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Cazarabet conversa con...   Mariano Coronas, maestro renovador y activista cultural de Sobrarbe

 

 

coronas(2).JPG-Bueno, Mariano al final me puedo sentar a conversar contigo…desde la faceta de maestro, hasta la faceta de “activista rural”, pasando por la de autor de prosa y poesía…Ahora, ya no ejerces de maestro, pero me da que uno no deja de serlo nunca… El oficio de enseñante, el de docente, el de ser maestro yo creo que debe partir desde lo más hondo, que es un trabajo vocacional… No todos tenemos la paciencia y la habilidad de congeniar el “arte de enseñar” con el tener que aguantar con un aula llena de niños y niñas, cada cual con sus necesidades, sus caracteres, sus particularidades… ¿Crees que la enseñanza en vez de ser tan encorsetada, se mide a todos por igual, debería ir por otros derroteros…como ser más libre, personalizada para cada alumno y alumna?

Evidentemente. Hace tiempo que se habla de la autonomía de centros, pero la realidad es que nunca antes se había visto tanto intrusismo de una parte de la administración educativa, especialmente en la exasperante evaluación que está volviendo locos a los docentes.  Esta incapacidad, mostrada hasta el momento, de ponerse de acuerdo las fuerzas políticas para consensuar un sistema educativo concreto es un defecto gordo que está pagando la escuela y el instituto, en primera instancia (y sobre todo, sus actores principales, el alumnado y el profesorado). Los cambios son frecuentes y los bandazos organizativos e ideológicos también. Todo ello genera presiones y tensiones indeseadas.

Creo que se echa de menos la pujanza que en otro tiempo tuvieron los Movimientos de Renovación Pedagógica (hoy venidos a menos, por diversas circunstancias). Estos colectivos, aunque nunca excesivamente numerosos, definieron espacios de sensibilización y reflexión, de toma de postura ante algunas medidas de la administración, de diseño de estrategias y materiales nuevos y alternativos y, sobre todo, fueron aglutinadores de inquietudes y generadores de fuerza pedagógica para afrontar el día a día en los centros.

En el marco posible (y deseable) de un consenso, se avanzaría también en una organización y desarrollo cotidiano del trabajo de aula con otras características. El centro de todo hay que situarlo en el niño, en la niña... Y la organización, la metodología, los materiales, los tiempos  deben estar al servicio de la máxima eficacia en el trabajo y del apoyo y cuidado necesario de niños y niñas. Hay unas batallas colaterales que desvirtúan el debate y la toma de decisiones: los poderes económicos presionan con los libros de texto o con los digitales; los políticos con la imposición ideológica (altamente perniciosa porque genera un continuo desconcierto); los religiosos porque siguen empeñados en que sea la escuela quien adoctrine en ese tema; los educativos por esa incapacidad de consensuar y esa narcisista necesidad de dejar el sello personal  desautorizando a los anteriores para poner en marcha su nueva ley... En el aula, el maestro o la maestra necesitan medios: los materiales que hagan falta y los humanos que se necesiten para que el alumnado esté bien atendido: el alumnado que llega de otros países, los niños y niñas con dificultades de aprendizaje, los que responden a unos perfiles más humanísticos o los que se acercan más a lo científico. Si no cambiamos el punto de mira, será difícil mejorar la atención personalizada, la resolución de variantes y conflictos, la formulación de hipótesis de trabajo más libres y abiertas (no conducidas por el libro de texto)

-Se están posicionando ciertas “corrientes “ de enseñantes y ciertos sectores de padres y alumnos que argumentan que son demasiados los deberes que se mandan a diario a los alumnos y en que a ciertas edades los niños y niñas de lo que menos tienen tiempo es de jugar…¿Qué opinas?

La jornada laboral de un niño es suficientemente larga como para que no la estiremos innecesariamente. De todos modos, aquí hay un discurso un tanto enrarecido. En líneas generales, hay muchos niños y niñas con una sobrecarga de actividades extraescolares que raya la locura. Y sorprende –y da mucha pena- que algunos de esos progenitores no se planteen que, después de que su hijo o hija han estado seis horas de clase, tengan todavía un estiramiento de jornada de dos o tres horas más... “Y luego los deberes”. En principio, si un niño o una niña hace todo el trabajo en el aula, no debería llevar nada especial para hacer en casa (por supuesto, nada de esos deberes repetitivos, como hacer diez multiplicaciones o diez divisiones o terminar “los ejercicios del libro...” Debe de haber una racionalidad y, desde luego, una tarea de coordinación (sobre todo en la ESO y bachillerato) para evitar que la suma de tareas mandadas desde varias asignaturas sea escandalosa... Luego hay una variable importante a tener en cuenta y es que son muchos los niños a los que sus padres no pueden ayudar en casa a realizarlos (porque su horario laboral se lo impide, porque no dominan el idioma, porque no tiene suficientes conocimientos para ello...) y eso crea una nueva desigualdad que se suma a la económica, a la social, a la cultural, etc.

Por otra parte, hay algunas alternativas más o menos razonables... Hay que tener en cuenta también quién los manda y cómo se mandan, para que el alumnado esté dispuesto a realizar algunas de las sugerencias que se le hacen, con un espíritu positivo y desterrando la mala gana inicial... En casa pueden aprovechar para leer, para ver un documental o una película, para escribir una carta, para pensar la solución de un acertijo o de una propuesta creativa; para avanzar un powerpoint o resolver una propuesta con sentido del humor, recoger una información de los abuelos o de los padres sobre cultura popular o aspectos de la vida de antes, para hacer (con ayuda) un postre o recoger algún recorte de prensa, escribir en el diario o una paginita del cuadernillo de escritura, preparar la noticia científica que hemos localizado en Internet y que tendremos que explicar al día siguiente en clase, escribir algún post en el blog de la clase, del colegio o de la biblioteca escolar, hacer un boceto sobre el proyecto iniciado o anotar algunas preguntas para la entrevista que haremos a una persona conocida... De entre toda esa larga lista de acciones –conocidas por chicos y chicas, desde principio de curso y realizadas también en el aula, podemos ir tirando de vez en cuando. Todo ello

coronas(5).jpg-¿Qué es lo que te hizo decantarte por la docencia?, ¿lo volverías a hacer?

Sí. Yo sería claramente reincidente. Aún reconociendo que las cosas no están como estaban. Cuando yo tenía ocho años y asistía a la escuela de Labuerda coincidí con un maestro (José María Lanao) –nacido en el pueblo- con el que me encontraba muy a gusto: hacíamos teatro, hacíamos salidas fuera del pueblo, celebrábamos carnaval, ayudábamos a los que no sabían leer a practicar la lectura... Recuerdo que fue, asistiendo a sus clases, donde sentí por primera vez que aquel trabajo me gustaba. Aquel maestro murió un sábado de noviembre de manera fulminante (seguramente de un infarto, entonces llamado muerte repentina) y yo quedé desolado... Cuando tuve que hacer el ingreso de bachiller y el examen para obtener beca, mis padres optaron a mitad de curso por llevarme a la escuela de Escanilla (el pueblo de mi madre) en el que la maestra (María Pilar Caro) solo tenía cinco alumnos (y conmigo seis). Era una estupenda maestra que vivía en casa de mi tía, donde yo me quedaba también, claro y, luego en bachiller, tuve como profesor en el instituto de L´Aínsa a Ánchel Conte que siempre ha sido un referente para mí en el tema educativo. Fueron tres maestros los que despertaron en mí la vocación de serlo. También debo decir que la economía familiar no permitía ningún “exceso”. Éramos cuatro hermanos y mis padres trabajaron muy duro, con la tierra y los animales, para que pudiéramos estudiar. Sin salir de la provincia no había muchas posibilidades; de modo que también esa circunstancia te abocaba a realizar aquellos estudios que pudieran cursarse en Huesca...

-Soy de las que pienso que un buen enseñante, un buen docente, aprende tanto o más que enseña. ¿Qué nos puedes comentar?

Así es. Pero para ello se han de dar algunas condiciones: que el docente tenga activada la curiosidad y el deseo de aprender; que la metodología que utilice le lleve a descubrir nuevas rutas con su alumnado; que promueva pequeños proyectos de investigación, utilizando diversas estrategias y materiales, entre otras cosas. Aprendes cómo funcionan los disparadores personales que controlan, modulan o implementan la atención, las ganas de trabajar, la curiosidad, la participación en lo colectivo, el carácter, el esfuerzo... Luego, en la preparación y el desarrollo de los proyectos, es necesario manejar fuentes informativas de la biblioteca escolar o de la del barrio, documentación digital, prensa, testimonios de otras personas... Todo ello, suma a la hora de visualizarte como un maestro o maestra en constante renovación, en permanente construcción... Creo también que la labor del maestro o la maestra debe centrarse, sobre todo, en invitar a razonar, a pensar, a investigar, a dudar, a preguntar, a observar, a elaborar hipótesis, a exponer, a leer, a escribir... Son verbos, todos ellos, cuya conjugación es altamente recomendable.

coronas(3).jpg-¿Qué te han enseñado, principalmente, tus alumnos y alumnas?

A ser más paciente; a entender bien las diferencias; a buscar estrategias nuevas para llegar a todos y todas; a valorar la espontaneidad; a tener una mirada diferente para poder ver bien la magnitud del problema o intuir la solución; a estar siempre preparado para la sorpresa; a dudar y no ser categórico... y que, hagan lo que hagan, todos y todas tiene un sitio en esta sociedad... Aprendí también que algunos límites naturales son difíciles de modificar, pero que otros, de índole social o económica, pueden ser franqueados con estrategias adecuadas y trabajo coordinado y cooperativo con otras personas.

Si a lo largo de un curso, hay días de todo  como es natural, imagínate en cuarenta años de trabajo...  Pero lo cierto es que compartir el tiempo diario de trabajo con chavales te rejuvenece, te hace experimentar y vivir momentos de mucha alegría. Te obliga a buscar soluciones creativas, al  fomento del sentido del humor para solucionar algunos conflictos o encararlos desde otro ángulo, a estar al día para contribuir a darles un baño de realidad que nunca podrán darles los libros de texto... Me enseñaron a ser exigente conmigo mismo y deduje que la honestidad, el sentido común, la coherencia y el compromiso con ellos eran los pilares sobre los que debía construir mi trabajo diario...Un maestro, una maestra están siempre aprendiendo (o deberían estarlo).

-Dejemos un poco atrás tu faceta de maestro, aunque seguro que es una especie de mácula (con buena estrella) que te acompaña en todo lo que haces… Creo que a tu manera eres un “activista”, un agitador de conciencias y para ello utilizas mucho la escritura: como “articulista”, por ejemplo, en tus colaboraciones en Las Nueve Columnas en Cuadernos de Pedagogía; con la manera particular que has tenido de acercar a los alumnos, la escritura (actividad que queda reflejada en “Modelos de escritura para el alumnado”) o con “Diarios intermitentes. En prosa y en verso” que, además que es lo más cercano en tiempo cronológico es como lo más íntimo y personal…¿cómo lo compaginas todo?

Hay dos principios a los que he sido fiel, desde hace muchos años. Cuando propongas algo nuevo a tu alumnado, procura probar tú a ver si eres capaz de hacerlo y el segundo (que podría ser el primero), sé honesto con los chicos: si una de las misiones importantes del maestro o la maestra es enseñar y animar a leer y a escribir, yo trato de ser lector que acude al aula todos los días con libros en las manos, les leo y hablo de ellos o los presto y también escribo y leo al alumnado mis reflexiones, mis percepciones (del mismo modo que leo las suyas). No solo eso, algunas de las publicaciones que he ido haciendo, han tenido que ver con propuestas experimentales que hemos abordado en clase; por ejemplo, realizábamos con frecuencia, propuestas que tenían que ver  o que se tenían que resolver “alfabéticamente”. Paralelamente a ello, como he comentado, yo escribía pequeños documentos de la colección “ALFABETOS”: “ABCdario de los efectos fantásticos que puede producir la biblioteca escolar”; “ABCdario de lo que debería ofrecernos un buen libro”; “Una escuela por orden alfabético”; “Carta a maestras y maestros que empiezan. Un abecedario de sugerencias”...

De modo que, no hay ningún secreto en compaginar el trabajo y estas prácticas de escritura. De hecho, muchos de los artículos que he escrito a lo largo de mi vida profesional han sido observaciones, reflexiones o propuestas relacionadas con mi trabajo en el aula o en la biblioteca escolar; las más de las veces como miembro de un colectivo de personas que empujábamos en la misma dirección.

coronas(4).jpgAdquirí, hace años, un compromiso personal tendente a divulgar lo que yo iba haciendo como tutor y en mi aula o lo que hacíamos en los grupos en los que participaba. Creía que contar lo que hacíamos y leer lo que otros hacían era una manera de crecer y autoformarse (hay otras maneras, claro). Impulsé las revistas escolares (de las que guardo todos los ejemplares que fuimos editando), las publicaciones monográficas, lae autoedición; estuve muchos años (más de veinte) empujando con otros compañeros, el Movimiento de Renovación Pedagógica “Aula Libre” (publicando la revista del mismo nombre y dos colecciones más de libros; todos disponibles, en formato pdf, en este enlace: http://www.aulalibremrp.org/30-anos-de-aula-libre-1975-2005; escribí artículos en las revistas que se ocupaban del fomento de lectura y escritura, de las bibliotecas escolares, de la poesía, de la Literatura Infantil y Juvenil ... (Educación y Biblioteca, Cuadernos de Pedagogía, CLIJ, Primeras Noticias, Peonza, Comunicar, Fadamorgana,  Mi Biblioteca, Platero,...) Muchos artículos en la prensa, en los suplementos de educación; durante ocho cursos escolares consecutivos estuve escribiendo una columna quincenal haciendo propuestas de trabajo “con sentido del humor”...)

Desde septiembre de 2004 me hice bloguero (http://gurrion.blogia.com) y aún lo mantengo. Un espacio virtual, con más de 400 post y muchos comentarios; un blog en el que  invitaba a participar al alumnado con el que me iba encontrando (el primer Cuaderno de Macoca es una mínima parte de los contenidos del blog); un año después creé el blog “Nosotrasleemos” en el que, durante casi diez años, fuimos escribiendo reseñas de libros y actas de reuniones del Grupo de lectura de adultos que coordinaba en el colegio. Luego vino una web con el nombre de La cadiera de Macoca (http://.macoca.org)  (con doscientos artículos en la actualidad); un espacio virtual donde se cuentan vivencias e historias, pero donde hay también propuestas de trabajo bien estructuradas. Y, desde hace 35 años (desde noviembre de 1980) me ocupo de la revista trimestral EL GURRIÓN (http://www.elgurrion.com). Ahora mismo, al inicio del mes de diciembre de 2015, preparando ya el número 142 de la misma. Un aventura en la que cada vez participan más personas y que me produce una gran satisfacción porque es un espacio y una plataforma para que algunas personas puedan publicar sus reflexiones, sus viajes, sus lecturas, sus inquietudes...

-Tu amor por tu tierra, por tu Sobrarbe, por el Pirineo, por sus sendas, caminos, gentes y leyendas se deja ver en tu escritura, pero también más allá de ella: seguro que en el trabajo, esta “impregnación de la tierra y del territorio “dejó buena huella y seguro que lo llevabas en las aulas. Cuéntanos.

 Si en el plano personal, desde hace muchos años, te sientes atraído por lo que recuerdan las personas mayores (ahora yo mismo ya soy una persona mayor, je, je) relacionado con otros tiempos diferentes: faenas, costumbres, duras infancias, folklore oral, palabras y frases, sentencias y refranes... y vas anotando todo ello en fichas, en libretas o lo canalizas para alimentar una sección en la revista local o comarcal, también puedes extrapolarlo a la escuela. Lo mismo que hacía yo con las gentes mayores de mi pueblo, podía invitar a que los hicieran mis alumnos y alumnas con sus familiares mayores, con sus vecinos y vecinas, y eso hicimos en varias ocasiones. El resultado fueron diversas publicaciones modestas, pero interesantes que recogen ese “saber de antes”. Una faena, por cierto, que pone en valor a las personas y a lo que saben, aprendido a lo largo de su vida; por lo que la realización de esos trabajos de recopilación es también un reconocimiento y, por tanto, una aproximación intergeneracional respetuosa y amable, emotiva, en cualquier caso. Hoy parece que se promueve una enseñanza impersonal, alejada de pulsiones donde las emociones, la humanidad y el aprecio del conocimiento que da la vida deberían estar presentes.  La evaluación y el libro de texto (incluida su versión electrónica) son las dos variables más mentadas y el enfoque no parece ser el correcto. Llevamos demasiado tiempo fracasando, según dicen los medidores internacionales, como para seguir haciendo lo mismo...

coronas.jpgA lo largo de los años, he promovido que la comarca de Sobrarbe entrase en los planes de salidas pedagógicas que hemos venido haciendo en el colegio. Me parecía razonable que los chicos tuviesen alguna noción naturalista y alguna experiencia directa con las maravillas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido; que conociesen de primera mano algunas problemáticas como el proceso sin sentido, pero agresivo y brutal de la expropiación forzosa de núcleos de población del valle del Ara, visitando Jánovas y viendo los pueblos que en los alrededores quedaron despoblados; que tuvieran conciencia de los 35 kilómetros seguidos de embalse que hay desde la presa del pantano de El Grado hasta la cola del de Mediano en L´Aínsa; museos, explotaciones ganaderas, ejemplares extraordinarios del arte románico, estructura de los pueblos pequeños de la comarca... Esos chavales que visitaron la comarca en su etapa escolar, vuelven de nuevo cuando ya son adultos, han formado familia y quieren regresar a los sitios que descubrieron de pequeños, con su compañera, con su compañero, con sus hijos e hijas... La distancia kilométrica entre el Bajo Cinca y Sobrarbe permitían, tanto la salida de un día, como las de dos o tres...

De esos viajes quedaban, al margen de las vivencias y los recuerdos personales, exposiciones de fotos, presentaciones en powerpoint, libritos con comentarios y sensaciones, textos en el blog, etc.

-Gustas, también, de la potencia de la imagen y del comentario breve y contundente, haciendo uso de una prosa casi poética. ¿De quién, artística y literariamente, te has impregnado para escribir y mimar lo que haces de esa manera? ¿De quién bebes?

Pues no creas que sabría responderte de manera concreta a lo que me preguntas... Siempre me han gustado y he leído cientos de ellas, las columnas de prensa. Esos textos breves, a los que no les sobran palabras porque están muy bien escogidas y que son de una contundencia enorme. En ese sentido soy fan de Rosa Montero, de Almudena Grandes, de Juan José Millás (sus textos describiendo o interpretando fotografías son maravillosos), de Julio Llamazares... En esa literatura breve hay que dominar el diccionario, la morfología y la sintaxis... En Aragón, nombraría a José Antonio Labordeta, a Severino Pallaruelo o a Enrique Satué, como personas con las que me he relacionado, tengo amistad y siento admiración hacia su obra literaria. Luego, muchas lecturas que van dejando distintos posos, diferentes referencias, perspectivas nuevas, modos de encarar la escritura... Creo que hay mucho de autodidacta, atento a que los sentidos capten algo y luego pueda capturarlo con la cámara de fotos o escribir sobre ello. Escribo todos los días en diferentes diarios, en Facebook, correos electrónicos, artículos que van tomando forma, en los blogs...

coronas(1).JPG-Dinos, amigo, ahora en la actualidad: ¿qué te llevas entre manos?, ¿nos puedes dar alguna pista?

Desde que me he retirado, debería tener más tiempo para hacer algunas cosas que uno va dejando para cuando llegue el retiro, precisamente. Luego resulta que lo cotidiano te tiene amarrado de tal manera que lo que quedaba pendiente, sigue estándolo... Parece de broma, pero algo de eso nos pasa (no solo a mí). No he perdido toda la conexión con la escuela. Todavía visito mi antiguo colegio y, en ocasiones hago de corresponsal, hablando con algunas compañeras sobre alguna actividad que están haciendo, convertirla en un artículo y enviarla a dos o tres publicaciones para divulgarlo. Sigo recibiendo algunas invitaciones a participar en eventos formativos, en colegios, facultades de educación, antiguos Centros de Profesores y me siguen solicitando algunos artículos para algunas revistas de pedagogía o de Literatura Infantil y Juvenil... He iniciado esta colección de “Cuadernos de Macoca”, con la intención de sacar un número al año para regalar a las amistades, a algunos centros de documentación o bibliotecas. Continúo con la publicación trimestral de la revista El Gurrión, canalizando las inquietudes de una treintena de personas que colaboran en cada número. Quiero recuperar, recopilar y divulgar algunos trabajos que quedaron iniciados o que han quedado desubicados de las páginas virtuales en las que estuvieron, porque alguien los ha quietado o ha desaparecido el servidor...Seguiré leyendo y escribiendo, mientras tenga fuerzas. Estaré atento a amaneceres y atardeceres llenos de colores increíbles para fotografiarlos, lo mismo que otoños y primaveras en bosques y arboledas...

Uno de los proyectos que ya llevo adelante es lo que llamo los “viajes peda...lógicos”. Resulta que durante casi veinte años he ido a muchos sitios de todo el país a dar charlas, participar en jornadas, simposios, congresos, etc. sobre bibliotecas escolares, fomento de la lectura y la escritura, poesía, uso de la prensa en el aula, escritura en blogs, etc. Ahora lo que hago es viajar a esos mismos lugares donde estuve, para visitar a  las personas que me reclamaron, que me hicieron ir: viajes de reencuentro y agradecimiento. En ocasiones, esos amigos y amigas, me invitan a encuentros con alumnado de magisterio en la facultad o con grupos de maestros y maestras y en otros casos, retomamos las conversaciones donde las dejamos y pasamos una tarde o un día renovando los fundamentos o fortaleciendo los pilares de la amistad...Ya he estado en Jaén, Granada, Santander, Aranguren (Vizcaya), Asturias, Zaragoza, Galicia, Pamplona... Y pienso seguir.

Sigo diseñando algunos cuadernillos de trabajo (aunque yo ya no los podré experimentar) con la intención de ofrecerlos o sugerirlos en algún foro al que me inviten o publicarlos en mis blogs. Mantengo mis colecciones (que debo ordenar mejor) sobre múltiples objetos de poco o ningún valor monetario... Y estar atento a nuevas posibilidades que siempre se presentan. Con todo, lo más importante es atemperar la vida; vivir con pausa; extraer de lo cotidiano, lo que puede ser extraordinario o memorable. Uno no va a estar nunca al margen de lo que pasa en el mundo y alrededor nuestro; por tanto hay que echar una mano en aquellos frentes en los que se pueda. Uno está retirado, pero sigue activo y vital, como debe ser.

 

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