La Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Àlvar Monferrer Monfort, autor de “Camins de Penyagolosa. Itinerario cultural a conservar” (Diputació de Castelló)
Penyagolosa, protagonista desde sus caminos culturales de la “nueva mirada y
aportación” de Àlvar Monferrer
Monfort.
El autor de
Castelló se acerca con el libro Camins de Penyagolosa, itinerario cultural a conservar a la cultura
que gira en torno al “cim dels
cims” del País
Valencià.
No solo
desde este importante rincón del Mediterráneo se le rinde homenaje cultural al Penyagolosa, son también muchos lugares de Teruel los que
se siente atraídos por este pico.
Lo que nos
cuenta y nos explica el Departament de Publicacions de la Diputación de Castelló:
Los caminos
y senderos que desde tiempo inmemorial han cruzado las tierras próximas al Penyagolosa, tanto en nuestra provincia como en la vecina
de Teruel, han estado en riesgo de desaparición, especialmente afectados por la
despoblación. Y su expresión más conocida son las rogativas que se dirigen al
santuario de Sant Joan de Penyagolosa,
algunas de ellas ya desaparecidas, y sin duda la más famosa, los Pelegrins de Les Useres. El
presente libro quiere colaborar a hacer realidad la declaración de estas
peregrinaciones como Patrimonio Mundial en la modalidad de Itinerarios
Culturales, y así nos presenta estas rogativas penitenciales, su ciclo, los
rezos y cantos que le son propios. Todo ello con un profuso acompañamiento
fotográfico.
El autor, Àlvar Monferrer Monfort: https://www.bullent.net/detalle_autor/?au_id=89
Un escritor
muy vinculado a su tierra y etnología: http://datos.bne.es/persona/XX978978.html
Además,
también ha participado en: http://datos.bne.es/persona/XX978978.html
Cazarabet conversa
con Àlvar Monferrer Monfort:
-Àlvar, ¿qué te ha llevado a
acercarte al Penyagolosa desde su vertiente
cultural?, ¿Por qué “lo cultural”, que enlaza enseguida con todos los aspectos
que atesoran sus gentes con sus tradiciones y costumbres?
-Me empujó a escribir la obra el encargo personal del
Presidente de la Diputación de Castelló, D. Javier Moliner, de redactar el
informe para la UNESCO, que debe acompañar la petición de declarar Patrimonio
de la Humanidad como itinerario cultural los caminos del Penyagolosa.
De ahí el título en valenciano -Camins del Penyagolosa-, aunque el libro está escrito en
castellano para más difusión. El libro era un primer hito importante en la
campaña de recogida de firmas con este objetivo. Después se han tomado otras
medidas, como dar a conocer a propios y extraños este paisaje y los valores que
presenta tanto culturales, como materiales. En último término se trata de
acercar un paisaje surcado de caminos bien definidos por la geografía, la
historia y la cultura a cuantos se interesen por él y contribuir a su
recuperación como hábitat, tanto para sus habitantes actuales, como a los del
futuro a largo plazo.
-Amigo, ¿qué tiene de especial “el cim
dels cims del País Valencià” para que te acerques a él con ese carisma –o
cariño—que va más allá de, perdona mi reiteración, “lo especial”?
-Aparte la expresión que lo singulariza como “montaña
sagrada”, que copio de Jason Webster
y pongo de manifiesto al principio del libro para significar su carácter
singular, el Penyagolosa es para los valencianos en
general y los castellonenses en particular el resumen de las peculiaridades de
nuestra tierra. Con esa perspectiva representa a una provincia que es la
segunda más montañosa de España (la primera es Cantabria), al tiempo que goza
de una costa singular tanto por su longitud como por su variedad y calidad.
Entre la arena de sus playas y el escarpado pico a 1813 metros de altitud, la
distancia es mínima (unos 40 kms. en su paralelo y
ochenta y tantos por carretera). Sin embargo sus accidentes, sobre todo
llanuras y valles entre montañas, permiten disfrutar de grandes variaciones
climáticas que van desde las más atemperadas del clima mediterráneo, hasta las
más frías de la alta montaña.
-El Penyagolosa es algo más
que un lugar geográfico a donde llegar desde diferentes lugares…¿qué nos puedes reflexionar? ¿Es un lugar “de encuentro” de
gentes de diferentes sitios y lugares como los que vienen de todo el País Valencià, pero también de esas zonas de Teruel tan
cercanas…?
-Si algo singulariza este paisaje es precisamente la
escasa importancia que para la convivencia tiene la frontera entre las tierras
de Aragón y Cataluña y las valencianas. Sus habitantes se entienden a la
perfección en su lengua propia y la diferencia entre castellano y valenciano o
catalán nunca crea problemas. Es más, la permeabilidad cultural recíproca es
espontánea y favorece cualesquiera tipos de intercambios. Y no me refiero solo
a los del día a día (comerciales, laborales y de convivencia en general), sino
sobre todo a los culturales y estructurales que son más permanentes
(matrimonios, expresiones habladas y gestuales o mímicas, técnicas productivas,
fiestas y celebraciones, etc.).
-En lo personal, Àlvar ¿a ti
qué te evoca el Penyagolosa?
-Me evoca la infancia siempre ligada al Penyagolosa, sobre todo como punto de referencia necesario
no solo por Els Pelegrins
de les Useres, celebrados cada año, sino
también porque protagonizaban una parte singular de nuestros juegos de niños.
Y, esto se aprende después, porque como paisaje era referencia necesaria de los
cambios de tiempo (las nubes que presagiaban lluvias inminentes y montes
intermedios que preservaban hasta cierto punto de los rigores invernales), las
historias que de allí venían reales o imaginarias (brujas, duendes, maquis y
bandoleros, plantas curativas, como el Erodium petraeum Cavanillesii, o geraniet de Cavanilles, según el botánico Calduch)
que cura las fiebres periódicas (tercianas y cuartanas), la madera de sus
bosques, la importancia de sus nieves para las fuentes que abastecen de agua el
pueblo y los riegos de la huerta, etc.
-Háblanos un poco de todas esas
peregrinaciones ya no tan solo “al cim”, me refiero,
ahora, a las que tienen como “punto de encuentro” el Santuario a San Joan de Penyagolosa….
-Las más importantes para mí son las que van al
santuario de Sant Joan: las de les Useres, Xodos, Culla, Puertomingalbo y, por
supuesto, Vistabella, en cuyo término municipal se encuentra el santuario.
También las hubo de Ludiente y Castillo de Villamalefa, Lucena, Atzeneta y
Villahermosa. Sant Joan es, pues, un santuario
importante por las rogativas penitenciales, seguramente fundado por la Orden de
San Juan del Hospital poco antes de 1314, que pasó en 1217 a la orden de
Montesa, junto con otras posesiones de los templarios. La primera noticia que
tenemos es de 1314, dos años después de haber desaparecido el Temple y tres
antes de aprobarse Montesa. Pude intuir un fundamento a esta importancia, cuando
vi que en las horrísonas tormentas de verano que aparecen tan súbitas como se
van, el remolino de sus nubes gira justo encima del santuario. Pensé entonces
que las llamadas fuerzas telúricas o lo que sea de nuestra tierra tienen una
razón de ser y explican la cualidad de atracción de muchos parajes donde tienen
lugar ciertas prácticas religiosas de tipo colectivo.
Las peregrinaciones o rogativas penitenciales son su
más clara manifestación y se pueden calificar desde la fenomenología de la
religión como celebraciones rituales de tipo iniciático, como expongo en la
peregrinación de les Useres que describo
minuciosamente en el libro. Sus peregrinos pasan sus tres etapas de rigor: la
separación simbólica y real de la comunidad, la transformación iniciática en un
ritual exclusivo que les da categoría de santos como recoge la tradición
popular, y el regreso o reincorporación a la comunidad simbólico
y real.
-En lo que respecta a las excursiones al cim eran y
son de excursionistas. Un comentario común entre ellos es decir que el pico no
soporta cruces u otros objetos distintivos, pues los rayos de las tormentas y
los efectos de las heladas pronto acaban con ellos. De momento sólo permanece
el mojón con la hornacina de la Mare de Déu del Lledó (el principio materno-femenino de todas las
religiones), un exvoto procedente de Asia Menor enterrado en la tierra costera
castellonense en la prehistoria y hallado en el siglo XIV por un labrador que
araba su campo. Subieron de consuno una réplica de esta imagen en agosto de
1959 los jóvenes del Centro Excursionista de Castelló y del Frente de
Juventudes. Lo recuerdo perfectamente pues era verano y me encontraba de
vacaciones en mi pueblo, donde pernoctaron. Al frente iban los mandamases de
ambas organizaciones, con el Prior del santuario, mosén Antonio Prades. Él hizo que subiera la Lledonera
al pico, como también se ocupó siendo cura de Xodos
de que llegara la electricidad al pueblo, o la carretera, con otras iniciativas
que contribuyeron a que estas tierras entraran en el siglo XX.
-¿Qué puntos alrededor de este santuario resaltan
sobre otros como con personalidad propia?
-Aparte del pico, en cuyos aledaños existe una nevera
(pozo de nieve) y el barranco de la Pegunta, con su ruta botánica digna de
visitarse, son muchos. Destacaré solo algunos desde diversas perspectivas. En
primer lugar la toponímica: el acceso a Vistabella y el Penyagolosa
en coche desde Atzeneta y la Plana de Castelló se
hace a través de un puerto de montaña llamado del Vidre, equivalente a coll de la Chaparra. Existe también un barranc del Vidre y
una rambla del Vidre.
Joan Coromines los cita, aunque no anota el Port. Por otra parte dice que xaparra es de
etimología prerromana que también existe en vascuence y significa arbusto de
poca alzada o chaparro. Hace años, cuando aún se redactaba la Constitución, los
defensores del valenciano tachaban con alquitrán el cartel de Port del Vidre
y lo substituían por Coll de la Chaparra. Hasta que publiqué en
un periódico que Port del Vidre podía derivar del latín portus vetus (Puerto antiguo) como Morvedre (Sagunto) deriva de murus vetus. Con ello se acabaron las
correcciones. Después encontré que el nombre del pueblo más cercano al citado Port, que es Benafigos,
deriva del latín penna ficta, a través del dialecto mozárabe,
es decir en castellano Piedrahita,
cuya ubicación sobre una peña es ciertamente punto de referencia desde
cualquier parte del entorno y no tiene nada que ver con la higuera y los higos
que muchos le atribuían.
El otro acceso importante al macizo es Puertomingalbo, pueblo turolense declarado conjunto
monumental de interés turístico, que como he dicho también peregrina a Sant Joan. El resto de caminos son todos de segunda clase,
es decir, senda o caminos de caballería.
Otros puntos a destacar son la Vall de la Usera, barranco situado entre el citado Puerto y Vistabella,
cuyas aguas aprovechaban antiguamente varios molinos. En la confluencia de sus aguas con el río Monlleó,
se encuentra la ermita de San Bartolomé cerca de las ruinas del castillo del Boy, el primer lugar de la zona dado a poblar (1101) por el
rey Pedro el Católico, padre de Jaime I, para cuando se conquistara.
También el pueblo de Vistabella a 1100 mts. de altitud, lugar de veranos
agradables e inviernos rigurosos. Es el guardián del Penyagolosa
y sus gentes acuden a Sant Joan al menos en dos
ocasiones anuales: por Pentecostés la rogativa y a finales de agosto la fiesta
patronal. Fue importante en las Guerras Carlistas, pues entre otras cosas se
imprimió en él un periódico y un sello de correos. También ofreció abrigo
seguro a guerrilleros de todas las guerras civiles: la de la Independencia, las
carlistas y los maquis posteriores a la Guerra Civil.
-El Pla o llano de Vistabella, con patatas excelentes
no solo para cocinar, sino también y sobre todo para la siembra, es un paraje
kárstico en anticlinal (poljé)
desde la sierra hasta el río Monlleó, con sumideros o
engolidors,
que alimentan fuentes en las tierras de más abajo. En el
hay un antiguo campo de aviación donde antes aterrizaban aeroplanos ligeros y
ahora sirve para cargar agua los helicópteros contraincendios. Lo atraviesa una
pista de montaña que lleva al santuario de la Virgen de la Estrella, lugar con
un microclima que permitía el cultivo de la vid. La filoxera y un súbito
aguacero típicamente mediterráneo, es decir, de gota fría, acabaron en 1918 con
su escasa población y el aprovechamiento agrícola y ganadero de sus
características climáticas.
-Todas estas peregrinaciones han sido proclamadas
Patrimonio Mundial en la modalidad de Itinerarios Culturales. ¿Cómo fue ese
camino?, nos referimos a poder conseguir “esa calificación”…
-Las declaraciones de momento sólo se han producido en
nuestro contexto, es decir, por la Generalitat Valenciana, con lo que la
calificación de mundial está aún lejana. Es lo que se pretende de la UNESCO, un
reconocimiento que les daría importancia cultural y turística mundial, sobre
todo por sus consecuencias de cara al turismo que anime su economía deprimida.
-Hablemos un poco de estas
peregrinaciones: ¿Cuál de esas peregrinaciones congrega más expectación?-¿Cuál
de ellas se remonta a tiempos más lejanos?
-Casi todas las citadas, como otras que tienen lugar
en pueblos y santuarios cercanos, se remontan a finales del siglo XIV o
principios del XV. Sus cantos son anteriores (antes de 1161) y proceden de
Francia, quizá de cerca de París, como ocurre también con los laberintos que
aún pueden contemplarse en el suelo de alguna de nuestras ermitas y otros
lugares sagrados. Con todo, la peregrinación más notable es la de les Useres por su ritual y desarrollo, sus cantos y otras
características que la hacen casi única.
-Como estudioso de la etnología que rodea a los
pueblos y las gentes del entorno del Penyagolosa,
¿qué es aquello que cada año te sacude por dentro en las celebraciones que
miran a este lugar?
-En mi caso, lo que siento no puede separarse de lo
que he aprendido sobre ella, pues me permite vivencias y satisfacciones
peculiares. Pongo sólo dos ejemplos: la tela de los tejanos procede de nuestro
arco mediterráneo (de Marsella a Murcia). Es nuestra roba de burell que inundó el mundo desde
California. Otra cosa: Felipe II prohibió la vesta o sayal de peregrino en
1590. Los de les Useres lo ignoraron como también
ignoraron la orden de arrancar la planta de viña americana en tiempos más
recientes. Por lo demás, la celebración en sí me llena de orgullo, porque como
hijo de mi pueblo es nuestra seña de identidad más importante.
-¿Qué misterios rodean a Sant Joan de Penyagolosa, a sus
peregrinaciones y “al cim dels
cims”?
-No hay misterios, sino sueños de los seres humanos
que buscan explicaciones míticas o racionales para entenderlos en su origen, tanto
aquí como en otras tierras, sobre todo si son parajes singulares. Siempre dan
lugar a leyendas y razonamientos que los antropólogos de la cultura han
intentado clasificar y comprender. Poco a poco los misterios se comprenden,
aunque nunca del todo.
-Muchas tradiciones han sido claramente
“cristianizadas”, ¿qué nos puedes decir de estas que rodean tan directamente al
Penyagolosa y los pueblos que allí se miran…?
-Son lugares comunes en nuestra provincia. Por
ejemplo, la procesión del Piló de la Creu de les Useres, se hace a un antiguo santuario dendrolátrico,
donde un círculo de piedras sillares rodeaba el antiguo tronco de árbol con la
cruz de hierro encima. Al desaparecer el tronco, se substituyó por el actual
mojón de mampostería culminado ahora por una cruz de madera de sabina. Y
todavía se produce un ritual ancestral oficiado por el herrero, personaje
importante en las culturas antiguas por sus conocimientos sobre la obtención
del hierro. Otro caso se da en Vilafamés, pueblo
limítrofe con les Useres, donde la columna pétrea de
una antigua cruz de término depositada en un rincón del almacén municipal
presenta grabados a media altura dos óculos neolíticos. Sobre ellos, se dibujó
a buril un Ecce Homo y se coronó también por la cruz de
hierro.
Más todavía. Existe en el término de Morella un monte
singular llamado el Muisacre,
o Mons Sacer (monte sagrado) de los romanos,
donde no me consta que se hayan realizado búsquedas ni excavaciones
arqueológicas sistemáticas. Cinco ermitorios de cierta importancia rodean el
monte que pueden interpretarse como un círculo mágico numinoso
quizá de carácter protector.
Y acabo: Una tesis doctoral hecha en la Universidad
Gregoriana de Roma recoge numerosos datos sobre el tema. La referencia es muy
expresiva: “Llidó Herrero, Joan (1998): Las
manifestaciones de lo divino en las culturas prehistóricas castellonenses. Pontificia
Universidad Gregoriana. Roma”. La publicó la Diputación
de Castelló. Concluyo
que hay mucho trabajo por hacer.
-Este libro narra o mejor dicho refleja muy bien la
“decadencia” social que está enlazada con la demográfica, ¿no?, ¿qué nos puedes
reflexionar?
-Esta decadencia es general a la mayor parte de la
España interior, sobre todo la montañosa, que a pesar de sus cualidades
paisajísticas, se está convirtiendo en zonas ahora denominadas laponias españolas. Yo me he fijado en la que abarca mi
libro. En ella los avances que podían haber detenido la sangría demográfica
llegaron muy tarde: luz eléctrica, telégrafo, teléfono, transporte y otros
servicios públicos, sobre todo carreteras y buenos
medios de comunicación. Y ello a pesar de ciertas iniciativas que pudieron
detener la sangría, en los núcleos de industrialización temprana cercanos al Penyagolosa (Morella, Villafranca del Cid, Lucena...). En
tal sentido la Guerra Civil constituyó quizá el obstáculo principal que impidió
un desarrollo necesario.
-Amigo Àlvar,
¿cómo ha sido el proceso de documentación, estudio, investigación e indagación?
-Muy largo. Hace años que recojo material sobre los
pueblos de las tres provincias valencianas y poseo una biblioteca especializada
que en pocos lugares puede encontrarse. Mi verdadero problema será decidir qué
hago con ella en un futuro que espero lejano. Y una herramienta importantísima
para es Internet con sus enormes posibilidades. Todo ello, además del tiempo
dedicado.
-Bien, amigo, y luego, ¿cómo le pones orden a todo
ello? , ¿Cómo es tu metodología de trabajo?
-Primero se hace un esquema en capítulos a partir de
las ideas que pretendes desarrollar y el material de que dispones. Luego, si es
necesario, vas reformando el esquema. No es difícil cuando lo has hecho otras
veces. No obstante, remarco que la tarea más ardua es siempre la corrección
final.
-Àlvar, sabemos de tus
inquietudes, ¿nos puedes dar alguna pista de lo que andas trabajando ahora?
-Un tema que me ha preocupado siempre es la condición
de individualismo que se ha atribuido siempre a los valencianos en particular y
a los españoles en general. Creo que hay mucha arbitrariedad en ello. En
Valencia tenemos bandas de música, coros y grupos musicales y de danzas de
diversa índole, fallas, gayatas y hogueras, antiguas soldadescas, ahora moros y
cristianos, y otros conjuntos de fiestas, clubs deportivos de diversas
modalidades, aficionados a la colombicultura, las aves canoras, la caza y la
pesca, excursionistas y senderistas, cooperativas y asociaciones de diversos
tipos, etc. Yo me he ocupado en profundidad de las cofradías, un fenómeno poco
estudiado a pesar de la documentación existente, aunque muy dispersa, y su
importancia en nuestra cultura. Por el momento he publicado un estudio sobre
estas entidades en las comarcas de Castellón desde la conquista cristiana hasta
finales del siglo XVIII, que sobrepasan las ochocientas. Tengo terminado otro
sobre la ciudad de Valencia durante el mismo período y son 714 las censadas. Mi
intención es seguir con el resto de comarcas de Valencia y Alicante. Por otra
parte he recogido materiales sobre los gozos, que nacieron aquí, y otros temas
que serían largos de explicar. Conviene remarcar que la dificultad principal
reside en que no hay organismos oficiales o editoriales que quieran
financiarlos o simplemente editarlos.
-Àlvar este libro no sería
lo mismo sin esa conjunción y acompañamiento, casi perfecto, con las imágenes o
las fotografías, ¿qué nos puedes decir al respecto?
-Es casi perfecto en este sentido. La pena es que no
se rotularan las fotos como yo hubiera deseado, a pesar de que se puede
adivinar el rótulo por el contexto en bastantes. Alguien tuvo interés en que no
se hiciera y se inventó que corría mucha prisa su publicación. Y no digo más.Muchas gracias por vuestro interés.
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069