Canto_a_las_ball_581901918e.jpgCazarabet conversa con...   Asunción Libertad, autora de “Canto a las ballenas” (Tundra)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un libro de Tundra Ediciones desde la pluma de Asunción Libertad y que se acerca  a la relación de una mujer con las ballenas.

Como bien podrás leer el libro es una especie de homenaje a la libertad y al respeto pleno y sincero a los océanos y a sus habitantes, entre ellos, las ballenas.

Lo que nos dice la sinopsis del libro:

La historia de la estrecha relación de una mujer con las ballenas. Íntimamente ligada desde su nacimiento a una beluga, desarrolla la capacidad de comunicarse con ellas y lucha por liberarlas de su cautiverio y devolverlas a su hábitat natural. Un canto a la libertad y a la defensa de las ballenas y los océanos.

La autora del libro, Asunción Libertad:

Amante de la naturaleza,  ha vivido desde la más tierna infancia entre la tierra y el mar, .Los primeros años de su vida los pasó jugando entre higueras, almendros, granados y oliveras en los alrededores de Crevillente; a los once años se fue a vivir a Canarias, a la pequeña isla de La Graciosa, mágico lugar, fuente de gran parte de su obra creativa, especialmente se su novela Mujeres en la Isla.

A los largo de su oficios como cuentacuentos y enseñante de literatura ha ejercido, a través de la voz y la palabra, una ardiente y amorosa defensa de este planeta y los seres que lo habitan.

Es colaboradora de la Fundación Jane Goodall y de Ecologistas en Acción. Es, además co-creadora e impulsora del grupo de Mujeres Arbóreas, “Sabias como un árbol”.

Publica Las Sirenas y otros seres de agua—Ed. Juan Gil Albert—Y en la actualidad se afana en la creación de una buena obra defensora de los bosques y las mujeres, denunciando el poder devorador y ecocida del capitalismo patriarcal.

 

 

Cazarabet conversa con Asunción Libertad:

cantoballenas.jpg-Asunción, ¿qué te llevó a escribir este libro?, ¿qué es lo que te motiva o te motivó?

- Con respecto a los motivos que me llevaron a escribir “Canto a las ballenas”, hay varios, unos más profundos y otros menos, como las raíces de un árbol. Los motivos más profundos arrancan de la infancia: De niña viví en La Isla Graciosa, en aquel entonces todavía era casi salvaje. Allí, cuando iba a casa de una vecina me gustaba sentarme  en un pequeño taburete que en realidad era la vértebra de una ballena.  Al parecer al norte de la isla, en la Playa de la Concha había varado una ballena, de la que provenía la vértebra. Los niños queríamos ir a la playa para poder jugar con los restos de la ballena; unos habían ido y otros no, pero en la imaginación de todos se mezclaban los juegos dentro del inmenso espacio que dejaba las costillas de la ballena. Sé que varias veces acometimos descalzos la excursión para llegar, atravesando la pedregosa isla, a la playa de la ballena; sé que más de una vez fuimos descubiertos y forzados a regresar por los adultos; y ahora mismo ya no sé si alguna vez llegué a jugar entre las costillas de la ballena, o si mi memoria está entretejida con la imaginación  cuando creo recordar esos juegos. De todos modos, reales o imaginados, sé que mi pasión por las ballenas nació de esos juegos y de las muchas veces, esas reales con toda seguridad, en las que me sentaba en el taburete-vértebra de ballena, con el que iba dando vueltas al universo, girando en él mis posaderas, siguiendo su geometría circular.

El motivo más inmediato fue ver un vídeo de dos belugas que hay encerradas en el Oceanográfico de Valencia. Las visité y quedé horrorizada de las condiciones en que sobrevivían, una dando vueltas sin parar en un  espacio miserable, la otra en depresión total, aferrada a una reja  con la cara vuelta hacia el interior, sin moverse en absoluto… Me harté de llorar.

-¿Cómo incorporas ese “amor y pasión” por el mar y la vida, así como la defensa del mismo a tu manera de vivir y, luego, a la escritura?

-La pasión que siento por la mar me viene de mi condición de sirena; soy medio humana, medio sirena: tengo una obra llamada Las Sirenas y otros seres de agua. Leyéndola puedes entender mi amor por la mar; mi vida es parte consustancial de ella, tal vez por haber pasado el final de la infancia  y la adolescencia en distintas islas.

-¿Para ti la escritura es una manera más de entender y de afirmarte en tus ideas, ideales y luchas?

-La escritura es  para mí una forma de vivir y por supuesto una manera de hacer extensiva a nivel social mi lucha por la Naturaleza. Es mi granito de arena en la defensa de la Naturaleza.  No sólo en la Naturaleza que nos rodea, sino también en nuestra Naturaleza interior, humana, igualmente corrompida y destrozada por la sociedad capitalista patriarcal. Fíjate que repito cuatro veces la palabra Naturaleza –con esta cinco- y en mayúscula, para significar su importancia.

El triunfo  de la depredación capitalista-patriarcal tiene su base  en la corrupción del ser humano y en la degeneración de su sociedad, originariamente una sociedad igualitaria basada en los cuidados: estoy hablando de las sociedades matrilineales de finales del Paleolítico y comienzos del Neolítico. Si os interesa este tema os remito al libro de Riane Eisler El cáliz y la Espada. Su planteamiento es revolucionario: si en el pasado hubo sociedades igualitarias, sin guerras, podemos volver a crearlas y vivir en paz y armonía con nosotros mismos y con la Madre Tierra que nos sustenta.

-Amiga, dirías que la mujer o desde el feminismo se entiende mejor o se empatiza más con la defensa de los animales y el ecologismo?

-Las mujeres de los países en desarrollo son las más conscientes de los peligros de la deforestación. Si tú tienes que cocinar con leña, quieres tener el bosque al lado de casa y no tener que andar km. para encontrarla y luego acarrearla.  El movimiento Chipko que significa “Abrazaárboles” lo iniciaron un grupo de mujeres en la India. Fueron campesinas de la aldea de Reni en el Estado de Uttarakhand las que se abrazaron a los árboles para detener a los taladores y lo consiguieron. Sucedió en 1974. A partir de ese momento el movimiento Chipko se extendió y no sólo en la India, surgiendo iniciativas similares en muchos lugares del planeta.

Wangari  Maathai ganó el Premio Nobel de la Paz en 2004 por su contribución a la paz en el mundo con el Movimiento Verde. En la tradición africana un árbol es símbolo de paz. Wangari comenzó  plantando nueve árboles en el jardín de su casa. Luego convenció a las mujeres de que tenían que seguir sembrando para contrarrestar la masiva deforestación  de su país, Kenia. El movimiento se extendió; en el 2004 ya habían sembrado treinta millones de árboles y el movimiento se había extendido a treinta países africanos.

Por supuesto el feminismo se ha unido a la defensa de la Naturaleza creando el movimiento ecofeminista; Vandana Shiva es una de sus figuras más conocidas. Como bien dice Jean Shinoda Bolen en  Sabia como un árbol  “Tener poder sobre otros”, eso es el patriarcado. El ecocidio  perpetrado por la economía patriarcal-capitalista destruye y viola de la misma manera a la Madre Tierra y a la mujer. Las grandes compañías capitalistas, especialmente las eléctricas y mineras, no dudan en violar y matar a las mujeres indígenas, guardianas ellas del agua y la tierra, tal como hicieron con Berta Cáceres; pero ella no es la única, son muchas las mujeres que han sido asesinadas y violadas  defendiendo sus bosques y sus ríos, sin olvidar que  con ellas otros muchos líderes indígenas han perdido la vida.

Actualmente ha surgido un movimiento mundial para cambiar las leyes también a nivel mundial y lograr  que el ecocidio sea considerado un crimen a pagar con cárcel, ya que las más de las veces estas empresas ya tienen preparado el dinero para pagar las multas por la destrucción de hábitats enteros. Su nombre: Mission Lifeforce.

Concluyendo, el feminismo intenta volver a la igualdad primigenia entre los seres humanos. Los movimientos ecologistas intentan preservar de la voracidad del capitalismo patriarcal los pocos lugares naturales que quedan en el planeta. Por supuesto el actual sistema económico capitalista genera una gran desigualdad social; cada vez los ricos son  más ricos –riquísimos- a costa de que cada vez haya más pobres –paupérrimos- .

Es una desvergüenza la manera en que  crecen las  desigualdades sociales, el ritmo acelerado de la destrucción masiva de bosques, el envenenamiento de mares y ríos, todo va a la par, del mismo modo que crece la violencia contra la mujer. El poder lo sabe muy bien: Divide y vencerás. La primera división establecida fue entre hombres y mujeres: horrenda perversión de nuestra auténtica Naturaleza.

-Los animales en cautividad pertenecen a “otro tiempo”, “otros días”, ¿no?...creo que ética y humanamente nunca han tenido sentido, pero hoy menos que nuca, ¿no?-Los animales, todos ellos, deben verse o ir a verse en su hábitat…y si no es el nuestro, el de cada día, aquello que deberemos hacer es mirar documentales, leer libros o desplazarnos…-Aunque eso de desplazarnos…invadir ciertos lares no deja de generar “cierto o mucha presión” sobre el entorno, ¿qué nos puedes comentar?

-El tema de los animales en cautividad da para mucho; voy a intentar ser parca: por supuesto estos animales, cautivos por múltiples motivos y con variados fines,  claman al cielo por la crueldad que supone mantenerlos separados de sus hábitats, encerrados en espacios diminutos. Sólo con mirar sus ojos se te cae el alma al suelo. Desde luego hoy día  no es necesario, para verlos, privarlos de su libertad y dignidad, los documentales pueden satisfacer nuestra curiosidad. En cuanto al tema de visitarlos en sus hábitats es cierto que se genera una presión humana muy fuerte en el entorno, más la contribución que se hace al calentamiento global con el tráfico aéreo, uno de los más contaminantes. Sin embargo siempre hay excepciones, por ejemplo en Uganda sé que hay una Reserva donde se  visita a los gorilas, además de ser muy respetuosos con ellos,  gran parte de las ganancias se dedican al mantenimiento de la Reserva.

Con respecto al tema de los animales cautivos, por si lo quieres añadir, los pajarillos enjaulados me producen una tristeza especial. La gente los enjaula para así poseer su canto, pero no se dan cuenta de que nunca cantará un pajarillo igual que cuando está en libertad, en medio del paisaje del que forma parte, entre los árboles, arbustos, arroyos, lagos, ríos... Jamás podrán escuchar su canto de éxtasis y máxima alegría.

Leonardo da Vinci frecuentaba los mercados de aves, que compraba para luego poner en libertad.

-¿Desde la educación o con la educación como eje deberíamos tener un instrumento para “combatir” nuestro comportamiento para con el planeta y el resto de habitantes? ; ¿entonces por qué no lo hacemos?-¿Molesta a los poderes fácticos que sepamos o que se “nos enseñe”, como tal y lo que, de entrada, deberíamos saber?

-En lo que toca al tema de la Educación, he sido profesora durante muchos años. Sé de qué va. También se encierra a los niños y adolescentes en las escuelas  (cada vez más los edificios se  parecen a cárceles, ni ventanas  por donde entre la luz tienen ya); se sacrifica su vitalidad, su creatividad, su espontánea alegría y su natural deseo de aprender. En nombre de la educación se priva a los niños y niñas de su infancia, se les somete durante horas y horas a actividades y estudios que poco o nada tienen que ver con su Naturaleza, usando para ello férreas disciplinas y temarios que los anulan. Los profesores y profesoras languidecen, presionados por múltiples obligaciones burocráticas, sin poder dedicar su energía a una de las la labores más bonitas que pueden existir “enseñar”.

Aun así hay profesoras y profesores, niñas y niños,  que sobreviven y consiguen irradiar la luz que es propia  de la enseñanza y el aprendizaje. Este verano he conocido en la mar  a una de estas niñas: Lucía, diez años. Nos encontramos en un lugar todavía bello, aunque mermado en gran medida de la abundancia de sus peces y moluscos. Estuvimos conversando un buen rato sobre temas ecológicos. Me sorprendió con esta contundente frase: Somos los humanos, no los animales, quienes  estamos destruyendo el planeta; habría que quitarles la voz a los humanos y dársela a los animales.

Le pregunté si su maestra era sensible a los temas de ecología y me dijo que sí.

Me gusta creer que todavía hay esperanza para el planeta tal y como ahora lo conocemos. Tal vez fuera posible, si a través de la Educación, millones y millones de niñas y niños, profesoras y profesores   pensaran y sintieran como Lucía y su maestra.

-Amiga, ¿en qué estás trabajando en estos momentos?

-En estos momentos acabo de terminar Canto a las selvas, el segundo libro de la Tríada que estoy escribiendo de defensa de la Naturaleza. Es decir estoy en plena búsqueda de una editorial que lo lance al público. Si sabéis de alguna, avisadme por favor. Por otra parte he comenzado la redacción de la tercera novela, dedicada a las aves.

 

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