La Librería de Alarifes
Cazarabet conversa con... Manuel Casado López, coordinador del doble volumen
"Masadas y masoveros de La Cerollera"
(Asociación Serva)
Un doble volumen que nos aproxima a cómo era, la vida de los
masoveros y las masoveras de en un tiempo y en una época en que, simplemente,
se concebía “el arte de vivir” de otra forma…con menos necesidades y menos
exigencias.
El libro lo edita la
Asociación SERVA de La Cerollera y lo coordina,
ayudado por muchas personas que lo hay ayudado, Manuel Casado López.
Los dos volúmenes no son un
libro de fichas que describen los diferentes masías o masadas….va por
temáticas. Es decir, es un libro temático que empieza con las generalidades,
definiciones y todo lo básico sobre las mismas…después sobre la toponimia, la
arquitectura, el paisaje geográfico y humano que tuvo y retuvo este término de
La Cerollera en torno a las masadas; las incidencias
del clima; y en cómo se auto gestionaban y podían vivir económicamente las
masías…cómo subsistían, también se analizan las supersticiones y el “mundo
mágico” que rodeaban a los masoveros y masías.
(Esto el primer volumen de este
doble volumen).
En el segundo volumen se
sigue la dinámica temática con : las tareas que se desarrollaban en los campos
de masías y masadas; cómo era la alimentación de los habitantes en las masadas
y masías; cómo desarrollaban los trabajos de género y por qué; las fiestas de
las que disfrutaban; cómo llevaban a cabo las relaciones familiares entre unos
masoveros y otros; cómo era el día a día de estas gentes que habitan ligares
recónditos; qué patrimonio inmaterial atesoraban; cómo recibían y qué tipo
de visitadores ambulantes
recibían; cómo fue la relación con el maquis y qué repercusiones tuvo para unos
y para otros, sobre todo para los masoveros y masoveras; su forma de vida, una
forma de vida tan firme , y digna que aún hoy se mira con cierta añoranza; cómo
, por qué y cuándo se fueron abandonando las masías y masadas y cómo es su
estado actual, la mayoría, dicho sea de pase, en un deterioro triste;
testimonios directos de aquellas gentes que son parte de nuestro patrimonio
humano y, por qué no…un orgullo
Para conocer más Cazarabet ha contactado con el coordinador del doble tomo que desde SERVA se
ha dedicado a las Masadas y masoveros de La Cerollera,
Manuel Casado:
Cazarabet conversa con Manuel Casado
López:
-Amigo, ¿de dónde salió la idea de realizar un libro sobre las
Masadas de la Cerollera?
-Un grupo de amigos, con
vínculos familiares en La Cerollera y algunos de
ellos descendientes de masoveros, nos veíamos con cierta frecuencia y sobre
todo durante el verano. Hacíamos andadas conjuntas y nos acercábamos hasta las
masadas para movernos por ellas y fotografiar sus dependencias. Nos interesaba
este modo de vida y empezamos la investigación. Hacia el 2010 propusimos a La
Asociación Serva, en su asamblea general, que fuera la editora del trabajo que
estábamos acabando y los socios aprobaron, por mayoría, el proyecto.
-¿Cómo fue el trabajo de
documentación, recopilación de todo tipo de datos, entrevistas con masoveros y
masoveras…?
-Al principio realicé
entrevistas a masoveras y masoveros residentes todavía en La Cerollera y a los hijos de masoveros que se acercaban al
pueblo a pasar los periodos vacacionales. Contrastaba sus testimonios y dispuse
de una documentación oral de base con la que avanzar en los objetivos marcados.
A partir de ahí consulté también en los archivos eclesiásticos, provinciales y
municipales. Esta fase fue muy importante pero no tan grata como la anterior.
Había que dedicarle mucho más tiempo que compaginaba con otras importantes
obligaciones como la familia o el trabajo.
-De lo más edificante, me
imagino, debieron ser las conversaciones con masoveros, masoveras…
-Se dice que los masoveros
son gente reservada y que hablan muy poco. Desde mi experiencia afirmo que fue
todo lo contrario pues se mostraron muy colaboradores y participativos en sus
respuestas. En el transcurso de las entrevistas se notaba que los informantes
se sentían orgullosos de ser masoveros y sentían el arraigo a este modo de vida
a pesar de las dificultades que la mayoría vivió durante el paso del frente en
1938 y los enfrentamientos con la guerrilla y la guardia civil en la posguerra.
-¿Cómo se siente uno cuánto
está investigando uno un mundo que está en extinción o sin vida en muchos
rincones donde hace un siglo estaba todavía latiendo?
-Me siento afortunado por
haber sido uno de los últimos eslabones de contacto entre el mundo masovero y
las actuales o fututas generaciones. Éstas tendrán a hijos o descendientes de
masoveros para que les cuenten sus recuerdos ya que pocos habrán vivido en una
masada.
Me sentía a gusto y buscaba
la oportunidad de charrar con estas personas porque servía de nexo de unión
para intentar transmitir, a veces con literalidad, cómo eran sus vivencias y
sus relaciones sociales en este hábitat disperso. He recibido palabras de
agradecimiento de algunos lectores por acercarles la realidad de sus abuelos y
padres masoveros de La Cerollera en estos dos
volúmenes.
-¿Cómo fue la metodología de trabajo?
-En primer lugar me planteé
unos objetivos y un guion general con los
temas a tratar. Desarrollé desde ahí los apartados a ampliar en el trabajo y
establecí una prioridad para las entrevistas. Pude hablar con masoveros
nonagenarios, con muy buena cabeza, que fueron los primeros en aportar gustosos
sus testimonios. Les siguieron otros más jóvenes aunque no pude hablar con todos.
Con ello quería dar una cierta uniformidad a la investigación a la vez que
respetaba las singularidades de cada masada. De ese “corpus informativo”redacté los contenidos de los diferentes capítulos que conforman los dos
volúmenes.
Durante la entrevistas
salían también otros temas o aspectos fuera de guion inicial que los anotaba
porque enriquecían el trabajo y lo ampliaban para las siguientes entrevistas.
El control de los espacios y tiempos de las entrevistas estaba vigilado para evitar
interferencias distorsionadoras. Además de las conversaciones el estudio se
completó con un trabajo de campo a unas cuantas masadas.
Una vez redactada la
información recogida de cada informante se les daba a leer para su visto bueno
y su posible corrección o ampliación por ellos u otros miembros familiares con
unos plazos de tiempo. Así la información aportada se contrastaba entre todos
los informantes.
Tanto la información oral
como la recogida de datos en los distintos archivos consultados fueron realizadas
siempre con el método y rigor que exige un trabajo de investigación.
-El trabajo de catalogación
de masías y demás debió de ser de lo más apasionante: ir por caminos, sendas,
llegar a los sitios y encontrarse con la masía derruida o no… ¿qué nos puedes
comunicar?
-La toponimia de las
masadas ha variado a través de las centurias y cada generación las ha conocido
según el nombre; el apellido de sus dueños; de sus medieros (Mas de Andreu, de Bernat, de Lluís, de Pau, de García, de Bayod…); por la ocupación de sus moradores ( mas de la Curandera, de Sastre, de Sogué) u otros.
Unas pocas masadas siguen
todavía en pie y la mayoría, con el paso de los años, están arruinadas. La
tupida vegetación cubre sus vetustos vestigios y te fuerza a adivinar la
organización de sus estructuras.
Al entrar en algunas
todavía se perciben los olores característicos de sus espacios como la cuadra,
la bodega, el hogar, el horno o las perchadas, (buhardillas).
Aún se conservan en buen
estado ejemplares de la arquitectura popular como casetas de piedra seca,
abrigos para colmenas, restos de caleras y carboneras, saleras,
azudes, acequias o las viejas bogas de partición en el pinar.
-La Cerollera, con su amplio término te
debió emocionar mucho cuando investigaste el mundo de las masías, los masoveros
y las masoveros…¿qué siente uno cuándo se acerca a esta gente que vivía en un
hábitat rural disperso, pero que era prioritario para mantenerse en aquellos
años?
-En el término municipal de
La Cerollera se levantaron más de veinticinco masadas
de las que en la actualidad son reconocibles unas quince. Compartí con ellos la
alegría al contarme las vivencias de su juventud: el trabajo duro del campo,
las fiestas, los bureos y también su tristeza cuando se vieron obligados a
abandonar su casa y sus tierras que hasta entonces habían sido su medio y modo
de vida con una orden de desalojo en agosto de 1947. Algunos masoveros
volvieron de nuevo a sus masadas pero la mayoría intentó venderlas y se
instalaron en el pueblo o emigraron a otras provincias.
-¿Qué particularidades
diferentes presentaban las masadas y masías de La Cerollera
en comparación con la de términos o comarcas , más o menos, cercanas…?
-Todas las masadas se
adaptaban, tanto en sus elementos constructivos como en el modo de vida de sus
moradores, a las peculiaridades de su entorno más cercano. La quebrada
morfología del terreno y el extenso pinar eran los principales elementos
diferenciadores de las masadas de La Cerollera con
respecto a las de otras comarcas y términos de la provincia de Teruel o de
provincias limítrofes.
Las personas que las
habitaban y los oficios que desarrollaban en ellas también influían y aportaban
a cada masada su propio carácter.
-Pero también debieron de
presentar hechos convergentes. Cuéntanos.
-El modo de vida de los
masoveros era muy similar en todas las masadas. Estaba basado en una estructura
familiar muy arraigada con varias generaciones conviviendo en el mismo espacio
físico: (abuelos, tíos, padres, hijos). También la agricultura y la ganadería
eran la base de su economía y de la que se autoabastecían junto a la
explotación de otros recursos.
Las relaciones afectivas y
comerciales entre las diferentes masadas solían ser muy buenas. Se ayudaban en
las faenas del campo o en el manejo del ganado, se dejaban los animales de
labor o los de corral, colaboraban en la reparación de caminos vecinales
conjuntos, facilitaban intercambios de productos, se juntaban para hacer las
caleras, carboneras, ir a la sierra a por patatas para la siembra, formar
partidas de caza, invitarse a la matacía o a los bureos, romerías, las fiestas
patronales y acontecimientos familiares (nacimientos, bodas)…
-Amigo, ¿cómo fue la coordinación de este trabajo porque hay más
gente implicada en este libro?
La coordinación con el
grupo de colaboradores se hacía mediante correos electrónicos y posteriores
puestas en común de los temas en la sede de la asociación con un calendario
establecido para corregir, repasar o aportar nuevos datos…
-¿Cuál recuerdas que fue la
parte a la que más os costó acercaros para explicarnos lo que fue el particular
mundo de las masías y de sus gentes?
-Sin duda el capítulo VI
del segundo volumen: Los vínculos familiares entre los masoveros. Recoge los
ascendientes desde el siglo XIX y los descendientes hasta la actualidad de
dieciocho masadas del término municipal de La Cerollera.
Hubo que rastrear hoja
por hoja todos los tomos disponibles en el registro municipal para anotar datos
sobre nacimientos, bodas y defunciones. Con esa información determinar elhereu o la hereva de cada mas y su parentela.
-Hablemos de las
masías….muchas, diría la mayoría se encuentran en ruinas o casi en ruinas… ¿qué
sensación tenéis como estudiosos de este tema cuando os encontráis ante este
panorama? ¿Qué se podría o debería plantear para reconvertir o darle la vuelta
a la moneda?; ¿Hemos hecho tarde para recuperar el patrimonio de las masías?
-Hemos comentado ya el
lamentable estado de la mayoría de estos mases pero no hemos hecho tarde. El ejemplo esta en los mases de LLop que fueron derruidos a finales de la década del 2000 y su solar
hoy convertido en un elegante edificio de nueva planta destinado a un lujoso
hotel rural con encanto.
En el capítulo XI del
segundo volumen hablo del abandono de las masadas y doy algunas posibles
alternativas para personas emprendedoras en el apartado que titulo “La ilusión
de un futuro. Posibles alternativas de empleo”.
-¿Y el de los masoveros y
masoveras…ese patrimonio antropológico de convivencia tan arraigado en ciertas
tierras…qué podemos hacer para contar, difundir y dar a conocer la importancia
del hábitat rural y de sus habitantes entre las generaciones presentes y
futuras?
-La labor continuada de las
entidades provinciales, comarcales, asociaciones locales, las revistas
especializadas, las divulgativas como la vuestra, los folletos informativos, y
las publicaciones en libros o la web sobre estos temas son los pilares básicos
para difundir y sensibilizar a cuantas personas han permanecido ajenas, hasta
ahora, a este rico patrimonio antropológico.
Hoy el turismo rural en
auge ya consigue acercarlas a estos hábitats rurales
-Cuéntanos alguna anécdota o cosa que, durante la elaboración del
trabajo o “a posteriori” ,te haya llamado la atención…
-En el proceso de
elaboración me llamaron la atención varias contallas que me dijeron los informantes y las inserté en los apartados
correspondientes. El día de la presentación del segundo volumen, 20 de agosto
de 2014, presencié la siguiente anécdota:
Un masovero, al ver
la foto de portada del libro que tenía en sus manos, hablaba con las
caballerías y las llamaba por su nombre. Les decía: “Ay que majos estáis
aquí y cuántos ratos, buenos y malos, hemos pasado juntos trabajando”.
Le pregunté si los conocía
y me dijo que se llamaban Noble, el más cercano a su dueño, y Bayo el otro. A
continuación me relató que un día, después de labrar toda la jornada matinal,
pararon a comer. Su dueño, el tío San, gustaba mucho de hacer apuestas. En
aquel caso nos apostamos a que yo pasaría por debajo de Noble y si lo conseguía
me daría un real. “Pasé sin dificultad pero el otro, Bayo, me soltó una coz que
yo no me esperaba. Aún guardo un amargo recuerdo de aquel momento que se alivió
al recibir el real prometido”.
-Por último, ¿qué
importancia tuvieron y de alguna manera han dejado como retenida las masadas y
masías en vuestro territorio?
-Su importancia: Las masadas tienen su
importancia por ser una forma de vida centenaria con mucha experiencia a sus
espaldas. Se adaptaron al territorio en forma de hábitat disperso y sus
moradores vivieron de la explotación sostenible de sus explotaciones
agropecuarias y de administrar con respeto los recursos del patrimonio
medioambiental.
Las masoveras y masoveros
son los artífices de ello porque, durante tantas centurias, conocieron y
supieron conservar los ciclos naturales de los animales y vegetales del bosque
para transmitir su sabiduría y experiencias de generación en generación.
18468
Masadas y masoveros de La Cerollera (volumen I). Manuel Casado López
182 páginas 15 x 21,5 cms.
15.00 euros
Asociación Serva
18469
Masadas y masoveros de La Cerollera (volumen II). Manuel Casado López
360 páginas 15 x 21,5 cms.
15.00 euros
Asociación Serva
Volumen 1
La asociación SERVA ha publicado este trabajo, donde se dan a conocer aspectos
generales sobre las masadas y su evolución histórica, el modo de vida
autosuficiente de los masoveros, sus costumbres, sus recursos económicos y las
relaciones socioeconómicas que desarrollaban a pesar de su hábitat disperso y
que han sabido transmitir de generación en generación.
En la actualidad, la población masovera ya no reside en sus mases. El paso del frente en la Guerra Civil, la cruel represión
franquista, las duras condiciones de subsistencia en la posguerra y la
emigración para buscar mejoras en su calidad de vida fueron hitos que marcaron
el paulatino abandono de los mases y de este modo de vida.
Volumen 2
En el segundo volumen de Masadas y masoveros de La Cerollera
se pretende luchar contra el olvido de la forma de vida de los masoveros.
El autor se centra en recopilar las tradiciones que se están perdiendo, la
forma de vida y la relación de los masoveros con los habitantes de La Cerollera.
El libro comienza con un análisis de las antiguas tareas de los masoveros, y
los trabajos del campo, relacionados con el cereal. Desde los oficios
relacionados con las abejas, las calcineras (en las que se trabajaba la cal,
con fines de desinfección y argamasa) a la leña, la madera, las resinas, así
como la época de las minas, y las antiguas neveras o pozos de nieve.
El segundo capítulo se centra en la alimentación. Recopila el recetario de las
masadas, con los alimentos que obtenían del huerto y de los animales que se
criaban allí. Asimismo, el tercer apartado es un estudio de los trabajos de los
masoveros según el género, haciendo hincapié en la importancia de la mujer como
coordinadora de los trabajos, y figura fundamental en el control de la economía
familiar.
El quinto capítulo trata el ciclo festivo, y el sexto incluye una serie de
árboles genealógicos de las masías. «Puede tener un gran interés para los
vecinos de La Cerollera que quieran conocer más
información sobre sus propias raíces.
El capítulo número siete se dedica a la vida cotidiana y la indumentaria propia
de la vida en las masadas y el ocho, al patrimonio inmaterial de las mismas,
como acertijos, adivinanzas, cuentos, refranes y frases hechas del municipio de
La Cerollera, e incluso cantos en tono «picante» que
se recitaban en la época. El apartado nueve se centra en los oficios de La Cerollera y en el diez realiza una extensa referencia a los
maquis y la escuela guerrillera que se instaló en torno al municipio.
Por último, el capítulo 11 se estudia la situación actual, y a la posible
alternativa de futuro empleo en las masadas para evitar que todo ese patrimonio
se pierda. El objetivo es recoger y transmitir toda la vida que había en las
masadas, con la ilusión de que puedan tener un futuro a través de su
recuperación, como ya se ha hecho.
Más información:
http://www.cerollera.com/apartats/serva/libromasadas/libromasadas.html
ÍNDICE GENERAL volumen I
Prólogo.
Estado de la cuestión
Qué son las masadas
Origen y evolución histórica de las masadas
Toponimia de las masadas
Tipología arquitectónica
Paisaje y medio natural
Pronóstico del tiempo y refranero popular
Los recursos económicos
El mundo mágico y las creencias populares
Bibliografía y anexos
ÍNDICE GENERAL volumen II
Prólogo.
Las viejas tareas y oficios tradicionales
La alimentación de los masoveros
Los trabajos de género en las masadas
El ciclo vital en el entorno masovero
El ciclo festivo anual de los masoveros
Los vínculos familiares entre masoveros
La vida cotidiana de los masoveros
El patrimonio inmaterial masovero
Visitadores ambulantes en las masadas
Masoveros y maquis
Abandono de las masadas y situación actual
Bibliografía y anexos
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