La
Librería de El Sueño Igualitario
Un libro de imágenes y reflexiones sobre el
día a día, sobre la cotidianidad de un tiempo
desde el final de la posguerra 1958, hasta el mismísimo año en que el
dictador, Francisco Franco, murió en la cama, 1975.
El libro, editado por la Universitat d´Alacant, es un homenaje al latido de un día a día
cansino, expectante, abrumador…
La sinopsis, aquello que nos cuenta la editorial:
Contemos cómo pasó es una reflexión
acerca de la memoria vinculada a la cotidianidad de quienes fueron adolescentes
durante los últimos años del franquismo. Frente a la perspectiva unificadora de
una voz descontextualizada que en la popular serie de RTVE nos cuenta cómo pasó
dicho período, este ensayo parte de un punto de vista identificado, el del
autor, para indagar mediante el humor, la ironía, la investigación y hasta la
erudición acerca de aspectos comunes de la experiencia cotidiana de quienes
probablemente todavía recuerdan aquella época como una suma de imágenes en
blanco y negro. El objetivo es una invitación al diálogo con el lector en torno
a la memoria colectiva sin caer en la tentación de la nostalgia o la banalidad
del recuerdo meramente anecdótico. Al fin y al cabo, ese pasado es una
dimensión de nuestro presente y merece la pena conocerlo manteniendo la sonrisa
comprensiva, no bobalicona, ante las paradojas y las contradicciones de unos
años cuya evocación requiere múltiples voces. Más información en varietesyrepublica.blogspot.com
El autor, por cierto, muy prolífico y muy
amigo nuestro, Juan Antonio Ríos Carratalá:
Nuestro amigo catedrático de la UA, premio de
la Crítica Literaria Valenciana de 2014 en su modalidad de ensayo y autor de
otros libros sobre distintos aspectos de la cultura durante la II República y
el franquismo.
Os ponemos en el camino de dos de las
entrevistas en las que ha participado con Cazarabet:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/carratala.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/chicote.htm
Cazarabet
conversa con Juan A. Ríos Carratalá:
-Juan
Antonio, el libro arranca en 1958, cuando está a punto de terminar el primer
tramo de la dictadura, el que podemos reconocer como el más duro. ¿Por qué
escoges esta horquilla que va desde 1958 a 1975?
-Contemos cómo
pasó es un ensayo con
un importante componente de memoria personal y generacional. Yo nací en 1958 y,
desde esa memoria, hablo de cómo vivimos el tardofranquismo los niños y adolescentes
que ahora andamos cerca de los sesenta años, que es una edad propicia para los
balances sin añoranza.
-La pobreza y el
hambre de la posguerra no dejaron de estar presentes en esa época, a pesar de
que las cartillas de racionamiento hubieran desaparecido en 1952, ¿no?
-La España de los años sesenta era un país
fundamentalmente pobre, a pesar del desarrollismo, que alcanzó cifras
espectaculares porque el punto de partida era propio del Tercer Mundo. El
hambre, sin embargo, ya se había convertido en una experiencia de los padres,
que como tal seguía estando presente en el ámbito familiar a través de los
recuerdos y cierta actitud ante un tema tan fundamental como era la comida.
-¿Cómo era vivir
en una dictadura desde la perspectiva de ser adolescente? ¿Crees que es uno de
los mejores períodos para captar las realidades de un tiempo o un país?
-La adolescencia es el período de los
descubrimientos y la formación. Los ojos los solemos tener bien abiertos y, por
supuesto, esta etapa suele ser determinante para la madurez. Nuestros cambios
propios de la adolescencia se solaparon con los de un país que estaba a punto
de cerrar una etapa y se abría a otra de incierto futuro. No obstante, esta
evidencia la comprendemos mejor desde la memoria, desde un presente que somete
al escrutinio las numerosas experiencias indelebles de aquellos años.
-¿La adolescencia
lo ve todo de una manera diferente?
-Lo ve como una novedad tras otra. De ahí el
interés por descubrir las claves de lo que todavía no se ha convertido en una rutina.
-Aunque cuando
solo se ha conocido una dictadura, una infancia en blanco y negro, el miedo al
castigo, a una palabra más alta que otra… la perspectiva debe ser un poco
particular.
-Yo soy consciente de que la generación de mis
padres o incluso de quienes nacieron en los años cuarenta lo pasaron mucho peor
en todos los sentidos. Nosotros nacimos con el desarrollismo, que siempre era
un motivo de esperanza a pesar de las contradicciones y los sacrificios, pero
teníamos en casa hermanos mayores y padres con quienes compartir recuerdos de
una etapa mucho más dura.
-Este libro es
muy especial porque se articula en torno a doce personajes distintos y a veces
poco conocidos. ¿Cómo te has documentado para conseguir un trabajo tan redondo
como el presente?
-Ha sido complejo. Resulta mucho más difícil
conseguir información sobre un concursante de la televisión de los años sesenta
que sobre un autor del Siglo de Oro. No obstante, las nuevas tecnologías han
hecho posible un empeño que habría resultado imposible hace quince años.
-¿Varía en algo,
respecto a otros libros tuyos, la metodología de trabajo que has seguido?
Al terminar Nos vemos en Chicote acabé exhausto de trabajar en archivos
militares y ministeriales. Necesitaba volver al campo del humor como plataforma
desde la cual enfrentarme a esta etapa. La metodología ha cambiado porque esa
cotidianidad de la infancia y la adolescencia se encuentra en cualquier rincón
de la memoria menos en un archivo o un museo. Tampoco suele aparecer en los
libros, al menos en los universitarios.
-Con
los personajes, con cada uno de ellos, construyes un imaginario más allá del
personaje, de sus ilusiones, de lo que son… ¿Por qué?
-Mi objetivo es aportar una voz a la memoria
colectiva de la época, que por definición es heterogénea y múltiple. Esos
personajes me sirven como hilo conductor para conectar con los recuerdos y las
reflexiones de los lectores.
-Además,
deducimos que aunque estemos en una prisión si nuestro pensamiento quiere puede
ser libre. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
-La imaginación, más que el pensamiento, es
imprescindible para ser libres bajo una dictadura. Contemos cómo pasó recopila numerosos ejemplos extraídos de
experiencias cotidianas donde la imaginación se combinó con el humor y el deseo
de ser felices.
-No obstante,
también cabe que nos aferremos a esa libertad y nos olvidemos de la libertad de
quienes carecen de esa capacidad. ¿Cómo lo ves?
-El riesgo es evidente, pero la memoria que
sustenta este ensayo siempre es consciente de los problemas derivados de una
dictadura que fue cruel hasta el último día. Nunca lo niego, lo recuerdo en
cada página, pero si sobrevivimos a esa experiencia fue por la capacidad de
encontrar salidas allá donde solo el humor, el vitalismo y la imaginación las
encontraban.
-Todos los
personajes a los que te acercas tienen un perfil muy peculiar. Te acercas poco
a personas con trabajos o tareas más convencionales. ¿Quizás porque estos ya
los vivimos, por nosotros mismos, de manera más o menos directa?
-El ensayo no es un estudio sociológico que
deba acogerse al rigor de lo más representativo. Yo recreo aquellos recuerdos
que permanecen en mi memoria y la misma siente predilección por los personajes
peculiares que, ante todo, me han hecho sonreír. Los notarios o los
registradores de la propiedad, por ejemplo, no se encuentran en esta nómina tan
caprichosa de la memoria.
-La vida, sin
lugar a dudas, sería muy aburrida o nada estimulante sin personajes como los de
tu libro, ¿no?
-Yo escribí Contemos cómo pasó para compartir con los lectores la alegría de
recordar personajes y experiencias que nunca salen en los libros de historia,
pero que nos divirtieron y nos hicieron felices, incluso en unos momentos
bastantes duros. Varios de mis libros son un agradecimiento a quienes me han hecho sonreír porque todavía no he conocido una
experiencia más gratificante.
-Además, serán
personajes teñidos, me refiero a que son reales, pero con tintes de ficción o
algo muy especial. ¿Qué nos puedes decir?
-Todos son reales, pero desde el momento en
que solo habitan en el mundo de los recuerdos están teñidos de ficción, que es
un componente imprescindible para el ejercicio de la memoria. En cualquier
caso, la realidad es tan rica en todos los sentidos que nunca he necesitado inventarme un personaje o un hecho. Basta con saberlos
recrear para que nos parezcan atractivos y hasta excepcionales, incluso los
escondidos en los más recónditos rincones de la memoria.
24542
Contemos cómo pasó.
Imágenes y reflexiones de una cotidianidad (1958-1975). Juan Antonio Ríos Carratalá
254 páginas 21 x 15 cms.
15,00 euros
Universidad de Alicante
Contemos
cómo pasó es una reflexión acerca de la memoria vinculada a la cotidianidad de
quienes fueron adolescentes durante los últimos años del franquismo. Frente a
la perspectiva unificadora de una voz descontextualizada que en la popular
serie de RTVE nos cuenta cómo pasó dicho período, este ensayo parte de un punto
de vista identificado, el del autor, para indagar mediante el humor, la ironía,
la investigación y hasta la erudición acerca de aspectos comunes de la
experiencia cotidiana de quienes probablemente todavía recuerdan aquella época
como una suma de imágenes en blanco y negro. El objetivo es una invitación al
diálogo con el lector en torno a la memoria colectiva sin caer en la tentación
de la nostalgia o la banalidad del recuerdo meramente anecdótico. Al fin y al
cabo, ese pasado es una dimensión de nuestro presente y merece la pena
conocerlo manteniendo la sonrisa comprensiva, no bobalicona, ante las paradojas
y las contradicciones de unos años cuya evocación requiere múltiples voces. Más
información en varietesyrepublica.blogspot.com
Fragmento:
http://publicaciones.ua.es/filespubli/pdf/43039469788497174855_Fragment.pdf
Índice
Prólogo
disperso, aunque oportuno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
i. John Moore, homenajeado vagabundo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
ii. Jacobo Morcillo, ocurrente letrista. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . 43
iii. Federico García Sanchiz,
florido charlista. . . . . . . . . . . . . . . . . 61
iv. Arturito Pomar, precoz ajedrecista. . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . 81
v. Rafael Canalejo Cantero, polifacético alcalde. . .
. . . . . . . . . . 103
vi. Virgilio Teixeira, apuesto moribundo. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
119
vii. Cabo Rusty, incansable
aventurero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
viii. Pepe Legrá, locuaz
boxeador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
ix. Nino Buscató, infalible
encestador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
x. Charles Trenet, risueño cantante. . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . 191
xi. Margarita García San Segundo, agraciada actriz. . . . . . . . . . .
209
xii. «Chubby» Checker, rechoncho twister. . . .
. . . . . . . . . . . . . . .235
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . 247
Apéndice fotográfico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . 249
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Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069