La Librería de El Sueño Igualitario

image001.jpgCazarabet conversa con...   Luisa Marco Sola, autora del artículo “Cándido Nogueras (1899-1976): El cura miliciano” dentro del libro “Otra Iglesia. Clero disidente durante la Segunda República y la guerra civil” (Trea)

 

 

 

Más conversaciones en torno a curas y la Guerra Civil

Desenmarañamos de entre estudiosos, investigadores y bibliófilos estos otros nombres en  tono a otras maneras de concebir la religión versus el Estado para eso nos hemos acercado al Vademécum de la Contienda un artículo de Víctor Pardo Lancina  que gira en torno a la presentación del libro de José Luis Melero “Los libros de la guerra. Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón 1936-1949”, libro editado por Rolde de Estudios Aragoneses en el 2006. http://www.joseluismelero.net/los_libros_de_la_guerra.htm

Cita especialmente Víctor Pardo a José Luis Melero, lector entre lectores, estudioso y curioso que, desde su mirada empequeñecida detrás de los cristales de sus gafas,  ha “señalado” unos títulos de libros que se acercan, (desde el tema que nos interesa el de Iglesia, Clero, guerra República y dictadura) a curas, obispos y acontecimientos que se vieron como en “su particular campo de batalla”

Recogemos unos nombres y testimonios gracias a ellos; aunque pueden leer mucho más y desde más perspectivas en: http://www.victorjuan.net/librosguerra_vpardo.htm; nosotros nos queremos acercar a aquellos religiosos que “escapaban” un poco de “lo común” y que se  acercaron a una ideología que no era la que “les iba” de manera directa. A ellos nos queremos acercar un poco más porque, de normal, además se les ha recordado menos, dado que formaron como parte de los perdedores y ya sabemos cómo les fue a todos los perdedores bajo la bota de una dictadura de cuarenta años:

Mosén Jesús Arnal, natural de Candasnos pero cura de Aguinaliu en julio de 1936, autor de Por qué fui secretario de Durruti, un libro publicado en Tárrega en 1972 pero de un enorme interés por la cantidad de información que proporciona acerca de la guerra en Aragón y de la personalidad del mítico dirigente anarcosindicalista Buenaventura Durruti, que tuvo su cuartel general, como es bien sabido, en Bujaraloz. En su libro nos cuenta Arnal detalles de la vida en el frente, así como las encomiendas de Durruti, como por ejemplo poner orden en las filas anarquistas ante las requisas indiscriminadas y saqueos, o llevar de vuelta a Barcelona a las mujeres «que pudren a la tropa» y que habían llegado enroladas como milicianas causando estragos venéreos en las filas de voluntarios. Arnal, salvado por Durruti de las iras anticlericales de los incontrolados, que ya se habían llevado por delante al párroco titular de Bujaraloz Jesús Franco Pallás.

El cura de Albalatillo José Til Aso, quien recibió la protección del comandante jefe del aeródromo de Sariñena, Alfonso de los Reyes González, militante comunista del PSUC. Til Aso, que huía del comité de su pueblo que había quemado la iglesia y le obligaba a casarse con su casera, fue empleado por el comandante Reyes en el servicio administrativo del campo de aviación, otorgándole de este modo su protección y ayuda.

Nos acercamos, también, al párroco de Broto Cándido Nogueras Mateo, hermano de Julio Nogueras que fue fusilado en Huesca el 8 de agosto de 1936. Cándido Nogueras, según nos cuenta Bonifacio Fernández Aldana en su clásico La guerra en Aragón. Cómo fue... recogido igualmente por José Luis—se refiere Víctor Juan a José Luis Melero--, salvó la vida por su ideología de izquierda y se sumó a las labores del comité actuando también como secretario.

Cuando acabó la guerra “según me contó en una entrevista Damián Iguacén Borau, cura nacido en Fuencalderas que llegó a ser obispo de Tenerife” Cándido Nogueras fue enviado «castigado» o «desterrado» a la parroquia de Santa Engracia, aquí en Zaragoza, parroquia que se encontraba bajo la jurisdicción del obispado de Huesca. Nogueras se dio a la bebida y al juego, enloqueció y murió.

Podría también incluirse el asesinato del cura de Loscorrales, José Pascual Duaso, muerto en su propia casa-abadía por tres falangistas vengativos en diciembre de 1936. José Pascual Duaso, nacido en Torla, es el único cura que muere en Aragón a manos de la derecha durante la guerra. Un «mártir» que no alcanzará las glorias vaticanas.

Cuando las historias transcurrían entre las paredes de cualquier monasterio, convento. Atentos a este relato: Vayamos concluyendo citando el tercero de los libros señalados por José Luis en el preámbulo de este gran trabajo que nos ofrece en la Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón. Cierra la terna el relato de José Pascual Aguilar, natural de AlcorisaYo fui asesinado por los rojos, un libro que da cuenta de la peripecia de Pascual Aguilar en el Monasterio del Collell, donde junto a Sánchez Mazas fue fusilado sin éxito a finales de enero de 1939 por un ejército republicano vencido, en retirada y exhausto.

La historia de Pascual Aguilar es como la de Sánchez Mazas, ahora bien conocida por todos tras el éxito editorial de Soldados de Salamina, de Javier Cercas y la película del mismo título de David Trueba.

Señalaré, a propósito del monasterio del Collell, que fue otro aragonés el que liberó a los presos allí retenidos por el ejército republicano una semana después del «fusilamiento» de Pascual Aguilar y Sánchez Mazas, el capitán Juan Maynar Ferrer, fallecido el pasado enero a los 90 años.

 

Pero nosotros nos fijamos ahora en la figura de Cándido Nogueras, porque los estudiosos Antonio César Moreno Cantano, Feliciano Montero García y Marisa Tezanos Gandarillas como coordinadores del libro Otra Iglesia…, dedicaron un espacio entre otros trabajos al artículo que sobre este cura preparó Luisa Marco Sola: Cándido Nogueras. El cura miliciano 1899-1976.

 

Cazarabet conversa con...   Marisa Tezanos, Luisa Marco y Luis Gutiérrez, algunos de los coautores de "Otra Iglesia. Clero disidente durante la Segunda República y la guerra civil" (Trea)

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/tezanos.htm

 

 

Cazarabet conversa con Luisa Marco Sola:

image007.jpg-¿Por qué incluiste en el libro Otra Iglesia la figura y la trayectoria de Cándido Nogueras…¿qué fue lo que os llamó la atención de él?

Todos los religiosos tratados en el libro comparten la característica de ser curas sociales, de participar del catolicismo social. Pero dentro de ello, el colectivo al que se refiere el estudio es muy heterogéneo, por lo que tratamos de presentar individuos que representaran a los diversos grupos presentes en el colectivo. Mosén Nogueras representa al cura rural, a aquellos que sin tener contactos ni relación con las élites intelectuales del país, eligió situarse contra el Franquismo como una opción personal y, de algún modo, solitaria. 

-¿Qué característica reunía un cura miliciano? ¿Por qué Cándido Nogueras  tomó la decisión de ayudar a los milicianos pro republicanos?

En los medios republicanos aparecieron durante la Guerra Civil diversas referencias a curas milicianos, como era el caso del navarro Varela Berastegui.  Uno de los casos más característicos de cura miliciano es el de Jesús Arnal, secretario personal de Buenaventura Durruti, que años después publicó su experiencia en sus memorias. De hecho, su personaje dio el salto a la gran pantalla interpretado por Miguel Bosé en la película Libertarias de Vicente Aranda. 

Se trataba de personajes con un gran potencial propagandístico, por ser religiosos que criticaban al bando nacional y su pretendida religiosidad. En sus argumentos a menudo combinaban ideas propias de un cristianismo purista y primitivo con conceptos propios del anarquismo libertario. 

-Algunos afirmaron que exentos de ideal republicano si se acercaban a ayudar a los milicianos lo hacían por salvar la vida…-Aunque a lo mejor aquello que sí o sí atesoraban era un compromiso, desde el clero, con los más desfavorecido y demás…

Es muy difícil de decir. Hay que tener en cuenta dos cosas: La guerra civil española es una guerra principalmente geográfica, con lo que la supervivencia dependía de lo bien que uno lograra congeniar con los que controlasen su zona; y, por otro lado, que estos sacerdotes se cuentan entre los perdedores de la guerra, por lo que a partir de 1939 todo aquél que hubiera tenido algún tipo de simpatía republicana renegará de ella. 

-¿Qué le pasó durante la guerra que pueda merecer nuestra atención?. En plena contienda concede una entrevista que pone en un “brete” a todos ya que sus acciones le habían dado cierta notoriedad. ¿Qué acciones son estas las que vienen por parte del cura? Según fue pasando la guerra:¿cómo fue asimilando la derrota que casi de debía ir viendo venir?

La entrevista a Nogueras era muy importante para el bando republicano al ser la primera que un cura miliciano concedía. Poco después Claridad publicaría otra a Antonio Varela Berastegui. Hasta ese momento los medios republicanos referían la existencia de estos curas milicianos, pero ninguno de ellos se había prestado a hablar directamente. 

Sus declaraciones eran incendiarias, puesto que no sólo criticaba la histórica vinculación de la Iglesia con el poder sino que afirmaba, además, que Jesucristo, de vivir en aquella época, habría sido miliciano. 

Sobre su actitud al ser consciente de la inminente derrota republicana, ésta es compleja, ya que tras un primer momento de huída luego permanece en zona nacional, donde es detenido. 

-Fue un cura que se movió bastante, aunque al final lo logran detener, otra vez, en Zaragoza… ¿qué pasa a partir de entonces?; toda la maquinaria de “los informadores”, supongo, cae encima de manera inquebrantable y con ganas de toda venganza

Dentro del colectivo de sacerdotes antifranquistas no es de los que más se movió. Hubo otros, como Leocadio Lobo o José Manuel Gallegos Rocafull, que realizaron giras internacionales en defensa de la II República incluso. Pero sí es cierto que Nogueras logró desplazarse por el Aragón republicano con cierta libertad. Ello es sintomático de sus buenas relaciones con las autoridades de la zona. 

Tras su detención en Zaragoza, efectivamente, cae sobre él todo el peso de la maquinaria represiva del nuevo régimen. 

-¿Le empujaba más “la causa del pueblo” o “la causa de los más desfavorecidos”, del pueblo llano…? ¿Era un sacerdote “purista del cristianismo”?

En su ideario entremezcla, como hemos dicho, conceptos de un catolicismo social muy simplista con ideas del anarquismo libertario, cuya influencia en el sacerdote es evidente. 

-Desde el púlpito se negó a hacer campaña o a obedecer aquello que le marcaba la Diócesis… ¿qué nos puedes decir?

Nogueras afirmaba en la entrevista haberse negado a hacer campaña para las derechas. La realidad es que no consta que militara en ningún partido o sindicato con anterioridad a la guerra  ni que tuviera ningún tipo de simpatías políticas concretas, aunque contaba con amistades de diversos idearios. Su enfrentamiento con la Diócesis de Huesca parece circunscribirse a cuestiones de disciplina más que políticas, así. 

-Él, me refiero a Cándido Nogueras, ¿entendía que la relación Iglesia-Estado debían andar como más separadas, sin interferencias. Un Estado laico desde lo social y hasta en la escuela…?

Las formulaciones teóricas de Nogueras no llegan tan lejos como a plantear modelos de relación Iglesia-Estado. Sus posturas se ciñen a cuestiones sociales muy generales. 

-Volvamos atrás en qué ambiente se formó Cándido Nogueras porque parece que el Seminario de Huesca estaba muy preocupado, ante todo, por la disciplina…recordemos que a él le encomiendan dos pequeñas parroquias de sendas aldeas que las lleva estableciéndose en Broto en 1935, así que es de suponer que se formó, en parte, en la II República (aunque previamente pasó por la Parroquia de San Lorenzo de Huesca; después estuvo en Almudévar)

Efectivamente, el Seminario de Huesca en aquellos momentos centraba la educación de los seminaristas en cuestiones de disciplina. Posiblemente el crecer desde una edad tan temprana en un ambiente tan centrado en la obediencia incidiera en los problemas de Nogueras con el estricto comportamiento que se exigía a un sacerdote. Su relación con el ambiente de la II República comenzó una vez concluidos sus estudios, y siempre dentro de su conflictiva relación con el sacerdocio. 

-¿Fue su conducta un “poco indisciplinada” afín a los juegos de azar, a la sustracción del vino lo que le aleja de las Parroquias más importantes de la Diócesis de Huesca?

Así es. El Obispado de Huesca le impuso el traslado a Broto como medida de castigo, puesto que le alejaba aún más de su familia, a la que ya extrañaba, y de su grupo de amigos, la mayoría compañeros del seminario con los que estaba muy unido. La guerra civil y su identificación con las milicias anarquistas suceden en un momento de profundo divorcio de Mosén Nogueras con la Iglesia, sin bien nunca pensó en abandonar su vocación sacerdotal. 

-Lo describes como un sacerdote “demasiado cercano” que invitaba, incluso, a que lo tuteasen….Era mal visto por ello y mirado con recelo, ¿nos puedes comentar algo?-Por esas actitudes, demasiado cercanas a la gente, le trasladan de Almudévar a Broto…

Efectivamente, el Obispado considera que tiene un trato excesivamente cercano con los habitantes de Almudévar, y es por ello que le trasladan a Broto. 

-¿Cómo veía y cómo reflexionó ante la violencia anticlerical que se dio, sobre todo en los primeros días de la guerra en algunas zonas?

Tenía una postura ante la violencia anticlerical muy controvertida, ya que culpaba a la propia Iglesia de haberla provocado por su tradicional alianza con los poderosos. Era una idea que participaba de la autocrítica propia de los católicos sociales pero llevada muy al extremo, participando de posturas más propias al respecto del anarquismo. 

-Hablábamos anteriormente de su detención, lo que le llevó a un proceso sumarísimo y a una codena. Coméntanos cómo fue su estancia en varias instituciones penitenciarias hasta llegar a la de Carmona en Sevilla, rodeado de más curas…

Sus cartas desde la cárcel son desesperadas. Vive en la más absoluta penuria y se ve abandonado por sus superiores. Se dirige al Obispo de Huesca en busca de ayuda y no la encuentra, así que, asesorado por sacerdotes vascos encarcelados con él, acaba dirigiéndose al superior de estos para que le apoye.  

-Después lo destinan en Santa Engracia, pero al parecer el párroco Nogueras ni era el mismo ni pareció integrarse al nuevo destino. Comendadnos.

Vive su paso por Santa Engracia como un exilio y un castigo. De hecho, en todo momento intentó rodearse de gente de Huesca, a los que nunca habló de sus vivencias durante la guerra civil. 

-Finalmente acaba en un centro psiquiátrico y desterrado…

Su paso por el centro psiquiátrico es un capítulo muy oscuro de su vida. Él mismo refiere en sus cartas desde la prisión de Carmona una “enfermedad nerviosa” que no especifica, pero no hay que olvidar, al mismo tiempo, que en la España de Franco la psiquiatría se puso al servicio de la maquinaria represiva. 

 

 

image001.jpg16770
Otra Iglesia. Clero disidente durante la Segunda República y la guerra civil. Feliciano Montero García, Antonio C. Moreno Cantano, Marisa Tezanos Gandarillas (coords.)
304 páginas      17 x 24 cms.
25,00 euros
Trea

Doblemente olvidados. Doblemente represaliados. Los «curas republicanos», los «curas rojos», aquellos sacerdotes que tuvieron la osadía de apoyar la Segunda República y colaborar con ella, lo pagaron muy caro. Como el resto de los vencidos, sufrieron la represión política del régimen de Franco: muerte, cárcel, exilio. Pero también sufrieron la represión eclesiástica: desarraigo, ostracismo, sanciones canónicas, excomuniones. No en vano se habían erigido en la prueba viviente de que era posible ser católico y republicano, ser sacerdote y demócrata, de que la guerra civil no era una cruzada.

Fueron también doblemente olvidados. La historiografía franquista reivindicó la memoria de los vencedores; la transición marcó el inicio de la recuperación de la de los vencidos, pero los curas republicanos, salvo contadas excepciones, siguieron en el olvido. ¿Por qué? Quizás porque recuperar su historia puede parecer más una labor de detective que de historiador. Los archivos eclesiásticos españoles, con escasas excepciones, se cierran a cal y canto cuando se menciona su nombre. Y en los archivos civiles los datos sobre ellos son fragmentarios y dispersos.

Pese a todo, nosotros creemos que no merecen este olvido y, a pesar de las dificultades, hemos intentado rescatar la memoria de algunos de estos sacerdotes que pudieron ser el germen de otra Iglesia, de un catolicismo más democrático y social.

· Índice    http://www.trea.es/material/descargas/IndOtraIglesia.pdf

· Introducción     http://www.trea.es/material/descargas/IntroOtraIglesia.pdf


Encarnación Barranquero Texeira
 es profesora titular del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Málaga. Sus líneas de investigación se centran en la guerra civil, el franquismo y la historia de las mujeres.

Miguel Ángel Dionisio Vivas es profesor de Historia de la Iglesia en los Institutos Superiores de Estudios Teológicos y Ciencias Religiosas de Toledo. Participa en diversos proyectos de investigación, trabajando sobre la Iglesia española en el siglo XX.

Luis Carlos Gutiérrez Martínez-Conde es licenciado en Teología e Historia de la Iglesia por la Universidad de Comillas y profesor en el Instituto Gerardo Diego de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Especialista de historia actual y de la Iglesia contemporánea.

Luisa Marco Sola es doctora europea en Historia Contemporánea por la Universidad de Zaragoza. Ha publicado varios libros y diversos artículos sobre el rol jugado por la Iglesia y el catolicismo hispanos durante la guerra civil.

Feliciano Montero García es catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá. Especialista en historia del catolicismo social, el movimiento católico y la Acción Católica en el siglo XX.

Antonio César Moreno Cantano es profesor de secundaria. Su investigación y sus publicaciones se centran en la propaganda extranjera durante la guerra civil y la segunda guerra mundial.

Enrique Orsi Portalo es licenciado en Historia. Actualmente cursa el Máster Universitario en la España Contemporánea en el Contexto Internacional.

José Ramón Rodríguez Lago es doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Santiago de Compostela. Especialista en el análisis de las ideas y las instituciones religiosas en las sociedades contemporáneas.

Marisa Tezanos Gandarillas es licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense. Su tema de especialización es el clero disidente durante la Segunda República.

 

 

_____________________________________________________________________

LA LIBRERÍA DE CAZARABET - CASA SORO (Turismo cultural)

c/ Santa Lucía, 53

44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Tlfs. 978849970 - 686110069

http://www.cazarabet.com/lalibreria

http://www.cazarabet.com

libreria@cazarabet.com