Portada-Construyendo-memorias.jpgCazarabet conversa con...   Ana Messuti, editora de “Construyendo memorias entre generaciones. Tender puentes, buscar verdades, reclamar justicia” (Postmetrópolis)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Editorial Postmetrópolis nos acerca con la pluma de Ana Messuti a una manera de sentir y de acercarse a la reconstrucción de la Memoria: tendiendo puentes, buscando verdades y reclamando justicia, aunque la editorial Postmetrópolis insiste en “que no se trata de un libro sobre la memoria”

Como decíamos es Ana Messuti la encargada de cuidar la edición.

La sinopsis del libro:

No es este un libro sobre la memoria, las víctimas del franquismo y tardo-franquismo, las exhumaciones, la impunidad, la denegación de justicia, el exilio ni la deportación. A pesar de que se traten todos esos temas, la razón de ser de este libro no es el tema tratado, sino conocer el pensamiento de quienes lo tratan. A través de este libro intentamos saber por qué personas de determinada generación, que llamaríamos jóvenes, se dedican con entrega, desde distintas perspectivas, a esas cuestiones, hasta el punto de consagrar a ellas sus estudios, sus profesiones y toda su vida activa. Como si leyéramos un libro no por el contenido sino porque queremos ver cómo piensa el autor.

Para ello se ha ofrecido a los participantes un espacio de libertad en el que escribir lo que desearan, y así los lectores pudiéramos descubrir qué les ha llevado a interesarse tanto por algo que en principio les queda tan lejos. Y nos han mostrado, a través de lo que nos cuentan, que aquello que a otros parece tan lejano ellos lo han encontrado cercano; y lo han hecho extendiendo sus manos, cavando la tierra, escuchando, buscando, pensando y tendiendo todos los puentes necesarios para que la solidaridad traspase el tiempo de cada generación y apunte a un horizonte común: la sociedad a la que todos pertenecemos y cuya conciencia hay que construir de nuevo.

Prestemos atención a estos jóvenes con los que compartimos el presente, demos la bienvenida a todos sus esfuerzos, a su lucha contra el tiempo y a través del tiempo, para que ellos y todos encuentren la verdad que buscan, los huesos que quieren enterrar y la justicia que reclaman.

Ana Messuti es abogada por la Universidad de Buenos aires, especialista en Filosofía del derecho por la Universidad de Roma y doctora en Derecho (premio extraordinario) por la Universidad de Salamanca. Fue funcionaria de las Naciones unidas en Viena y Ginebra. Además de un gran número de artículos en obras colectivas y revistas especializadas, ha publicado, entre otros libros: El tiempo como pena, La justicia deconstruida y Un deber ineludible: la obligación del Estado de perseguir penalmente los crímenes internacionales. Forma parte del equipo de abogados que ha interpuesto en 2010 la Querella Argentina por las víctimas del franquismo, y desde entonces continúa trabajando en esta causa.

Entender la Querella Argentina por las víctimas del franquismo desde estos enlaces muy concretos:

http://www.ceaqua.org/querella-argentina/

https://memoriahistorica.org.es/querella-argentina/

https://www.ehu.eus/ojs/index.php/papelesCEIC/article/view/16919

Amnistía Internacional, (2006). Informe del Ejecutivo. “Víctimas de la Guerra Civil y el franquismo: no hay derecho. Preocupaciones sobre el proyecto de ley de “derechos de las víctimas de la guerra civil y del franquismo”,

https://www.es.amnesty.org/uploads/media/No_hay_derecho.pdf.

Amnistía Internacional, (2012). Informe del Ejecutivo. “Casos cerrados, heridas abiertas. El desamparo de las víctimas de la Guerra civil y el Franquismo en España”, https://doc.es.amnesty.org/cgibin/ai/BRSCGI/44110212%20Resumen%20Informe%20heridas%20abiertas?CMD=VEROBJ&MLKOB=31219680404.

Amnistía Internacional, (2013). Informe del Ejecutivo. “El tiempo pasa, la impunidad permanece. La jurisdicción universal, una herramienta para las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo en España”.https://doc.es.amnesty.org/cgi-bin/ai/BRSCGI/EUR4140013-25119%20El%20tiempo%20pasa%20la%20impunidad%

La prensa, un pellizco de lo mucho que se ha ido publicando:

https://www.eldiario.es/temas/querella_argentina/

https://www.eldiario.es/internacional/querella-argentina-franquismo-familiares-victimas_0_907109298.html

https://www.elsaltodiario.com/querella-argentina-contra-los-crimenes-del-franquismo

https://www.infolibre.es/tags/temas/querella_argentina.html

https://www.infolibre.es/tags/temas/victimas_del_franquismo.html

https://www.lamarea.com/tags/querella-argentina/

 

 

Cazarabet conversa con Ana Messuti:

anamessuti (2).jpg-Ana, nos cuentas, por favor ¿el por qué de este libro, Construyendo memorias entre generaciones?

-Hay varias formas de poner en contacto a personas que a uno le parece que han de estar en contacto, por sus profesiones, intereses, personalidades, en fin, por lo que fuese. Y me pareció interesante, conociendo bastante el trabajo de los seis autores de este libro, reunirlos en un proyecto común. No me interesaba tanto el resultado como el proceso- Porque la característica común a los seis autores es que se dedican a profesiones que tienen que ver con la memoria de ese pasado que nadie les ha contado, no porque tengan familiares represaliados, sino porque lo han sentido como vocación personal. 

-¿Cómo lo has hecho para coordinar a todas estas plumas que participan, así como los temas, investigaciones y reflexiones que nos aportan?

-Hace unos años he coordinado dos libros sobre  derecho penal: uno reunía a unos 10 autores, y el otro a 18… Casi todos eran  autores ya bien conocidos, a los que no podías dar muchas indicaciones. En este libro, en cambio, los autores son jóvenes, en sus primeras publicaciones. Cuando se trata de jóvenes, el secreto de una buena coordinación, es que no la haya: los jóvenes necesitan ante todo libertad. Y hay que aprovechar la creatividad que les da su libertad. Cada uno escribió lo que quería expresar respecto de su trabajo en torno al tema central: las memorias (no la memoria). Porque hablan de las memorias de los otros, pero también de lo que van recogiendo en sus propias memorias.-

-Han pasado muchos años desde las primeras represiones por parte de la dictadura franquista, han pasado varias generaciones por la “lectura de la memoria”, pero casi te diría que el ciudadano y ciudadana de a pie han afrontado poco o mal “esa memoria”, porque si ésta no se mira o no se puede mirar de cara porque no te dan instrumentos o por miedo…poco podremos decir y poco podremos afrontar, ¿qué nos puedes comentar?

-Por eso mismo, por la renuencia o dificultad para encarar ese tema, llama la atención y tranquiliza mucho que haya jóvenes como los del libro, que han optado por dedicar su vida profesional a lo que la mayoría prefiere olvidar.

 -¿Hay  que recordar que sin memoria malvivimos el presente y no ponemos los peldaños para afrontar el futuro?

-No comparto totalmente esa repercusión de la no memoria en nuestros tiempos de vida. Se ha convertido en una frase repetida hasta el cansancio. Un día habría que analizarla profundamente. Y ver hasta qué punto es cierta. No niego que lo sea, pero se repite demasiado y las repeticiones vacían las frases de contenido.

anamessuti2.jpg-¿Por qué hay como miedo a recordar, establecer programas de memoria?… ¿será porque muchos de los que habitamos el presente hemos vivido la represión o el escarmiento directa o indirectamente?

 -Por la misma razón por la que no pensamos en la muerte, en nuestra propia muerte.

-Con qué principales escollos se encuentra cualquier persona que quiera hacer memoria y que se plantee juzgar al franquismo…porque determinen, piensen y reflexionen que no hay verdadera memoria y recuperación de la misma, sin justicia?

-Sin duda, la justicia no precede a la memoria, como pareces decir al decir que “no hay verdadera memoria sin justicia”; la búsqueda de justicia es consecuencia de lo que se descubre investigando el pasado. Si descubrimos que ha habido un crimen, debemos (tenemos la obligación de) recurrir a la justicia. Aunque haya pasado mucho tiempo; porque el que determina si el tiempo que ha pasado es mucho es el juez, no uno.

-¿Cómo juzgar a un régimen cuando los que más lo aplicaron, el castigo, la represión están ya muertos? ; ¿será porque lo que se juzga es “al régimen”?

-No sólo, lo que se juzga es el hecho, al que se considera un crimen, y, en consecuencia, a la persona que lo ha sufrido directa o indirectamente se la considera víctima (sólo la justicia puede considerarla víctima). Ahora bien, nada se le puede hacer al autor del crimen muerto ni a sus familiares, la culpa no se transmite, en cambio la calidad de víctima sí. Al menos los familiares reciben cierta reparación cuando la justicia declara que su familiar ha sido víctima de un crimen, o cuando les permite recuperar sus restos, y no dejarlos abandonados en una fosa, envueltos en la tierra, sumidos en el olvido.

-Pero el régimen no represalió solamente con penas de cárcel o aplicando la pena de muerte, que también; pero hubo trabajos forzosos, represalias económicas, incautaciones…desapariciones, robos de niños y niñas…y todo un sistema que fue embargando de miedo a la sociedad-Luego acaba apareciendo el silencio, la poco implicación social… son consecuencias de un régimen represor, ¿cómo podemos juzgar y establecer un memoria digna con todo ello? -Hay muchos desaparecidos y no pocas personas que están todavía en fosas comunes y las familias quieren o deseen encontrarlos o que los que están “más o menos ubicados” por fosas…esto precisa de una salida y ya es tarde y urge… ¿Qué nos puedes decir?

-Respondo a las tres preguntas: mientras el Estado no se implique, no se dedique seriamente a investigar, exhumar, etc. etc. todo será muy difícil, pero mientras el Estado no lo haga, y lo vayan haciendo las asociaciones de la memoria, como la ARMH, lo que nos queda es apoyarlas como mejor podamos, así como debemos apoyar todos los intentos por llevar los crímenes ante la justicia, acá o en Argentina, o en cualquier tribunal del mundo que se decida a juzgarlos.

anamessuti (1).jpg-¿Qué es una sociedad sin memoria?. Hacia dónde vamos si no pasamos a la acción porque entiendo que toda ciudadana y ciudadano puede hacer algo por dignificar su memoria; es más debe hacerlo.

-Ya lo he dicho, cuando te decía que no mirar el pasado es como no mirar el futuro, en el sentido de que no miramos las muertes del pasado, o los horrores del pasado, así como no pensamos en nuestra futura muerte. En ambos casos prevalece la frivolidad, una vida sin profundidad, ahogada en el presente sin más aliciente que una supervivencia que, si no fuera por el consumo, podríamos decir casi animal…

-Se nos mueren y se nos han muerto las personas directamente represaliadas y ya lo hacen también los hijos e hijas de esa represión, pero nunca es tarde para que la justicia dictamine, ¿no?

-La justicia, como todo en esta vida, depende mucho del tiempo. Pero no porque admitamos la prescripción de los crímenes, porque son crímenes contra la humanidad de los que estamos hablando, y esos crímenes son imprescriptibles, sino porque  en el hacer justicia intervienen personas, y las personas son seres finitos, que se mueren. Puede ser que no quede nadie de una familia que pueda presentarse ante la justicia y ese caso no pueda ser sometido a la justicia. El tiempo es el principal enemigo de la justicia, porque el tiempo se lleva la vida y sin vida no hay justicia. Por ello no debemos dejar pasar el tiempo con los brazos cruzados, dejándonos escapar las posibilidades de que se haga  justicia. Porque,  sin justicia, ¿qué es la vida?

 

 

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