La Librería de El Sueño Igualitario

9788416783410-500x500.jpgCazarabet conversa con...   Eladi Romero García, autor de “La Columna Durruti. 26 División del Ejército Popular de la República” (Laertes)

 

 

 

 

 

 

 

Eladi Romero García mira muy de cerca, desde el estudio y la investigación,  a la “mítica” Columna Durruti, la 26 División del Ejército Popular de la República  que nos llega gracias a Laertes Ediciones.

Lo que nos dice Laertes sobre este libro, conoce un poco la sinopsis de este texto de  investigación histórico:

El 24 de julio de 1936 salió de Barcelona un número indeterminado de hombres y mujeres con la intención de conquistar Zaragoza. Muchos de los voluntarios habían combatido en las calles barcelonesas durante los días 19 y 20, derrotando a los militares que se habían sublevado contra el gobierno del Frente Popular.
La columna estaba dirigida por Buenaventura Durruti, el incansable luchador anarquista, por lo que se la conoció de inmediato como columna Durruti. Una unidad de milicianos que, junto con el Quinto Regimiento comunista creado por aquellas mismas fechas en Madrid, se convertiría en la agrupación de estas características más famosa de la guerra civil.
Sin embargo, las cosas no salieron como Durruti hubiera deseado. El avance se frenó a unos 40 km de Zaragoza, y lo que en principio debía ser una marcha triunfal se convirtió en un fracaso militar por la resistencia de las unidades rebeldes.
Pero la guerra continuó. Más columnas catalanas se unieron a la de Durruti para combatir en el frente aragonés, a la vez que se intentaba imponer la utopía libertaria colectivista en los pueblos ocupados. A veces, con sangre. Un programa revolucionario que llamó la atención de numerosos extranjeros, que vinieron a Aragón con la intención de contar lo que estaba sucediendo o incluso para unirse a la columna.
Este libro trata de las vicisitudes de aquellos anarquistas que combatieron toda la guerra, murieron o tuvieron que exiliarse tras la derrota final. Lucharon en Aragón, en Madrid, en Cataluña... El gobierno de la república les obligó a militarizarse y convertirse en la 26 división del Ejército Popular. Cuando eso sucedió, en mayo de 1937, hacía seis meses que habían matado a Durruti en Madrid.
Los que sobrevivieron contaron muchas cosas, que sirven de base a este libro, donde por primera vez se aborda de forma completa y exhaustiva la historia de la columna Durruti y de su heredera la 26 división, de sus protagonistas y de sus vivencias. Para su elaboración, se han utilizado fuentes muy variadas como memorias, artículos de prensa, documentos originales obtenidos en archivos, fotografías e incluso reportajes cinematográficos.

El autor, Eladi Romero García: es doctor en Historia por la Universidad de Barcelona y catedrático de Enseñanza Secundaria. Ha publicado en este editorial obra de investigación histórica (Memoria histórica e itinerarios de la guerra civil española), varias novelas (La batalla de Ebro, Cacao p’al moro y El coleccionista de cráneos, entre otras), y algunas de las guías de viaje más celebradas en nuestra colección Rumbo a… (Bulgaria, Eslovenia, Croacia, Montenegro...).

Vamos a documentarnos un poco:

https://es.wikipedia.org/wiki/Columna_Durruti

Otros estudios, artículos e investigaciones de este autor:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=83566

 

 

Cazarabet conversa con Eladi Romero García:

eladio_romero.jpg-Eladi, ¿por qué un libro sobre la Columna Durruti?, ¿qué es lo que te ha hecho acercarte a esta mítica “formación militar”---perdona no sé si es el término de denominación  más adecuado?

-En primer lugar, debemos hablar de “columna miliciana”, tal y como se definieron al comienzo del conflicto numerosas unidades de voluntarios que partieron desde diversos pun tos de España (Barcelona, Valencia, Madrid…) para combatir a los militares sublevados. Luego, llegado abril de 1937, se produjo la militarización completa de estas unidades y entonces sí, entonces ya podemos hablar de formaciones militares. Es decir, divisiones, brigadas mixtas, etc. En cuanto a la columna Durruti propiamente dicha, me interesó estudiar el tema porque no existía ningún libro que abordara su historia desde el 24 de julio de 1936, día en que partió de Barcelona, hasta febrero de 1939, momento en que abandonó España, ya como 26 división, para refugiarse en Francia.

-¿Cuál es la génesis, en Barcelona, y cómo se va formando esta Columna? ¿Cómo hacen frente al alzamiento y cómo lo ganan?

-La génesis ha sido muy bien estudiada por diversos historiadores, desde Abel Paz a Miguel Amorós. Hay que buscarla en los combates de los días 19 y 20 en Barcelona contra los militares sublevados, en los que participaron activamente afiliados y simpatizantes de la CNT y la FAI. La derrota de los rebeldes y, por otro lado, su victoria en Zaragoza, empujó a los comités anarquistas barceloneses, aupados por el Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña (nuevo organismo de defensa de la República creado entonces en Cataluña), a salir de la capital condal en dirección a la capital aragonesa. Se trata de voluntarios catalanes (o anarquistas de otras partes del país que residían en Barcelona), a los que se van sumando gentes procedentes de localidades catalanas y aragonesas. A ello hay que sumar algunos voluntarios extranjeros, militares fieles a la República y fuerzas de orden público (guardias civiles y de asalto).

-En cambio, otra ciudad que había demostrado mucho “apego” con las ideas anarquista, Zaragoza, no logró aplacar la sublevación de los militares que se alzaron contra la República; ¿por qué? -Y  hacia allí que acude Durruti, coméntanos.

-En Zaragoza, los anarquistas, pese a ser muy numerosos, no estuvieron tan bien organizados y armados como en Barcelona. Además, no contaron con el apoyo de las autoridades civiles de la región, que pecaron de ingenuidad y no se percataron del peligro. En Cataluña, en cambio, todas las fuerzas de orden público se pusieron del lado de la Generalitat, y con la colaboración de los comités anarquistas, que ya había hecho acopio clandestino de armas, lograron sofocar la revuelta militar.

-¿Con qué objetivos a corto y medio plazo se conforma la Columna Durruti?

-El objetivo inmediato fue, sin duda, recuperar Zaragoza para la República, e incluso continuar su marcha hasta Navarra y derrotar allí al general Emilio Mola. También les acompañaba el ideal libertario de hacer la revolución allí por donde pasaran.

-Son en gran número parte de los que pararon el golpe militar en Barcelona ciudad, ¿no? y una vez asegurada la ciudad y capital catalana ven que deben  ayudar a reconquistar el terreno ganado por los militares sublevados, ¿no?

-Sí, más o menos lo que he apuntado en las respuestas anteriores. Además, se fueron uniendo más columnas que venían de otros lugares. Coméntanos, por favor… En los días sucesivos, fueron saliendo de Barcelona otras columnas anarquistas (Ascaso, Roja y Negra, Aguiluchos), comunistas (Trueba-del Barrio, del PSUC-UGT; Lenin, del POUM) e incluso catalanistas, que fueron repartiéndose por todo el frente aragonés al comprobar que la conquista de Zaragoza o Huesca no se lograba en los primeros días. A continuación, el Comité de Milicias, y más tarde la misma Generalitat catalana, buscó un mando único con sede en Sariñena para coordinar los esfuerzos.

-¿Qué hoja de ruta se planteó Durruti  y sus hombres y con qué primeras y más sustanciosas dificultades se fueron encontrando, como topando?

-La idea era viajar rápidamente hacia Zaragoza, en coordinación con la columna Ascaso, pero la falta de medios (sobre todo de armamento) hizo que su avance se frenara de forma radical por culpa de un ataque aéreo rebelde, acaecido entre el 27 y el 28 de julio (no hay precisión en este dato), que provocó algunos daños en una avanzadilla de la Columna a la altura de Osera de Ebro. Muchos voluntarios se asustaron y abandonaron la columna, a la vez que los rebeldes, reforzados en Zaragoza con tropas llegadas de Navarra (requetés) y civiles llamados a filas de forma obligatoria, lograban avanzar hacia las localidades más próximas a la capital del Ebro.

-Puso, esta Columna, como “en guardia” y hasta qué punto  a los sublevados. Coméntanos, por favor.

-Los sublevados realmente fueron conscientes del peligro que representaban las columnas salidas de Barcelona, en las que también había algunos militares y fuerzas de orden público. Su golpe estaba bien coordinado, a pesar de que no triunfaran en todas las guarniciones allá donde se sublevaron. Además, temían la fuerte presencia libertaria en Aragón, por lo que pronto iniciaron una violenta y cruentísima represión para acabar con el enemigo interno. 

-¿Se le considera su paso por la guerra un fracaso?

-Si tenemos en cuenta los objetivos iniciales, puede decirse que sí. En los meses sucesivos, la columna logró controlar una pequeña porción del Aragón republicano, pero la presión primero de la Generalitat y luego del gobierno central provocó que sus ideales fueran pronto derrotados. Fue lo que algún historiador ha calificado como “el corto verano de la anarquía”

-Encuentra esta columna  su barrizal a 40 Km de Zaragoza…estratégica y militarmente hablando, ¿por qué?

-Como he dicho antes, la falta de armas, el ataque aéreo de Osera y la desmoralización consiguiente, así como la contundente acción ofensivo-defensiva de los rebeldes.

-¿Sintieron como todo el rato, desde su formación, la amenaza de ser absorbidos por la militarización del Ejército Popular de la República?  

-Ese problema comenzó algo más tarde, cuando tanto la Generalitat como el gobierno central, cada vez más presionados por agentes soviéticos, impulsaron el proceso militarizador.

-¿Cómo pasan de ser una “columna de anarquistas” a una pieza más del puzle militar del Ejército de la República?

-Definitivamente, a finales de abril 1937, muerto ya Durruti y con la columna en manos de otro anarquista, Ricardo Sanz. Es el momento en que se consolida el Ejército Popular de la República, que se organiza con el nuevo ministro de Defensa el socialista Indalecio Prieto.

chipreeladio-002.jpg-¿Para sus integrantes qué supuso, así en términos generales, pero entendiendo la pregunta como “integrante a integrante”, esa militarización?

-Muchos abandonaron la columna, por considerar que la militarización era una traición a sus ideales-Otros se mantuvieron en ella confiando en la victoria. De hecho, muchos mandos de la 26 división siguieron siendo anarquistas del primer momento. Otros, en cambio, eran militares de carrera. Y en cuanto a los nuevos soldados, muchos procedían de las sucesivas levas decretadas por el gobierno, es decir, que no eran libertarios.

-¿Crea enfrentamientos que hace que las confrontaciones no se decanten en pro de los intereses de la República? ¿Nos puedes hablar un poco de ellas?

-El enfrentamiento más claro derivado del proceso de militarización fueron los hechos de mayo de 1937, que se desarrollaron sobre todo en Barcelona, pero también en algunas zonas del Aragón republicano y de Cataluña. Hubo combates en las calles entre fuerzas comunistas y de orden público al servicio del gobierno central, que intentaban imponer la militarización y doblegar a las columnas consideradas díscolas. Al final, lo consiguieron, acabando incluso con la columna del POUM, considerada trotskista y, por tanto, fascista.

-¿Qué trabajo hay detrás, amigo Eladi, de documentación, estudio e investigación, imaginamos inmenso?

-He utilizado para su elaboración fuentes muy variadas como memorias, recuerdos, artículos de prensa, documentos originales obtenidos en archivos, fotografías e incluso reportajes cinematográficos.

-¿Y cómo se pone orden a todo lo que vas reuniendo?; ¿Cuál es tu metodología de trabajo?¿Qué papel tuvo la mujer en la Columna Durruti?

-En primer lugar, paciencia y siguiendo los hechos con rigor cronológico. Es decir, dividiendo el estudio en etapas y vaciando toda la documentación obtenida en cada una de ellas, comenzando por la bibliografía ya existente (hay que leer mucho), consultando a continuación los archivos (Histórico Nacional, de Ávila, de Salamanca) para asuntos que considero relevantes (la represión de la columna sobre los “fascistas”, los boletines del frente editados por la columna, los combates y acciones en las que participó, el discurso ideológico). Las revistas y publicaciones periódicas del momento, las memorias conservadas e incluso el cine. Y agotado todo, pasamos a la siguiente etapa, es decir, vuelta a empezar. Para ellos he dividido el trabajo en tres momentos: desde los inicios hasta la muerte de Durruti, desde este fallecimiento hasta abril de 1937 y desde  esta fecha hasta el final (es decir, el momento de la 26 división).

-¿Qué características reunía Durruti para “ser líder” y convertirse en “mito” cuando su ideología rehúye de ello?

-Durruti ya era un conocido líder anarquista desde los años 20. Lo convirtieron en un mito tanto las autoridades de la Restauración (que lo consideraban un jefe de bandas criminales), hasta las publicaciones libertarias como Solidaridad Obrera. Su carisma derivaba de ser un hombre de acción que viajaba constantemente por España, Europa y Sudamérica, y que siempre estuvo allí donde surgían problemas, organizando atracos, huelgas o mítines. Su enérgica actuación en Barcelona los días 19 y 20 de julio de 1936 constituyó el momento cumbre de su liderazgo, y lo hizo jefe indiscutible de la primera columna que partió hacia Zaragoza. El propio presidente de la Generalitat, Lluís Companys, así lo entendió. Aunque entre los suyos su liderazgo no era el de un caudillo militar, sino más bien de tipo moral, casi religioso. Después de su fallecimiento, su figura se convertiría además en un mito, exaltado por sus correligionarios y a la vez denostado por sus múltiples enemigos, tanto de un bando como de otro.

-Te paras en quien escribe, desde la crónica del extranjero y desde la de aquí, la guerra siguiendo a esta Columna. ¿Qué destacarías? -La gran resonancia internacional que alcanzó la actuación de la columna, impulsada tanto por periodistas como escritores extranjeros que visitaron la unidad durante los primeros meses. En el libro doy buena cuenta de nombres como el periodista canadiense de origen holandés, redactor del Toronto Daily Star, Pierre van Paassen, el soviético Mijaíl Koltsov, el poeta alemán Carl Einstein y muchos otros.

 

 

 

9788416783410-500x500.jpg26906
La Columna Durruti. 26 División del Ejército Popular de la República. Eladi Romero García
382 páginas       23 x 15,5 cms.
19,50 euros
Laertes



El 24 de julio de 1936 salió de Barcelona un número indeterminado de hombres y mujeres con la intención de conquistar Zaragoza. Muchos de los voluntarios habían combatido en las calles barcelonesas durante los días 19 y 20, derrotando a los militares que se habían sublevado contra el gobierno del Frente Popular.
La columna estaba dirigida por Buenaventura Durruti, el incansable luchador anarquista, por lo que se la conoció de inmediato como columna Durruti. Una unidad de milicianos que, junto con el Quinto Regimiento comunista creado por aquellas mismas fechas en Madrid, se convertiría en la agrupación de estas características más famosa de la guerra civil.
Sin embargo, las cosas no salieron como Durruti hubiera deseado. El avance se frenó a unos 40 km de Zaragoza, y lo que en principio debía ser una marcha triunfal se convirtió en un fracaso militar por la resistencia de las unidades rebeldes.
Pero la guerra continuó. Más columnas catalanas se unieron a la de Durruti para combatir en el frente aragonés, a la vez que se intentaba imponer la utopía libertaria colectivista en los pueblos ocupados. A veces, con sangre. Un programa revolucionario que llamó la atención de numerosos extranjeros, que vinieron a Aragón con la intención de contar lo que estaba sucediendo o incluso para unirse a la columna.
Este libro trata de las vicisitudes de aquellos anarquistas que combatieron toda la guerra, murieron o tuvieron que exiliarse tras la derrota final. Lucharon en Aragón, en Madrid, en Cataluña... El gobierno de la república les obligó a militarizarse y convertirse en la 26 división del Ejército Popular. Cuando eso sucedió, en mayo de 1937, hacía seis meses que habían matado a Durruti en Madrid.
Los que sobrevivieron contaron muchas cosas, que sirven de base a este libro, donde por primera vez se aborda de forma completa y exhaustiva la historia de la columna Durruti y de su heredera la 26 división, de sus protagonistas y de sus vivencias. Para su elaboración, se han utilizado fuentes muy variadas como memorias, artículos de prensa, documentos originales obtenidos en archivos, fotografías e incluso reportajes cinematográficos.


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