La
Librería de Cazarabet Indignado
Un libro
que se interna, gira y regirá en torno a la acción policial y a sus “asuntos”
de corrupción..
Jorge Cabezas
poner negro sobre blanco muchas de las sombras que volaban, pero que él atrapa
para acercárnoslas y describirlas.
Qué nos
dice Kailas Editorial sobre el libro:
¿QUIÉN
VIGILA A LOS QUE NOS DEFIENDEN DEL MAL?
El
reputado periodista Jorge Cabezas nos ofrece una inquietante panorámica de la
reciente corrupción policial en España. Un relato trepidante y unas historias
más propias de la novela negra que de la crónica de sucesos, que nos plantean
la perturbadora pregunta: ¿quién vigila a los que nos defienden del mal?
Asuntos
Internos es una exhaustiva investigación de la corrupción policial de los
últimos años a través de casos que reflejan en gran medida la situación en que
se hallan nuestras Fuerzas de Seguridad. Desde la trama de agentes corruptos de
la Guardia Civil en Málaga hasta el sombrío mapa de la crónica negra en
Cataluña, pasando por el maltrato al que son sometidos quienes pretenden luchar
contra la corrupción de los Cuerpos, las operaciones Carioca o Emperador o el
esperpéntico asunto de El pequeño Nicolás.
El
análisis del autor también se detiene en las policías municipales e incluso
aborda el fenómeno de las mafias policiales.
Este
libro pretende abrir el debate sobre la necesaria renovación de unos cuerpos
intocables durante décadas por su condición de baluarte en la lucha contra el
terrorismo.
El autor,
Jorge Cabezas:
Jorge
Cabezas es periodista, escritor y
experto en temas de Interior e investigación (Yo maté a un etarra, Infiltrados,
Crónica negra de España). Ha desarrollado su labor profesional en distintos
medios de comunicación (Antena 3, como responsable de Interior y colaborador de
Espejo Público, TVE, Telemadrid, Radio Nacional y
Onda Cero, entre otros). Es tertuliano habitual en programas de investigación,
crónica negra y política.
Cazarabet conversa con Jorge Cabezas:
-Jorge,
¿cómo es que te acercas a Asuntos Internos, la unidad policial que “vigila” a
la policía?;¿qué te ha hecho interesarte por ello?
- Me
parecía interesante echar una ojeada por dentro en el mundo de las cuerpos y
fuerzas de seguridad del Estado. Durante un cierto tiempo recopilé bastante
información sobre casos en los que habían intervenido las Unidades de Asuntos
Internos, en los distintos cuerpos policiales que operan en nuestro país. Y me
encontré con algunas sorpresas.
-¿Y quién vigila a
Asuntos Internos?
-El
problema es que las Unidades de Asuntos Internos dependen directamente de un
escalón superior o en el caso de la guardia civil del mando. No son
independientes. No actúan en muchos casos con criterios profesionales. A veces
sirven para tapar, más que para investigar. O se utilizan para fines distintos
a su labor. Por eso sería bueno que las unidades de Asuntos Internos
dependieran de organismos ajenos a los propios cuerpos de seguridad. Tal vez de
la fiscalía anticorrupción.
-¿Fundamentalmente
cómo se estructuran las tramas de corrupción, desde la policía?; ¿Y,
en base a qué abusos: chantaje, protección a cambio de vigilancia, abuso de
poder o cualquier otro delito de los que ellos deberían ser los principales
perseguidores?
-Las
tramas de corrupción policiales son variadas y complejas. Fundamentalmente
están unidas al mundo del narcotráfico, de la prostitución y en menor medida al
tráfico de armas. España es la puerta de entrada de la droga en Europa tanto de
la cocaína como del hachís. Es lógico pensar que para que ese negocio vaya
bien, se necesita de la complicidad de algunos miembros de las fuerzas de
seguridad. La implicación de agentes en el narcotráfico ha sido una constante
en los últimos años, aunque sea una parte minoritaria dentro de los cuerpos
policiales. Pero ser policía da muchos privilegios y si éstos se utilizan para
fines no previstos, nos encontramos con un problema serio.
En el
mundo de la prostitución hemos visto de todo en los últimos tiempos; los casos
Carioca o Riviera y Saratoga son un claro ejemplo de hasta dónde pueden llegar
las cosas.
-Llevan, por tanto (me
refiero a los policías corruptos), una doble vida y, supongo, que eso también
les conllevará más “ingresos”---por algo lo hacen, poder y dinero---pero
también les deparará deambular por una especie de alambre de equilibrista. ¿Qué
nos puedes decir?
-Sí, es
cierto llevan una doble vida. Por una parte son conscientes que están
traicionando su verdadero cometido, por otra, esa actividad ilícita les
proporciona dinero y un elevado nivel de vida. El problema es que un policía
corrupto hace mucho daño a la sociedad. Puede alterar informes, mentir en
declaraciones, saltarse la legalidad. Tenemos que ser conscientes de que el
poder que la sociedad pone en manos de las fuerzas de seguridad es un
instrumento muy útil para perseguir el delito, pero muy peligroso si alguien
decide pasarse al otro lado.
-¿Qué lugares de la geografía del
Estado Español están más predispuestos a sufrir mayores porcentajes de
corrupción policial? ¿Qué factores influyen en que una zona sea más permeable a
la corrupción: si son o no de costa; los recursos y actividades
socio-económicas que se llevan a cabo…?
-Evidentemente
las zonas más proclives son las grandes ciudades y las costas, lugares
tradicionales donde suelen asentarse también las mafias. Cataluña, Galicia,
Madrid, Andalucía o el Levante son lugares más proclives al asentamiento de las
mafias policiales por su vinculación con la entrada de la droga o con la
prostitución.
-¿Hay suficientes medios para parar
la corrupción policial?; ¿Hay sufrientes policías que vigilen a otros policías?
;¿Se dedican medios para la prevención?
-No creo
que haya suficientes medios, ni suficientes policías. Pero de cualquier forma
el problema es más de voluntad política que de economía. Durante muchos años la
lucha contra el terrorismo ha ocupado gran parte de la actividad de las fuerzas
de seguridad y , desde mi punto de vista, se han
desatendido otros problemas graves de delincuencia y de crimen organizado.
Tapar y tapar ha sido la máxima de los Cuerpos. Hoy nos encontramos con unos
hábitos y un modelo policial que se han estancado en los años 80, y que no han
sabido modernizarse ni adecuarse a los cambios de la sociedad. Las unidades de
Asuntos Internos deberían ser independientes y estar sometidas al control de un
organismo distinto al de los propios Cuerpos.
-Amigo
Jorge yo soy de las que pienso que en la educación está el pilar de la sociedad
en todo y para salvaguardar cualquier tema ¿Cómo lo ves en el tema
de la corrupción y más, en concreto, de la corrupción en torno a fuerzas y
cuerpos de la Seguridad del Estado?
-Es
evidente que una buena educación, basada en valores cívicos y en el respeto
escrupuloso de lo público y del sistema democrático contribuirían a mermar la
corrupción que tanto mal ha hecho a España. Si esto es así o debiera ser así
para todos, mucho más para las fuerzas policiales que son en quienes
depositamos la confianza para combatir la delincuencia y ponemos a su alcance
infinidad de herramientas.
-Además, en las series o películas,
te parecerá una tontería esta reflexión, pero es que los policías de la Unidad
de Asuntos Internos siempre son interpretados de manera para que al
telespectador le caiga ”borde”, “antipático”….
-Sí, no es ninguna tontería. La idea que se
transmite de Asuntos Internos es un tanto desagradable al menos en las
películas americanas. Son, por lo general, unos entrometidos. Dan la sensación
de fastidiar siempre al policía. En nuestro país en las brigadas de Asuntos
Internos te puedes encontrar a lo mejor y también a lo peor, sobre todo si,
como ha sucedido en alguna ocasión, las brigadas de asuntos Internos se
utilizan para saldar cuentas pendientes entre distintos miembros de los
Cuerpos. Mi impresión es que son brigadas muy necesarias, pero deberían
estructurarse de otro modo y regirse únicamente por motivos profesionales.
-¿Hay
corrupción en todos los cuerpos de seguridad del Estado?-No creo que
“se salven” y “sean impolutos” los policías locales y urbanos, ¿no?-¿Qué nos
puedes decir de la Guardia Civil o de los judiciales?
-Sí,
lamentablemente la corrupción afecta a todos los cuerpos policiales, incluso a
las policías autonómicas. Las policías locales tampoco se libran de esta pesadilla
como hemos visto en Mallorca o en Coslada. La guardia
civil tampoco es ajena a la corrupción y de hecho algunos de sus agentes han
protagonizados sucesos muy graves como los que se relatan en mi libro cuyo
epicentro es Málaga.
-Entre los investigadores
de esta corrupción: policías de Asuntos Internos, fiscales, jueces¿hay sentimiento, has notado, cierto
sentimiento de impotencia, de desamparo…?
-Lo he
notado con mucha frecuencia. He visto a agentes policiales que se han dejado la
piel para combatir la corrupción y, sin embargo, han sido perseguidos,
marcados, señalados e incluso sancionados. El caso de Málaga es paradigmático.
Han sido los propios miembros de la guardia civil ,
agrupados en torno a la AUGC de Málaga, los que han luchado por esclarecer las
circunstancias de la muerte de Lucía Garrido y toda la trama de corrupción
policial que envolvía este caso. Y eso les ha costado muchos disgustos y muchas
fatigas. Jueces y fiscales se sienten impotentes para llegar hasta el fondo de
muchos asuntos, como el de la trama de corrupción policial en el puerto de
Barcelona.
-Detrás de la
corrupción ya hemos hablado anteriormente, pero vamos a indagar un poco más
acerca de los delitos; me imagino que todo tipo de tráfico desde mujeres a
drogas, a hacer la vista gorda sobre casi cualquier otra cosa.
-Sí,
cualquier delito que te puedas imaginar, puede cometerlo un miembro de las
fuerzas de seguridad. En nuestro país se han producido en los últimos años
importantes robos de droga decomisada y custodiada por agentes. Algo falla. Ha
habido chivatazos sobre redadas, ha habido avisos a capos mafiosos de que les
iban a detener, se ha robado cocaína en un contenedor vigilado por la guardia
civil en el puerto de Barcelona, se ha extorsionado a dueños de clubs, se han
utilizado medios policiales para favorecer la entrada de la droga, se han
dejado sin resolver casos de asesinatos por una investigación manipulada, etc.
Todos los delitos que te puedas imaginar, los pueden cometer también los
componentes policiales, con el agravante de que ellos saben cómo camuflar y
confundir los hechos. Afortunadamente es una minoría, pero una minoría que revela el fallo de un modelo
policial que necesita renovarse.
-En tus años de experiencias, ¿has llegado a
sospechar, indagar, investigar sin poder concretar sobre casos que encubriesen
delitos más graves?
-Sí,
muchas veces te quedas con la duda de llegar hasta el fondo de muchas
cuestiones, de buscar otros responsables por encima de los que aparecen en
nómina. Pero en el mundo de la corrupción policial los tentáculos son a veces
invisibles y el dinero recala en cuentas que no nos podemos ni imaginar.
-Creo
que casi detrás de cualquier corrupto hay, al menos, una o dos personas que
sospechan o saben lo que hace el corrupto o corrupta…qué les impulsa a callar,
por ejemplo, si es un compañero de trabajo:¿el miedo a
ser “visto” como un chivato o chivata?; ¿miedo a algo más?
-Hay
falta de valor, miedo y a veces mucha presión para callar. Son pocos los que
dan un paso al frente. Este es un país para héroes si quieres denunciar la
corrupción policial. Es así lamentablemente. Somos un pueblo acostumbrado a
callar y mirar para otro lado. Pero también hay agentes con unos principios
éticos inquebrantables y que se juegan el tipo para denunciar la corrupción.
-En la mayoría de
los casos te diría que el entorno íntimo del corrupto si no lo sabe
directamente, lo sospecha porque el policía o la policía
corrupto deben de desarrollar algunos características comunes.
Coméntanos. Si un amigo, vecino considera, sospecha o “tiene pruebas” de que su
amigo o vecino policía realiza actividades ilícitas o delictivas. ¿cómo debe proceder?(porque casi estoy segura que
la mayoría de las veces se callará y no denunciará por miedo, la mayoría de las
veces)
-Sí, es
muy común optar por el silencio, pero la corrupción policial es la peor de las
pesadillas a las que enfrenta una sociedad, pues en principio las policías
gozan de todo tipo de credibilidad y de autoridad moral. Lo que me planteas es
una cuestión muy personal, casi de deber ciudadano. Lo aconsejable es denunciar
ante el juzgado o la fiscalía anticorrupción. Pero es un acto individual y como
tal debe madurarlo cada uno. Yo creo que la corrupción policial es un verdadero
peligro para el ciudadano y la democracia.
-¿Qué
labor y de qué manera debe trabajar la prensa, los escritores, etc?
-La prensa o los escritores, los medios en general, deben denunciar todo
tipo de prácticas corruptas y contribuir al fortalecimiento del Estado de
Derecho, un auténtico logro de la civilización del que no somos muy conscientes
en España. Sin embargo, hemos visto, como los medios en nuestro país, suelen
contribuir al silencio de muchos de estos comportamientos, en parte para no
generar alarma, y en parte por esa cultura de tapar que tan extendida está en
nuestra sociedad. A veces uno tiene la sensación de que hay demasiados vínculos
con los gabinetes de prensa oficiales y pocos vínculos con los agentes que se
la juegan todos los días para dignificar su profesión.
23090
Asuntos internos. Las
tramas de la corrupción policial en España. Jorge Cabezas
328 páginas 15 x 23 cms.
17.95 euros
Kailas
El reputado periodista Jorge
Cabezas nos ofrece una inquietante panorámica de la reciente corrupción
policial en España. Un relato trepidante y unas historias más propias de la
novela negra que de la crónica de sucesos, que nos plantean la perturbadora
pregunta: ¿quién vigila a los que nos defienden del mal?
Asuntos Internos es una exhaustiva investigación de la corrupción policial de
los últimos años a través de casos que reflejan en gran medida la situación en
que se hallan nuestras Fuerzas de Seguridad. Desde la trama de agentes
corruptos de la Guardia Civil en Málaga hasta el sombrío mapa de la crónica
negra en Cataluña, pasando por el maltrato al que son sometidos quienes
pretenden luchar contra la corrupción de los Cuerpos, las operaciones Carioca o
Emperador o el esperpéntico asunto de El pequeño Nicolás.
El análisis del autor también se detiene en las policías municipales e incluso
aborda el fenómeno de las mafias policiales.
Este libro pretende abrir el debate sobre la necesaria renovación de unos
cuerpos intocables durante décadas por su condición de baluarte en la lucha
contra el terrorismo.
Jorge Cabezas es periodista, escritor y experto en temas de Interior e
investigación (Yo maté a un etarra, Infiltrados, Crónica negra de España).
Ha desarrollado su labor profesional en distintos medios de comunicación (Antena
3, como responsable de Interior y colaborador de Espejo Público, TVE, Telemadrid, Radio Nacional y Onda Cero, entre otros). Es
tertuliano habitual en programas de investigación, crónica negra y política.
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