La
Librería de El Sueño Igualitario
EL SUEÑO
IGUALITARIO SE ACERCA A LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA
HISTÓRICA.
Conocí a
Emilio Silva cuando en el 2000 localizó en el Bierzo (más en concreto en Priaranza del Bierzo) León, el lugar donde se encontraba la
fosa común donde había sido enterrado su abuelo con otros doce hombre, todos
ellos militantes de partidos de izquierdas y partidarios de la II República.
Los falangistas les dieron muerte el 16 de octubre de 1936.
Este
navarro es un periodista que fundó, con otra gente, la Asociación para la Recuperación de la
Memoria Histórica, colectivo que lleva años buscando, los diferentes lugares,
en los que fueron enterrados las víctimas de la represión golpista en la zona
dominada o en la que iban dominando estos durante y después de la Guerra Civil
Española.
Amante y de vocación poética, Silva se licenció,
además de en periodismo en Sociología Política, pero siempre se ha dedicado,
más que a nada, al periodismo…por ejemplo fue director de contenidos de Caiga
quien caiga, durante la etapa de Manel Fuentes.
Ha
publicado junto a Santiago Macías el libro: Las Fosas de Franco: los
republicanos que el dictador dejó en las cunetas en la editorial Temas de Hoy.
Es en el septiembre del 2000 cuando la figura de
Silva va cobrando más fuerza y su voz en el trabajo y compromiso por la Memoria
Histórica se va engrandeciendo, publicando
en LA CRÓNICA DE LEÓN un artículo titulado “Mi abuelo también fue un
desaparecido”….en el artículo el periodista navarro se lamenta de cómo
había reaccionado la sociedad española: ” celebrando el conocido como “caso
Pinochet”, mientras aquí se seguía sin hacer nada por la búsqueda de los miles de hombres y mujeres que
habían desaparecido durante la guerra civil asesinados por los sublevados,
olvidando los ejecutados sin juicio por las milicias republicanas”.
A raíz de
esta exhumación de la fosa en la que se encontraban los hoy conocidos como
"los trece de Priaranza”, entre ellos el abuelo
de Silva fundó, junto a Santiago
Macías, Palma Granados y Jorge López, la
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, de la cual es
presidente. Nos lo explican así: “Numerosas personas acudieron al lugar de
la excavación para pedir ayuda en la búsqueda de desaparecidos. Y un grupo de
personas decidimos crear la asociación para prestarles esa ayuda.” Y lo dicho desde entonces dicha asociación se ha
dedicado a la búsqueda exclusivamente de desaparecidos republicanos, exhumando
numerosas fosas comunes y aportando numerosa documentación a personas que
durante décadas no han sabido nada de sus seres queridos. De esta manera y tal
como nos dicen: “…., con la colaboración
de numerosas personas, hemos podido ayudar a decenas de familias a recuperar
los restos de sus seres queridos y a cientos de ellas a conocer el destino que
corrieron sus familiares. Se trata de algo que hasta ahora no había hecho por
ellos una democracia que tras la muerte de Franco construyó una transición
fundamentada en el olvido, consolidado en la Ley de Amnistía aprobada, en octubre
de 1977, con los votos de la izquierda mayoritaria en el Congreso de los
Diputados. Esa ley dice en su Artículo 2.f que quedan incluidos en la amnistía
“los delitos cometidos por funcionarios y agentes del orden público contra el
ejercicio de los derechos de las personas”. De ese modo quedaba declarado
impune cualquier delito o violación de los derechos humanos cometida antes del
15 de diciembre de 1976.
Los propósitos y “la lucha” de esta asociación, en
pro de los desaparecidos por el franquismo,
ha viajado más allá llegando hasta la ONU: “Desde el inicio entendimos
que nuestra labor se encaminaba a la defensa de los derechos humanos y nos
asesoramos con algunos de los abogados que llevaban en la Audiencia Nacional
los casos de desapariciones en Chile, Argentina o Guatemala. En la primavera de
2002 iniciamos los trámites ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para
los Derechos Humanos, con el fin de que exigiera al gobierno español la
aplicación de la legislación internacional con respecto a la desaparición
forzada. Nuestra gestión hizo que en el año 2003 España apareciera por primera
vez en el informe del Grupo de Trabajo sobre Desaparición Forzada de la ONU.
A partir de entonces hemos llevado a cabo decenas de exhumaciones de fosas
comunes. Pero hemos conseguido también llevar las cuestiones sobre la memoria
histórica a la agenda política; entre otras cosas para que el 20 de noviembre
de 2002 la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados condenara
unánimemente el golpe de estado franquista”.
Después
de Priaranza de Bierzo se produjo una auténtica
revolución: “ empezaron a llegar cientos
de cartas, llamadas y e-mails llegaron a los responsables de los trabajos. En
ese punto y dado el volumen de casos de asesinatos extrajudiciales y desapariciones
llegados desde todo el país y siempre con el mismo patrón:
secuestro-asesinato-desaparición. Se decide crear por primera vez en España una
Asociación civil que canalice todos esos casos y que intente dar respuesta a
unas preguntas que el estado español nunca ha dado. Desde el registro de la
ARMH en el Ministerio de Interior en diciembre de 2000 estamos trabajando sobre
el mayor archivo de historias de desaparecidos de toda España.”
¿Y cómo
se organizan en la Asociación para funcionar y trabajar?;“se basa en gestionar el trabajo voluntario de más de 5.000 personas
que han contactado con nosotros desde el año 2000. Se trata de familiares,
profesionales de diversos campos (arqueología, antropología, historiadores,
documentalistas,…), estudiantes. En resumen, personas que ven una clara
dejación de las funciones de los distintos gobiernos que ha tenido España en
materia de Derechos Humanos. El olvido institucional que ha tenido los
diferentes gobiernos desde la transición española ha movido la conciencia de
miles de voluntarios de todos los países. Uno de los hitos más importantes en
nuestra Asociación es el Campo Internacional de Trabajo realizado en verano de
2002 para la apertura de 4 fosas comunes en la comarca leonesa de El Bierzo.
Reuniendo a más de 20 voluntarios de varios países del mundo”.
Los
resultados de estos trabajos son los siguientes: “se ha exhumado desde el año 2000 más de 150 fosas por todo el país
rescatando más de 1.400 víctimas de la dictadura franquista, dándoles
identidad, devolviéndoselas a sus familiares y promoviendo el homenaje
institucional que estas personas se merecían y que durante tantos años les fue
negado”.
Pero la
Asociación quiere ir más allá y tiene
sus propios fines: “1.Colaborar
en la creación de un gran Archivo de la Guerra Civil, que preserve la memoria
histórica. 2. Impulsar el estudio y la difusión de los conocimientos sobre las
víctimas de la Guerra Civil.3. Promover, estimular y apoyar cuantas acciones
culturales, en los términos más amplios, tengan relación con la misión y
actividad que concierne a la conservación, divulgación e investigación de los
archivos generales de la Guerra Civil. 4.
La investigación, exhumación e identificación de las víctimas de la guerra
civil y de la represión franquista. 5. Promover y coordinar
investigaciones en estos campos, así como impulsar la colaboración con todas
las entidades nacionales y extranjeras que se ocupan del tema propio de la
Asociación. 6. Servir de plataforma de encuentro e información entre
investigadores, organismos y entidades nacionales y extranjeras relacionadas
con este ámbito de estudio. 7. Reunir todos los archivos tanto en su soporte
original o sobre cualquier soporte reproductor de los mismos, en un sólo
archivo dedicado a la investigación pública. A partir de la preservación y
custodia de los documentos en el mencionado Archivo, se podrán establecer los
mecanismos regulados por las normas y convenios para que puedan ser divulgados
en los soportes establecidos que se manipulan en los Centros de Documentación.
8. La Asociación, podrá llegar a acuerdos de colaboración con otras
Asociaciones nacionales o extranjeras de similares características y objetivos
en la forma en la que se determine.9. La búsqueda de los desaparecidos y
desaparecidas causados por la represión franquista.10. La lucha por la justicia
para las víctimas de la dictadura franquista, mediante cualquiera de los medios
permitidos por la ley.11. La labor de reconocimiento público para todas las
personas que construyeron nuestra primera democracia durante la Segunda
República, así como para todos los hombres y mujeres que lucharon contra la
dictadura por el restablecimiento de la democracia”.
La
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica es una Organización No
Gubernamental y sin ánimo de lucro así que tiene su propia manera de
financiarse y financiar así su objetivos: “Como
asociación legalmente constituida, cada socio abona anualmente su cuota,
también recibimos pequeñas aportaciones voluntarias de personas anónimas que
ven en nuestra Asociación un trabajo encomiable y dan su apoyo económicamente.
Una de las bases inamovible de la ARMH es que a los familiares de las víctimas
no tengan que soportar con ningún gasto económico de los trabajos arqueológicos.
Si bien es cierto, que estos familiares en muchas ocasiones dan alojamiento y
manutención a los voluntarios que en ese momento realizan la exhumación. Por
supuesto, son las propias familias las que imponen esta condición, para los
voluntarios es un inmenso orgullo convivir esos días difíciles y que la
relación vaya más allá de lo profesional y llegue a lo humano. Desde el
año 2007 hasta el año 2011, la ARMH, recibía cada año una subvención que
oscilaba entre 45.000 € y 60.000€ del Mº de Presidencia para Actividades
relacionadas con la Víctimas de la Guerra Civil. Con esta subvención se
sufragaba parte de los gastos de un proyecto anual de 10 exhumaciones por todo
el país. Esas ayudas han sido suprimidas este año. Realmente estas subvenciones sufragaban un 20% de los
gastos originados por las exhumaciones, el otro 80% era realizado por trabajo
voluntario de cientos de personas”.
El laborioso trabajo de
exhumación e identificación de las
víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista.
La Asociación
trabaja muy particularmente caso a caso…fosa a fosa: “Desde el año 2000 toda información llegada a nuestra organización ha
sido pertinentemente, clasificada, digitalizado y recogida en varias bases de
datos. Como son las de Casos de desapariciones, Actas de defunción,
Represaliados en la provincia X, etc. Una vez recibida la reclamación familiar
de un desaparecido comienza la búsqueda por diferentes archivos como son los
militares, municipales, de la administración Pública, históricos, etc… Estos archivos, consultados por historiadores,
investigadores y familiares, dan cuenta de la terrible represión que azotó a
España durante siete décadas”
Desde la
Asociación nos acercan a cómo es ese trabajo: y con qué “zancadillas” se
encuentran: “El paso de los años y la
muerte de los testimonios directos que vivieron la represión fascista hacen
mucho más difícil el trabajo de búsqueda de una fosa común. Gracias a los
vecinos de los pueblos, investigaciones en archivos y, en algunos casos, la
información que han conseguido los familiares, la localización de un posible
lugar de inhumación abre una puerta a la esperanza de recuperar unos cuerpos
que llevan más de 70 años sepultados en el lugar en el que decidieron los
propios asesinos.”
La
justicia y los gobiernos con sus políticas no han ayudad mucho , según se
explica la ARMH, “El desentendimiento de la justicia en España y de los gobiernos
democráticos que han gobernado este país no ha hecho más que privar a las
familias de la recuperación de sus desaparecidos y contribuir, a su vez, a que
el miedo que el franquismo incrustó en sus vidas no se haya desvanecido. Pero
esa despreocupación también influye en todo el entramado social que engloba la
localización y exhumación de las fosas comunes. Tanto es así que, en todos
aquellos pueblos en los que la ARMH ha trabajado, los vecinos bajan la voz y
suelen mirar a su alrededor cuando nos explican la historia que ellos conocen;
el miedo aún no se ha borrado de sus ojos.
Todo ello dificulta el trabajo de localización de las fosas. La búsqueda
de éstas consiste en prospectar arqueológicamente toda aquella área señalada
por los testimonios como posible lugar de inhumación de los cuerpos; una vez
aparecen los primeros restos óseos, se abre un perímetro de actuación y se
procede a descubrir los esqueletos, una labor minuciosa que debe quedar
totalmente documentada, tanto la posición de los esqueletos como los objetos
que aparecen junto a ellos. La principal dificultad radica en la superposición
de los cuerpos; cuando éstos eran enterrados, por norma general, se excavaba un
depósito en el suelo y se arrojaban las víctimas sin ningún tipo de orden; la
necesidad de individualizarlas para una correcta identificación posterior
requiere una metodología arqueológica estricta y extremadamente meticulosa”.
Repetimos
lo del trabajo más que meticuloso, así nos lo explican desde la asociación: “Debe tenerse en cuenta que los únicos que
ven y tienen contacto con el lugar del crimen son las personas que trabajan en
la apertura de una fosa. Ahí es donde radica la importancia de documentar todos
y cada uno de los pasos que se da durante la exhumación de los restos, con el
fin de que el informe que se elabore al finalizar los trabajos tenga una
validez judicial estricta. Por ello, además, las fracturas, los proyectiles o
los orificios que estos últimos provocan en los huesos son importantísimos para
determinar y corroborar la causa de la muerte de estas personas. Durante la
excavación, la ARMH denuncia en el cuartel de la Guardia Civil más cercano la
aparición de unos restos humanos con evidentes signos de violencia, con el
único propósito de poner en manos de la justicia estos asesinatos; el
sobreseimiento por parte de los juzgados españoles sigue desamparando a los
familiares de las víctimas y dejando en manos de asociaciones como la nuestra
la recuperación e identificación de los cuerpos. Los cuerpos de la fosa se
extraen de manera individualizada, introduciendo los huesos de cada esqueleto
en una caja con la nomenclatura de la fosa y el número de individuo para su
traslado al laboratorio y proceder así al estudio forense que nos ayude a
identificar a las víctimas. Ese trabajo también es totalmente voluntario, y los
antropólogos forenses se trasladan al laboratorio de la asociación con el fin
de ayudar, también altruistamente, al proceso de recuperación de la memoria
histórica. Cabe destacar que, no por ser un trabajo voluntario no es un trabajo
exhaustivamente científico; tenemos la suerte de contar con prestigiosos
forenses españoles y también extranjeros que quieren colaborar con nosotros y
ayudar con sus conocimientos a poner nombre y apellidos a las víctimas
recuperadas.
En los casos en que es necesario,
la Asociación solicita pruebas de ADN para identificar a las víctimas. Este
trabajo consiste en la extracción de un fragmento de fémur y dos molares que,
junto a la saliva de los familiares, se envían a un laboratorio de genética
privado, punto en el que se acaba el trabajo voluntario de la Asociación, ya
que estos laboratorios facturan sus estudios. Estos gastos, como todos los que
se generan en la apertura de una fosa, son cubiertos por nuestra asociación
bajo la premisa de que ningún familiar debe costear la búsqueda de sus propias
víctimas, ya que debería ser propio Estado el que se hiciera cargo de la
reparación de los afectados y reparar la violación de los derechos humanos
cometidos durante la Guerra Civil Española y la dictadura franquista.”
Toda esta labor de investigación histórica, búsqueda y exhumación de la fosa,
tal como nos recuerdan desde la Asociación, junto con la identificación de los cuerpos se emprende
con una única finalidad: “la entrega de
los restos mortales a las familias.”
La
importancia de lo humano y del trabajo voluntario cobra en esta Asociación una
dimensión muy fuerte: “…contamos con
cientos de colaboradores voluntarios que quieren invertir su tiempo libre en
ayudar desinteresadamente a estas familias; en la mayoría de los casos, estas
personas desconocen totalmente la metodología arqueológica, por lo que están
siempre pendientes de las explicaciones y recomendaciones del arqueólogo que
dirige la exhumación, que a su vez controla sus avances. La labor humanitaria
de estos voluntarios es la que está solucionando una violación de los derechos
humanos que la democracia española no ha solucionado en más de treinta años”.
Otra
dimensión al encontrar el lugar y el sitio donde fueron asesinados un grupo de
gentes es la pedagógica, así nos comentan desde la Asociación: “La
apertura de una fosa tiene, a su vez, una labor pedagógica intrínseca.
Cada lugar en el que trabajamos queremos que sea un espacio público, un lugar
de reunión de los propios familiares con los vecinos y curiosos. La atención a
todos ellos por parte del equipo arqueológico les permite conocer de primera
mano en qué consiste la recuperación de la memoria histórica y cuál es su
finalidad. Los psicólogos que han trabajado con nosotros a pie de fosa
coinciden en la importancia de hacer pública la apertura de la fosa; para los
familiares conlleva la recuperación de sus seres queridos, y para los pueblos,
el desenlace de una historia que han escuchado durante toda su vida. “
Pero, además, la Asociación tiene establecidos otros dos objetivos: “la divulgación y la difusión”, Qué se
hace para esto?: “Para ello organizamos
y participamos activamente en congresos, jornadas y cursos en numerosas
universidades españolas y extranjeras.”
Contribuyen
a ayudar en esta labor: “Contamos
también con dos exposiciones fotográficas itinerantes que ofrecemos de manera
gratuita y que explican la naturaleza de nuestro trabajo y un poco nuestra
historia. Una de ellas realizada con la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el
Gobierno Vasco y otra realizada por el fotógrafo Eloy Alonso. También
colaboramos activamente con trabajos fotográficos relacionados con los
familiares y las exhumaciones han recorrido numerosos espacios como por ejemplo
el trabajo de Gervasio Sánchez con “Desaparecidos”…. Pero además, Muchos
documentales han retratado también desde el año 2000 el trabajo de la
asociación. Periodistas y documentalistas con diferentes contribuciones y
estilos han ayudado a que se conozca en numerosos ámbitos de la cultura y el
cine nuestra labor. Desde el formato documental más clásico de “Los Nietos” de
Marie-Paule Jennehomme
hasta algunos más relacionados con una visión más innovadora y moderna como “The Wave” de Sara Vanght y Katrien Vermiere. O simplemente
la recopilación de testimonios de familiares y represaliados con una cámara
sencilla para que no se pierda tan valiosa información.
La importante participación de
voluntarios de numerosos países procedentes de diferentes disciplinas
académicas ha contribuido también a la difusión del trabajo realizado. La
realización de tesis y trabajos después de estas estancias contribuye a que el
conocimiento, las experiencias y las dificultades vividas durante su
colaboración con la asociación lleguen a numerosas partes del mundo. Hemos
contado con la presencia de estudiantes y voluntarios de países como Japón,
Estados Unidos, Australia, Bélgica, Francia, Gran Bretaña y Canadá. Formando
así unas nuevas y humanitarias Brigadas Internacionales.
Pero además, nos cuentan desde la Asociación: “colaboramos con otras organizaciones de
prestigio nacional como son el Centro de Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con la finalidad de crear el fondo videográfico más grande de España en materia de memoria
histórica y exhumaciones realizadas desde el año 2000.”
Una vez los restos mortales ya están con la familia, la ARMH
tiene establecidos, desde sus líneas fundamentales “la necesidad de homenajear a
todas aquellas personas que fueron asesinadas durante el franquismo y que han
sido recuperadas en las exhumaciones. El olvido al que se ha sometido a los
familiares y a las víctimas durante los últimos 76 años debe ser reparado. Es
por ese motivo que las entregas de restos con presencia de familiares, vecinos
y voluntarios son actos necesarios en los que se procura que el reconocimiento
por parte de las instituciones civiles y políticas este presente aunque no
siempre haya disposición para ello. Es una deuda con los familiares y las
víctimas que debe ser reparada."
La Asociación para la Recuperación de la Memoria
Histórica ha elaborado una serie de reivindicaciones a modo de decálogo: “Un decálogo por la memoria histórica: 1. Velar
por el cumplimiento del marco jurídico nacional e internacional para la
búsqueda de desaparecidos, tanto del periodo de guerra civil como de la
posguerra, promoviendo oficialmente las investigaciones, exhumaciones e
identificaciones de acuerdo con los protocolos internacionales elaborados por
arqueólogos, antropólogos y forenses. Es una tarea básica que nos debemos en el
campo de los derechos humanos.2. La creación de un equipo de estudios sobre la
situación de la memoria histórica de la guerra civil y de la dictadura en la
enseñanza de la guerra civil y la dictadura en la enseñanza obligatoria y en
los medios de comunicación durante los periodos franquista y democrático. Parte
de la reflexión sobre la memoria es entender el cómo y el porqué del olvido.3.
El reconocimiento del papel de los republicanos españoles que pusieron las
primeras piedras de nuestra democracia cuando, en noviembre de 1933 se
celebraron las primeras elecciones con sufragio universal masculino y femenino
en nuestro país. Una fecha fundacional que debería ser conmemorada oficialmente
en todo el Estado como lo viene siendo en las principales democracias del
mundo.4. La aprobación de un decreto urgente que regule la retirada de todos
los símbolos franquistas (monumentos, placas e insignias oficiales, nombres de
calles, etc.) en la mayor brevedad. La vigencia de estos símbolos en el
contexto democrático no ha dejado de ser una muestra de la capacidad
disciplinada de las fuerzas conservadoras herederas del franquismo y de la
debilidad de las transformaciones democráticas.5. La creación de un museo
estatal de la guerra civil y de la oposición franquista. Una iniciativa más del
más alto rango político que impulse la elaboración del nuevo discurso oficial
que dé por acabada la igualación ideológica de la transición, que equiparó la
resistencia opositora al franquismo con los más recalcitrantes reaccionarios
que apoyaban al antiguo régimen.6. La total apertura de los archivos militares
así como su digitalización y puesta a disposición de las personas interesadas a
través de internet. Un derecho básico de acceso de la ciudadanía a
documentación oficial, sustraído durante muchos años de democracia, y necesario
para las personas que desean encontrar a sus familiares.7. La anulación de
todos los sumarios franquistas que llevaron a ser fusilados a más de 50.000
republicanos, una vez terminada la guerra, y que fueron instruidos por
tribunales que carecían de cualquier legitimidad. Restaurar el buen nombre de
estos ciudadanos y ciudadanas es un reconocimiento simbólico ineludible. 8. La señalización de todas
las obras públicas o privadas construidas por presos políticos, así como la
previsión de indemnizaciones a los supervivientes, a las que deberían
contribuir todas aquellas empresas privadas que se vieron enriquecidas por el
trabajo de una mano de obra forzada. La instalación de una nave central del
Valle de los Caídas de una exposición acerca de quién, cómo y porqué fue
construido y que recuerde a los 12.000 presos políticos que se vieron obligados
a trabajar en sus obras. 9. La creación de una comisión de historiadores
que con los esquemas de una comisión de la verdad generen una gran investigación
de la guerra civil y de la dictadura que posteriormente sea admitida como una
versión oficial de los hechos ratificada por el Parlamento.10. La realización
de un gran acto público de reconocimiento para todos los hombres y mujeres que
lucharon por la defensa de la libertada y de la democracia y en que participen
las altas instituciones del Estado.”
Para
saber más: http://www.memoriahistorica.org.es/joomla/
Cazarabet conversa con Emilio Silva:
-En qué estado
de salud se encuentra la Asociación para la Recuperación de la Memoria
Histórica?
-Ahora estamos pasando por otro momento complicado, como
todos. Pero esa complicación no tiene nada que ver con que hayan desaparecidos
las subvenciones. Siempre hemos sido independientes y fieles a nuestros
objetivos. El Gobierno de Zapatero comenzó a conceder las subvenciones, antes
de aprobar la ley de la memoria, con la idea de que así se calmaba un
movimiento social. Pero uno de los años en los que más fosas hemos exhumado fue
el 2003 y no teníamos ningún tipo de ayuda pública.
-¿Cuáles han sido a tu parecer
hasta ahora los mayores logros que ha conseguido la Asociación para la
Recuperación de la Memoria Histórica?
-Desde su fundación en el año 2000 hemos podido ayudar a
miles de familias de desaparecidos, de exiliados, de deportados a los campos
nazis. Y en estos precisos momentos la decisión que tomamos en el año 2010 de
abrir una causa contra el franquismo ante la justicia argentina está dando sus
frutos. Siendo una asociación que ni siquiera tiene un local hemos hecho
muchísimas cosas y algunas que podemos considerar muy importantes.
Por supuesto cada exhumación, porque las exhumaciones han
servido para agujerear el silencio sobre los crímenes de la dictadura
franquista. Durante muchos años eran muertos y hoy son desaparecidos y
asesinados. Se les ha añadido una mirada desde los derechos humanos y el
derecho penal a su estatus de muertos en la guerra y eso ha supuesto un cambio
significativo en la relación de la sociedad con el pasado.
Hicimos por ejemplo en el año 2004 un gran homenaje en
Rivas Vaciamadrid, en el que reunimos a 741
octogenarios y octogenarias de todo el Estado, y fue algo muy impresionante.
Además de quienes pasaron por el escenario: Lluís Llach, Bebe, José Antonio
Labordeta, Pilar Bardem, Paco Ibáñez, etc… Acudieron más de 20.000 personas y fue como una
demostración de que nuestras reivindicaciones tenían un respaldo social.
Las consecuencias del pasado de la dictadura están muy
presentes y eso es importante en una democracia. Cosas que eran inimaginables,
como que dos torturadores del franquismo fueran llamados a declarar a la
Audiencia Nacional y se les haya retirado el pasaporte se han hecho realidad.
-¿Y qué es aquello que puede aparecer como la
espinita clavada en el corazón de lo “pendiente”?
-Bueno, siempre queremos hacer más cosas. Nosotros hemos
tenido la suerte de recibir ayuda de voluntarios de medio planeta. A veces no
tenemos ni capacidad para organizar a todos los que nos ofrecen su ayuda. Pero
las espinitas tienen que ver por ejemplo con la desaparición biológica de la
generación que vivió la Segundas República, que la defendió contra el golpe de
Estado de los fascistas, que defendió los valores democráticos y que muere sin
el reconocimiento que merece todo ese esfuerzo. Mientras se entierra a Fraga
como un demócrata los padres y las madres de nuestra democracia mueren
silenciados y sin el reconocimiento institucional que merecen.
-¿Queda patente y claro que más
que nunca la unión hace la fuerza para la lucha por la recuperación de la
Memoria Histórica?
-A menudo me han recriminado que desde la asociación no
hemos trabajado por unificar el movimiento social. Pero personalmente no creo
en la unidad, creo en la cooperación. En cierto modo la unidad limita o
estrecha el abanico de respuestas diferentes que se pueden dar a los problemas
de la memoria. La diversidad ha alumbrado diferentes proyectos que van desde
nuestra labor que se ha centrado en las exhumaciones hasta el proyecto Todos
los Nombres, de Andalucía. Cuantas más respuestas mejor y cuando cooperemos en
alcanzar objetivos comunes pues mejor también. Además un movimiento social
plural y fragmentado es mucho más difícil de controlar políticamente y los
partidos políticos han tratado de controlarlo porque el pasado tiene un enorme
poder, entre otras cosas porque es el principal instrumento para analizar la
coherencia política.
Ahora mismo, en la Coordinadora Estatal de Apoyo a la
Querella Argentina (CEAQUA), hay decenas de colectivos colaborando para que esa
causa salga adelante y todos ellos mantienen su autonomía y sus
especificidades. Creo que ese es el modelo a seguir, poder acompañarnos unos
colectivos a otros en cosas concretas y luego mantener nuestra independencia.
-Justicia y recuperación para la memoria histórica:
¿en qué punto se encuentra este binomio? ¿Hay que cruzar el Atlántico para
encontrar justicia?
-La justicia hay que seguir buscándola por cualquier
puerta. Nosotros, viendo lo que sucedía en la Audiencia Nacional y en el
Tribunal Supremo, decidimos poner en marcha una denuncia contra el franquismo
en Argentina. Teníamos el caso del padre de Daría Rivas, que fue alcalde
republicano de la localidad lucense de Castro de Rei,
asesinado por un grupo de pistoleros de Falange. Exhumamos el cuerpo en el año
2005 pero con Darío, que vive en Buenos Aires y eso facilitaba mucho las cosas,
decidimos dar ese paso.
Hay gente que desde ciertos ámbitos políticos ha criticado
las exhumaciones con el falso argumento de que borran huellas. Y ese es un
ejemplo de la falsedad de esa afirmación. La causa argentina, que ha sido hasta
ahora el mayor avance judicial contra los crímenes de la dictadura franquista,
se puso en marcha en 2010 por una fosa exhumada cinco años antes.
Ahora la jueza María Servini de
Cubría acaba de tomar testimonio a varios querellantes, hijos de desaparecidos,
torturados, familias que buscan bebés robados o investigadores del trabajo
esclavo. Por primera vez, un juzgado les toma declaración en una causa penal
contra la dictadura. Y ese es un gran avance.
Pero las acciones judiciales continúan en sueño español.
Nosotros vamos a seguir denunciando la aparición de restos humanos con signos
de violencia cada vez que exhumemos una fosa. A pesar de que decenas de jueces
han prevaricado por no acudir a las fosas como dicta la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, seguiremos cumpliendo y reclamando ese deber.
También hemos iniciado otro tiempo de acciones. Estamos a
punto de interponer una denuncia en el Tribunal Supremo contra el diputado
popular Rafaél Hernando, por las declaraciones
realizadas en 13TV en las que afirmaba que “algunas víctimas del franquismo
sólo se acuerdan de sus padres cuando hay subvenciones”. No vamos a tolerar esa
falta de respeto y humillación y mucho menos cuando procede de un representante
público.
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