a la tragedia. Siempre me atrajeron las leves referencias de nuestros mayores sobre la Guerra Civil, y leí cuanto pude sobre ella. Cuando Teresa y yo iniciamos este libro, yo creía que sabía algo acerca de los sucesos ocurridos en nuestro pueblo. ¡Qué equivocado estaba! ¿Quién me iba a decir a mí que mi propio padre estuviera zarandeado por los avatares fascistas? Si asumimos que nuestros padres y abuelos todos fueron víctimas, habremos dado un gran paso adelante para interpretar, sin apasionamientos, lo ocurrido. 
Arranca nuestro libro con un estudio de la figura del alcalde Daniel Caballero Caballero durante la Dictadura de Primo de Rivera, el auge económico de Cortegana y la casi esclavitud en nuestras barriadas mineras..., y entonces nos llevaremos algunas sorpresas sobre las sociedades recreativas y culturales de la villa, oiremos las voces enfrentadas de los socios conservadores con los republicanos, y nos asombraremos de que, posteriormente a Daniel Caballero, hubo seis alcaldes en un año, motivado por la descomposición política que vivía nuestro país; o quedaremos asombrados de la vitalidad con la que se luchó en Cortegana por instaurar la República. Os adelanto que algunos corteganeses de derecha e incluso gente de extrema derecha iban en la lista del bloque republicano-socialista.  Aunque la victoria republicana fue interpretada como la pérdida del poder que perpetuaban los Sánchez Dalp de Aracena, el cambio político originó en nuestro pueblo una incipiente confrontación social a la que se le juntaron algunos problemas que Cortegana casi desconocía. Pero no todo fue conflicto, el auge cultural se mantuvo a pesar del constante analfabetismo de las mujeres y los esfuerzos hechos por Daniel Caballero, el médico Romero Rabana y la administración local republicana por incentivar la lectura. Entonces nos sorprenderemos de que la Biblioteca Municipal de la calle Olmo fuera considerada en Madrid como ejemplo para toda España y que las diferentes Corporaciones Municipales republicanas se preocuparan por solucionar problemas que aún hoy se mantienen. Tras las elecciones de 1933 surgieron los "cambios de chaqueta", corteganeses que habían luchado como socialistas por derrocar a la Monarquía se hicieron de extrema derecha y el hacendado Manuel Toribio Vázquez, Potrico, consiguió la Alcaldía; y, como consecuencia de ello, en Cortegana incidió algo la Revolución de Asturias, incluso uno de nuestros vecinos murió en las revueltas de los mineros asturianos y desde nuestro pueblo muchos izquierdistas de la Cuenca Minera fueron conducidos a la cárcel de Huelva, además de ser clausurada la sede socialista; pero las protestas y el estado de crispación social se hicieron versos líricos en boca del corteganés Vicente Roldán Vázquez. Después del triunfo del Frente Popular, la situación era muy complicada para los vecinos de Valdelamusa y San Telmo; entonces oiréis sus voces de queja en coplillas de carnaval o en cartas de desesperación a los líderes políticos provinciales. ¿Y cómo procedió nuestro Ayuntamiento ante el problema de la escasez de recursos? Pues lo hizo con huelga y con las dimisiones del alcalde y los concejales ante el gobernador civil. Tras el golpe de estado, Cortegana vivió treinta y dos días aislada y te ofrecemos la oportunidad de que conozcas detalladamente cuanto ocurrió durante la defensa que se programó en la villa. Cuando leas tan convulsos episodios, concluirás qué ajeno estabas a los acontecimientos padecidos por nuestros padres y abuelos día a día. Conocerás todos los momentos del desarme de la Guardia Civil, los funestos ataques a las iglesias y ermitas de Cortegana; y te harás preguntas sobre cómo pudo ocurrir que parte de un pueblo culto se sumara a participar en tales atropellos, a pesar de que descubras asombrado que el anticlericalismo en Cortegana estuvo mucho más acentuado durante el primer cuarto del siglo XX que en la misma República o que nuestras autoridades municipales no pudieron impedir el asalto a la casa Estrada. Luego, conocerás uno por uno a los militares rebeldes que tomaron Cortegana, sus decisiones administrativas y los primeros fusilamientos de izquierdistas. Te hablaremos de todos los huidos, de los campamentos de fugitivos, de sus penalidades, de las partidas, de la solidaridad, de los crímenes cometidos por ciertos huidos, del terrible asalto a San Telmo, del ataque al tren en Valdelamusa, de las batidas contra los huidos como ejemplo claro del enfrentamiento de convecinos que un tiempo atrás vivían en armonía y celebraban conjuntamente actos culturales..., y de cómo la banda municipal tocaba en las esperas a los fugitivos abatidos.  Reflexionarás sobre el poder franquista en Cortegana, las tres Gestoras Municipales, el comportamiento agresivo de los nuevos alcaldes, la homogeneidad social de nuestros padres y abuelos, te presentaremos a todo el personal militar y cívico que se pasean por nuestras calles, a la Falange con sus acciones surrealistas y a las mujeres y niños de Cortegana al servicio del fascismo. Leerás lecciones sobre la censura, el estado de necesidad, la cultura y la propaganda franquistas, o lecciones que analizan el lenguaje fascista impuesto a los vecinos de Cortegana. Oiremos también otras voces: la del comandante Militar Dionisio Hernández Álvarez y la del párroco José Barriga Coronel de quien te sorprenderá su actitud valiente y cristiana ante los problemas que vivía el pueblo de Cortegana durante la posguerra, una postura muy opuesta a la de los coadjutores, uno borracho y apartado de los fines del cristianismo y otro que sirvió intensamente al franquismo durante la guerra. Páginas apartes constituyen las trescientas dedicadas a la represión franquista: unos doscientos asesinatos, ocho mujeres fusiladas, menores de edad encausados, cientos de años acumulados de prisión..., llegaron los paseos de mujeres, la depuración de funcionarios, los expedientes de responsabilidad, los Consejos de Guerra, las Causas abiertas a vecinos de derecha, a carabineros, a gestor municipal, a falangista e incluso, ¡sorpréndete! al propio Comandante Militar de las tropas sublevadas. Sumarios que nos aportan datos increíbles y nos aclararán muchas de las dudas y lagunas que tenemos. Algunos de esos sumarios se saldaron con cinco penas de muerte y una cadena perpetua. Los hechos ocurrieron muy cerca de este casino: en la taberna que aún muestra en su fachada las iniciales T.O.G de su dueño, en un banco del Paseo y en el Centro Artístico. 
Uno por uno te presentaremos a los encausados y cómo éstos tratan desesperadamente de defenderse de sus acusadores; y tú irás apartando la maraña judicial franquista para buscar la verdad entre tantas mentiras usadas con las que los fascistas intentaban justificar lo injustificable. Gracias.

Ahora pasamos a exponerles el texto de María Teresa Menguiano Romero, también extraído de la presentación del libro:

Gracias a todos por acompañarnos en este día tan especial para nosotros. Después de años de intenso trabajo, hoy presentamos nuestro libro La represión franquista en Cortegana.Este título no fue el originario, casi hasta el final el libro se llamó: La Guerra Civil en Corteganapero el historiador Francisco Espinosa Maestre, el autor de La Guerra Civil en Huelva, quien se ha prestado a revisarnos la obra y a escribir el prólogo, nos comentó que de haber podido hubiera cambiado el título de su libro pues en Huelva no hubo guerra, sino represión. Entonces decidimos que era cierto, y ya que habíamos decidido llamar a las cosas por su nombre, el libro se titularía: La represión franquista en Cortegana. Tendría que regresar al curso 2011-2012 cuando, a raíz de un trabajo con mis alumnos de 2º de bachillerato, nació la idea de escribir este libro. Las historias sobre la Guerra Civil que habían recopilado me sobrecogieron y, ese mismo verano empecé a entrevistar a algunas de esas personas, incluyendo los testimonios de mi abuela Isabel y mis tías las Cominas, a pesar de que las suyas me las sabía de memoria. Menos mal, porque en dos o tres años esas personas han ido falleciendo. Además, decidí hacer un Máster de Investigación y, cada vez que encontraba un hueco, accedía a la página de la Diputación donde están publicados los sumarios de los represaliados de Huelva y comencé a leer, uno a uno, los Consejos de Guerra de loscorteganeses. Con la información de los sumarios escribí un artículo que se publicó el año pasado y sobre el que di una conferencia en la Sociedad Nuevo Casino cuyo título era: “¿Quién fue Pelegrín? La defensa de Cortegana ante la llegada de los nacionales”. A finales del año 2014, redactando el que iba a ser mi primer artículo, me encontré con Pepe Luis. Él sabía por sus hijas que estaba investigando sobre la Guerra Civil en Cortegana y, dado que él ya tenía mucha información recopilada al respecto, me propuso hacer un libro conjunto. Desde entonces hasta ahora nos lanzamos a investigar sin descanso este tema que tanto nos apasiona. Y este ha sido el resultado.Somos conscientes de que la publicación de este libro va suscitar mucha polémica porque hoy día sigue siendo un tema tabú; pero también sabemos que muchos vecinos estarán agradecidos de que por fin se escriba sobre los hechos ocurridos en Cortegana durante la Guerra Civil porque piensan que ya es hora de dejar de mirar para otro lado, y que hay que conocer la Historia para aprender de ella. De todas maneras, aprovecho la ocasión para deciros que este es un estudio muy serio, en el que Pepe Luis y yo hemos trabajado muy duro. Para que se hagan ustedes una idea, en cuanto a la bibliografía, se han consultado más de 50 libros y artículos, destacando varias obras del escritor Espinosa Maestre. Entre ellas sobresale, como no podía ser de otra manera, La Guerra Civil en Huelva. En su libro, Espinosa recopila una amplia lista de fusilados de izquierda, que son los que encontró en el Registro Civil, pero hubo muchos más que no fueron registrados como difuntos y gracias a los testimonios orales que han participado en esta obra, así como otro tipo de fuentes escritas como los sumarios o documentos del archivo municipal, a los nombres que aparecen en la lista de Espinosa hemos añadido unas 80 personas más, sabiendo que aún quedan muchos más por registrar. Otra fuente bibliográfica consultada es la obra del padre COPADO titulada Con la Columna Redondo. Combates y Conquistas. Crónica de Guerra. Este cura formaba parte de la columna Redondo que entró en Cortegana el 20 de agosto de 1936 participando en la represión llevada a cabo por las tropas franquistas. También se recoge la autobiografía titulada Perfiles de la vida de un sacerdote siempre joven de otro cura, don José BARRIGA CORONEL. Este cura llegó a Cortegana a principios de la Guerra y cuando en los consejos de guerra le preguntaban sobre el comportamiento izquierdista de algún corteganés, él siempre decía que llevaba poco tiempo en el pueblo y que, por tanto, no conocía al encartado. Nunca habló mal de nadie. Hay un libro muy interesante Militares y Sublevación 1936. Diez días de duda. Un mes de guerra  escrito por GIL HONDUVILLA, J. que nos narra la difícil situación que vivieron los guardias civiles del cuartel de Cortegana los primeros días de la guerra. Se han consultado autores de la talla de Dulce Simoes, a quien también le agrademos hoy todo el apoyo que nos ha ofrecido para la realización de esta obra. Los Expedientes Carcelarios de Cortegana de ANTEQUERA LUENGO, J. J. y LUENGO JIMÉNEZ, J. J. donde se recogen todos los corteganesesque estuvieron en la cárcel provincial. Las memorias de un represaliado de El Cerro de Andévalo SUERO SERRANO, L.: Memorias de un campesino andaluz. O la obra también muy conocida de RAMÍREZ COPEIRO DEL VILLAR, J.: En tierra Extraña: El exilio republicano onubense. Se recogen artículos de historiadores de Huelva como el de FERIA VÁZQUEZ, P. y VÁZQUEZ LAZO, J. M.: "Los expedientes de incautación de bienes. El caso del Partido Judicial de Aracena” que versa sobre la presión ejercida sobre las personas represaliadas. "La Guerra Civil en Aracena",  de Mario RODRÍGUEZ GARCÍA, ha sido otro referente. Así como el trabajo de Félix SANCHA SORIA sobre los guerrilleros "El final de la guerrilla en las sierras de Aroche y Aracena. La Harca de Robles. No nos hemos olvidado de otro historiador local, me refiero a J. FGONZÁLEZ VÁZQUEZ que ha escrito un libro sobre la Historia de Cortegana que en breve publicará la Diputación. Las fuentes hemerográficas constituyen un pilar fundamental para esta obra. Se ha consultado muchos periódicos de la época hallados en las diferentes hemerotecas: ABC, OdielDiario de Huelva, El Imparcial, El Motín, El Socialista, El Sol, Heraldo de Madrid, Huelva Información…entre tantos otros. Los archivos visitados han sido el municipal, donde hemos encontrado bastante información relativa a nuestro pueblo. Entre los legajos destacan: las Actas Capitulares, si bien es cierto no ofrecen una información muy relevante en estos años; los legajos de La Correspondencia de los primeros años de la guerra son interesantísimos, así como los Expedientes Generales de Policía y Defensa, el Auxilio Social y otras asistencias, los Informes respecto a presos militares, Sedes de Obreros de Cortegana otro legajo titulado Relación de necesidades del municipio (que nos ha dado los nombre de muchos huérfanos y por tanto nuevos nombres de fusilados) Y el Padrón de habitantes del año 1935 que nos ha ayudado a resolver muchas dudas, incluso nos ha revelado algún dato nuevo sobre represaliados. El Archivo del Tribunal Territorial Militar II de Sevilla custodia un gran número de sumarios a corteganeses y corteganesas a los que se les abrió un Consejo de Guerra a partir de 1937. Más de 50 expedientes, entre la localidad y las aldeas, que aparecen recogidos en uno de los últimos capítulos de este libro. Algunos de ellos con sentencia favorable fueron absueltos, otros con penas de prisión que incluían la cadena perpetua y otras sentencias en las que se declaró la pena muerte. Estos consejos de guerra sumarísimos están publicados en la web de la Diputación de Huelva, en la sección de Memoria Histórica, para quien los quiera consultar. La información más relevante que se extrae de estos juicios versa sobre los 32 días en los que el ayuntamiento de Cortegana se preparó para defender la República, pues los expedientados son acusados de “rojos” y por tanto los juicios militares tratan de comprobar el grado de participación en aquella defensa. En el Archivo Histórico Nacional se han hallado documentos de la Causa General y, por tanto, relativa a los destrozos que los izquierdistas ocasionaron a la Iglesia y sobre los asesinatos de Julián Castilla y de los nueve vecinos de San Telmo. Para los que no lo sepáis, la Causa General fue un proceso de investigación impulsado por el ministro de Justicia franquista en 1940 en el que se registraron todos los hechos protagonizados por la izquierda, es decir, una estrategia más de la propaganda franquista para justificar sus propios crímenes, durante y después de la guerra. En el Archivo Histórico Provincial hay una lista de huérfanos de guerra que nos ha revelado la muerte de otros tantos corteganeses. Finalmente, esta obra no hubiera sido lo mismo sin las más de 50 personas que nos han transmitido sus recuerdos de la Historia más triste de Cortegana; Muchos no están aquí (Clotilde, Magdalena, mi abuela Isabel, mis tías Carmen y Ana, Daniel, Dolores…) pero otros sí están hoy aquí con nosotros y a todos ellos quiero darles mi más cariñosa gratitud por la entrevista concedida y por haber asistido a este acto. ¡Cuántas lágrimas he visto caer!

Los autores José Luis Lobo Moriche y María Teresa Menguiano Romero:

Vamos a saber un poco más de este escritor, José Luis Lobo Moriche: nació  en Cortegana, en 1949. Casi toda su vida ha transcurrido en su pueblo natal, dedicado a sus grandes pasiones: el campo, la caza, la familia, los amigos, la Escuela, los libros... Ejerció como maestro nacional y, una vez jubilado, ha escrito varios relatos: El Acebuchal, ¿Atlante, colaborador de las tinieblas?, La Raya de los malditos, Arochones, La luz encerrada, Relatos cortos y Cartas en la agonía

Por su parte, Mª Teresa Menguiano Romero nació en Cortegana en 1978, localidad donde reside actualmente. En 2001 se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla y ejerce la docencia desde 2007, actividad que considera su verdadera vocación. Su reciente interés por la investigación le ha llevado a realizar un Máster en Métodos y Técnicas Avanzadas de Investigación Histórica por la UNED, cuyo título posee desde 2014. Los temas en los que se centran sus estudios son la Guerra de la Independencia en la Sierra de Huelva y la Guerra Civil en Cortegana.

 

 

Cazarabet conversa con  María Teresa Menguiano Romero y José Luis Lobo Moriche:

José-Luis-Lobo.jpg-Amigos, explicadnos de dónde sale la necesidad de dar a conocer la represión a la que fue sometida la ciudad de Cortegana…

-La Guerra Civil fue un tema tabú para nuestros padres y abuelos debido a muchas circunstancias, pero sobre todo a los miedos de los vencidos y las vergüenzas de los vencedores al haber participado en unos actos fascistas que enmascararon unos doscientos asesinatos, múltiples humillaciones y más tarde ser conscientes de que el fascismo fue el causante del final del periodo cultural más brillante de la historia de Cortegana. La represión continuó tras el fin de la contienda y surgió la guerra del hambre. Muchos de los descendientes de aquella generación sufrieron las causas de un estado dictatorial y autárquico pero los autores de este libro no formamos parte de las generaciones que interpretaron su historia personal bajo la voluntad de otros, por lo que creemos que ya es hora de que se conozcan los hechos tal como ocurrieron aunque algunos crean que es malo para la convivencia. Además, necesitamos conocer dichos hechos porque constituyen una lección de vida, de sociedad y de política.

-Me imagino que esa necesidad tiene mucho a ver con el mal tratamiento de la memoria, de la historia, de la represión, ¿no?

-Claro, el franquismo homogenizó a muchos corteganeses, aniquiló sus ideas y les hizo creer que eran jefes y como jefes se comportaban al servicio del fascismo. Para tales fines el aparato estatal contaba con todos los medios a su alcance: la Causa General, la prensa provincial, la Escuela, la Iglesia, el poder militar no sólo para justificar el golpe de estado de julio de 1936 sino para perpetuar sus fines; pero el franquismo no tuvo barreras y aquellos corteganeses de clase obrera que se habían señalado en los actos represivos fueron poco a poco abandonados no sólo por la colectividad de la posguerra sino también por el propio franquismo.

-Pero hay mucho más porque vosotros realizáis una investigación, un estudio, una reflexión sobre la Cortegana de la II República, los tiempos inmediatos antes de la Guerra, el Golpe, los primeros días del Golpe, la defensa de Cortegana, la toma de Cortegana por Redondo, la instalación de los franquistas, el cómo los republicanos, algunos de ellos, se esconden en la Sierra. Todo esto, amigos, antes de entrar, digamos, en el tema central que es el de la represión. Era imposible hablar de esto último sin referirse ni tratar los temas que enumerábamos, ¿no?

-Para comprender el estado caótico en lo social, económico y cultural en que quedó Cortegana tras el 1 de abril de 1939 es imprescindible conocer cómo era la villa durante la Dictadura de Primo de Rivera y la II República, la época de mayor esplendor cultural y económico. Hay que resaltar que Cortegana contó, desde 1924 hasta 1929, con un alcalde respetado y aceptado tanto por las derechas como por las izquierdas, un alcalde que potenció al máximo las artes y la cultura. Luego, en 1930, se produjo un vacío de poder como consecuencia del desbarajuste político en que vivía el país, en un año hubo seis alcaldes. Esto hizo que en Cortegana hubiese un movimiento ciudadano que luchó para instaurar la República, dirigido por gentes ilustradas tanto de izquierdas como de derechas. Fue a partir de las elecciones de 1933 cuando hubo una fracción social entre derechistas e izquierdistas y que estallaría tras el golpe de estado. También se analizan detalladamente los treinta y dos días en que Cortegana se preparó para la defensa de la villa tras el golpe de estado y los atropellos cometidos por los izquierdistas: detenciones domiciliarias, robos de ganado, asaltos del cuartel de la Guardia Civil, la Casa Estrada e iglesias y ermitas.

Teresa-Menguiano.jpg-¿Cómo fue la instalación de los alzados y sublevados franquistas en Cortegana, cuáles fueron sus primeras medidas y cómo se fueron asentando?

 -El comandante Garrigós, segundo jefe de las fuerzas rebeldes, veraneaba en Cortegana y fue él quien planificó la toma militar y adoptó las primeras medidas represivas y administrativas. Enseguida destituyó el Ayuntamiento y las juntas de las sociedades de izquierdas, permitió el saqueo de las tiendas de los izquierdistas, las primeras detenciones y los primeros fusilamientos de los izquierdistas que no habían huido. Aunque fuera el comandante Redondo quien decretó el estado de guerra y controló las oficinas de Correos y Telégrafos, correspondió al comandante Garrigós la elección de la primera Gestora Municipal y quien recalcó las directrices ideológicas de los sublevados. Incluso fue el propio Garrigós quien se preocupó por el extraño comportamiento pasivo de la Guardia Civil y Carabineros durante los días en que se produjeron los desmanes de los izquierdistas. En este sentido, fue fusilado un miembro del cuerpo de Carabineros. 

-Volvamos un poco atrás:¿cómo recibió a la II República este pueblo de la provincia de Huelva?

-Hemos mencionado que los ilustrados de Cortegana, tanto de derecha como de izquierdas, proclamaron en 1931 la necesidad de un cambio político. Ese deseo de República no era novedoso en la villa. Ya, en 1872, los republicanos federales eran mayoría y durante los años finales del siglo XIX existía un Comité Republicano, un Casino Republicano, un Centro de Unión Republicana y muchos corteganeses suscritos a El Motín, un periódico anticlerical. Luego, hubo un periodo largo de tiempo de oscurantismo republicano debido a circunstancias históricas y el republicanismo no se avivó hasta las vísperas de las elecciones de 1931. En el libro aparece un panfleto firmados por tres corteganeses que se alzaron como cabecillas para propagar la necesidad de la República. Es un documento de un valor extraordinario: resaltan la idea de que ha llegado el momento histórico en que el pueblo español quiere hacerse dueño de su destino, unas elecciones que tienen el carácter de Cortes Constituyentes porque para ellos la Monarquía tiene planteada su muerte legal. Es un alegato revolucionario, pues de no aceptase la solución jurídica vendría la acción revolucionaria que en este caso, para ellos, sería provocada por la Corona y las derechas. 

-¿Se “respiraba” , “se presentía” cierta amenaza de alzamiento en Cortegana?

-Sí, sobre todo en las barriadas mineras de Valdelamusa y San Telmo. Incluso un dirigente socialista de Valdelamusa preparó desde Madrid el control que los socialistas de la barriada deberían acometer contra los dirigentes de las minas. En el Ayuntamento algo sabrían de ciertas amenazas, pues unos diez días antes del golpe de estado la mayoría de los concejales se desentendió de la vida municipal y el alcalde trató de ausentarse.

-¿Cómo fue el Golpe y hacer frente al mismo?, me refiero hasta la entrada de la Columna Redondo-¿Y cómo fue la entrada de esta columna?

-El 18 de julio de 1936 el líder socialista Ceferino Pelegrín, teniente de alcalde, asumió la defensa de la villa en contacto permanente con el gobernador civil; y, tras la toma de Huelva, estuvo a las órdenes de su delegado en la Sierra. Pelegrín diseñó el plan de la defensa: montó las guardias y patrullas, controló las sociedad de derecha Gran Casino y a los derechista, promovió la ayuda a los milicianos que luchaban en los alrededores de Sevilla, se preocupó de controlar la frontera portuguesa, se hizo con todos los explosivos que había en los comercios autorizados, favoreció la fabricación de bombas, la incautación de las armas de gentes de derecha, participó en el desarme de la Guardia Civil, aunque la propia prensa franquista reconoció que Pelegrín intentó detener los asaltos a las iglesias y ermitas, cosas que no pudo evitar. El 20 de agosto la columna Redondo entró en Cortegana sin oposición alguna.

-Los hubo que tuvieron que marchar a la Sierra, los primeros de la Sierras, los primeros que se echaron al Monte, algo así como los primeros maquis, ¿no?

-Por el Comité de Enlace los izquierdistas conocían los movimientos de la Columna Redondo y cómo los pueblos de la Sierra eran tomados. Así que la mayoría de los concejales y de izquierdistas prepararon la huida. La mayoría huyó hacia la zona extremeña que aún no había sido tomada por los rebeldes, muchos murieron en el frente de Llerena y otros alcanzaron Madrid, aunque muchos corteganeses se escondieron en los montes cercanos. Nos referimos a la toma de la villa porque los huidos de las barriadas mineras huyeron casi en su totalidad hacia las sierras de Cortegana y Aroche. Hay que resaltar que los huidos procuraban evitar los enfrentamientos con las fuerzas rebeldes, sobre todo aquellos izquierdistas que se mantenían escondidos en lugares cercanos al pueblo y que se mantenían gracias a la solidaridad de algunos corteganeses. En cambio, los huidos de muchos pueblos serranos y andevaleños que se escondían en las sierras más profundas del término municipal de Cortegana se organizaron en dos campamentos que llegaron a albergar a unos doscientos fugitivos y que sí se comportaron violentamente en algunos de sus asaltos, sobre todo en el asalto que hicieron en agosto de 1937 a la barriada de San Telmo y que provocó los asesinatos de nueve civiles. Fue tal la actividad de estos fugitivos, que Queipo de Llano decretó de nuevo el estado de guerra en la zona y que se incrementara la presión militar y represiva sobre los huidos, sus familiares y quienes les daban cobertura.

-El poder franquista tal como va pasando la guerra y se va decantando la balanza a favor de los alzados se instaura gracias al escarmiento y a ese carácter , casi avasallador que va tomando, como una apisonadora….mucha gente entre los represaliados, directos e indirectos, ¿no?

-Ya hemos aludido a ellos, el franquismo no tuvo barreras. En Cortegana no sólo los izquierdistas sufrieron la represión, hemos contabilizadas quinientas cincuenta personas que sufrieron las consecuencias del golpe militar, también algunos derechistas las sufrieron: un carabinero fue fusilado, el alcalde de la primera Comisión Gestora cesado por no valer para la causa franquista, un guardia cívico sufrió un sumario, un falangista condenado a ocho años de prisión e incluso el primer comandante militar de Cortegana fue expedientado, algo insólito. A la represión dedicamos cerca de trescientas páginas del libro. De los doscientos izquierdistas fusilados, hemos detallado documentalmente unos ciento setenta, se nombran a todos los corteganeses que sufrieron expedientes políticos y resumimos casi un centenar de sumarios contra los izquierdistas, -

-La censura era un instrumento más que les funcionó y no poco...-Pero, además el aparato propagandístico ¿cómo era y funcionada?

-La censura a seguir por las autoridades municipales al servicio de los rebeldes quedó clara en el documento que el comandante Redondo redactó enseguida tras la toma de la villa. El comandante militar ejercía como censor de toda la correspondencia y controlaba tanto el contenido de la misma como todos los aderezos externos que vitorearan al franquismo y al aparato del estado, controlaba Correos y Telégrafos. La prensa provincial, sobre todo el diario Odiel a través de su corresponsal, marcaba en el municipio el rumbo ideológico que los corteganeses tenían que tomar, pero se percibe que las crónicas eran enviadas por la comandancia militar y Falange pues el corresponsal nunca firmaba.

-Todo esto contaba con la ayuda de la Iglesia, ¿no es así?

-También la Iglesia, representada por un coadjutor, fue pieza clave en controlar ideológicamente a los corteganeses. En cuanto a la participación del cura propio en sus informes contra los izquierdistas fue poco frecuente y no supusieron un agravante sus informes, pues apenas participó al estar enfermo. Así que la Iglesia, como auspiciadora y justificadora del golpe militar, estuvo representada por el coadjutor, un hombre que potenció al máximo la parafernalia fascista dentro de los templos y que asumió el lenguaje fascista que las estancias superiores trasladaban a las autoridades municipales.

-La represión y  la guerra, también dejó a deportados y exiliados. Habladnos, brevemente, de ellos

-Es extenso y detallado el capítulo dedicado a deportados y exiliados. Tres corteganeses murieron en los campos de concentración levantados por los nazis y probablemente otros dos más. Por suerte contamos con cincuenta cartas escritas por el deportado corteganés José Sánchez Vázquez, que son de un valor histórico extraordinarios, y a través de las cuales conocemos la situación de estos hombres que por motivos del azar sirvieron en el bando republicano frente a amigos suyos o incluso familiares. Seguimos a través de esas cartas, el final de un soldado vencido, sus reflexiones sobre la guerra, el distanciamiento de sus familiares, el ánimo que trasmite a sus seres queridos, el paso por el campo de concentración francés de Septfonds, la incorporación a un batallón de trabajadores, el ambiente prebélico que se vivía en Francia, las dudas que se plantea para entregarse a las autoridades franquistas, la solidaridad mostrada hacia otros soldados vencidos y a los que les brinda su ayuda como enseñante, cartas que llegarán después desde el Stalag XI-A y que cesarán una vez que sea internado en el campo de Mauthausen. Luego, las cartas se complementarán con decenas de escritos de su padre dirigidos a los estamentos europeos que controlan los nazis, a la Cruz Roja internacional y al propio jefe del campo de Mauthausen.

-¿Amigos me imagino que el proceso de documentación, entrevistas, recogida de testimonios, más o menos directos, debió de ser de lo más laborioso, pero, a la vez, de lo más edificante, ¿no?

-Aunque el trabajo, individualmente, lo iniciamos hace varias décadas con la recogida de testimonios orales y presenciales, ha sido durante los últimos tres años cuando conjuntamente nos volcamos a darle forma a nuestro libro. Decenas de corteganeses que vivieron de cerca los hechos narrados nos los testificaron detalladamente: hombres y mujeres represaliadas, familiares de fusilados, hombres obligados a participar en las batidas contra los huidos, familiares del enterrador de los fusilados, testigos..., pero también hemos dado la voz a jefes de batidas, guardias cívicos, falangistas e incluso a uno de los comandantes militares del pueblo. En esto, el libro tiene mucho de abierto y colectivo. La maraña judicial franquista ha podido ser revelada, en gran parte, gracias a los testimonios de muchos hombres y mujeres del municipio que se nos han mostrado valientemente. Ha sido fundamental la aportación de documentos y fotografías aportadas, sobre todo las pertenecientes a la familia del deportado José Vázquez Sánchez.

En cuanto al proceso documental ha sido muy laborioso pero muy enriquecedor para los autores, una concatenación de hechos que no tiene fin, un cúmulo de sorpresas que nos hacían que tratáramos de descubrir los ocultamientos del régimen franquista y buscar la verdad entre tantas mentiras. Vital ha sido el Archivo del Tribunal Militar de Sevilla y que la Diputación de Huelva ofrece digitalizado. Además hemos consultado el Archivo Municipal, los censos de niños huérfanos de la guerra, las hemerotecas de más de treinta diarios y revistas distintas, la Biblioteca Nacional...

-Y cuando hay tanto que volcar en negro sobre blanco, además siendo dos plumas ¿cómo lo hacéis?, me refiero a la metodología de trabajo de cada uno de vosotros y , a la vez, a la conjunta…

-Aunque nos separan unos años de edad, Teresa fue alumna de José Luis, hemos trabajado muy duro al sistematizar los datos, darle forma al libro, confrontar nuestras apreciaciones sobre los hechos, tomar una posición consensuada, realizar los trabajos de recogida de material y testimonios, estudio de las más de cincuenta obras consultadas... En esto, hemos contado con la ayuda del historiador Francisco Espinosa Maestre y a él debemos el rumbo que ambos escogimos para que este libro haya resultado así.   

 

 

 


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La represión franquista en Cortegana.

María Teresa Menguiano Romero, José Luis Lobo Moriche

Prólogo de Francisco Espinosa Maestre

632 páginas        17 x 25 cms.
20,00 euros
Autoedición


 

 

Índice

 

Prólogo de Francisco Espinosa Maestre................11
Introducción................17

Capítulo I: Cortegana antes de la Guerra Civil................27
1.1. La vida municipal y la cultura en Cortegana durante la Dictadura de Primo de Rivera: Daniel Caballero Caballero................29
1.2. Las Sociedades recreativas y culturales: el Gran Casino, el Nuevo Casino, el Centro Artístico Los "Amigos del Arte" y la Biblioteca Pública Municipal................38
1.3. La lucha de los ilustrados de Cortegana contra la Monarquía................47
1.4. El triunfo republicano en Cortegana................56
1.5. La poesía social de Vicente Roldán Vázquez................78


Capítulo II: El golpe militar y la defensa de Cortegana................85
2.1. El golpe militar................85
2.2. La defensa de Cortegana................87
2.3. Los desmanes cometidos por los izquierdistas................109
2.3.1. El desarme de la Guardia Civil................109
2.3.2. El ataque a las iglesias y ermitas................116
2.3.3. El asalto a la casa Estrada................140


Capítulo III: La toma de Cortegana por la Columna Redondo................145

Capítulo IV: La Sierra: un escondite para los fugitivos................163
4.1. Los huidos................163
4.2. Las batidas................193

Capítulo V: El poder franquista................215
5.1. Las tres Gestoras Municipales................215
5.2. La organización militar y cívica................229
5.2.1. Personal militar y cívico................229
5.2.2. La Falange................234
5.2.3. La Falange femenina................240
5.2.4. La Guardia Cívica................246
5.2.5. La presencia del Requeté: Margaritas y Pelayos................247

Capítulo VI: La censura................257

Capítulo VII: El estado de necesidad................263

Capítulo VIII: La cultura franquista y la propaganda................275

Capítulo IX: La represión en Cortegana................303
9.1. Los fusilamientos................303
9.2. Los paseos de mujeres................354
9.3. Las incautaciones de bienes................358
9.4. Las depuraciones de funcionarios y los Expedientes de Responsabilidades................364
9.5. Sumarios abiertos en Cortegana................372
9.5.1. Los Consejos de Guerra................372
9.5.2. Causas abiertas a dos carabineros, un gestor municipal, un guardia cívico, un falangista y un comandante militar................379
9.5.3. Sumarios contra izquiedistas domiciliados en Cortegana................386
9.5.4. Sumarios contra izquierdistas domiciliados en La Corte................521
9.5.5. Sumarios contra izquierdistas domiciliados en San Telmo y El Carpio................524
9.5.6. Sumarios contra izquierdistas domiciliados en Valdelamusa................537
9.6. Otros corteganeses presos en la Prisión Provincial de Huelva................553

Capítulo X: Después de la Guerra................559
10.1. Exiliados y deportados................559
10.2. Cortegana en la posguerra................574

Conclusiones................593
Bibliografía................599
Relación de fuentes documentales................603
Fuentes orales................604
Fuentes hemerográficas................606
Referencias webs................607
Anexos................609



 


Presentación de "La represión franquista en Cortegana"

Texto de José Luis Lobo Moriche:

Foto-Papá.jpg   Hoy es un día muy importante para el municipio de Cortegana y, por supuesto, para mí. Haber trabajado con Teresa Menguiano durante varios años en un proyecto común de investigación sobre una de las épocas más oscuras de nuestra historia local supone un gran orgullo, porque Teresa fue alumna mía en su etapa escolar de EGB; y que, 25 años después, maestro y alumna emprendan una obra conjuntamente no es muy frecuente. Contento porque Cortegana cuenta actualmente con un grupo de jóvenes historiadores: Teresa Menguiano, José Francisco González, José María Sánchez, Pablo Borrallo, José Manuel Muñoz, Rocío Postigo... ilusionados con adentrarnos en las distintas épocas que vivieron nuestros antepasados, aunque esta jornada cultural de hoy se vea enturbiada por el poco ánimo que muestra nuestro Ayuntamiento por impulsar investigaciones importantes para nosotros como supone esta acción cultural que Teresa y yo hemos emprendido. El libro que presentamos, por sus características formales, nos ha supuesto un alto coste. Nos hubiese gustado que nuestras autoridades, tanto locales, provinciales y autonómicas, hubieran colaborado en acercar a nuestras gentes, de manera más económica, parte importante de la historia de nuestro municipio, porque creo que este libro es el primer intento serio de tratar que la vida en la villa de Cortegana está entrelazada con las de sus aldeas y barriadas mineras a las que muchas veces vemos equivocadamente como territorios distantes y sin formar parte de nuestro acervo histórico y económico. Sinceramente, creo que hemos perdido una gran oportunidad, ¡pero no hay más leña que la que arde!

   Seréis vosotros quienes valoraréis o no nuestro libro, que arranca con una portada y contraportada dibujadas magníficamente por Rocío Menguiano Romero, hermana de Teresa, que refleja artísticamente instantáneas con mucha fuerza expresiva.

   No es corriente que uno de los historiadores más prestigiosos de España, Francisco Espinosa Maestre, prologue un libro. De verdad me siento, nos sentimos, protegidos por Espinosa cuando Teresa y yo nos hemos asomado al precipicio de esas quebradas que supusieron el levantamiento militar de julio de 1936 y la consiguiente Guerra Civil. Digo protegido, porque Espinosa ha allanado nuestro constante caminar en busca de las fuentes documentales y bibliográficas que consultamos; y haber tenido un guía tan versado, nos ha atenuado las dificultades de la empresa emprendida. Desde aquí el reconocimiento a un hombre que se vació en derramar buenos sentimientos humanos y excelentes apreciaciones frutos de su sabiduría.

   Ni Teresa ni yo formamos parte de aquella generación de hombres y mujeres que fueron actores y espectadores de las graves vejaciones cometidas a muchos corteganeses. Nuestros padres o abuelos siempre guardaron un silencio reservado, debido a muchas causas o circunstancias derivadas del miedo o  haber participado en una parafernalia fascista que la mayoría no había buscado. En realidad, ellos fueron víctimas de vivir el momento histórico del nacimiento de marxismo y de las corrientes fascistas en Europa, y sufrir las consecuencias derivadas de que los diferentes líderes políticos, militares, sociales y religiosos de España no fueran capaces de entenderse en paz y democracia. Nosotros, por fortuna, no tenemos que interpretar nuestra historia personal bajo la voluntad de nadie, por lo que podemos conocer los terribles hechos ocurridos tal como sucedieron y con la carga emocional que nos transmitieron muchos de los testigos.

   Algunos pensarán que este intento de descorrer el telón de una parte de nuestra Historia es malo para la salud moral de España y de nuestra convivencia. No, son sus detractores quienes  ignoran la dimensión universal del conflicto; nosotros hemos intentado abrir las páginas de un gran libro que contiene muchas lecciones de vida, de política y de sociedad para nuestros hijos y nietos, con un mensaje final de que la rebelión militar de julio de 1936 fue un conflicto surgido por la intolerancia a comprender que caben diferentes visiones del mundo, que la violencia nunca puede ser elemento dinamizador de la sociedad y que la aniquilación de las ideas y la homogenización social  conducen irremediablemente a la tragedia.

   Siempre me atrajeron las leves referencias de nuestros mayores sobre la Guerra Civil, y leí cuanto pude sobre ella. Cuando Teresa y yo iniciamos este libro, yo creía que sabía algo acerca de los sucesos ocurridos en nuestro pueblo. ¡Qué equivocado estaba! ¿Quién me iba a decir a mí que mi propio padre estuviera zarandeado por los avatares fascistas? Si asumimos que nuestros padres y abuelos todos fueron víctimas, habremos dado un gran paso adelante para interpretar, sin apasionamientos, lo ocurrido.

   Arranca nuestro libro con un estudio de la figura del alcalde Daniel Caballero Caballero durante la Dictadura de Primo de Rivera, el auge económico de Cortegana y la casi esclavitud en nuestras barriadas mineras..., y entonces nos llevaremos algunas sorpresas sobre las sociedades recreativas y culturales de la villa, oiremos las voces enfrentadas de los socios conservadores con los republicanos, y nos asombraremos de que, posteriormente a Daniel Caballero, hubo seis alcaldes en un año, motivado por la descomposición política que vivía nuestro país; o quedaremos asombrados de la vitalidad con la que se luchó en Cortegana por instaurar la República. Os adelanto que algunos corteganeses de derecha e incluso gente de extrema derecha iban en la lista del bloque republicano-socialista.

   Aunque la victoria republicana fue interpretada como la pérdida del poder que perpetuaban los Sánchez Dalp de Aracena, el cambio político originó en nuestro pueblo una incipiente confrontación social a la que se le juntaron algunos problemas que Cortegana casi desconocía. Pero no todo fue conflicto, el auge cultural se mantuvo a pesar del constante analfabetismo de las mujeres y los esfuerzos hechos por Daniel Caballero, el médico Romero Rabana y la administración local republicana por incentivar la lectura. Entonces nos sorprenderemos de que la Biblioteca Municipal de la calle Olmo fuera considerada en Madrid como ejemplo para toda España y que las diferentes Corporaciones Municipales republicanas se preocuparan por solucionar problemas que aún hoy se mantienen.

   Tras las elecciones de 1933 surgieron los "cambios de chaqueta", corteganeses que habían luchado como socialistas por derrocar a la Monarquía se hicieron de extrema derecha y el hacendado Manuel Toribio Vázquez, Potrico, consiguió la Alcaldía; y, como consecuencia de ello, en Cortegana incidió algo la Revolución de Asturias, incluso uno de nuestros vecinos murió en las revueltas de los mineros asturianos y desde nuestro pueblo muchos izquierdistas de la Cuenca Minera fueron conducidos a la cárcel de Huelva, además de ser clausurada la sede socialista; pero las protestas y el estado de crispación social se hicieron versos líricos en boca del corteganés Vicente Roldán Vázquez.

   Después del triunfo del Frente Popular, la situación era muy complicada para los vecinos de Valdelamusa y San Telmo; entonces oiréis sus voces de queja en coplillas de carnaval o en cartas de desesperación a los líderes políticos provinciales. ¿Y cómo procedió nuestro Ayuntamiento ante el problema de la escasez de recursos? Pues lo hizo con huelga y con las dimisiones del alcalde y los concejales ante el gobernador civil.

   Tras el golpe de estado, Cortegana vivió treinta y dos días aislada y te ofrecemos la oportunidad de que conozcas detalladamente cuanto ocurrió durante la defensa que se programó en la villa. Cuando leas tan convulsos episodios, concluirás qué ajeno estabas a los acontecimientos padecidos por nuestros padres y abuelos día a día. Conocerás todos los momentos del desarme de la Guardia Civil, los funestos ataques a las iglesias y ermitas de Cortegana; y te harás preguntas sobre cómo pudo ocurrir que parte de un pueblo culto se sumara a participar en tales atropellos, a pesar de que descubras asombrado que el anticlericalismo en Cortegana estuvo mucho más acentuado durante el primer cuarto del siglo XX que en la misma República o que nuestras autoridades municipales no pudieron impedir el asalto a la casa Estrada.

   Luego, conocerás uno por uno a los militares rebeldes que tomaron Cortegana, sus decisiones administrativas y los primeros fusilamientos de izquierdistas. Te hablaremos de todos los huidos, de los campamentos de fugitivos, de sus penalidades, de las partidas, de la solidaridad, de los crímenes cometidos por ciertos huidos, del terrible asalto a San Telmo, del ataque al tren en Valdelamusa, de las batidas contra los huidos como ejemplo claro del enfrentamiento de convecinos que un tiempo atrás vivían en armonía y celebraban conjuntamente actos culturales..., y de cómo la banda municipal tocaba en las esperas a los fugitivos abatidos.  Reflexionarás sobre el poder franquista en Cortegana, las tres Gestoras Municipales, el comportamiento agresivo de los nuevos alcaldes, la homogeneidad social de nuestros padres y abuelos, te presentaremos a todo el personal militar y cívico que se pasean por nuestras calles, a la Falange con sus acciones surrealistas y a las mujeres y niños de Cortegana al servicio del fascismo. Leerás lecciones sobre la censura, el estado de necesidad, la cultura y la propaganda franquistas, o lecciones que analizan el lenguaje fascista impuesto a los vecinos de Cortegana. Oiremos también otras voces: la del comandante Militar Dionisio Hernández Álvarez y la del párroco José Barriga Coronel de quien te sorprenderá su actitud valiente y cristiana ante los problemas que vivía el pueblo de Cortegana durante la posguerra, una postura muy opuesta a la de los coadjutores, uno borracho y apartado de los fines del cristianismo y otro que sirvió intensamente al franquismo durante la guerra.

   Páginas apartes constituyen las trescientas dedicadas a la represión franquista: unos doscientos asesinatos, ocho mujeres fusiladas, menores de edad encausados, cientos de años acumulados de prisión..., llegaron los paseos de mujeres, la depuración de funcionarios, los expedientes de responsabilidad, los Consejos de Guerra, las Causas abiertas a vecinos de derecha, a carabineros, a gestor municipal, a falangista e incluso, ¡sorpréndete! al propio Comandante Militar de las tropas sublevadas. Sumarios que nos aportan datos increíbles y nos aclararán muchas de las dudas y lagunas que tenemos. Algunos de esos sumarios se saldaron con cinco penas de muerte y una cadena perpetua. Los hechos ocurrieron muy cerca de este casino: en la taberna que aún muestra en su fachada las iniciales T.O.G de su dueño, en un banco del Paseo y en el Centro Artístico.

   Uno por uno te presentaremos a los encausados y cómo éstos tratan desesperadamente de defenderse de sus acusadores; y tú irás apartando la maraña judicial franquista para buscar la verdad entre tantas mentiras usadas con las que los fascistas intentaban justificar lo injustificable.

Gracias.

José Luis Lobo Moriche nació  en Cortegana, en 1949. Casi toda su vida ha transcurrido en su pueblo natal, dedicado a sus grandes pasiones: el campo, la caza, la familia, los amigos, la Escuela, los libros... Ejerció como maestro nacional y, una vez jubilado, ha escrito varios relatos: El Acebuchal, ¿Atlante, colaborador de las tinieblas?, La Raya de los malditos, Arochones, La luz encerrada, Relatos cortos y Cartas en la agonía.



Texto de María Teresa Menguiano Romero:

 

Teresa Menguiano.jpgGracias a todos por acompañarnos en este día tan especial para nosotros. Después de años de intenso trabajo, hoy presentamos nuestro libro La represión franquista en Cortegana. Este título no fue el originario, casi hasta el final el libro se llamó: La Guerra Civil en Cortegana pero el historiador Francisco Espinosa Maestre, el autor de La Guerra Civil en Huelva, quien se ha prestado a revisarnos la obra y a escribir el prólogo, nos comentó que de haber podido hubiera cambiado el título de su libro pues en Huelva no hubo guerra, sino represión. Entonces decidimos que era cierto, y ya que habíamos decidido llamar a las cosas por su nombre, el libro se titularía: La represión franquista en Cortegana.

 

Tendría que regresar al curso 2011-2012 cuando, a raíz de un trabajo con mis alumnos de 2º de bachillerato, nació la idea de escribir este libro. Las historias sobre la Guerra Civil que habían recopilado me sobrecogieron y, ese mismo verano empecé a entrevistar a algunas de esas personas, incluyendo los testimonios de mi abuela Isabel y mis tías las Cominas, a pesar de que las suyas me las sabía de memoria. Menos mal, porque en dos o tres años esas personas han ido falleciendo. Además, decidí hacer un Máster de Investigación y, cada vez que encontraba un hueco, accedía a la página de la Diputación donde están publicados los sumarios de los represaliados de Huelva y comencé a leer, uno a uno, los Consejos de Guerra de los corteganeses. Con la información de los sumarios escribí un artículo que se publicó el año pasado y sobre el que di una conferencia en la Sociedad Nuevo Casino cuyo título era: “¿Quién fue Pelegrín? La defensa de Cortegana ante la llegada de los nacionales”. A finales del año 2014, redactando el que iba a ser mi primer artículo, me encontré con Pepe Luis. Él sabía por sus hijas que estaba investigando sobre la Guerra Civil en Cortegana y, dado que él ya tenía mucha información recopilada al respecto, me propuso hacer un libro conjunto. Desde entonces hasta ahora nos lanzamos a investigar sin descanso este tema que tanto nos apasiona. Y este ha sido el resultado.

 

Somos conscientes de que la publicación de este libro va suscitar mucha polémica porque hoy día sigue siendo un tema tabú; pero también sabemos que muchos vecinos estarán agradecidos de que por fin se escriba sobre los hechos ocurridos en Cortegana durante la Guerra Civil porque piensan que ya es hora de dejar de mirar para otro lado, y que hay que conocer la Historia para aprender de ella. De todas maneras, aprovecho la ocasión para deciros que este es un estudio muy serio, en el que Pepe Luis y yo hemos trabajado muy duro.

 

Para que se hagan ustedes una idea, en cuanto a la bibliografía, se han consultado más de 50 libros y artículos, destacando varias obras del escritor Espinosa Maestre. Entre ellas sobresale, como no podía ser de otra manera, La Guerra Civil en Huelva. En su libro, Espinosa recopila una amplia lista de fusilados de izquierda, que son los que encontró en el Registro Civil, pero hubo muchos más que no fueron registrados como difuntos y gracias a los testimonios orales que han participado en esta obra, así como otro tipo de fuentes escritas como los sumarios o documentos del archivo municipal, a los nombres que aparecen en la lista de Espinosa hemos añadido unas 80 personas más, sabiendo que aún quedan muchos más por registrar.

 

Otra fuente bibliográfica consultada es la obra del padre COPADO titulada Con la Columna Redondo. Combates y Conquistas. Crónica de Guerra. Este cura formaba parte de la columna Redondo que entró en Cortegana el 20 de agosto de 1936 participando en la represión llevada a cabo por las tropas franquistas.

           

También se recoge la autobiografía titulada Perfiles de la vida de un sacerdote siempre joven de otro cura, don José BARRIGA CORONEL. Este cura llegó a Cortegana a principios de la Guerra y cuando en los consejos de guerra le preguntaban sobre el comportamiento izquierdista de algún corteganés, él siempre decía que llevaba poco tiempo en el pueblo y que, por tanto, no conocía al encartado. Nunca habló mal de nadie.

 

            Hay un libro muy interesante Militares y Sublevación 1936. Diez días de duda. Un mes de guerra  escrito por GIL HONDUVILLA, J. que nos narra la difícil situación que vivieron los guardias civiles del cuartel de Cortegana los primeros días de la guerra.

 

Se han consultado autores de la talla de Dulce Simoes, a quien también le agrademos hoy todo el apoyo que nos ha ofrecido para la realización de esta obra.

 

Los Expedientes Carcelarios de Cortegana de ANTEQUERA LUENGO, J. J. y LUENGO JIMÉNEZ, J. J. donde se recogen todos los corteganeses que estuvieron en la cárcel provincial. Las memorias de un represaliado de El Cerro de Andévalo SUERO SERRANO, L.: Memorias de un campesino andaluz. O la obra también muy conocida de RAMÍREZ COPEIRO DEL VILLAR, J.: En tierra Extraña: El exilio republicano onubense.

           

Se recogen artículos de historiadores de Huelva como el de FERIA VÁZQUEZ, P. y VÁZQUEZ LAZO, J. M.: "Los expedientes de incautación de bienes. El caso del Partido Judicial de Aracena” que versa sobre la presión ejercida sobre las personas represaliadas. "La Guerra Civil en Aracena",  de Mario RODRÍGUEZ GARCÍA, ha sido otro referente. Así como el trabajo de Félix SANCHA SORIA sobre los guerrilleros "El final de la guerrilla en las sierras de Aroche y Aracena. La Harca de Robles"

 

            No nos hemos olvidado de otro historiador local, me refiero a J. F. GONZÁLEZ VÁZQUEZ que ha escrito un libro sobre la Historia de Cortegana que en breve publicará la Diputación.

 

            Las fuentes hemerográficas constituyen un pilar fundamental para esta obra. Se ha consultado muchos periódicos de la época hallados en las diferentes hemerotecas: ABC, Odiel, Diario de Huelva, El Imparcial, El Motín, El Socialista, El Sol, Heraldo de Madrid, Huelva Información…entre tantos otros.

 

Los archivos visitados han sido el municipal, donde hemos encontrado bastante información relativa a nuestro pueblo. Entre los legajos destacan: las Actas Capitulares, si bien es cierto no ofrecen una información muy relevante en estos años; los legajos de La Correspondencia de los primeros años de la guerra son interesantísimos, así como los Expedientes Generales de Policía y Defensa, el Auxilio Social y otras asistencias, los Informes respecto a presos militares, Sedes de Obreros de Cortegana otro legajo titulado Relación de necesidades del municipio (que nos ha dado los nombre de muchos huérfanos y por tanto nuevos nombres de fusilados) Y el Padrón de habitantes del año 1935 que nos ha ayudado a resolver muchas dudas, incluso nos ha revelado algún dato nuevo sobre represaliados.

 

El Archivo del Tribunal Territorial Militar II de Sevilla custodia un gran número de sumarios a corteganeses y corteganesas a los que se les abrió un Consejo de Guerra a partir de 1937. Más de 50 expedientes, entre la localidad y las aldeas, que aparecen recogidos en uno de los últimos capítulos de este libro. Algunos de ellos con sentencia favorable fueron absueltos, otros con penas de prisión que incluían la cadena perpetua y otras sentencias en las que se declaró la pena muerte. Estos consejos de guerra sumarísimos están publicados en la web de la Diputación de Huelva, en la sección de Memoria Histórica, para quien los quiera consultar. La información más relevante que se extrae de estos juicios versa sobre los 32 días en los que el ayuntamiento de Cortegana se preparó para defender la República, pues los expedientados son acusados de “rojos” y por tanto los juicios militares tratan de comprobar el grado de participación en aquella defensa.

 

En el Archivo Histórico Nacional se han hallado documentos de la Causa General y, por tanto, relativa a los destrozos que los izquierdistas ocasionaron a la Iglesia y sobre los asesinatos de Julián Castilla y de los nueve vecinos de San Telmo. Para los que no lo sepáis, la Causa General fue un proceso de investigación impulsado por el ministro de Justicia franquista en 1940 en el que se registraron todos los hechos protagonizados por la izquierda, es decir, una estrategia más de la propaganda franquista para justificar sus propios crímenes, durante y después de la guerra.

 

En el Archivo Histórico Provincial hay una lista de huérfanos de guerra que nos ha revelado la muerte de otros tantos corteganeses.

           

Finalmente, esta obra no hubiera sido lo mismo sin las más de 50 personas que nos han transmitido sus recuerdos de la Historia más triste de Cortegana; Muchos no están aquí (Clotilde, Magdalena, mi abuela Isabel, mis tías Carmen y Ana, Daniel, Dolores…) pero otros sí están hoy aquí con nosotros y a todos ellos quiero darles mi más cariñosa gratitud por la entrevista concedida y por haber asistido a este acto. ¡Cuántas lágrimas he visto caer!

 

 

 

Mª Teresa Menguiano Romero nació en Cortegana en 1978, localidad donde reside actualmente. En 2001 se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla y ejerce la docencia desde 2007, actividad que considera su verdadera vocación. Su reciente interés por la investigación le ha llevado a realizar un Máster en Métodos y Técnicas Avanzadas de Investigación Histórica por la UNED, cuyo título posee desde 2014. Los temas en los que se centran sus estudios son la Guerra de la Independencia en la Sierra de Huelva y la Guerra Civil en Cortegana.

 

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