La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Antonio D.
López Rodríguez y Guillermo León Cáceres sobre el libro "De la ocultación de las fosas a las
exhumaciones. La represión franquista en el entorno del Campo de Concentración
de Castuera" (AMECADEC).
La
Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera
(AMECADEC) ha editado el libro "DE LA OCULTACIÓN DE LAS FOSAS A LAS
EXHUMACIONES. La represión franquista en el entorno del campo de concentración
de Castuera". Trabajo editado por Laura Muñoz
Encinar, Xurxo M. Ayán Vila
y Antonio D. López Rodríguez.
Como se
relata en la misma obra:
"Durante los años 2011 y 2012, la Asociación Memorial Campo de
Concentración de Castuera impulsó la prospección,
detección, excavación y postrera exhumación de tres fosas de represaliados por
el franquismo en el cementerio de Castuera (Badajoz).
El trabajo arqueológico estuvo sólidamente apoyado en la investigación
histórica y la fecunda interrelación entre ambas disciplinas ha permitido
iluminar oscuros aspectos de la naturaleza, dinámica y alcance de la represión
franquista irradiada desde el Campo de Concentración de Castuera
y su propio entorno. Asimismo, y en cuanto a la memoria de las víctimas, los
resultados de la investigación aportan información sobre el impacto de la
represión y la memoria franquista en la construcción y el devenir de la memoria
de los derrotados".
Puede
consultar la ficha técnica, índice y portada y contraportada en el siguiente
link:
http://memoriahistoricaextremadura.es/texto/de-la-ocultaci-n-de-las-fosa...
El
concepto de exhumación:
http://es.wikipedia.org/wiki/Exhumaci%C3%B3n
Sobre las
exhumaciones en Castuera:
Blog
de AMECADEC.
http://amecadec.blogspot.com.es/
Los autores: Laura Muñoz Encinar,
Xurxo M. Ayán Vila y
Antonio D. López Rodríguez.
En laces
que te pueden ayudar sobre el Campo de Concentración de Castuera:
http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_de_concentraci%C3%B3n_de_Castuera
http://jcdonceld.blogspot.com.es/2012/10/campo-de-concentracion-franquista-de.html
http://www.1936laserenalosmonegros.es/campocastuera.asp
Testimonios
en youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=VX2wqPPOQsY
https://www.youtube.com/watch?v=MAtWuuQbbQM
Cazarabet conversa con Antonio D. López Rodríguez:
-Antonio, vamos a aproximarnos un poco a la
historia contemporánea, primero que nada, de Castuera:
¿qué papel tuvo y cómo recibió Castuera a la II
República? ; ¿cómo transcurrió el tiempo de la II República hasta que llegó el
Golpe de Estado de Franco y compañía?
Pues los vecinos de Castuera,
como el resto de pueblos que forman la comarca de La Serena, recibieron
esperanzados la proclamación de la República. Sin duda resulta incuestionable
el proceso democratizador que la República abrió en el medio rural. La
hegemonía política de las tradicionales élites locales, que controlaban la
propiedad de la tierra y el mercado laboral, fue revisada desde los nuevos
principios democráticos republicanos. Solo hay que ver las Actas de pleno de
los distintos municipios de la comarca para ver como se fueron incorporando
nombres nuevos a las instituciones municipales. El proceso de organización de
la clase trabajadora en Sociedades Obreras fue primordial, y un elemento sin
precedentes en la historia de nuestros pueblos. El auge de estas organizaciones
obreras, junto con la abundante legislación destinada a la mejora de las
condiciones laborales en el campo de los jornaleros empezó a inquietar a las
élites tradicionales. También incomodó a los pequeños campesinos, propietarios
y arrendatarios, que no fueron contemplados en las medidas legislativas
descritas. Esa reacción, con el surgimiento del fascismo rural, fue marcando
sin duda el resto de años republicanos
en Castuera y en los demás pueblos de La Serena. La
ofensiva derechista se agravó a partir de las elecciones de noviembre de 1933 y
Salazar Alonso toma las riendas del Ministerio de Gobernación. Durante la
primavera de 1934 fueron expulsados de los ayuntamientos las corporaciones
contrarias a su signo político. Y en ese mismo año la huelga campesina de
primeros de junio que reivindicaba la puesta en marcha de la legislación
republicana dirigida al campo e incumplida, que supuso una nueva ola represiva
clausurando casas del pueblo y enviando
a prisión a cientos de militantes campesinos. La victoria del Frente Popular en
febrero de 1936 y las ocupaciones de fincas en la primavera del mismo año
fueron más escusas para una reacción cívico-militar que hacía tiempo ya estaba
convencida del giro que había que darle a la República. El Golpe de Estado del
18 de julio fue secundado en Villanueva de La Serena dos días después, único
núcleo insurgente de la Provincia de Badajoz, y donde estaba Gómez Cantos. Los
Guardias Civiles del Puesto de Castuera, que en un
principio expresaron su fidelidad a la República ante al Alcalde de Castuera Basilio Sánchez, finalmente se sumaron a la
llamada de Gómez Cantos el 20 de julio de 1936. El día 25 del mismo mes fueron
expulsados de Castuera los Guardias civiles y
falangistas que habían participado en la insurrección.
-¿A partir de ese día qué papel fue jugando Castuera en la Guerra Civil?
Hay que recordar que la parte oriental de la
provincia de Badajoz fue la única zona de Extremadura que permaneció bajo la
legalidad republicana. Los rebeldes en su avance hacia Madrid habían ocupado
militarmente Mérida en primer lugar y a continuación Badajoz. La reorganización
en la zona republicana de Extremadura tomó a Castuera
como su capital. El Consejo Provincial y el Gobernador Civil ordenaron sus
primeras decisiones desde el Palacio de los Condes de Ayala de la localidad. El
reagrupamiento de las fuerzas militares republicanas también eligieron a Castuera para ubicar sus mandos. De igual manera pasó con
los órganos judiciales (Tribunal de Urgencia de Extremadura y Tribunal Popular)
y todas las organizaciones políticas leales que establecieron sus principales
sedes de Extremadura en Castuera.
¿Cómo fue
la represión en la comarca de La Serena y en Castuera
porque todo debía ir más allá de las ejecuciones, desapariciones y castigos….?
¿Cómo lo pagaron, además, las familias…?
La represión franquista en La Serena tiene tres
fases. La primera a finales de julio de 1938 tras la ocupación militar de casi todos
los pueblos de La Serena por parte de los rebeldes. Hasta el final de la Guerra
aún quedó La Siberia como único
territorio extremeño aún republicano. La segunda fase se abrió a partir del
final de la guerra a finales de marzo de 1939, y la tercera con la persecución
por parte de la guardia civil de huidos, enlaces y resistentes. Apuntar que la
última matanza en La Serena se produjo en febrero de 1949.
La violencia de las dos primeras etapas estuvo en
parte condicionada por las matanzas de derechistas que se produjeron en algunos
de los pueblos de La Serena. Estos hechos se acumularon en los primeros meses
de descontrol republicano tras el golpe y la llegada de noticias y de
refugiados de las zonas del sur de Badajoz recién ocupadas por los rebeldes. Este contexto no puede olvidarse a la hora
de interpretar la represión de los vencedores y su gestión de la victoria a lo
largo de toda la dictadura.
Castuera como Cabeza de Partido también contaba con Prisión. Por tanto, la que
fue capital de la resistencia republicana sufrió un severo castigo concentrando
una importante masa de detenidos durante casi un año, durante la segunda etapa
represiva. Tanto en el Campo como en la citada Prisión los tiempos de la
represión coinciden. Lo mismo con las prisiones habilitadas en cada uno de los
pueblos. Las detenciones masivas de los refugiados que volvían a sus casas al
terminar la guerra se fueron concentrando a lo largo del mes de abril de 1939.
Prácticamente a la par empezaron a producirse sacas periódicas en los distintos
lugares de detención. Abril, mayo y junio de 1939 concentraron el número mayor
de asesinatos, las biografías recogidas de las familias de los “desaparecidos”
así lo confirman. Como en la primera fase represiva del verano de 1938 no sabemos
los nombres de todos los asesinados. Muchos de los detenidos que lograron
sobrevivir a esos primeros meses se enfrentarían a los Consejos de Guerra , que
ya venían actuando en la zona desde agosto de 1938. También estarían los
Batallones de Trabajadores Disciplinarios, los destierros, el tribunal de
responsabilidades políticas...
-Amigo, haz una aproximación a la Historia del
Campo de Concentración de Castuera. ¿Cómo fue su
gestión…?
El Campo de concentración de Castuera
es necesario interpretarlo en el contexto general de lo que fue el final de la
guerra en el Frente Extremeño. A principios de marzo de 1939, cuando la derrota
republicana parecía inminente, ya señalaban los rebeldes la ubicación del Campo
en las inmediaciones de Castuera. A mediados del
mismo mes ya había dos batallones de prisioneros republicanos preparando las
instalaciones. Estos dos datos junto con el nombramiento como primer Jefe de
Campo a Ernesto Navarrete Alcal demostraría el plan
diseñado para la recepción de las miles de personas, militares y civiles, que
iban a albergar sus barracones. A lo largo de la antigua línea de Frente se
construyeron campos de concentración provisionales, desde la zona norte de la
provincia de Badajoz (Fuenlabrada de los Montes, Siruela,
Casas de Don Pedro...), por la zona de La Mancha en Ciudad Real (Chillón,
Almadén) y más al sur en la cercana provincia de Córdoba (Los Blázquez, Valsequillo y La Granjuela).
Muchos de estos campos fueron trasladando grupos de prisioneros al Campo de Castuera. De manera resumida pueden establecerse tres
etapas en su funcionamiento: de abril a julio cuando se producen sacas
sistemáticas desde el Campo además de paseos. Una segunda etapa de julio a
octubre de 1939 donde se siguen clasificando y evacuando a los prisioneros y
finalmente una fase final de octubre de 1939 a marzo de 1940 cuando es nombrada
Prisión Central ya que sus funciones de clasificación habían desaparecido para
ser prisión provisional acogiendo a los detenidos incursos en la instrucción y
vista de Consejos de Guerra. En general la figura de los campos de
concentración franquistas tenían definida
una triple función de
clasificación de la disidencia, de reeducación y de represión. Si se tienen en
cuenta esas características el Campo de Castuera se
centraría principalmente en el ejercicio de la represión, primando en él la
aniquilación planificada y selectiva de un número aún por determinar de
personas, a la que se uniría la institucionalización cotidiana del terror y la
violencia.
-¿Desde cuándo se empezó a formar como un croquis
para restaurar la Memoria Histórica de la comarca de La Serena y de Castuera en concreto?
Realmente no puede hablarse de tal restauración, si
acaso de acciones llevadas a cabo por familiares y algunos grupos políticos
desde el inicio del periodo democrático en los Ayuntamientos. La única “Memoria
Histórica” instaurada, y en funcionamiento, es la que construyó el franquismo
desde el final de la guerra. Con el auge de asociaciones memorialísticas
a finales de los noventa y principios del nuevo siglo empezaron las referencias
al Campo de concentración de Castuera. La emisión en
2004 de un documental sobre el Campo en el programa “Línea 900” de la 2 de
Televisión Española hizo que gente de Castuera y la
comarca empezara a movilizarse en torno a esta memoria desarticulada política y
socialmente, que no olvidada.
Cazarabet
conversa con Guillermo León Cáceres, expresidente y
miembro fundador de AMECADEC
¿Cómo va siendo el ejercicio de eso de desenterrar la
Memoria Histórica en la Comarca de La Serena y más concretamente en Castuera?
Pues ha sido y es un trabajo muy difícil, sobre
todo porque se lucha contra una memoria instalada, la franquista, que durante
cuarenta años fue hegemónica en el espacio público y después en democracia
apenas ha sido erosionada en el ámbito local, y como ejemplo de esto le puedo
decir que ni siquiera salió adelante una moción municipal en 2007 de condena a
la dictadura franquista y de reconocimiento a las víctimas de la misma, los
tres partidos presentes en el Pleno
Municipal (PP, PSOE e IU, la moción la presentaban estos últimos) no se
pusieron de acuerdo en algo que forma parte del “abc”
de cualquier sistema democrático, como es la condena sin paliativos ni medias
tintas de cualquier dictadura, sea del signo que sea.
Y por supuesto trabajar en este tema en un pueblo,
donde toda la gente se conoce, no es lo mismo que hacerlo en una ciudad donde
el anonimato atenúa los costes personales que este tipo de compromiso implica.
-En un
pueblo, en una ciudad que tiene un campo de concentración….¿cómo lo sufre el
pueblo, su gente y la gestión del pueblo en cuanto al cementerio? ¿Ha pasado a
ser el cementerio de Castuera un lugar del olvido
para convertirse en algo más…?
A
ver, el cementerio de Castuera es un ejemplo paradigmático del grave
desequilibrio simbólico que presentan las memorias de la guerra civil en este
país, es un ejemplo de lo que Luis Castro denomina “memoria hemipléjica” y me
explico: la trama urbana del cementerio de la localidad está presidida por una
imponente ermita (construida por cierto con dinero de Regiones Devastadas, que
eran fondos destinados a reconstrucción de daños ocasionados durante la guerra)
donde reposan los restos de los derechistas asesinados durante la guerra, forma
parte de una ampliación del cementerio que se hizo en posguerra y ahora mismo
es el centro y referente urbanístico del lugar. Justo en la parte trasera del
actual cementerio, pero dentro del recinto, y a espaldas de la citada ermita se
hallaron, durante las campañas de exhumaciones que promovió AMECADEC en 2011 y
2012, tres fosas clandestinas de republicanos asesinados por los franquistas;
estos restos aún no tienen un lugar de reposo definitivo en el cementerio y es
una de los desafíos más inmediatos a los que se enfrenta AMECADEC, puesto que
la Asociación debería proponer la construcción de un Memorial en un lugar tan
relevante, desde un punto de vista simbólico, como el que ocupa la ermita donde
yacen las víctimas de derechas.
Cuéntanos o aproxímanos
brevemente a los procesos de exhumaciones
Sí, los procesos de exhumaciones cuentan con dos
planos, el primero simbólico y, el segundo, material. Comenzando por el segundo,
las exhumaciones, impulsadas y coordinadas por AMECADEC, se llevaron a cabo en
dos campañas durante los veranos de 2011 y 2012. En la primera campaña contamos
con la colaboración del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de
Extremadura; y en la segunda colaboramos codo con codo con un grupo de
arqueólogos encabezados por Alfredo González Ruibal, científico del CSIC. En la
primera campaña se detectaron tres fosas dentro del actual recinto del
cementerio en un terreno que durante la época en que se cometen los asesinatos
eran la parte trasera del cementerio, junto al camino que conduce al Campo de
concentración. Se han recuperado casi cuarenta cuerpos de represaliados por el
franquismo. En cuanto al plano simbólico, tiene varias ramificaciones, la
primera está relacionada con la neutralización de ese discurso tan ruin de
negar la existencia de represión franquista
en la localidad sencillamente porque no se había encontrado hasta 2011
ninguna fosa clandestina. La segunda ramificación, tiene que ver con la
manifestación en el espacio público de incontestables huellas materiales de la
represión franquista en la zona y la necesidad de “metabolizar” socialmente su
efecto a través de un discurso no sólo historiográfico, sino fundamentalmente
ético, que haga prevalecer los valores democráticos y la unánime condena de la
violencia política, sobre discursos equidistantes, que reparten culpas y no
señalan enfáticamente el origen sumamente violento de la dictadura. La tercera,
implica de lleno a las familias, que siguen buscando a sus deudos y muchas de
ellas han formado parte activa del proceso de exhumaciones.
¿Qué crees que supone para una familia:
reencontrarse con sus familiares enterrados en fosas comunes o de los que solo
tenían alguna referencia…?
Desgraciadamente, hasta ahora no hemos podido
identificar a ninguna de las personas halladas en las tres fosas clandestinas
exhumadas, esto para la Asociación ha sido decepcionante, pero era un problema
al que nos enfrentábamos dada la singular naturaleza de la represión en la
comarca, que cuenta con dos peculiaridades, la primera es que se desplegó en
varios momentos (cuando Castuera cae en manos
franquistas el verano de 1938 y una vez acabada la guerra) y, la segunda, es
que buena parte de ella fue irradiada desde el Campo de Concentración ubicado
en las cercanías de Castuera, lugar donde se confinó
a prisioneros procedentes de diversos lugares del país.
Todo esto no ha sido obstáculo para que durante
todo el proceso de exhumaciones haya habido descendientes de represaliados a
pie de fosa, esperanzados en la posibilidad de que alguna información que
facilitaban los arqueólogos y antropólogos les pusiese sobre la pista de su
familiar.
¿En qué momento de recuperación de la Memoria Histórica os encontráis?
Ahora ya no formo parte de la dirección de la
Asociación, pero el objetivo más inmediato es, como comentaba antes, impulsar
la construcción de un Monumento Memorial a las víctimas que rebase los
estrechos límites de Castuera puesto que, es importante
recordarlo, por el Campo de Concentración pasaron muchísimas personas de
diferentes puntos de la Comarca de La Serena, de Extremadura y del resto del
país y un número aún indeterminado de ellas fueron “sacadas” y asesinadas. Este
Monumento Memorial, a mi modo de ver, debería ocupar simbólicamente tanto en la
comunidad local, como en la regional y nacional, el lugar, discursivo y
geográfico, que se le ha hurtado desde hace más de setenta años.
Por otra parte, aún está pendiente la excavación de
parte de una fosa que se detectó justo detrás de la ermita a la que aludía
antes, y que no se exhumó por falta de fondos. Quizá las autoridades locales
algún día tomen la iniciativa y promuevan la exhumación.
¿Cómo funciona Amecadec?
¿Y las Jornadas de Homenaje a las víctimas del Campo de Concentración de Castura de la que este año se han cumplido diez años?
Como comentaba ya no formo parte de la dirección de
AMECADEC, pero es una Asociación que a pesar de no tener unas grandes
dimensiones se encuentra activamente integrada en el entramado de Asociaciones
Memorialistas y viene desplegando desde hace años una intensa actividad que
descansa básicamente en tres vectores. Primero, homenaje en el espacio público
a las víctimas del franquismo, un gesto altamente simbólico que reconforta en
la medida de lo posible a los familiares que aún viven y demanda verdad,
justicia y reparación para las víctimas del franquismo, aparte de reivindicar
la preservación del espacio que ocupó el Campo de concentración, algo que se
consiguió en 2009 cuando fue declarado por la Junta de Extremadura como Bien de
Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico. Segundo, apoyo a las
familias mediante búsqueda de información sobre sus deudos y sobre fosas
clandestinas, que se ha saldado de momento con la exhumación de tres fosas y la
documentación de un gran número de casos de represión. Tercero, investigación y
divulgación de lo que sucedió en el Campo de concentración entroncando este
objetivo con la promoción, fomento y defensa de los Derechos Humanos y los
valores democráticos y, para ello, aparte de los trabajos de investigación,
AMECADEC imparte charlas sobre el Campo de Concentración, hace visitas guiadas
al mismo, ha elaborado y hecho circular una Exposición sobre Campos de Concentración
y ha editado una unidad didáctica sobre el Campo de Concentración de Castuera, que se ha remitido a todos los Centros de
Enseñanza Secundaria de Extremadura. En definitiva, es una Asociación que,
mediante el cumplimiento de sus fines, quiere contribuir a fomentar una
ciudadanía democrática.
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De la ocultación de
las fosas a las exhumaciones. La represión franquista en el entorno del Campo
de Concentración de Castuera. Antonio D. López Rodríguez, Laura
Muñoz Encinar, Xurxo M. Ayán
Vila (eds.)
170 páginas
10,00 euros (Apoyo a AMECADEC)
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